Wednesday, July 10, 2024

DAB Español, Jueves 11 de Julio

Día 193, DAB Español, Jueves 11 de Julio


1 Crónicas 11:1-12:18; Hechos 28:1-31; Salmos 9:1-12; Proverbios 19:1-3 (Nueva Biblia de las Américas (NBLA))








1 Crónicas 11:1-12:18

Nueva Biblia de las Américas

Comienzo del reinado de David


11 Entonces se congregó todo Israel alrededor de David en Hebrón, y le dijeron: «Mire, somos hueso suyo y carne suya. 2 Ya de antes, cuando Saúl aún era rey, usted era el que sacaba a Israel y el que lo volvía a traer. Y el Señor su Dios le dijo: “Tú pastorearás a Mi pueblo Israel, y serás príncipe sobre Mi pueblo Israel”». 3 Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel al rey en Hebrón, y David hizo un pacto con ellos en Hebrón delante del Señor; luego ungieron a David como rey sobre Israel, conforme a la palabra del Señor por medio de Samuel.


4 Entonces David fue con todo Israel a Jerusalén, es decir, Jebús, y allí estaban los jebuseos, habitantes de la tierra. 5 Los habitantes de Jebús dijeron a David: «Usted no entrará aquí». Pero David capturó la fortaleza de Sión, es decir, la ciudad de David. 6 Y David había dicho: «El que primero hiera a un jebuseo será jefe y comandante». Y Joab, hijo de Sarvia, subió primero, y fue hecho jefe. 7 David habitó en la fortaleza; por tanto fue llamada la ciudad de David. 8 Y edificó la ciudad alrededor, desde el Milo[a] hasta la muralla que la rodeaba; y Joab reparó[b] el resto de la ciudad. 9 David se engrandecía cada vez más, y el Señor de los ejércitos estaba con él.

Los valientes de David


10 Estos son los jefes de los valientes que tenía David, quienes le dieron fuerte apoyo en su reino, junto con todo Israel, para hacerlo rey, conforme a la palabra del Señor concerniente a Israel. 11 Y estos constituyen la lista de los valientes que tenía David: Jasobeam, hijo de Hacmoni, jefe de los treinta; él blandió su lanza contra 300 a los cuales mató de una sola vez. 12 Después de él, Eleazar, hijo de Dodo el ahohíta; él era uno de los tres valientes. 13 Él estaba con David en Pasdamim cuando los filisteos se reunieron allí para la batalla; y había una parcela llena de cebada, y el pueblo huyó delante de los filisteos, 14 y se apostaron en medio de la parcela, y la defendieron e hirieron a los filisteos; y el Señor los salvó con una gran victoria[c].


15 Tres de los treinta jefes descendieron a la roca donde estaba David, en la cueva de Adulam, mientras el ejército[d] de los filisteos acampaba en el valle de Refaim. 16 David estaba entonces en la fortaleza, mientras la guarnición de los filisteos estaba en Belén. 17 David sintió un gran deseo, y dijo: «¡Quién me diera a beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!». 18 Entonces los tres se abrieron paso por el campamento de los filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que estaba junto a la puerta, se la llevaron y la trajeron a David; pero David no quiso beberla, sino que la derramó para el Señor, 19 y dijo: «Lejos esté de mí que haga tal cosa delante de mi Dios. ¿Beberé la sangre de estos hombres que fueron con riesgo de sus vidas? Porque con riesgo de sus vidas la trajeron». Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.


20 Y Abisai, hermano de Joab, era el primero de los treinta, y blandió su lanza contra 300 y los mató; y él tuvo tanto renombre como los tres. 21 De los treinta en el segundo grupo, él fue el más distinguido y llegó a ser capitán de ellos; pero no igualó a los tres primeros.


22 Benaía, hijo de Joiada, hijo de un valiente de Cabseel, de grandes hazañas, mató a los dos hijos de Ariel de Moab. Y él descendió y mató a un león en medio de un foso un día que estaba nevando. 23 También mató a un egipcio, un hombre grande de 5 codos (2.25 metros) de estatura; y en la mano del egipcio había una lanza como un rodillo de tejedor, pero Benaía descendió a él con un palo, y arrebatando la lanza de la mano del egipcio, lo mató con su propia lanza. 24 Estas cosas hizo Benaía, hijo de Joiada, y tuvo tanto renombre como los tres valientes. 25 Él fue el más distinguido entre los treinta, pero no igualó a los tres; y David lo puso sobre su guardia.


