Friday, October 25, 2024

DAB Español, Sábado 26 de Octubre

Día 300, DAB Español, Sábado 26 de Octubre


Jeremías 49:23-50:46; Tito 1:1-16; Salmos 97-98; Proverbios 26:13-16 (Nueva Traducción Viviente (NTV))








Jeremías 49:23-50:46

Nueva Traducción Viviente

Mensaje acerca de Damasco


23 Este es el mensaje que se dio acerca de Damasco. Esto dice el Señor:


«El temor se apoderó de las ciudades de Hamat y Arfad

porque oyeron los anuncios de su propia destrucción.

El corazón de ellos está agitado

como el mar cuando hay una tormenta furiosa.

24

Damasco se volvió débil,

y toda la gente trató de huir.

El miedo, la angustia y el dolor se han apoderado de ella

como a una mujer en trabajo de parto.

25

¡Esa ciudad famosa, ciudad de alegría,

será abandonada!

26

Sus jóvenes caerán en las calles y morirán.

Todos sus soldados serán matados

—dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—,

27

y prenderé fuego a las murallas de Damasco

que consumirá los palacios de Ben-adad».

Mensaje acerca de Cedar y Hazor


28 Este es el mensaje que se dio acerca de Cedar y los reinos de Hazor, que fueron atacados por Nabucodonosor,[a] rey de Babilonia. Esto dice el Señor:


«¡Avancen contra Cedar!

¡Destruyan a los guerreros del oriente!

29

Tomarán sus rebaños y carpas,

y sus pertenencias y camellos les serán quitados.

Se escucharán voces de pánico en todas partes:

“¡Somos atemorizados a cada paso!”.

30

¡Corran y salven sus vidas!—dice el Señor—.

Gente de Hazor, escóndanse en cuevas profundas,

porque Nabucodonosor, rey de Babilonia, ha conspirado contra ustedes

y se prepara para destruirlos.


31

»Levántense y ataquen a esta nación tan confiada

—dice el Señor—.

Su gente vive aislada en el desierto

sin murallas ni puertas.

32

Todos sus camellos y demás animales serán de ustedes.

A este pueblo que vive en lugares remotos[b]

lo esparciré a los cuatro vientos.

Traeré sobre ellos calamidad

de todas partes—dice el Señor—.

33

Hazor será habitada por chacales

y quedará desolada para siempre.

Nadie vivirá allí;

nadie la habitará».

Mensaje acerca de Elam


34 El profeta Jeremías recibió del Señor este mensaje acerca de Elam al comienzo del reinado de Sedequías, rey de Judá. 35 Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales:


«Destruiré a los arqueros de Elam,

lo mejor de su ejército.

36

Traeré enemigos de todas partes

y esparciré a la gente de Elam a los cuatro vientos.

Serán desterrados a países de todo el mundo.

37

Yo mismo iré con los enemigos de Elam para destrozarla.

En mi ira feroz traeré gran desastre

sobre el pueblo de Elam—dice el Señor—.

Sus enemigos lo perseguirán con espada

hasta que yo lo destruya por completo.

38

Estableceré mi trono en Elam—dice el Señor—,

y destruiré a su rey y a sus oficiales.

39

Sin embargo, en los días que vienen

restableceré el bienestar de Elam.

¡Yo, el Señor, he hablado!».

Mensaje acerca de Babilonia


50 Jeremías recibió el siguiente mensaje del Señor con relación a Babilonia y a la tierra de los babilonios.[c] 2 Esto dice el Señor:


«Anúncienlo a todo el mundo

y no se callen nada.

¡Levanten una bandera de señales

para decirles a todos que caerá Babilonia!

Sus imágenes e ídolos[d] serán hechos pedazos.

Sus dioses Bel y Merodac serán completamente deshonrados.

3

Pues una nación la atacará desde el norte

y traerá tal destrucción que nadie volverá a vivir allí.

Desaparecerá todo;

huirán tanto las personas como los animales.

Esperanza para Israel y Judá


4

»En los días venideros

—dice el Señor—,

el pueblo de Israel volverá a su hogar

junto con el pueblo de Judá.

Llegarán llorando

en busca del Señor su Dios.

5

Preguntarán por el camino a Jerusalén[e]

y emprenderán el regreso a su hogar.

Se aferrarán al Señor

con un pacto eterno que nunca se olvidará.


6

»Mi pueblo ha sido como ovejas perdidas.

Sus pastores los llevaron por mal camino

y los dejaron sueltos en las montañas.

Perdieron su rumbo

y no recuerdan cómo regresar al redil.

7

Todos los que los encontraban los devoraban.

Sus enemigos decían:

“No hicimos nada malo al atacarlos

porque ellos pecaron contra el Señor,

quien es su verdadero lugar de descanso

y la esperanza de sus antepasados”.


