Wednesday, September 25, 2024

DAB Español, Jueves 26 de Septiembre

Día 270, DAB Español, Jueves 26 de Septiembre


Isaías 48:12-50:11; Efesios 4:17-32; Salmos 69:1-18; Proverbios 24:5-6 (Nueva Biblia Viva (NBV))








Isaías 48:12-50:11

Nueva Biblia Viva

Liberación de Israel


12 ¡Escúchame, pueblo mío, elegido mío! Sólo yo soy Dios. Yo soy el primero, yo soy el último. 13 Mi mano fue la que echó los cimientos de la tierra, la palma de mi mano derecha extendió el cielo alto. Hablé y existieron.


14 ¡Vengan y escuchen, ustedes todos! Entre todos sus ídolos, ¿cuál les dijo jamás esto: «El Señor ama a Ciro, de él se valdrá para acabar con el Imperio de Babilonia, y derrotará por completo los ejércitos caldeos»? 15 Pues yo se los estoy diciendo. Yo he llamado a Ciro, yo le he encomendado esto y haré que prospere.


16 ¡Acérquense más y escuchen! Siempre les he dicho con claridad lo que ocurriría, para que pudieran entender claramente. Y ahora el Señor Dios y su Espíritu me han enviado con este mensaje: 17 El Señor, su Redentor, el Santo de Israel, dice: Yo soy el Señor Dios de ustedes, que los castiga para su bien y que los guía por la senda que deben seguir.


18 ¡Ay, ojalá que hubieran atendido mis leyes! Entonces habrían disfrutado de paz que fluiría como manso río, y de grandes oleadas de justicia. 19 Entonces habrían llegado a ser tan numerosos e incontables como los granos de arena de las playas del mundo, y su destrucción no habría sido necesaria.


20 ¡Líbrense de su cautiverio! ¡Salgan de Babilonia, cantando en el camino! ¡Grítenle a los extremos de la tierra que el Señor ha redimido a sus siervos los israelitas! 21 Cuando él los guio por los desiertos, no padecieron sed. Él abrió la roca y de ella brotó agua para que bebieran. 22 Pero no hay paz para el malvado, dice el Señor.

El Siervo del Señor


49 Escúchenme, todos los habitantes de lejanas tierras: El Señor me llamó antes de mi nacimiento, desde el vientre de mi madre me llamó por mi nombre. 2 Dios hizo que mis palabras fueran como espadas afiladas. Él me ha ocultado en la sombra de su mano, soy como aguda flecha en su aljaba.


3 Él me dijo:


«Tú eres mi siervo, pueblo de Israel, y estoy muy orgulloso de ti».


4 Yo respondí:


«Pero me dije: todo lo que hago es en vano; me he quedado sin fuerzas, y no he logrado nada. Sin embargo, lo que hago se lo debo al poder de Dios, y él será quien me dé mi recompensa».


5 El Señor me formó desde el vientre de mi madre para que le sirviera, él fue quien me encargó restaurar para él a su pueblo Israel y el que me ha dado fuerza para realizar esta tarea y me ha honrado por cumplirla. El Señor me dijo: 6 «Te he llamado para que realices una obra más grande que la de restaurar a Israel y que hagas volver a los sobrevivientes de mi pueblo. ¡Yo te convertiré en luz de las naciones del mundo para que también a ellas les lleves mi salvación!».


7 El Señor, el Redentor y Santo de Israel dice a aquel que es despreciado, rechazado de la humanidad y que yace bajo la planta de los gobernantes del mundo: Los reyes se mantendrán reverentes cuando tú pases, los príncipes te harán profunda reverencia porque el Señor te ha elegido y cumplirá lo que promete.

Restauración de Israel


8-9 El Señor dice: En momento oportuno llegó tu petición. Te libraré de perjuicio prematuro, y te daré a Israel como prenda y señal, como prueba de que restableceré la tierra de Israel y la volveré a dar a su propio pueblo. Por medio de ti llamo a los cautivos de las tinieblas: «¡Salgan! ¡Salgan! ¡Yo les doy libertad!». Ellos serán ovejas mías que pastarán en verdes prados y en hermosas colinas. 10 No padecerán hambre ni sed, ni el ardiente sol ni el abrasador viento del desierto los volverán a tocar, pues por su misericordia el Señor los guiará junto a aguas refrescantes. 11 Y para ellos convertiré mis montes en sendas llanas, los caminos serán alzados por sobre los valles. 12 Miren, desde lejos retornará mi pueblo: desde el norte, el oeste y el sur.


