Saturday, August 31, 2019

DAB Español, Domingo 1 de Septiembre

Día 244, DAB Español, Domingo 1 de Septiembre

Job 40:1-42:17; 2 Corintios 5:11-21; Salmos 45; Proverbios 22:14 (Nueva Versión Internacional (NVI))






Job 40-42 Nueva Versión Internacional (NVI)
40 El Señor dijo también a Job:

2 «¿Corregirá al Todopoderoso quien contra él contiende?
    ¡Que le responda a Dios quien se atreve a acusarlo!»

3 Entonces Job le respondió:

4 «¿Qué puedo responderte, si soy tan indigno?
    ¡Me tapo la boca con la mano!
5 Hablé una vez, y no voy a responder;
    hablé otra vez, y no voy a insistir».

6 El Señor le respondió a Job desde la tempestad. Le dijo:

7 «Prepárate a hacerme frente.
    Yo te cuestionaré, y tú me responderás.

8 »¿Vas acaso a invalidar mi justicia?
    ¿Me harás quedar mal para que tú quedes bien?
9 ¿Tienes acaso un brazo como el mío?
    ¿Puede tu voz tronar como la mía?
10 Si es así, cúbrete de gloria y esplendor;
    revístete de honra y majestad.
11 Da rienda suelta a la furia de tu ira;
    mira a los orgullosos, y humíllalos;
12 mira a los soberbios, y somételos;
    aplasta a los malvados donde se hallen.
13 Entiérralos a todos en el polvo;
    amortaja sus rostros en la fosa.
14 Yo, por mi parte, reconoceré
    que en tu mano derecha está la salvación.

15 »Mira a Behemot,[a] criatura mía igual que tú,
    que se alimenta de hierba, como los bueyes.
16 ¡Cuánta fuerza hay en sus lomos!
    ¡Su poder está en los músculos de su vientre!
17 Su rabo se mece como un cedro;
    los tendones de sus muslos se entrelazan.
18 Sus huesos son como barras de bronce;
    sus piernas parecen barrotes de hierro.
19 Entre mis obras ocupa el primer lugar,
    solo yo, su Hacedor, puedo acercármele con la espada.
20 Los montes le brindan sus frutos;
    allí juguetean todos los animales salvajes.
21 Debajo de los lotos se tiende a descansar;
    se oculta entre los juncos del pantano.
22 Los lotos le brindan su sombra;
    los álamos junto al río lo envuelven.
23 No se alarma si brama el río;
    vive tranquilo aunque el Jordán le llegue al hocico.
24 ¿Quién ante sus ojos se atreve a capturarlo?
    ¿Quién puede atraparlo y perforarle la nariz?

41 »¿Puedes pescar a Leviatán con un anzuelo,
    o atarle la lengua con una cuerda?
2 ¿Puedes ponerle un cordel en la nariz,
    o perforarle la quijada con un gancho?
3 ¿Acaso amablemente va a pedirte
    o suplicarte que le tengas compasión?
4 ¿Acaso va a comprometerse
    a ser tu esclavo de por vida?
5 ¿Podrás jugar con él como juegas con los pájaros,
    o atarlo para que tus niñas se entretengan?
6 ¿Podrán los mercaderes ofrecerlo como mercancía,[b]
    o cortarlo en pedazos para venderlo?
7 ¿Puedes atravesarle la piel con lanzas,
    o la cabeza con arpones?
8 Si llegas a ponerle la mano encima,
    ¡jamás te olvidarás de esa batalla,
    y no querrás repetir la experiencia!
9 Vana es la pretensión de llegar a someterlo;
    basta con verlo para desmayarse.[c]
10 No hay quien se atreva siquiera a provocarlo;
    ¿quién, pues, podría hacerle frente?
11 ¿Y quién tiene alguna cuenta que cobrarme?
    ¡Mío es todo cuanto hay bajo los cielos!

