Saturday, September 30, 2023

DAB Español, Domingo 01 de Octubre

Día 274, DAB Español, Domingo 01 de Octubre


Isaías 62:6-65:25; Filipenses 2:19-3:4; Salmos 73; Proverbios 24:13-14 (Nueva Versión Internacional (NVI))








Isaías 62:6-65:25

Nueva Versión Internacional


6

Jerusalén, sobre tus muros he puesto centinelas

que nunca callarán, ni de día ni de noche.

Ustedes, los que invocan al Señor,

no se den descanso;

7

ni tampoco lo dejen descansar,

hasta que establezca a Jerusalén

y la convierta en la alabanza de la tierra.


8

Por su mano derecha, por su brazo poderoso,

ha jurado el Señor:

«Nunca más daré a tus enemigos

tu grano como alimento,

ni se beberá gente extranjera

el vino nuevo por el que trabajaste.

9

Alabando al Señor comerán el grano

quienes lo hayan cosechado;

en los atrios de mi santuario beberán el vino

quienes hayan trabajado en la vendimia».


10

¡Pasen, pasen por las puertas!

Preparen el camino para el pueblo.

¡Construyan la carretera!

¡Quítenle todas las piedras!

¡Desplieguen sobre los pueblos la bandera!


11

He aquí lo que el Señor ha proclamado

hasta los confines de la tierra:

«Digan a la hija de Sión:

“¡Ahí viene tu Salvador!

Trae su premio consigo;

su recompensa lo acompaña”».

12

Serán llamados «Pueblo santo»,

«Redimidos del Señor»;

y tú serás llamada «Ciudad anhelada»,

«Ciudad nunca abandonada».

El día de la venganza y la redención de Dios


63 ¿Quién es este que viene de Edom,

desde Bosra, vestido de púrpura?

¿Quién es este de espléndido ropaje,

que avanza[a] con fuerza arrolladora?


«Soy yo, el que habla con justicia,

el que tiene poder para salvar».


2

¿Por qué están rojos tus vestidos,

como los del que pisa las uvas en el lagar?


3

«He pisado el lagar yo solo;

ninguno de los pueblos estuvo conmigo.

Los he pisoteado en mi enojo;

los he aplastado en mi ira.

Su sangre salpicó mis vestidos,

y me manché toda la ropa.

4

¡Ya tengo planeado el día de la venganza!

¡El año de mi redención ha llegado!

5

Miré, pero no hubo quien me ayudara,

me asombró que nadie me diera apoyo.

Mi propio brazo me dio la victoria;

¡mi propia ira me sostuvo!

6

En mi enojo pisoteé a los pueblos,

y los embriagué con la copa de mi ira;

¡hice correr su sangre sobre la tierra!»

Alabanza y oración


7

Recordaré el gran amor del Señor,

y sus hechos dignos de alabanza,

por todo lo que hizo por nosotros,

por su compasión y gran amor.

¡Sí, por la multitud de cosas buenas

que ha hecho por los descendientes de Israel!

8

Declaró: «Verdaderamente son mi pueblo,

hijos que no me engañarán».

Así se convirtió en el Salvador

9

de todas sus angustias.

Él mismo los salvó;

no envió un emisario ni un ángel.[b]

En su amor y misericordia los rescató;

los levantó y los llevó en sus brazos

como en los tiempos de antaño.

10

Pero ellos se rebelaron

y afligieron a su santo Espíritu.

Por eso se convirtió en su enemigo,

y luchó él mismo contra ellos.


11

Su pueblo recordó los tiempos pasados,

los tiempos de Moisés:

¿Dónde está el que los guió a través del mar,

como guía el pastor a su rebaño?[c]

¿Dónde está el que puso

su santo Espíritu entre ellos,

12

el que hizo que su glorioso brazo

marchara a la derecha de Moisés,

el que separó las aguas a su paso,

para ganarse renombre eterno?

13

¿Dónde está el que los guió a través del mar,[d]

como a caballo en el desierto,

sin que ellos tropezaran?

14

El Espíritu del Señor les dio descanso,

como a ganado que pasta en la llanura.

Fue así como guiaste a tu pueblo,

para hacerte un nombre glorioso.


15

Mira bien desde el cielo;

observa desde tu morada santa y gloriosa.

¿Dónde están tu celo y tu poder?

¡Se nos niega tu abundante compasión y ternura!

