Monday, December 31, 2018

DAB Español, Martes 1 de Enero

Día 1, DAB Español, Martes 1 de Enero

Génesis 1:1-2:25; Mateo 1:1-2:12; Salmos 1; Proverbios 1:1-6 (La Biblia de las Américas (LBLA))






Génesis 1-2 La Biblia de las Américas (LBLA)
La creación
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra. 2 Y la tierra estaba sin orden y vacía[a], y las tinieblas cubrían la superficie[b] del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie[c] de las aguas. 3 Entonces dijo Dios: Sea la luz. Y hubo luz. 4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas. 5 Y llamó Dios a la luz día, y a las tinieblas llamó noche. Y fue la tarde y fue la mañana: un día.

6 Entonces dijo Dios: Haya expansión[d] en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. 7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión de las aguas que estaban sobre la expansión. Y fue así. 8 Y llamó Dios a la expansión cielos. Y fue la tarde y fue la mañana: el segundo día.

9 Entonces dijo Dios: Júntense en un lugar las aguas que están debajo de los cielos, y que aparezca lo seco. Y fue así. 10 Y llamó Dios a lo seco tierra, y al conjunto de las aguas llamó mares. Y vio Dios que era bueno. 11 Y dijo Dios: Produzca la tierra vegetación[e]: hierbas[f] que den semilla, y árboles frutales que den fruto sobre la tierra según su género[g], con su semilla en él. Y fue así. 12 Y produjo la tierra vegetación[h]: hierbas[i] que dan semilla según su género, y árboles que dan fruto con su semilla en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y fue la mañana: el tercer día.

14 Entonces dijo Dios: Haya lumbreras[j] en la expansión de los cielos para separar el día de la noche, y sean para señales y para estaciones y para días y para años; 15 y sean por luminarias en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así. 16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras[k], la lumbrera[l] mayor para dominio del día y la lumbrera[m] menor para dominio de la noche; hizo también las estrellas. 17 Y Dios las puso en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18 y para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno. 19 Y fue la tarde y fue la mañana: el cuarto día.

20 Entonces dijo Dios: Llénense[n] las aguas de multitudes de seres vivientes, y vuelen las aves sobre la tierra en la abierta[o] expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos y todo ser viviente que se mueve, de los cuales están llenas[p] las aguas según su género, y toda ave[q] según su género. Y vio Dios que era bueno. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y fue la mañana: el quinto día.

24 Entonces dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género: ganados, reptiles y bestias de la tierra según su género. Y fue así. 25 E hizo Dios las bestias de la tierra según su género, y el ganado según su género, y todo lo que se arrastra sobre la tierra según su género. Y vio Dios que era bueno.

Creación del hombre y de la mujer
26 Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza[r] dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra. 27 Creó, pues, Dios al hombre a imagen suya, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. 28 Y los bendijo Dios y les dijo[s]: Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sojuzgadla; ejerced dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve[t] sobre la tierra. 29 Y dijo Dios: He aquí, yo os he dado toda planta que da semilla que hay en la superficie[u] de toda la tierra, y todo árbol que tiene fruto[v] que da semilla; esto os servirá de[w] alimento. 30 Y a toda bestia de la tierra, a toda ave de los cielos y a todo lo que se mueve[x] sobre la tierra, y que tiene vida[y], les he dado toda planta verde para alimento. Y fue así. 31 Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y fue la mañana: el sexto día.

2 Así fueron acabados los cielos y la tierra y todas sus huestes. 2 Y en el séptimo día completó Dios la[z] obra que había hecho, y reposó en el día séptimo de toda la[aa] obra que había hecho. 3 Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la[ab] obra que El[ac] había creado y hecho[ad].

El huerto del Edén
4 Estos son los orígenes[ae] de los cielos y de la tierra cuando fueron creados, el día en que el Señor Dios hizo la tierra y los cielos. 5 Y aún no había ningún arbusto del campo en la tierra, ni había aún brotado ninguna planta[af] del campo, porque el Señor Dios no había enviado lluvia sobre la tierra, ni había hombre para labrar[ag] la tierra. 6 Pero se levantaba de la tierra un vapor[ah] que regaba toda la superficie[ai] del suelo. 7 Entonces el Señor Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser[aj] viviente. 8 Y plantó el Señor Dios un huerto hacia el oriente, en Edén; y puso allí al hombre que había formado. 9 Y el Señor Dios hizo brotar de la tierra todo árbol agradable a la vista y bueno para comer; asimismo, en medio del huerto, el árbol de la vida y el árbol del conocimiento[ak] del bien y del mal.

