Día 94, DAB Español, Miércoles 4 de Abril
Deuteronomio 26:1-27:26; Lucas 10:38-11:13; Salmos 76; Proverbios 12:15-17 (Traducción en lenguaje actual (TLA))
Deuteronomio
26-27 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Los primeros frutos
26 Moisés también dijo:
«Cuando se encuentren ya en el territorio que Dios va
a darles, 2 deberán entregarle a Dios los primeros frutos de todo lo que hayan
sembrado. Los pondrán en una canasta, y los llevarán al Santuario. 3 Allí se
presentarán ante el sacerdote, y le dirán: “Hoy, en presencia de mi Dios,
quiero que todos sepan que ya estoy viviendo en la tierra que Dios prometió dar
a nuestros antepasados”.
4 »El sacerdote tomará la canasta y la pondrá ante el
altar de Dios. 5 Entonces, el que presenta la canasta dirá:
“Mis antepasados pertenecieron a un grupo de arameos
que no tenían ningún lugar fijo para vivir. Se fueron a vivir a Egipto, y ahí
llegaron a ser un pueblo muy grande y poderoso. 6 Pero los egipcios nos
maltrataron mucho, y nos obligaron a ser sus esclavos. 7 Entonces le pedimos
ayuda al Dios de nuestros antepasados, y él escuchó nuestros ruegos, pues vio
lo que ellos nos hacían sufrir. 8 Fue así como nuestro Dios usó su gran poder,
y con grandes maravillas llenó de miedo a los egipcios y nos sacó de allí. 9
Luego nos trajo a este país, donde siempre hay abundancia de alimentos. 10 Por
eso ahora, en gratitud, le traigo los primeros frutos de lo que sembré en la
tierra que él me dio”.
»Luego, el que presente la canasta la pondrá ante el
altar de Dios y se arrodillará para adorarlo. 11 Después de eso, hará una
fiesta para darle gracias a Dios por lo que él y su familia hayan recibido. A
esa fiesta invitará a los sacerdotes y a los refugiados que vivan en su país.
El diezmo
12 »Cada tres años apartarán la décima parte de todo
lo que cosechen, y se la darán a los sacerdotes, a los refugiados, a los
huérfanos y a las viudas que vivan entre ustedes. Así en sus pueblos nadie
pasará hambre. 13-14 Después de entregar todo eso, deberán decir ante el altar:
“Dios mío, ya he apartado y entregado a los
sacerdotes, a los refugiados, a los huérfanos y a las viudas, la parte de mis
cosechas que te pertenece. Te he obedecido en todo, y no he tocado nada de esos
productos. Jamás comí de ellos mientras estuve impuro o de luto, ni los ofrecí
a los espíritus de los muertos. 15 Tú, por tu parte, nos has dado un país donde
siempre hay abundancia de alimentos. Ya que te he obedecido en todo, bendice
desde tu templo celestial a esta tierra y a tu pueblo”».
Israel es el pueblo de Dios
16 Moisés también dijo:
«Dios les ordena hoy que obedezcan todos estos
mandamientos. Comprométanse a obedecerlos con toda su mente, y con todo su ser.
17 Ustedes han reconocido como su Dios al Dios de Israel, y han prometido
obedecerlo siempre en todo.
18 »Por su parte, nuestro Dios ha cumplido su promesa
y ha dicho que ustedes son su pueblo, y que deberán obedecerlo en todo. 19
Nuestro Dios hará de ustedes el país más famoso y poderoso de toda la tierra,
siempre y cuando cumplan con su mandamiento de adorarlo sólo a él».
El altar del monte Ebal
27 Además, Moisés y los líderes israelitas dieron al
pueblo las siguientes órdenes:
«Obedezcan todos los mandamientos que hoy les he dado.
2-8 Ya pronto entrarán al territorio que Dios prometió dar a sus antepasados.
¡Es un país tan fértil que siempre hay abundancia de alimentos! Cuando crucen
el río Jordán y entren en ese territorio, deberán ir de inmediato al monte
Ebal, y colocar allí unas piedras grandes y pintadas de blanco. En esas piedras
escribirán todos los mandamientos que hoy les he dado.
»En ese mismo monte quiero que construyan un altar de
piedra, para quemar sobre él ofrendas en honor de nuestro Dios, para pedir
salud y bienestar. Pero usen las piedras enteras, y tal como las encuentren.
Luego le pedirán a Dios que les perdone sus pecados, y ante ese mismo altar
harán una fiesta en honor de nuestro Dios».
9 Después Moisés volvió a presentarse ante el pueblo,
y acompañado de los sacerdotes les dijo a los israelitas:
«¡Silencio, por favor! ¡Quiero que me presten
atención! Hoy ustedes se han convertido en el pueblo de Dios. 10 Por lo tanto,
deben obedecerlo en todo y cumplir los mandamientos que hoy les he dado».
Maldiciones para los desobedientes
11 Ese mismo día, Moisés les dio a los israelitas las
siguientes instrucciones:
12-13 «Cuando ya todos hayan cruzado el río Jordán,
quiero que las tribus se dividan en dos grupos. El primer grupo lo formarán las
tribus de Simeón, Leví, Judá, Isacar, José y Benjamín, y se colocará en el
monte Guerizim. El segundo grupo lo formarán las tribus de Rubén, Gad, Aser,
Zabulón, Dan y Neftalí, y se colocará en el monte Ebal. Desde el monte Guerizim
se bendecirá a todo el pueblo de Israel, y desde el monte Ebal se lanzarán las
maldiciones para los que no obedezcan a Dios.
