Friday, January 31, 2025

DAB Español, Sábado 01 de Febrero

Día 032, DAB Español, Sábado 01 de Febrero


Éxodo 13:18-15:19; Mateo 21:23-46; Salmos 26; Proverbios 6:16-19 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))











Éxodo 13:18-15:19

Reina Valera Actualizada


18 Más bien, Dios hizo que el pueblo diera un rodeo por el camino del desierto hacia el mar Rojo[a]. Los hijos de Israel salieron de la tierra de Egipto armados.

Los restos de José llevados de Egipto


19 Moisés tomó también consigo los restos de José, quien había hecho jurar a los hijos de Israel diciendo: “Ciertamente Dios los visitará, y harán llevar de aquí mis restos, con ustedes”.

Dios guía a Israel de día y de noche


20 Salieron de Sucot y acamparon en Etam, al borde del desierto. 21 El SEÑOR iba delante de ellos, de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que pudieran caminar tanto de día como de noche. 22 La columna de nube nunca se apartó de día de delante del pueblo, ni la columna de fuego de noche.

Los israelitas cruzan el mar en seco


14 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 2 “Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen cerca de Pi-hajirot, entre Migdol y el mar, frente a Baal-zefón; acamparán en el lado opuesto, junto al mar. 3 Entonces el faraón dirá de los hijos de Israel: ‘Andan errantes por la tierra; el desierto les cierra el paso’. 4 Yo endureceré el corazón del faraón para que los persiga; pero yo mostraré mi gloria en el faraón y en todo su ejército, y los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR”.


Ellos lo hicieron así. 5 Y cuando informaron al rey de Egipto que el pueblo huía, el corazón del faraón y de sus servidores se volvió contra el pueblo. Y dijeron: “¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, y que no nos sirva?”.


6 Unció su carro y tomó consigo a su gente. 7 Tomó seiscientos carros escogidos y todos los demás carros de Egipto con los oficiales que estaban al frente de todos ellos.


8 El SEÑOR endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, y él persiguió a los hijos de Israel; pero estos salieron osadamente. 9 Los egipcios los persiguieron con toda la caballería, los carros del faraón, sus jinetes y su ejército; y los alcanzaron mientras acampaban junto al mar, al lado de Pi-hajirot, frente a Baal-zefón.


10 Cuando el faraón se había acercado, los hijos de Israel alzaron los ojos; y he aquí que los egipcios venían tras ellos. Entonces los hijos de Israel temieron muchísimo y clamaron al SEÑOR. 11 Y dijeron a Moisés:


—¿Acaso no había sepulcros en Egipto, que nos has sacado para morir en el desierto? ¿Por qué nos has hecho esto de sacarnos de Egipto? 12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto diciendo: “Déjanos solos, para que sirvamos a los egipcios”? ¡Mejor nos habría sido servir a los egipcios que morir en el desierto!


13 Y Moisés respondió al pueblo:


—¡No teman! Estén firmes y verán la liberación que el SEÑOR hará a favor de ustedes. A los egipcios que ahora ven, nunca más los volverán a ver. 14 El SEÑOR combatirá por ustedes, y ustedes se quedarán en silencio.


15 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés:


—¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen. 16 Y tú, alza tu vara y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo para que los hijos de Israel pasen por en medio del mar, en seco. 17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios para que entren detrás de ellos, y mostraré mi gloria en el faraón y en todo su ejército, en sus carros y en sus jinetes. 18 Y los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando yo muestre mi gloria en el faraón, en sus carros y en sus jinetes.


19 Entonces el ángel de Dios, que iba delante del campamento de Israel, se trasladó e iba detrás de ellos. Asimismo, la columna de nube que iba delante de ellos se trasladó y se puso detrás de ellos, 20 y se colocó entre el campamento de los egipcios y el campamento de Israel, constituyendo nube y tinieblas para aquellos, mientras que alumbraba a Israel de noche. En toda aquella noche no se acercaron los unos a los otros.


