Día 357, DAB Español, Domingo 22 de Diciembre
Zacarías 2:1-3:10; Apocalipsis 13:2-18; Salmos 141; Proverbios 30:18-20 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))
Zacarías 2-3
Nueva Biblia de las Américas
Futura gloria de Jerusalén
2 [a]Entonces alcé los ojos y miré a un hombre con un cordel de medir en la mano. 2 Y le dije: «¿Adónde vas?». «A medir a Jerusalén, para ver cuánta es su anchura y cuánta su longitud», me respondió. 3 Cuando el ángel que hablaba conmigo se iba, otro ángel le salió al encuentro, 4 y le dijo: «Corre, habla a ese joven, y dile: “Sin muros será habitada Jerusalén, a causa de la multitud de hombres y de ganados dentro de ella. 5 Porque Yo seré para ella”, declara el Señor, “una muralla de fuego en derredor, y gloria seré en medio de ella”».
6 «¡Escúchenme! Huyan de la tierra del norte», declara el Señor, «pues Yo los dispersé por los cuatro vientos del cielo», declara el Señor. 7 ¡Sión, tú que moras con la hija de Babilonia, escápate! 8 Porque así dice el Señor de los ejércitos, cuya gloria me ha enviado contra las naciones que los despojaron, porque el que los toca, toca la niña de Su ojo: 9 «Yo alzaré Mi mano contra ellas, y serán despojo para sus esclavos. Entonces sabrán que el Señor de los ejércitos me ha enviado.
10 »Canta de júbilo y alégrate, oh hija de Sión; porque voy a venir, y habitaré en medio de ti», declara el Señor. 11 «Y muchas naciones se unirán al Señor aquel día, y serán Mi pueblo. Entonces habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti. 12 El Señor poseerá a Judá, Su porción en la tierra santa, y escogerá de nuevo a Jerusalén. 13 Guarde silencio toda carne delante del Señor, porque Él se ha levantado de Su santa morada».
Visión sobre el sumo sacerdote Josué
3 Entonces me mostró al sumo sacerdote Josué, que estaba delante del ángel del Señor; y Satanás[b] estaba a su derecha para acusarlo. 2 Y el ángel del Señor dijo a Satanás: «El Señor te reprenda, Satanás. Repréndate el Señor que ha escogido a Jerusalén. ¿No es este un tizón arrebatado del fuego?».
3 Josué estaba vestido de ropas sucias, en pie delante del ángel. 4 Y este habló, y dijo a los que estaban delante de él: «Quítenle las ropas sucias». Y a él le dijo: «Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré con ropas de gala». 5 Después dijo: «Que le pongan un turbante limpio en la cabeza». Y le pusieron un turbante limpio en la cabeza y le vistieron con ropas de gala; y el ángel del Señor estaba allí.
6 Entonces el ángel del Señor amonestó a Josué, diciendo: 7 «Así dice el Señor de los ejércitos: “Si andas en Mis caminos, y si guardas Mis ordenanzas, también tú gobernarás Mi casa. Además tendrás a tu cargo Mis atrios y te daré libre acceso entre estos que están aquí. 8 Escucha ahora, Josué, sumo sacerdote, tú y tus compañeros que se sientan ante ti, que son hombres de presagio, pues Yo voy a traer a Mi siervo, el Renuevo. 9 Porque la piedra que he puesto delante de Josué, sobre esta única piedra hay siete ojos. Yo grabaré una inscripción en ella”, declara el Señor de los ejércitos, “y quitaré la iniquidad de esta tierra en un solo día. 10 Aquel día”, declara el Señor de los ejércitos, “convidarán cada uno a su prójimo bajo su parra y bajo su higuera”».
Footnotes
Zacarías 2:1 En el texto heb. cap. 2:5.
Zacarías 3:1 I.e. el adversario.
Apocalipsis 13:2-18
Nueva Biblia de las Américas
2 La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies eran como los de un oso y su boca como la boca de un león. El dragón le dio su poder, su trono, y gran autoridad. 3 Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su herida mortal fue sanada. Y la tierra entera se maravilló y seguía tras la bestia. 4 Adoraron al dragón, porque había dado autoridad a la bestia. Adoraron a la bestia, diciendo: «¿Quién es semejante a la bestia, y quién puede luchar contra ella?».
