Saturday, September 30, 2017

DAB Español, Domingo 1 de Octubre

Día 274

Isaías 62:6-65:25; Filipenses 2:19-3:4; Salmos 73:1-28; Proverbios 24:13-14 (Reina-Valera 1995)





Isaías 62:6-65:25 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

6 Sobre tus muros, Jerusalén,
he puesto guardas
que no callarán ni de día ni de noche.
¡Los que os acordáis de Jehová,
no descanséis
7 ni le deis tregua,
hasta que restablezca a Jerusalén
y la ponga por alabanza en la tierra!
8 Juró Jehová por su mano derecha
y por su poderoso brazo:
«Jamás daré tu trigo
por comida a tus enemigos,
ni beberán los extraños el vino
que es fruto de tu trabajo;
9 sino que quienes lo cosechan lo comerán
y alabarán a Jehová;
y quienes lo vendimian lo beberán
en los atrios de mi santuario.»
10 ¡Pasad, pasad por las puertas;
barred el camino al pueblo;
allanad, allanad la calzada,
quitad las piedras,
alzad pendón ante los pueblos!
11 He aquí, Jehová lo hizo oír
hasta lo último de la tierra:
«Decid a la hija de Sión
que ya viene su Salvador;
he aquí su recompensa con él
y delante de él su obra.»
12 Y los llamarán Pueblo Santo,
Redimidos de Jehová.
Y a ti te llamarán Ciudad Deseada,
No desamparada.
El día de la venganza de Jehová
63 —¿Quién es éste que viene de Edom,
de Bosra, con vestidos rojos?
¿Éste, vestido con esplendidez,
que marcha en la grandeza de su poder?
—Yo, el que hablo en justicia, grande para salvar.
2 —¿Por qué es rojo tu vestido
y tus ropas son como las de aquel que ha pisado en un lagar?
3 —He pisado yo solo el lagar;
de los pueblos nadie había conmigo;
los aplasté con ira,
los pisoteé con furor;
su sangre salpicó mis vestidos
y manché todas mis ropas.
4 Porque el día de la venganza está en mi corazón;
el año de mis redimidos ha llegado.
5 Miré, y no había quien ayudara,
y me maravillé de que no hubiera quien me sostuviese.
Entonces me salvó mi propio brazo
y mi ira me sostuvo.
6 Con mi ira pisoteé a los pueblos,
los embriagué con mi furor
y derramé en tierra su sangre.
Bondad de Jehová para con Israel
7 De las misericordias de Jehová haré memoria,
de las alabanzas de Jehová
conforme a todo lo que Jehová nos ha dado,
y de la grandeza de sus beneficios hacia la casa de Israel,
que les ha hecho según sus misericordias
y según la abundancia de sus piedades.
8 Porque él me dijo: «Ciertamente, mi pueblo son,
hijos que no mienten.»
Y fue su salvador.
9 En toda angustia de ellos él fue angustiado,
y el ángel de su faz los salvó;
en su amor y en su clemencia los redimió,
los trajo y los levantó
todos los días de la antigüedad.
10 Mas ellos fueron rebeldes
e hicieron enojar su santo espíritu;
por lo cual se les volvió enemigo
y él mismo peleó contra ellos.
11 Sin embargo, se acordaron de aquellos tiempos antiguos,
de Moisés y de su pueblo,
diciendo: «¿Dónde está el que los hizo subir del mar
con el pastor de su rebaño?
¿dónde el que puso en medio de él su santo espíritu,
12 el que los guió por la diestra de Moisés
con el brazo de su gloria,
el que dividió las aguas delante de ellos,
haciéndose así un nombre eterno?
13 ¿Dónde el que los condujo por los abismos,
como un caballo por el desierto,
sin que tropezaran?»
14 El espíritu de Jehová los pastoreó
como a una bestia que desciende al valle.
Así pastoreaste a tu pueblo
