Día 7, DAB Español, Domingo 7 de Enero
Génesis 16:1-18:19; Mateo 6:1-24; Salmos 7; Proverbios 2:1-5 (Reina Valera Contemporánea (RVC))
Génesis 16:1-18:19 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Agar e Ismael
16 Saraí, la esposa
de Abrán, no le daba hijos, pero tenía una sierva egipcia que se llamaba Agar.
2 Entonces Saraí le dijo a Abrán:
«Ya ves que el Señor
me ha hecho estéril, así que te ruego que te allegues a mi sierva; tal vez
tendré hijos de ella.»
Y Abrán atendió al
ruego de Saraí. 3 A los diez años de que Abrán había habitado en la tierra de
Canaán, Saraí, la esposa de Abrán, tomó a Agar, su sierva egipcia, y se la dio
por mujer a Abrán, su marido. 4 Y él se allegó a Agar, y ésta concibió; y al
darse cuenta de que había concebido, comenzó a mirar con desprecio a su señora.
5 Entonces Saraí le dijo a Abrán:
«¡Que mi afrenta
recaiga sobre ti! Yo te di por mujer a mi sierva, y al verse encinta me mira
con desprecio. ¡Que juzgue el Señor entre tú y yo!»
6 Y Abrán le
respondió a Saraí:
«Pues tu sierva está
en tus manos. ¡Haz con ella lo que mejor te parezca!»
Y como Saraí la
humillaba, ella huyó de su presencia. 7 Pero el ángel del Señor la encontró
junto a un manantial en el desierto, que es el manantial que está en el camino
a Shur, 8 y le dijo:
«Agar, sierva de
Saraí, ¿de dónde vienes, y a dónde vas?»
Y ella respondió:
«Estoy huyendo de
Saraí, mi señora.»
9 El ángel del Señor
le dijo:
«Regresa con tu
señora, y ponte en sus manos.»
10 Además, el ángel
del Señor le dijo:
«Voy a multiplicar tu
descendencia. Llegarán a ser tantos, que no podrán ser contados.»
11 El ángel del Señor
también le dijo:
«Tú has concebido, y
darás a luz un hijo. Le pondrás por nombre Ismael,[a] porque el Señor ha oído
tu aflicción. 12 Será un hombre indómito; luchará contra todos, y todos
lucharán contra él, pero a pesar de todos sus hermanos establecerá su
residencia.»
13 Como el Señor le
había hablado, ella le dio este nombre: «Tú eres el Dios que ve», pues dijo:
«¿Acaso no he visto aquí también al que me ve?», 14 y al manantial lo llamó
«Pozo del que vive y me ve». Ese pozo está entre Cades y Bered.
15 Agar dio a luz un
hijo de Abrán, y éste le puso por nombre Ismael. 16 Abrán tenía ochenta y seis
años de edad cuando Agar dio a luz a Ismael.
La circuncisión,
señal del pacto
17 Abrán tenía
noventa y nueve años de edad cuando el Señor se le apareció y le dijo:
«Yo soy el Dios
Todopoderoso. Anda siempre delante de mí y sé perfecto. 2 Yo estableceré mi
pacto contigo, y haré que te multipliques en gran manera.»
3 Abrán se postró
entonces sobre su rostro, y Dios habló con él. Le dijo: 4 «Éste es el pacto que
hago contigo: Tú serás el padre de muchísima gente. 5 Tu nombre ya no será
Abrán,[b] sino que ahora te llamarás Abrahán,[c] porque te he puesto como padre
de muchísima gente. 6 Yo haré que te multipliques en gran manera. De ti saldrán
naciones y reyes. 7 Estableceré mi pacto contigo y con tus descendientes. Será
un pacto perpetuo, y yo seré tu Dios y el de tu descendencia. 8 A ti y a tu
descendencia les daré toda la tierra donde ahora habitas, la tierra de Canaán,
como herencia perpetua, y yo seré el Dios de ellos.»