21 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y el SEÑOR hizo que este se retirara con un fuerte viento del oriente que sopló toda aquella noche e hizo que el mar se secara, quedando las aguas divididas. 22 Y los hijos de Israel entraron en medio del mar en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 23 Los egipcios los persiguieron, y entraron en el mar tras ellos con toda la caballería del faraón, sus carros y sus jinetes.


24 Aconteció que a eso de la vigilia de la mañana, el SEÑOR miró hacia el ejército de los egipcios, desde la columna de fuego y de nube, y sembró la confusión en el ejército de los egipcios. 25 Trabó[b] las ruedas de sus carros, de modo que se desplazaban pesadamente. Entonces los egipcios dijeron: “¡Huyamos de los israelitas, porque el SEÑOR combate por ellos contra los egipcios!”.


26 Entonces el SEÑOR dijo a Moisés: “Extiende tu mano sobre el mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre sus jinetes”.


27 Moisés extendió su mano sobre el mar, y cuando amanecía, este volvió a su lecho, de modo que los egipcios chocaron contra él cuando huían. Así precipitó el SEÑOR a los egipcios en medio del mar. 28 Las aguas volvieron y cubrieron los carros y los jinetes, junto con todo el ejército del faraón que había entrado en el mar tras ellos. No quedó de ellos ni uno solo. 29 Pero los hijos de Israel caminaron en seco por en medio del mar, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda. 30 Así libró el SEÑOR aquel día a Israel de mano de los egipcios. Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar. 31 Cuando Israel vio la gran hazaña que el SEÑOR había realizado contra los egipcios, el pueblo temió al SEÑOR, y creyó en él y en su siervo Moisés.

Cántico al SEÑOR por la liberación


15 Entonces Moisés y los hijos de Israel cantaron este cántico al SEÑOR, diciendo:


“¡Cantaré al SEÑOR,


pues se ha enaltecido grandemente!


¡Arrojó al mar al caballo y su jinete!


2 El SEÑOR[c] es mi fortaleza y mi canción; él ha sido mi salvación.


¡Este es mi Dios! Yo lo alabaré. ¡El Dios de mi padre! A él ensalzaré.


3 “El SEÑOR es un guerrero.


¡El SEÑOR es su nombre!


4 Ha echado al mar los carros


y al ejército del faraón.


Fueron hundidos en el mar Rojo sus mejores oficiales.


5 Las aguas profundas los cubrieron; descendieron como piedra


a las profundidades.


6 “Tu diestra, oh SEÑOR,


ha sido majestuosa en poder;


tu diestra, oh SEÑOR,


ha quebrantado al enemigo.


7 Con la grandeza de tu poder has destruido a los que se opusieron a ti; desataste tu furor,


y los consumió como a hojarasca.


8 Por el soplo de tu aliento


se amontonaron las aguas;


las olas se acumularon como un dique;


las aguas profundas se congelaron


en medio del mar.


9 Dijo el enemigo: ‘Perseguiré,


tomaré prisioneros y repartiré el botín;


mi alma se saciará de ellos;


desenvainaré mi espada,


y mi mano los desalojará’.


10 Pero tú soplaste con tu aliento,


y el mar los cubrió.


Se hundieron como plomo


en las impetuosas aguas.


11 “¿Quién como tú, oh SEÑOR, entre los dioses?


¿Quién como tú,


majestuoso en santidad,


temible en hazañas dignas de alabanza, hacedor de maravillas?


12 Extendiste tu diestra,


y la tierra los tragó.


13 En tu misericordia guías a este pueblo que has redimido,


y lo llevas con tu poder


a tu santa morada.


14 “Los pueblos lo oyen y tiemblan;


la angustia se apodera de los filisteos.


15 Entonces los jefes de Edom se aterran; los poderosos de Moab son


presas del pánico;


se abaten todos los habitantes


de Canaán.


16 Sobre ellos caen terror y espanto;


ante la grandeza de tu brazo


enmudecen como la piedra, hasta que haya pasado tu pueblo,


oh SEÑOR;


hasta que haya pasado este pueblo que tú has adquirido.


17 Tú los introducirás y los plantarás


en el monte de tu heredad,


en el lugar que has preparado como tu habitación, oh SEÑOR,


en el santuario que establecieron tus manos, oh SEÑOR.


