Día 250
Cantares 5:1-8:14; 2 Corintios 9:1-15; Salmos 51:1-19; Proverbios 22:24-25 (Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy)
Cantares 5-8 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy
(NBLH)
EL ESPOSO:
5 “He entrado en mi
huerto, hermana mía, esposa mía;
He recogido mi mirra
con mi bálsamo.
He comido mi panal y
mi miel;
He bebido mi vino y
mi leche.
Coman, amigos;
Beban y embriáguense,
oh amados.”
El Tormento de la
Separación
LA ESPOSA:
2 “Yo dormía, pero mi
corazón velaba,
¡Una voz! ¡Mi amado
toca a la puerta!
‘Abreme, hermana mía,
amada mía,
Paloma mía, perfecta
mía,
Pues mi cabeza está
empapada de rocío,
Mis cabellos
empapados de la humedad de la noche.’
3 Me he quitado la
ropa,
¿Cómo he de vestirme
de nuevo?
Me he lavado los
pies,
¿Cómo he de
ensuciarlos de nuevo?
4 Mi amado metió su
mano por la abertura de la puerta,
Y se estremecieron
por él mis entrañas.
5 Yo me levanté para
abrir a mi amado;
Y mis manos
destilaron mirra,
Y mis dedos mirra
líquida,
Sobre las manecillas
de la cerradura.
6 Abrí yo a mi amado,
Pero mi amado se
había retirado, se había ido.
Tras su hablar salió
mi alma.
Lo busqué, y no lo
hallé;
Lo llamé, y no me
respondió.
7 Me hallaron los
guardas que rondan la ciudad,
Me golpearon y me
hirieron;
Me quitaron de encima
mi chal los guardas de las murallas.
8 Yo les ruego, oh
hijas de Jerusalén,
Si encuentran a mi
amado,
¿Qué le han de
decir?:
Que estoy enferma de
amor.”
EL CORO:
9 “¿Qué clase de
amado es tu amado,
Oh la más hermosa de
las mujeres?
¿Qué clase de amado
es tu amado,
Que así nos ruegas?”
LA ESPOSA:
10 “Mi amado es
apuesto y sonrosado,
Distinguido entre
diez mil.
11 Su cabeza es como
oro, oro puro,
Sus cabellos, como
racimos de dátiles,
Negros como el cuervo.
12 Sus ojos son como
palomas
Junto a corrientes de
agua,
Bañados en leche,
Colocados en su
engaste.
13 Sus mejillas, como
eras de bálsamo,
Como riberas de
hierbas aromáticas;
Sus labios son lirios
Que destilan mirra
líquida.
14 Sus manos son
barras de oro
Engastadas de berilo;
Su vientre es marfil
tallado
Recubierto de
zafiros.
15 Sus piernas son
columnas de alabastro
Asentadas sobre basas
de oro puro;
Su aspecto es como el
Líbano,
Gallardo como los
cedros.
16 Su paladar es
dulcísimo,
Y todo él, deseable.
Este es mi amado y
éste es mi amigo,
Hijas de Jerusalén.”
Mutuo Encanto de los
Esposos
EL CORO:
6 “¿Adónde se ha ido
tu amado,
Oh la más hermosa de
las mujeres?
¿Adónde se ha
dirigido tu amado,
Para que lo busquemos
contigo?”
LA ESPOSA:
2 “Mi amado ha
descendido a su huerto,
A las eras de
bálsamo,
A apacentar su rebaño
en los huertos
Y recoger lirios.
3 Yo soy de mi amado
y mi amado es mío,
El apacienta su
rebaño entre los lirios.”
EL ESPOSO:
4 “Eres hermosa como
Tirsa, amada mía,
Encantadora como
Jerusalén,
Imponente como un
ejército con estandartes.
5 Aparta de mí tus
ojos,
Porque ellos me han
confundido;
Tu cabellera es como
un rebaño de cabras
Que descienden de
Galaad.