para hacerte un nombre glorioso.
Plegaria pidiendo misericordia y ayuda
15 Mira desde el cielo y contempla
desde tu santa y gloriosa morada.
¿Dónde está tu celo y tu poder,
la conmoción de tus entrañas y tus piedades para conmigo?
¿Se han estrechado?
16 ¡Pero tú eres nuestro padre!
Aunque Abraham nos ignore
e Israel no nos reconozca,
tú, Jehová, eres nuestro padre.
Redentor nuestro es tu nombre desde la eternidad.
17 ¿Por qué, Jehová, nos has hecho errar de tus caminos
y has endurecido, respecto a tu temor, nuestro corazón?
¡Vuélvete por amor de tus siervos,
por las tribus de tu heredad!
18 Por poco tiempo lo poseyó tu santo pueblo;
nuestros enemigos han pisoteado tu santuario.
19 Hemos venido a ser como aquellos de quienes nunca te enseñoreaste,
sobre los cuales nunca fue invocado tu nombre.
64 ¡Si rasgaras los cielos y descendieras
y ante tu presencia se derritieran los montes,
2 como fuego abrasador de fundiciones,
fuego que hace hervir las aguas!
Así harías notorio tu nombre a tus enemigos
y las naciones temblarían ante tu presencia.
3 Cuando, haciendo cosas terribles
cuales nunca hubiéramos esperado,
descendiste, se derritieron los montes delante de ti.
4 Nunca nadie oyó,
nunca oídos percibieron ni ojo vio
un Dios fuera de ti, que hiciera algo
por aquel que en él espera.
5 Saliste al encuentro del que con alegría practicaba la justicia,
de quienes se acordaban de ti según tus caminos.
Pero tú te enojaste porque pecamos,
porque en los pecados hemos perseverado largo tiempo.
¿Podremos acaso ser salvos?,
6 pues todos nosotros somos como cosa impura,
todas nuestras justicias como trapo de inmundicia.
Todos nosotros caímos como las hojas
y nuestras maldades nos llevaron como el viento.
7 ¡Nadie hay que invoque tu nombre,
que se despierte para apoyarse en ti!
Por eso escondiste de nosotros tu rostro
y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades.
8 Ahora bien, Jehová, tú eres nuestro padre;
nosotros somos el barro y tú el alfarero.
Así que obra de tus manos somos todos nosotros.
9 No te enojes sobremanera, Jehová,
ni tengas perpetua memoria de la iniquidad.
¡Míranos ahora, pues pueblo tuyo somos todos nosotros!
10 Tus santas ciudades están desiertas,
Sión es un desierto,
Jerusalén una desolación.
11 La casa de nuestro santuario y de nuestro renombre,
en la cual te alabaron nuestros padres,
fue consumida por el fuego.
¡Todas nuestras cosas preciosas
han sido destruidas!
12 ¿Te quedarás quieto, Jehová, ante estas cosas?
¿Callarás y nos afligirás sobremanera?
Castigo de los rebeldes
65 «Yo me dejé buscar por aquellos que no preguntaban por mí
y fui hallado por aquellos que no me buscaban.
Dije a gente que no invocaba mi nombre:
“¡Aquí estoy, aquí estoy!”
2 Extendí mis manos todo el día
a un pueblo rebelde,
que anda por mal camino,
en pos de sus propios pensamientos;
3 un pueblo que en mi rostro
me provoca de continuo a ira,
sacrificando en huertos
y quemando incienso sobre ladrillos;
4 que se sientan en los sepulcros
y en lugares escondidos pasan la noche;
que comen carne de cerdo
y en sus ollas hay caldo de cosas inmundas;
5 que dicen: “Quédate en tu lugar, no te acerques a mí,
porque soy más santo que tú.”
Esos son humo en mi furor,
un fuego que arde todo el día.