9 Dios también le
dijo a Abrahán:
«Tú, por tu parte,
guardarás mi pacto; tú y tu descendencia, por sus generaciones. 10 Éste es el
pacto que yo hago con ustedes, y que ustedes guardarán; es decir, tú y tu
descendencia: Todo varón que haya entre ustedes será circuncidado. 11 Ustedes
circuncidarán la carne de su prepucio, como señal del pacto entre nosotros. 12
A los ocho días de nacido será circuncidado todo varón que haya entre ustedes,
en todas sus generaciones; lo mismo los nacidos en casa como los comprados por
dinero a cualquier extranjero, y que no sean de su linaje. 13 Será circuncidado
el que nazca en tu casa, y el que compres con tu dinero; mi pacto estará en la
carne de ustedes como pacto perpetuo. 14 Todo hombre incircunciso, que no haya
circuncidado la carne de su prepucio, será eliminado de su pueblo por haber
violado mi pacto.»
15 Dios también le
dijo a Abrahán: «A Saraí, tu mujer, ya no la llamarás Saraí. Ahora su nombre
será Sara.[d] 16 Yo la bendeciré, y también te daré un hijo de ella. Sí, yo la
bendeciré, y ella será la madre de las naciones, los reyes y los pueblos que de
ella nacerán.»
17 Abrahán se postró
entonces sobre su rostro, y riéndose dijo en su corazón: «¿Acaso a un hombre de
cien años le va a nacer un hijo? ¿Y acaso Sara, que tiene noventa años, va a
concebir?»
18 Y Abrahán le dijo
a Dios:
«¡Dígnate permitir
que Ismael viva!»
19 Pero Dios le
respondió:
«Lo que he dicho es
que Sara, tu mujer, te dará un hijo, y tú le pondrás por nombre Isaac.[e] Yo
confirmaré mi pacto con él como un pacto perpetuo para sus descendientes. 20 En
cuanto a Ismael, también te he oído, y yo lo bendeciré y haré que se reproduzca
y se multiplique en gran manera. Él será padre de doce príncipes, y yo lo
convertiré en una gran nación, 21 pero mi pacto lo estableceré con Isaac, el
hijo que Sara te dará el año que viene por estos días.»
22 Y cuando Dios
acabó de hablar con Abrahán, se fue de allí. 23 Ese mismo día Abrahán tomó a su
hijo Ismael y lo circuncidó, lo mismo que a todos los siervos nacidos en su
casa y a todos los que había comprado con su dinero; es decir, circuncidó la
carne del prepucio de todos los varones que vivían en su casa, tal y como Dios
se lo había dicho. 24 Abrahán tenía noventa y nueve años de edad cuando
circuncidó la carne de su prepucio. 25 Su hijo Ismael tenía trece años cuando
fue circuncidado. 26 Abrahán y su hijo Ismael fueron circuncidados el mismo
día. 27 Con él fueron circuncidados todos los hombres que había en su casa,
tanto los siervos nacidos en casa como los que había comprado de extranjeros
por dinero.
Promesa del
nacimiento de Isaac
18 Después el Señor
se le apareció a Abrahán en el encinar de Mamre, mientras él estaba sentado a
la entrada de su tienda, en el calor del día. 2 Al levantar los ojos vio que
allí, junto a él, había tres varones. Al verlos, rápidamente se levantó de la
entrada de su tienda para recibirlos. Se postró en tierra, 3 y dijo:
«Señor, si en verdad
he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que no te apartes de este siervo
tuyo. 4 Mandaré traer un poco de agua, para que ustedes se laven los pies, y
luego podrán descansar debajo de un árbol. 5 Traeré también un bocado de pan,
para que recobre fuerzas su corazón, y luego seguirán su camino. ¡Para eso han
pasado ustedes cerca de este su siervo!»
Y ellos dijeron:
«Haz todo tal y como
has dicho.»
6 Entonces Abrahán
fue de prisa a la tienda de Sara, y le dijo: «Toma pronto tres medidas de flor
de harina, amásala, y cuece unos panes.» 7 Luego corrió Abrahán a donde estaban
las vacas y tomó un becerro tierno y bueno, se lo dio al criado, y éste se
apresuró a prepararlo. 8 Tomó además mantequilla y leche, y el becerro que
había preparado, y poniéndolo ante ellos se quedó a su lado debajo del árbol,
mientras ellos comían.
