Friday, May 31, 2024

DAB Español, Sábado 01 de Junio

Día 153, DAB Español, Sábado 01 de Junio


2 Samuel 18:1-19:10; Juan 20:1-31; Salmos 119:153-176; Proverbios 16:14-15 (Dios Habla Hoy (DHH))








2 Samuel 18:1-19:10

Dios Habla Hoy

Derrota y muerte de Absalón


18 David pasó revista a su ejército, y puso jefes al frente de grupos de mil y de cien soldados. 2 Después envió una tercera parte del ejército bajo el mando de Joab, otra tercera parte bajo el mando de Abisai, hijo de Seruiá y hermano de Joab, y la otra tercera parte bajo el mando de Itai, el de Gat. Y a todo el ejército le dijo:


—Yo iré con ustedes a la batalla.


3 Pero ellos le respondieron:


—No, no haga eso Su Majestad, porque al enemigo poco le importa que huyamos o que muera la mitad de nosotros, pero Su Majestad vale tanto como diez mil de nosotros. Por eso es mejor que Su Majestad se quede en la ciudad para enviarnos refuerzos desde aquí.


4 —Haré lo que les parezca mejor —les respondió el rey, poniéndose inmediatamente a un lado de la entrada de la ciudad, mientras el ejército salía en grupos de mil y de cien soldados.


5 Además, el rey ordenó a Joab, a Abisai y a Itai que, en atención a él, trataran con consideración al joven Absalón, y todo el ejército escuchó la orden que el rey dio a los jefes acerca de Absalón. 6 Así pues, las tropas marcharon al campo para enfrentarse con las tropas de Israel.


La batalla tuvo lugar en el bosque de Efraín, y 7 los de Israel fueron derrotados por los seguidores de David. Hubo una gran matanza aquel día, pues murieron veinte mil hombres. 8 La lucha se había extendido por todo el territorio, y en esta ocasión el bosque mismo causó más muertes que la espada. 9 Absalón, que iba montado en un mulo, se encontró de repente frente a los seguidores de David. Entonces el mulo se metió debajo de una gran encina, y a Absalón se le quedó trabada la cabeza en las ramas, por lo que se quedó colgado en el aire, pues el mulo siguió de largo. 10 Alguien que vio esto, fue a decirle a Joab:


—He visto a Absalón colgado de una encina.


11 Y Joab les respondió:


—Pues si lo viste, ¿por qué no lo derribaste allí mismo? Yo con mucho gusto te habría dado diez monedas de plata y un cinturón.


12 Pero aquel hombre contestó a Joab:


—Aunque me dieras mil monedas de plata, no atentaría contra el hijo del rey; porque nosotros escuchamos que el rey te ordenó a ti, a Abisai y a Itai, que protegieran al joven Absalón. 13 Por otro lado, si yo hubiera hecho tal cosa, habría sido en vano, porque no hay nada oculto para el rey, y tú no habrías hecho nada para protegerme.


14 —No voy a perder más tiempo contigo —le respondió Joab; y tomando tres dardos, los clavó en el corazón de Absalón, que aún estaba vivo en la encina. 15 Luego, diez asistentes de Joab rodearon a Absalón, y lo remataron. 16 A continuación Joab ordenó que tocaran la trompeta, y las tropas dejaron de perseguir a los de Israel, porque Joab las detuvo. 17 Entonces tomaron el cuerpo de Absalón, lo echaron en un gran hoyo que había en el bosque, y sobre él levantaron un enorme montón de piedras. Después todos los israelitas huyeron a sus casas.


18 En vida, Absalón se había mandado hacer un monumento de piedra, el que está en el Valle del Rey, y le había puesto su nombre, ya que no tenía ningún hijo que se lo conservara. Y hasta el presente se le conoce como «el monumento de Absalón».


19 Luego Ahimaas, el hijo de Sadoc, dijo a Joab:


—Te ruego que me dejes ir corriendo a avisar al rey que el Señor le ha hecho justicia librándolo del poder de sus enemigos.


20 Pero Joab le respondió:


—Tú no eres hoy la persona ideal para llevar la noticia. Ya lo serás en otra ocasión, pero no hoy, porque el hijo del rey ha muerto.


21 Sin embargo, Joab dijo a un soldado etiope:


—Ve tú, e informa al rey de lo que has visto.


El etiope hizo una reverencia a Joab y salió corriendo. 22 Ahimaas, por su parte, volvió a decir a Joab:


—De todos modos, déjame correr detrás del etiope.


Pero Joab le contestó:


—¿Para qué quieres ir tú, hijo mío, si no vas a recibir un premio por tu noticia?


23 —No importa, iré corriendo —contestó Ahimaas.


—¡Pues corre! —le respondió Joab.