18 El SEÑOR reinará por siempre jamás”.


19 Cuando la caballería del faraón entró en el mar con sus carros y jinetes, el SEÑOR hizo volver las aguas del mar sobre ellos, mientras que los hijos de Israel caminaron en seco en medio del mar.

Footnotes


Éxodo 13:18 Heb., Yam Suf, o sea, mar de Cañas.

Éxodo 14:25 Según vers. antiguas; heb., Quitó.

Éxodo 15:2 Lit., Yah, forma abreviada del nombre de Dios YHWH, que en esta versión traducimos como “SEÑOR”.



Mateo 21:23-46

Reina Valera Actualizada

La autoridad de Jesús


23 Él llegó al templo y, mientras estaba enseñando, se acercaron a él los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo, y le decían:


—¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿Quién te dio esta autoridad?


24 Entonces respondió Jesús y les dijo:


—Yo también les haré una pregunta y, si me responden, yo también les diré con qué autoridad hago estas cosas. 25 ¿De dónde era el bautismo de Juan? ¿Del cielo o de los hombres?


Entonces ellos razonaban entre sí, diciendo:


—Si decimos “del cielo”, nos dirá: “¿Por qué, pues, no le creyeron?”. 26 Y si decimos “de los hombres…”, tememos al pueblo, porque todos tienen a Juan por profeta.


27 Respondieron a Jesús y dijeron:


—No sabemos.


Y él les dijo:


—Tampoco yo les digo con qué autoridad hago estas cosas.

Parábola de los dos hijos


28 »Pero, ¿qué les parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: “Hijo, ve hoy a trabajar en la viña”. 29 Él contestó y dijo: “No quiero”. Pero después cambió de parecer y fue. 30 Al acercarse al otro, le dijo lo mismo; y él respondió diciendo: “¡Sí, señor, yo voy!”. Y no fue. 31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?


Ellos dijeron:


—El primero.


Y Jesús les dijo:


—De cierto les digo que los publicanos y las prostitutas entran delante de ustedes en el reino de Dios. 32 Porque Juan vino a ustedes en el camino de justicia, y no le creyeron; pero los publicanos y las prostitutas le creyeron. Y aunque ustedes lo vieron, después no cambiaron de parecer para creerle.

Parábola de los labradores malvados


33 »Oigan otra parábola: Había un hombre, dueño de un campo, quien plantó una viña. La rodeó con una cerca, cavó en ella un lagar, edificó una torre, la arrendó a unos labradores y se fue lejos. 34 Pero cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. 35 Y los labradores, tomando a sus siervos, a uno lo hirieron, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. 36 Él envió de nuevo otros siervos, en mayor número que los primeros, y les hicieron lo mismo.


37 »Por último, les envió a su hijo, diciendo: “Tendrán respeto a mi hijo”. 38 Pero al ver al hijo, los labradores dijeron entre sí: “Este es el heredero. Vengan, matémoslo y tomemos posesión de su herencia”. 39 Lo prendieron, lo echaron fuera de la viña y lo mataron. 40 Ahora bien, cuando venga el señor de la viña, ¿qué hará con aquellos labradores?


41 Le dijeron:


—A los malvados los destruirá sin misericordia, y arrendará su viña a otros labradores, quienes le pagarán el fruto a su tiempo.


42 Jesús les dijo:


—¿Nunca han leído en las Escrituras?


La piedra que desecharon los edificadores,


esta fue hecha cabeza del ángulo.


De parte del Señor sucedió esto,


y es maravilloso en nuestros ojos[a].


43 Por esta razón les digo que el reino de Dios les será quitado de ustedes y le será dado a un pueblo que producirá los frutos del reino. 44 El que caiga sobre esta piedra será quebrantado, y desmenuzará a cualquiera sobre quien ella caiga.


45 Al oír sus parábolas, los principales sacerdotes y los fariseos entendieron que él hablaba de ellos. 46 Pero buscando cómo echarle mano, temieron al pueblo; porque le tenía por profeta.

Footnotes


Mateo 21:42 Sal. 118:22, 23.