6 Tus dientes son
como rebaño de ovejas
Que suben del
lavadero,
Todas tienen
mellizas,
Y ninguna de ellas ha
perdido su cría.
7 Tus mejillas son
como mitades de granada
Detrás de tu velo.
8 Sesenta son las
reinas y ochenta las concubinas,
Y las doncellas, sin
número;
9 Pero sin igual es
mi paloma, mi perfecta,
Es la hija única de
su madre,
La preferida de la
que la dio a luz.
Las doncellas la
vieron y la llamaron bienaventurada,
También las reinas y
las concubinas, y la alabaron, diciendo:
10 ‘¿Quién es ésta
que se asoma como el alba,
Hermosa como la luna
llena,
Refulgente como el
sol,
Imponente como
escuadrones abanderados?’
11 Descendí al huerto
de los nogales
Para ver el verdor
del valle,
Para ver si la vid
había retoñado,
Si los granados
habían florecido.
12 Sin que me diera
cuenta, mi alma me colocó
Sobre los carros de
mi noble pueblo[a].”
EL CORO:
13 [b]“¡Regresa,
regresa, oh Sulamita;
Regresa, regresa,
para que te contemplemos!”
EL ESPOSO:
“¿Por qué han de
contemplar a la Sulamita,
Como en la danza de
los dos coros?
7 [c]¡Cuán hermosos
son tus pies en sandalias,
Oh hija de príncipe!
Las curvas de tus
caderas son como joyas,
Obra de manos de
artífice.
2 Tu ombligo, como
una taza redonda
Que nunca le falta
vino mezclado;
Tu vientre como
montón de trigo
Cercado de lirios.
3 Tus dos pechos,
como dos crías,
Mellizas de una
gacela.
4 Tu cuello, como
torre de marfil,
Tus ojos, como los
estanques en Hesbón
Junto a la Puerta de
Bat Rabim;
Tu nariz, como la
torre del Líbano
Que mira hacia
Damasco.
5 Tu cabeza se eleva
como el Monte Carmelo,
Y la cabellera suelta
de tu cabeza es como hilos de púrpura;
El rey se ha
cautivado de tus trenzas.
6 ¡Qué hermosa y qué
encantadora eres,
Amor mío, con todos
tus encantos!
7 Tu estatura es
semejante a la palmera,
Y tus pechos, a sus
racimos.
8 Yo dije: ‘Subiré a
la palmera,
Tomaré sus frutos.’
¡Sean tus pechos como
racimos de la vid,
El perfume de tu
aliento como manzanas,
9 Y tu paladar como
el mejor vino!”
LA ESPOSA:
“Entra suavemente el
vino en mi amado,
Como fluye por los
labios de los que se duermen.
10 Yo soy de mi
amado,
Y para mí es todo su
deseo.
11 Ven, amado mío,
salgamos al campo,
Pasemos la noche en
las aldeas.
12 Levantémonos
temprano y vayamos a las viñas;
Veamos si la vid ha
brotado,
Si se han abierto sus
flores,
Y si han florecido
los granados.
Allí te entregaré mi
amor.
13 Las mandrágoras
han exhalado su fragancia,
Y a nuestras puertas
hay toda clase de frutas escogidas,
Tanto nuevas como
añejas,
Que he guardado para
ti, amado mío.
8 ¡Ah, si tú fueras
como mi hermano,
Amamantado a los
pechos de mi madre!
Si te encontrara
afuera, te besaría,
Y no me
despreciarían.
2 Te llevaría y te
introduciría
En la casa de mi
madre, que me enseñaba;
Te daría a beber vino
sazonado del zumo de mis granadas.
3 Que esté su
izquierda bajo mi cabeza
Y su derecha me
abrace.”
EL ESPOSO:
4 “Quiero que juren,
oh hijas de Jerusalén;
Que no despertarán ni
levantarán a mi amor,
Hasta que quiera.”
EL CORO:
5 “¿Quién es ésta que
sube del desierto,
Recostada sobre su
amado?”