Entonces Ahimaas echó a correr por el valle, y se adelantó al etiope. 24 Mientras tanto, David estaba sentado entre las dos puertas de la entrada de la ciudad, y el centinela había subido a la azotea, encima de la puerta de la muralla. Al levantar la vista, el centinela vio a un hombre solo, que venía corriendo, 25 y lo anunció al rey en voz alta. El rey exclamó:


—Si viene solo es que trae buenas noticias.


Mientras el hombre se acercaba, 26 el centinela vio a otro hombre que corría, y le gritó al guardián de la puerta:


—¡Viene otro hombre corriendo!


—También ha de traer buenas noticias —respondió el rey.


27 El centinela añadió:


—Por su modo de correr, me parece que el primero es Ahimaas, el hijo de Sadoc.


—Él es un buen hombre —comentó el rey—, y seguramente traerá buenas noticias.


28 Ahimaas se acercó, e inclinándose hasta el suelo delante del rey, lo saludó y le dijo:


—Bendito sea el Señor, el Dios de Su Majestad, porque ha quitado de en medio a los que se rebelaron contra Su Majestad.


29 —¿Está bien el joven Absalón? —preguntó el rey.


Y Ahimaas respondió:


—Yo vi un gran alboroto en el momento en que Joab, servidor de Su Majestad, me enviaba, pero no supe lo que pasaba.


30 Entonces el rey le ordenó:


—Colócate a un lado y quédate ahí.


Ahimaas lo hizo así. 31 En aquel momento llegó el etiope, y dijo:


—Reciba estas buenas noticias Su Majestad: hoy el Señor ha hecho justicia a Su Majestad, librándolo del poder de todos los que se rebelaron contra Su Majestad.


32 El rey preguntó al etiope:


—Y el joven Absalón, ¿está bien?


El etiope contestó:


—Ojalá que los enemigos de Su Majestad y todos los que se rebelen contra Su Majestad y busquen su mal, acaben como ese muchacho.


33 (19.1) El rey se conmovió, y subiendo al cuarto que estaba encima de la puerta, se echó a llorar. Y mientras caminaba, decía: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío! ¡Ojalá yo hubiera muerto en tu lugar! ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío!»


19 (2-3) Cuando la gente supo que el rey lloraba y lamentaba la muerte de su hijo Absalón, fueron a decírselo a Joab. Y así aquel día la victoria se convirtió en motivo de tristeza. 3 (4) El ejército mismo procuró disimular su entrada en la ciudad: avanzaban los soldados avergonzados, como si hubieran huido del campo de batalla. 4 (5) Mientras tanto el rey, cubriéndose la cara, gritaba a voz en cuello: «¡Absalón, hijo mío! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!»


5 (6) Joab fue entonces a palacio, y le dijo al rey:


—Su Majestad ha puesto en vergüenza a sus servidores, que hoy han salvado la vida de Su Majestad y de sus hijos, hijas, esposas y concubinas. 6 (7) Su Majestad ha demostrado hoy que nada le importan sus jefes y oficiales, pues ama a quienes lo odian, y odia a quienes lo aman. Hoy me he dado cuenta de que para Su Majestad sería mejor que Absalón estuviera vivo, aunque todos nosotros hubiéramos muerto. 7 (8) Salga, pues, ahora Su Majestad, y aliente con sus palabras a sus seguidores, pues de lo contrario juro por el Señor a Su Majestad que esta noche no le quedará ni un solo partidario. Esto será para Su Majestad peor que todos los males que le han ocurrido desde su juventud hasta el presente.


8 (9) Entonces el rey se levantó y fue a sentarse a la puerta de la ciudad. Y cuando se informó a todo el pueblo de que el rey estaba sentado a la puerta, fueron todos a presentarse ante él.

David vuelve a Jerusalén


En cuanto a los de Israel, todos ellos habían huido a sus casas. 9 (10) Y en todas las tribus de Israel la gente discutía y decía: «El rey David nos libró del dominio de nuestros enemigos, los filisteos; y, sin embargo, por causa de Absalón, ha tenido que huir del país. 10 (11) Y Absalón, a quien nosotros habíamos consagrado como nuestro rey, ha muerto en la batalla. ¿Qué esperamos, pues, que no hacemos volver al rey David?»

Thursday, May 30, 2024

DAB Español, Jueves 30 de Mayo, Matrimonio 02

En esta lección, comenzamos a estudiar "las leyes del matrimonio" 1. La ley de prioridad (mi esposo(a) tiene la prioridad #1 en mi vida - no mis padres, ni mis amigos, ni mis actividades) 2. La ley de acercamiento (tengo que hacer todo el esfuerzo para acercarme a mi conyugue, no alejarme cuando hay un problema).