10 Y del Edén salía un río para regar el huerto, y de allí se dividía y se convertía en otros cuatro ríos[al]. 11 El nombre del primero es Pisón; éste es el que rodea toda la tierra de Havila, donde hay oro. 12 El oro de aquella tierra es bueno; allí hay bedelio y ónice. 13 Y el nombre del segundo río es Gihón; éste es el que rodea la tierra de Cus. 14 Y el nombre del tercer río es Tigris[am]; éste es el que corre[an] al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates[ao]. 15 Entonces el Señor Dios tomó al hombre y lo puso en el huerto del Edén, para que lo cultivara y lo cuidara. 16 Y ordenó el Señor Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer, 17 pero del árbol del conocimiento[ap] del bien y del mal no comerás[aq], porque el día que de él comas, ciertamente morirás.

Formación de la mujer
18 Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea[ar]. 19 Y el Señor Dios formó de la tierra todo animal del campo y toda ave del cielo, y los trajo al hombre para ver cómo los llamaría; y como el hombre llamó a cada ser viviente, ése fue su nombre. 20 Y el hombre puso nombre a todo ganado y a las aves del cielo y a toda bestia del campo, mas para Adán[as] no se encontró una ayuda que fuera idónea para él[at]. 21 Entonces el Señor Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar. 22 Y de la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, formó[au] una mujer y la trajo al hombre. 23 Y el hombre dijo:

Esta es ahora hueso de mis huesos,
y carne de mi carne;
ella[av] será llamada mujer[aw],
porque del hombre[ax] fue tomada.

24 Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne. 25 Y estaban ambos desnudos, el hombre y su mujer, y no se avergonzaban.

Footnotes:
Génesis 1:2 O, era caos y vacuidad
Génesis 1:2 Lit., faz
Génesis 1:2 Lit., faz
Génesis 1:6 O, firmamento, y así en el resto del cap.
Génesis 1:11 O, hierbas
Génesis 1:11 O, plantas
Génesis 1:11 O, especie y así en el resto del cap.
Génesis 1:12 O, hierbas
Génesis 1:12 O, plantas
Génesis 1:14 O, luminares
Génesis 1:16 O, los grandes luminares
Génesis 1:16 O, el luminar
Génesis 1:16 O, el luminar
Génesis 1:20 O, Pululen
Génesis 1:20 O, en la faz de la
Génesis 1:21 O, pululan
Génesis 1:21 Lit., ave alada
Génesis 1:26 Lit., ejerzan
Génesis 1:28 Lit., dijo Dios
Génesis 1:28 O, arrastra
Génesis 1:29 Lit., sobre la faz
Génesis 1:29 Lit., en el cual está el fruto del árbol
Génesis 1:29 O, será
Génesis 1:30 O, arrastra
Génesis 1:30 Lit., en que hay un alma viviente
Génesis 2:2 Lit., su
Génesis 2:2 Lit., su
Génesis 2:3 Lit., su
Génesis 2:3 Lit., Dios
Génesis 2:3 Lit., para hacer
Génesis 2:4 Lit., Estas son las generaciones
Génesis 2:5 O, hierba
Génesis 2:5 Lit., servir
Génesis 2:6 O posiblemente, manantial
Génesis 2:6 Lit., faz
Génesis 2:7 Lit., alma
Génesis 2:9 O, de la ciencia
Génesis 2:10 Lit., cabezas
Génesis 2:14 Heb., Hidekel
Génesis 2:14 Lit., va
Génesis 2:14 Heb., Perat
Génesis 2:17 O, de la ciencia
Génesis 2:17 Lit., no comerás de él
Génesis 2:18 Lit., que le corresponda
Génesis 2:20 O, el hombre
Génesis 2:20 Lit., que le correspondiera
Génesis 2:22 Lit., hizo
Génesis 2:23 Lit., ésta
Génesis 2:23 Heb., ishshah
Génesis 2:23 Heb., ish
La Biblia de las Américas (LBLA)
Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation

Mateo 1:1-2:12 La Biblia de las Américas (LBLA)
Genealogía de Jesucristo
1 Libro de la genealogía de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.

