Monday, September 2, 2024

DAB Español, Lunes 02 de Septiembre

Día 246, DAB Español, Lunes 02 de Septiembre


Eclesiastés 1:1-3:22; 2 Corintios 6:1-13; Salmos 46; Proverbios 22:15 (La Biblia de las Américas (LBLA))








Eclesiastés 1-3

La Biblia de las Américas

Vanidad de todo esfuerzo


1 Palabras del Predicador, hijo de David, rey en Jerusalén.


2

Vanidad de vanidades, dice el Predicador,

vanidad de vanidades, todo es vanidad.


3

¿Qué provecho recibe el hombre de todo el trabajo

con que se afana bajo el sol?

4

Una generación va y otra generación viene,

mas la tierra permanece para siempre.

5

El sol sale y el sol se pone,

a su lugar se apresura[a], y de allí vuelve a salir.

6

Soplando[b] hacia el sur,

y girando hacia el norte,

girando y girando va el viento;

y sobre sus giros el viento regresa.

7

Todos los ríos van hacia el mar,

y el mar no se llena;

al lugar donde los ríos fluyen,

allí vuelven a fluir.

8

Todas las cosas son fatigosas,

el hombre no puede expresarlas.

No se sacia el ojo de ver,

ni se cansa[c] el oído de oír.

9

Lo que fue, eso será,

y lo que se hizo, eso se hará;

no hay nada nuevo bajo el sol.

10

¿Hay algo de que se pueda decir:

Mira, esto es nuevo?

Ya existía en los siglos

que nos precedieron.

11

No hay memoria de las cosas primeras

ni tampoco de las postreras que sucederán;

no habrá memoria de ellas

entre los que vendrán después.

Vanidad del saber


12 Yo, el Predicador, he sido rey sobre Israel en Jerusalén. 13 Y apliqué mi corazón a buscar e investigar con sabiduría todo lo que se ha hecho bajo el cielo. Tarea dolorosa[d] dada por Dios a los hijos de los hombres para ser afligidos con ella. 14 He visto todas las obras que se han hecho bajo el sol, y he aquí, todo es vanidad y correr tras el viento[e].


15

Lo torcido no puede enderezarse,

y lo que falta no se puede contar.


16 Yo me dije[f]: He aquí, yo he engrandecido y aumentado la sabiduría más que[g] todos los que estuvieron antes de mí sobre Jerusalén; mi corazón ha contemplado mucha sabiduría y conocimiento. 17 Y apliqué mi corazón a conocer la sabiduría y a conocer la locura y la insensatez; me di cuenta de que esto también es correr tras el viento.


18

Porque en la mucha sabiduría hay mucha angustia,

y quien aumenta el conocimiento, aumenta el dolor.

Vanidad de las cosas terrenales


2 Entonces me dije[h]: Ven ahora, te probaré con el placer; diviértete[i]. Y he aquí, también esto era vanidad. 2 Dije de la risa: Es locura; y del placer: ¿Qué logra esto? 3 Consideré en mi mente[j] cómo estimular mi cuerpo[k] con el vino, mientras mi mente[l] me guiaba con sabiduría, y cómo echar mano de la insensatez, hasta que pudiera ver qué hay de bueno bajo el cielo que los hijos de los hombres hacen en los contados días de su vida. 4 Engrandecí mis obras, me edifiqué casas, me planté viñedos; 5 me hice jardines y huertos, y planté en ellos toda clase de árboles frutales; 6 me hice estanques de aguas para regar[m] el bosque con árboles en pleno crecimiento. 7 Compré esclavos y esclavas, y tuve esclavos nacidos en casa[n]. Tuve también ganados, vacas y ovejas, más que todos los que me precedieron en Jerusalén. 8 Reuní también para mí plata y oro y el tesoro de los reyes y de las provincias. Me proveí de cantores y cantoras, y de los placeres de los hombres, de muchas concubinas[o]. 9 Y me engrandecí y superé a todos los que me precedieron en Jerusalén; también la sabiduría permaneció conmigo. 10 Y de todo cuanto mis ojos deseaban, nada les negué, ni privé a mi corazón de ningún placer, porque mi corazón gozaba de todo mi trabajo, y esta fue la recompensa de toda mi labor. 11 Consideré luego todas las obras que mis manos habían hecho y el trabajo en que me había empeñado[p], y he aquí, todo era vanidad y correr tras el viento[q], y sin provecho bajo el sol.