Lección 02        1+1=1 - El matrimonio bíblico                                                                       (Dejar y Unirse)

 

Mateo 7:24-27 – Construir sobre la Roca

 

O. Repaso

1.   La mayoría quieren matrimonios sólidos, pero pocos los encuentran.

2.   Los enemigos de un matrimonio que crece:

    a) Un mundo inestable

b) Las presiones de la sociedad para botar relaciones problemáticas en vez de 

     solucionarlas.

    c) Nuestra naturaleza egoísta

3.   El matrimonio problemático no significa que el matrimonio en si mismo no sirva sino que los fundamentos son malos – La gente no está construyendo sobre la Roca.

  4. Debemos seguir las instrucciones de la “fábrica

  5. Nuestras necesidades más básicas solamente se satisface en Dios.

        (Aceptación, Identidad, Seguridad, Propósito)

  6. Vamos a ver “Las 4 Leyes del Matrimonio”

 

I. La Ley de la Prioridad

A. Génesis 2:22-24 – Comienza con un cambio de prioridades: Ser una sola carne.

   1. Dejar (soltar, no abandonar); Unirse (una vida nueva y distinta)

   2. Cuando te casas, tus prioridades tienen que cambiar.

    Si esperas que todo siga como antes después de casarse, no tendrás éxito

   3. Una prioridad representa algo importante en tu vida que requiere tu tiempo

    y fuerza.

  B. ¿Cuáles son algunas prioridades que tenemos en la vida?

    1. _________________________  4. ___________________________

    2. _________________________  5. ___________________________

    3. _________________________  6. ___________________________

  C. ¿Cuáles prioridades tienen que cambiar cuando uno se casa?

    1. _________________________  4. ___________________________

    2. _________________________  5. ___________________________

    3. _________________________  6. ___________________________

  D. Antes de casarnos, las “prioridades egoístas” funcionan bien, pero, después, no.

    causan problemas para el conyugue y los hijos.

1.   Cuando se va la “magia”, en vez de crecer, tendemos a ser egoístas y querer vivir según nuestras prioridades de antes.

2.   Por eso, es común ver peleas poco después de la boda – los dos, en vez de buscar las prioridades nuevas, quieren retener las de antes

 

  E. El amor comienza a funcionar con un compromiso a las prioridades:

1.   No tomes a los recién casados como ejemplo

      (ni a las estrellas del cine y TV)

    2. Toma a los “veteranos” como ejemplo – los que han estado en la guerra

    3. Los estudios muestran que la satisfacción matrimonial comienza bien alta,

      y después se baja. En este momento bajo, si la pareja toma la decisión de

      poner en orden las prioridades, la satisfacción sube.

    4. “Celos legítimos” – igual que proteges a tu esposo(a) de un ataque, debes

        proteger tu relación de ser violado por cosas con menos prioridad.

     a) ¿Está bien que el esposo nuevo salga con tus amigos? Con la misma

           frecuencia que antes?  Con otras mujeres?

     b) ¿Está bien que sus amigos tengan la prioridad en su vida?

   5. Las prioridades se definen por quien recibe lo mejor de su tiempo y

       energía.

   6. Oración

II. La Ley de Acercamiento

  A. Unirse – “Estar cerca a” “Seguir con gran energía”, “Estar pegado a”

   1. Acercarme y seguir; no alejarme

2.   Va más allá de las fantasías del amor y matrimonio – es acercarse aún cuando no lo siente uno.

3.   Lo contrario es salir

4.   Requiere esfuerzo – como uno se prepara para salir con una muchacha

  B. El ejercicio es la clave

    1. Cuando menos quieras, debes practicar el acercamiento

    2. El pecado es el opuesto del acercamiento, y NUNCA funciona

       a) Adulterio              d) Sustitución

       b) Divorcio                 e) Mal humor

       c) Apatía                   f) _________________

  C. Apocalipsis 2:5 – Hay una respuesta

      (Igual en el cristianismo, el matrimonio, sin la atención necesaria, se

       enfriará)

    1. Recordar (de antes) – cuando buscaba el amor y cariño de el o ella

      a) Acciones                              d) Sensibilidad

      b) Detalles                                 e) Respecto

      c) Sentimientos                          f) Honor

    2. Arrepentirse – “Cambiar tu dirección”

        Tiene que ver con pensamientos, palabras, y acciones

    3. Haz las “primeras obras

a)   Escoge hacer las acciones de antes (de los primeros días de su amor)

b)  Por fe – aún cuando no sientes hacerlo

c)   Hazlo con todo el corazón (no de doble ánimo).

  D. Seguimiento – activamente buscar lo correcto

    El contrario es salir y huir de cualquier reto

  E. Para Platicar

1.   Describe unas de las “primeras obras” de su relación.

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    2. ¿Qué puede hacer uno para hacer estas obras de nuevo?