26 Y los valientes de los ejércitos fueron Asael, hermano de Joab, Elhanan, hijo de Dodo de Belén, 27 Samot el harodita, Heles el pelonita, 28 Ira, hijo de Iques el tecoíta, Abiezer el anatotita, 29 Sibecai el husatita, Ilai el ahohíta, 30 Maharai el netofatita, Heled, hijo de Baana el netofatita, 31 Itai, hijo de Ribai de Guibeá de los hijos de Benjamín, Benaía el piratonita, 32 Hurai de los arroyos de Gaas, Abiel el arbatita, 33 Azmavet el barhumita, Eliaba el saalbonita, 34 los hijos de Hasem el gizonita, Jonatán, hijo de Sage el ararita, 35 Ahíam, hijo de Sacar el ararita, Elifal, hijo de Ur, 36 Hefer el mequeratita, Ahías el pelonita, 37 Hezro el carmelita, Naarai, hijo de Ezbai, 38 Joel, hermano de Natán, Mibhar, hijo de Hagrai, 39 Selec el amonita, Naharai el beerotita, escudero de Joab, hijo de Sarvia, 40 Ira el itrita, Gareb el itrita, 41 Urías el hitita, Zabad, hijo de Ahlai, 42 Adina, hijo de Siza el rubenita, jefe de los rubenitas, y treinta con él. 43 Hanán, hijo de Maaca, y Josafat el mitnita, 44 Uzías el astarotita, Sama y Jehiel, hijos de Hotam el aroerita, 45 Jediael, hijo de Simri, y Joha su hermano, el tizita, 46 Eliel el mahavita, Jerebai y Josavía, hijos de Elnaam, Itma el moabita, 47 Eliel, Obed y Jaasiel el mesobaíta.

El ejército de David


12 Estos son los que vinieron a David en Siclag, mientras aún se ocultaba por causa de Saúl, hijo de Cis. Eran de los hombres valientes que lo ayudaron en la guerra. 2 Estaban armados con arcos, y usaban tanto la mano derecha como la izquierda para lanzar piedras y tirar flechas con el arco. Eran parientes[e] de Saúl de Benjamín. 3 El jefe era Ahiezer, después Joás, hijos de Semaa el guibeatita; Jeziel y Pelet, hijos de Azmavet; Beraca y Jehú el anatotita; 4 Ismaías el gabaonita, hombre valiente entre los treinta, y jefe de los treinta. [f]Después Jeremías, Jahaziel, Johanán, Jozabad el gederatita, 5 [g]Eluzai, Jerimot, Bealías, Semarías, Sefatías el harufita, 6 Elcana, Isías, Azareel, Joezer, Jasobeam, los coreítas, 7 y Joela y Zebadías, hijos de Jeroham de Gedor.


8 También de los de Gad se pasaron a David en la fortaleza en el desierto, hombres fuertes y valientes, entrenados para la guerra, diestros con el escudo y la lanza, cuyos rostros eran como rostros de leones, y eran tan ligeros como las gacelas sobre los montes. 9 Ezer fue el primero, Obadías el segundo, Eliab el tercero, 10 Mismana el cuarto, Jeremías el quinto, 11 Atai el sexto, Eliel el séptimo, 12 Johanán el octavo, Elzabad el noveno, 13 Jeremías el décimo, Macbanai el undécimo. 14 De los hijos de Gad, estos fueron capitanes del ejército; el menor valía por 100 hombres y el mayor por 1,000. 15 Estos son los que cruzaron el Jordán en el primer mes, cuando todas sus riberas estaban inundadas, y pusieron en fuga a todos los de los valles, tanto al oriente como al occidente.


16 Entonces vinieron algunos de los hijos de Benjamín y Judá a David a la fortaleza. 17 Y David salió a su encuentro, y les dijo: «Si vienen a mí en paz para ayudarme, mi corazón se unirá con ustedes; pero si vienen para entregarme a mis enemigos, ya que no hay maldad en mis manos, que el Dios de nuestros padres lo vea y decida». 18 Entonces el Espíritu vino sobre Amasai, jefe de los treinta, el cual dijo:


«Tuyos somos, oh David,

Y contigo estamos, hijo de Isaí.

Paz, paz a ti,

Y paz al que te ayuda;

Ciertamente tu Dios te ayuda».


Entonces David los recibió y los hizo capitanes del grupo.

