Día 104, DAB Español, Domingo 13 de Abril
Josué 7:16-9:2; Lucas 16:1-18; Salmos 82; Proverbios 13:2-3 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Josué 7:16-9:2
La Biblia de las Américas
16 Y Josué se levantó muy de mañana, e hizo acercar a Israel por[a] tribus, y fue designada la tribu de Judá. 17 Mandó acercar a las familias de Judá, y fue designada la familia de los de Zera; e hizo acercar a la familia de Zera, hombre por hombre, y Zabdi fue designado. 18 Mandó acercar su casa hombre por hombre; y fue designado Acán[b], hijo de Carmi, hijo de Zabdi, hijo de Zera, de la tribu de Judá. 19 Entonces Josué dijo a Acán: Hijo mío, te ruego, da gloria al Señor, Dios de Israel, y dale alabanza; y declárame ahora lo que has hecho. No me lo ocultes. 20 Y Acán respondió a Josué, y dijo: En verdad he pecado contra el Señor, Dios de Israel, y esto es lo que he hecho[c]: 21 cuando vi entre el botín un hermoso manto de Sinar y doscientos siclos[d] de plata y una barra de oro de cincuenta siclos de peso, los codicié y los tomé; y he aquí, están escondidos en la tierra dentro de mi tienda con la plata debajo.
22 Y Josué envió emisarios, que fueron corriendo a la tienda, y he aquí que el manto estaba escondido en su tienda con la plata debajo. 23 Y los sacaron de la tienda, los llevaron a Josué y a todos los hijos de Israel, y los pusieron delante del Señor. 24 Entonces Josué, y con él todo Israel, tomó a Acán, hijo de Zera, y la plata, el manto, la barra de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes[e], sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo lo que le pertenecía, y los llevaron al valle de Acor. 25 Y Josué dijo: ¿Por qué nos has turbado? El Señor te turbará hoy. Y todo Israel los apedreó[f] y los quemaron después de haberlos apedreado[g]. 26 Y levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta hoy; y el Señor se volvió del furor de su ira. Por eso se ha llamado aquel lugar el valle de Acor[h] hasta el día de hoy.
La conquista de Hai
8 Entonces el Señor dijo a Josué: No temas ni te acobardes. Toma contigo a todo el pueblo de guerra y levántate, sube a Hai; mira, he entregado en tu mano al rey de Hai, su pueblo, su ciudad y su tierra. 2 Harás con Hai y con su rey lo mismo que hiciste con Jericó y con su rey; tomaréis para vosotros como botín solamente los despojos y el ganado. Prepara[i] una emboscada a la ciudad detrás de ella.
3 Y Josué se levantó con todo el pueblo de guerra para subir a Hai. Escogió Josué treinta mil hombres, valientes guerreros, los envió de noche, 4 y les dio órdenes, diciendo: Mirad, vais a poner emboscada a la ciudad por detrás de ella[j]. No os alejéis mucho de la ciudad, sino estad todos alerta. 5 Y yo y todo el pueblo que me acompaña nos acercaremos a la ciudad. Y sucederá que cuando ellos salgan a nuestro encuentro como la primera vez, nosotros huiremos delante de ellos, 6 y ellos saldrán tras nosotros hasta que los hayamos alejado de la ciudad, porque dirán: «Huyen ante nosotros como la primera vez». Huiremos, pues, ante ellos. 7 Vosotros saldréis[k] de la emboscada y os apoderaréis de la ciudad, porque el Señor vuestro Dios la entregará en vuestras manos. 8 Y será que cuando hayáis tomado la ciudad, le[l] prenderéis fuego. Lo haréis conforme a la palabra del Señor. Mirad que yo os lo he mandado. 9 Josué los envió, y fueron al lugar de la emboscada y se quedaron entre Betel y Hai, al occidente de Hai; pero Josué pasó la noche entre el pueblo.
10 Y se levantó Josué muy de mañana, pasó revista al pueblo y subió con los ancianos de Israel frente al pueblo de Hai. 11 Entonces todos los hombres[m] de guerra que estaban con él subieron y se acercaron, y llegaron frente a la ciudad, y acamparon al lado norte de Hai. Y había un valle entre él y Hai. 12 Tomó unos cinco mil hombres y los puso en emboscada entre Betel y Hai, al occidente de la ciudad[n]. 13 Y apostaron al pueblo: todo el ejército que estaba al norte de la ciudad, y su retaguardia que estaba al occidente de la ciudad. Y Josué pasó[o] aquella noche en medio del valle. 14 Y aconteció que al ver esto el rey de Hai, los hombres de la ciudad se apresuraron, se levantaron temprano y salieron para enfrentarse a Israel en batalla, él y todo su pueblo, en el lugar señalado frente a la llanura del desierto; pero no sabía que había una emboscada contra él por detrás de la ciudad. 15 Y Josué y todo Israel se fingieron vencidos delante de ellos, y huyeron camino del desierto. 16 Y todo el pueblo que estaba en la ciudad fue llamado para perseguirlos, y persiguieron a Josué, y se alejaron de la ciudad. 17 No quedó hombre en Hai o Betel que no saliera tras Israel, y dejaron la ciudad sin protección[p] por perseguir a Israel.
