Saturday, July 31, 2021

DAB Español, Domingo 01 de Agosto

Día 213, DAB Español, Domingo 01 de Agosto

2 Crónicas 30:1-31:21; Romanos 15:1-22; Salmos 25:1-11; Proverbios 20:13-15 (Reina Valera Contemporánea (RVC))









2 Crónicas 30-31

Reina Valera Contemporánea

Ezequías celebra la pascua

 

30 Después Ezequías envió mensajeros por todo Israel y Judá, y escribió cartas a Efraín y a Manasés, para que vinieran a Jerusalén y celebraran la pascua del Señor y Dios de Israel en el templo del Señor. 2 El rey había acordado con sus príncipes y con toda la congregación de Jerusalén el celebrar la pascua en el mes segundo, 3 ya que entonces no la podían celebrar por no haber suficientes sacerdotes santificados, ni tampoco el pueblo se había reunido en Jerusalén. 4 Este acuerdo fue del agrado del rey y de toda la multitud, 5 así que decidieron hacer correr la voz por todo Israel, desde Berseba hasta Dan, para que vinieran a celebrar la pascua del Señor Dios de Israel en Jerusalén, pues hacía mucho tiempo que no la habían celebrado tal y como está escrito. 6 Partieron mensajeros por todo Israel y Judá con cartas personales del rey y de sus príncipes, tal y como el rey lo había mandado, y las cartas decían:

 

«Israelitas, vuélvanse al Señor, el Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, y él se volverá al remanente que se libró del poder de los reyes de Asiria. 7 No sean como sus padres ni como sus hermanos, que se rebelaron contra el Señor y Dios de sus padres. Por eso él los entregó al desconsuelo, como pueden verlo. 8 No sean testarudos como sus padres, sino sométanse al Señor y vengan a su santuario, que él ha santificado para siempre. Sirvan al Señor su Dios, y el ardor de su ira se apartará de ustedes. 9 Si ustedes se vuelven al Señor, sus hermanos y sus hijos serán tratados con misericordia por quienes ahora los tienen cautivos, y volverán a esta tierra, porque el Señor su Dios es clemente y misericordioso, y no les volverá la espalda si ustedes se vuelven a él.»

 

10 Los mensajeros fueron de ciudad en ciudad por la tierra de Efraín y Manasés, hasta Zabulón; pero la gente se reía y se burlaba de ellos. 11 Sin embargo, hubo algunos de Aser, de Manasés y de Zabulón que se humillaron y acudieron a Jerusalén. 12 En Judá también estuvo la mano de Dios para hacer que se pusieran de acuerdo y cumplieran el mensaje del rey y de los príncipes, conforme a la palabra del Señor. 13 Y así, en el mes segundo mucha gente se reunió en Jerusalén para celebrar la fiesta solemne de los panes sin levadura. Hubo una vasta reunión 14 que se levantó y quitó los altares que había en Jerusalén, y que además quitó todos los altares de incienso y los echó al torrente de Cedrón. 15 El día catorce del mes segundo se ofreció el sacrificio de la pascua. Los sacerdotes y los levitas, llenos de vergüenza, se santificaron y llevaron los holocaustos al templo del Señor, 16 tomaron sus turnos acostumbrados, conforme a la ley de Moisés, hombre de Dios, mientras los sacerdotes esparcían la sangre que recibían de manos de los levitas. 17 Y es que en la congregación había muchos que no estaban santificados, y por eso los levitas sacrificaban la pascua por todos los que no se habían purificado, para consagrarlos al Señor. 18 Una gran multitud del pueblo de Efraín y Manasés, y de Isacar y Zabulón, no se había purificado, así que comieron la pascua sin cumplir con lo que está escrito; pero Ezequías oró por ellos, y dijo al Señor:

 

«Tú, Dios nuestro, que eres bueno, sé propicio a todos los que de corazón se han preparado para buscarte, 19 aunque no estén purificados según los ritos de purificación del santuario. Tú eres el Señor, el Dios de sus padres.»

 

20 Y el Señor escuchó la oración de Ezequías, y sanó al pueblo. 21 Así, durante siete días, los israelitas que estaban en Jerusalén celebraron con gran gozo la fiesta solemne de los panes sin levadura; y todos los días los levitas y los sacerdotes glorificaban al Señor, mientras cantaban con sonoros instrumentos. 22 Ezequías, por su parte, habló con mucho cariño a todos los levitas hábiles en el servicio del Señor, y durante siete días comieron de lo sacrificado en la fiesta solemne, y ofrecieron sacrificios de paz y dieron gracias al Señor y Dios de sus padres.