12 »No puedo dejar de mencionar sus extremidades,
    su fuerza y su elegante apariencia.
13 ¿Quién puede despojarlo de su coraza?
    ¿Quién puede acercarse a él y ponerle un freno?
14 ¿Quién se atreve a abrir el abismo de sus fauces,
    coronadas de terribles colmillos?
15 Tiene el lomo[d] recubierto de hileras de escudos,
    todos ellos unidos en cerrado tejido;
16 tan juntos están uno al otro
    que no dejan pasar ni el aire;
17 tan prendidos están uno del otro,
    tan unidos entre sí, que no pueden separarse.
18 Resopla y lanza deslumbrantes relámpagos;
    sus ojos se parecen a los rayos de la aurora.
19 Ascuas de fuego brotan de su hocico;
    chispas de lumbre salen disparadas.
20 Lanza humo por la nariz,
    como olla hirviendo sobre un fuego de juncos.
21 Con su aliento enciende los carbones,
    y lanza fuego por la boca.
22 En su cuello radica su fuerza;
    ante él, todo el mundo pierde el ánimo.
23 Los pliegues de su piel son un tejido apretado;
    firmes son, e inconmovibles.
24 Duro es su pecho, como una roca;
    sólido, cual piedra de molino.
25 Cuando se yergue, los poderosos tiemblan;
    cuando se sacude, emprenden la huida.
26 La espada, aunque lo alcance, no lo hiere,
    ni lo hieren tampoco los dardos,
    ni las lanzas y las jabalinas.
27 Al hierro lo trata como a paja,
    y al bronce como a madera podrida.
28 No lo hacen huir las flechas;
    ve como paja las piedras de las hondas.
29 Los golpes del mazo apenas le hacen cosquillas;
    se burla del silbido de la lanza.
30 Sus costados son dentados tiestos
    que en el fango van dejando huellas de rastrillos.
31 Hace hervir las profundidades como un caldero;
    agita los mares como un frasco de ungüento.
32 Una estela brillante va dejando tras de sí,
    cual si fuera la blanca cabellera del abismo.
33 Es un monstruo que a nada teme;
    nada hay en el mundo que se le parezca.
34 Mira con desdén a todos los poderosos;
    ¡él es rey de todos los soberbios!»

Respuesta de Job
42 Job respondió entonces al Señor. Le dijo:

2 «Yo sé bien que tú lo puedes todo,
    que no es posible frustrar ninguno de tus planes.
3 “¿Quién es este —has preguntado—,
    que sin conocimiento oscurece mi consejo?”
Reconozco que he hablado de cosas
    que no alcanzo a comprender,
de cosas demasiado maravillosas
    que me son desconocidas.

4 »Dijiste:[e] “Ahora escúchame, yo voy a hablar;
    yo te cuestionaré, y tú me responderás”.
5 De oídas había oído hablar de ti,
    pero ahora te veo con mis propios ojos.
6 Por tanto, me retracto de lo que he dicho,
    y me arrepiento en polvo y ceniza».

Epílogo
7 Después de haberle dicho todo esto a Job, el Señor se dirigió a Elifaz de Temán y le dijo: «Estoy muy irritado contigo y con tus dos amigos porque, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad. 8 Tomen ahora siete toros y siete carneros, y vayan con mi siervo Job y ofrezcan un holocausto por ustedes mismos. Mi siervo Job orará por ustedes, y yo atenderé a su oración y no los haré quedar en vergüenza. Y conste que, a diferencia de mi siervo Job, lo que ustedes han dicho de mí no es verdad».

9 Elifaz de Temán, Bildad de Súah y Zofar de Namat fueron y cumplieron con lo que el Señor les había ordenado, y el Señor atendió a la oración de Job.

10 Después de haber orado Job por sus amigos, el Señor lo hizo prosperar de nuevo y le dio dos veces más de lo que antes tenía. 11 Todos sus hermanos y hermanas, y todos los que antes lo habían conocido, fueron a su casa y celebraron con él un banquete. Lo animaron y lo consolaron por todas las calamidades que el Señor le había enviado, y cada uno de ellos le dio una moneda de plata[f] y un anillo de oro.

12 El Señor bendijo más los últimos años de Job que los primeros, pues llegó a tener catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. 13 Tuvo también catorce[g] hijos y tres hijas. 14 A la primera de ellas le puso por nombre Paloma, a la segunda la llamó Canela, y a la tercera, Linda.[h] 15 No había en todo el país mujeres tan bellas como las hijas de Job. Su padre les dejó una herencia, lo mismo que a sus hermanos.

16 Después de estos sucesos Job vivió ciento cuarenta años. Llegó a ver a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación. 17 Disfrutó de una larga vida y murió en plena ancianidad.

