Tuesday, September 3, 2024

DAB Español, Miércoles 04 de Septiembre

Día 248, DAB Español, Miércoles 04 de Septiembre


Eclesiastés 7:1-9:18; 2 Corintios 7:8-16; Salmos 48; Proverbios 22:17-19 (La Biblia de las Américas (LBLA))








Eclesiastés 7-9

La Biblia de las Américas

Contraste entre la sabiduría y la insensatez


7 Mejor es el buen nombre que el buen ungüento,

y el día de la muerte que el día del nacimiento.

2

Mejor es ir a una casa de luto

que ir a una casa de banquete,

porque aquello[a] es el fin de todo hombre,

y al que vive lo hará reflexionar en[b] su corazón.

3

Mejor es la tristeza que la risa,

porque cuando el rostro está triste el corazón puede estar contento.

4

El corazón de los sabios está en la casa del luto,

mientras que el corazón de los necios está en la casa del placer.

5

Mejor es oír la reprensión del sabio

que oír la canción de los necios.

6

Porque como crepitar[c] de espinos bajo la olla,

así es la risa del necio.

Y también esto es vanidad.

7

Ciertamente la opresión enloquece al sabio,

y el soborno corrompe[d] el corazón.

8

Mejor es el fin de un asunto que su comienzo;

mejor es la paciencia de espíritu que la altivez de espíritu.

9

No te apresures en tu espíritu a enojarte,

porque el enojo se anida en el seno de los necios.

10

No digas: ¿Por qué fueron los días pasados mejores que estos?

Pues no es sabio[e] que preguntes sobre esto.

11

Buena es la sabiduría con herencia,

y provechosa para los que ven el sol.

12

Porque la sabiduría protege[f] como el dinero protege[g];

pero la ventaja del conocimiento es que la sabiduría preserva la vida de sus poseedores.

13

Considera la obra de Dios:

porque ¿quién puede enderezar lo que Él ha torcido?

14

Alégrate en el día de la prosperidad,

y en el día de la adversidad considera:

Dios ha hecho tanto el uno como el otro

para que el hombre no descubra nada que suceda después de él.


15 He visto todo durante mi vida[h] de vanidad:


hay justo que perece en su justicia,

y hay impío que alarga su vida en su perversidad.

16

No seas demasiado justo,

ni seas sabio en exceso.

¿Por qué has de destruirte?

17

No seas demasiado impío,

ni seas necio.

¿Por qué has de morir antes de tu tiempo?

18

Bueno es que retengas esto

sin soltar[i] aquello de tu mano;

porque el que teme a Dios se sale con todo ello.


19

La sabiduría hace más fuerte al sabio

que diez gobernantes que haya en una ciudad.

20

Ciertamente no hay hombre justo en la tierra

que haga el bien y nunca peque.

21

Tampoco tomes en serio[j] todas las palabras que se hablan,

no sea que oigas a tu siervo maldecirte.

22

Porque tú también te das cuenta[k]

que muchas veces has maldecido a otros de la misma manera.


23 Todo esto probé con sabiduría, y dije:


Seré sabio; pero eso estaba lejos de mí.

24

Está lejos lo que ha sido,

y en extremo profundo.

¿Quién lo descubrirá?

25

Dirigí[l] mi corazón a conocer,

a investigar y a buscar la sabiduría y la razón,

y a reconocer la maldad de la insensatez

y la necedad de la locura.

26

Y hallé más amarga que la muerte

a la mujer cuyo corazón es lazos y redes,

cuyas manos son cadenas.

Él que agrada a Dios escapará de ella,

pero el pecador será por ella apresado.


27 Mira —dice el Predicador— he descubierto esto,


agregando una cosa a otra para hallar la razón,

28

que mi alma está todavía buscando mas no ha hallado:

He hallado a un hombre entre mil,

pero mujer entre todas estas no he hallado.

29

Mira, solo esto he hallado:

que Dios hizo rectos a los hombres,

pero ellos se buscaron muchas artimañas.


8 ¿Quién es como el sabio?


¿Y quién otro sabe la explicación de un asunto?

La sabiduría del hombre ilumina su faz

y hace que la dureza de su rostro cambie.


2 Yo digo: Guarda el mandato[m] del rey por causa del juramento de Dios. 3 No te apresures a irte de su presencia. No te unas a una causa impía, porque él hará todo lo que le plazca. 4 Puesto que la palabra del rey es soberana, ¿quién le dirá: Qué haces?


5

Él que guarda el mandato real no experimenta ningún mal;

y el corazón del sabio conoce el tiempo y el modo.

6

Porque para cada deleite hay un tiempo y un modo,

aunque la aflicción del hombre sea mucha sobre él.

7

Si nadie sabe qué sucederá,

¿quién le anunciará cómo ha de suceder?

8

No hay hombre que tenga potestad para refrenar el viento con el viento,

ni potestad sobre el día de la muerte;

y no se da licencia en tiempo de guerra,

ni la impiedad salvará a los que la practican[n].


