Día 358, DAB Español, Lunes 23 de Diciembre
Zacarías 4:1-5:11; Apocalipsis 14:1-20; Salmos 142; Proverbios 30:21-23 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))
Zacarías 4-5
Nueva Biblia de las Américas
Visión del candelabro y los olivos
4 Entonces el ángel que hablaba conmigo volvió, y me despertó como a un hombre que es despertado de su sueño. 2 Y me preguntó: «¿Qué ves?». Y respondí: «Veo un candelabro todo de oro con su depósito en la parte superior, y sus siete lámparas encima de él con siete tubos para cada una de las lámparas que tiene encima; 3 y junto a él hay dos olivos, uno a la derecha del depósito y el otro a la izquierda».
4 Continué, y dije al ángel que hablaba conmigo: «¿Qué es esto señor mío?». 5 Respondió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: «¿No sabes qué es esto?». «No, señor mío», respondí. 6 Continuó él, y me dijo: «Esta es la palabra del Señor a Zorobabel: “No por el poder ni por la fuerza, sino por Mi Espíritu”, dice el Señor de los ejércitos. 7 “¿Quién eres tú, oh gran monte? Ante Zorobabel te convertirás en llanura; y él sacará la piedra clave entre aclamaciones de ‘¡Gracia, gracia a ella!’”». 8 Y vino a mí la palabra del Señor: 9 «Las manos de Zorobabel han puesto los cimientos de esta casa, y sus manos la acabarán. Entonces sabrán que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ustedes. 10 ¿Pues quién ha despreciado el día de las pequeñeces? Estos siete se alegrarán cuando vean la plomada en la mano de Zorobabel; estos son los ojos del Señor que recorren toda la tierra».
11 Entonces le pregunté: «¿Qué son estos dos olivos a la derecha y a la izquierda del candelabro?». 12 Hablé por segunda vez, y le pregunté: «¿Qué son las dos ramas de olivo que están junto a los dos tubos de oro, que vierten de sí el aceite dorado?». 13 Y me respondió: «¿No sabes qué son estos?». Y yo le contesté: «No, señor mío». 14 Entonces él dijo: «Estos son los dos ungidos que están de pie junto al Señor de toda la tierra».
Visiones del rollo y del efa
5 Alcé de nuevo mis ojos y miré un rollo que volaba. 2 Y el ángel me dijo: «¿Qué ves?». Y respondí: «Veo un rollo que vuela; su longitud es de 20 codos (9 metros) y su anchura de 10 codos (4.5 metros)». 3 Entonces me dijo: «Esta es la maldición que sale sobre la superficie de toda la tierra. Ciertamente todo el que roba será destruido según lo escrito en un lado, y todo el que jura será destruido según lo escrito en el otro lado. 4 La haré salir», declara el Señor de los ejércitos, «y entrará en casa del ladrón y en casa del que jura por Mi nombre en falso; y pasará la noche dentro de su casa y la consumirá junto con sus maderas y sus piedras».
5 Entonces el ángel que hablaba conmigo salió y me dijo: «Alza ahora tus ojos y mira qué es esto que sale». 6 Y pregunté: «¿Qué es?». «Esto es el efa (una cesta de 22 litros) que sale», dijo él. Y añadió: «Esta es la iniquidad de ellos en toda la tierra. 7 Entonces una tapa de plomo fue levantada, y había una mujer sentada dentro del efa[a]». 8 Entonces dijo: «Esta es la Maldad». Y la arrojó al interior del efa[b] y arrojó la tapa de plomo sobre su abertura. 9 Luego alcé los ojos y miré dos mujeres que salían con el viento en sus alas. Tenían alas como alas de cigüeña, y alzaron el efa[c] entre la tierra y el cielo. 10 Dije entonces al ángel que hablaba conmigo: «¿Adónde llevan el Efa[d]?». 11 Y él me respondió: «A la tierra de Sinar para edificarle un templo; y cuando esté preparado, será asentado allí sobre su base».
Footnotes
Zacarías 5:7 O de la cesta.
Zacarías 5:8 O de la cesta.
Zacarías 5:9 O la cesta.
Zacarías 5:10 O la cesta.
Apocalipsis 14
Nueva Biblia de las Américas
El cordero y los 144,000
14 Miré que el Cordero estaba de pie sobre el monte Sión, y con Él 144,000 que tenían el nombre del Cordero y el nombre de Su Padre escrito en la frente. 2 Oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno. La voz que oí era como el sonido de arpistas tocando sus arpas. 3 Y cantaban* un[a] cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino los 144,000 que habían sido rescatados[b] de la tierra.
4 Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados[c] de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. 5 En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha.
El mensaje de los tres ángeles
6 Después vi volar en medio del cielo a otro ángel que tenía un evangelio eterno para anunciarlo a los que moran en la tierra, y a toda nación, tribu, lengua, y pueblo, 7 que decía a gran voz: «Teman[d] a Dios y den a Él gloria, porque la hora de Su juicio ha llegado. Adoren al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas».
