Día 306, DAB Español, Sábado 01 de Noviembre
Ezequiel 1:1-3:15; Hebreos 3:1-19; Salmos 104:1-23; Proverbios 26:24-26 (Palabra de Dios para Todos (PDT))
Ezequiel 1:1-3:15
Palabra de Dios para Todos
Visión del trono de Dios
1 En el quinto día del cuarto mes del año 30[a], mientras me encontraba entre los exiliados, junto al canal Quebar, el cielo se abrió y vi una visión celestial. 2 (En el quinto día del mes, en el quinto año del exilio del rey Joaquín, 3 se da constancia de que vino mensaje del SEÑOR a Ezequiel hijo del sacerdote Buzí en la tierra de los caldeos junto al canal Quebar en Babilonia, y allí el SEÑOR se apoderó de él).
4 Vi que del norte venía un fuerte viento de tormenta como una nube encendida con relámpagos por todos lados con una luz ámbar resplandeciente como fuego en su interior. 5 En medio del fuego había algo parecido a cuatro seres vivientes que se veían así: 6 tenían aspecto humano, pero cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas. 7 Sus piernas eran rectas y sus pies parecían pezuñas de terneros resplandecientes como bronce bruñido. 8 En los cuatro costados, debajo de las alas, tenían manos humanas. Los cuatro seres vivientes tenían caras y alas, y el ala de uno apenas tocaba el ala de otro. 9 Al avanzar no se volvían, sino que caminaban hacia adelante. 10 La cara de cada uno de ellos tenía el siguiente aspecto: de frente, tenían cara de humano; a la derecha, cara de león; a la izquierda, cara de toro; y por detrás, cara de águila. 11 ¡Y qué caras! Tanto las caras como las alas se desplegaban hacia arriba. 12 Los seres iban a donde fuera el espíritu, sin tener que dar vuelta, yendo en sentido de cualquier cara. 13 Parecían carbones encendidos, como antorchas moviéndose entre ellos. El fuego resplandecía y despedía relámpagos. 14 Con la rapidez de un rayo, los seres vivientes se desplazaban de un lado a otro.
15 Mientras veía a los seres vivientes, noté que una rueda tocaba el suelo junto a cada uno de ellos. 16 Las ruedas estaban colocadas de manera que parecía haber una rueda dentro de la otra. Eran luminosas como el topacio. 17 Las cuatro ruedas podían avanzar en cualquier dirección sin tener que volverse. 18 Estaban cubiertas de joyas majestuosas e impresionantes. 19 Cuando los seres vivientes se movían, las ruedas de su lado también se movían, y cuando los seres vivientes volaban, las ruedas también volaban junto con ellos. 20 Los seres vivientes iban adonde el espíritu los llevaba y las ruedas se elevaban con ellos porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas. 21 Cuando los seres vivientes se movían, las ruedas también se movían. Cuando se detenían, las ruedas también se detenían. Cuando volaban, las ruedas también volaban porque el espíritu de los seres vivientes estaba en las ruedas.
22 Sobre las cabezas de los seres vivientes se extendía algo como una plataforma[b] cristalina. Era impresionante. 23 Debajo de la plataforma los cuatro seres vivientes tenían sus alas extendidas, con el ala de uno apenas tocando el ala de otro. Con las otras dos, cada uno se cubría el cuerpo. 24 Cuando los seres vivientes avanzaban, yo podía oír el ruido de sus alas. Era como el rugir de las aguas del mar, como la voz del Todopoderoso, como el ruido tumultuoso de un campo militar. Cuando se detenían, replegaban sus alas. 25 Luego, cuando estaban parados con sus alas replegadas, se escuchó una voz que venía de la bóveda que estaba sobre sus cabezas. 26 Encima de la plataforma había algo semejante a un trono de zafiro, y sobre lo que parecía ser un trono de zafiro había algo que parecía un ser humano. 27 De la cintura en adelante parecía tener un fuego dentro de algo que se veía como el ámbar, rodeado de un resplandor. De la cintura para abajo, vi algo como un fuego con un resplandor a su alrededor. 28 El resplandor se veía como el arco iris que aparece en las nubes después de la lluvia. Esta imagen era la gloria del SEÑOR. Tan pronto como tuve esta visión, me postré rostro en tierra y oí que una voz me hablaba.
El Señor llama a Ezequiel
2 La voz me dijo: «Hijo de hombre[c], ponte de pie, que voy a hablarte».
2 Cuando me habló, el Espíritu entró en mí y me mantuvo de pie para que pudiera escuchar al que me hablaba. 3 Me dijo: «Hijo de hombre, te voy a enviar al pueblo de Israel, gente rebelde que se sublevó contra mí. Sus antepasados han cometido rebeldías contra mí hasta este mismo momento del día de hoy, 4 y los hijos son tercos y obstinados. Te voy a enviar a ellos para que les lleves mi mensaje. Les dirás: “Así dice el Señor DIOS”. 5 Sea que te escuchen o no, porque son un pueblo rebelde, al menos sabrán que hay un profeta entre ellos. 6 Tú, hijo de hombre, no tengas miedo de ellos ni de lo que dicen, aunque sea como vivir entre cardos, espinas y escorpiones. No tengas miedo de sus palabras ni de su apariencia porque son unos rebeldes. 7 Tienes que llevarles mi mensaje, no importa que por su rebeldía no te escuchen ni cambien su conducta. 8 Tú, hijo de hombre, escucha bien lo que te voy a decir: No te conviertas en un rebelde como ellos. Abre tu boca y come lo que te voy a dar».
