Thursday, June 13, 2024

DAB Español, Viernes 14 de Junio

Día 166, DAB Español, Viernes 14 de Junio


1 Reyes 12:20-13:34; Hechos 9:26-43; Salmos 132; Proverbios 17:6 (La Biblia de las Américas (LBLA))








1 Reyes 12:20-13:34

La Biblia de las Américas


20 Y aconteció que cuando todo Israel supo que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarlo a la asamblea y lo hicieron rey sobre todo Israel. No hubo quien siguiera a la casa de David, sino solo la tribu de Judá.


21 Cuando Roboam llegó a Jerusalén, reunió a toda la casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres, guerreros escogidos, para pelear contra la casa de Israel y restituir el reino a Roboam, hijo de Salomón. 22 Pero la palabra de Dios vino a Semaías, hombre de Dios, diciendo: 23 Habla a Roboam, hijo de Salomón, rey de Judá, y a toda la casa de Judá y de Benjamín, y al resto del pueblo, diciéndoles: 24 «Así dice el Señor: “No subiréis ni pelearéis contra vuestros hermanos los hijos de Israel; vuelva cada uno a su casa, porque de mí ha venido esto”». Y ellos escucharon la palabra del Señor, y se volvieron para irse conforme a la palabra del Señor.

La idolatría de Jeroboam


25 Entonces Jeroboam edificó Siquem en la región montañosa de Efraín, y habitó allí[a]. De allí salió y edificó Penuel. 26 Y Jeroboam se dijo en su corazón: Ahora el reino volverá a la casa de David 27 si este pueblo continúa subiendo a ofrecer sacrificios en la casa del Señor en Jerusalén, porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor, es decir a Roboam, rey de Judá, y me matarán y volverán a Roboam, rey de Judá. 28 Y el rey tomó consejo, hizo dos becerros de oro, y dijo al pueblo[b]: Es mucho para vosotros subir a Jerusalén; he aquí vuestros dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto. 29 Puso uno en Betel y el otro lo puso en Dan. 30 Y esto fue motivo de pecado, porque el pueblo iba aun hasta Dan a adorar delante de uno de ellos. 31 Hizo también casas en los lugares altos, e hizo sacerdotes de entre el[c] pueblo que no eran de los hijos de Leví. 32 Y Jeroboam instituyó[d] una fiesta en el mes octavo, en el día quince del mes, como la fiesta que hay en Judá, y subió al[e] altar. Así hizo en Betel, ofreciendo sacrificio a los becerros que había hecho. Y puso en Betel a los sacerdotes de los lugares altos que él había construido. 33 Entonces subió al[f] altar que había hecho en Betel el día quince del mes octavo, es decir en el mes que él había planeado en su propio corazón; e instituyó[g] una fiesta para los hijos de Israel, y subió al[h] altar para quemar incienso.

Jeroboam y el hombre de Dios


13 Y he aquí, un hombre de Dios fue de Judá a Betel por palabra del Señor, cuando Jeroboam estaba junto al altar para quemar incienso. 2 Y clamó contra el altar por palabra del Señor, y dijo: Oh altar, altar, así dice el Señor: «He aquí, a la casa de David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán quemados huesos humanos». 3 Aquel mismo día dio una señal[i], diciendo: Esta es la señal[j] de que el Señor ha hablado: «He aquí, el altar se romperá y las cenizas[k] que están sobre él se derramarán». 4 Y aconteció que cuando el rey oyó la palabra que el hombre de Dios había clamado contra el altar de Betel, extendió[l] su mano desde el altar, diciendo: ¡Prendedlo! Pero la mano que extendió contra él se secó, de modo que no podía volverla hacia sí. 5 Y el altar se rompió y las cenizas[m] se derramaron del altar, conforme a la señal[n] que el hombre de Dios había dado por palabra del Señor. 6 El rey respondió, y dijo al hombre de Dios: Te ruego que supliques al[o] Señor tu Dios, y ores por mí, para que mi mano me sea restaurada. El hombre de Dios suplicó al[p] Señor y la mano del rey le fue restaurada, y quedó como antes. 7 Entonces el rey dijo al hombre de Dios: Ven conmigo a casa y refréscate, y te daré una recompensa. 8 Pero el hombre de Dios dijo al rey: Aunque me dieras la mitad de tu casa no iría contigo, y no comería pan ni bebería agua en este lugar. 9 Porque así se me ordenó por palabra del Señor, que me dijo[q]: «No comerás pan, ni beberás agua, ni volverás por el camino que fuiste». 10 Y se fue por otro camino, no regresó por el camino por donde había ido a Betel.