6 He aquí que está escrito delante de mí,
y no callaré, sino que les daré su merecido;
les daré el pago en su propio seno.
7 Por vuestras iniquidades,
dice Jehová, y por las iniquidades de vuestros padres juntamente,
los cuales quemaron incienso sobre los montes
y me afrentaron sobre los collados;
por tanto, yo echaré en su propio seno
la medida de sus acciones de antaño».
8 Así ha dicho Jehová:
«Como si alguno hallara mosto en un racimo
y dijera: “No lo desperdicies,
porque bendición hay en él”,
así haré yo por mis siervos,
pues no lo destruiré todo.
9 Sacaré descendencia de Jacob,
y de Judá, el heredero de mis montes;
mis escogidos poseerán por heredad la tierra,
y mis siervos habitarán allí.
10 Será el Sarón redil de ovejas
y el valle de Acor majada de vacas,
para mi pueblo que me buscó.
11 Pero vosotros, los que dejáis a Jehová,
que olvidáis mi santo monte,
que ponéis mesa para la Fortuna
y ofrecéis libaciones al Destino,
12 yo también os destinaré a la espada
y todos vosotros os arrodillaréis para el degüello.
Porque llamé y no respondisteis,
hablé y no escuchasteis,
sino que hicisteis lo malo delante de mis ojos
y escogisteis lo que no me agrada.»
13 Por tanto, así dijo Jehová el Señor:
«He aquí que mis siervos comerán
y vosotros pasaréis hambre;
mis siervos beberán
y vosotros pasaréis sed;
mis siervos se alegrarán
y vosotros seréis avergonzados;
14 mis siervos cantarán con júbilo en el corazón
y vosotros clamaréis con dolor en el corazón
y aullaréis por el quebrantamiento del espíritu.
15 Y dejaréis vuestro nombre
por maldición a mis escogidos.
Jehová, el Señor, te hará morir,
y a sus siervos llamará por otro nombre.
16 El que se bendiga en la tierra,
en el Dios de verdad se bendecirá;
y el que jure en la tierra, por el Dios de verdad jurará,
porque las angustias primeras serán olvidadas
y quedarán ocultas a mis ojos.
Cielos nuevos y tierra nueva
17 »Porque he aquí que yo crearé
nuevos cielos y nueva tierra.
De lo pasado no habrá memoria
ni vendrá al pensamiento.
18 Mas os gozaréis y os alegraréis para siempre
en las cosas que yo he creado,
porque he aquí que yo traigo a Jerusalén alegría
y a su pueblo gozo.
19 Yo me alegraré con Jerusalén
y me gozaré con mi pueblo,
y nunca más se oirán en ella
voz de lloro ni voz de clamor.
20 No habrá más allí niño que muera de pocos días
ni viejo que sus días no cumpla,
sino que el niño morirá de cien años
y el pecador de cien años será maldito.
21 Edificarán casas y morarán en ellas;
plantarán viñas y comerán el fruto de ellas.
22 No edificarán para que otro habite
ni plantarán para que otro coma;
porque según los días de los árboles serán los días de mi pueblo,
y mis escogidos disfrutarán de la obra de sus manos.
23 No trabajarán en vano
ni darán a luz para maldición,
porque son linaje de los benditos de Jehová,
ellos mismos y también sus descendientes.
24 Antes que clamen, yo responderé;
mientras aún estén hablando, yo habré oído.
25 El lobo y el cordero serán apacentados juntos;
el león comerá paja como el buey
y el polvo será el alimento de la serpiente.
No afligirán ni harán mal
en todo mi santo monte.»
Jehová lo ha dicho.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Filipenses 2:19-3:4 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