Salmos 26

Reina Valera Actualizada

Oración del que anda en integridad


26 Salmo de David.


Hazme justicia, oh SEÑOR,

porque yo en mi integridad he andado. Asimismo, he confiado en el SEÑOR;

no vacilaré.

2

Examíname, oh SEÑOR, y pruébame. Purifica mi conciencia y mi corazón;

3

porque tu misericordia está delante

de mis ojos,

y camino en tu verdad.

4

No me he sentado con los hombres falsos

ni tengo tratos con los hipócritas.

5

Aborrezco la reunión de los

malhechores;

nunca me he sentado con los impíos.

6

Lavaré mis manos en inocencia

e iré alrededor de tu altar, oh SEÑOR,

7

para proclamar con voz de

agradecimiento

y contar todas tus maravillas.

8

Oh SEÑOR, he amado la habitación

de tu casa,

el lugar de la morada de tu gloria.

9

No recojas mi alma junto con los pecadores

ni mi vida con los hombres

sanguinarios,

10

en cuyas manos hay infamia

y cuya mano derecha está llena

de soborno.

11

Pero yo andaré en mi integridad;

redímeme y ten misericordia de mí.

12

Mis pies se han afirmado en

suelo llano;

en las congregaciones te[a] bendeciré, oh SEÑOR.

Footnotes


Salmos 26:12 Según LXX; heb. omite te.



Proverbios 6:16-19

Reina Valera Actualizada


16

Seis cosas aborrece el SEÑOR,

y aun siete abomina su alma:

17

Los ojos altivos,

la lengua mentirosa,

las manos que derraman sangre inocente,

18

el corazón que maquina pensamientos inicuos,

los pies que se apresuran a correr

al mal,

19

el testigo falso que respira calumnias

y el que provoca discordia entre los hermanos.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)


Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

Thursday, January 30, 2025

DAB Español, Viernes 31 de Enero

Día 031, DAB Español, Viernes 31 de Enero


Éxodo 12:14-13:17; Mateo 20:29-21:22; Salmos 25:12-22; Proverbios 6:12-15 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))










Éxodo 12:14-13:17

Reina Valera Actualizada


14 »Habrán de conmemorar este día. Lo habrán de celebrar como fiesta al SEÑOR a través de sus generaciones. Lo celebrarán como estatuto perpetuo. 15 Siete días comerán panes sin levadura. El primer día quitarán de sus casas la levadura, porque cualquiera que coma algo con levadura desde el primer día hasta el séptimo, esa persona será excluida de Israel.


16 »El primer día habrá asamblea sagrada. También en el séptimo día habrá asamblea sagrada. Ningún trabajo harán en ellos, excepto la preparación de lo que cada uno haya de comer. Solo eso podrán hacer. 17 Guardarán la fiesta de los Panes sin levadura, porque en este mismo día habré sacado sus ejércitos de la tierra de Egipto. Por tanto, guardarán este día como estatuto perpetuo a través de sus generaciones.


18 »Comerán los panes sin levadura en el mes primero, desde el día catorce del mes al atardecer, hasta el día veintiuno del mes al atardecer. 19 Durante siete días no se hallará en sus casas nada que tenga levadura. Cualquiera que coma algo con levadura, sea forastero o natural de la tierra, esa persona será excluida de la congregación de Israel. 20 No comerán ninguna cosa con levadura. En todo lugar donde habiten comerán panes sin levadura.


21 Moisés convocó a todos los ancianos de Israel y les dijo:


—Saquen y tomen del rebaño para sus familias, y sacrifiquen el cordero pascual. 22 Tomen luego un manojo de hisopo y empápenlo en la sangre que está en la vasija, y unten el dintel y los postes de la puerta con la parte de la sangre que está en la vasija. Ninguno de ustedes salga de la puerta de su casa hasta la mañana. 23 Porque el SEÑOR pasará matando a los egipcios, y cuando vea la sangre en el dintel y en los dos postes, pasará de largo aquella puerta y no dejará entrar en sus casas al destructor para matar. 24 Guardarán estas palabras como ley para ustedes y para sus hijos, para siempre. 25 Cuando hayan entrado en la tierra que el SEÑOR les dará, como lo prometió, guardarán este rito. 26 Y cuando les pregunten sus hijos: “¿Qué significa este rito para ustedes?”, 27 ustedes les responderán: “Este es el sacrificio de la Pascua del SEÑOR, quien pasó de largo las casas de los hijos de Israel cuando mató a los egipcios y libró nuestras casas”.