Footnotes


1 Crónicas 11:8 I.e. la ciudadela.

1 Crónicas 11:8 Lit. revivió.

1 Crónicas 11:14 O salvación.

1 Crónicas 11:15 Lit. campamento.

1 Crónicas 12:2 Lit. hermanos, y así en el resto del cap.

1 Crónicas 12:4 En el texto heb. aquí comienza el vers. 5.

1 Crónicas 12:5 En el texto heb. vers. 6.



Hechos 28

Nueva Biblia de las Américas

Pablo en Malta


28 Una vez que ellos estaban a salvo, nos enteramos de que la isla se llamaba Malta[a]. 2 Los habitantes[b] de la isla nos mostraron toda clase de atenciones, porque a causa de la lluvia que caía y del frío, encendieron una hoguera y nos acogieron a todos.


3 Pero cuando Pablo recogió una brazada de leña y la echó al fuego, una víbora salió huyendo del calor y se le prendió en la mano. 4 Cuando los habitantes[c], vieron el animal colgando de su mano, decían entre sí: «Sin duda que este hombre es un asesino, pues aunque fue salvado del mar, la diosa Justicia no le ha concedido vivir». 5 Pablo, sin embargo, sacudiendo la mano, arrojó el animal al fuego y no sufrió ningún daño. 6 Ellos esperaban que comenzara a hincharse, o que súbitamente cayera muerto. Pero después de esperar por largo rato, y de no observar nada anormal en él, cambiaron de parecer y decían que Pablo era un dios.


7 Cerca de allí había unas tierras que pertenecían al hombre principal de la isla, que se llamaba Publio, el cual nos recibió y nos hospedó con toda amabilidad por tres días. 8 Como el padre de Publio estaba en cama, enfermo con fiebre y disentería, Pablo entró a verlo, y después de orar puso las manos sobre él, y lo sanó.


9 Cuando esto sucedió, los demás habitantes de la isla que tenían enfermedades venían a él y eran curados. 10 También nos honraron con muchas demostraciones de respeto[d], y cuando estábamos para salir, nos suplieron[e] con todo lo necesario[f].

Continúa el viaje a Roma


11 Después de tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, y que tenía por insignia a los Hermanos Gemelos[g]. 12 Al llegar a Siracusa, nos quedamos allí por tres días. 13 Saliendo[h] de allí, seguimos la costa hasta llegar a Regio. Al día siguiente se levantó un viento del sur y en dos días llegamos a Puteoli. 14 Allí[i] encontramos algunos hermanos, que nos invitaron a permanecer con ellos por siete días. Y así llegamos a Roma.


15 Al tener noticia de nuestra llegada[j], los hermanos vinieron desde allá a recibirnos hasta el Foro de Apio[k] y Las Tres Tabernas[l]; y cuando Pablo los vio, dio gracias a Dios y cobró ánimo.

Pablo en Roma


16 Cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero[m] a Pablo se le permitió vivir aparte, con el soldado que lo custodiaba.


17 Tres días después Pablo convocó a los principales de los judíos, y cuando se reunieron, les dijo: «Hermanos[n], sin haber hecho yo nada contra nuestro pueblo ni contra las tradiciones de nuestros padres, desde Jerusalén fui entregado preso en manos de los romanos, 18 los cuales, cuando me interrogaron, quisieron ponerme en libertad, pues no encontraron causa para condenarme a muerte[o].


19 »Pero cuando los judíos se opusieron[p], me vi obligado a apelar a César[q], pero no porque tuviera acusación alguna contra mi pueblo[r]. 20 Por tanto, por esta razón he pedido verlos y hablar con ustedes[s], porque por causa de la esperanza de Israel llevo esta cadena».


21 Y ellos le dijeron: «Nosotros no hemos recibido cartas de Judea sobre ti, ni ha venido aquí ninguno de los hermanos que haya informado o hablado algo malo acerca de ti. 22 Pero deseamos oír por ti mismo lo que enseñas[t], porque lo que sabemos de esta secta es que en todas partes se habla contra ella».

Pablo predica en Roma


23 Y habiéndole fijado un día, vinieron en gran número adonde él se alojaba[u]. Desde la mañana hasta la tarde les explicaba testificando fielmente sobre el reino de Dios, procurando persuadirlos acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. 24 Algunos eran persuadidos con lo que se decía, pero otros no creían. 25 Al no estar de acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse después de que Pablo dijo una última palabra: «Bien habló el Espíritu Santo a sus padres por medio de Isaías el profeta, 26 diciendo:


“Ve a este pueblo y di:

‘Al oír oirán, y no entenderán;

Y viendo verán, y no percibirán;

27

Porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible[v],

Y con dificultad oyen con sus oídos;

Y sus ojos han cerrado;

De otro modo verían con los ojos,

Y oirían con los oídos,

Y entenderían con el corazón,

Y se convertirían,

Y Yo los sanaría’”.