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DAB Español, Viernes 31 de Mayo

 Día 152, DAB Español, Viernes 31 de Mayo


2 Samuel 17:1-29; Juan 19:23-42; Salmos 119:129-152; Proverbios 16:12-13 (Dios Habla Hoy (DHH))








2 Samuel 17

Dios Habla Hoy

Husai deshace el plan de Ahitófel


17 Después Ahitófel le dijo a Absalón:


—Déjame escoger a doce mil hombres, y esta misma noche saldré en persecución de David. 2 Y cuando él esté débil y cansado, caeré sobre él y lo llenaré de miedo, y toda la gente que está con él, huirá. No mataré más que al rey, 3 y luego haré que todo el pueblo se reconcilie contigo, como cuando la recién casada se reconcilia con su esposo. Lo que tú buscas es la muerte de un hombre; y todo el pueblo quedará en paz.


4 El plan pareció bueno a Absalón y a todos los consejeros de Israel. 5 Pero Absalón ordenó que llamaran también a Husai el arquita, para que diera su opinión. 6 Cuando Husai llegó ante Absalón, éste le dijo:


—El plan de Ahitófel es este. ¿Lo llevaremos a cabo, o no? Danos tu opinión.


7 Husai le contestó:


—Esta vez el plan de Ahitófel no es conveniente. 8 Tú bien sabes que tu padre y sus hombres son muy valientes, y que ahora deben estar furiosos como una osa salvaje a la que le han quitado sus crías. Además, tu padre es un hombre acostumbrado a la guerra y no pasará la noche con la demás gente. 9 Ahora mismo ha de estar escondido en una cueva o en algún otro lugar. Por otra parte, apenas corra la voz de que en el primer encuentro han caído algunos de los tuyos, no faltará quien piense que tus seguidores han sido derrotados, 10 y hasta el más valiente, aun el que sea bravo como un león, se desanimará por completo; porque todos en Israel saben que tu padre y sus seguidores son gente valiente. 11 Ahora bien, yo te aconsejaría que se reúnan contigo todos los israelitas que hay desde Dan hasta Beerseba, que son tantos como los granos de arena que hay a la orilla del mar, y que tú personalmente los dirijas en la batalla. 12 Entonces atacaremos a tu padre en cualquier lugar donde se encuentre. Caeremos sobre él como el rocío sobre la tierra, y no quedarán con vida ni él ni ninguno de sus hombres. 13 Incluso si se refugia en alguna ciudad, todos los israelitas llevaremos cuerdas y, piedra por piedra, arrastraremos esa ciudad hasta el arroyo, y no quedará allí ni una sola piedra.


14 Absalón y todos los israelitas estuvieron de acuerdo en que el plan de Husai era mejor que el de Ahitófel. (Y es que el Señor había determinado frustrar el plan acertado de Ahitófel, para acarrear el desastre sobre Absalón.) 15 Después Husai informó a los sacerdotes Sadoc y Abiatar del consejo que Ahitófel había dado a Absalón y a los ancianos de Israel, y del consejo que él mismo les había dado, 16 a fin de que avisaran rápidamente a David, advirtiéndole que no pasara aquella noche en los llanos del desierto, sino que pasara sin falta al otro lado del Jordán para que no los mataran ni a él ni a sus hombres.


17 Como Jonatán y Ahimaas estaban en En-roguel, pues no podían arriesgarse a que los vieran en la ciudad, una criada fue a avisarles, e inmediatamente ellos salieron a contárselo al rey David. 18 Sin embargo, un muchacho los vio y fue a decírselo a Absalón. Entonces ellos se dieron prisa y llegaron a la casa de un vecino de Bahurim, y se metieron en un pozo que había en el patio. 19 Luego la esposa de ese hombre puso una tapa sobre el pozo, y encima esparció trigo trillado. De esto nadie supo nada. 20 Y cuando llegaron los seguidores de Absalón, preguntaron a la mujer:


—¿Dónde están Ahimaas y Jonatán?


—Pasaron por aquí, en dirección al río —les contestó la mujer.


Entonces los seguidores de Absalón fueron en su busca, pero al no encontrarlos regresaron a Jerusalén. 21 Y después que aquéllos se fueron, Ahimaas y Jonatán salieron del pozo y corrieron a poner sobre aviso al rey David; le dijeron que se levantara en seguida y cruzara el río, porque Ahitófel había aconsejado que los atacaran. 22 Entonces David y toda la gente que le acompañaba se levantaron rápidamente y cruzaron el río Jordán. Al amanecer del día siguiente, no había nadie que no lo hubiera cruzado.


23 Cuando Ahitófel vio que su plan no se había puesto en práctica, aparejó su asno y se fue a su casa, en su pueblo natal, y después de arreglar sus asuntos familiares, se ahorcó. Así murió, y fue enterrado en el sepulcro de su padre.