16

Pero tú eres nuestro Padre,

aunque Abraham no nos conozca

ni nos reconozca Israel;

tú, Señor, eres nuestro Padre;

¡tu nombre ha sido siempre «nuestro Redentor»!

17

¿Por qué, Señor, nos desvías de tus caminos,

y endureces nuestro corazón

para que no te temamos?

Vuelve por amor a tus siervos,

por las tribus que son tu herencia.

18

Tu pueblo poseyó por un tiempo tu santuario,

pero ahora lo han pisoteado nuestros enemigos.

19

Estamos como si nunca nos hubieras gobernado,

como si nunca hubiéramos llevado tu nombre.


64 ¡Ojalá rasgaras los cielos, y descendieras!

¡Las montañas temblarían ante ti,

2

como cuando el fuego enciende la leña

y hace que hierva el agua!

Así darías a conocer tu nombre entre tus enemigos,

y ante ti temblarían las naciones.

3

Hiciste portentos inesperados cuando descendiste;

ante tu presencia temblaron las montañas.

4

Fuera de ti, desde tiempos antiguos

nadie ha escuchado ni percibido,

ni ojo alguno ha visto,

a un Dios que, como tú,

actúe en favor de quienes en él confían.

5

Sales al encuentro de los que, alegres,

practican la justicia y recuerdan tus caminos.

Pero te enojas si persistimos

en desviarnos de ellos.[e]

¿Cómo podremos ser salvos?

6

Todos somos como gente impura;

todos nuestros actos de justicia

son como trapos de inmundicia.

Todos nos marchitamos como hojas;

nuestras iniquidades nos arrastran como el viento.

7

Nadie invoca tu nombre,

ni se esfuerza por aferrarse a ti.

Pues nos has dado la espalda

y nos has entregado[f] en poder de nuestras iniquidades.


8

A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre;

nosotros somos el barro, y tú el alfarero.

Todos somos obra de tu mano.

9

No te enojes demasiado, Señor;

no te acuerdes siempre de nuestras iniquidades.

¡Considera, por favor,

que todos somos tu pueblo!

10

Tus ciudades santas han quedado devastadas,

y hasta Sión se ha vuelto un desierto;

Jerusalén es una desolación.

11

Nuestro santo y glorioso templo,

donde te alababan nuestros padres,

ha sido devorado por el fuego.

Ha quedado en ruinas

todo lo que más queríamos.

12

Ante todo esto, Señor, ¿no vas a hacer nada?

¿Vas a guardar silencio y afligirnos sin medida?

Juicio y salvación


65 «Me di a conocer a los que no preguntaban por mí;

dejé que me hallaran los que no me buscaban.

A una nación que no invocaba mi nombre,

le dije: “¡Aquí estoy!”

2

Todo el día extendí mis manos

hacia un pueblo rebelde,

que va por mal camino,

siguiendo sus propias ideas.

3

Es un pueblo que en mi propia cara

constantemente me provoca;

que ofrece sacrificios en los jardines

y quema incienso en los altares;

4

que se sienta entre los sepulcros

y pasa la noche en vigilias secretas;

que come carne de cerdo,

y en sus ollas cocina caldo impuro;

5

que dice: “¡Manténganse alejados!

¡No se me acerquen!

¡Soy demasiado sagrado para ustedes!”

Todo esto me fastidia como humo en la nariz;

¡es un fuego que arde todo el día!


6

»Ante mí ha quedado escrito;

no guardaré silencio.

Les daré su merecido;

lo sufrirán en carne propia,

7

tanto por las iniquidades de ustedes

como por las de sus padres

         —dice el Señor—.

Por cuanto ellos quemaron incienso en las montañas

y me desafiaron en las colinas,

les haré sufrir en carne propia

las consecuencias de sus acciones pasadas».


8 Así dice el Señor:


«Cuando alguien encuentra un buen racimo de uvas,

dice: “No voy a dañarlo,

porque todavía tiene jugo”.

Del mismo modo actuaré yo por amor a mis siervos:

No los destruiré a todos.

9

De Jacob sacaré descendientes,

y de Judá, a los que poseerán mis montañas.

Las heredarán mis elegidos,

y allí morarán mis siervos.

10

Para mi pueblo que me busca,

Sarón será redil de ovejas;

el valle de Acor, corral de vacas.