El profeta y el hombre de Dios


11 Moraba entonces en Betel un anciano profeta; y sus hijos fueron y le contaron[r] todo lo que el hombre de Dios había hecho aquel día en Betel; las palabras que él había hablado al rey, las contaron también a su padre. 12 Y su padre les dijo: ¿Por dónde se fue?[s] Y sus hijos le mostraron[t] el camino por donde se había ido el hombre de Dios que había venido de Judá. 13 Entonces dijo a sus hijos: Aparejadme el asno. Le aparejaron el asno, se montó sobre él, 14 y fue tras el hombre de Dios; lo halló sentado debajo de una encina[u], y le dijo: ¿Eres tú el hombre de Dios que vino de Judá? Y él respondió: Yo soy. 15 Entonces le dijo: Ven conmigo a casa y come pan. 16 Y él respondió: No puedo volver contigo ni ir contigo; tampoco comeré pan ni beberé agua contigo en este lugar. 17 Porque me vino un mandato[v] por palabra del Señor: «No comerás pan ni beberás agua allí, ni volverás por el camino que fuiste». 18 Y el otro le respondió: Yo también soy profeta como tú, y un ángel me habló por palabra del Señor, diciendo: «Tráelo contigo a tu casa, para que coma pan y beba agua». Pero le estaba mintiendo. 19 Entonces se volvió con él, comió pan en su casa y bebió agua.


20 Y sucedió que cuando ellos estaban a la mesa, la palabra del Señor vino al profeta que le había hecho volver; 21 y él clamó al hombre de Dios que vino de Judá, diciendo: Así dice el Señor: «Porque has desobedecido el mandato[w] del Señor, y no has guardado el mandamiento que el Señor tu Dios te ha ordenado, 22 sino que has vuelto y has comido pan y bebido agua en el lugar del cual Él te dijo: “No comerás pan ni beberás agua”, tu cadáver no entrará en el sepulcro de tus padres». 23 Y sucedió que después de haber comido pan y de haber bebido agua, aparejó el asno para él, para el profeta que había hecho volver. 24 Y cuando este había partido, un león lo encontró en el camino y lo mató, y su cadáver quedó tirado en el camino y el asno estaba junto a él; también el león estaba junto al cadáver. 25 Y he aquí, pasaron unos hombres y vieron el cadáver tirado en el camino y el león que estaba junto al cadáver; y fueron y lo dijeron en la ciudad donde vivía el anciano profeta.


26 Y cuando el profeta que le había hecho volver del camino lo oyó, dijo: Es el hombre de Dios, que desobedeció el mandato[x] del Señor; por tanto el Señor lo ha entregado al león que lo ha desgarrado y matado, conforme a la palabra que el Señor le había hablado. 27 Entonces habló a sus hijos, diciendo: Aparejadme el asno. Y se lo aparejaron. 28 Fue y halló el cadáver tirado en el camino, y el asno y el león estaban junto al cadáver; el león no había comido el cadáver ni desgarrado el asno. 29 El profeta levantó el cadáver del hombre de Dios, lo puso sobre el asno y lo trajo. Vino a la ciudad del anciano profeta para hacer duelo por él y enterrarlo. 30 Puso el cadáver en su propio sepulcro, e hicieron duelo por él, diciendo: ¡Ay, hermano mío! 31 Y sucedió que después de haberlo enterrado, habló a sus hijos, diciendo: Cuando yo muera, enterradme en el sepulcro donde está enterrado el hombre de Dios; poned mis huesos junto a sus huesos. 32 Porque ciertamente sucederá lo que él clamó por palabra del Señor contra el altar en Betel y contra todas las casas de los lugares altos que están en las ciudades de Samaria.


33 Después de este hecho Jeroboam no se volvió de su mal camino, sino que volvió a hacer sacerdotes para los lugares altos de entre el[y] pueblo; al que lo deseaba lo investía[z] para que fuera sacerdote de los lugares altos. 34 Y[aa] esto fue motivo de pecado para la casa de Jeroboam, por lo que fue borrada y destruida de sobre la faz de la tierra.

Footnotes


1 Reyes 12:25 Lit., en ella

1 Reyes 12:28 Lit., les dijo

1 Reyes 12:31 O, de los extremos del

1 Reyes 12:32 Lit., hizo

1 Reyes 12:32 U, ofreció sobre el

1 Reyes 12:33 U, ofreció sobre el

1 Reyes 12:33 Lit., hizo

1 Reyes 12:33 U, ofreció sobre el

1 Reyes 13:3 Lit., maravilla

1 Reyes 13:3 Lit., maravilla

1 Reyes 13:3 Lit., cenizas de sebo

1 Reyes 13:4 Lit., Jeroboam extendió

1 Reyes 13:5 Lit., cenizas de sebo

1 Reyes 13:5 Lit., maravilla

1 Reyes 13:6 Lit., suavices el rostro del

1 Reyes 13:6 Lit., suavizó el rostro del

1 Reyes 13:9 Lit., diciendo

1 Reyes 13:11 Lit., su hijo fue y le contó

1 Reyes 13:12 Lit., ¿Dónde está este camino por el que fue?

1 Reyes 13:12 Así en algunas versiones antiguas; en el T.M., habían visto

1 Reyes 13:14 O, un terebinto

1 Reyes 13:17 Lit., una palabra

1 Reyes 13:21 Lit., te has rebelado contra la boca

1 Reyes 13:26 Lit., se rebeló contra la boca

1 Reyes 13:33 Lit., de los extremos del

1 Reyes 13:33 Lit., llenaba su mano

1 Reyes 13:34 Lit., Y por



Hechos 9:26-43

La Biblia de las Américas

Saulo en Jerusalén


26 Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípulo. 27 Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo Saulo había visto al Señor en el camino, y que Él le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús. 28 Y estaba con ellos moviéndose libremente[a] en Jerusalén, hablando con valor en el nombre del Señor. 29 También hablaba y discutía con los judíos helenistas; mas estos intentaban matarlo. 30 Pero cuando los hermanos lo supieron, lo llevaron a Cesarea, y de allí lo enviaron a Tarso.