David en Mahanaim


24 David llegó a Mahanaim en el momento en que Absalón cruzaba el Jordán con todos los israelitas. 25 Absalón había puesto a Amasá al frente del ejército, en lugar de Joab. Amasá era hijo de un ismaelita llamado Itrá, que había tenido relaciones íntimas con Abigail, hija de Nahas y hermana de Seruiá, la madre de Joab.


26 Absalón acampó con los israelitas en territorio de Galaad, 27 y cuando David llegó a Mahanaim, salieron a recibirlo Sobí, hijo de Nahas, que era de Rabá de Amón; Maquir, hijo de Amiel, que era de Lodebar; y Barzilai, que era de Roguelim de Galaad. 28 Y le llevaron camas, palanganas y ollas de barro, y también trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, 29 miel, cuajada y queso de vaca y de oveja, para que comiera David y la gente que lo acompañaba; pues pensaron que, viniendo del desierto, estarían cansados, hambrientos y sedientos.

Wednesday, May 29, 2024

DAB Español, Jueves 30 de Mayo

Día 151, DAB Español, Jueves 30 de Mayo


2 Samuel 15:22-16:23; Juan 18:25-19:22; Salmos 119:113-128; Proverbios 16:10-11 (Dios Habla Hoy (DHH))








2 Samuel 15:22-16:23

Dios Habla Hoy


22 —Entonces ven con nosotros —le contestó David.


De esa manera se fue Itai con David, junto con todos sus hombres y la gente que lo acompañaba. 23 Todo el mundo lloraba amargamente. Pasaron todos el arroyo Cedrón; luego pasó el rey, y toda la gente siguió delante de él por el camino del desierto. 24 También iba Sadoc con todos los levitas que llevaban el arca de la alianza de Dios, el cual dejaron junto a Abiatar hasta que toda la gente salió de la ciudad. 25 Pero el rey le dijo a Sadoc:


—Lleva el arca de Dios de vuelta a la ciudad, pues si el Señor me favorece, hará que yo regrese y vea el arca y el lugar donde éste se halla. 26 Pero si me dice que no le agrado, aquí me tiene; que haga conmigo lo que mejor le parezca.


27 Dijo también el rey a Sadoc, el sacerdote:


—Mira, tú y Abiatar regresen tranquilamente a la ciudad con sus dos hijos. Tú con tu hijo Ahimaas, y Abiatar con su hijo Jonatán. 28 Mientras tanto, yo me quedaré en los llanos del desierto, hasta que me lleguen noticias de ustedes.


29 Sadoc y Abiatar llevaron el arca de Dios de vuelta a Jerusalén, y se quedaron allí. 30 David subió la cuesta de los Olivos; iba descalzo y llorando, y con la cabeza cubierta en señal de dolor. Toda la gente que lo acompañaba llevaba también cubierta la cabeza y subía llorando. 31 Y cuando le contaron a David que Ahitófel era uno de los que conspiraban con Absalón, David rogó al Señor que hiciera fracasar los planes de Ahitófel.


32 Al llegar David a la cumbre del monte, donde se rendía culto a Dios, le salió al encuentro Husai, de la tribu de los arquitas, con la ropa rasgada y la cabeza cubierta de tierra. 33 David le dijo:


—Si te vienes conmigo, me serás una carga; 34 pero si vuelves a Jerusalén y le dices a Absalón: “Majestad, este siervo suyo estará a su servicio igual que antes estuvo al servicio de su padre”, me ayudarás a deshacer los planes de Ahitófel, 35 pues allí cuentas con los sacerdotes Sadoc y Abiatar. Por tanto, comunícales siempre todo lo que escuches en palacio. 36 Sus hijos Ahimaas y Jonatán también están allí, así que háganme saber por medio de ellos todo lo que sepan.


37 Y Husai, el amigo de David, llegó a Jerusalén en el momento en que Absalón hacía su entrada en la ciudad.

David habla con Sibá


16 Apenas había pasado David un poco más allá de la cumbre del monte, cuando Sibá, el criado de Mefi-bóset, salió a su encuentro. Llevaba un par de asnos aparejados y cargados con doscientos panes, cien tortas de uvas pasas, cien frutas del tiempo y un cuero de vino. 2 El rey le preguntó:


—¿Para qué traes esto?


Y Sibá contestó:


—Los asnos son para que monte en ellos la familia real; los panes y la fruta para que coman los soldados, y el vino para que beban los que se cansen en el desierto.


3 —¿Dónde está el nieto de tu amo? —preguntó el rey.


—Se ha quedado en Jerusalén —respondió Sibá—, porque piensa que ahora los israelitas le devolverán el reino que le correspondía a su abuelo.