18 Entonces el Señor dijo a Josué: Extiende la jabalina que está en tu mano hacia Hai, porque la entregaré en tu mano. Y extendió Josué hacia la ciudad la jabalina que estaba en su mano. 19 Y los que estaban emboscados se levantaron rápidamente de su lugar, y corrieron cuando él extendió su mano, entraron en la ciudad y se apoderaron de ella, y se apresuraron a prender fuego a la ciudad. 20 Cuando los hombres de Hai se volvieron y miraron, he aquí, el humo de la ciudad subía al cielo, y no tenían lugar adónde huir, ni por un lado ni por otro, porque el pueblo que iba huyendo hacia el desierto se volvió contra sus perseguidores. 21 Al ver Josué y todo Israel que los emboscados habían tomado la ciudad y que el humo de la ciudad subía, se volvieron y mataron[q] a los hombres de Hai. 22 Y los otros[r] salieron de la ciudad a su encuentro así que los de Hai quedaron en medio de Israel, unos[s] por un lado y otros[t] por el otro; y los mataron[u] hasta no quedar de ellos[v] sobreviviente ni fugitivo. 23 Pero tomaron vivo al rey de Hai, y lo trajeron a Josué.
24 Y sucedió que cuando Israel acabó de matar a todos los habitantes de Hai en el campo y en el desierto, adonde ellos los habían perseguido y todos habían caído a filo de espada hasta ser exterminados, todo Israel volvió a Hai y la hirieron a filo de espada. 25 Y todos los que cayeron aquel día, tanto hombres como mujeres, fueron doce mil; todo el pueblo[w] de Hai. 26 Josué no retiró su mano con la cual tenía extendida la jabalina, hasta que hubo destruido por completo[x] a todos los habitantes de Hai. 27 Solo el ganado y los despojos de aquella ciudad tomó para sí Israel como botín, conforme a la palabra que el Señor había ordenado a Josué. 28 Y quemó Josué a Hai y la convirtió en un montón de ruinas para siempre, en una desolación hasta el día de hoy. 29 Y colgó al rey de Hai en un árbol hasta la tarde; y a la puesta del sol Josué dio orden que bajaran su cadáver del árbol; lo arrojaron a la entrada de la puerta de la ciudad y levantaron sobre él un gran montón de piedras que permanece hasta el día de hoy.
El altar de piedra y la lectura de la ley
30 Entonces edificó Josué un altar al Señor, Dios de Israel, en el monte Ebal, 31 tal como Moisés, siervo del Señor, había ordenado a los hijos de Israel, como está escrito en el libro de la ley de Moisés, un altar de piedras sin labrar[y], sobre las cuales nadie había alzado herramienta de hierro; y sobre él ofrecieron holocaustos al Señor, y sacrificaron ofrendas de paz. 32 Y escribió allí, sobre las piedras, una copia de la ley que Moisés había escrito, en presencia de los hijos de Israel. 33 Todo Israel, con sus ancianos, oficiales y jueces, estaba de pie a ambos lados del arca delante de los sacerdotes levitas que llevaban el arca del pacto del Señor, tanto el forastero como el nativo. La mitad de ellos estaba frente al monte Gerizim, y la otra mitad frente al monte Ebal, tal como Moisés, siervo del Señor, había ordenado la primera vez, para que bendijeran al pueblo de Israel. 34 Después Josué leyó todas las palabras de la ley, la bendición y la maldición, conforme a todo lo que está escrito en el libro de la ley. 35 No hubo ni una palabra de todo lo que había ordenado Moisés que Josué no leyera delante de toda la asamblea de Israel, incluyendo las mujeres, los niños y los forasteros que vivían[z] entre ellos.
Astucia de los gabaonitas
9 Y aconteció que cuando se enteraron todos los reyes que estaban al otro lado del Jordán, en los montes, en los valles y en toda la costa del mar Grande hacia el Líbano, los reyes de los hititas, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos, 2 a una se reunieron y se pusieron de acuerdo[aa] para pelear contra Josué y contra Israel.
