Día 121, DAB Español, Martes 1 de Mayo
Jueces 13:1-14:20; Juan 1:29-51; Salmos 102; Proverbios 14:15-16 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Jueces
13-14 La Biblia de las Américas (LBLA)
Opresión filistea
13 Y los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo
ante los ojos del Señor, y el Señor los entregó en manos de los filisteos por
cuarenta años.
2 Y había un hombre de Zora, de la familia de los
danitas, el cual se llamaba Manoa; su mujer era estéril y no había tenido
hijos. 3 Entonces el ángel del Señor se le apareció a la mujer, y le dijo: He
aquí, tú eres estéril y no has tenido hijos, pero concebirás y darás a luz un
hijo. 4 Ahora pues, cuídate de no beber vino ni licor, y de no comer ninguna
cosa inmunda. 5 Pues he aquí, concebirás y darás a luz un hijo; no pasará
navaja sobre su cabeza, porque el niño será nazareo para Dios desde el seno
materno; y él comenzará a salvar a Israel de manos de los filisteos. 6 Y la
mujer fue y se lo dijo a su marido, diciendo: Un hombre de Dios vino a mí, y su
aspecto era como el aspecto del ángel de Dios, muy imponente. Yo no le pregunté
de dónde venía, ni él me hizo saber su nombre. 7 Pero él me dijo: “He aquí,
concebirás y darás a luz un hijo; desde ahora no beberás vino ni licor, ni
comerás cosa inmunda, porque el niño será nazareo para Dios desde el seno
materno hasta el día de su muerte.”
8 Entonces Manoa imploró al Señor, y dijo: Te ruego
Señor, que el hombre de Dios que tú enviaste venga otra vez a nosotros, para que
nos enseñe lo que hemos de hacer con el niño que ha de nacer. 9 Y Dios escuchó
la voz de Manoa. Y el ángel de Dios vino otra vez a la mujer cuando estaba
sentada en el campo; y Manoa su marido no estaba con ella. 10 Y la mujer corrió
rápidamente y avisó a su marido, y le dijo: He aquí, se me ha aparecido el
hombre que vino[a] el otro día. 11 Manoa se levantó y siguió a su mujer, y
cuando llegó al hombre, le dijo: ¿Eres el hombre que habló a la mujer? Y él
respondió: Yo soy. 12 Y Manoa dijo: Cuando tus palabras se cumplan, ¿cómo debe
ser el modo de vivir del muchacho y cuál su vocación? 13 Y el ángel del Señor
dijo a Manoa: Que la mujer atienda a[b] todo lo que le dije. 14 No comerá nada
que venga de la vid, no beberá vino ni licor, ni comerá nada inmundo; que
guarde ella todo lo que le he mandado.
Visión de Manoa y nacimiento de Sansón
15 Entonces Manoa dijo al ángel del Señor: Permítenos
detenerte y prepararte un cabrito. 16 Y el ángel del Señor respondió a Manoa:
Aunque me detengas, no comeré de tu alimento[c], mas si preparas un holocausto,
ofrécelo al Señor. Y[d] Manoa no sabía que era el ángel del Señor. 17 Y Manoa
dijo al ángel del Señor: ¿Cuál es tu nombre, para que cuando se cumplan tus
palabras, te honremos? 18 Y el ángel del Señor le respondió: ¿Por qué preguntas
mi nombre, viendo que es maravilloso[e]? 19 Y Manoa tomó el cabrito con la
ofrenda de cereal y los ofreció sobre una piedra al Señor, y el ángel hizo
maravillas mientras que Manoa y su mujer observaban. 20 Pues sucedió que cuando
la llama subía del altar hacia el cielo, el ángel del Señor ascendió en la
llama del altar. Al ver esto, Manoa y su mujer cayeron rostro en tierra. 21 Y
el ángel del Señor no volvió a aparecer a Manoa ni a su mujer. Entonces Manoa
supo que era el ángel del Señor. 22 Y Manoa dijo a su mujer: Ciertamente
moriremos, porque hemos visto a Dios. 23 Pero su mujer le dijo: Si el Señor
hubiera deseado matarnos, no habría aceptado el holocausto ni la ofrenda de
cereal de nuestras manos; tampoco nos habría mostrado todas estas cosas, ni nos
habría permitido ahora oír cosas como éstas.