4 —Pues bien —contestó el rey—, ahora es tuyo todo lo que antes era de Mefi-bóset.


—¡Ojalá cuente yo siempre con el favor de Su Majestad! —respondió Sibá, inclinándose ante el rey.


5 Cuando el rey David llegó a Bahurim, un hombre de la familia de Saúl salió de allí. Era hijo de Guerá, y se llamaba Simí, e iba maldiciendo 6 y tirando piedras contra David y contra todos sus oficiales; y aunque el rey estaba protegido por la gente y por su guardia personal, 7 Simí lo maldecía diciendo:


—¡Largo de aquí, malvado asesino! 8 ¡El Señor te ha castigado por todos los crímenes que cometiste contra la familia de Saúl para reinar en su lugar! ¡Ahora el Señor ha entregado el reino a tu hijo Absalón, y aquí estás, víctima de tu propia maldad, pues no eres otra cosa que un asesino!


9 Entonces Abisai, hijo de Seruiá, dijo al rey:


—¿Por qué este perro muerto ha de ofender a Su Majestad? ¡Ahora mismo voy a cortarle la cabeza!


10 Pero el rey respondió:


—Esto no es asunto de ustedes, hijos de Seruiá. Si él me maldice, será porque el Señor se lo ha ordenado. Y en tal caso, ¿quién puede pedirle cuentas de lo que hace?


11 Luego, dirigiéndose a Abisai y a todos sus oficiales, dijo:


—Si hasta mi propio hijo procura quitarme la vida, ¡cuánto más uno de la tribu de Benjamín! ¡Déjenlo que me maldiga, pues el Señor se lo habrá ordenado! 12 Quizá cuando el Señor vea mi aflicción, me envíe bendiciones en lugar de las maldiciones que hoy escucho.


13 Y David y sus hombres siguieron su camino, mientras que Simí se fue por la ladera del monte, paralelo a David, maldiciendo y arrojando piedras y levantando polvo. 14 Cuando el rey y la gente que le acompañaba llegaron al río Jordán, iban muy cansados, y descansaron allí.

Absalón entra en Jerusalén


15 Mientras tanto, Absalón entró en Jerusalén acompañado por todos los israelitas y por Ahitófel. 16 Por su parte, Husai el arquita, amigo de David, fue al encuentro de Absalón, gritando:


—¡Viva el rey, viva el rey!


17 Entonces Absalón le preguntó:


—¿Es ésta tu lealtad hacia tu amigo? ¿Por qué no te fuiste con él?


18 —No puedo —le respondió Husai—, porque yo debo estar y quedarme con quien el Señor y todo el pueblo israelita hayan escogido. 19 Y en segundo lugar, si a alguien debo servir, que sea al hijo de mi amigo. Así que yo serviré a Su Majestad de la misma manera que he servido a su padre.


20 Más tarde Absalón preguntó a Ahitófel:


—¿Qué aconsejan ustedes que hagamos?


21 Y Ahitófel respondió a Absalón:


—Acuéstate con las concubinas de tu padre, las que él dejó para que cuidaran el palacio. Así todos en Israel comprenderán que te has hecho odioso a tu padre, y tendrán más ánimo todos los que están de tu parte.


22 Entonces pusieron para Absalón una tienda de campaña sobre la azotea, y allí se acostó Absalón con las concubinas de su padre, a la vista de todos los israelitas; 23 pues, en aquel tiempo, pedir un consejo a Ahitófel era como consultar la palabra de Dios. Tal era el prestigio de Ahitófel, tanto para David como para Absalón.

Tuesday, May 28, 2024

DAB Español, Miércoles 29 de Mayo

Día 150, DAB Español, Miércoles 29 de Mayo


2 Samuel 14:1-15:21; Juan 18:1-24; Salmos 119:97-112; Proverbios 16:8-9 (Dios Habla Hoy (DHH))








2 Samuel 14:1-15:21

Dios Habla Hoy

Joab consigue que vuelva Absalón


14 Joab, hijo de Seruiá, sabía que el rey echaba mucho de menos a Absalón, 2 así que mandó traer de Tecoa a una mujer muy astuta que allí vivía. Le dijo: «Finge que estás de duelo y vístete de luto; y no te eches perfume, pues debes parecer una mujer que durante mucho tiempo ha estado de luto por algún muerto. 3 Luego preséntate ante el rey y repite exactamente lo que te voy a decir.»


Luego que Joab le dijo lo que tenía que repetir, 4 aquella mujer de Tecoa fue ante el rey, e inclinándose hasta tocar el suelo con la frente en señal de reverencia, le dijo:


—¡Dígnese Su Majestad ayudarme!


5 —¿Qué te pasa? —le preguntó el rey.