Entonces el pueblo se inclinó y adoró. 28 Los hijos de Israel fueron y lo hicieron; como el SEÑOR había mandado a Moisés y a Aarón, así lo hicieron.

Décima plaga: mueren los primogénitos


29 Aconteció que a la medianoche el SEÑOR mató a todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito del faraón que se sentaba en el trono, hasta el primogénito del preso que estaba en la mazmorra, y todo primogénito del ganado. 30 Aquella noche se levantaron el faraón, todos sus servidores y todos los egipcios, pues había un gran clamor en Egipto, porque no había casa donde no hubiera un muerto. 31 Entonces hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo:


—¡Levántense y salgan de en medio de mi pueblo, ustedes y los hijos de Israel! Vayan y sirvan al SEÑOR, como han dicho. 32 Tomen también sus ovejas y sus vacas, como han dicho, y váyanse. Y bendíganme a mí también.

Los israelitas salen de Egipto


33 Los egipcios apremiaban al pueblo, apresurándose a echarlos del país, porque decían:


—¡Todos seremos muertos!


34 La gente llevaba sobre sus hombros la masa que aún no tenía levadura y sus artesas envueltas en sus mantos. 35 Los hijos de Israel hicieron también conforme al mandato de Moisés, y pidieron a los egipcios objetos de plata, objetos de oro y vestidos. 36 El SEÑOR dio gracia al pueblo ante los ojos de los egipcios, quienes les dieron lo que pidieron. Así despojaron a los egipcios.


37 Partieron, pues, los hijos de Israel de Ramesés a Sucot, unos seiscientos mil hombres de a pie, sin contar los niños. 38 También fue con ellos una gran multitud de toda clase de gente, y sus ovejas y ganado en gran número. 39 De la masa que habían sacado de Egipto, cocieron panes sin leudar, porque no le habían puesto levadura; ya que cuando fueron echados de Egipto, no pudieron detenerse ni para preparar comida.


40 El tiempo que los hijos de Israel habitaron en Egipto fue de cuatrocientos treinta años. 41 Pasados los cuatrocientos treinta años, en el mismo día salieron de la tierra de Egipto todos los escuadrones del SEÑOR. 42 Esta es noche de guardar en honor del SEÑOR, por haberlos sacado de la tierra de Egipto. Todos los hijos de Israel, a través de sus generaciones, deben guardar esta noche en honor del SEÑOR.

Los que han de participar en la Pascua


43 El SEÑOR dijo a Moisés y a Aarón:


—Este es el estatuto acerca de la Pascua: Ningún extranjero comerá de ella. 44 Pero todo esclavo que alguien haya comprado por dinero comerá de ella después que lo hayas circuncidado. 45 El que es extranjero y mercenario no la comerá. 46 Será comida en una casa; no llevarás de aquella carne fuera de la casa. Tampoco quebrarán ninguno de sus huesos. 47 Toda la congregación de Israel la celebrará. 48 Si algún extranjero que reside entre ustedes quisiera celebrar la Pascua del SEÑOR, que sea circuncidado todo varón de su familia. Entonces podrá celebrarla, y será como el natural de la tierra. Pero ningún incircunciso comerá de ella. 49 La misma ley será para el natural y para el extranjero que viva entre ustedes.


50 Así lo hicieron todos los hijos de Israel. Tal como lo mandó el SEÑOR a Moisés y a Aarón, así lo hicieron. 51 Y sucedió que aquel mismo día el SEÑOR sacó de la tierra de Egipto a los hijos de Israel, por sus ejércitos.


13 El SEÑOR habló a Moisés diciendo: 2 —Conságrame todo primogénito; todo el que abre la matriz entre los hijos de Israel, tanto de los hombres como de los animales, es mío.