Footnotes
Josué 7:16 Lit., por sus
Josué 7:18 En 1 Crón. 2:7, Acar
Josué 7:20 Lit., así y así he hecho
Josué 7:21 Un siclo equivale aprox. a 11.4 gramos
Josué 7:24 O, su ganado
Josué 7:25 Lit., lo apedreó con piedras
Josué 7:25 Lit., y los apedrearon con piedras
Josué 7:26 I.e., dificultad
Josué 8:2 Lit., Prepárate
Josué 8:4 Lit., la ciudad
Josué 8:7 Lit., os levantaréis
Josué 8:8 Lit., a la ciudad
Josué 8:11 Lit., todo el pueblo
Josué 8:12 I.e., Hai
Josué 8:13 Lit., anduvo
Josué 8:17 Lit., abierta
Josué 8:21 Lit., e hirieron
Josué 8:22 Lit., estos
Josué 8:22 Lit., estos
Josué 8:22 Lit., estos
Josué 8:22 Lit., hirieron
Josué 8:22 Lit., para él
Josué 8:25 Lit., todos los hombres
Josué 8:26 O, dedicado al anatema
Josué 8:31 Lit., enteras
Josué 8:35 Lit., andaban
Josué 9:2 Lit., a una boca
Lucas 16:1-18
La Biblia de las Américas
El mayordomo infiel
16 Decía también Jesús a los discípulos: Había cierto hombre rico que tenía un mayordomo; y este fue acusado ante él de derrochar sus bienes. 2 Entonces lo llamó y le dijo: «¿Qué es esto que oigo acerca de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque no puedes ser más mayordomo». 3 Y el mayordomo se dijo a sí mismo: «¿Qué haré? Pues mi señor me quita la administración. No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza mendigar. 4 Ya sé[a] lo que haré, para que cuando se me destituya de la administración me reciban en sus casas». 5 Y llamando a cada uno de los deudores de su señor, dijo al primero: «¿Cuánto le debes a mi señor?». 6 Y él dijo: «Cien barriles[b] de aceite». Y le dijo: «Toma tu factura, siéntate pronto y escribe cincuenta». 7 Después dijo a otro: «Y tú, ¿cuánto debes?». Y él respondió: «Cien medidas[c] de trigo». Él le dijo*: «Toma tu factura y escribe ochenta». 8 El señor elogió al mayordomo injusto porque había procedido con sagacidad, pues los hijos de este siglo son más sagaces en las relaciones con sus semejantes[d] que los hijos de la luz. 9 Y yo os digo: Haceos amigos por medio de las riquezas[e] injustas, para que cuando falten, os reciban en las moradas eternas. 10 El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho. 11 Por tanto, si no habéis sido fieles en el uso de las riquezas[f] injustas, ¿quién os confiará las riquezas verdaderas? 12 Y si no habéis sido fieles en el uso de lo ajeno, ¿quién os dará lo que es vuestro[g]? 13 Ningún siervo[h] puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas[i].
Los fariseos y la ley
14 Los fariseos, que eran amantes del dinero, oían todas estas cosas y se burlaban de Él. 15 Y Él les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios. 16 La ley y los profetas se proclamaron hasta Juan; desde entonces se anuncian las buenas nuevas del reino de Dios, y todos se esfuerzan por entrar en él. 17 Pero más fácil es que el cielo y la tierra pasen, que un ápice[j] de la ley deje de cumplirse[k]. 18 Todo el que se divorcia de[l] su mujer y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la que está divorciada del[m] marido, comete adulterio.
Footnotes
Lucas 16:4 Lit., He llegado al conocimiento de
Lucas 16:6 Gr., batos; medida de 37 litros
Lucas 16:7 Gr., coros; medida de 370 litros
Lucas 16:8 Lit., su generación
Lucas 16:9 Gr., mamonás
Lucas 16:11 Gr., mamonás
Lucas 16:12 Algunos mss. dicen: nuestro
Lucas 16:13 O, criado
Lucas 16:13 Gr., mamonás
Lucas 16:17 O, una tilde
Lucas 16:17 Lit., caiga
Lucas 16:18 O, repudia a
Lucas 16:18 O, la repudiada por el
Salmos 82
La Biblia de las Américas
Dios, juez supremo
Salmo de Asaf.
82 Dios ocupa su lugar[a] en su congregación[b];
Él juzga en medio de los jueces[c].
2
¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente
y favoreceréis a los impíos? (Selah[d])
3
Defended[e] al débil y al huérfano;
haced justicia al afligido y al menesteroso.
4
Rescatad al débil y al necesitado;
libradlos de la mano de los impíos.
5
No saben ni entienden;
caminan en tinieblas;
son sacudidos todos los cimientos de la tierra.
6
Yo dije: Vosotros sois dioses,
y todos sois hijos del Altísimo.
7
Sin embargo, como hombres moriréis,
y caeréis como uno de los príncipes.
8
¡Levántate, oh Dios, juzga la tierra!
Porque tú posees todas las naciones.
Footnotes
Salmos 82:1 O, Dios se levanta
Salmos 82:1 Lit., la congregación de Dios
Salmos 82:1 Lit., dioses
Salmos 82:2 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
Salmos 82:3 O, Vindicad
Proverbios 13:2-3
La Biblia de las Américas
2
Del fruto de su boca el hombre comerá el bien,
pero el deseo[a] de los pérfidos es la violencia.
3
Él que guarda su boca, preserva su vida;
el que mucho abre sus labios, termina en ruina[b].
Footnotes
Proverbios 13:2 Lit., alma
Proverbios 13:3 Lit., la ruina es suya
La Biblia de las Américas (LBLA)
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