Ella respondió:


—Yo soy viuda, mi marido ha muerto, 6 y dos hijos que tenía esta servidora de Su Majestad tuvieron una pelea en el campo; y como no hubo quien los separara, uno de ellos hirió al otro y lo mató. 7 Y ahora todos mis parientes se han puesto en contra mía y quieren que yo les entregue al que mató a su hermano, para vengar la muerte del que fue asesinado y al mismo tiempo quitar de en medio al único heredero. Así van a apagar la única brasa que me ha quedado, y van a dejar a mi marido sin ningún descendiente que lleve su nombre en la tierra.


8 Entonces el rey respondió a la mujer:


—Vete a tu casa, que yo voy a dar órdenes en favor tuyo.


9 La mujer le contestó:


—Mi rey y señor, si alguien ha de cargar con la culpa, que seamos yo y mi familia paterna, pero no Su Majestad ni su gobierno.


10 Y el rey contestó:


—Al que te amenace, tráemelo, y no volverá a molestarte más.


11 Pero ella insistió:


—¡Ruego a Su Majestad que invoque al Señor su Dios, para que el pariente que quiera vengar la muerte de mi hijo no aumente la destrucción matando a mi otro hijo!


El rey afirmó:


—¡Te juro por el Señor que no caerá al suelo ni un pelo de la cabeza de tu hijo!


12 Pero la mujer siguió diciendo:


—Permita Su Majestad que esta servidora suya diga tan sólo una palabra más.


—Habla —dijo el rey.


13 Entonces la mujer preguntó:


—¿Por qué, pues, piensa Su Majestad hacer esto mismo contra el pueblo de Dios? Según lo que Su Majestad mismo ha dicho, resulta culpable por no dejar que regrese su hijo desterrado. 14 Es un hecho que todos tenemos que morir; somos como agua que se derrama en el suelo, que no se puede recoger. Sin embargo, Dios no quita la vida a nadie, sino que pone los medios para que el desterrado no siga alejado de él. 15 Ahora bien, si yo he venido a decir esto a Su Majestad, mi señor, es porque la gente me atemorizó. Por eso decidió esta servidora suya hablar, por si acaso Su Majestad aceptaba hacer lo que he pedido. 16 Si Su Majestad me atiende, podrá librarme de quien quiere arrancarnos, a mi hijo y a mí, de esta tierra que pertenece a Dios. 17 Esta servidora suya espera que la respuesta de Su Majestad la tranquilice, pues Su Majestad sabe distinguir entre lo bueno y lo malo, igual que un ángel de Dios. ¡Que Dios el Señor quede con Su Majestad!


18 El rey respondió a la mujer:


—Te ruego que no me ocultes nada de lo que voy a preguntarte.


—Hable Su Majestad —contestó la mujer.


19 Entonces el rey le preguntó:


—¿No es verdad que Joab te ha metido en todo esto?


Y la mujer contestó:


—Juro por Su Majestad que nada hay más cierto que lo que Su Majestad ha dicho. En efecto, Joab, oficial de Su Majestad, es quien me ordenó venir, y él mismo me dijo todo lo que yo tenía que decir. 20 Pero lo hizo con el deseo de que cambien las cosas. Sin embargo, Su Majestad es tan sabio que conoce como un ángel de Dios todo lo que ocurre en el país.


21 Como consecuencia de esto, el rey dijo a Joab:


—Mira, ya he resuelto este asunto. Ve y haz que regrese el joven Absalón.


22 Entonces Joab se inclinó hasta tocar el suelo con la frente en señal de reverencia, bendijo al rey y le dijo:


—Hoy he podido ver que cuento con el favor de Su Majestad, ya que Su Majestad ha hecho lo que este servidor suyo le sugirió hacer.


23 En seguida Joab se levantó y fue a Guesur para traer a Absalón a Jerusalén. 24 Pero el rey ordenó que se fuera directamente a su casa y no se presentara ante él; por tanto, Absalón se fue a su casa sin ver al rey.


25 En todo Israel no había un hombre tan bien parecido como Absalón, y tan alabado por ello. De pies a cabeza no tenía defecto alguno. 26 Cuando se cortaba el pelo, lo cual hacía cada fin de año, porque le molestaba, sus cabellos pesaban más de dos kilos, según el peso real. 27 Y Absalón tenía tres hijos y una hija, llamada Tamar, que era muy hermosa.


28 Durante dos años, Absalón estuvo en Jerusalén sin poder presentarse ante el rey 29 así que Absalón pidió a Joab que fuera a visitar al rey de su parte; pero Joab no quiso ir. Por segunda vez Absalón le pidió que fuera, pero Joab tampoco fue. 30 Entonces ordenó Absalón a sus criados:


—Miren, el campo de Joab está junto al mío, y lo tiene sembrado de cebada; ¡vayan y préndanle fuego!


