Día 270
Isaías 51:1-53:12; Efesios 5:1-33; Salmos 69:19-36; Proverbios 24:07 (Traducción en lenguaje actual)
Isaías 51-53 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Salvación para
Jerusalén
51 Dios dijo:
«¡Escúchenme todos
ustedes,
los que buscan a Dios
y aman la justicia!
Ustedes son
descendientes
de Abraham y de Sara.
2 Miren el ejemplo
que ellos les han
dejado.
Cuando yo llamé a
Abraham,
él era sólo uno,
pero lo bendije
y le di muchos hijos.
3 »Aunque Jerusalén
está en ruinas,
yo la consolaré
y la convertiré en un
hermoso jardín.
Será como el jardín
que planté en Edén.
Entonces Jerusalén
celebrará
y cantará canciones
de alegría
y de acción de
gracias».
4 Dios continuó
diciendo:
«Préstame atención,
pueblo mío;
voy a dar mi
enseñanza,
y mi justicia servirá
de guía
para las naciones.
5 Ya se acerca mi
justicia,
mi salvación está en
camino.
¡Con mi poder juzgaré
a las naciones!
Los pueblos de las
costas lejanas
confían en mí.
Mi poder los llena de
esperanza.
6 »¡Levanten los ojos
al cielo!
¡Miren la tierra aquí
abajo!
El cielo desaparecerá
como humo,
la tierra se gastará
como un vestido,
y sus habitantes
morirán como moscas.
Pero mi salvación y
mi justicia
permanecerán para
siempre.
7 »Escúchenme,
ustedes que saben lo
que es bueno
y que conocen mi ley.
No teman ni se
desalienten
por los insultos de
la gente,
8 porque esa gente
desaparecerá
como ropa comida por
la polilla,
como lana devorada
por los gusanos.
Pero mi salvación y
mi justicia
permanecerán para
siempre».
9 Los israelitas
clamaron:
«¡Despierta, Dios,
despierta!
¡Despierta y vístete
de fuerza!
Muestra tu poder
como lo hiciste en el
pasado,
cuando destruiste a
los egipcios.
10 »Tú secaste las
aguas del mar
y allí abriste un
camino
por donde marchó tu
pueblo liberado.
11 Lo mismo que en el
pasado,
ahora volverán los
que tú rescataste
y entrarán en
Jerusalén
con gritos de
alegría.
Estarán llenos de
alegría,
y el llanto y el
dolor desaparecerán».
12 Dios dijo:
«Soy yo mismo el que
los anima.
¿Por qué le tienen
miedo
a simples seres
humanos
que no son más que
hierba?
13 No olviden que yo
soy su creador,
yo soy el que
extendió los cielos
y afirmó la tierra.
No teman al enemigo
que con furia quiere
destruirlos.
Frente a mi poder
toda su furia
desaparece.
14 »Pronto serán
liberados los prisioneros;
no les faltará el pan
ni morirán en la
cárcel,
15 porque yo soy el
único Dios,
el Dios todopoderoso.
Yo agito el mar,
y las olas se
levantan con estruendo.
16 »Yo les dije lo
que deben decir,
y los protegeré con
mi poder.
Yo he extendido los
cielos
y afirmado la tierra,
y ahora digo:
“Habitantes de
Jerusalén,
¡ustedes son mi
pueblo!”»
El enojo de Dios
17 Isaías dijo:
«¡Despierta,
Jerusalén, despierta!
Levántate, tú
que has sufrido el
enojo de Dios.
Lo has sufrido tanto
que ya ni levantarte
puedes.
18 De todos los hijos
que tuviste,
no hubo ninguno que
te guiara;
de todos los hijos
que criaste,
ninguno te tomó de la
mano.
19 »Estas dos
desgracias
han venido sobre ti:
¡Has sufrido la
guerra y el hambre!
¿Quién tendrá
compasión de ti?
¿Quién te consolará?
20 Tus hijos están
tirados por las calles,
están como venados atrapados
en la red.
Toda la furia y el
reproche de Dios
han caído sobre
ellos.