2 Abraham engendró a Isaac, Isaac a Jacob, y Jacob a Judá y a sus hermanos; 3 Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zara, Fares engendró a Esrom, y Esrom a Aram[a]; 4 Aram engendró a Aminadab, Aminadab a Naasón, y Naasón a Salmón; 5 Salmón engendró, de Rahab, a Booz, Booz engendró, de Rut, a Obed, y Obed engendró a Isaí; 6 Isaí engendró al rey David.

Y David engendró a Salomón de la que había sido mujer de Urías. 7 Salomón engendró a Roboam, Roboam a Abías, y Abías a Asa[b]; 8 Asa engendró a Josafat, Josafat a Joram, y Joram a Uzías; 9 Uzías engendró a Jotam, Jotam a Acaz, y Acaz a Ezequías; 10 Ezequías engendró a Manasés, Manasés a Amón[c], y Amón[d] a Josías; 11 Josías engendró a Jeconías[e] y a sus hermanos durante la[f] deportación a Babilonia.

12 Después de la deportación a Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel; 13 Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a Azor; 14 Azor engendró a Sadoc, Sadoc a Aquim, y Aquim a Eliud; 15 Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, y Matán a Jacob; 16 Jacob engendró a José, el marido de María, de la cual nació Jesús, llamado el Cristo[g].

17 De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones; y desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce generaciones; y desde la deportación a Babilonia hasta Cristo[h], catorce generaciones.

Nacimiento de Jesucristo
18 Y el nacimiento de Jesucristo fue como sigue. Estando su madre María desposada[i] con José, antes de que se consumara el matrimonio[j], se halló que había concebido por obra del Espíritu Santo. 19 Y José su marido, siendo un hombre justo y no queriendo difamarla, quiso abandonarla[k] en secreto. 20 Pero mientras pensaba en esto, he aquí que se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciendo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño[l] que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo. 21 Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a su pueblo de sus pecados. 22 Todo esto sucedió[m] para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo: 23 He aqui, la virgen concebira y dara a luz un hijo, y le pondran por nombre Emmanuel, que traducido significa: Dios con nosotros. 24 Y cuando despertó[n] José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y tomó consigo a su mujer; 25 y la conservó virgen[o] hasta que dio a luz un hijo[p]; y le puso por nombre Jesús.

Visita de los magos
2 Después de nacer Jesús en Belén de Judea, en tiempos[q] del rey Herodes, he aquí, unos magos[r] del oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: 2 ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque vimos su estrella en el oriente y hemos venido a adorarle. 3 Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. 4 Entonces, reuniendo a todos los principales sacerdotes y escribas del pueblo, indagó de ellos dónde había de nacer el Cristo[s]. 5 Y ellos le dijeron: En Belén de Judea, porque así está escrito por el[t] profeta:

6 “Y tu, Belen, tierra de Juda,
de ningun modo eres la mas pequeña entre los principes de Juda;
porque de ti saldra un Gobernante
que pastoreara a mi pueblo Israel.”

7 Entonces Herodes llamó a los magos en secreto y se cercioró con ellos del tiempo en que había aparecido[u] la estrella. 8 Y enviándolos a Belén, dijo: Id y buscad con diligencia al Niño; y cuando le encontréis, avisadme para que yo también vaya y le adore. 9 Y habiendo oído al rey, se fueron; y he aquí, la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo sobre el lugar donde estaba el Niño. 10 Cuando vieron la estrella, se regocijaron sobremanera con gran alegría. 11 Y entrando en la casa, vieron al Niño con su madre María, y postrándose le adoraron; y abriendo sus tesoros le presentaron obsequios de oro, incienso y mirra. 12 Y habiendo sido advertidos por Dios en sueños que no volvieran a Herodes, partieron para su tierra por otro camino.