13 ¡Canta jubiloso, oh cielo; clama, oh tierra; prorrumpan en canciones, oh montes; porque el Señor ha consolado a su pueblo y tendrá compasión de su dolor!


14 Pero ellos dicen: «Mi Señor nos ha abandonado, nos ha olvidado».


15 ¡Jamás! ¿Podrá la madre olvidar a su criaturita y no amar a su propio hijo? Pues aunque eso fuera posible, yo no los olvidaré. 16 Miren, en la palma de mi mano he grabado su nombre y ante mí tengo perpetuamente el cuadro de las derribadas murallas de Jerusalén. 17 Pronto vendrán sus reedificadores y echarán a cuantos las están destruyendo.


18 Miren, pongan atención, pues el Señor ha jurado que todos sus enemigos vendrán y serán esclavos suyos. Serán como joyas de exhibición, como adornos de recién casada.


19 Hasta los más desolados rincones de su tierra pronto estarán llenos de su pueblo y sus enemigos que los esclavizaban estarán lejos. 20 Las generaciones que nacieron en el exilio volverán y dirán: «¡Necesitamos más espacio! ¡Estamos muy amontonados!». 21 Entonces ustedes se dirán: «¿Quién nos ha dado a todos estos? Porque la mayoría de nuestros hijos fueron muertos y el resto fue llevado cautivo, dejándonos solos aquí. ¿Quién dio a luz a todos estos? ¿De dónde vinieron?».


22 El Señor, el dueño de ustedes dice: Miren, daré señal a los gentiles y ellos les traerán en brazos a sus hijos y en sus hombros a sus hijas. 23 Reyes y reinas les servirán, atenderán a todas sus necesidades. Ante ustedes se inclinarán hasta el suelo y lamerán el polvo de sus pies; entonces sabrán que yo soy el Señor. Los que en mí esperan no serán avergonzados jamás.


24 ¿Quién arrebatará de manos de un varón fuerte su presa? ¿Quién podrá exigirle al tirano que deje ir a sus cautivos? 25 Pero el Señor dice: Hasta los cautivos del más poderoso y terrible tirano serán liberados, porque yo combatiré a quienes los combaten y salvaré a sus hijos. 26 Haré que sus enemigos se coman su propia carne y se embriaguen con ríos de su propia sangre. El mundo entero sabrá que yo, el Señor, soy su Salvador y Redentor, el Poderoso de Israel.

El pecado de Israel y la obediencia del Siervo


50 El Señor pregunta: ¿Los entregué yo en manos de mis acreedores? ¿Será por eso que no están presentes? ¿Está ausente su madre porque yo me divorcié de ella y la despedí? No, se han entregado ustedes mismos por sus pecados, y a su madre se la llevaron en pago de sus deudas. 2 ¿Me faltaron fuerzas para librarlos? ¿Será por eso que la casa está silenciosa y vacía cuando llego? ¿No tendré ya poder para librar? No, esa no es la razón. Yo puedo reprender al mar y dejarlo seco, puedo convertir los ríos en desiertos cubiertos de peces agonizantes. 3 Yo soy quien envía la oscuridad a través del cielo.


4 El Señor Dios me ha dado sus palabras de sabiduría para que yo sepa qué debo decirles a todos estos fatigados. Cada mañana me despierta y abre mi entendimiento a su voluntad. 5 El Señor Dios me ha hablado y yo escuché; no me rebelo ni me aparto. 6 Entrego mi espalda al látigo y mis mejillas a quienes me mezan la barba. No rehúso la vergüenza. En la cara me escupen.


7 Ya que el Señor Dios me ayuda, no me desanimaré. Esa es la razón por la que me mantengo firme como roca, y sé que venceré. 8 Cerca está el que me hace justicia. ¿Quién se atreverá ahora a luchar contra mí? ¿Dónde están mis enemigos? ¡Que se presenten! 9 ¡Miren! ¡El Señor, Dios mismo se ha puesto de parte mía! ¿Quién me declarará culpable? Todos mis enemigos serán destruidos como harapos, consumidos por la polilla.


10 ¿Quién entre ustedes teme al Señor y obedece a su siervo? Si alguno de ustedes anduviere en tinieblas, sin un solo rayo de luz, confíe en el Señor, pónganse en las manos de su Dios. 11 Pero oigan los que se iluminan con su propia luz y se calientan con su propio fuego; Dios los llenará de dolor toda la vida.