24 Y la mujer dio a luz un hijo y le puso por nombre
Sansón. Y el niño creció y el Señor lo bendijo. 25 Y el Espíritu del Señor
comenzó a manifestarse en él en Mahané-dan[f], entre Zora y Estaol.
El matrimonio de Sansón
14 Y Sansón descendió a Timnat y vio allí[g] a una
mujer de las hijas de los filisteos. 2 Cuando regresó[h], se lo contó a su
padre y a su madre, diciendo: Vi en Timnat a una mujer de las hijas de los
filisteos; ahora pues, tomádmela por mujer. 3 Le respondieron[i] su padre y su
madre: ¿No hay mujer entre las hijas de tus parientes[j] o entre todo
nuestro[k] pueblo, para que vayas a tomar mujer de los filisteos incircuncisos?
Pero Sansón dijo a su padre: Tómala para mí, porque ella me agrada[l]. 4 Y su
padre y su madre no sabían que esto era del Señor, porque El buscaba ocasión
contra los filisteos, pues en aquel tiempo los filisteos dominaban a Israel.
5 Y Sansón descendió a Timnat con su padre y con su
madre, y llegó hasta los viñedos de Timnat; y he aquí, un león joven venía
rugiendo hacia él. 6 Y el Espíritu del Señor vino[m] sobre él con gran poder, y
lo despedazó como se despedaza un cabrito, aunque no tenía nada en su mano;
pero no contó a su padre ni a su madre lo que había hecho. 7 Descendió y habló
con la mujer; y ella le agradó a Sansón[n]. 8 Cuando regresó más tarde para
tomarla, se apartó del camino para ver el cadáver del león; y he aquí que había
un enjambre de abejas y miel en el cuerpo del león. 9 Recogió la miel[o] en sus
manos[p] y siguió adelante, comiéndola mientras caminaba. Cuando llegó adonde
estaban su padre y su madre, les dio miel y ellos comieron; pero no les contó
que había recogido la miel del cuerpo del león.
El enigma de Sansón
10 Entonces el padre descendió adonde estaba la mujer;
y Sansón hizo allí un banquete, porque así acostumbraban hacer los jóvenes. 11
Y sucedió que cuando lo vieron, trajeron a treinta compañeros para que
estuvieran con él. 12 Y Sansón les dijo: Permitidme proponeros ahora un enigma;
y si en verdad me lo declaráis dentro de los siete días del banquete, y lo
descifráis, entonces os daré treinta vestidos de lino y treinta mudas de ropa.
13 Pero si no podéis declarármelo, entonces vosotros me daréis treinta vestidos
de lino y treinta mudas de ropa. Y ellos le dijeron: Propón tu enigma, para que
lo escuchemos. 14 Y él les dijo:
Del que come salió comida,
y del fuerte salió dulzura.
Y no pudieron declararle el enigma en tres días.
15 Y[q] al cuarto[r] día dijeron a la mujer de Sansón:
Induce a tu marido a que nos declare el enigma, o te quemaremos a fuego a ti y
a la casa de tu padre. Nos habéis invitado para empobrecernos. ¿No es así? 16 Y
la mujer de Sansón lloró delante de él, y dijo: Sólo me aborreces y no me
quieres; has propuesto un enigma a los hijos de mi pueblo, y no me lo has
declarado. Y él le dijo: He aquí que no lo he declarado ni a mi padre ni a mi
madre; ¿y te lo he de declarar a ti? 17 Mas ella lloró delante de él los siete
días que duró su banquete. Y sucedió el séptimo día que él se lo declaró porque
ella le presionaba mucho. Entonces ella declaró el enigma a los hijos de su
pueblo. 18 Y al séptimo día, antes de ponerse el sol, los hombres de la ciudad
le dijeron:
¿Qué es más dulce que la miel?
¿Y qué es más fuerte que un león?
Y él les dijo:
Si no hubiereis arado con mi novilla,
no habríais descubierto mi enigma.
19 Entonces el Espíritu del Señor vino[s] sobre él con
gran poder, y descendió a Ascalón y mató a treinta de ellos y tomando sus
despojos, dio las mudas de ropa a los que habían declarado el enigma. Y
ardiendo en ira, subió a la casa de su padre. 20 Pero la mujer de Sansón fue
dada al compañero que había sido su amigo íntimo.