Footnotes:
40:15 Behemot. Posiblemente se trata del hipopótamo o del elefante.
41:6 como mercancía. Alt. en un banquete.
41:9 basta con … para desmayarse. Alt. ¡hasta un dios se desmayó al verlo!
41:15 lomo (véanse LXX y Vulgata); orgullo (TM).
42:4 Dijiste. Véase 38:3.
42:11 moneda de plata. Lit. quesita (término monetario hebreo cuyo peso y valor no se conocen).
42:13 catorce. Alt. siete.
42:14 Linda. Lit. Frasquito de maquillaje.
Nueva Versión Internacional (NVI)
Santa Biblia, NUEVA VERSIÓN INTERNACIONAL® NVI® © 1999, 2015 por Biblica, Inc.®, Inc.® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo. Used by permission. All rights reserved worldwide.

2 Corintios 5:11-21 Nueva Versión Internacional (NVI)
El ministerio de la reconciliación
11 Por tanto, como sabemos lo que es temer al Señor, tratamos de persuadir a todos, aunque para Dios es evidente lo que somos, y espero que también lo sea para la conciencia de ustedes. 12 No buscamos el recomendarnos otra vez a ustedes, sino que les damos una oportunidad de sentirse orgullosos de nosotros, para que tengan con qué responder a los que se dejan llevar por las apariencias y no por lo que hay dentro del corazón. 13 Si estamos locos, es por Dios; y, si estamos cuerdos, es por ustedes. 14 El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos, y por consiguiente todos murieron. 15 Y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para el que murió por ellos y fue resucitado.

16 Así que de ahora en adelante no consideramos a nadie según criterios meramente humanos.[a] Aunque antes conocimos a Cristo de esta manera, ya no lo conocemos así. 17 Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo! 18 Todo esto proviene de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el ministerio de la reconciliación: 19 esto es, que en Cristo, Dios estaba reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándole en cuenta sus pecados y encargándonos a nosotros el mensaje de la reconciliación. 20 Así que somos embajadores de Cristo, como si Dios los exhortara a ustedes por medio de nosotros: «En nombre de Cristo les rogamos que se reconcilien con Dios». 21 Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador,[b] para que en él recibiéramos[c] la justicia de Dios.

Footnotes:
5:16 criterios … humanos. Lit. la carne.
5:21 lo trató como pecador. Alt. lo hizo sacrificio por el pecado. Lit. lo hizo pecado.
5:21 recibiéramos. Lit. llegáramos a ser.
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Salmos 45 Nueva Versión Internacional (NVI)
Al director musical. Sígase la tonada de «Los lirios». Masquil de los hijos de Coré. Canto nupcial.
45 En mi corazón se agita un bello tema
    mientras recito mis versos ante el rey;
    mi lengua es como pluma de hábil escritor.

2 Tú eres el más apuesto de los hombres;
    tus labios son fuente de elocuencia,
    ya que Dios te ha bendecido para siempre.
3 ¡Con esplendor y majestad,
    cíñete la espada, oh valiente!
4 Con majestad, cabalga victorioso
    en nombre de la verdad, la humildad y la justicia;
    que tu diestra realice gloriosas hazañas.
5 Que tus agudas flechas atraviesen
    el corazón de los enemigos del rey,
    y que caigan las naciones a tus pies.

6 Tu trono, oh Dios, permanece para siempre;
    el cetro de tu reino es un cetro de justicia.
7 Tú amas la justicia y odias la maldad;
    por eso Dios te escogió a ti y no a tus compañeros,
    ¡tu Dios te ungió con perfume de alegría!
8 Aroma de mirra, áloe y canela
    exhalan todas tus vestiduras;
desde los palacios adornados con marfil
    te alegra la música de cuerdas.
9 Entre tus damas de honor se cuentan princesas;
    a tu derecha se halla la novia real
    luciendo el oro más refinado.[a]

10 Escucha, hija, fíjate bien y presta atención:
    Olvídate de tu pueblo y de tu familia.
11 El rey está cautivado por tu hermosura;
    él es tu señor: inclínate ante él.
12 La gente de Tiro vendrá con presentes;
    los ricos del pueblo buscarán tu favor.

13 La princesa es todo esplendor,
    luciendo en su alcoba brocados de oro.
14 Vestida de finos bordados
    es conducida ante el rey,
    seguida por sus damas de compañía.
15 Con alegría y regocijo son conducidas
    al interior del palacio real.