8

»Pero ahora, ¡huyan de Babilonia!

Abandonen la tierra de los babilonios.

Guíen a mi pueblo de regreso al hogar

como hace el macho cabrío que va a la cabeza de la manada.

9

Pues estoy levantando un ejército

de grandes naciones del norte.

Unirán fuerzas para atacar a Babilonia,

y esta será conquistada.

Las flechas de los enemigos irán directamente al blanco;

¡no errarán!

10

Babilonia[f] será saqueada

hasta que los agresores se sacien con el botín.

¡Yo, el Señor, he hablado!

Inevitable caída de Babilonia


11

»Se alegran y regocijan,

ustedes que despojaron a mi pueblo elegido.

Retozan como becerros en el prado

y relinchan como sementales.

12

Pero su tierra natal[g] será llena

de vergüenza y deshonra.

Ustedes serán la última de las naciones,

un desierto, tierra seca y desolada.

13

A causa del enojo del Señor,

Babilonia se convertirá en una tierra baldía y desierta.

Todos los que pasen por allí quedarán horrorizados

y darán un grito ahogado a causa de la destrucción que verán.


14

»Sí, prepárense para atacar Babilonia,

todas ustedes, naciones vecinas.

Que sus arqueros disparen contra ella, que no escatimen flechas;

pues pecó contra el Señor.

15

Lancen gritos de guerra contra Babilonia desde todas partes.

¡Miren! ¡Se rinde!

Sus murallas han caído.

Es la venganza del Señor,

así que vénguense también ustedes.

¡Háganle lo mismo que ella les hizo a otros!

16

Saquen de Babilonia a todos los sembradores;

despidan a todos los segadores.

Debido a la espada del enemigo,

todos huirán a sus propias tierras.

Esperanza para el pueblo de Dios


17

»Los israelitas son como ovejas

que han sido esparcidas por los leones.

Primero los devoró el rey de Asiria.

Después Nabucodonosor,[h] rey de Babilonia, les quebró los huesos».

18

Por lo tanto, esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales,

Dios de Israel:

«Ahora, castigaré al rey de Babilonia y a su tierra

de la misma manera que castigué al rey de Asiria.

19

Traeré a Israel de regreso a su hogar, a su propia tierra,

para comer en los campos de Carmelo y Basán,

y para quedar saciado una vez más

en la zona montañosa de Efraín y Galaad.

20

En esos días—dice el Señor—,

no se encontrará pecado en Israel ni en Judá,

porque perdonaré al remanente que yo guarde.

Juicio de Dios sobre Babilonia


21

»Mis guerreros, suban contra la tierra de Merataim

y contra la gente de Pecod.

Persíganlos, mátenlos y destrúyanlos por completo[i]

como les he ordenado—dice el Señor—.

22

Que en la tierra se escuche el grito de guerra,

un clamor de gran destrucción.

23

Babilonia, el martillo más poderoso de toda la tierra,

queda roto y hecho pedazos.

¡Babilonia queda desolada entre las naciones!

24

Escucha, Babilonia, porque te tendí una trampa.

Estás atrapada porque luchaste contra el Señor.

25

El Señor abrió su arsenal

y sacó armas para desahogar su furor.

El terror que caiga sobre los babilonios

será la obra del Señor Soberano de los Ejércitos Celestiales.

26

Sí, vengan contra ella desde tierras lejanas

y abran sus graneros.

Aplasten sus muros y sus casas, y conviértanlos en montones de escombros.

¡Destrúyanla por completo y no dejen nada!

27

Maten incluso a sus becerros;

¡para ellos también será terrible!

¡Masácrenlos a todos!

Pues ha llegado el día del juicio a Babilonia.

28

Escuchen a la gente que escapó de Babilonia

mientras cuentan en Jerusalén

cómo el Señor nuestro Dios se vengó

de los que destruyeron su templo.


29

»Manden llamar a los arqueros para que vengan a Babilonia.

Rodeen la ciudad para que nadie escape.

Háganle lo mismo que ella les hizo a otros,

porque desafió al Señor, el Santo de Israel.

30

Sus jóvenes caerán en las calles y morirán.

Todos sus soldados serán matados»,

dice el Señor.


31

«Mira, pueblo arrogante, yo soy tu enemigo

—dice el Señor, el Señor de los Ejércitos Celestiales—.

Ha llegado el día de tu juicio,

el día en que te castigaré.

32

Oh tierra de arrogancia, tropezarás y caerás,

y nadie te levantará.

Pues encenderé un fuego en las ciudades de Babilonia

que consumirá todo a su alrededor».


33

Esto dice el Señor de los Ejércitos Celestiales:

«Los pueblos de Israel y de Judá han sido agraviados.

Sus captores los retienen y se niegan a soltarlos.