EL ESPOSO:
“Debajo del manzano
te desperté;
Allí tu madre tuvo
dolores de parto por ti,
Allí tuvo dolores de
parto, y te dio a luz.”
LA ESPOSA:
6 “Ponme como un
sello sobre tu corazón,
Como un sello sobre
tu brazo,
Porque fuerte como la
muerte es el amor,
Inexorables como el
Seol[d][e], los celos;
Sus destellos, son
destellos de fuego,
La llama misma del
Señor.
7 Las muchas aguas no
podrán extinguir el amor,
Ni los ríos lo
apagarán.
Si el hombre diera
todos los bienes de su casa por amor,
Sólo lograría
desprecio.”
EL CORO:
8 “Tenemos una
hermana pequeña,
Y todavía no tiene
pechos;
¿Qué haremos por
nuestra hermana
El día en que sea
pedida?
9 Si ella es una
muralla,
Edificaremos sobre
ella un baluarte de plata;
Pero si es una
puerta,
La reforzaremos con
tablas de cedro.”
LA ESPOSA:
10 “Yo soy una
muralla, y mis pechos como torres,
Entonces fui a sus
ojos como quien halla la paz.
11 Salomón tenía una
viña en Baal Hamón,
Confió la viña a los
guardas;
Cada uno debía traer
por su fruto mil siclos (11.4 kilos) de plata.
12 Mi viña, que es
mía, está a mi disposición;
Los mil siclos son
para ti, Salomón,
Y doscientos, para
los que guardan su fruto.”
EL ESPOSO:
13 “Oh tú, que moras
en los huertos,
Mis compañeros están
atentos a tu voz;
Déjame que la oiga.”
LA ESPOSA:
14 “Apresúrate, amado
mío,
Y sé como una gacela
o un cervatillo
Sobre los montes de
los aromas.”
Footnotes:
Cantares 6:12 O los
carros de Aminadab
Cantares 6:13 En el
texto Heb cap. 7:1
Cantares 7:1 En el
texto Heb cap. 7:2
Cantares 8:6 I.e.
región de los muertos
Cantares 8:6 I.e.
región de los muertos
Nueva Biblia
Latinoamericana de Hoy (NBLH)
© 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California
2 Corintios 9 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy
(NBLH)
Llamamiento a la
Liberalidad
9 Porque en cuanto a
este[a] servicio a los santos, es por demás que yo les escriba. 2 Pues conozco
su buena disposición, de la cual me alegro por ustedes ante los Macedonios, es
decir, que Acaya ha estado preparada desde el año pasado. El celo de ustedes ha
estimulado a la mayoría de ellos.
3 Pero he enviado a
los hermanos para que nuestra jactancia acerca de ustedes no sea hecha vana en
este caso, a fin de que, como decía, estén preparados; 4 no sea que algunos
Macedonios vayan conmigo y los encuentren desprevenidos, y nosotros, (por no
decir ustedes), seamos avergonzados por esta confianza. 5 Así que creí
necesario exhortar a los hermanos a que se adelantaran en ir a ustedes, y
prepararan de antemano su generosa ofrenda (bendición), ya prometida, para que
la misma estuviera lista como ofrenda generosa, y no como por codicia.
Recompensa de la
Liberalidad
6 Pero esto digo: el
que siembra escasamente, escasamente también segará; y el que siembra
abundantemente (con bendiciones), abundantemente (con bendiciones) también
segará. 7 Que cada uno dé[b] como propuso en su corazón, no de mala gana ni por
obligación, porque Dios ama al que da con alegría. 8 Y Dios puede hacer que
toda gracia abunde para ustedes, a fin de que teniendo siempre todo lo
suficiente en todas las cosas, abunden para toda buena obra. 9 Como está
escrito:
“El esparcio, dio a
los pobres;
su justicia permanece
para siempre.”
