Tuesday, August 6, 2024

DAB Español, Miércoles 07 de Agosto

Día 220, DAB Español, Miércoles 07 de Agosto


Esdras 5:1-6:22; 1 Corintios 3:5-23; Salmos 29; Proverbios 20:26-27 (Nueva Traducción Viviente (NTV))








Esdras 5-6

Nueva Traducción Viviente


5 En ese tiempo, los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Iddo, profetizaron a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén. Hablaron en nombre del Dios de Israel, quien estaba sobre ellos. 2 Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Jehosadac,[a] respondieron y continuaron la reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén. Los profetas de Dios estaban con ellos y los ayudaban.


3 Sin embargo, Tatnai, el gobernador de la provincia situada al occidente del río Éufrates,[b] y Setar-boznai junto con sus colegas pronto llegaron a Jerusalén y preguntaron: «¿Quién les dio permiso para reconstruir este templo y restaurar esta estructura?». 4 También pidieron[c] los nombres de todos los varones que trabajaban en la construcción del templo; 5 pero como Dios cuidaba a su pueblo, no pudieron impedir que los líderes judíos siguieran construyendo hasta que se enviara un informe a Darío y él comunicara su decisión al respecto.

Carta de Tatnai al rey Darío


6 La siguiente es una copia de la carta que el gobernador Tatnai, Setar-boznai y los demás funcionarios de la provincia situada al occidente del río Éufrates le enviaron al rey Darío:


7 «Al rey Darío: saludos.


8 »El rey debería saber que fuimos al sitio donde se construye el templo del gran Dios, en la provincia de Judá. Lo están reconstruyendo con piedras especialmente preparadas y le están colocando madera en las murallas. La obra prosigue con gran energía y éxito.


9 »Les preguntamos a los líderes: “¿Quién les dio permiso para reconstruir este templo y restaurar esta estructura?”. 10 También exigimos sus nombres para poder comunicarle a usted quiénes eran esos líderes.


11 »Ellos dieron la siguiente respuesta: “Nosotros somos siervos del Dios del cielo y de la tierra, y estamos reconstruyendo el templo que, hace muchos años, edificó aquí un gran rey de Israel. 12 No obstante, debido a que nuestros antepasados hicieron enojar al Dios del cielo, él los entregó en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia,[d] quien destruyó el templo y desterró al pueblo a Babilonia. 13 Sin embargo, el rey Ciro, de Babilonia,[e] en el primer año de su reinado, emitió un decreto que ordenaba reconstruir el templo de Dios. 14 El rey Ciro devolvió las copas de oro y de plata que Nabucodonosor había tomado del templo de Dios en Jerusalén y había colocado en el templo de Babilonia. Esas copas fueron retiradas de ese templo y entregadas a un hombre llamado Sesbasar, a quien el rey Ciro había designado gobernador de Judá. 15 El rey le indicó que devolviera las copas a su lugar en Jerusalén y reconstruyera el templo de Dios en su sitio original. 16 Así que ese tal Sesbasar llegó y echó los cimientos del templo de Dios en Jerusalén. Desde entonces, la gente ha estado trabajando en la reconstrucción, pero aún no está terminado”.


17 »Por lo tanto, si al rey le place, solicitamos que se haga una investigación en los archivos reales de Babilonia, a fin de descubrir si es verdad que el rey Ciro emitió un decreto para la reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén; y luego, que el rey nos haga saber su decisión sobre este asunto».

Darío aprueba la reconstrucción


6 Entonces el rey Darío dio órdenes para que se investigara en los archivos de Babilonia, los cuales estaban guardados en la tesorería. 2 Sin embargo, fue en la fortaleza de Ecbatana, en la provincia de Media, donde se encontró un rollo que decía lo siguiente:


«Memorando:


3 »En el primer año del reinado del rey Ciro, se emitió un decreto en relación con el templo de Dios en Jerusalén.


»Que se reconstruya el templo con los cimientos originales en el sitio donde los judíos solían ofrecer sus sacrificios. Su altura será de veintisiete metros, y su anchura será de veintisiete metros.[f] 4 A cada tres hileras de piedras especialmente preparadas, se les pondrá encima una capa de madera. Todos los gastos correrán por cuenta de la tesorería real. 5 Además, las copas de oro y de plata que Nabucodonosor tomó del templo de Dios en Jerusalén y llevó a Babilonia serán devueltas a Jerusalén y colocadas nuevamente en el lugar que corresponden. Que sean devueltas al templo de Dios».


6 Entonces el rey Darío envió el siguiente mensaje:


«Por consiguiente, Tatnai, gobernador de la provincia situada al occidente del río Éufrates,[g] y Setar-boznai junto con sus colegas y otros funcionarios del occidente del río Éufrates, ¡manténganse bien lejos de allí! 7 No estorben la construcción del templo de Dios. Dejen que se reconstruya en su sitio original y no le pongan trabas al trabajo del gobernador de Judá ni al de los ancianos de los judíos.