21 »Por eso,
habitantes de
Jerusalén,
ustedes que están
borrachos
pero no de vino,
escuchen lo que dice
su Dios,
22 el Dios que
defiende a su pueblo:
“En mi enojo los
castigué duramente
y los hice rodar por
el suelo;
pero ya no volveré a
castigarlos.
23 Más bien castigaré
a sus enemigos,
esos que les dijeron:
‘¡Tírense al suelo,
para que los
aplastemos!’
Ustedes obedecieron,
¡y ellos los
aplastaron!”»
52 Dios dijo:
«¡Despierta,
Jerusalén, despierta!
¡Levántate y sé
fuerte!
Jerusalén, ciudad
santa,
vístete de gala,
que los enemigos
extranjeros
ya no volverán a
atacarte.
2 »¡Jerusalén,
levántate!
¡Sacúdete el polvo!
¡Quítate del cuello
las cadenas,
y siéntate en el trono!
3 »Ustedes fueron
vendidos por nada,
y ahora, sin dinero
serán liberados.
4 »Hace mucho tiempo
mi pueblo descendió a
Egipto
y vivió allí como
pueblo esclavo.
Y ahora, sin motivo
alguno,
Asiria ha maltratado
a mi pueblo.
5 »Pero, ¿qué está
pasando?
Sin motivo se han
llevado a mi pueblo
a la nación de
Babilonia;
sus gobernantes se
burlan de él,
y en todo momento me
ofenden.
6 »Pero vendrá un día
en que mi pueblo me
conocerá.
En aquel día sabrán
que yo soy quien
dice:
“¡Aquí estoy!”»
7 Isaías dijo:
«Qué hermoso es ver
al que llega por las
colinas
trayendo buenas
noticias:
noticias de paz,
noticias de
salvación,
y le dice a
Jerusalén:
“¡Tu Dios reina!”
8 »¡Escucha!
Tus guardias gritan
de alegría,
porque ven con sus
propios ojos
que Dios vuelve a
Jerusalén.
9 »Habitantes de
Jerusalén,
¡entonen canciones de
alegría!
Dios ha consolado a
su pueblo,
¡ha liberado a
Jerusalén!
10 Dios mostrará su
poder
a todas las naciones,
y todas las regiones
de la tierra
verán la salvación de
nuestro Dios.
11 »Ustedes,
pónganse en marcha,
¡salgan ya de
Babilonia!
Ustedes que
transportan
los utensilios del
templo,
¡no toquen nada
impuro!
12 No tendrán que
apurarse
ni salir huyendo,
porque nadie los
perseguirá.
¡El Dios de Israel
los protegerá de todo
peligro!»
Sufrimiento y gloria
del fiel servidor
13 Dios dijo:
«Mi fiel servidor
triunfará;
se le pondrá en un
alto trono
y recibirá los
honores que merece.
14 »Muchos se
asombrarán al verlo,
por tener la cara
desfigurada,
y no parecer un ser
humano.
15 »Muchas naciones
se asombrarán,
y en la presencia de
mi fiel servidor
los reyes quedarán
mudos,
porque verán y
entenderán
lo que jamás habían
oído».
53 Isaías dijo:
«¡Nadie ha creído a
nuestro mensaje!
¡Nadie ha visto el
poder de Dios!
2 El fiel servidor
creció
como raíz tierna en
tierra seca.
No había en él
belleza
ni majestad alguna;
su aspecto no era
atractivo ni deseable.
3 Todos lo
despreciaban y rechazaban.
Fue un hombre que
sufrió el dolor
y experimentó mucho
sufrimiento.
Todos evitábamos
mirarlo;
lo despreciamos y no
lo tuvimos en cuenta.
4 »A pesar de todo
esto,
él cargó con nuestras
enfermedades
y soportó nuestros
dolores.
Nosotros pensamos
que Dios lo había
herido y humillado.
5 Pero él fue herido
por nuestras
rebeliones,
fue golpeado por
nuestras maldades;
él sufrió en nuestro
lugar,
y gracias a sus
heridas
recibimos la paz y
fuimos sanados.
