Día 107, DAB Español, Martes 17 de Abril
Josué 15:1-63; Lucas 18:18-43; Salmos 86; Proverbios 13:9-10 (Reina Valera Contemporánea (RVC))
Josué
15 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El territorio de Judá
15 El territorio que, de acuerdo al número de sus
familias, le tocó a la tribu de los hijos de Judá llegaba hasta la frontera con
Edom, y como extremo meridional tenía el desierto de Zin al sur. 2 Su frontera
sur partía de la costa del Mar Salado, seguía por la bahía que mira hacia el
sur, 3 y continuaba hacia la cuesta de Acrabín; seguía hasta Zin, para
continuar subiendo al sur hasta Cadés Barnea; al pasar por Jesrón subía por
Adar y daba la vuelta a Carca; 4 de allí pasaba a Asmón, salía al arroyo de Egipto
y terminaba en el mar. Ésta era su frontera sur. 5 Su frontera oriental era el
Mar Salado, hasta la desembocadura del Jordán. Su frontera norte iba desde la
bahía del mar, donde desemboca el Jordán, 6 subía por Bet Joglá y pasaba al
norte de Bet Arabá; de aquí subía a la roca de Boán Ben Rubén; 7 subía luego a
Debir desde el valle de Acor, y al norte miraba sobre Gilgal, que está frente a
la subida de Adumín, al sur del arroyo, y pasaba hasta los manantiales de
Ensemes, para salir a la fuente de Roguel. 8 Esta frontera sube por el valle de
Ben Jinón por el costado sur de los jebuseos, que es Jerusalén; sube luego por
la cumbre del monte que por el lado norte queda frente al valle de Jinón hacia
el occidente, al final del valle de Refayin. 9 Esta frontera da un rodeo desde
la cumbre del monte hasta donde nace el manantial de Neftoa, y sale a las
ciudades del monte de Efrón, rodea a Baalá, que es Quiriat Yearín, 10 y luego
gira desde Baalá hacia el occidente, al monte de Seir, pasando a un costado del
monte de Yearín, en dirección norte, que es Quesalón; de allí baja a Bet Semes
y pasa a Timna; 11 sigue luego hacia el norte por un costado de Ecrón, rodea a
Sicrón, y pasa por el monte de Baalá para salir a Jabnel y terminar en el mar.
12 La frontera occidental es el Mar Mediterráneo. Éstas eran las fronteras del
territorio de los hijos de Judá, en todo su contorno, conforme al número de sus
familias.
Caleb conquista Hebrón y Debir
13 Josué le dio a Caleb hijo de Yefune su parte entre
los hijos de Judá, conforme a lo que el Señor le había ordenado. Le dio la
ciudad de Quiriat Arbá, padre de Anac, que más tarde fue conocida como Hebrón.
14 Caleb venció a los tres hijos de Anac, es decir, a Sesay, Ajimán y Talmay, y
los echó de allí. 15 Luego marchó contra los habitantes de Debir, que antes era
Quiriat Séfer. 16 Allí Caleb dijo:
«Al que ataque a Quiriat Séfer, y la conquiste, le
daré por mujer a mi hija Acsa.»
17 Y fue su propio hermano, Otoniel hijo de Cenaz,
quien la conquistó, y Caleb le dio a su hija Acsa por mujer. 18 Cuando ya se
iban, Otoniel la persuadió para que le pidiera a su padre tierras labrantías.
Entonces Acsa se bajó del asno, y Caleb le preguntó:
«¿Qué te pasa?»
19 Ella le respondió:
«Concédeme una petición. Ya que me has dado tierras
del Néguev, dame también manantiales.»
Y Caleb le dio los manantiales de arriba y los
manantiales de abajo.
Las ciudades de Judá
20 La tribu de los hijos de Judá recibió su herencia
de acuerdo al número de sus familias. 21 Las ciudades que recibió estaban en el
extremo sur, hacia la frontera con Edom, y fueron:
Cabsel, Edar, Jagur, 22 Cina, Dimona, Adada, 23 Cedes,
Jazor, Itnán, 24 Zif, Telén, Bealot, 25 Jazor Jadatá, Queriot, Jesrón (que es
Jazor), 26 Amán, Semá, Molada, 27 Jasar Gadá, Jesmón, Bet Pélet, 28 Jasar Súal,
Berseba, Bizotia, 29 Baalá, Iyín, Esén, 30 Eltolad, Quesil, Jormá, 31 Siclag,
Madmana, Sansana, 32 Lebaot, Siljín, Ayin y Rimón.
