Día 245
Eclesiastés 1:1-3:22; 2 Corintios 6:1-13; Salmos 46:1-11; Proverbios 22:15 (Nueva Traducción Viviente)
Eclesiastés 1-3 Nueva Traducción Viviente (NTV)
1 Estas son las
palabras del Maestro,[a] hijo del rey David y gobernante de Jerusalén.
Nada tiene sentido
2 «Nada tiene sentido
—dice el Maestro—, ¡ningún sentido en absoluto!».
3 ¿Qué obtiene la
gente con trabajar tanto bajo el sol? 4 Las generaciones van y vienen, pero la
tierra nunca cambia. 5 El sol sale y se pone, y se apresura a dar toda la
vuelta para volver a salir. 6 El viento sopla hacia el sur y luego gira hacia
el norte. Da vueltas y vueltas soplando en círculos. 7 Los ríos desembocan en
el mar, pero el mar nunca se llena. Luego el agua vuelve a los ríos y sale
nuevamente al mar. 8 Todo es tan tedioso, imposible de describir. No importa
cuánto veamos, nunca quedamos satisfechos. No importa cuánto oigamos, nada nos
tiene contentos.
9 La historia no hace
más que repetirse; ya todo se hizo antes. No hay nada realmente nuevo bajo el
sol. 10 A veces la gente dice: «¡Esto es algo nuevo!»; pero la verdad es que no
lo es, nada es completamente nuevo. 11 Ninguno de nosotros recuerda lo que
sucedió en el pasado, y las generaciones futuras tampoco recordarán lo que
hacemos ahora.
El Maestro habla
sobre la inutilidad de la sabiduría
12 Yo, el Maestro,
fui rey de Israel y viví en Jerusalén. 13 Me dediqué a buscar el entendimiento
y a investigar con sabiduría todo lo que se hacía debajo del cielo. Pronto
descubrí que Dios le había dado una existencia trágica al género humano. 14
Observé todo lo que ocurría bajo el sol, y a decir verdad, nada tiene sentido,
es como perseguir el viento.
15 Lo que está mal no
puede corregirse;
lo que se ha perdido no puede recuperarse.
16 Me dije: «A ver,
soy más sabio que todos los reyes que gobernaron Jerusalén antes que yo. Tengo
más sabiduría y conocimiento que cualquiera de ellos». 17 Así que me dispuse a
aprender de todo: desde la sabiduría hasta la locura y la insensatez; pero
descubrí por experiencia que procurar esas cosas es como perseguir el viento.
18 Cuanta más
sabiduría tengo, mayor es mi desconsuelo;
aumentar el conocimiento solo trae más
dolor.
La inutilidad de los
placeres
2 Me dije: «Vamos,
probemos los placeres. ¡Busquemos “las cosas buenas” de la vida!»; pero
descubrí que eso también carecía de sentido. 2 Entonces dije: «La risa es
tonta. ¿De qué sirve andar en busca de placeres?». 3 Después de pensarlo bien,
decidí alegrarme con vino. Y mientras seguía buscando sabiduría, me aferré a la
insensatez. Así traté de experimentar la única felicidad que la mayoría de la
gente encuentra en su corto paso por este mundo.
4 También traté de
encontrar sentido a la vida edificándome enormes mansiones y plantando hermosos
viñedos. 5 Hice jardines y parques, y los llené con toda clase de árboles
frutales. 6 Construí represas para juntar agua con la cual regar todos mis
huertos florecientes. 7 Compré esclavos y esclavas, y otros nacieron en mi
propiedad. También tuve enormes manadas y rebaños, más que cualquiera de los reyes
que vivieron en Jerusalén antes que yo. 8 Junté grandes cantidades de plata y
de oro, el tesoro de muchos reyes y provincias. Contraté cantores estupendos,
tanto hombres como mujeres, y tuve muchas concubinas hermosas. ¡Tuve todo lo
que un hombre puede desear!
9 De modo que me hice
más poderoso que todos los que vivieron en Jerusalén antes que yo, y mi
sabiduría nunca me falló. 10 Todo lo que quise lo hice mío; no me negué ningún
placer. Hasta descubrí que me daba gran satisfacción trabajar mucho, la recompensa
de toda mi labor; 11 pero al observar todo lo que había logrado con tanto
esfuerzo, vi que nada tenía sentido; era como perseguir el viento. No había
absolutamente nada que valiera la pena en ninguna parte.
El sabio y el necio
12 Entonces decidí comparar
la sabiduría con la locura y la insensatez (porque, ¿quién puede hacer eso
mejor que yo, que soy el rey?[b]). 13 Pensé: «La sabiduría es mejor que la
insensatez, así como la luz es mejor que la oscuridad. 14 Pues el sabio puede
ver hacia dónde va, pero el necio camina a oscuras». Sin embargo, me di cuenta
de que el sabio y el necio tienen el mismo destino: 15 los dos mueren. Así que
me dije: «Ya que voy a terminar igual que el necio, ¿de qué vale toda mi
sabiduría? ¡Nada de eso tiene sentido!». 16 Pues tanto el sabio como el necio
van a morir. Al sabio no se le recordará más que al necio. En los días futuros,
ambos serán olvidados.