9 Entonces vi una mano con un rollo escrito que se extendía hacia mí. 10 Se abrió el rollo ante mi cara y se veía que estaba escrito por ambos lados. Tenía lamentos, gemidos y amenazas.
3 Entonces me dijo: «Hijo de hombre, cómete lo que encuentres ahí, cómete ese rollo. Luego ve y habla al pueblo de Israel».
2 Así que abrí la boca para tratar de comerme el rollo. 3 Me insistió otra vez: «Hijo de hombre, ¡buen provecho! Cómetelo con ganas y llena tu estómago con el rollo que te doy». Así que me lo comí, y en la boca me sabía como la miel por lo dulce que era. 4 Entonces me dijo: «Hijo de hombre, ve al pueblo de Israel y dale mi mensaje. 5 No te envío a un pueblo que habla un lenguaje complicado y difícil, sino al pueblo de Israel. 6 Tampoco te envío a naciones numerosas que hablan un lenguaje complicado y difícil de aprender que no puedas entender. Te aseguro que si te hubiera enviado a naciones extranjeras, ellos sí te escucharían. 7 Pero el pueblo de Israel se negará a escucharte, pues no quiere escucharme a mí porque todos ellos son tercos y obstinados. 8 Sin embargo, ¡yo te haré tan terco y obstinado como ellos! 9 Serás como el diamante, más duro que una piedra porque es un pueblo rebelde».
10 Luego me dijo: «Hijo de hombre, escucha y entiende bien cada una de mis palabras, 11 luego ve con los tuyos adonde están exiliados y dales mi mensaje diles: “Así dice el Señor DIOS”, aunque no te escuchen ni dejen de hacer lo malo».
12 Entonces el Espíritu me levantó y detrás de mí escuché una voz de trueno que decía: «¡Bendita sea la gloria del SEÑOR donde él habita!» 13 Luego oí un ruido como el de un gran terremoto y fue producido por el roce de las alas de los seres vivientes que aleteaban una contra otra y por el ruido de las ruedas que estaban junto a ellas. 14 El Espíritu me levantó y me llevó. Así me fui, con espíritu amargado y enardecido, y el SEÑOR se apoderó de mí. 15 Al llegar a Tel Aviv, la comunidad de los exiliados, junto al canal Quebar, me quedé sentado en silencio durante siete días.
Footnotes
1:1 30 Puede tratarse de la edad del profeta que coincide con el quinto año del exilio, o sea el año 593 a. C.
1:22 plataforma Esta misma palabra en hebreo se usa en Gn 1:6-7 para referirse a la bóveda de los cielos.
2:1 Hijo de hombre Es una forma de referirse en hebreo a un ser humano. Aquí se usa como una forma empleada por Dios para dirigirse a Ezequiel como a alguien a quien Dios eligió para ser profeta. Esta expresión aparece repetidamente en este libro.
Hebreos 3
Palabra de Dios para Todos
Jesús es más grande que Moisés
3 Por lo tanto, hermanos santos, ustedes que participan de una invitación que les llega del cielo, fijen su atención en Jesús, apóstol y sumo sacerdote de la fe que nosotros confesamos. 2 Él fue fiel a Dios, tal como Moisés fue miembro fiel de la familia de Dios. 3 Jesús es más importante que Moisés porque el que construye una casa[a] tiene más importancia que la casa misma. 4 Toda casa tiene un constructor, pero Dios es el arquitecto del universo. 5 Moisés fue respetado como siervo fiel en toda la casa de Dios y su trabajo era ser testigo de lo que Dios iba a decir. 6 Pero Cristo dirige la casa de Dios como un hijo fiel. Somos la familia de Dios siempre y cuando nos mantengamos seguros y confiados de hablar abiertamente de la esperanza que tenemos.
Permanezcan firmes
7 Pues el Espíritu Santo dice:
«Si escuchan hoy la voz de Dios,
8
no se opongan como antes,
cuando se rebelaron contra él,
el día en que lo pusieron a prueba en el desierto.
9
Durante 40 años sus antepasados
vieron las obras que hice en el desierto;
sin embargo, me pusieron a prueba,
se me agotó la paciencia que les tenía
10
y por eso me enojé con ese pueblo.
Dije: “Sus pensamientos siempre están equivocados
y nunca han entendido mis enseñanzas”.