En total, veintinueve ciudades con sus aldeas.
33 En las llanuras recibió:
Estaol, Sorá, Asena, 34 Zanoaj, Enganín, Tapuaj, Enam,
35 Jarmut, Adulán, Soco, Azeca, 36 Sagarayin, Aditayin, Gedera y Guederotayin
Catorce ciudades con sus aldeas.
37 Senán, Jadasá, Migdal Gad, 38 Dileán, Mispá,
Yoctel, 39 Laquis, Boscat, Eglón, 40 Quebón, Lamán, Quitlís, 41 Gederot, Bet
Dagón, Noamá y Maceda.
Dieciséis ciudades con sus aldeas.
42 Libna, Eter, Asán, 43 Yiftá, Asena, Nesib, 44
Keila, Aczib y Maresa.
Nueve ciudades con sus aldeas.
45 Ecrón con sus villas y aldeas. 46 Desde Ecrón hasta
el mar, todas las que están cerca de Asdod, con sus aldeas.
47 Asdod con sus villas y aldeas; Gaza con sus villas
y aldeas, hasta el río de Egipto, y el Mar Grande con sus costas.
48 En las montañas, Samir, Jatir, Soco, 49 Daná,
Quiriat Saná (que es Debir); 50 Anab, Estemoa, Anín, 51 Gosén, Holón y Gilo.
Once ciudades con sus aldeas.
52 Arab, Duma, Esán, 53 Yanún, Bet Tapuaj, Afeca, 54
Jumetá, Quiriat Arbá (que es Hebrón) y Sior.
Nueve ciudades con sus aldeas.
55 Maón, Carmel, Zif, Yutá, 56 Jezrel, Jocdeán,
Zanoaj, 57 Caín, Gabaa y Timna.
Diez ciudades con sus aldeas.
58
Jaljul, Betsur, Gedor, 59 Marat, Bet Anot y Eltecón.
Seis ciudades con sus aldeas.
60 Quiriat Baal (que es Quiriat Yearín) y Rabá.
Dos ciudades con sus aldeas.
61 En el desierto, Bet Arabá, Midín, Secocá, 62
Nibesán, la Ciudad de la Sal y Engadí.
Seis ciudades con sus aldeas.
63 Sin embargo, los hijos de Judá no pudieron arrojar
a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, y hasta el día de hoy conviven con
los hijos de Judá en Jerusalén.
Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Lucas
18:18-43 Reina Valera Contemporánea (RVC)
El joven rico
18 Un hombre importante le preguntó: «Maestro bueno,
¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?» 19 Jesús le dijo: «¿Por qué me
llamas bueno? No hay nadie que sea bueno, sino sólo Dios. 20 Conoces los
mandamientos: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso
testimonio, honra a tu padre y a tu madre.» 21 Aquél le dijo: «Todo esto lo he
cumplido desde mi juventud.» 22 Al oír esto, Jesús le dijo: «Aún te falta una
cosa: vende todo lo que tienes, y dáselo a los pobres; así tendrás un tesoro en
el cielo. Después de eso, ven y sígueme.» 23 Cuando aquel hombre oyó esto, se
puso muy triste, porque era muy rico. 24 Y al ver Jesús que se había
entristecido mucho, dijo: «¡Qué difícil es para los ricos entrar en el reino de
Dios! 25 Le es más fácil a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un
rico entrar en el reino de Dios.» 26 Los que oyeron esto dijeron: «Entonces,
¿quién podrá salvarse?» 27 Y Jesús les respondió: «Lo que es imposible para los
hombres, es posible para Dios.» 28 Pedro dijo entonces: «Nosotros hemos dejado
nuestras posesiones, y te hemos seguido.» 29 Y Jesús les dijo: «De cierto les
digo, que cualquiera que haya dejado casa, padres, hermanos, mujer, o hijos,
por el reino de Dios, 30 recibirá mucho más en este tiempo, y en el tiempo
venidero recibirá la vida eterna.»