8 »Además, por la presente, decreto que ustedes tendrán que ayudar a esos ancianos de los judíos mientras reconstruyan el templo de Dios. Ustedes tienen que pagar el costo total de la obra, sin demora, con los impuestos que se recaudan en la provincia situada al occidente del río Éufrates, a fin de que la construcción no se interrumpa.


9 »Denles a los sacerdotes de Jerusalén todo lo que necesiten, sean becerros, carneros o corderos, para las ofrendas quemadas que presenten al Dios del cielo; y sin falta, provéanles toda la sal y todo el trigo, el vino y el aceite de oliva que requieran para cada día. 10 Entonces ellos podrán ofrecer sacrificios aceptables al Dios del cielo y orar por el bienestar del rey y sus hijos.


11 »También declaro que a los que violen de cualquier manera este decreto se les arrancará una viga de su casa; luego, serán levantados y atravesados en ella, y su casa será reducida a un montón de escombros.[h] 12 Que el Dios que eligió la ciudad de Jerusalén como el lugar donde se dé honra a su nombre destruya a cualquier rey o nación que viole este mandato y destruya este templo.


»Yo, Darío, he emitido el presente decreto. Que se obedezca al pie de la letra».

Dedicación del templo


13 Tatnai, gobernador de la provincia situada al occidente del río Éufrates, y Setar-boznai junto con sus colegas acataron enseguida el mandato del rey Darío. 14 Así que los ancianos de los judíos continuaron la obra y fueron muy animados por la predicación de los profetas Hageo y Zacarías, hijo de Iddo. Por fin el templo quedó terminado, como lo había ordenado el Dios de Israel y decretado Ciro, Darío y Artajerjes, reyes de Persia. 15 La construcción del templo se completó el 12 de marzo,[i] durante el sexto año del reinado de Darío.


16 Luego, el pueblo de Israel, los sacerdotes, los levitas y todos los demás que habían regresado del destierro dedicaron el templo de Dios con gran alegría. 17 Durante la ceremonia de dedicación del templo de Dios, sacrificaron cien becerros, doscientos carneros y cuatrocientos corderos. También presentaron doce chivos como ofrenda por el pecado de las doce tribus de Israel. 18 Luego los sacerdotes y levitas se agruparon según sus diferentes divisiones para servir en el templo de Dios en Jerusalén, tal como está establecido en el libro de Moisés.

Celebración de la Pascua


19 Los que regresaron del destierro celebraron la Pascua el 21 de abril.[j] 20 Los sacerdotes y los levitas se habían purificado y estaban ceremonialmente puros. Así que mataron el cordero de la Pascua para todos los que regresaron del destierro, para sus hermanos sacerdotes y para ellos mismos. 21 El pueblo de Israel que había regresado del destierro comió la cena de Pascua junto con los demás de la tierra que habían dejado sus prácticas corruptas para adorar al Señor, Dios de Israel. 22 Luego celebraron el Festival de los Panes sin Levadura durante siete días. Hubo mucha alegría en toda la tierra, porque el Señor había hecho que el rey de Asiria[k] les diera su favor al ayudarlos a reconstruir el templo de Dios, el Dios de Israel.

Footnotes


5:2 En arameo Josadac, una variante de Jehosadac.

5:3 En arameo la provincia situada más allá del río; también en 5:6.

5:4 Así aparece en un manuscrito hebreo, en la versión griega y en la siríaca; el texto masorético dice Entonces les dijimos.

5:12 En arameo Nabucodonosor el caldeo.

5:13 Aquí se identifica al rey Ciro de Persia como el rey de Babilonia porque Persia había conquistado al Imperio babilónico.

6:3 En arameo Su altura será de 60 codos [90 pies], y su anchura será de 60 codos. La opinión general sostiene que este versículo debería modificarse, a fin de que diga: «Su altura será de 30 codos [13,8 metros o 45 pies], su largo será de 60 codos [27,6 metros o 90 pies] y su anchura será de 20 codos [9,2 metros o 30 pies]»; comparar 1 Re 6:2. La modificación con respecto al ancho tiene apoyo en la versión siríaca.

6:6 En arameo la provincia situada más allá del río; también en 6:6b, 8, 13.

6:11 En arameo montón de estiércol.

6:15 En arameo el tercer día del mes de adar, del antiguo calendario lunar hebreo. Varios sucesos del libro de Esdras pueden corroborarse con las fechas que aparecen en los registros persas que se han conservado y pueden relacionarse de manera precisa con nuestro calendario moderno. Ese día fue el 12 de marzo del 515 a. C.