10 Y el que
suministra semilla al sembrador y pan para su alimento, suplirá y multiplicará
la siembra de ustedes y aumentará la cosecha de su justicia. 11 Ustedes serán
enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual por medio de nosotros
produce acción de gracias a Dios. 12 Porque la ministración de este servicio no
sólo suple con plenitud lo que falta a los santos, sino que también sobreabunda
a través de muchas acciones de gracias a Dios.
13 Por la prueba dada
por[c] esta ministración[d], glorificarán a Dios por la obediencia de ustedes a
la confesión del evangelio de Cristo (el Mesías), y por la liberalidad de su contribución
para[e] ellos y para todos. 14 Ellos, a su vez, mediante la oración a favor de
ustedes, también les demuestran su anhelo[f] debido a la sobreabundante gracia
de Dios en ustedes. 15 ¡Gracias a Dios por Su don inefable!
Footnotes:
2 Corintios 9:1 Lit
del
2 Corintios 9:7 O
haga
2 Corintios 9:13 Lit
de
2 Corintios 9:13 O
este servicio
2 Corintios 9:13 O su
comunión con
2 Corintios 9:14 O
anhelan
Nueva Biblia
Latinoamericana de Hoy (NBLH)
© 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California
Salmos 51 Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy (NBLH)
Oración de un Pecador
Arrepentido
Para el director del
coro. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, el profeta Natán
lo visitó.
51 Ten piedad de mí,
oh Dios, conforme a Tu misericordia;
Conforme a lo inmenso
de Tu compasión, borra mis transgresiones.
2 Lávame por completo
de mi maldad,
Y límpiame de mi
pecado.
3 Porque yo reconozco
mis transgresiones,
Y mi pecado está
siempre delante de mí.
4 Contra Ti, contra
Ti sólo he pecado,
Y he hecho lo malo
delante de Tus ojos,
De manera que eres
justo cuando hablas,
Y sin reproche[a]
cuando juzgas.
5 Yo nací en
iniquidad,
Y en pecado me
concibió mi madre.
6 Tú deseas la verdad
en lo más íntimo,
Y en lo secreto me
harás conocer sabiduría.
7 Purifícame con
hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más
blanco que la nieve.
8 Hazme oír gozo y
alegría,
Haz que se regocijen
los huesos que has quebrantado.
9 Esconde Tu rostro
de mis pecados,
Y borra todas mis
iniquidades.
10 Crea en mí, oh
Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu
recto dentro de mí.
11 No me eches de Tu
presencia,
Y no quites de mí Tu
Santo Espíritu.
12 Restitúyeme el
gozo de Tu salvación,
Y sostenme con un
espíritu de poder.
13 Entonces enseñaré
a los transgresores Tus caminos,
Y los pecadores se
convertirán a Ti.
14 Líbrame de delitos
de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación,
Entonces mi lengua
cantará con gozo Tu justicia.
15 Abre mis labios,
oh Señor,
Para que mi boca
anuncie Tu alabanza.
16 Porque Tú no Te
deleitas en sacrificio, de lo contrario yo lo ofrecería;
No Te agrada el
holocausto.
17 Los sacrificios de
Dios son el espíritu contrito;
Al corazón contrito y
humillado, oh Dios, no despreciarás.
18 Haz bien con Tu
benevolencia a Sion;
Edifica los muros de
Jerusalén.
19 Entonces Te
agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto y el
sacrificio perfecto;
Entonces se ofrecerán
novillos sobre Tu altar.
Footnotes:
Salmos 51:4 Lit puro
Nueva Biblia
Latinoamericana de Hoy (NBLH)
© 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California
Proverbios 22:24-25 Nueva Biblia Latinoamericana de
Hoy (NBLH)
24 No te asocies con
el hombre iracundo,
Ni andes con el
hombre violento,
25 No sea que
aprendas sus maneras
Y tiendas[a] lazo
para ti mismo.
Footnotes:
Proverbios 22:25 Lit
tomes
Nueva Biblia
Latinoamericana de Hoy (NBLH)
© 2005 by The Lockman Foundation, La Habra, California
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