9 Ellos le dijeron:
«¿Dónde está Sara, tu
mujer?»
Y él respondió:
«Aquí, en la tienda.»
10 Uno de ellos dijo:
«Ten por seguro que
volveré a ti, y conforme al tiempo de gestación Sara tu mujer tendrá un hijo.»
Sara, que estaba a la
entrada de la tienda detrás de él, escuchaba todo. 11 Abrahán y Sara eran ya
viejos y de edad avanzada, y Sara ya no tenía lo que es costumbre en las
mujeres. 12 Por eso Sara se rió consigo misma, y dijo:
«¿Después de haber
envejecido voy a tener placer, si también mi señor ya está viejo?»
13 Pero el Señor le
dijo a Abrahán:
«¿Por qué se ríe
Sara? Ha dicho: “¿Será cierto que voy a dar a luz siendo ya vieja?” 14 ¿Acaso
hay para Dios algo que sea difícil? En el momento indicado volveré a ti, y
conforme al tiempo de gestación Sara tendrá un hijo.»
15 Sara lo negó, y
dijo:
«No me reí. Más bien,
tuve miedo.»
Pero él dijo:
«No es cierto. Tú te
reíste.»
Abrahán intercede por
Sodoma
16 Aquellos varones
se fueron de allí, y miraron en dirección a Sodoma. Abrahán los acompañaba. 17
Entonces el Señor dijo:
«¿Acaso voy a
ocultarle a Abrahán lo que voy a hacer? 18 ¡Si Abrahán va a ser una nación
grande y fuerte, y en él serán bendecidas todas las naciones de la tierra! 19
Yo sé que él ordenará a sus hijos y a sus descendientes que sigan el camino del
Señor, y que sean justos y rectos, para que el Señor cumpla en Abrahán su
promesa.»
Footnotes:
Génesis 16:11 Es
decir, Dios oye.
Génesis 17:5 Es
decir, Padre enaltecido.
Génesis 17:5
Entendido aquí, Padre de una multitud.
Génesis 17:15 Es
decir, Princesa.
Génesis 17:19 Es
decir, Risa.
Reina Valera
Contemporánea (RVC)
Copyright © 2009,
2011 by Sociedades Bíblicas Unidas
Mateo 6:1-24 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Jesús y la limosna
6 »Cuidado con hacer
sus obras de justicia sólo para que la gente los vea. Si lo hacen así, su Padre
que está en los cielos no les dará ninguna recompensa.
2 Cuando tú des
limosna, no toques trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las
sinagogas y en las calles, para que la gente los alabe. De cierto les digo que
con eso ya se han ganado su recompensa. 3 Pero cuando tú des limosna, asegúrate
de que tu mano izquierda no sepa lo que hace la derecha; 4 así tu limosna será
en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Jesús y la oración
5 »Cuando ores, no
seas como los hipócritas, porque a ellos les encanta orar en pie en las
sinagogas y en las esquinas de las calles, para que la gente los vea; de cierto
les digo que con eso ya se han ganado su recompensa. 6 Pero tú, cuando ores,
entra en tu aposento, y con la puerta cerrada ora a tu Padre que está en
secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
7 »Cuando ustedes
oren, no sean repetitivos, como los paganos, que piensan que por hablar mucho
serán escuchados. 8 No sean como ellos, porque su Padre ya sabe de lo que
ustedes tienen necesidad, antes de que ustedes le pidan. 9 Por eso, ustedes
deben orar así:
“Padre nuestro, que
estás en los cielos,
santificado sea tu
nombre.
10 Venga tu reino.
Hágase tu voluntad,
en la tierra como en
el cielo.
11 El pan nuestro de
cada día, dánoslo hoy.
12 Perdónanos
nuestras deudas,
como también nosotros
perdonamos a nuestros deudores.
13 No nos metas en
tentación,
sino líbranos del
mal.”
[Porque tuyo es el
reino,
el poder, y la gloria,
por todos los siglos.
Amén.][a]
14 Si ustedes
perdonan a los otros sus ofensas, también su Padre celestial los perdonará a
ustedes. 15 Pero si ustedes no perdonan a los otros sus ofensas, tampoco el
Padre de ustedes les perdonará sus ofensas.