11

»Pero a ustedes que abandonan al Señor

y se olvidan de mi monte santo,

que para los dioses de la Fortuna y del Destino

preparan mesas y sirven vino mezclado,

12

los destinaré a la espada;

¡todos ustedes se inclinarán para el degüello!

Porque llamé y no me respondieron,

hablé y no me escucharon.

Más bien, hicieron lo malo ante mis ojos

y optaron por lo que no me agrada».


13 Por eso, así dice el Señor omnipotente:


«Mis siervos comerán,

pero ustedes pasarán hambre;

mis siervos beberán,

pero ustedes sufrirán de sed;

mis siervos se alegrarán,

pero ustedes serán avergonzados.

14

Mis siervos cantarán

con alegría de corazón,

pero ustedes clamarán

con corazón angustiado;

¡gemirán con espíritu quebrantado!

15

Mis escogidos heredarán el nombre de ustedes

como una maldición.

El Señor omnipotente les dará muerte,

pero a sus siervos les dará un nombre diferente.

16

Cualquiera que en el país invoque una bendición,

lo hará por el Dios de la verdad;

y cualquiera que jure en esta tierra,

lo hará por el Dios de la verdad.

Las angustias del pasado han quedado en el olvido,

las he borrado de mi vista.

Un cielo nuevo y una tierra nueva


17

»Presten atención, que estoy por crear

un cielo nuevo y una tierra nueva.

No volverán a mencionarse las cosas pasadas,

ni se traerán a la memoria.

18

Alégrense más bien, y regocíjense por siempre,

por lo que estoy a punto de crear:

Estoy por crear una Jerusalén feliz,

un pueblo lleno de alegría.

19

Me regocijaré por Jerusalén

y me alegraré en mi pueblo;

no volverán a oírse en ella

voces de llanto ni gritos de clamor.


20

»Nunca más habrá en ella

niños que vivan pocos días,

ni ancianos que no completen sus años.

El que muera a los cien años

será considerado joven;

pero el que no llegue[g] a esa edad

será considerado maldito.

21

Construirán casas y las habitarán;

plantarán viñas y comerán de su fruto.

22

Ya no construirán casas para que otros las habiten,

ni plantarán viñas para que otros coman.

Porque los días de mi pueblo

serán como los de un árbol;

mis escogidos disfrutarán

de las obras de sus manos.

23

No trabajarán en vano,

ni tendrán hijos para la desgracia;

tanto ellos como su descendencia

serán simiente bendecida del Señor.

24

Antes que me llamen,

yo les responderé;

todavía estarán hablando

cuando ya los habré escuchado.

25

El lobo y el cordero pacerán juntos;

el león comerá paja como el buey,

y la serpiente se alimentará de polvo.

En todo mi monte santo

no habrá quien haga daño ni destruya»,

         dice el Señor.

Footnotes


63:1 avanza (Vulgata); se inclina (TM).

63:9 de todas … un ángel. Frases de difícil traducción.

63:11 ¿Dónde está … su rebaño? Alt. ¿Dónde está el que sacó de las aguas al pastor de su rebaño?

63:13 mar. Lit. abismo.

64:5 te enojas … de ellos. Frase de difícil traducción.

64:7 entregado (LXX, Targum y Siríaca); derretido (TM).

65:20 el que no llegue. Alt. el pecador que llegue.


Filipenses 2:19-3:4

Nueva Versión Internacional

Dos colaboradores ejemplares


19 Espero en el Señor Jesús enviarles pronto a Timoteo, para que también yo cobre ánimo al recibir noticias de ustedes. 20 Nadie como él se preocupa de veras por el bienestar de ustedes, 21 pues todos los demás buscan sus propios intereses y no los de Jesucristo. 22 Pero ustedes conocen bien la entereza de carácter de Timoteo, que ha servido conmigo en la obra del evangelio, como un hijo junto a su padre. 23 Así que espero enviárselo tan pronto como se aclaren mis asuntos. 24 Y confío en el Señor que yo mismo iré pronto.