11
Como estaba enojado hice una promesa:
“Ese pueblo nunca entrará a disfrutar de mi reposo”».[b]
12 Tengan cuidado, hermanos, de que en ninguno de ustedes se esconda la maldad ni la falta de fe como para darle la espalda al Dios viviente. 13 Al contrario, anímense unos a otros todos los días, mientras todavía exista ese «hoy»[c]. Ayúdense para evitar que el pecado engañe a alguno de ustedes y lo vuelva tan terco que le impida cambiar. 14 Tenemos el privilegio de compartir todo lo que Cristo tiene, pero si es que seguimos firmes hasta el final con la misma confianza que teníamos al principio. 15 Les repito:
«Si escuchan hoy la voz de Dios,
no se opongan como antes,
cuando se rebelaron contra él».[d]
16 ¿Y quiénes fueron los que escucharon la voz de Dios y aun así se rebelaron contra él? Los que Moisés sacó de Egipto. 17 ¿Con quién estuvo enojado Dios durante 40 años? Con esos mismos pecadores que murieron y cuyos cuerpos quedaron tendidos en el desierto. 18 ¿A quiénes les estaba hablando Dios cuando dijo que nunca entrarían a disfrutar de su reposo? A los que se rebelaron. 19 Entonces vemos que por su falta de fe, ellos no pudieron entrar a disfrutar del reposo de Dios.
Footnotes
3:3 casa La palabra casa en griego también tiene el significado de familia, como en el versículo 2.
3:7-11 Cita de Sal 95:7-11.
3:13 «hoy» Esta palabra se refiere al hoy mencionado en el versículo 7. Hace énfasis en la importancia de hacerlo ahora, mientras todavía existe la oportunidad.
3:15 Cita de Sal 95:7-8.
Salmos 104:1-23
Palabra de Dios para Todos
¡Qué grande eres!
1
¡Con todo mi corazón alabo al SEÑOR!
SEÑOR mi Dios, qué grande eres;
te vistes de gloria y honor.
2
Estás envuelto de luz como con un manto;
extiendes los cielos sobre la tierra como si fueran un velo.
3
Tú construiste tu hogar por encima de los cielos[a];
usas las oscuras nubes como carruaje
y cruzas el cielo con las alas del viento.
4
Hiciste de los vientos tus ángeles[b];
y de las llamas de fuego tus siervos.
5
Tú pusiste la tierra sobre una base sólida,
y jamás será removida.
6
La cubriste con el mar como si fuera un vestido,
y el agua cubrió todas las montañas.
7
Pero retaste las aguas y salieron huyendo;
tu boca emitió trueno y se fueron corriendo.
8
El agua corrió hacia abajo desde las montañas, llegó a los valles
y luego al lugar que le habías asignado.
9
Tú pusiste los límites de los mares
para que el agua nunca volviera a cubrir la tierra.
10
Tú haces que el agua fluya de los manantiales hasta los ríos;
que baje desde las montañas.
11
Las corrientes de agua alimentan a los animales del campo;
todos los animalitos se acercan a ellas para beber.
12
Las aves se acercan a los manantiales
y cantan en las ramas de los árboles.
13
Dios riega las montañas desde su hogar en lo alto,
con el fruto de sus obras la tierra se sacia.
14
Hace crecer la hierba para que se alimenten los animales,
y las plantas que el ser humano cultiva,
para obtener su alimento de lo que produce la tierra:
15
el vino que alegra el ánimo,
el aceite que suaviza la piel,[c]
y el alimento que sustenta al ser humano.
16
Los árboles del SEÑOR están saciados,
los cedros del Líbano que él plantó.
17
En ellos hacen las aves sus nidos;
en los pinos vive la cigüeña.
18
Las altas montañas son el hogar de la cabra,
y en los peñascos se refugia el damán.
19
Tú nos diste la luna para mostrarnos
cuándo comienzan los días festivos;
y el sol que sabe cuándo ocultarse.
20
Tú haces la oscuridad y llega la noche,
entonces salen los animales del bosque.
21
Los leones rugen cuando agarran su presa,
le piden su comida a Dios.
22
Entonces sale el sol,
los animales regresan a su habitación a descansar,
23
y la gente sale a trabajar
hasta el anochecer.
Footnotes
104:3 por encima de los cielos Textualmente sobre el agua. Esta es una imagen del mundo similar a la que presenta Génesis 1. Allí el cielo es como una vasija llena de agua que se vertió sobre la tierra. Había agua bajo la vasija y por encima de ella.
104:4 Hiciste […] ángeles o Tú creaste tus espíritus mensajeros.
104:15 que suaviza la piel Textualmente que hace brillar nuestra cara. Esto puede significar también, que nos hace felices.
Proverbios 26:24-26
Palabra de Dios para Todos
24
Con sus palabras el perverso trata de disimular su odio,
pero en su interior planea maldades.
25
Lo que dice parece correcto,
pero su corazón está lleno de malos pensamientos.
26
Aunque trate de esconder sus malas intenciones,
al final todos se darán cuenta de su maldad.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
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