16 Tus hijos ocuparán el trono de tus ancestros;
    los pondrás por príncipes en toda la tierra.
17 Haré que tu nombre se recuerde
    por todas las generaciones;
por eso las naciones te alabarán
    eternamente y para siempre.

Footnotes:
45:9 oro más refinado. Lit. oro de Ofir.
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Proverbios 22:14 Nueva Versión Internacional (NVI)
14 La boca de la adúltera es una fosa profunda;
    en ella caerá quien esté bajo la ira del Señor.

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Friday, August 30, 2019

DAB Español, Sábado 31 de Agosto

Día 243, DAB Español, Sábado 31 de Agosto

Job 37:1-39:30; 2 Corintios 4:13-5:10; Salmos 44:9-26; Proverbios 22:13 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))






Job 37-39 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
37  Por eso también se estremece mi corazón,
Y salta de su lugar.

2 Oíd atentamente el estrépito de su voz,
Y el sonido que sale de su boca.

3 Debajo de todos los cielos lo dirige,
Y su luz hasta los fines de la tierra.

4 Después de ella brama el sonido,
Truena él con voz majestuosa;
Y aunque sea oída su voz, no los detiene.

5 Truena Dios maravillosamente con su voz;
El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos.

6 Porque a la nieve dice: Desciende a la tierra;
También a la llovizna, y a los aguaceros torrenciales.

7 Así hace retirarse a todo hombre,
Para que los hombres todos reconozcan su obra.

8 Las bestias entran en su escondrijo,
Y se están en sus moradas.

9 Del sur viene el torbellino,
Y el frío de los vientos del norte.

10 Por el soplo de Dios se da el hielo,
Y las anchas aguas se congelan.

11 Regando también llega a disipar la densa nube,
Y con su luz esparce la niebla.

12 Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor,
Para hacer sobre la faz del mundo,
En la tierra, lo que él les mande.

13 Unas veces por azote, otras por causa de su tierra,
Otras por misericordia las hará venir.

14 Escucha esto, Job;
Detente, y considera las maravillas de Dios.

15 ¿Sabes tú cómo Dios las pone en concierto,
Y hace resplandecer la luz de su nube?

16 ¿Has conocido tú las diferencias de las nubes,
Las maravillas del Perfecto en sabiduría?

17 ¿Por qué están calientes tus vestidos
Cuando él sosiega la tierra con el viento del sur?

18 ¿Extendiste tú con él los cielos,
Firmes como un espejo fundido?

19 Muéstranos qué le hemos de decir;
Porque nosotros no podemos ordenar las ideas a causa de las tinieblas.

20 ¿Será preciso contarle cuando yo hablare?
Por más que el hombre razone, quedará como abismado.

21 Mas ahora ya no se puede mirar la luz esplendente en los cielos,
Luego que pasa el viento y los limpia,

22 Viniendo de la parte del norte la dorada claridad.
En Dios hay una majestad terrible.

23 El es Todopoderoso, al cual no alcanzamos, grande en poder;
Y en juicio y en multitud de justicia no afligirá.

24 Lo temerán por tanto los hombres;
El no estima a ninguno que cree en su propio corazón ser sabio.

Jehová convence a Job de su ignorancia
38  Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo:

2 ¿Quién es ése que oscurece el consejo
Con palabras sin sabiduría?

3 Ahora ciñe como varón tus lomos;
Yo te preguntaré, y tú me contestarás.

4 ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?
Házmelo saber, si tienes inteligencia.

5 ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?
¿O quién extendió sobre ella cordel?

6 ¿Sobre qué están fundadas sus bases?
¿O quién puso su piedra angular,

7 Cuando alababan todas las estrellas del alba,
Y se regocijaban todos los hijos de Dios?

8 ¿Quién encerró con puertas el mar,
Cuando se derramaba saliéndose de su seno,

9 Cuando puse yo nubes por vestidura suya,
Y por su faja oscuridad,

10 Y establecí sobre él mi decreto,
Le puse puertas y cerrojo,

11 Y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante,
Y ahí parará el orgullo de tus olas?

12 ¿Has mandado tú a la mañana en tus días?
¿Has mostrado al alba su lugar,

13 Para que ocupe los fines de la tierra,
Y para que sean sacudidos de ella los impíos?

14 Ella muda luego de aspecto como barro bajo el sello,
Y viene a estar como con vestidura;

15 Mas la luz de los impíos es quitada de ellos,
Y el brazo enaltecido es quebrantado.

16 ¿Has entrado tú hasta las fuentes del mar,
Y has andado escudriñando el abismo?