12 Yo volví, pues, a considerar la sabiduría, la locura y la insensatez, porque ¿qué hará el hombre que venga después del rey sino lo que ya ha sido hecho? 13 Y yo vi que la sabiduría sobrepasa a la insensatez, como la luz a las tinieblas.


14

El sabio tiene ojos en su cabeza,

mas el necio anda en tinieblas.

Pero yo sé también que ambos corren la misma suerte.


15 Entonces me dije[r]: Como la suerte del necio, así también será la mía[s]. ¿Para qué, pues, me aprovecha haber sido tan sabio? Y me dije[t]: También esto es vanidad. 16 Porque no hay memoria duradera[u] ni del sabio ni del[v] necio, ya que todos serán olvidados en los días venideros. ¡Cómo mueren tanto el sabio como[w] el necio! 17 Y aborrecí la vida, porque me era penosa[x] la obra que se hace bajo el sol, pues todo es vanidad y correr tras el viento.


18 Asimismo aborrecí todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol, el cual tendré que dejar al hombre que vendrá después de mí. 19 ¿Y quién sabe si será sabio o necio? Sin embargo, él tendrá dominio sobre todo el fruto de mi trabajo con que me afané obrando sabiamente bajo el sol. También esto es vanidad. 20 Por tanto me desesperé en gran manera[y] por todo el fruto de mi trabajo con que me había afanado bajo el sol. 21 Cuando hay un hombre que ha trabajado con sabiduría, con conocimiento y con destreza, y da su hacienda[z] al que no ha trabajado en ella, esto también es vanidad y un gran mal. 22 Pues, ¿qué recibe el hombre de todo su trabajo y del esfuerzo de su corazón con que se afana bajo el sol? 23 Porque durante todos sus días su tarea es dolorosa y penosa; ni aun de noche descansa su corazón. También esto es vanidad.


24 Nada hay mejor para el hombre que comer y beber y decirse que su trabajo es bueno[aa]. Esto también yo he visto que es de la mano de Dios. 25 Porque ¿quién comerá y quién se alegrará sin Él[ab]? 26 Porque a la persona que le agrada[ac], Él le ha dado sabiduría, conocimiento y gozo; mas al pecador le ha dado la tarea de recoger y amontonar para dárselo al que agrada a[ad] Dios. Esto también es vanidad y correr tras el viento.

Todo tiene su tiempo


3 Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso[ae] bajo el cielo:


2

tiempo de nacer[af], y tiempo de morir;

tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;

3

tiempo de matar, y tiempo de curar;

tiempo de derribar, y tiempo de edificar;

4

tiempo de llorar, y tiempo de reír;

tiempo de lamentarse, y tiempo de bailar;

5

tiempo de lanzar piedras, y tiempo de recoger piedras;

tiempo de abrazar, y tiempo de rechazar el abrazo;

6

tiempo de buscar, y tiempo de dar por perdido;

tiempo de guardar, y tiempo de desechar;

7

tiempo de rasgar, y tiempo de coser;

tiempo de callar, y tiempo de hablar;

8

tiempo de amar, y tiempo de odiar;

tiempo de guerra, y tiempo de paz.


9 ¿Qué saca el trabajador de aquello en que se afana? 10 He visto la tarea que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que en ella se ocupen. 11 Él ha hecho todo apropiado a[ag] su tiempo. También ha puesto la eternidad en sus corazones; sin embargo[ah], el hombre no descubre la obra que Dios ha hecho desde el principio hasta el fin.


12 Sé que no hay nada mejor para ellos que regocijarse y hacer el bien en su vida; 13 además, que todo hombre que coma y beba y vea lo bueno en todo su trabajo, eso es don de Dios.


14

Sé que todo lo que Dios hace será perpetuo;

no hay nada que añadirle

y no hay nada que quitarle;

Dios ha obrado así

para que delante de Él teman[ai] los hombres.