17 Por lo tanto,
llegué a odiar la vida, porque todo lo que se hace aquí, bajo el sol, es tan
complicado. Nada tiene sentido, es como perseguir el viento.
La inutilidad del
trabajo
18 Llegué a odiar
todo el trabajo que hice en este mundo porque tengo que dejarles a otros lo que
yo he ganado. 19 ¿Y quién sabe si mis sucesores serán sabios o necios? Sin
embargo, ellos se van a apoderar de todo lo que yo he adquirido bajo el sol a
través de mi destreza y esfuerzo. ¡Qué absurdo! 20 Así que, desilusionado, me
di por vencido y cuestioné el valor de todo mi duro trabajo en este mundo.
21 Algunas personas
trabajan con sabiduría, conocimiento y destreza, pero luego tienen que dejarle
el fruto de su labor a alguien que no ha trabajado para conseguirlo. Eso
tampoco tiene sentido, es una gran tragedia. 22 Entonces, ¿qué gana la gente
con tanto esfuerzo y preocupación en esta vida? 23 Sus días de trabajo están
llenos de dolor y angustia, ni siquiera de noche pueden descansar la mente.
Nada tiene sentido.
24 Entonces llegué a
la conclusión de que no hay nada mejor que disfrutar de la comida y la bebida,
y encontrar satisfacción en el trabajo. Luego me di cuenta de que esos placeres
provienen de la mano de Dios. 25 Pues, ¿quién puede comer o disfrutar de algo
separado de él?[c] 26 Dios da sabiduría, conocimiento y alegría a quienes son
de su agrado; pero si un pecador se enriquece, Dios le quita las riquezas y se
las da a quienes le agradan. Eso tampoco tiene sentido, es como perseguir el
viento.
Todo a su debido
tiempo
3 Hay una temporada
para todo,
un tiempo para cada actividad bajo el
cielo.
2 Un tiempo para
nacer y un tiempo para morir.
Un tiempo para sembrar y un tiempo para
cosechar.
3 Un tiempo para
matar y un tiempo para sanar.
Un tiempo para derribar y un tiempo para
construir.
4 Un tiempo para
llorar y un tiempo para reír.
Un tiempo para entristecerse y un tiempo
para bailar.
5 Un tiempo para
esparcir piedras y un tiempo para juntar piedras.
Un tiempo para abrazarse y un tiempo para
apartarse.
6 Un tiempo para
buscar y un tiempo para dejar de buscar.
Un tiempo para guardar y un tiempo para
botar.
7 Un tiempo para
rasgar y un tiempo para remendar.
Un tiempo para callar y un tiempo para
hablar.
8 Un tiempo para amar
y un tiempo para odiar.
Un tiempo para la guerra y un tiempo para
la paz.
9 ¿Qué es lo que en
verdad gana la gente a cambio de tanto trabajo? 10 He visto la carga que Dios
puso sobre nuestros hombros. 11 Sin embargo, Dios lo hizo todo hermoso para el
momento apropiado. Él sembró la eternidad en el corazón humano, pero aun así el
ser humano no puede comprender todo el alcance de lo que Dios ha hecho desde el
principio hasta el fin. 12 Así que llegué a la conclusión de que no hay nada
mejor que alegrarse y disfrutar de la vida mientras podamos. 13 Además, la
gente debería comer, beber y aprovechar el fruto de su trabajo, porque son
regalos de Dios.
14 También sé que
todo lo que Dios hace es definitivo. No se le puede agregar ni quitar nada. El
propósito de Dios es que el ser humano le tema. 15 Los sucesos del presente ya
ocurrieron en el pasado, y lo que sucederá en el futuro ya ocurrió antes,
porque Dios hace que las mismas cosas se repitan una y otra vez.
Las injusticias de la
vida
16 También noté que,
bajo el sol, la maldad está presente en el juzgado. Sí, ¡hasta en los
tribunales de justicia hay corrupción! 17 Me dije: «A su debido tiempo, Dios
juzgará a todos, tanto a los malos como a los buenos, por cada cosa que hayan
hecho».
18 También reflexioné
acerca de la condición humana, sobre cómo Dios les hace ver a los seres humanos
que son como los animales. 19 Pues tanto las personas como los animales tienen
el mismo destino: ambos respiran[d] y ambos mueren. Así que las personas no
tienen una verdadera ventaja sobre los animales. ¡Qué absurdo! 20 Ambos
terminan en el mismo lugar: del polvo vienen y al polvo vuelven. 21 Pues,
¿quién puede demostrar que el espíritu humano va hacia arriba y el espíritu de
los animales desciende al fondo de la tierra? 22 Entonces me di cuenta de que
no hay nada mejor para la gente que ser feliz con su trabajo. Ese es nuestro
destino, y nadie nos puede traer de regreso para ver qué pasa después de que
hayamos muerto.