17 ¿Te han sido descubiertas las puertas de la muerte,
Y has visto las puertas de la sombra de muerte?

18 ¿Has considerado tú hasta las anchuras de la tierra?
Declara si sabes todo esto.

19 ¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz,
Y dónde está el lugar de las tinieblas,

20 Para que las lleves a sus límites,
Y entiendas las sendas de su casa?

21 !!Tú lo sabes! Pues entonces ya habías nacido,
Y es grande el número de tus días.

22 ¿Has entrado tú en los tesoros de la nieve,
O has visto los tesoros del granizo,

23 Que tengo reservados para el tiempo de angustia,
Para el día de la guerra y de la batalla?

24 ¿Por qué camino se reparte la luz,
Y se esparce el viento solano sobre la tierra?

25 ¿Quién repartió conducto al turbión,
Y camino a los relámpagos y truenos,

26 Haciendo llover sobre la tierra deshabitada,
Sobre el desierto, donde no hay hombre,

27 Para saciar la tierra desierta e inculta,
Y para hacer brotar la tierna hierba?

28 ¿Tiene la lluvia padre?
¿O quién engendró las gotas del rocío?

29 ¿De qué vientre salió el hielo?
Y la escarcha del cielo, ¿quién la engendró?

30 Las aguas se endurecen a manera de piedra,
Y se congela la faz del abismo.

31 ¿Podrás tú atar los lazos de las Pléyades,
O desatarás las ligaduras de Orión?

32 ¿Sacarás tú a su tiempo las constelaciones de los cielos,
O guiarás a la Osa Mayor con sus hijos?

33 ¿Supiste tú las ordenanzas de los cielos?
¿Dispondrás tú de su potestad en la tierra?

34 ¿Alzarás tú a las nubes tu voz,
Para que te cubra muchedumbre de aguas?

35 ¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan?
¿Y te dirán ellos: Henos aquí?

36 ¿Quién puso la sabiduría en el corazón?
¿O quién dio al espíritu inteligencia?

37 ¿Quién puso por cuenta los cielos con sabiduría?
Y los odres de los cielos, ¿quién los hace inclinar,

38 Cuando el polvo se ha convertido en dureza,
Y los terrones se han pegado unos con otros?

39 ¿Cazarás tú la presa para el león?
¿Saciarás el hambre de los leoncillos,

40 Cuando están echados en las cuevas,
O se están en sus guaridas para acechar?

41 ¿Quién prepara al cuervo su alimento,
Cuando sus polluelos claman a Dios,
Y andan errantes por falta de comida?

39  ¿Sabes tú el tiempo en que paren las cabras monteses?
¿O miraste tú las ciervas cuando están pariendo?

2 ¿Contaste tú los meses de su preñez,
Y sabes el tiempo cuando han de parir?

3 Se encorvan, hacen salir sus hijos,
Pasan sus dolores.

4 Sus hijos se fortalecen, crecen con el pasto;
Salen, y no vuelven a ellas.

5 ¿Quién echó libre al asno montés,
Y quién soltó sus ataduras?

6 Al cual yo puse casa en la soledad,
Y sus moradas en lugares estériles.

7 Se burla de la multitud de la ciudad;
No oye las voces del arriero.

8 Lo oculto de los montes es su pasto,
Y anda buscando toda cosa verde.

9 ¿Querrá el búfalo servirte a ti,
O quedar en tu pesebre?

10 ¿Atarás tú al búfalo con coyunda para el surco?
¿Labrará los valles en pos de ti?

11 ¿Confiarás tú en él, por ser grande su fuerza,
Y le fiarás tu labor?

12 ¿Fiarás de él para que recoja tu semilla,
Y la junte en tu era?

13 ¿Diste tú hermosas alas al pavo real,
O alas y plumas al avestruz?