Footnotes:
Mateo 1:3 En Rut 4:19, Ram
Mateo 1:7 En el texto gr., Asaf
Mateo 1:10 En el gr., Amós
Mateo 1:10 En el gr., Amós
Mateo 1:11 En 2 Rey 24:6 Joaquín
Mateo 1:11 O, al tiempo de la
Mateo 1:16 I.e., el Mesías
Mateo 1:17 I.e., el Mesías
Mateo 1:18 O, comprometida para casarse
Mateo 1:18 Lit., antes de que se juntaran
Mateo 1:19 O, divorciarse de ella
Mateo 1:20 Lit., lo que
Mateo 1:22 O, ha sucedido
Mateo 1:24 Lit., levantándose
Mateo 1:25 Lit., no la conoció
Mateo 1:25 Algunos mss. antiguos dicen: su hijo primogénito
Mateo 2:1 Lit., días
Mateo 2:1 I.e., sabios dedicados al estudio de la astrología, la medicina, y las ciencias naturales
Mateo 2:4 I.e., el Mesías
Mateo 2:5 Lit., por medio del
Mateo 2:7 Lit., el tiempo del aparecimiento de
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Salmos 1 La Biblia de las Américas (LBLA)
LIBRO PRIMERO
Contraste entre el justo y los impíos
1 ¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la silla de los escarnecedores,
2 sino que en la ley del Señor está su deleite,
y en su ley medita de día y de noche!
3 Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes[a] de agua,
que da su fruto a su tiempo,
y su hoja[b] no se marchita;
en todo lo que hace, prospera[c].

4 No así los impíos,
que son como paja que se lleva el viento.
5 Por tanto, no se sostendrán[d] los impíos en el juicio,
ni los pecadores en la congregación de los justos.
6 Porque el Señor conoce[e] el camino de los justos,
mas el camino de los impíos perecerá.

Footnotes:
Salmos 1:3 O, canales
Salmos 1:3 O, follaje
Salmos 1:3 O, y todo lo que hace prospera
Salmos 1:5 O, se levantarán
Salmos 1:6 O, aprueba
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Proverbios 1:1-6 La Biblia de las Américas (LBLA)
Propósito de los proverbios
1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel:

2 para aprender[a] sabiduría e instrucción,
para discernir dichos profundos[b],
3 para recibir instrucción en sabia conducta,
justicia, juicio y equidad;
4 para dar a los simples prudencia,
y a los jóvenes conocimiento y discreción.
5 El sabio oirá y crecerá en conocimiento,
y el inteligente adquirirá habilidad,
6 para entender proverbio y metáfora[c],
las palabras de los sabios y sus enigmas.

Footnotes:
Proverbios 1:2 O, saber
Proverbios 1:2 O, de entendimiento
Proverbios 1:6 O, cualquier imagen literaria
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Sunday, December 30, 2018

DAB Español, Lunes 31 de Diciembre

Día 365, DAB Español, Lunes 31 de Diciembre

Malaquías 3:1-4:6; Apocalipsis 22:1-21; Salmos 150; Proverbios 31:25-31 (Reina-Valera 1995 (RVR1995))






Malaquías 3-4 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
3 «Yo envío mi mensajero
para que prepare el camino delante de mí.
Y vendrá súbitamente a su Templo
el Señor a quien vosotros buscáis;
y el ángel del pacto,
a quien deseáis vosotros, ya viene»,
ha dicho Jehová de los ejércitos.

2 ¿Pero quién podrá soportar el tiempo de su venida?
o ¿quién podrá estar en pie cuando él se manifieste?
Porque él es como fuego purificador
y como jabón de lavadores.
3 Él se sentará para afinar y limpiar la plata:
limpiará a los hijos de Leví,
los afinará como a oro y como a plata,
y traerán a Jehová ofrenda en justicia.
4 Entonces será grata a Jehová la ofrenda de Judá y de Jerusalén,
como en los días pasados, como en los años antiguos.

5 «Vendré a vosotros para juicio,
y testificaré sin vacilar contra los hechiceros y adúlteros,
contra los que juran falsamente;
contra los que defraudan en su salario al jornalero,
a la viuda y al huérfano,
contra los que hacen injusticia al extranjero,
sin tener temor de mí»,
dice Jehová de los ejércitos.

