Día 32, DAB Español, Jueves 1 de Febrero
Éxodo 13:18-15:19; Mateo 21:23-46; Salmos 26; Proverbios 6:16-19 (Reina Valera 1977 (RVR1977))
Éxodo
13:18-15:19 Reina Valera 1977 (RVR1977)
18 Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino
del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armados.
19 Tomó también consigo Moisés los huesos de José, el
cual había juramentado a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os
visitará, y haréis subir mis huesos de aquí con vosotros.
20 Y partieron de Sucot y acamparon en Etam, a la
entrada del desierto.
21 Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna
de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para
alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche.
22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de
nube de día, ni de noche la columna de fuego.
Paso en seco del Mar Rojo
14 Habló Jehová a Moisés, diciendo:
2 Di a los hijos de Israel que den la vuelta y acampen
delante de Pi-hahirot, entre Migdol y el mar hacia Baal-sefón; delante de él
acamparéis junto al mar.
3 Porque Faraón dirá de los hijos de Israel:
Encerrados están en la tierra, el desierto los ha encerrado.
4 Y yo endureceré el corazón de Faraón para que los
siga; y seré glorificado en Faraón y en todo su ejército, y sabrán los egipcios
que yo soy Jehová. Y ellos lo hicieron así.
Los egipcios persiguen a Israel
5 Y fue dado aviso al rey de Egipto, que el pueblo
huía; y el corazón de Faraón y de sus siervos se volvió contra el pueblo, y
dijeron: ¿Cómo hemos hecho esto de haber dejado ir a Israel, para que no nos
sirva?
6 Y unció su carro, y tomó consigo su pueblo;
7 y tomó seiscientos carros escogidos, y todos los
carros de Egipto, y los capitanes sobre ellos.
8 Y endureció Jehová el corazón de Faraón rey de
Egipto, y él siguió a los hijos de Israel; pero los hijos de Israel habían
salido con mano poderosa.
9 Siguiéndolos, pues, los egipcios, con toda la caballería
y carros de Faraón, su gente de a caballo, y todo su ejército, los alcanzaron
mientras acampaban junto al mar, al lado de Pi-hahirot, delante de Baal-sefón.
10 Y cuando Faraón se hubo acercado, los hijos de
Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios venían tras ellos; por lo
que los hijos de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.
11 Y dijeron a Moisés: ¿No había sepulcros en Egipto,
que nos has sacado para que muramos en el desierto? ¿Por qué has hecho así con
nosotros, que nos has sacado de Egipto?
12 ¿No es esto lo que te hablamos en Egipto, diciendo:
Déjanos servir a los egipcios? Porque mejor nos fuera servir a los egipcios,
que morir nosotros en el desierto.
13 Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y
ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy
habéis visto, nunca más para siempre los veréis.
14 Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis
tranquilos.
15 Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a
mí? Di a los hijos de Israel que marchen.
16 Y tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar,
y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.
17 Y he aquí, yo endureceré el corazón de los egipcios
para que los sigan; y yo me glorificaré en Faraón y en todo su ejército, en sus
carros y en su caballería;
18 y sabrán los egipcios que yo soy Jehová, cuando me
glorifique en Faraón, en sus carros y en su gente de a caballo.
19 Y el Ángel de Dios que iba delante del campamento
de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube que
iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas,
20 e iba entre el campamento de los egipcios y el
campamento de Israel; y era nube y tinieblas para aquéllos, y alumbraba a
Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se acercaron los unos a los
otros.
21 Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo
Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y
volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas.
22 Entonces los hijos de Israel entraron por en medio
del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda.
23 Los egipcios se lanzaron en su persecución, y
entraron tras ellos hasta la mitad del mar, toda la caballería de Faraón, sus
carros y su gente de a caballo.
24 Aconteció a la vigilia de la mañana, que Jehová
miró el campamento de los egipcios desde la columna de fuego y nube, y trastornó
el campamento de los egipcios,
25 y quitó las ruedas de sus carros, y los trastornó
gravemente. Entonces los egipcios dijeron: Huyamos de delante de Israel, porque
Jehová pelea por ellos contra los egipcios.