25 Ahora bien, creo que es necesario enviarles de vuelta a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de lucha, a quien ustedes han enviado para atenderme en mis necesidades. 26 Él los extraña mucho a todos y está afligido porque ustedes se enteraron de que estaba enfermo. 27 En efecto, estuvo enfermo y al borde de la muerte; pero Dios se compadeció de él, y no solo de él, sino también de mí, para no añadir tristeza a mi tristeza. 28 Así que lo envío urgentemente para que, al verlo de nuevo, ustedes se alegren y yo esté menos preocupado. 29 Recíbanlo en el Señor con toda alegría y honren a los que son como él, 30 porque estuvo a punto de morir por la obra de Cristo, arriesgando la vida para suplir el servicio que ustedes no podían prestarme.

Plena confianza en Cristo


3 Por lo demás, hermanos míos, alégrense en el Señor. Para mí no es molestia volver a escribirles lo mismo, y a ustedes les da seguridad.


2 Cuídense de esos perros, cuídense de esos que hacen el mal, cuídense de esos que mutilan el cuerpo. 3 Porque la circuncisión somos nosotros, los que por medio del Espíritu de Dios adoramos, nos enorgullecemos en Cristo Jesús y no ponemos nuestra confianza en esfuerzos humanos. 4 Yo mismo tengo motivos para tal confianza. Si cualquier otro cree tener motivos para confiar en esfuerzos humanos, yo más:

Salmos 73

Nueva Versión Internacional

LIBRO III

Salmo de Asaf.


73 En verdad, ¡cuán bueno es Dios con Israel,

con los puros de corazón!

2

Yo estuve a punto de caer,

y poco me faltó para que resbalara.

3

Sentí envidia de los arrogantes,

al ver la prosperidad de esos malvados.


4

Ellos no tienen ningún problema;

su cuerpo está fuerte y saludable.[a]

5

Libres están de los afanes de todos;

no les afectan los infortunios humanos.

6

Por eso lucen su orgullo como un collar,

y hacen gala de su violencia.

7

¡Están que revientan de malicia,

y hasta se les ven sus malas intenciones!

8

Son burlones, hablan con doblez,

y arrogantes oprimen y amenazan.

9

Con la boca increpan al cielo,

con la lengua dominan la tierra.

10

Por eso la gente acude a ellos

y cree todo lo que afirman.

11

Hasta dicen: «¿Cómo puede Dios saberlo?

¿Acaso el Altísimo tiene entendimiento?»


12

Así son los impíos;

sin afanarse, aumentan sus riquezas.


13

En verdad, ¿de qué me sirve

mantener mi corazón limpio

y mis manos lavadas en la inocencia,

14

si todo el día me golpean

y de mañana me castigan?


15

Si hubiera dicho: «Voy a hablar como ellos»,

habría traicionado a tu linaje.

16

Cuando traté de comprender todo esto,

me resultó una carga insoportable,

17

hasta que entré en el santuario de Dios;

allí comprendí cuál será el destino de los malvados:

18

En verdad, los has puesto en terreno resbaladizo,

y los empujas a su propia destrucción.

19

¡En un instante serán destruidos,

totalmente consumidos por el terror!

20

Como quien despierta de un sueño,

así, Señor, cuando tú te levantes,

desecharás su falsa apariencia.


21

Se me afligía el corazón

y se me amargaba el ánimo

22

por mi necedad e ignorancia.

¡Me porté contigo como una bestia!

23

Pero yo siempre estoy contigo,

pues tú me sostienes de la mano derecha.

24

Me guías con tu consejo,

y más tarde me acogerás en gloria.

25

¿A quién tengo en el cielo sino a ti?

Si estoy contigo, ya nada quiero en la tierra.

26

Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu,[b]

pero Dios fortalece[c] mi corazón;

él es mi herencia eterna.


27

Perecerán los que se alejen de ti;

tú destruyes a los que te son infieles.

28

Para mí el bien es estar cerca de Dios.

He hecho del Señor Soberano mi refugio

para contar todas sus obras.

Footnotes


73:4 no tienen ningún problema; / su cuerpo está fuerte y saludable. Alt. no tienen lucha alguna ante su muerte; / su cuerpo está saludable.

73:26 espíritu. Lit. corazón.

73:26 fortalece. Lit. es la roca de.


Proverbios 24:13-14

Nueva Versión Internacional

26


13

Come la miel, hijo mío, que es deliciosa;

dulce al paladar es la miel del panal.

14

Así de dulce sea la sabiduría a tu alma;

si das con ella, tendrás buen futuro;

tendrás una esperanza que no será destruida.

Nueva Versión Internacional (NVI)


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DAB Español, Sábado 27 de Abril

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