34

Pero el que los redime es fuerte.

Su nombre es el Señor de los Ejércitos Celestiales.

Él los defenderá

y nuevamente les dará descanso en Israel.

¡Pero para la gente de Babilonia

no habrá descanso!


35

»La espada destructora golpeará a los babilonios

—dice el Señor—.

Golpeará al pueblo de Babilonia,

también a sus funcionarios y a sus hombres sabios.

36

La espada golpeará a sus sabios consejeros

y se volverán necios.

La espada golpeará a sus guerreros más poderosos

y el pánico se apoderará de ellos.

37

La espada golpeará sus caballos, sus carros de guerra

y a sus aliados de otras tierras,

y todos se volverán como mujeres.

La espada golpeará sus tesoros

y todos serán saqueados.

38

Una sequía[j] afectará el suministro de agua

y hará que se seque.

¿Y por qué? Porque toda la tierra está llena de ídolos

y la gente está locamente enamorada de ellos.


39

»Pronto Babilonia será habitada por hienas y animales del desierto.

Será un hogar de búhos.

Nunca más vivirá gente allí;

quedará desolada para siempre.

40

La destruiré tal como yo destruí[k] a Sodoma, a Gomorra

y a sus ciudades vecinas—dice el Señor—.

Nadie vivirá allí;

nadie la habitará.


41

»¡Miren! Un gran ejército viene del norte.

Desde tierras lejanas se están levantando contra ti

una gran nación y muchos reyes.

42

Están armados con arcos y lanzas.

Son crueles y no tienen compasión de nadie.

Cuando avanzan sobre sus caballos

se oyen como el rugido del mar.

Vienen en formación de batalla

con planes de destruirte, Babilonia.

43

El rey de Babilonia ha oído informes acerca del enemigo

y tiembla de miedo.

Se apoderaron de él punzadas de angustia

como a una mujer en trabajo de parto.


44

»Vendré como un león que sale de los matorrales del Jordán

y atacaré las ovejas en los pastos.

Expulsaré a Babilonia de su tierra

y nombraré al líder que yo escoja.

Pues, ¿quién es como yo y quién puede desafiarme?

¿Qué gobernante puede oponerse a mi voluntad?».


45

Escuchen los planes que tiene el Señor contra Babilonia

y contra la tierra de los babilonios.

Aun sus hijos pequeños serán arrastrados como ovejas

y sus casas serán destruidas.

46

La tierra temblará con el grito: «¡Babilonia ha sido tomada!».

Su grito de desesperación se oirá en todo el mundo.

Footnotes


49:28 En hebreo Nabucad-retsar, una variante de Nabucodonosor; también en 49:30.

49:32 O que se recorta las puntas de su pelo.

50:1 O caldeos; también en 50:8, 25, 35, 45.

50:2 El término hebreo (literalmente cosas redondas) probablemente se refiere al estiércol.

50:5 En hebreo Sion, también en 50:28.

50:10 O Caldea.

50:12 En hebreo su madre.

50:17 En hebreo Nabucad-retsar, una variante de Nabucodonosor.

50:21 El término hebreo empleado aquí se refiere a la consagración total de cosas o personas al Señor, ya sea destruyéndolas o entregándolas como ofrenda.

50:38 O espada; los términos hebreos para «sequía» y «espada» son muy parecidos.

50:40 En hebreo tal como Dios destruyó.



Tito 1

Nueva Traducción Viviente

Saludos de Pablo


1 Yo, Pablo, esclavo de Dios y apóstol de Jesucristo, escribo esta carta. Fui enviado para proclamar fe a[a] los que Dios ha elegido y para enseñarles a conocer la verdad que les muestra cómo vivir una vida dedicada a Dios. 2 Esta verdad les da la confianza de que tienen la vida eterna, la cual Dios—quien no miente—les prometió antes de que comenzara el mundo. 3 Y ahora, en el momento preciso, él dio a conocer este mensaje, que nosotros anunciamos a todos. Es por mandato de Dios nuestro Salvador que se me ha confiado esta tarea para él.


4 Le escribo a Tito, mi verdadero hijo en la fe que compartimos.


Que Dios Padre y Cristo Jesús nuestro Salvador te den gracia y paz.

Tarea de Tito en Creta


5 Te dejé en la isla de Creta para que pudieras terminar nuestro trabajo ahí y nombrar ancianos en cada ciudad, tal como te lo indiqué. 6 El anciano debe llevar una vida intachable. Tiene que serle fiel a su esposa,[b] y sus hijos deben ser creyentes que no tengan una reputación de ser desenfrenados ni rebeldes. 7 Pues un líder de la iglesia[c] es un administrador de la casa de Dios, y debe vivir de manera intachable. No debe ser arrogante, ni iracundo, ni emborracharse,[d] ni ser violento, ni deshonesto con el dinero.