15

Lo que es, ya ha sido,

y lo que será, ya fue,

y Dios busca[aj] lo que ha pasado.


16 Aun he visto más bajo el sol:


que en el lugar del derecho, está[ak] la impiedad,

y en el lugar de la justicia, está[al] la iniquidad.


17 Yo dije en mi corazón:


al justo como al impío juzgará Dios,

porque[am] hay un tiempo para cada cosa[an] y para cada obra.


18 Dije además en mi corazón en cuanto a los hijos de los hombres: Ciertamente Dios los ha probado para que vean que son solo animales. 19 Porque la suerte de los hijos de los hombres y la suerte de los animales es la misma[ao]: como muere el uno así muere el otro. Todos tienen un mismo aliento de vida; el hombre no tiene ventaja sobre los animales, porque todo es vanidad.


20

Todos van a un mismo lugar.

Todos han salido del polvo

y todos vuelven al polvo.


21 ¿Quién sabe que el aliento de vida del hombre asciende hacia arriba y el aliento de vida del animal desciende hacia abajo, a la tierra? 22 Y he visto que no hay nada mejor para el hombre que gozarse en sus obras, porque esa es su suerte. Porque ¿quién le hará ver lo que ha de suceder después de él?

Footnotes


Eclesiastés 1:5 Lit., jadeando

Eclesiastés 1:6 Lit., Yendo

Eclesiastés 1:8 Lit., llena

Eclesiastés 1:13 Lit., malvada

Eclesiastés 1:14 O, aflicción de espíritu, y así en el vers. 17

Eclesiastés 1:16 Lit., hablé en mi corazón, diciendo:

Eclesiastés 1:16 Lit., sobre

Eclesiastés 2:1 Lit., Dije yo en mi corazón

Eclesiastés 2:1 Lit., considera lo bueno

Eclesiastés 2:3 Lit., corazón

Eclesiastés 2:3 Lit., carne

Eclesiastés 2:3 Lit., corazón

Eclesiastés 2:6 Lit., regar de ellos

Eclesiastés 2:7 Lit., tuve hijos de la casa

Eclesiastés 2:8 Otra posible lectura es: de toda clase de instrumentos musicales; en la versión gr. (sept.), coperos y coperas

Eclesiastés 2:11 Lit., trabajado para hacer

Eclesiastés 2:11 O, aflicción de espíritu, y así en el resto del cap.

Eclesiastés 2:15 Lit., dije yo en mi corazón

Eclesiastés 2:15 Lit., también caerá sobre mí

Eclesiastés 2:15 Lit., dije yo en mi corazón

Eclesiastés 2:16 Lit., para siempre

Eclesiastés 2:16 Lit., con

Eclesiastés 2:16 Lit., con

Eclesiastés 2:17 Lit., mala

Eclesiastés 2:20 Lit., Y volví a desesperar mi corazón

Eclesiastés 2:21 Lit., porción

Eclesiastés 2:24 Lit., hacer que su alma vea bueno su trabajo

Eclesiastés 2:25 Así en la versión gr. (sept.); en heb., mí

Eclesiastés 2:26 Lit., que es buena ante Él

Eclesiastés 2:26 Lit., que es buena ante Él

Eclesiastés 3:1 Lit., deleite

Eclesiastés 3:2 Heb., dar a luz

Eclesiastés 3:11 Lit., hermoso en

Eclesiastés 3:11 O, sin lo cual

Eclesiastés 3:14 O, le reverencien

Eclesiastés 3:15 O, restaura

Eclesiastés 3:16 Lit., allí está

Eclesiastés 3:16 Lit., allí está

Eclesiastés 3:17 Lit., porque allí

Eclesiastés 3:17 Lit., todo deleite

Eclesiastés 3:19 Lit., y la suerte de ellas es una



2 Corintios 6:1-13

La Biblia de las Américas

Características del ministerio cristiano


6 Y como colaboradores con Él, también os exhortamos a no recibir la gracia de Dios en vano; 2 pues Él dice:


En el tiempo propicio te escuché,

y en el día de salvación te socorrí.