6 »Todos andábamos
perdidos,
como suelen andar las
ovejas.
Cada uno hacía lo que
bien le parecía;
pero Dios hizo recaer
en su fiel servidor
el castigo que nosotros
merecíamos.
7 »Fue maltratado y
humillado,
pero nunca se quejó.
Se quedó
completamente callado,
como las ovejas
cuando les cortan la lana;
y como cordero
llevado al matadero,
ni siquiera abrió su
boca.
8 »Cuando lo
arrestaron,
no lo trataron con justicia.
Nadie lo defendió ni
se preocupó por él;
y al final, por culpa
de nuestros pecados,
le quitaron la vida.
9 El fiel servidor de
Dios
murió entre
criminales
y fue enterrado con
los malvados,
aunque nunca cometió
ningún crimen
ni jamás engañó a
nadie.
10 »Dios quiso
humillarlo y hacerlo sufrir,
y el fiel servidor
ofreció su vida
como sacrificio por
nosotros.
Por eso, él tendrá
una vida muy larga,
llegará a ver a sus
descendientes,
y hará todo lo que
Dios desea.
11-12 »Después de
tanto sufrimiento,
comprenderá el valor
de obedecer a Dios.
El fiel servidor,
aunque inocente,
fue considerado un
criminal,
pues cargó con los
pecados de muchos
para que ellos fueran
perdonados.
Él dio su vida por
los demás;
por eso Dios lo
premiará
con poder y con
honor».
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
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United Bible Societies
Efesios 5 Traducción en lenguaje actual (TLA)
5 Ustedes son hijos
de Dios, y él los ama. Por eso deben tratar de ser como él es. 2 Deben amar a
los demás, así como Cristo nos amó y murió por nosotros. Para Dios, la muerte
de Cristo es como el delicado aroma de una ofrenda.
3 Ustedes son parte
del pueblo de Dios; por eso, ni siquiera deben hablar de pecados sexuales, ni
de indecencias ni de ambiciones exageradas. 4 No digan malas palabras, ni
tonterías, ni vulgaridades, pues eso no es correcto. Más bien, usen su boca
para dar gracias a Dios. 5 Bien saben ustedes que nadie que tenga relaciones
sexuales prohibidas o indecentes, o que nunca esté satisfecho con lo mucho que
tiene, tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios. Eso es tan malo como
adorar a un ídolo.
Vivir obedeciendo a
Dios
6 No se dejen engañar
con ideas tontas, pues por cosas así Dios castiga terriblemente a quienes no lo
obedecen. 7 Así que, no tengan nada que ver con esa clase de gente.
8 No conocer a Dios
es como vivir en la oscuridad, y antes ustedes vivían así, pues no lo conocían.
Pero ahora ya lo conocen, y han pasado a la luz; vivan entonces como
corresponde a quienes conocen a Dios, 9 pues su Espíritu nos hace actuar con
bondad, justicia y verdad. 10 Traten de hacer lo que le agrada a Dios. 11 No se
hagan cómplices de los que no conocen a Dios; al contrario, háganles ver su
error, pues sus hechos no aprovechan de nada. 12 ¡La verdad es que da vergüenza
hablar de lo que ellos hacen a escondidas! 13 Cuando la luz brilla, todo queda
al descubierto y puede verse cómo es en realidad. 14 Por eso alguien ha
escrito:
«¡Despiértate, tú que
duermes!
Levántate de entre
los muertos,
y Cristo te
alumbrará.»
15 Tengan cuidado de
cómo se comportan. Vivan como gente que piensa lo que hace, y no como tontos.
16 Aprovechen cada oportunidad que tengan de hacer el bien, porque estamos
viviendo tiempos muy malos. 17 No sean tontos, sino traten de averiguar qué es
lo que Dios quiere que hagan.