14 El cual desampara en la tierra sus huevos,
Y sobre el polvo los calienta,

15 Y olvida que el pie los puede pisar,
Y que puede quebrarlos la bestia del campo.

16 Se endurece para con sus hijos, como si no fuesen suyos,
No temiendo que su trabajo haya sido en vano;

17 Porque le privó Dios de sabiduría,
Y no le dio inteligencia.

18 Luego que se levanta en alto,
Se burla del caballo y de su jinete.

19 ¿Diste tú al caballo la fuerza?
¿Vestiste tú su cuello de crines ondulantes?

20 ¿Le intimidarás tú como a langosta?
El resoplido de su nariz es formidable.

21 Escarba la tierra, se alegra en su fuerza,
Sale al encuentro de las armas;

22 Hace burla del espanto, y no teme,
Ni vuelve el rostro delante de la espada.

23 Contra él suenan la aljaba,
El hierro de la lanza y de la jabalina;

24 Y él con ímpetu y furor escarba la tierra,
Sin importarle el sonido de la trompeta;

25 Antes como que dice entre los clarines: !!Ea!
Y desde lejos huele la batalla,
El grito de los capitanes, y el vocerío.

26 ¿Vuela el gavilán por tu sabiduría,
Y extiende hacia el sur sus alas?

27 ¿Se remonta el águila por tu mandamiento,
Y pone en alto su nido?

28 Ella habita y mora en la peña,
En la cumbre del peñasco y de la roca.

29 Desde allí acecha la presa;
Sus ojos observan de muy lejos.

30 Sus polluelos chupan la sangre;
Y donde hubiere cadáveres, allí está ella.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

2 Corintios 4:13-5:10 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
13 Pero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual hablé, nosotros también creemos, por lo cual también hablamos,

14 sabiendo que el que resucitó al Señor Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y nos presentará juntamente con vosotros.

15 Porque todas estas cosas padecemos por amor a vosotros, para que abundando la gracia por medio de muchos, la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios.

16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día.

17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;

18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

5  Porque sabemos que si nuestra morada terrestre, este tabernáculo, se deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos, eterna, en los cielos.

2 Y por esto también gemimos, deseando ser revestidos de aquella nuestra habitación celestial;

3 pues así seremos hallados vestidos, y no desnudos.

4 Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo gemimos con angustia; porque no quisiéramos ser desnudados, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

5 Mas el que nos hizo para esto mismo es Dios, quien nos ha dado las arras del Espíritu.

6 Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor

7 (porque por fe andamos, no por vista);

8 pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor.

9 Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables.

10 Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Salmos 44:9-26 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
9 Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar;
Y no sales con nuestros ejércitos.

10 Nos hiciste retroceder delante del enemigo,
Y nos saquean para sí los que nos aborrecen.

11 Nos entregas como ovejas al matadero,
Y nos has esparcido entre las naciones.

12 Has vendido a tu pueblo de balde;
No exigiste ningún precio.

13 Nos pones por afrenta de nuestros vecinos,
Por escarnio y por burla de los que nos rodean.

14 Nos pusiste por proverbio entre las naciones;
Todos al vernos menean la cabeza.

15 Cada día mi verg:uenza está delante de mí,
Y la confusión de mi rostro me cubre,

16 Por la voz del que me vitupera y deshonra,
Por razón del enemigo y del vengativo.

17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti,
Y no hemos faltado a tu pacto.

18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón,
Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos,

19 Para que nos quebrantases en el lugar de chacales,
Y nos cubrieses con sombra de muerte.

20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,
O alzado nuestras manos a dios ajeno,

21 ¿No demandaría Dios esto?
Porque él conoce los secretos del corazón.

22 Pero por causa de ti nos matan cada día;
Somos contados como ovejas para el matadero.

23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor?
Despierta, no te alejes para siempre.

24 ¿Por qué escondes tu rostro,
Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?

25 Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo,
Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra.

26 Levántate para ayudarnos,
Y redímenos por causa de tu misericordia.

Cántico de las bodas del rey
Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de
Coré. Canción de amores.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

Proverbios 22:13 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
13 Dice el perezoso: El león está fuera;
Seré muerto en la calle.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Versión Reina-Valera 1960 © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988.

DAB Español, Sábado 27 de Abril

Día 118, DAB Español, Sábado 27 de Abril Jueces 7:1-8:16; Lucas 23:11-43; Salmos 97-98; Proverbios 14:7-8 (Reina Valera Actualizada (RVA-201...