Footnotes:
1:1 En hebreo
Cohelet; este término se traduce «el Maestro» en todo el libro.
2:12 El significado
del hebreo es incierto.
2:25 Así aparece en
la versión griega y en la siríaca; en hebreo dice separado de mí?
3:19 O ambos tienen
el mismo espíritu.
Nueva Traducción
Viviente (NTV)
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2 Corintios 6:1-13 Nueva Traducción Viviente (NTV)
6 Como colaboradores
de Dios,[a] les suplicamos que no reciban ese maravilloso regalo de la bondad
de Dios y luego no le den importancia. 2 Pues Dios dice:
«En el momento
preciso, te oí.
En el día de salvación te ayudé»[b].
Efectivamente, el
«momento preciso» es ahora. Hoy es el día de salvación.
Dificultades y
privaciones de Pablo
3 Vivimos de tal
manera que nadie tropezará a causa de nosotros, y nadie encontrará ninguna
falta en nuestro ministerio. 4 En todo lo que hacemos, demostramos que somos
verdaderos ministros de Dios. Con paciencia soportamos dificultades y
privaciones y calamidades de toda índole. 5 Fuimos golpeados, encarcelados,
enfrentamos a turbas enfurecidas, trabajamos hasta quedar exhaustos, aguantamos
noches sin dormir y pasamos hambre. 6 Demostramos lo que somos por nuestra
pureza, nuestro entendimiento, nuestra paciencia, nuestra bondad, por el
Espíritu Santo que está dentro de nosotros[c] y por nuestro amor sincero. 7 Con
fidelidad predicamos la verdad. El poder de Dios actúa en nosotros. Usamos las
armas de la justicia con la mano derecha para atacar y con la izquierda para defender.
8 Servimos a Dios, ya sea que la gente nos honre o nos desprecie, sea que nos
calumnie o nos elogie. Somos sinceros, pero nos llaman impostores. 9 Nos
ignoran aun cuando somos bien conocidos. Vivimos al borde de la muerte, pero
aún seguimos con vida. Nos han golpeado, pero no matado. 10 Hay dolor en
nuestro corazón, pero siempre tenemos alegría. Somos pobres, pero damos
riquezas espirituales a otros. No poseemos nada, y sin embargo, lo tenemos
todo.
11 ¡Oh, queridos
amigos corintios!, les hemos hablado con toda sinceridad y nuestro corazón está
abierto a ustedes. 12 No hay falta de amor de nuestra parte, pero ustedes nos
han negado su amor. 13 Les pido que respondan como si fueran mis propios hijos.
¡Ábrannos su corazón!
Footnotes:
6:1 O Mientras trabajamos
juntos.
6:2 Is 49:8 (versión
griega).
6:6 O por nuestra
santidad de espíritu.
Nueva Traducción
Viviente (NTV)
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Salmos 46 Nueva Traducción Viviente (NTV)
Salmo 46
Para el director del
coro: cántico de los descendientes de Coré; entónese con voces de soprano.[a]
1 Dios es nuestro
refugio y nuestra fuerza;
siempre está dispuesto a ayudar en tiempos
de dificultad.
2 Por lo tanto, no
temeremos cuando vengan terremotos
y las montañas se derrumben en el mar.
3 ¡Que rujan los
océanos y hagan espuma!
¡Que tiemblen las montañas mientras suben
las aguas! Interludio
4 Un río trae gozo a
la ciudad de nuestro Dios,
el
hogar sagrado del Altísimo.
5 Dios habita en esa
ciudad; no puede ser destruida;
en cuanto despunte el día, Dios la
protegerá.
6 ¡Las naciones se
encuentran en un caos,
y sus reinos se desmoronan!
¡La voz de Dios
truena,
y la tierra se derrite!
7 El Señor de los
Ejércitos Celestiales está entre nosotros;
el Dios de Israel[b] es nuestra fortaleza.
Interludio
8 Vengan, vean las
obras gloriosas del Señor:
miren cómo trae destrucción sobre el mundo.
9 Él hace cesar las
guerras en toda la tierra;
quiebra el arco y rompe la lanza
y quema con fuego los escudos.
10 «¡Quédense quietos
y sepan que yo soy Dios!
Toda nación me honrará.
Seré honrado en el mundo entero».
11 El Señor de los
Ejércitos Celestiales está entre nosotros;
el Dios de Israel es nuestra fortaleza.
Interludio
Footnotes:
46:Título En hebreo
según alamot.
46:7 En hebreo de
Jacob; también en 46:11. Ver nota en 44:4.
Nueva Traducción
Viviente (NTV)
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Proverbios 22:15 Nueva Traducción Viviente (NTV)
15 El corazón del
muchacho está lleno de necedad,
pero la disciplina física la alejará de él.
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