He aquí, ahora es el tiempo propicio; he aquí, ahora es el día de salvación. 3 No dando nosotros en nada motivo de tropiezo, para que el ministerio no sea desacreditado, 4 sino que en todo nos recomendamos a nosotros mismos como ministros[a] de Dios, en mucha perseverancia, en aflicciones, en privaciones, en angustias, 5 en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos, 6 en pureza, en conocimiento, en paciencia, en bondad, en el Espíritu Santo, en amor sincero[b], 7 en la palabra de verdad, en el poder de Dios; por armas de justicia para la derecha y para la izquierda; 8 en honra y en deshonra, en mala fama y en buena fama; como impostores[c], pero veraces; 9 como desconocidos, pero bien conocidos; como moribundos, y he aquí, vivimos; como castigados[d], pero no condenados a muerte; 10 como entristecidos, mas siempre gozosos; como pobres, pero enriqueciendo a muchos; como no teniendo nada, aunque poseyéndolo todo.


11 Nuestra boca, oh corintios, os ha hablado con toda franqueza[e]. Nuestro corazón se ha abierto de par en par. 12 No estáis limitados[f] por nosotros, sino que estáis limitados[g] en vuestros sentimientos[h]. 13 Ahora bien, en igual reciprocidad[i] (os hablo como a niños) vosotros también abrid de par en par vuestro corazón.

Footnotes


2 Corintios 6:4 O, servidores

2 Corintios 6:6 Lit., no hipócrita

2 Corintios 6:8 O, engañadores

2 Corintios 6:9 O, disciplinados

2 Corintios 6:11 Lit., está abierta a vosotros

2 Corintios 6:12 O, restringidos

2 Corintios 6:12 O, restringidos

2 Corintios 6:12 Lit., vuestras entrañas

2 Corintios 6:13 O, compensación



Salmos 46

La Biblia de las Américas

Dios, nuestro amparo y fortaleza

Para el director del coro. Salmo de los hijos de Coré, compuesto para Alamot[a]. Cántico.


46 Dios es nuestro refugio y fortaleza,

nuestro pronto auxilio[b] en las tribulaciones[c].

2

Por tanto, no temeremos aunque la tierra sufra cambios,

y aunque los montes se deslicen al fondo[d] de los mares;

3

aunque bramen y se agiten[e] sus aguas,

aunque tiemblen los montes con creciente enojo[f]. (Selah[g])


4

Hay un río cuyas corrientes alegran la ciudad de Dios,

las moradas santas del Altísimo.

5

Dios está en medio de ella, no será sacudida;

Dios la ayudará al romper el alba[h].

6

Bramaron las naciones[i], se tambalearon[j] los reinos;

dio[k] Él su voz, y la tierra se derritió.

7

El Señor de los ejércitos está con nosotros;

nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah)


8

Venid, contemplad las obras del Señor,

que ha hecho asolamientos[l] en la tierra;

9

que hace cesar las guerras hasta los confines de la tierra;

quiebra el arco, parte la lanza,

y quema los carros en el[m] fuego.

10

Estad quietos, y sabed que yo soy Dios;

exaltado seré entre las naciones[n], exaltado seré en la tierra.

11

El Señor de los ejércitos está con nosotros;

nuestro baluarte es el Dios de Jacob. (Selah)

Footnotes


Salmos 46:1 Posiblemente, para voces de soprano

Salmos 46:1 O, muy oportuno socorro

Salmos 46:1 O, las estrecheces

Salmos 46:2 Lit., corazón

Salmos 46:3 Lit., arrojen espuma

Salmos 46:3 U, orgullo

Salmos 46:3 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio

Salmos 46:5 O, al acercarse la mañana

Salmos 46:6 O, los gentiles

Salmos 46:6 O, vacilaron

Salmos 46:6 O, alzó

Salmos 46:8 O, que Él ha hecho como desolaciones

Salmos 46:9 O, con

Salmos 46:10 O, los gentiles



Proverbios 22:15

La Biblia de las Américas


15

La necedad está ligada al corazón del niño;

la vara de la disciplina la alejará de él.

La Biblia de las Américas (LBLA)


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