26 Y Jehová dijo a Moisés: Extiende tu mano sobre el
mar, para que las aguas vuelvan sobre los egipcios, sobre sus carros y sobre su
caballería.
27 Entonces Moisés extendió su mano sobre el mar, y
cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al huir se
encontraban con el mar; y Jehová derribó a los egipcios en medio del mar.
28 Y volvieron las aguas, y cubrieron los carros y la
caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras ellos en el
mar; no quedó de ellos ni uno.
29 Y los hijos de Israel fueron por en medio del mar,
en seco, teniendo las aguas por muro a su derecha y a su izquierda.
30 Así salvó Jehová aquel día a Israel de mano de los
egipcios; e Israel vio a los egipcios muertos a la orilla del mar.
31 Y vio Israel aquel gran hecho que Jehová ejecutó
contra los egipcios; y el pueblo temió a Jehová, y creyeron a Jehová y a Moisés
su siervo.
Cánticos de Moisés y de María
15 Entonces cantó Moisés y los hijos de Israel este
cántico a Jehová, y dijeron:
Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado
grandemente,
Echando en el mar al caballo y al jinete.
2 Jehová es mi fortaleza y mi cántico,
Y ha sido mi salvación.
Este es mi Dios, y lo alabaré;
Dios de mi padre, y lo enalteceré.
3 Jehová es varón de guerra;
Jehová es su nombre.
4 Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército;
Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar
Rojo.
5 Los abismos los cubrieron;
Descendieron a las profundidades como piedra.
6 Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder;
Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo.
7 Y con la grandeza de tu poder has derribado a los
que se levantaron contra ti.
Enviaste tu ira; los consumió como a hojarasca.
8 Al soplo de tu aliento se amontonaron las aguas;
Se juntaron las corrientes como en un montón;
Los abismos se cuajaron en medio del mar.
9 El enemigo dijo:
Perseguiré, apresaré, repartiré despojos;
Mi alma se saciará de ellos;
Sacaré mi espada, los destruirá mi mano.
10 Soplaste con tu viento; los cubrió el mar;
Se hundieron como plomo en las impetuosas aguas.
11 ¿Quién como tú, oh Jehová, entre los dioses?
¿Quién como tú, magnífico en santidad,
Terrible en maravillosas hazañas, hacedor de
prodigios?
12 Extendiste tu diestra;
La tierra los tragó.
13 Condujiste en tu misericordia a este pueblo que
redimiste;
Lo llevaste con tu poder a tu santa morada.
14 Lo oirán los pueblos, y temblarán;
Se apoderará dolor de la tierra de los filisteos.
15 Entonces los caudillos de Edom se turbarán;
A los valientes de Moab les sobrecogerá temblor;
Se acobardarán todos los moradores de Canaán.
16 Caiga sobre ellos temblor y espanto;
A la grandeza de tu brazo enmudezcan como una piedra;
Hasta que haya pasado tu pueblo, oh Jehová,
Hasta que haya pasado este pueblo que tú rescataste.
17 Tú los introducirás y los plantarás en el monte de
tu heredad,
En el lugar de tu morada, que tú has preparado, oh
Jehová,
En el santuario que tus manos, oh Jehová, han
afirmado.
18 Jehová reinará eternamente y para siempre.
19 Porque Faraón entró cabalgando con sus carros y su
gente de a caballo en el mar, y Jehová hizo volver las aguas del mar sobre
ellos; mas los hijos de Israel pasaron en seco por en medio del mar.
Reina Valera 1977 (RVR1977)
Revisión 1977 de la Versión Reina-Valera de la Biblia,
realizada bajo los auspicios de CLIE, por un equipo de especialistas en
traducción bíblica. © 1977 por CLIE para la presente Revisión 1977 de la
Versión Reina - Valera.
Mateo
21:23-46 Reina Valera 1977 (RVR1977)
La autoridad de Jesucristo
23 Cuando vino al templo, los principales sacerdotes y
los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras enseñaba, y le dijeron: ¿Con
qué autoridad haces estas cosas?, ¿y quién te dio esta autoridad?