Los criados de Absalón fueron y prendieron fuego al campo de Joab, 31 el cual fue inmediatamente a casa de Absalón y le preguntó:


—¿Por qué han prendido fuego tus criados a mi campo?


32 Absalón le respondió:


—Te mandé a decir que vinieras aquí para enviarte a ver al rey y decirle de mi parte que no tuvo objeto que yo me viniera de Guesur; que hubiera sido mejor que me quedara allá. Yo quiero ver al rey, y si soy culpable de algo, que me mate.


33 Entonces Joab fue a ver al rey y le comunicó lo que decía Absalón, y el rey lo mandó llamar. Y al llegar Absalón ante el rey, se inclinó hasta tocar el suelo con la frente. El rey, por su parte, lo recibió con un beso.

Absalón se rebela contra David


15 Pasado algún tiempo, Absalón consiguió un carro de combate y caballos, y formó una guardia personal de cincuenta hombres. 2 Se levantaba temprano y se ponía a la orilla del camino, a la entrada de la ciudad, y a todo el que llegaba para que el rey le hiciera justicia en algún pleito, lo llamaba y le preguntaba de qué ciudad venía. Si aquella persona respondía que era de alguna de las tribus de Israel, 3 Absalón le decía: «Realmente tu demanda es justa y razonable, pero no hay quien te atienda por parte del rey.» 4 Y añadía: «¡Ojalá yo fuera el juez de este país, para que vinieran a verme todos los que tienen pleitos legales y yo les hiciera justicia!» 5 Además, cuando alguien se acercaba a saludarlo, Absalón le tendía la mano, y lo abrazaba y lo besaba. 6 Esto lo hacía con todo israelita que iba a ver al rey para que le hiciera justicia, y así les robaba el corazón a los israelitas.


7 Al cabo de cuatro años, Absalón le dijo al rey:


—Ruego a Su Majestad que me permita ir a Hebrón, a cumplir la promesa que hice al Señor. 8 Cuando este servidor de Su Majestad vivía en Guesur, en Siria, prometí al Señor que si él me concedía volver a Jerusalén, yo le rendiría culto.


9 —Puedes ir tranquilo —le respondió el rey.


Entonces Absalón se fue a Hebrón. 10 Pero al mismo tiempo envió unos mensajeros a todas las tribus de Israel para decirles que, en cuanto escucharan el toque de trompeta, anunciaran que Absalón había sido proclamado rey en Hebrón. 11 Invitó además a doscientas personas de Jerusalén, las cuales fueron con él de buena fe y sin saber nada del asunto. 12 Así mismo, Absalón mandó llamar a uno de los consejeros de David, llamado Ahitófel, el cual vivía en Guiló, su ciudad, para que lo acompañara mientras él ofrecía los sacrificios. De modo que la conspiración iba tomando fuerza y seguían aumentando los seguidores de Absalón.

David huye de Jerusalén


13 Un mensajero fue a decirle a David que los israelitas estaban haciéndose partidarios de Absalón. 14 Entonces David ordenó a todos los oficiales que estaban con él en Jerusalén:


—¡Huyamos ahora mismo o no podremos escapar de Absalón! ¡Vamos, dense prisa, no sea que nos alcance y nos cause mucho daño y mate a filo de espada a todos en la ciudad!


15 Y ellos respondieron al rey:


—Nosotros estamos dispuestos a hacer lo que Su Majestad ordene.


16 Así pues, el rey salió acompañado de toda la casa real, dejando sólo a diez de sus concubinas para que cuidaran del palacio. 17 Y después de haber salido el rey con todos sus acompañantes, se detuvieron en la última casa de la ciudad. 18 A su lado se pusieron todos sus oficiales, mientras que todos los quereteos y peleteos de la guardia real, y los seiscientos geteos que lo habían seguido desde Gat, desfilaban ante él. 19 En ese momento el rey dijo a Itai, el de Gat:


—¿Por qué has venido tú también con nosotros? Es mejor que te vuelvas y te quedes con el nuevo rey, pues al fin y al cabo tú eres un extranjero desterrado de tu país. 20 Apenas ayer llegaste, ¿y cómo voy a pedirte hoy que vengas con nosotros, si ni yo mismo sé a dónde voy? Es mejor que te vuelvas y te lleves contigo a tus paisanos. ¡Que el Señor te bendiga y te acompañe siempre!


21 Itai respondió al rey:


—Juro por el Señor y por Su Majestad, que dondequiera que Su Majestad se encuentre, sea para vida o para muerte, allí también estará este servidor suyo.

DAB Español, Miércoles 06 de Agosto

Día 219, DAB Español, Miércoles 06 de Agosto Esdras 3:1-4:24; 1 Corintios 2:6-3:4; Salmos 28; Proverbios 20:24-25 (Palabra de Dios para Todo...