31 Entretanto la iglesia gozaba de paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y era edificada; y andando en el temor del Señor y en la fortaleza del Espíritu Santo, seguía creciendo.

Curación de Eneas


32 Y[b] mientras Pedro viajaba por todas aquellas regiones, vino también a los santos que vivían en Lida. 33 Allí encontró a un hombre llamado Eneas, que había estado postrado en cama por ocho años, porque estaba paralítico. 34 Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate y haz tu cama. Y al instante se levantó. 35 Todos los que vivían en Lida y en Sarón lo vieron, y[c] se convirtieron al Señor.

Resurrección de Dorcas


36 Había entonces en Jope una discípula llamada Tabita (que traducido al griego es Dorcas[d]); esta mujer era rica[e] en obras buenas y de caridad que hacía continuamente. 37 Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado su cuerpo, lo pusieron en un aposento alto. 38 Como Lida estaba cerca de Jope, los discípulos, al oír que Pedro estaba allí, le enviaron dos hombres, rogándole: No tardes en venir a nosotros. 39 Entonces Pedro se levantó y fue con ellos. Cuando llegó, lo llevaron al aposento alto, y todas las viudas lo rodearon llorando, mostrando todas las túnicas y ropas que Dorcas solía hacer cuando estaba con ellas. 40 Mas Pedro, haciendo salir a todos, se arrodilló y oró, y volviéndose al cadáver, dijo: Tabita, levántate. Y ella abrió los ojos, y al ver a Pedro, se incorporó. 41 Y él le dio la mano y la levantó; y llamando a los santos y a las viudas, la presentó viva. 42 Y esto se supo en todo Jope, y muchos creyeron en el Señor. 43 Y[f] Pedro se quedó en Jope muchos días con un tal Simón, curtidor.

Footnotes


Hechos 9:28 Lit., entrando y saliendo

Hechos 9:32 Lit., Y sucedió que

Hechos 9:35 Lit., los cuales

Hechos 9:36 O, Gacela

Hechos 9:36 Lit., llena

Hechos 9:43 Lit., Y sucedió que



Salmos 132

La Biblia de las Américas

Plegaria por el santuario

Cántico de ascenso gradual[a].


132 Acuérdate, Señor, de David,

de toda su aflicción;

2

de cómo juró al Señor,

y prometió al Poderoso de Jacob:

3

Ciertamente no entraré en[b] mi casa,

ni en mi lecho me acostaré[c];

4

no daré sueño a mis ojos,

ni a mis párpados adormecimiento,

5

hasta que halle un lugar para el Señor,

una morada[d] para el Poderoso de Jacob.


6

He aquí, oímos de ella en Efrata;

la hallamos en los campos de Jaar[e].

7

Entremos a sus moradas;

postrémonos ante el estrado de sus pies.

8

Levántate, Señor, al lugar de tu reposo;

tú y el arca de tu poder.

9

Vístanse de justicia tus sacerdotes;

y canten con gozo tus santos.


10

Por amor a David tu siervo,

no hagas volver el rostro de tu ungido.

11

El Señor ha jurado a David

una verdad de la cual no se retractará:

De tu descendencia[f] pondré sobre tu trono.

12

Si tus hijos guardan mi pacto,

y mi testimonio que les enseñaré,

sus hijos también ocuparán[g] tu trono para siempre.


13

Porque el Señor ha escogido a Sión;

la quiso para su habitación.

14

Este es mi lugar de reposo para siempre;

aquí habitaré, porque la he deseado.

15

Su provisión bendeciré en abundancia;

de pan saciaré a sus pobres.

16

A sus sacerdotes también vestiré de salvación,

y sus santos darán voces de júbilo.

17

Allí haré surgir el poder[h] de David;

he preparado una lámpara para mi ungido.

18

A sus enemigos cubriré de vergüenza,

mas sobre él resplandecerá su corona.

Footnotes


Salmos 132:1 Véase la nota al subtítulo del Salmo 120

Salmos 132:3 Lit., en la tienda de

Salmos 132:3 Lit., ni subiré al lecho de mi reposo

Salmos 132:5 Lit., moradas

Salmos 132:6 O, del bosque

Salmos 132:11 Lit., Del fruto de tu cuerpo

Salmos 132:12 Lit., se sentarán sobre

Salmos 132:17 Lit., cuerno



Proverbios 17:6

La Biblia de las Américas


6

Corona de los ancianos son los hijos de los hijos,

y la gloria de los hijos son sus padres.

La Biblia de las Américas (LBLA)


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