18 No se emborrachen,
pues perderán el control de sus actos. Más bien, permitan que sea el Espíritu
Santo quien los llene y los controle. 19-20 Cuando se reúnan, canten salmos,
himnos y canciones espirituales. Alaben a Dios el Padre de todo corazón, y
denle siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
21 Ustedes, que
honran a Cristo, deben sujetarse los unos a los otros. 22 Las esposas deben
sujetarse a sus esposos, así como lo hacen con Cristo. 23 Porque el esposo es
cabeza de su esposa, así como Cristo es cabeza de su iglesia, y también su
Salvador. Cristo es la cabeza, y la iglesia es el cuerpo. 24 Por eso, la esposa
debe sujetarse a su esposo en todo, así como la iglesia se sujeta a Cristo.
25 Los esposos deben
amar a sus esposas, así como Cristo amó a la iglesia y dio su vida por ella. 26
Lo hizo para hacerla sólo suya, limpiándola por medio de su mensaje y del
bautismo. 27 Cristo quiso regalarse a sí mismo una iglesia gloriosa, apartada
del mal y perfecta, como un vestido sin una sola arruga ni una sola mancha, ni
nada parecido. 28 El esposo debe amar a su esposa, así como ama a su propio
cuerpo. El hombre que ama a su esposa se ama a sí mismo. 29 Porque nadie
desprecia su propio cuerpo. Al contrario, lo alimenta y lo cuida, del mismo
modo que Cristo cuida a la iglesia. 30 En realidad, cada uno de nosotros forma
parte de la iglesia, que es el cuerpo de Cristo. 31 Dice la Biblia: «Por eso el
hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, para formar un solo
cuerpo.» 32 Ésa es una verdad muy grande, y yo la uso para hablar de Cristo y
de la iglesia. 33 En todo caso, el esposo debe amar a su esposa, como si se
tratara de sí mismo, y la esposa debe respetar a su esposo.
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
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Salmos 69:19-36 Traducción en lenguaje actual (TLA)
19 Tú siempre los
estás viendo
y sabes muy bien que
me ofenden,
me avergüenzan y me
insultan.
20 Cuando escucho sus
ofensas,
se me rompe el
corazón;
¡no tengo ánimo para
nada!
Esperaba hallar apoyo
y consuelo,
y no los recibí;
21 cuando tuve
hambre,
me dieron a comer
veneno;
cuando tuve sed,
me dieron a beber
vinagre.
22 ¡Haz que sus
fiestas y banquetes
se conviertan en una
trampa para ellos!
23 ¡Haz que se les
nublen los ojos
para que no puedan
ver!
¡Haz que se queden
sin fuerzas!
24 ¡Descarga tu enojo
sobre ellos!
¡No los dejes
escapar!
25 ¡Que sus casas se
queden vacías!
¡Que nadie viva en
ellas!
26 Aunque tú ya me
afligiste
y me hiciste sufrir,
mis enemigos me
persiguen
y se burlan de mí.
27 ¡Págales mal por
mal!
¡No los dejes
disfrutar
de tu perdón!
28 ¡Bórralos del
libro de la vida!
¡No pongas su nombre
en la lista de la
gente buena!
29 Dios mío,
¡levántame, dame
ánimo!
Yo soy muy pobre y
humilde,
30 pero te alabaré
con mis canciones,
¡te pondré en alto
con mi alabanza!
31 Eso te será más
agradable
que recibir muchas
ofrendas.
32 Cuando vean esto
los pobres que te
buscan,
se pondrán muy
alegres,
y recobrarán el
ánimo.
33 Tú, Dios mío,
atiendes a los
pobres;
¡no te olvidas de tu
pueblo
que se encuentra
cautivo!
34 ¡Que te alaben
cielo y tierra!
¡Que te alabe el mar
y todo lo que hay en
él!
35 Tú vendrás en
ayuda de Jerusalén,
y reconstruirás las
ciudades de Judá.
Tu pueblo tomará
posesión del país
y se establecerá en
él.
36 Los descendientes
de tu pueblo
recibirán el país como
herencia;
el pueblo que te ama
se quedará a vivir en
él.
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
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Proverbios 24:07 Traducción en lenguaje actual (TLA)
-22-
7 El necio nunca
llegará a ser sabio.
Cuando está ante el
juez,
ni siquiera abre la
boca,
pues no sabe qué
decir.
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