8 Lo siguió otro ángel, el segundo, diciendo: «¡Cayó, cayó la gran Babilonia!, la que ha hecho beber a todas las naciones del vino de la pasión[e] de su inmoralidad».
9 Entonces los siguió otro ángel, el tercero, diciendo a gran voz: «Si alguien adora a la bestia y a su imagen, y recibe una marca en su frente o en su mano, 10 él también beberá del vino del furor de Dios, que está preparado puro[f] en la copa de Su ira. Será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y en presencia del Cordero. 11 El humo de su tormento asciende por los siglos de los siglos. No tienen reposo, ni de día ni de noche, los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que reciba la marca de su nombre». 12 Aquí está la perseverancia de los santos que guardan los mandamientos de Dios y la fe de[g] Jesús.
13 Entonces oí una voz del cielo que decía: «Escribe: “Bienaventurados los muertos que de aquí en adelante mueren en el Señor”». «Sí», dice el Espíritu, «para que descansen de sus trabajos, porque sus obras van[h] con ellos».
La siega de la tierra
14 Y miré, y había una nube blanca, y en la nube estaba sentado uno semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz afilada. 15 Entonces salió del templo[i] otro ángel clamando a gran voz a Aquel que estaba sentado en la nube: «Mete[j] Tu hoz y siega, porque la hora de segar ha llegado, pues la cosecha de la tierra está madura[k]». 16 Aquel que estaba sentado en la nube metió[l] Su hoz sobre la tierra y la tierra fue segada.
17 Otro ángel salió del templo[m] que está en el cielo, que también tenía una hoz afilada. 18 Entonces otro ángel, el que tiene poder sobre el fuego, salió del altar, y llamó con gran voz al que tenía la hoz afilada, diciéndole: «Mete[n] tu hoz afilada y vendimia los racimos de la vid de la tierra, porque sus uvas están maduras». 19 El ángel metió[o] su hoz sobre la tierra, y vendimió los racimos de la vid de la tierra y los echó en el gran lagar del furor de Dios. 20 El lagar fue pisado[p] fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre que subió hasta los frenos de los caballos por[q] una distancia como de 320 kilómetros[r].
Footnotes
Apocalipsis 14:3 Algunos mss. antiguos dicen: cantan, como un.
Apocalipsis 14:3 Lit. comprados.
Apocalipsis 14:4 Lit. comprados.
Apocalipsis 14:7 O Reverencien.
Apocalipsis 14:8 Lit. del furor.
Apocalipsis 14:10 Lit. derramado sin mezclar.
Apocalipsis 14:12 O su fe en.
Apocalipsis 14:13 Lit. siguen.
Apocalipsis 14:15 O santuario.
Apocalipsis 14:15 Lit. Envía.
Apocalipsis 14:15 Lit. se ha secado.
Apocalipsis 14:16 Lit. echó.
Apocalipsis 14:17 O santuario.
Apocalipsis 14:18 Lit. Envía.
Apocalipsis 14:19 Lit. echó.
Apocalipsis 14:20 I.e. las uvas fueron exprimidas.
Apocalipsis 14:20 Lit. desde.
Apocalipsis 14:20 Lit. 1,600 estadios.
Salmos 142
Nueva Biblia de las Américas
Oración en la angustia
Masquil de David, cuando estaba en la cueva. Plegaria.
142 Clamo al Señor con mi voz;
Con mi voz suplico al Señor.
2
Delante de Él expongo mi queja;
En Su presencia manifiesto mi angustia.
3
Cuando mi espíritu desmayaba dentro de mí,
Tú conociste mi senda.
En la senda en que camino
Me han tendido una trampa.
4
Mira a la derecha, y ve,
Porque no hay quien me tome en cuenta;
No hay refugio para mí;
No hay quien cuide de mi alma.
5
A Ti he clamado, Señor;
Dije: «Tú eres mi refugio,
Mi porción en la tierra de los vivientes.
6
Atiende a mi clamor,
Porque estoy muy abatido;
Líbrame de los que me persiguen,
Porque son más fuertes que yo.
7
Saca mi alma de la prisión,
Para que yo dé gracias a Tu nombre;
Los justos me rodearán,
Porque Tú me colmarás de bendiciones».
Proverbios 30:21-23
Nueva Biblia de las Américas
21
Por tres cosas tiembla la tierra,
Y por una cuarta no se puede sostener:
22
Por el esclavo cuando llega a ser rey,
Por el necio cuando se sacia de pan,
23
Por la mujer odiada cuando se casa,
Y por la sierva cuando suplanta a su señora.
Nueva Biblia de las Américas (NBLA)
Nueva Biblia de las Américas™ NBLA™ Copyright © 2005 por The Lockman Foundation
No comments:
Post a Comment