9 Todo esto he visto, y he puesto mi corazón en toda obra que se hace bajo el sol, cuando el hombre domina a otro hombre para su mal.


10 Y también he visto a los impíos ser sepultados, los que entraban y salían del lugar santo, y que fueron pronto olvidados en la ciudad en que así habían actuado. También esto es vanidad. 11 Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal. 12 Aunque el pecador haga el mal cien veces y alargue su vida, con todo, yo sé que les irá bien a los que temen a Dios, a los que temen ante su presencia. 13 Pero no le irá bien al impío, ni alargará sus días como una sombra, porque no teme ante la presencia de Dios. 14 Hay una vanidad que se hace sobre la tierra: hay justos a quienes les sucede[o] conforme a las obras de los impíos, y hay impíos a quienes les sucede[p] conforme a las obras de los justos. Digo que también esto es vanidad. 15 Por tanto yo alabé el placer, porque no hay nada bueno para el hombre bajo el sol sino comer, beber y divertirse, y esto le acompañará en sus afanes[q] en los días de su vida que Dios le haya dado bajo el sol.


16 Cuando apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a ver la tarea que ha sido hecha sobre la tierra (aunque uno no durmiera[r] ni de día ni de noche), 17 y vi toda la obra de Dios, decidí que el hombre no puede descubrir la obra que se ha hecho bajo el sol. Aunque el hombre busque con afán, no la descubrirá; y aunque el sabio diga que la conoce, no puede descubrirla.

Todo está en manos de Dios


9 Pues bien, he tomado todas estas cosas en mi corazón y declaro[s] todo esto: que los justos y los sabios y sus hechos están en la mano de Dios. Los hombres no saben ni de amor ni de odio, aunque todo está delante de ellos.


2 A todos les sucede lo mismo:


Hay una misma suerte para el justo y para el impío;

para el bueno[t], para el limpio y para el inmundo;

para el que ofrece sacrificio y para el que no sacrifica.

Como el bueno, así es el pecador;

como el que jura, así es el que teme jurar[u].


3 Este mal hay en todo lo que se hace bajo el sol: que hay una misma suerte para todos. Además, el corazón de los hijos de los hombres está lleno de maldad y hay locura en su corazón toda su vida. Después se van a los muertos. 4 Para cualquiera que está unido con los vivos, hay esperanza; ciertamente un perro vivo es mejor que un león muerto.


5

Porque los que viven saben que han de morir,

pero los muertos no saben nada,

ni tienen ya ninguna recompensa,

porque su memoria está olvidada.

6

En verdad, su amor, su odio y su celo ya han perecido,

y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol.


7

Vete, come tu pan con gozo,

y bebe tu vino con corazón alegre,

porque Dios ya ha aprobado tus obras.

8

En todo tiempo sean blancas tus ropas,

y que no falte ungüento sobre tu cabeza.


9 Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de tu vida fugaz[v] que Él te ha dado bajo el sol, todos los días de tu vanidad, porque esta es tu parte en la vida y en el trabajo con que te afanas bajo el sol.


10 Todo lo que tu mano halle para hacer, hazlo según tus fuerzas; porque no hay actividad ni propósito ni conocimiento ni sabiduría en el Seol[w] adonde vas.


11

Vi además que bajo el sol

no es de los ligeros la carrera,

ni de los valientes[x] la batalla;

y que tampoco de los sabios es el pan,

ni de los entendidos las riquezas,

ni de los hábiles el favor,

sino que el tiempo y la suerte les llegan a todos.


12 Porque el hombre tampoco conoce su tiempo:


como peces atrapados en la red traicionera,

y como aves apresadas en la trampa,

así son atrapados los hijos de los hombres en el tiempo malo

cuando este cae de repente sobre ellos.

Sabiduría y necedad


13 También esto llegué a ver como sabiduría bajo el sol, y me impresionó[y]: 14 Había una pequeña ciudad con pocos hombres en ella. Llegó[z] un gran rey, la cercó y construyó contra ella grandes baluartes; 15 pero en ella se hallaba un hombre pobre y sabio; y él con su sabiduría libró[aa] la ciudad; sin embargo, nadie se acordó de aquel hombre pobre. 16 Y yo me dije:


Mejor es la sabiduría que la fuerza;

pero la sabiduría del pobre se desprecia

y no se presta atención a sus palabras.

17

Las palabras del sabio oídas en quietud son mejores

que los gritos del gobernante entre los necios.

18

Mejor es la sabiduría que las armas de guerra,

pero un solo pecador destruye mucho bien.