 

23 Todos los allí reunidos acordaron celebrar la fiesta durante siete días más, y con mucha alegría lo hicieron así. 24 El rey Ezequías de Judá había donado a la asamblea mil novillos y siete mil ovejas; también los príncipes dieron al pueblo mil novillos y diez mil ovejas, y muchos sacerdotes ya se habían santificado. 25 Y así, toda la congregación de Judá se regocijó, lo mismo que los sacerdotes y levitas, y toda la multitud que había venido de Israel, y también los forasteros que habían llegado de la tierra de Israel y los que habitaban en Judá. 26 Hubo gran regocijo en Jerusalén porque, desde los días de Salomón, el hijo del rey David de Israel, no había habido en Jerusalén una celebración semejante. 27 Después los sacerdotes y levitas se pusieron de pie y bendijeron al pueblo, y su voz fue escuchada, y su oración llegó hasta el cielo, hasta la mansión de Dios.

 

31 Al terminar la celebración, todos los israelitas que habían asistido salieron por las ciudades de Judá y destruyeron las estatuas y las imágenes de Asera, y derribaron los lugares altos y los altares por todo Judá y Benjamín, y también en Efraín y Manasés, hasta acabar con todo. Después todos los israelitas volvieron a sus ciudades, cada uno a su propia casa.

Ezequías reorganiza a sacerdotes y levitas

 

2 Ezequías arregló la distribución de turnos de los sacerdotes y de los levitas, cada uno según su oficio. Los sacerdotes y los levitas, para ofrecer el holocausto y las ofrendas de paz, para ministrar, para dar gracias y alabar a Dios dentro de las puertas de los atrios del Señor. 3 El rey contribuyó con sus propios recursos para los holocaustos de la mañana y de la tarde, y para los holocaustos de los días de reposo, nuevas lunas y fiestas solemnes, como está escrito en la ley del Señor. 4 Además, ordenó a los habitantes de Jerusalén que dieran la porción correspondiente a los sacerdotes y levitas, para que ellos se dedicaran a la ley del Señor. 5 Cuando este edicto fue divulgado, los israelitas dieron muchas primicias de grano, vino, aceite y miel, y de todos los frutos de la tierra; y llevaron igualmente abundantes diezmos de todas las cosas. 6 También los israelitas y los habitantes de las ciudades de Judá dieron los diezmos de las vacas y de las ovejas, y presentaron los diezmos de lo santificado y de todo lo que habían prometido al Señor su Dios, y los depositaron en montones. 7 Comenzaron a formar aquellos montones en el mes tercero, y terminaron en el mes séptimo. 8 Cuando Ezequías y los príncipes vinieron y vieron los montones, bendijeron al Señor y a su pueblo Israel. 9 Ezequías preguntó a los sacerdotes y a los levitas acerca de esos montones, 10 y el sumo sacerdote Azarías, de la casa de Sadoc, le contestó:

 

«Desde que comenzaron a traer las ofrendas al templo del Señor, hemos comido y nos hemos saciado, y nos ha sobrado mucho, porque el Señor ha bendecido a su pueblo. Esta abundancia de provisiones es lo que ha sobrado.»

 

11 Entonces Ezequías ordenó que se preparara espacio para ellas en el templo del Señor, y así se hizo; 12 y allí se almacenaron fielmente las primicias y los diezmos y las cosas consagradas, y como principal encargado de todo ello se puso al levita Conanías, y Simey su hermano fue nombrado su ayudante. 13 Por orden del rey Ezequías, y de Azarías, príncipe del templo de Dios, los mayordomos al servicio de Conanías y de su hermano Simey eran Yejiel, Azazías, Najat, Asael, Jerimot, Jozabad, Eliel, Ismaquías, Majat y Benaías. 14 El levita Coré hijo de Imna quedó a cargo de la puerta oriental, de las ofrendas voluntarias para Dios, de la distribución de las ofrendas dedicadas al Señor, y de los objetos consagrados. 15 A su servicio estaban Edén, Miniamín, Josué, Semaías, Amarías y Secanías, en las ciudades de los sacerdotes, para dar con fidelidad a sus hermanos, mayores y menores, sus porciones conforme a sus grupos, 16 a los varones mayores de tres años anotados en orden de sus linajes, y a todos los que entraban en el templo del Señor para desempeñar su ministerio, según sus oficios y grupos. 17 También a los que eran contados entre los sacerdotes, según sus casas paternas, y a los levitas mayores de veinte años, conforme a sus oficios y grupos. 18 Eran inscritos con todos sus niños, mujeres, hijos e hijas, es decir, con toda la familia, porque se consagraban con fidelidad a las cosas santas. 19 Del mismo modo, los varones nombrados tenían el encargo de dar sus porciones, por todas las ciudades, a todos los varones de entre los sacerdotes, y a todo el linaje de los levitas, y a los sacerdotes hijos de Aarón que estaban en los ejidos de sus ciudades.