5 A la bestia se le dio una boca que hablaba palabras arrogantes[a] y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar[b] durante cuarenta y dos meses. 6 Y abrió su boca con blasfemias contra Dios, para blasfemar Su nombre y Su tabernáculo, es decir, contra los que moran en el cielo. 7 Se le concedió hacer guerra contra los santos y vencerlos. Y se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y nación. 8 Adorarán a la bestia todos los que moran en la tierra, cuyos nombres no han sido escritos desde la fundación del mundo en el libro de la vida del Cordero que fue inmolado.
9 Si alguno tiene oído, que oiga. 10 Si alguien es destinado a la cautividad, a la cautividad va; si alguien ha de morir a espada, a espada ha de morir. Aquí está la perseverancia y la fe de los santos.
La bestia que sube de la tierra
11 Vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como un dragón. 12 Ejerce toda la autoridad de la primera bestia en su presencia[c], y hace que la tierra y los que moran en ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. 13 También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra en presencia de los hombres. 14 Además engaña a los que moran en la tierra a causa de las señales que se le concedió hacer en presencia de[d] la bestia, diciendo a los moradores de la tierra que hagan una imagen de la bestia que tenía* la herida de la espada y que ha vuelto a vivir.
15 Se le concedió dar aliento a la imagen de la bestia, para que la imagen de la bestia también hablara y diera muerte a todos los que no adoran la imagen de la bestia. 16 Y hace que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se les dé[e] una marca en la mano derecha o en la frente, 17 para que nadie pueda comprar ni vender, sino el que tenga la marca, la cual es el nombre de la bestia o el número de su nombre.
18 Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento, que calcule el número de la bestia, porque el número es el de un hombre, y su número[f] es 666.
Footnotes
Apocalipsis 13:5 Lit. grandes cosas.
Apocalipsis 13:5 Lit. hacer.
Apocalipsis 13:12 O por su autoridad.
Apocalipsis 13:14 O por la autoridad de.
Apocalipsis 13:16 Lit. les den.
Apocalipsis 13:18 Algunos mss. dicen: seiscientos dieciséis.
Salmos 141
Nueva Biblia de las Américas
Oración vespertina suplicando santificación y protección
Salmo de David.
141 Oh Señor, a Ti clamo, apresúrate a venir a mí.
Escucha mi voz cuando te invoco.
2
Sea puesta mi oración delante de Ti como incienso,
El alzar de mis manos como la ofrenda de la tarde.
3
Señor, pon guarda a mi boca;
Vigila la puerta de mis labios.
4
No dejes que mi corazón se incline a nada malo,
Para practicar obras impías
Con los hombres que hacen iniquidad,
Y no me dejes comer de sus manjares.
5
Que el justo me hiera con bondad y me reprenda;
Es aceite sobre la cabeza;
No lo rechace mi cabeza,
Pues todavía mi oración es contra sus obras malas.
6
Sus jueces son lanzados contra los costados de la peña,
Y oyen mis palabras, que son agradables.
7
Como cuando se ara y se rompe la tierra,
Nuestros huesos han sido esparcidos a la boca del Seol.
8
Porque mis ojos miran hacia Ti, oh Dios, Señor;
En Ti me refugio, no me desampares.
9
Guárdame de las garras de la trampa que me han tendido,
Y de los lazos de los que hacen iniquidad.
10
Caigan los impíos en sus propias redes,
Mientras yo paso a salvo.
Proverbios 30:18-20
Nueva Biblia de las Américas
18
Hay tres cosas que son incomprensibles para mí,
Y una cuarta que no entiendo:
19
El rastro del águila en el cielo,
El rastro de la serpiente sobre la roca,
El rastro del barco en medio del mar,
Y el rastro del hombre en la doncella.
20
Así es el proceder de la mujer adúltera:
Come, se limpia la boca,
Y dice: «No he hecho nada malo».
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