Jesús y el ayuno
16 »Cuando ustedes
ayunen, no se muestren afligidos, como los hipócritas, porque ellos demudan su
rostro para mostrar a la gente que están ayunando; de cierto les digo que ya se
han ganado su recompensa. 17 Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y
lávate la cara, 18 para no mostrar a los demás que estás ayunando, sino a tu
Padre que está en secreto, y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en
público.
Tesoros en el cielo
19 »No acumulen
ustedes tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido corroen, y donde los
ladrones minan y hurtan. 20 Por el contrario, acumulen tesoros en el cielo,
donde ni la polilla ni el óxido corroen, y donde los ladrones no minan ni
hurtan. 21 Pues donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
La lámpara del cuerpo
22 »La lámpara del
cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de
luz; 23 pero si tu ojo es malo, todo tu cuerpo estará a oscuras. Y si la luz
que hay en ti es oscuridad, ¡cuán oscura no será la misma oscuridad!
Dios y las riquezas
24 »Nadie puede
servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o estimará a uno y
menospreciará al otro. Ustedes no pueden servir a Dios y a las riquezas.[b]
Footnotes:
Mateo 6:13 La frase
Porque tuyo... siglos. Amén. se halla sólo en mss. tardíos.
Mateo 6:24 Gr. Mamón.
Reina Valera
Contemporánea (RVC)
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2011 by Sociedades Bíblicas Unidas
Salmos 7 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Plegaria pidiendo
vindicación
Sigaión que David
cantó al Señor por lo que dijo Cus hijo de Benjamín.
7 Señor, mi Dios, en
ti confío;
¡ponme a salvo de los
que me persiguen!
2 ¡No permitas que,
como leones, me desgarren;
que me destrocen sin
que nadie me defienda!
3 Señor, mi Dios, ¿qué
mal he cometido?
¿Acaso hay maldad en
mis manos?
4 ¿Acaso les he
pagado mal a mis aliados
dejando sin más en
libertad a nuestros adversarios?
5 Si es así, ¡que el
enemigo me persiga!
¡Que me alcance y me
haga rodar por tierra!
¡Que ponga mi honor
por los suelos!
6 Señor, ¡levántate,
y en tu furor
enfréntate a la furia
de mis adversarios!
¡Despierta, y dicta
tu sentencia en mi favor!
7 Rodeado entonces de
todas las naciones,
reinarás sobre ellas
desde el alto cielo.
8 Tú, Señor, que
juzgas a las naciones,
júzgame como
corresponde a tu justicia,
y de acuerdo con mi
integridad.
9 Pon fin a la maldad
de los perversos,
pero mantén firme al
hombre honrado,
pues tú eres un Dios
justo
que examina el
corazón y la mente.
10 Dios es mi escudo;
él salva a los rectos
de corazón.
11 Dios es un juez
justo,
siempre enojado con
la gente malvada.
12 Listos tiene el
arco y la espada
para actuar contra
ellos, si no se arrepienten.
13 Listas tiene
también armas mortales;
¡ya ha preparado
ardientes saetas!
14 El malvado concibe
hacer el mal;
tan preñado está de
maldad
que de él nace la
mentira.
15 Ha cavado un pozo
muy profundo,
y en ese mismo pozo
caerá.
16 Su maldad se
volverá contra él;
sus agravios recaerán
sobre él mismo.
17 ¡Yo alabaré al
Señor por su justicia!
¡Cantaré salmos al
nombre del Dios altísimo!
Reina Valera
Contemporánea (RVC)
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Proverbios 2:1-5 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Excelencias de la
sabiduría
2 Hijo mío, si
recibes mis palabras
y en tu mente guardas
mis mandamientos,
2 si tu oído está
atento a la sabiduría
e inclinas tu corazón
a la prudencia,
3 si pides la ayuda
de la inteligencia
y llamas a gritos a
la prudencia,
4 si la buscas como a
la plata,
y la rebuscas como a
un tesoro,
5 entonces sabrás lo
que es temer al Señor,
y hallarás el
conocimiento de Dios.
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