6:19 En hebreo el día catorce del primer mes, del antiguo calendario lunar hebreo. Ese día fue el 21 de abril del 515 a. C.; ver también la nota en 6:15.

6:22 Aquí se identifica al rey Darío, de Persia, como el rey de Asiria porque Persia había conquistado al Imperio babilónico, el cual incluía al antiguo Imperio asirio.



1 Corintios 3:5-23

Nueva Traducción Viviente


5 Después de todo, ¿quién es Apolos?, ¿quién es Pablo? Nosotros solo somos siervos de Dios mediante los cuales ustedes creyeron la Buena Noticia. Cada uno de nosotros hizo el trabajo que el Señor nos encargó. 6 Yo planté la semilla en sus corazones, y Apolos la regó, pero fue Dios quien la hizo crecer. 7 No importa quién planta o quién riega; lo importante es que Dios hace crecer la semilla. 8 El que planta y el que riega trabajan en conjunto con el mismo propósito. Y cada uno será recompensado por su propio arduo trabajo. 9 Pues ambos somos trabajadores de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.


10 Por la gracia que Dios me dio, yo eché los cimientos como un experto en construcción. Ahora otros edifican encima; pero cualquiera que edifique sobre este fundamento tiene que tener mucho cuidado. 11 Pues nadie puede poner un fundamento distinto del que ya tenemos, que es Jesucristo.


12 El que edifique sobre este fundamento podrá usar una variedad de materiales: oro, plata, joyas, madera, heno o paja; 13 pero el día del juicio, el fuego revelará la clase de obra que cada constructor ha hecho. El fuego mostrará si la obra de alguien tiene algún valor. 14 Si la obra permanece, ese constructor recibirá una recompensa, 15 pero si la obra se consume, el constructor sufrirá una gran pérdida. El constructor se salvará, pero como quien apenas se escapa atravesando un muro de llamas.


16 ¿No se dan cuenta de que todos ustedes juntos son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios vive en[a] ustedes? 17 Dios destruirá a cualquiera que destruya este templo. Pues el templo de Dios es santo, y ustedes son este templo.


18 Dejen de engañarse a sí mismos. Si piensan que son sabios de acuerdo con los criterios de este mundo, necesitan volverse necios para ser verdaderamente sabios. 19 Pues la sabiduría de este mundo es necedad para Dios. Como dicen las Escrituras:


«Él atrapa a los sabios

en la trampa de su propia astucia»[b].


20 Y también:


«El Señor conoce los pensamientos de los sabios;

sabe que no valen nada»[c].


21 Así que no se jacten de seguir a un líder humano en particular. Pues a ustedes les pertenece todo: 22 ya sea Pablo o Apolos o Pedro,[d] o el mundo, o la vida y la muerte, o el presente y el futuro. Todo les pertenece a ustedes, 23 y ustedes pertenecen a Cristo, y Cristo pertenece a Dios.

Footnotes


3:16 O entre.

3:19 Jb 5:13.

3:20 Sal 94:11.

3:22 En griego Cefas.



Salmos 29

Nueva Traducción Viviente

Salmo de David.


29 Honren al Señor, oh seres celestiales;[a]

honren al Señor por su gloria y fortaleza.

2

Honren al Señor por la gloria de su nombre;

adoren al Señor en la magnificencia de su santidad.


3

La voz del Señor resuena sobre la superficie del mar;

el Dios de gloria truena;

el Señor truena sobre el poderoso mar.

4

La voz del Señor es potente;

la voz del Señor es majestuosa.

5

La voz del Señor parte los enormes cedros;

el Señor hace pedazos los cedros del Líbano.

6

Hace brincar como terneras a las montañas del Líbano;

hace saltar el monte Hermón[b] como a un buey joven y salvaje.

7

La voz del Señor resuena

con relámpagos.

8

La voz del Señor hace temblar al lugar desolado;

el Señor sacude el desierto de Cades.

9

La voz del Señor retuerce los fuertes robles[c]

y desnuda los bosques.

En su templo todos gritan: «¡Gloria!».


10

El Señor gobierna las aguas de la inundación;

el Señor gobierna como rey para siempre.

11

El Señor le da fuerza a su pueblo;

el Señor lo bendice con paz.

Footnotes


29:1 En hebreo oh hijos de Dios.

29:6 En hebreo Sirión, otro nombre para el monte Hermón.

29:9 O hace que las ciervas se retuerzan de dolor durante el parto.



Proverbios 20:26-27

Nueva Traducción Viviente


26

El rey sabio esparce a los perversos como trigo,

y luego los atropella con su rueda de trillar.


27

La luz del Señor penetra el espíritu humano[a]

y pone al descubierto cada intención oculta.

Footnotes


20:27 O El espíritu humano es la luz del Señor.


Nueva Traducción Viviente (NTV)


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