Timoteo y Epafrodito
19 Espero en el Señor Jesús enviaros pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen ánimo al tener noticias vuestras, 20 porque no tengo a ningún otro que comparta mis sentimientos y que tan sinceramente se interese por vosotros, 21 pues todos buscan sus propios intereses y no los de Cristo Jesús. 22 Pero ya conocéis los méritos de él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el evangelio. 23 Así que a éste espero enviaros, luego que yo vea cómo van mis asuntos; 24 y confío en el Señor que yo también iré pronto a vosotros.

25 Pero me pareció necesario enviaros a Epafrodito, mi hermano, colaborador y compañero de milicia, a quien vosotros enviasteis a ministrar para mis necesidades. 26 Él tenía gran deseo de veros a todos vosotros, y se angustió mucho porque os habíais enterado de su enfermedad. 27 En verdad estuvo enfermo, a punto de morir; pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviera tristeza sobre tristeza. 28 Así que me apresuro a enviarlo, para que al verlo de nuevo, os gocéis, y yo esté con menos tristeza. 29 Recibidlo, pues, en el Señor, con todo gozo, y tened en estima a los que son como él, 30 porque por la obra de Cristo estuvo próximo a la muerte, exponiendo su vida para suplir lo que os faltaba en vuestro servicio por mí.

Prosigo a la meta
3 Por lo demás, hermanos, gozaos en el Señor. Para mí no es molestia el escribiros las mismas cosas, y para vosotros es útil.

2 Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los que mutilan el cuerpo. 3 Nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne, 4 aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más:

Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Salmos 73 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

LIBRO 3
El destino de los malos
Salmo de Asaf

73 Ciertamente es bueno Dios para con Israel,
para con los limpios de corazón.
2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies,
¡por poco resbalaron mis pasos!,
3 porque tuve envidia de los arrogantes,
viendo la prosperidad de los impíos.
4 No se atribulan por su muerte,
pues su vigor está entero.
5 No pasan trabajos como los otros mortales,
ni son azotados como los demás hombres.
6 Por tanto, la soberbia los corona;
se cubren con vestido de violencia.
7 Los ojos se les saltan de gordura;
logran con creces los antojos del corazón.
8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia;
hablan con altanería.
9 Ponen su boca contra el cielo
y su lengua pasea la tierra.
10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí,
y aguas en abundancia son extraídas para ellos.
11 Y dicen: «¿Cómo sabe Dios?
¿Acaso hay conocimiento en el Altísimo?»
12 Estos impíos,
sin ser turbados del mundo, aumentaron sus riquezas.
13 ¡Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón
y en inocencia he lavado mis manos!,
14 pues he sido azotado todo el día
y castigado todas las mañanas.
15 Si dijera yo: «¡Hablaré como ellos!»,
engañaría a la generación de tus hijos.
16 Cuando pensé para saber esto,
fue duro trabajo para mí,
17 hasta que, entrando en el santuario de Dios,
comprendí el fin de ellos.
18 Ciertamente, los has puesto en deslizaderos,
en asolamiento los harás caer.
19 ¡Cómo han sido asolados de repente!
¡Perecieron, se consumieron de terrores!
20 Como sueño del que despierta,
así, Señor, cuando despiertes, menospreciarás su apariencia.
21 Se llenó de amargura mi alma
y en mi corazón sentía punzadas.
22 Tan torpe era yo, que no entendía;
¡era como una bestia delante de ti!
23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
me tomaste de la mano derecha.
24 Me has guiado según tu consejo,
y después me recibirás en gloria.
25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
mas la roca de mi corazón y mi porción
es Dios para siempre.
27 Ciertamente los que se alejan de ti perecerán;
tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.
28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien.
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
para contar todas tus obras.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies

Proverbios 24:13-14 Reina-Valera 1995 (RVR1995)

-26-

13 Come, hijo mío, de la miel, porque es buena;
el panal es dulce a tu paladar.
14 Así será para ti el conocimiento de la sabiduría:
si la hallas tendrás recompensa
y al fin tu esperanza no será frustrada.
Reina-Valera 1995 (RVR1995)
Copyright © 1995 by United Bible Societies


DAB Español, Domingo 28 de Abril

Día 119, DAB Español, Domingo 28 de Abril Jueces 8:17-9:21; Lucas 23:44-24:12; Salmos 99; Proverbios 14:9-10 (Traducción en lenguaje actual ...