6 «Porque yo, Jehová, no cambio;
por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
7 Desde los días de vuestros padres
os apartáis de mis leyes y no las guardáis.
¡Volveos a mí y yo me volveré a vosotros!,
ha dicho Jehová de los ejércitos.
Pero vosotros decís: “¿En qué hemos de volvernos?”
8 ¿Robará el hombre a Dios?
Pues vosotros me habéis robado.
Y aún preguntáis: “¿En qué te hemos robado?”
En vuestros diezmos y ofrendas.
9 Malditos sois con maldición,
porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
10 Traed todos los diezmos al alfolí
y haya alimento en mi Casa:
Probadme ahora en esto,
dice Jehová de los ejércitos,
a ver si no os abro las ventanas de los cielos
y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
11 Reprenderé también por vosotros al devorador,
y no os destruirá el fruto de la tierra,
ni vuestra vid en el campo será estéril,
dice Jehová de los ejércitos.
12 Todas las naciones os dirán bienaventurados,
porque seréis tierra deseable,
dice Jehová de los ejércitos.

13 »Vuestras palabras contra mí han sido violentas, dice Jehová.
Y todavía preguntáis: “¿Qué hemos hablado contra ti?”
14 Habéis dicho: “Por demás es servir a Dios.
¿Qué aprovecha que guardemos su Ley
y que andemos afligidos en presencia de Jehová de los ejércitos?
15 Hemos visto que los soberbios son felices,
que los que hacen impiedad no sólo prosperan,
sino que tientan a Dios, y no les pasa nada.”»

16 Entonces los que temían a Jehová hablaron entre sí.
Jehová escuchó y oyó,
y fue escrito ante él un memorial de los que temen a Jehová y honran su nombre.

17 «Serán para mí especial tesoro,
dice Jehová de los ejércitos,
en el día en que yo actúe.
Los perdonaré
como un hombre perdona al hijo que lo sirve.
18 Entonces os volveréis
y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo,
entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.»

4 «Ciertamente viene el día, ardiente como un horno,
y serán estopa todos los soberbios y todos los que hacen maldad.
Aquel día que vendrá, los abrasará,
dice Jehová de los ejércitos,
y no les dejará ni raíz ni rama.
2 Mas para vosotros, los que teméis mi nombre,
nacerá el sol de justicia
y en sus alas traerá salvación.
Saldréis y saltaréis como becerros de la manada.
3 Pisotearéis a los malos,
los cuales serán ceniza bajo las plantas de vuestros pies
en el día en que yo actúe,
dice Jehová de los ejércitos.

4 »Acordaos de la ley de Moisés, mi siervo,
al cual encargué, en Horeb,
ordenanzas y leyes para todo Israel.

5 »Yo os envío al profeta Elías
antes que venga el día de Jehová,
grande y terrible.
6 Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos,
y el corazón de los hijos hacia los padres,
no sea que yo venga y castigue la tierra con maldición.»

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Apocalipsis 22 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
22 Después me mostró un río limpio, de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluía del trono de Dios y del Cordero. 2 En medio de la calle de la ciudad y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones. 3 Y no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en ella, sus siervos lo servirán, 4 verán su rostro y su nombre estará en sus frentes. 5 Allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos.

La venida de Cristo está cerca
6 Me dijo: «Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.

7 »¡Vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.»

8 Yo, Juan, soy el que oyó y vio estas cosas. Después que las hube oído y visto, me postré a los pies del ángel que me mostraba estas cosas, para adorarlo. 9 Pero él me dijo: «¡Mira, no lo hagas!, pues yo soy consiervo tuyo, de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de este libro. ¡Adora a Dios!»

10 Y me dijo: «No selles las palabras de la profecía de este libro, porque el tiempo está cerca. 11 El que es injusto, sea injusto todavía; el que es impuro, sea impuro todavía; el que es justo, practique la justicia todavía, y el que es santo, santifíquese más todavía.

12 »¡Vengo pronto!, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra. 13 Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.

14 »Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas en la ciudad. 15 Pero los perros estarán afuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo aquel que ama y practica la mentira.