 

20 Así lo hizo Ezequías en todo Judá, y llevó a cabo lo bueno, lo recto y lo verdadero delante del Señor su Dios. 21 En todo lo que emprendió para el servicio del templo de Dios, buscó a su Dios, y lo hizo de todo corazón y de acuerdo con la ley y los mandamientos, y fue prosperado.

Romanos 15:1-22

Reina Valera Contemporánea

 

15 Así que, los que somos fuertes debemos soportar las flaquezas de los débiles, en vez de hacer lo que nos agrada. 2 Cada uno de nosotros debe agradar a su prójimo en lo que es bueno, con el fin de edificarlo. 3 Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo sino que, como está escrito: «Las ofensas de los que te insultaban cayeron sobre mí.» 4 Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras. 5 Que el Dios de la paciencia y de la consolación les conceda a ustedes un mismo sentir, según Cristo Jesús, 6 para que todos juntos y a una sola voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.

El evangelio a los no judíos

 

7 Por tanto, recíbanse unos a otros, como también Cristo nos recibió, para la gloria de Dios. 8 Pues les digo que Cristo Jesús vino a ser siervo de los judíos para mostrar la verdad de Dios, para confirmar las promesas hechas a nuestros antepasados, 9 y para que los que no son judíos glorifiquen a Dios por su misericordia, como está escrito:

 

«Por tanto, yo te confesaré entre las naciones,

Y cantaré salmos a tu nombre.»

 

10 Y en otra parte dice:

 

«Alégrense, naciones, con su pueblo.»

 

11 Y también dice:

 

«Alaben al Señor todas las naciones,

Y exáltenlo todos los pueblos.»

 

12 Y otra vez dice Isaías:

 

«Se alzará la raíz de Yesé;

se levantará a gobernar a las naciones,

las cuales pondrán en él su esperanza.»

 

13 ¡Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo!

 

14 Estoy seguro, hermanos míos, de que ustedes mismos están llenos de bondad y de todo conocimiento, de tal manera que pueden amonestarse unos a otros. 15 Pero les he escrito con toda franqueza, como para hacerles recordar, por la gracia que Dios me ha dado, 16 para ser ministro de Jesucristo a los no judíos y ministrarles el evangelio de Dios, para que ellos sean una ofrenda agradable a Dios, santificada por el Espíritu Santo. 17 Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. 18 Porque no me atrevería a contar sino lo que, de palabra y obra, Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los no judíos; 19 y esto mediante poderosas señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios, de tal manera que desde Jerusalén y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. 20 Fue así como me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiera sido anunciado, para no edificar sobre fundamento ajeno, 21 sino, como está escrito:

 

«Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán;

Y los que nunca han oído de él, entenderán.»

Pablo se propone ir a Roma

 

22 Por esto muchas veces no me ha sido posible ir a visitarlos;

Salmos 25:1-11

Reina Valera Contemporánea

David implora dirección, perdón y protección

Salmo de David.

 

25 A ti, Señor, elevo mi alma.

2

Eres mi Dios, y en ti confío;

¡no permitas que mis enemigos

me avergüencen y se burlen de mí!

3

No permitas que sean avergonzados

los que en ti ponen su esperanza;

más bien, que sean puestos en vergüenza

los que sin razón se rebelan contra ti.

 

4

Señor, dame a conocer tus caminos;

¡Enséñame a seguir tus sendas!

5

Todo el día espero en ti;

¡enséñame a caminar en tu verdad,

pues tú eres mi Dios y salvador!

6

Recuerda, Señor, que en todo tiempo

me has mostrado tu amor y tu misericordia.

7

Tú, Señor, eres todo bondad.

Por tu misericordia, acuérdate de mí;

pero olvídate de que en mi juventud

pequé y fui rebelde contra ti.

 

8

El Señor es bueno y recto;

por eso enseña a los pecadores el camino.

9

El Señor muestra su camino a los humildes,

y los encamina en la justicia.

10

Misericordia y verdad son los caminos del Señor

para quienes cumplen fielmente su pacto.

 

11

Señor, muy grande es mi pecado,

pero haz honor a tu nombre, y perdóname.

Proverbios 20:13-15

Reina Valera Contemporánea

 

13

No seas dormilón, y jamás serás pobre;

no pegues los ojos, y el pan nunca te faltará.

14

El comprador dice que lo que compra es malo,

pero en cuanto paga, alaba su compra.

15

Abundan el oro y las piedras preciosas,

pero los labios prudentes son una joya.

Reina Valera Contemporánea (RVC)

 

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