Nuevamente Jesús anuncia su muerte
31 Jesús llamó aparte a los doce, y les dijo: «Como
pueden ver, ahora vamos camino a Jerusalén. Allí se cumplirá todo lo que los
profetas escribieron acerca del Hijo del Hombre. 32 Éste será entregado a los
no judíos, los cuales se burlarán de él, lo insultarán y le escupirán, 33 y
después de azotarlo, lo matarán. Pero al tercer día resucitará.» 34 Ellos no
entendieron nada de esto, pues el mensaje no les resultaba claro ni podían comprenderlo.
Un ciego de Jericó recibe la vista
35 Cuando Jesús estuvo cerca de Jericó, junto al
camino estaba sentado un mendigo ciego. 36 Al oír éste a la multitud que
pasaba, preguntó qué era lo que sucedía, 37 y cuando le dijeron que Jesús de
Nazaret estaba pasando por allí, 38 comenzó a gritar: «¡Jesús, Hijo de David,
ten misericordia de mí!» 39 Los que iban al frente lo reprendían para que se
callara; pero él gritaba más aún: «¡Hijo de David, ten misericordia de mí!» 40
Entonces Jesús se detuvo y mandó que lo llevaran a su presencia. Cuando el
ciego llegó, Jesús le preguntó: 41 «¿Qué quieres que haga por ti?» Y el ciego
respondió: «Señor, quiero recibir la vista.» 42 Jesús le dijo: «Ya la has
recibido. Tu fe te ha sanado.» 43 Al instante, el ciego pudo ver y comenzó a
seguir a Jesús, mientras glorificaba a Dios. Y al ver todo el pueblo lo
sucedido, también alababa a Dios.
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Salmos
86 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Súplica por la continua misericordia de Dios
Oración de David.
86 Señor, inclina tu oído y escúchame,
pues me encuentro afligido y necesitado.
2 Sálvame la vida, pues te soy fiel.
Dios mío, salva a tu siervo, que en ti confía.
3 Señor, ten misericordia de mí,
porque a ti clamo todo el día.
4 Alegra la vida de este siervo tuyo,
porque a ti, Señor, elevo mi alma.
5 Tú, Señor, eres bondadoso y sabes perdonar;
¡grande es tu misericordia para los que te invocan!
6 Señor, escucha mi oración
y atiende a la voz de mis súplicas.
7 Cuando me encuentro angustiado, te llamo
porque tú me respondes.
8 Señor, no hay entre los dioses otro como tú,
ni hay obras que se comparen con tus obras.
9 Todas las naciones que tú, Señor, has creado
vendrán y se postrarán delante de ti
y glorificarán tu nombre,
10 porque sólo tú eres Dios;
tú eres grande, y haces maravillas.
11 Enséñame, Señor, tu camino,
para que camine yo en tu verdad.
Dale firmeza a mi corazón,
para que siempre tema tu nombre.
12 Señor y Dios mío, yo te alabaré con todo el
corazón,
y por siempre glorificaré tu nombre.
13 Grande es tu misericordia para conmigo,
pues me has librado de caer en el sepulcro.
14 Dios mío, gente soberbia se levanta contra mí;
gente violenta hace planes para quitarme la vida.
Son gente que no te toma en cuenta.
15 Pero tú, Señor, eres un Dios compasivo y clemente,
lento para la ira, pero grande en misericordia y
verdad.
16 ¡Dígnate mirarme, y ten misericordia de mí!
¡Lléname de tu poder, pues soy tu siervo!
¡Protégeme, pues soy el hijo de tu sierva!
17 ¡Dame una prueba de tu bondad!
¡Que sean avergonzados los que me odian
al ver que tú, Señor, me ayudas y me consuelas!
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Proverbios
13:9-10 Reina Valera Contemporánea (RVC)
9 La luz de los justos brinda alegría;
la lámpara de los impíos languidece.
10 La soberbia es la madre de las contiendas,
pero en los ingeniosos se halla la sabiduría.
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