16 »Yo, Jesús, he enviado mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.» 17 El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!» El que oye, diga: «¡Ven!» Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.

18 Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro. 19 Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.

20 El que da testimonio de estas cosas dice: «Ciertamente vengo en breve.»

¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!

21 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Salmos 150 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Exhortación a alabar a Dios con instrumentos de música
¡Aleluya!
150 Alabad a Dios en su santuario;
alabadlo en la magnificencia de su firmamento.
2 Alabadlo por sus proezas;
alabadlo conforme a la muchedumbre de su grandeza.
3 Alabadlo a son de bocina;
alabadlo con salterio y arpa.
4 Alabadlo con pandero y danza;
alabadlo con cuerdas y flautas.
5 Alabadlo con címbalos resonantes;
alabadlo con címbalos de júbilo.
6 ¡Todo lo que respira alabe a Jah!

¡Aleluya!

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Proverbios 31:25-31 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
25 Fuerza y honor son su vestidura,
y se ríe de lo por venir.
26 Abre su boca con sabiduría
y la ley de la clemencia está en su lengua.
27 Considera la marcha de su casa
y no come el pan de balde.
28 Sus hijos se levantan y la llaman bienaventurada,
y su marido también la alaba:
29 “¡Muchas mujeres han hecho el bien,
pero tú las sobrepasas a todas!”
30 Engañosa es la gracia y vana la hermosura,
pero la mujer que teme a Jehová, ésa será alabada.
31 ¡Ofrecedle del fruto de sus manos,
y que en las puertas de la ciudad la alaben sus hechos!»

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies


Saturday, December 29, 2018

DAB Español, Domingo 30 de Diciembre

Día 364, DAB Español, Domingo 30 de Diciembre

Malaquías 1:1-2:17; Apocalipsis 21:1-27; Salmos 149; Proverbios 31:10-24 (Reina-Valera 1995 (RVR1995))





Malaquías 1-2 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
1 Profecía. Palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías:

2 «Yo os he amado, dice Jehová.
Pero vosotros dijisteis: “¿En qué nos amaste?”
¿No era Esaú hermano de Jacob?, dice Jehová;
sin embargo, amé a Jacob
3 y a Esaú aborrecí;
convertí sus montes en desolación
y abandoné su heredad a los chacales del desierto.
4 Edom dice: “Nos hemos empobrecido,
pero volveremos a edificar lo arruinado.”
Pero así ha dicho Jehová de los ejércitos:
Ellos edificarán y yo destruiré;
los llamarán territorio de impiedad
y pueblo contra el cual Jehová está indignado para siempre.
5 Vuestros ojos lo verán, y diréis:
“Sea Jehová engrandecido más allá de los límites de Israel.”

6 »El hijo honra al padre y el siervo a su señor.
Si, pues, yo soy padre, ¿dónde está mi honra?;
y si soy señor, ¿dónde está mi temor?,
dice Jehová de los ejércitos a vosotros, sacerdotes,
que menospreciáis mi nombre y decís:
“¿En qué hemos menospreciado tu nombre?”
7 En que ofrecéis sobre mi altar pan inmundo.
Y todavía decís: “¿En qué te hemos deshonrado?”
En que pensáis que la mesa de Jehová es despreciable.
8 Cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿acaso no es malo?
Asimismo, cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿acaso no es malo?
Preséntalo, pues, a tu príncipe;
¿acaso le serás grato o te acogerá benévolo?,
dice Jehová de los ejércitos.»
9 Ahora, pues, orad por el favor de Dios,
para que tenga piedad de nosotros.
Pero, «¿cómo podéis agradarle,
si hacéis estas cosas?,
dice Jehová de los ejércitos.
10 ¿Quién hay entre vosotros que de balde cierre las puertas o alumbre mi altar?
Yo no me complazco en vosotros,
dice Jehová de los ejércitos,
ni de vuestra mano aceptaré ofrenda.
11 Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone,
es grande mi nombre entre las naciones,
y en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia.
Grande es mi nombre entre las naciones,
dice Jehová de los ejércitos;
12 pero vosotros lo profanáis cuando decís:
“Inmunda es la mesa de Jehová”,
y cuando decís que su alimento es despreciable.
13 Además, habéis dicho:
“¡Qué fastidio es esto!”, y me despreciáis,
dice Jehová de los ejércitos.
Trajisteis lo robado, o cojo, o enfermo,
y me lo presentasteis como ofrenda.
¿Aceptaré yo eso de vuestras manos?, dice Jehová.
14 Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño
promete y sacrifica a Jehová lo dañado.
Porque yo soy Gran Rey,
dice Jehová de los ejércitos,
y mi nombre es temible entre las naciones.