14-26 »Éstas son las maldiciones que leerán los
sacerdotes ante todo el pueblo. Una vez leída cada maldición, y para declarar
que está de acuerdo, todo el pueblo deberá gritar con fuerza: “¡Amén!”
»Maldito sea el que haga un ídolo, y luego lo esconda.
Dios odia esas cosas.
»Maldito sea el que desprecie a su padre o a su madre.
»Maldito sea el que no respete los límites de una
propiedad y le robe terreno a su dueño.
»Maldito sea el que engañe a un ciego y lo desvíe de
su camino.
»Maldito sea el que trate mal a los refugiados, a las
viudas y a los huérfanos.
»Maldito sea el hijo que tenga relaciones sexuales con
la mujer de su padre. Ésa es una gran falta de respeto.
»Maldito sea el que tenga relaciones sexuales con un
animal.
»Maldito sea el que tenga relaciones sexuales con su
hermana, aunque sólo sea hija de su padre o de su madre.
»Maldito sea el que tenga relaciones sexuales con su
suegra.
»Maldito sea el que traicione a su amigo y lo mate.
»Maldito sea el que cobre dinero por matar a un
inocente.
»Maldito sea el que no obedezca estas instrucciones».
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Lucas
10:38-11:13 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Marta y María
38 En su viaje hacia Jerusalén, Jesús y sus discípulos
pasaron por un pueblo. Allí, una mujer llamada Marta recibió a Jesús en su
casa. 39 En la casa también estaba María, que era hermana de Marta. María se
sentó junto a Jesús para escuchar atentamente lo que él decía. 40 Marta, en
cambio, estaba ocupada en preparar la comida y en los quehaceres de la casa.
Por eso, se acercó a Jesús y le dijo:
—Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola,
haciendo todo el trabajo de la casa? Dile que me ayude.
41-42 Pero Jesús le contestó:
—Marta, Marta, ¿por qué te preocupas por tantas cosas?
Hay algo más importante. María lo ha elegido, y nadie se lo va a quitar.
Jesús enseña a orar
11 Un día, Jesús fue a cierto lugar para orar. Cuando
terminó, uno de sus discípulos se acercó y le pidió:
—Señor, enséñanos a orar, así como Juan el Bautista
enseñó a sus seguidores.
2 Jesús les dijo:
—Cuando ustedes oren, digan:
“Padre, que todos reconozcan
que tú eres el verdadero Dios.
”Ven y sé nuestro único rey.
3 ”Danos la comida
que hoy necesitamos.
4 ”Perdona nuestros pecados,
como también nosotros perdonamos
a todos los que nos hacen mal.
”Y cuando vengan las pruebas,
no permitas que ellas
nos aparten de ti.”
5 También les dijo:
«Supongamos que, a medianoche, uno de ustedes va a la
casa de un amigo y le dice: “Vecino, préstame por favor tres panes. 6 Un amigo
mío, que está de viaje, ha llegado y va a quedarse en mi casa; ¡no tengo nada
para darle de comer!” 7 Supongamos también que el vecino le responda así: “¡No
me molestes! La puerta ya está cerrada con llave, y mi familia y yo estamos
acostados. No puedo levantarme a darte los panes.” 8 Si el otro siguiera
insistiendo, de seguro el vecino le daría lo que necesitara, no tanto porque
aquél fuera su amigo, sino para no ser avergonzado ante el pueblo.
9 »Por eso les digo esto: pidan a Dios y él les dará,
hablen con Dios y encontrarán lo que buscan, llámenlo y él los atenderá. 10
Porque el que confía en Dios recibe lo que pide, encuentra lo que busca y, si
llama, es atendido.
11 »¿Alguno de ustedes le daría a su hijo una
serpiente si él le pidiera un pescado? 12 ¿O le daría un escorpión si le
pidiera un huevo? 13 Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus
hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará el Espíritu
Santo a quienes se lo pidan.»
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Salmos
76 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Dios es el vencedor
SALMO 76 (75)
Himno de Asaf. Instrucciones para el director del
coro: Este himno deberá cantarse acompañado de instrumentos de cuerda.
76 En Judá se conoce a Dios;
en Israel se reconoce su fama.
2 En Jerusalén se halla su templo;
allí estableció su residencia.
3 Allí Dios hace pedazos
todas las armas de guerra.
4-6 Dios de Israel,
tú eres un Dios maravilloso;
eres más grande
que las montañas eternas.
Todos los hombres de guerra
se quedaron sin sus armas;
cayeron en el campo de batalla.
Ninguno de esos valientes
pudo siquiera defenderse.
Cuando tú los reprendiste,
su poder militar se derrumbó.
7 Sólo tú inspiras temor.
Cuando tu furia se desata,
no hay quién pueda hacerte frente.
8-9 Cuando tú, Dios mío,
decidiste hacerles justicia
a todos los pobres de la tierra,
dictaste tu sentencia desde el cielo,
y la tierra, temerosa,
prefirió guardar silencio.
10 Cuando te enojas,
hasta el hombre más furioso;
se rinde ante ti y te alaba.
11 Cumplámosle a nuestro Dios
todas nuestras promesas;
y ustedes, naciones vecinas,
tráiganle ofrendas al Dios admirable;
12 él humilla a los gobernantes
y hace que tiemblen de miedo
todos los reyes de la tierra.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Proverbios
12:15-17 Traducción en lenguaje actual (TLA)
15 El tonto está seguro
de que hace lo correcto;
el sabio hace caso del consejo.
16 Los tontos fácilmente se enojan;
los sabios perdonan la ofensa.
17 La gente honrada
siempre dice la verdad,
pero el testigo falso
dice puras mentiras.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
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