3 Moisés dijo al pueblo:


—Conmemoren este día en el cual han salido de Egipto, de la casa de esclavitud; porque el SEÑOR los ha sacado de aquí con mano poderosa. Por eso no comerán nada que tenga levadura. 4 Ustedes salen hoy, en el mes de Abib[a]. 5 Y cuando el SEÑOR te haya llevado a la tierra de los cananeos, heteos, amorreos y jebuseos, la cual juró a tus padres que te daría, una tierra que fluye leche y miel, celebrarán este rito en este mes. 6 Durante siete días comerán panes sin levadura, y el séptimo día será fiesta para el SEÑOR. 7 Durante los siete días se comerán los panes sin levadura, y no se verá contigo nada leudado ni levadura en todo tu territorio.


8 »Aquel día se lo contarás a tu hijo diciendo: “Esto se hace con motivo de lo que el SEÑOR hizo conmigo cuando salí de Egipto. 9 Esto ha de ser para ti como una señal sobre tu mano y como un recordatorio entre tus ojos, para que la ley del SEÑOR esté en tu boca, porque con mano poderosa el SEÑOR te sacó de Egipto. 10 Por tanto, guardarás esta ordenanza en el tiempo fijado, de año en año”.

Consagración de los primogénitos


11 »Cuando el SEÑOR te haya introducido en la tierra de los cananeos, y te la haya dado como te juró a ti y a tus padres, 12 apartarás para el SEÑOR todo primogénito que abre la matriz, y también todo primogénito de las crías de tus animales; los machos serán del SEÑOR. 13 Rescatarás con un cordero todo primogénito de asno; y si no lo rescatas, romperás su nuca. También rescatarás todo primogénito de entre tus hijos. 14 Y cuando mañana te pregunte tu hijo diciendo: “¿Qué es esto?”, le dirás: “Con mano poderosa el SEÑOR nos sacó de Egipto, de la casa de esclavitud. 15 Cuando el faraón se endureció para no dejarnos ir, el SEÑOR mató en la tierra de Egipto a todo primogénito, desde el primogénito del hombre hasta el primogénito del animal. Por esta razón yo ofrezco en sacrificio al SEÑOR todo primogénito macho que abre la matriz y rescato a todo primogénito de mis hijos”. 16 Esto ha de ser para ti como una señal sobre tu mano y como un recordatorio entre tus ojos, ya que el SEÑOR nos sacó de Egipto con mano poderosa.

Elección de la ruta del mar


17 Cuando el faraón dejó ir al pueblo, Dios no lo guió por el camino de la tierra de los filisteos, aunque era más corto, porque dijo el SEÑOR: “No sea que al enfrentarse con la guerra, el pueblo cambie de parecer y se vuelva a Egipto”.

Footnotes


Éxodo 13:4 También llamado Nisán; aprox. mar.-abr.; cf. Éxo. 12:2.



Mateo 20:29-21:22

Reina Valera Actualizada

Jesús sana a dos ciegos en Jericó


29 Saliendo ellos de Jericó, lo siguió una gran multitud. 30 Y he aquí dos ciegos estaban sentados junto al camino y, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron diciendo:


—¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!


31 La gente los reprendía para que se callaran, pero ellos gritaron aún más fuerte diciendo:


—¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros!


32 Jesús se detuvo, los llamó y les dijo:


—¿Qué quieren que les haga?


33 Le dijeron:


—Señor, que sean abiertos nuestros ojos.


34 Entonces Jesús, conmovido dentro de sí, les tocó los ojos; y de inmediato recobraron la vista y lo siguieron.

La entrada triunfal en Jerusalén


21 Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús envió a dos discípulos, 2 diciéndoles:


—Vayan a la aldea que está frente a ustedes, y en seguida hallarán una asna atada, y un borriquillo con ella. Desátenla y tráiganmelos. 3 Si alguien les dice algo, díganle: “El Señor los necesita, y luego los enviará”.


4 Todo esto aconteció para cumplir lo dicho por el profeta, cuando dijo:


5 Digan a la hija de Sion[a]:


“He aquí tu Rey viene a ti,


manso y sentado sobre una asna


y sobre un borriquillo,


hijo de bestia de carga”[b].