Reprensión de la infidelidad de Israel
2 »Ahora, pues, sacerdotes, para vosotros es este mandamiento.
2 Si no escucháis
y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre,
ha dicho Jehová de los ejércitos,
enviaré maldición sobre vosotros
y maldeciré vuestras bendiciones;
y ya las he maldecido,
porque no os habéis decidido de corazón.

3 »Yo os dañaré la sementera,
os echaré al rostro el estiércol,
el estiércol de vuestros animales sacrificados,
y seréis arrojados juntamente con él.
4 Así sabréis que yo os envié este mandamiento,
para que permanezca mi pacto con Leví,
ha dicho Jehová de los ejércitos.

5 »Mi pacto con él fue de vida y de paz.
Se las di para que me temiera,
y él tuvo temor de mí y ante mi nombre guardaba reverencia.
6 La ley de verdad estuvo en su boca,
iniquidad no fue hallada en sus labios;
en paz y en justicia anduvo conmigo,
y a muchos hizo apartar de la maldad.
7 Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría,
y de su boca el pueblo buscará la Ley;
porque es mensajero de Jehová de los ejércitos.

8 »Mas vosotros os habéis apartado del camino;
habéis hecho tropezar a muchos en la Ley;
habéis corrompido el pacto de Leví,
dice Jehová de los ejércitos.
9 Por eso yo os he hecho despreciables,
viles ante todo el pueblo,
porque no habéis guardado mis caminos
y hacéis acepción de personas
al aplicar la Ley.»

10 ¿Acaso no tenemos todos un mismo Padre?
¿No nos ha creado un mismo Dios?
¿Por qué, pues, somos desleales los unos con los otros,
profanando el pacto de nuestros padres?
11 Prevaricó Judá;
en Israel y en Jerusalén se ha cometido abominación,
porque Judá ha profanado el santuario de Jehová, el que él amó,
al casarse con la hija de un dios extraño.
12 Jehová arrancará de las tiendas de Jacob
al hombre que haga esto,
al que vela, al que responde
y al que ofrece ofrenda a Jehová de los ejércitos.

13 Pero aún hacéis más:
Cubrís el altar de Jehová de lágrimas,
de llanto y de clamor;
así que no miraré más la ofrenda,
ni la aceptaré con gusto de vuestras manos.
14 Mas diréis: «¿Por qué?»
Porque Jehová es testigo
entre ti y la mujer de tu juventud,
con la cual has sido desleal,
aunque ella era tu compañera y la mujer de tu pacto.
15 ¿No hizo él un solo ser,
en el cual hay abundancia de espíritu?
¿Y por qué uno?
Porque buscaba una descendencia para Dios.
Guardaos, pues, en vuestro espíritu
y no seáis desleales para con la mujer de vuestra juventud.
16 Porque dice Jehová, Dios de Israel,
que él aborrece el repudio y al que mancha de maldad su vestido,
dijo Jehová de los ejércitos.
Guardaos, pues, en vuestro espíritu
y no seáis desleales.

17 Habéis hecho cansar a Jehová con vuestras palabras.
Y preguntáis: «¿En qué lo hemos cansado?»
En que decís: «Cualquiera que hace mal, agrada a Jehová;
en los tales se complace»;
o si no: «¿Dónde está el Dios de justicia?»

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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Apocalipsis 21 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Cielo nuevo y tierra nueva
21 Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado y el mar ya no existía más. 2 Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de parte de Dios, ataviada como una esposa hermoseada para su esposo. 3 Y oí una gran voz del cielo, que decía: «El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios. 4 Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron.»