28 »Sepan, por tanto, que esta salvación de Dios ha sido enviada a los gentiles. Ellos sí[w] oirán». 29 [x]Cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.


30 Pablo se quedó por dos años enteros en la[y] habitación que alquilaba, y recibía a todos los que iban a verlo[z], 31 predicando el reino de Dios y enseñando todo lo concerniente al Señor Jesucristo con toda libertad, sin estorbo.

Footnotes


Hechos 28:1 O Melita. Algunos mss. también dicen: Melitene.

Hechos 28:2 Lit. bárbaros.

Hechos 28:4 Lit. bárbaros.

Hechos 28:10 Lit. muchos honores.

Hechos 28:10 O pusieron a bordo.

Hechos 28:10 Lit. las cosas relacionadas con las necesidades.

Hechos 28:11 Gr. Dioscuros, esto es, los hijos gemelos de Zeus: Cástor y Pólux.

Hechos 28:13 Algunos mss. dicen: costeando.

Hechos 28:14 Lit. Donde.

Hechos 28:15 Lit. Cuando los hermanos oyeron de nosotros.

Hechos 28:15 En latín: Appii Forum, una estación como a 70 km. de Roma.

Hechos 28:15 En latín: Tres Tabernae, una estación como a 54 km. de Roma.

Hechos 28:16 Los mss. más antiguos no incluyen: el centurión... pero.

Hechos 28:17 Lit. Varones hermanos.

Hechos 28:18 Lit. de muerte en mí.

Hechos 28:19 Lit. hablaron en contra de aquello.

Hechos 28:19 Lit. Nerón.

Hechos 28:19 Lit. nación.

Hechos 28:20 O los invité a que me vieran y me hablaran.

Hechos 28:22 Lit. lo que piensas.

Hechos 28:23 Lit. a la posada.

Hechos 28:27 Lit. se ha engrosado.

Hechos 28:28 Lit. también.

Hechos 28:29 Los mss. más antiguos no incluyen este vers.

Hechos 28:30 O en la propia.

Hechos 28:30 Lit. todos los que venían a él.



Salmos 9:1-12

Nueva Biblia de las Américas

Salmo de acción de gracias por la justicia de Dios

Para el director del coro; sobre Mut Laben[a]. Salmo de David.


9 Daré gracias al Señor con todo mi corazón;

Todas Tus maravillas contaré.

2

En Ti me alegraré y me regocijaré;

Cantaré alabanzas a Tu nombre, oh Altísimo.


3

Cuando mis enemigos retroceden,

Tropiezan y perecen delante de Ti.

4

Porque Tú has mantenido mi derecho y mi causa;

Te sientas en el trono juzgando con justicia.

5

Has reprendido a las naciones, has destruido al impío,

Has borrado su nombre para siempre.

6

El enemigo ha llegado a su fin en desolación eterna,

Y Tú has destruido sus ciudades;

Su recuerdo ha perecido con ellas.


7

Pero el Señor permanece para siempre;

Ha establecido Su trono para juicio,

8

Y juzgará al mundo con justicia;

Con equidad ejecutará juicio sobre los pueblos.

9

El Señor será también baluarte para el oprimido,

Baluarte en tiempos de angustia.

10

En Ti pondrán su confianza los que conocen Tu nombre,

Porque Tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan.


11

Canten alabanzas al Señor, que mora en Sión;

Proclamen entre los pueblos Sus proezas.

12

Porque el que pide cuentas de la sangre derramada, se acuerda de ellos;

No olvida el clamor de los afligidos.

Footnotes


Salmos 9:1 I.e. Muerte al Hijo.



Proverbios 19:1-3

Nueva Biblia de las Américas


19 Mejor es el pobre que anda en su integridad

Que el de labios perversos y necio.

2

Tampoco es bueno para una persona[a] carecer de conocimiento,

Y el que se apresura con los pies peca.

3

La insensatez del hombre pervierte su camino,

Y su corazón se irrita contra el Señor.

Footnotes


Proverbios 19:2 Lit. alma.


Nueva Biblia de las Américas (NBLA)


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