Footnotes:
Jueces 13:10 Lit., vino a mí
Jueces 13:13 Lit., se guarde de
Jueces 13:16 Lit., pan
Jueces 13:16 Lit., Porque
Jueces 13:18 O, incomprensible
Jueces 13:25 I.e., Campamento de Dan
Jueces 14:1 Lit., en Timnat
Jueces 14:2 Lit., subió
Jueces 14:3 Lit., Le dijo
Jueces 14:3 Lit., hermanos
Jueces 14:3 Lit., mi
Jueces 14:3 Lit., es perfecta en mis ojos
Jueces 14:6 Lit., cayó
Jueces 14:7 Lit., era perfecta en los ojos de Sansón
Jueces 14:9 Lit., Y la recogió
Jueces 14:9 Lit., palmas
Jueces 14:15 Lit., Y fue que
Jueces 14:15 Así en algunas versiones antiguas; en
heb., séptimo
Jueces 14:19 Lit., cayó
La Biblia de las Américas (LBLA)
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Juan
1:29-51 La Biblia de las Américas (LBLA)
El Cordero de Dios
29 Al día siguiente vio* a Jesús que venía hacia él, y
dijo*: He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. 30 Este es
aquel de quien yo dije: “Después de mí viene un hombre que es antes de mí[a]
porque era primero que yo.” 31 Y yo no le conocía[b], pero para que El fuera
manifestado a Israel, por esto yo vine bautizando en[c] agua. 32 Juan dio también
testimonio, diciendo: He visto al Espíritu que descendía del cielo como paloma,
y se posó sobre El. 33 Y yo no le conocía[d], pero el que me envió a bautizar
en[e] agua me dijo: “Aquel sobre quien veas al Espíritu descender y posarse
sobre El, éste es el que bautiza en[f] el Espíritu Santo.” 34 Y yo le he visto
y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios.
Los primeros discípulos
35 Al día siguiente Juan estaba otra vez allí con[g]
dos de sus discípulos, 36 y vio a Jesús que pasaba, y dijo*: He ahí el Cordero
de Dios. 37 Y los dos discípulos le oyeron hablar, y siguieron a Jesús. 38
Jesús se volvió, y viendo que le seguían, les dijo*: ¿Qué buscáis? Y ellos le
dijeron: Rabí (que traducido quiere decir, Maestro), ¿dónde te hospedas? 39 El
les dijo*: Venid y veréis. Entonces fueron y vieron dónde se hospedaba; y se
quedaron con El aquel día, porque era como la hora décima[h]. 40 Uno de los dos
que oyeron a Juan y siguieron a Jesús era Andrés, hermano de Simón Pedro. 41 El
encontró* primero a su hermano Simón, y le dijo*: Hemos hallado al Mesías (que
traducido quiere decir, Cristo[i]). 42 Entonces lo trajo a Jesús. Jesús
mirándolo, dijo: Tú eres Simón, hijo de Juan[j]; tú serás llamado Cefas (que
quiere decir: Pedro[k]).
Felipe y Natanael
43 Al día siguiente Jesús se propuso salir para
Galilea, y encontró* a Felipe, y le dijo*: Sígueme. 44 Felipe era de Betsaida,
de la ciudad de Andrés y de Pedro. 45 Felipe encontró* a Natanael y le dijo*:
Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, y también los
profetas, a Jesús de Nazaret, el hijo de José. 46 Y Natanael le dijo: ¿Puede
algo bueno salir de Nazaret? Felipe le dijo*: Ven, y ve. 47 Jesús vio venir a
Natanael y dijo* de él: He aquí un verdadero israelita en quien no hay engaño.
48 Natanael le dijo*: ¿Cómo es que me conoces? Jesús le respondió y le dijo:
Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 49
Natanael le respondió: Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.
50 Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije que te vi debajo de la higuera,
crees? Cosas mayores que éstas verás. 51 Y le dijo*: En verdad, en verdad os
digo que veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subiendo y bajando
sobre el Hijo del Hombre.
Footnotes:
Juan 1:30 O, tiene un rango más elevado que yo
Juan 1:31 I.e., como el Mesías
Juan 1:31 Aquí el gr. puede traducirse: por, en, o,
con
Juan 1:33 I.e., como el Mesías
Juan 1:33 Aquí el gr. puede traducirse: por, en, o,
con
Juan 1:33 Aquí el gr. puede traducirse: por, en, o,
con
Juan 1:35 Lit., y
Juan 1:39 I.e., las cuatro de la tarde
Juan 1:41 Gr., el Ungido
Juan 1:42 Gr., Joannes, llamado Jonás en Mat. 16:17
Juan 1:42 I.e., piedra, o, roca
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Salmos
102 La Biblia de las Américas (LBLA)
Oración de un afligido
Plegaria de uno que sufre, cuando desmaya y expone su
queja[a] ante el Señor.