6 Los discípulos fueron e hicieron como Jesús les mandó. 7 Trajeron el asna y el borriquillo y pusieron sobre ellos sus mantos, y se sentó encima de ellos. 8 La mayor parte de la multitud tendió sus mantos en el camino, mientras otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. 9 Las multitudes que iban delante de él y las que lo seguían aclamaban diciendo:


—¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor![c]. ¡Hosanna en las alturas!


10 Cuando él entró en Jerusalén, toda la ciudad se conmovió diciendo:


—¿Quién es este?


11 Y las multitudes decían:


—Este es Jesús el profeta, de Nazaret de Galilea.

Jesús purifica el templo


12 Entró Jesús en el templo y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas, 13 y les dijo:


—Escrito está: Mi casa será llamada casa de oración[d], pero ustedes la han hecho cueva de ladrones[e].

Los niños aclaman a Jesús


14 Entonces ciegos y cojos vinieron a él en el templo, y él los sanó. 15 Pero los principales sacerdotes y los escribas se indignaron cuando vieron las maravillas que él hizo, y a los muchachos que lo aclamaban en el templo diciendo:


—¡Hosanna al Hijo de David!


16 Y le dijeron:


—¿Oyes lo que dicen estos?


Jesús les dijo:


—Sí. ¿Nunca leyeron: De la boca de los niños y de los que maman preparaste la alabanza[f]?


17 Los dejó y salió fuera de la ciudad a Betania, y se alojó allí.

Jesús y la higuera sin fruto


18 Volviendo a la ciudad por la mañana, tuvo hambre. 19 Al ver una higuera en el camino, fue a ella; pero no encontró nada en ella sino solo hojas, y le dijo:


—Nunca jamás brote fruto de ti.


Pronto se secó la higuera, 20 y los discípulos, al verlo, se maravillaron diciendo:


—¿Cómo se secó tan pronto la higuera?


21 Jesús respondió y les dijo:


—De cierto les digo que si tienen fe y no dudan, no solo harán esto de la higuera, sino que si dicen a este monte: “Quítate y arrójate al mar”, así será. 22 Todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán.

Footnotes


Mateo 21:5 Isa. 62:11.

Mateo 21:5 Zac. 9:9.

Mateo 21:9 Sal. 118:25, 26.

Mateo 21:13 Isa. 56:7.

Mateo 21:13 Jer. 7:11.

Mateo 21:16 Sal. 8:2 (LXX).



Salmos 25:12-22

Reina Valera Actualizada


12

¿Qué hombre es el que teme

al SEÑOR?

Él le enseñará el camino que ha

de escoger.

13

Su alma reposará en bienestar,

y sus descendientes heredarán

la tierra.

14

El secreto del SEÑOR es para los que le temen;

a ellos hará conocer su pacto.

15

Mis ojos están siempre puestos en

el SEÑOR

porque él sacará mis pies de la red.

16

Mírame y ten misericordia de mí porque estoy solitario y afligido.

17

Las angustias de mi corazón se han aumentado;

sácame de mis congojas.

18

Mira mi aflicción y mis afanes; perdona todos mis pecados.

19

Mira cómo se han multiplicado mis enemigos,

y con odio violento me aborrecen.

20

Guarda mi alma y líbrame;

no sea yo avergonzado

porque en ti me he refugiado.

21

La integridad y la rectitud me guarden porque en ti he esperado.

22

Redime, oh Dios, a Israel

de todas sus angustias.



Proverbios 6:12-15

Reina Valera Actualizada

Características del hombre inicuo


12

El hombre depravado, el hombre inicuo, anda en la perversidad de boca,

13

guiña los ojos,

hace señas con sus pies

e indica con sus dedos.

14

Perversidades hay en su corazón;

en todo tiempo anda pensando el mal, provocando discordia.

15

Por eso, su calamidad vendrá de repente; súbitamente será quebrantado,

y no habrá remedio.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)


Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

DAB Español, Miércoles 18 de Junio

Día 170, DAB Español, Miércoles 18 de Junio 1 Reyes 19:1-21; Hechos 12:1-23; Salmos 136; Proverbios 17:14-15 (Nueva Versión Internacional (N...