Footnotes


Eclesiastés 7:2 I.e., la muerte

Eclesiastés 7:2 Lit., lo dará a

Eclesiastés 7:6 Lit., la voz

Eclesiastés 7:7 Lit., destruye

Eclesiastés 7:10 Lit., de sabiduría

Eclesiastés 7:12 Lit., está en una sombra

Eclesiastés 7:12 Lit., está en una sombra

Eclesiastés 7:15 Lit., mis días

Eclesiastés 7:18 Lit., y también no descanses

Eclesiastés 7:21 Lit., También no des tu corazón a

Eclesiastés 7:22 Lit., también tu corazón sabe

Eclesiastés 7:25 Lit., Volví

Eclesiastés 8:2 Lit., la boca

Eclesiastés 8:8 Lit., sus poseedores

Eclesiastés 8:14 Lit., golpea

Eclesiastés 8:14 Lit., golpea

Eclesiastés 8:15 Lit., su trabajo

Eclesiastés 8:16 Lit., no vea sueño en sus ojos

Eclesiastés 9:1 Lit., examino

Eclesiastés 9:2 Algunas versiones antiguas agregan: y para el malo

Eclesiastés 9:2 Lit., un juramento

Eclesiastés 9:9 Lit., vida de vanidad

Eclesiastés 9:10 I.e., región de los muertos

Eclesiastés 9:11 O, guerreros

Eclesiastés 9:13 Lit., grande fue para mí

Eclesiastés 9:14 Lit., Vino a ella

Eclesiastés 9:15 O, pudiera haber librado



2 Corintios 7:8-16

La Biblia de las Américas


8 Porque si bien os causé tristeza con mi carta, no me pesa; aun cuando me pesó, pues veo que esa carta os causó tristeza, aunque solo por poco tiempo; 9 pero ahora me regocijo, no de que fuisteis entristecidos, sino de que fuisteis entristecidos para arrepentimiento; porque fuisteis entristecidos conforme a la voluntad de Dios, para que no sufrierais pérdida alguna[a] de parte nuestra. 10 Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación, sin dejar pesar[b]; pero la tristeza del mundo produce muerte. 11 Porque mirad, ¡qué solicitud ha producido en vosotros esto, esta tristeza piadosa[c], qué vindicación de vosotros mismos, qué indignación, qué temor, qué gran afecto[d], qué celo, qué castigo del mal! En todo habéis demostrado ser inocentes en el asunto. 12 Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que ofendió, ni por causa del ofendido, sino para que vuestra solicitud por nosotros se manifestara a vosotros delante de Dios. 13 Por esta razón hemos sido consolados.


Y aparte de nuestro consuelo, mucho más nos regocijamos por el gozo de Tito, pues su espíritu ha sido confortado por todos vosotros. 14 Porque si en algo me he jactado con él acerca de vosotros, no fui avergonzado, sino que así como os hemos dicho todo con verdad, así también nuestra jactancia ante Tito resultó ser la verdad. 15 Y su amor[e] hacia vosotros abunda aún más al acordarse de la obediencia de todos vosotros, y de cómo lo recibisteis con temor y temblor. 16 Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.

Footnotes


2 Corintios 7:9 O, perjuicio alguno

2 Corintios 7:10 O, que conduce a una salvación sin remordimiento

2 Corintios 7:11 Lit., tristeza conforme a Dios

2 Corintios 7:11 O, añoranza

2 Corintios 7:15 Lit., sus entrañas



Salmos 48

La Biblia de las Américas

Hermosura y gloria de Sión

Cántico. Salmo de los hijos de Coré.


48 Grande es el Señor, y muy digno de ser alabado

en la ciudad de nuestro Dios, su santo monte.

2

Hermoso en su elevación, el gozo de toda la tierra

es el monte Sión, en el extremo norte,

la ciudad del gran Rey.

3

Dios en sus palacios

se dio a conocer como baluarte.


4

Pues, he aquí, los reyes se reunieron;

pasaron juntos.

5

Ellos la vieron y quedaron pasmados;

se aterrorizaron y huyeron alarmados.

6

Allí se apoderó de ellos un temblor;

dolor como el de mujer que está de parto.

7

Con el viento solano

tú destrozas las naves de Tarsis.

8

Como lo hemos oído, así lo hemos visto

en la ciudad del Señor de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios;

Dios la afirmará para siempre. (Selah[a])


9

En tu misericordia, oh Dios, hemos meditado,

en medio de tu templo.

10

Oh Dios, como es tu nombre,

así es tu alabanza hasta los confines de la tierra;

llena de justicia está tu diestra.

11

Alégrese el monte Sión,

regocíjense las hijas de Judá,

a causa de tus juicios.

12

Andad por Sión e id alrededor de ella;

contad sus torres;

13

considerad atentamente sus murallas,

recorred sus palacios,

para que lo contéis a la generación venidera.

14

Porque este es Dios,

nuestro Dios por siempre jamás;

Él nos guiará hasta la muerte[b].

Footnotes


Salmos 48:8 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio

Salmos 48:14 Algunos mss. y la versión gr. (sept.) dicen: para siempre



Proverbios 22:17-19

La Biblia de las Américas

Preceptos y amonestaciones


17

Inclina tu oído y oye las palabras de los sabios,

y aplica tu corazón a mi conocimiento;

18

porque te será agradable si las guardas dentro de ti,

para que[a] estén listas en tus labios.

19

Para que tu confianza esté en el Señor,

te he instruido[b] hoy a ti también.

Footnotes


Proverbios 22:18 Lit., ellas juntas

Proverbios 22:19 Lit., dado a conocer


La Biblia de las Américas (LBLA)


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