102 Oh Señor, escucha mi oración,
y llegue a ti mi clamor.
2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi
angustia;
inclina hacia mí tu oído;
el día en que te invoco, respóndeme pronto.
3 Porque mis días han sido consumidos[b] en humo,
y como brasero han sido quemados mis huesos.
4 Mi corazón ha sido herido como la hierba y se ha
secado,
y[c] hasta me olvido de comer mi pan.
5 A causa de la intensidad[d] de mi gemido
mis huesos se pegan a la piel[e].
6 Me parezco al[f] pelícano del desierto;
como el búho de las soledades he llegado a ser.
7 No puedo dormir[g];
soy[h] cual pájaro solitario sobre un tejado.
8 Mis enemigos me han afrentado todo el día;
los que me escarnecen[i] han usado mi nombre como
maldición[j].
9 Porque cenizas he comido por pan,
y con lágrimas he mezclado mi bebida,
10 a causa de tu indignación y de tu enojo;
pues tú me has levantado y me has rechazado.
11 Mis días son como sombra que se alarga;
y yo me seco como la hierba.
12 Mas tú, Señor, permaneces[k] para siempre,
y tu nombre[l] por todas las generaciones.
13 Tú te levantarás y tendrás compasión de Sion,
porque es tiempo de apiadarse de ella,
pues ha llegado la hora.
14 Ciertamente tus siervos se deleitan en sus piedras,
y se apiadan de su polvo.
15 Y las naciones[m] temerán el nombre del Señor,
y todos los reyes de la tierra, tu gloria.
16 Porque el Señor ha edificado a Sion,
y se ha manifestado en su gloria.
17 Ha considerado la oración de los menesterosos[n],
y no ha despreciado su plegaria.
18 Esto se escribirá[o] para las generaciones futuras;
para[p] que un pueblo aún por crear alabe[q] al
Señor[r].
19 Pues El miró desde su excelso santuario;
desde el cielo el Señor se fijó en[s] la tierra,
20 para oír el gemido de los prisioneros,
para poner en libertad a los condenados a muerte[t];
21 para que los hombres anuncien en Sion el nombre del
Señor,
y su alabanza en Jerusalén,
22 cuando los pueblos y los reinos se congreguen a una
para
servir al Señor.
23 El debilitó mis fuerzas en el camino;
acortó mis días.
24 Dije: Dios mío, no me lleves en la mitad de mis
días;
tus años son por todas las generaciones.
25 Desde la antigüedad tú fundaste la tierra,
y los cielos son la obra de tus manos.
26 Ellos perecerán, pero tú permaneces;
y todos ellos como una vestidura se desgastarán,
como vestido los mudarás, y serán cambiados.
27 Pero tú eres el mismo[u],
y tus años no tendrán fin.
28 Los hijos de tus siervos permanecerán[v],
y su descendencia[w] será establecida delante de ti.
Footnotes:
Salmos 102:1 Véase Sal. 142:2
Salmos 102:3 O, se han acabado
Salmos 102:4 Lit., porque
Salmos 102:5 Lit., voz
Salmos 102:5 Lit., carne
Salmos 102:6 Lit., He llegado a ser como el
Salmos 102:7 O, Estoy desvelado
Salmos 102:7 Lit., he llegado a ser
Salmos 102:8 O, se burlan de mí
Salmos 102:8 O, han jurado por mí
Salmos 102:12 O, reinas
Salmos 102:12 Lit., memorial
Salmos 102:15 O, los gentiles
Salmos 102:17 O, desnudos
Salmos 102:18 O, Escríbase esto
Salmos 102:18 O, y
Salmos 102:18 O, alabará
Salmos 102:18 Heb., Yah
Salmos 102:19 Lit., hacia
Salmos 102:20 Lit., a los hijos de la muerte
Salmos 102:27 Lit., El
Salmos 102:28 O, habitarán seguros
Salmos 102:28 Lit., simiente
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Proverbios
14:15-16 La Biblia de las Américas (LBLA)
15 El simple todo lo cree,
pero el prudente mira bien sus pasos.
16 El sabio teme y se aparta del mal,
pero el necio es arrogante y descuidado.
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