24 Respondiendo Jesús, les dijo: Yo también os haré una
pregunta, y si me la contestáis, también yo os diré con qué autoridad hago
estas cosas.
25 El bautismo de Juan, ¿de dónde era? ¿Del cielo, o
de los hombres? Ellos entonces discutían entre sí, diciendo: Si decimos, del
cielo, nos dirá: ¿Por qué, pues, no le creísteis?
26 Y si decimos, de los hombres, tememos a la gente;
porque todos tienen a Juan por profeta.
27 Y respondiendo a Jesús, dijeron: No sabemos. Y él
también les dijo: Tampoco yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.
Parábola de los dos hijos
28 ¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y
acercándose al primero, le dijo: Hijo, ve a trabajar hoy en mi viña.
29 Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después,
arrepentido, fue.
30 Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera;
y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue.
31 ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?
Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los
publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.
32 Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia,
y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros,
viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
Los labradores malvados
33 Escuchad otra parábola: Había un hombre, padre de
familia, el cual plantó una viña, la cercó de vallado, cavó en ella un lagar,
edificó una torre, y la arrendó a unos labradores, y se ausentó del país.
34 Y cuando se acercó el tiempo de los frutos, envió
sus siervos a los labradores, para que recibiesen sus frutos.
35 Mas los labradores, tomando a los siervos, a uno
golpearon, a otro mataron, y a otro apedrearon.
36 Envió de nuevo otros siervos, en mayor número que
los primeros; e hicieron con ellos de la misma manera.
37 Finalmente les envió su hijo, diciendo: Tendrán
respeto a mi hijo.
38 Mas los labradores, cuando vieron al hijo, dijeron
entre sí: Éste es el heredero; venid, matémosle, y apoderémonos de su heredad.
39 Y tomándole, le echaron fuera de la viña, y le mataron.
40 Cuando venga, pues, el señor de la viña, ¿qué hará
a aquellos labradores?
41 Le dijeron: A esos malvados les dará un fin
miserable, y arrendará la viña a otros labradores que le paguen el fruto a su
tiempo.
42 Jesús les dijo: ¿Nunca leísteis en las Escrituras:
La piedra que los constructores rechazaron,
Se ha convertido en piedra angular.
El Señor es quien ha hecho esto,
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos?
43 Por tanto os digo que el reino de Dios os será
quitado, y será dado a una nación que produzca los frutos de él.
44 Y el que caiga sobre esta piedra será quebrantado;
y sobre quien ella caiga, le desmenuzará.
45 Y oyendo sus parábolas los principales sacerdotes y
los fariseos, entendieron que se refería a ellos.
46 Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo,
porque éste le tenía por profeta.
Reina Valera 1977 (RVR1977)
Revisión 1977 de la Versión Reina-Valera de la Biblia,
realizada bajo los auspicios de CLIE, por un equipo de especialistas en
traducción bíblica. © 1977 por CLIE para la presente Revisión 1977 de la
Versión Reina - Valera.
Salmos
26 Reina Valera 1977 (RVR1977)
Declaración de integridad
Salmo de David.
26 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he
andado;
He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;
Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos,
Y ando en tu verdad.
4 No me he sentado con hombres hipócritas,
Ni entré con los que andan simuladamente.
5 Aborrecí la reunión de los malignos,
Y con los impíos nunca me senté.
6 Lavaré en inocencia mis manos,
Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,
7 Haciendo resonar mi voz de acción de gracias,
Y proclamando todas tus maravillas.
8 Jehová, la habitación de tu casa he amado,
Y el lugar de la morada de tu gloria.
9 No juntes con los pecadores mi alma,
Ni mi vida con hombres sanguinarios,
10 En cuyas manos está el mal,
Y su diestra está llena de sobornos.
11 Mas yo andaré en mi integridad;
Redímeme, y ten misericordia de mí.
12 Mi pie se ha mantenido en rectitud;
En las congregaciones bendeciré a Jehová.
Reina Valera 1977 (RVR1977)
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Proverbios
6:16-19 Reina Valera 1977 (RVR1977)
16 Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
18 El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
19 El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.
Reina Valera 1977 (RVR1977)
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