5 El que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas.» Me dijo: «Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas.» 6 Y me dijo: «Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, le daré gratuitamente de la fuente del agua de vida. 7 El vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo. 8 Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.»

La nueva Jerusalén
9 Entonces vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete plagas postreras y habló conmigo, diciendo: «Ven acá, te mostraré la desposada, la esposa del Cordero.»

10 Me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto y me mostró la gran ciudad, la santa Jerusalén, que descendía del cielo de parte de Dios. 11 Tenía la gloria de Dios y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal. 12 Tenía un muro grande y alto, con doce puertas, y en las puertas doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. 13 Tres puertas al oriente, tres puertas al norte, tres puertas al sur, tres puertas al occidente. 14 El muro de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.

15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para medir la ciudad, sus puertas y su muro. 16 La ciudad se halla establecida como un cuadrado: su longitud es igual a su anchura. Con la caña midió la ciudad: doce mil estadios. La longitud, la altura y la anchura de ella son iguales. 17 Y midió su muro: ciento cuarenta y cuatro codos, según medida de hombre, la cual era la del ángel. 18 El material de su muro era de jaspe, pero la ciudad era de oro puro, semejante al vidrio limpio. 19 Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedras preciosas. El primer cimiento era de jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de esmeralda, 20 el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo de crisopraso, el undécimo de jacinto y el duodécimo de amatista. 21 Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro, como vidrio transparente.

22 En ella no vi templo, porque el Señor Dios Todopoderoso es su templo, y el Cordero. 23 La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es su lumbrera. 24 Las naciones que hayan sido salvas andarán a la luz de ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor a ella. 25 Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no habrá noche. 26 Llevarán a ella la gloria y el honor de las naciones. 27 No entrará en ella ninguna cosa impura o que haga abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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Salmos 149 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Exhortación a Israel, para que alabe a Jehová
¡Aleluya!
149 Cantad a Jehová un cántico nuevo;
su alabanza sea en la congregación de los santos.

2 Alégrese Israel en su Hacedor;
los hijos de Sión se gocen en su Rey.
3 Alaben su nombre con danza;
con pandero y arpa a él canten,
4 porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo;
hermoseará a los humildes con la salvación.
5 Regocíjense los santos por su gloria
y canten aun sobre sus camas.

6 Exalten a Dios con sus gargantas
y con espadas de dos filos en sus manos,
7 para ejecutar venganza entre las naciones,
castigo entre los pueblos;
8 para aprisionar a sus reyes con grillos
y a sus nobles con cadenas de hierro;
9 para ejecutar en ellos el juicio decretado.
Gloria será esto para todos sus santos.

¡Aleluya!

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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Proverbios 31:10-24 Reina-Valera 1995 (RVR1995)
10 »Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Su valor sobrepasa largamente al de las piedras preciosas.
11 El corazón de su marido confía en ella
y no carecerá de ganancias.
12 De ella recibe el bien y no el mal
todos los días de su vida.
13 Ella busca la lana y el lino,
y trabaja gustosamente con sus manos.
14 Es como la nave del mercader,
que trae su pan desde lejos.
15 Siendo aún de noche, se levanta
para dar la comida a su familia
y la ración a sus criadas.
16 Considera la heredad y la compra,
y con sus propias manos planta una viña.
17 Se ciñe firmemente la cintura
y esfuerza sus brazos.
18 Ve que van bien sus negocios;
su lámpara no se apaga de noche.
19 Aplica sus manos a la rueca
y sus dedos manejan el huso.
20 Alarga su mano al pobre;
extiende sus manos al menesteroso.
21 No teme por su familia cuando nieva,
porque toda su familia va vestida de ropas abrigadas.
22 Ella se teje los tapices,
y de lino fino y de púrpura es su vestido.
23 Su marido es conocido en las puertas de la ciudad,
cuando se sienta con los ancianos del país.
24 Teje telas y las vende,
y provee de cintas al mercader.

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
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DAB Español, Domingo 28 de Abril

Día 119, DAB Español, Domingo 28 de Abril Jueces 8:17-9:21; Lucas 23:44-24:12; Salmos 99; Proverbios 14:9-10 (Traducción en lenguaje actual ...