8 Al contrario, debe recibir huéspedes en su casa con agrado y amar lo que es bueno. Debe vivir sabiamente y ser justo. Tiene que llevar una vida de devoción y disciplina. 9 Debe tener una fuerte creencia en el mensaje fiel que se le enseñó; entonces podrá animar a otros con la sana enseñanza y demostrar a los que se oponen en qué están equivocados.


10 Pues hay muchos rebeldes que participan en conversaciones inútiles y engañan a otros. Me refiero especialmente a los que insisten en que es necesario circuncidarse para ser salvo. 11 Hay que callarlos, porque, con su falsa enseñanza, alejan a familias enteras de la verdad, y solo lo hacen por dinero. 12 Incluso uno de sus propios hombres, un profeta de Creta, dijo acerca de ellos: «Todos los cretenses son mentirosos, animales crueles y glotones perezosos»[e]. 13 Es la verdad. Así que repréndelos con severidad para fortalecerlos en la fe. 14 Tienen que dejar de prestar atención a mitos judíos y a los mandatos de aquellos que se han apartado de la verdad.


15 Todo es puro para los de corazón puro. En cambio, para los corruptos e incrédulos nada es puro, porque tienen la mente y la conciencia corrompidas. 16 Tales personas afirman que conocen a Dios, pero lo niegan con su manera de vivir. Son detestables y desobedientes, no sirven para hacer nada bueno.

Footnotes


1:1 O para fortalecer la fe de.

1:6 O Debe tener una sola esposa, o Debe estar casado una sola vez; en griego dice Debe ser marido de una sola esposa.

1:7a O un supervisor, o un obispo.

1:7b En griego ni beber demasiado vino.

1:12 Esta cita es del poeta cretense Epiménides de Cnosos (siglo vi a. C.).



Salmos 97-98

Nueva Traducción Viviente


97 ¡El Señor es rey!

¡Que se goce la tierra!

¡Que se alegren las costas más lejanas!

2

Nubes oscuras lo rodean.

La rectitud y la justicia son el cimiento de su trono.

3

Fuego se extiende delante de él

y calcina a todos sus enemigos.

4

Sus relámpagos destellan por el mundo;

la tierra lo ve y tiembla.

5

Las montañas se derriten como cera delante del Señor,

delante del Señor de toda la tierra.

6

Los cielos proclaman su justicia;

toda nación ve su gloria.

7

Los que rinden culto a ídolos quedan deshonrados

—todos los que se jactan de sus inútiles dioses—,

pues todos los dioses tienen que inclinarse ante él.

8

¡Jerusalén[a] oyó y se alegró,

y todas las ciudades de Judá están felices

a causa de tu justicia, oh Señor!

9

Pues tú, oh Señor, eres supremo en toda la tierra,

exaltado muy por encima de todos los dioses.


10

¡Ustedes, los que aman al Señor, odien el mal!

Él protege la vida de sus justos

y los rescata del poder de los perversos.

11

La luz brilla sobre los justos,

y la alegría sobre los de corazón recto.

12

¡Que todos los justos se alegren en el Señor

y alaben su santo nombre!

Salmo.


98 Canten al Señor una nueva canción,

porque ha hecho obras maravillosas.

Su mano derecha obtuvo una poderosa victoria;

su santo brazo ha mostrado su poder salvador.

2

El Señor anunció su victoria

y reveló su justicia a toda nación.

3

Recordó su promesa de amar y de ser fiel a Israel.

¡Los extremos de la tierra han visto la victoria de nuestro Dios!


4

Aclamen al Señor, habitantes de toda la tierra;

¡prorrumpan en alabanza y canten de alegría!

5

Canten alabanzas al Señor con el arpa,

con el arpa y dulces melodías,

6

con trompetas y el sonido del cuerno de carnero.

¡Toquen una alegre sinfonía delante del Señor, el Rey!


7

¡Que el mar y todo lo que contiene le exclamen alabanzas!

¡Que se le unan la tierra y todas sus criaturas vivientes!

8

¡Que los ríos aplaudan con júbilo!

Que las colinas entonen sus cánticos de alegría

9

delante del Señor,

porque viene a juzgar la tierra.

Juzgará al mundo con justicia,

y a las naciones con imparcialidad.

Footnotes


97:8 En hebreo Sion.



Proverbios 26:13-16

Nueva Traducción Viviente


13

El perezoso afirma: «¡Hay un león en el camino!

¡Sí, estoy seguro de que allí afuera hay un león!».


14

Así como la puerta gira sobre sus bisagras,

el perezoso da vueltas en la cama.


15

Los perezosos toman la comida con la mano

pero ni siquiera se la llevan a la boca.


16

Los perezosos se creen más listos

que siete consejeros sabios.

Nueva Traducción Viviente (NTV)


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