Efesios 4:17-32

Nueva Biblia Viva

Vivan como hijos de luz


17 Por eso les digo e insisto de parte del Señor que no vivan ya como los paganos: ciegos y confundidos. 18 Ellos tienen nublada la mente y desconocen la vida que viene de Dios. Esto se debe a que son ignorantes y han endurecido su corazón. 19 Así, después de haber perdido la vergüenza, se han entregado sin freno alguno a cometer toda clase de inmoralidades. A pesar de que hacen cuanta maldad les viene en gana, nunca están satisfechos. 20 ¡Pero eso no es lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo!


21 Si de veras han escuchado acerca del Señor y han aprendido a vivir como él, saben que la verdad está en Jesús. 22 Por ello, quítense, como si se tratara de ropa vieja, su naturaleza tan corrompida por los malos deseos. 23 Renueven sus actitudes y pensamientos; 24 sí, revístanse de la nueva naturaleza que Dios creó, para que sean como él, verdaderamente justos e íntegros.


25 Dejen, por lo tanto, la mentira; díganse la verdad unos a otros siempre, porque somos miembros de un mismo cuerpo.


26 Si se enojan, no cometan el pecado de dejar que el enojo les dure todo el día. 27 Así no le darán lugar al diablo.


28 El que era ladrón, deje de robar; al contrario, trabaje honradamente con sus manos para que tenga con qué ayudar a los que estén en necesidad.


29 Nunca empleen un lenguaje sucio; más bien digan palabras que les hagan bien a los que las oyen y los ayuden a madurar.


30 No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, con el cual Dios los selló para el día de la salvación. 31 Arrojen de ustedes la amargura, el enojo, la ira, los gritos, las calumnias y todo tipo de maldad. 32 Al contrario, sean bondadosos entre ustedes, sean compasivos y perdónense las faltas los unos a los otros, de la misma manera que Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.


Salmos 69:1-18

Nueva Biblia Viva

Al director musical. Sígase la tonada de «Los Lirios». De David.


69 ¡Sálvame, oh Dios mío! Que las aguas ya me llegan al cuello. 2 Cada vez me hundo más en el lodo, y no tengo dónde apoyar el pie. Estoy en medio de aguas profundas y la corriente me arrastra.


3 He llorado hasta agotarme. Tengo la garganta seca y enronquecida. Tengo los ojos hinchados de llorar, en espera de que Dios me ayude. 4 No puedo contar a todos los que me detestan sin causa pues son más que los cabellos de mi cabeza. Los enemigos que procuran destruirme, no tienen ninguna razón para hacerlo. Me atacan con mentiras demandando que les devuelva lo que nunca les robé.


5 Oh Dios, bien sabes lo torpe que soy, y conoces todos mis pecados. 6 ¡Señor soberano, Todopoderoso, no permitas que yo sirva de tropiezo para quienes en ti confían! Oh Dios de Israel, no permitas que yo sea la causa que los humillen, 7 aunque por tu causa sea yo objeto de maldición y mofa. 8 ¡Hasta mis propios hermanos fingen no conocerme! Me tratan como a un extraño. 9 Mi celo por tu casa arde como un fuego dentro de mí, tus enemigos me injurian como te injurian a ti. 10 ¡Cómo me escarnecen y se mofan de mí cuando lloro y ayuno ante el Señor! 11 ¡Cómo se burlan de mí cuando me visto de luto para mostrar mi tristeza. 12 Soy la comidilla del pueblo, y los borrachos cantan coplas acerca de mí. 13 Pero yo, Señor, a ti imploro, esperando que sea este el tiempo en que muestres tu favor. Por tu gran amor, oh Dios, respóndeme con la seguridad de tu salvación. 14 Sácame de este fango. No dejes que me hunda. Rescátame de los que me odian, y de estas profundas aguas en las que estoy.


15 No dejes que la corriente me arrastre, ni que el abismo me trague, ni que la fosa me devore. 16 Señor, responde a mis plegarias, pues admirable es tu gran amor; porque grande es tu misericordia, vuélvete a mí. 17 No te ocultes de este siervo tuyo, pues estoy angustiado. ¡Apresúrate! ¡Respóndeme! 18 Ven, Señor, y líbrame. Rescátame de todos mis enemigos.



Proverbios 24:5-6

Nueva Biblia Viva

21


5 El hombre sabio es más poderoso que el hombre fuerte. 6 La guerra se hace con buena estrategia, la victoria se alcanza con muchos consejeros.

Nueva Biblia Viva (NBV)


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