Día 258
Isaías 19:1-21:17; Gálatas 2:1-16; Salmos 59:1-17; Proverbios 23:13-14 (Dios Habla Hoy)
Isaías 19-21 Dios Habla Hoy (DHH)
Profecía contra
Egipto
19 Profecía contra
Egipto:
Miren al Señor:
Viene a Egipto
montado en veloz nube.
Ante él tiemblan los
ídolos de Egipto,
y los egipcios se
llenan de terror.
2 «Voy a hacer que
los egipcios se dividan —dice el Señor—
y peleen unos contra
otros:
amigo contra amigo,
ciudad contra ciudad,
reino contra reino.
3 Les haré perder la
cabeza,
haré fracasar sus
planes.
Entonces consultarán
a los ídolos y a los brujos,
a los espíritus de
los muertos y a los adivinos.
4 Pero yo pondré a
Egipto en poder de un amo duro;
un rey cruel va a
gobernarlo.»
Lo afirma el Señor
todopoderoso.
5 El agua del Nilo se
agotará,
el río quedará
completamente seco,
6 los canales
despedirán mal olor.
Las corrientes de
agua de Egipto
irán disminuyendo
hasta secarse,
las cañas y los
juncos se marchitarán;
7 los juncales que
están al borde del Nilo,
y todos los sembrados
que hay en sus orillas,
se secarán y dejarán
de existir.
8 Todos los que
pescan en el Nilo
se pondrán a gemir y
a lamentarse;
los que echan sus
redes al agua se entristecerán.
9 Los que trabajan el
lino se sentirán desanimados;
las cardadoras y los
tejedores se pondrán pálidos;
10 los fabricantes de
telas quedarán abatidos,
y todos los artesanos
confundidos.
11 ¡Qué tontos son
ustedes, jefes de Soan,
los consejeros más
sabios de Egipto,
que en realidad son
consejeros estúpidos!
¿Cómo se les ocurre
decirle al faraón:
«Somos descendientes
de sabios,
de reyes de la
antigüedad»?
12 ¿Dónde están tus
sabios, faraón,
para que te enseñen y
te anuncien
los planes que el
Señor todopoderoso
tiene contra Egipto?
13 Los jefes de Soan
son tontos,
los jefes de Menfis
se dejaron engañar,
los jefes de las
provincias
han llevado a Egipto
por camino falso.
14 El Señor ha puesto
en ellos
un espíritu de
confusión;
ellos llevan a Egipto
por camino falso
en todo lo que hace,
como un borracho que
vomita y pierde el equilibrio.
15 Y nadie, sea
cabeza o cola,
palmera o junco,
podrá hacer nada por
Egipto.
16 En ese día los
egipcios parecerán mujeres; se llenarán de miedo y espanto cuando vean que el
Señor todopoderoso levanta su mano contra ellos. 17 Los egipcios sentirán
terror ante Judá; con sólo recordar su nombre se llenarán de espanto por los
planes que el Señor todopoderoso tiene contra Egipto. 18 En ese día habrá en
Egipto cinco ciudades que hablarán hebreo y que jurarán fidelidad al Señor
todopoderoso. Una de ellas se llamará Ciudad del Sol.
19 En ese día habrá
un altar dedicado al Señor en pleno Egipto, y cerca de su frontera se levantará
una piedra en honor al Señor. 20 Servirá de señal, para que se recuerde al
Señor todopoderoso en el país de Egipto. Cuando griten al Señor pidiendo ayuda
contra los que les oprimen, él les enviará un libertador, para que los defienda
y los salve. 21 El Señor se dará a conocer a los egipcios, y ellos reconocerán
al Señor, le darán culto y le ofrecerán sacrificios y ofrendas. Harán promesas
al Señor y las cumplirán. 22 El Señor herirá a Egipto, pero después lo sanará.
Ellos se volverán al Señor, y él se compadecerá de ellos y los sanará.
23 En ese día habrá
un amplio camino desde Egipto hasta Asiria. Los asirios podrán llegar hasta
Egipto y los egipcios hasta Asiria, y los egipcios y los asirios adorarán
juntos al Señor.
24 En ese día Israel
se colocará a la par con Egipto y Asiria, y será una bendición en medio de la
tierra. 25 El Señor todopoderoso los bendecirá, diciendo: «Yo bendigo a Egipto,
mi pueblo, a Asiria, obra de mis manos, y a Israel, mi propiedad.»
Asiria conquistará a
Egipto y Etiopía
20 En cierta ocasión,
el rey Sargón de Asiria envió a un alto oficial a la ciudad de Asdod, y el
oficial atacó a la ciudad y la conquistó. 2 Por ese tiempo habló el Señor por
medio de Isaías, hijo de Amós, y le dijo: «Quítate esa ropa áspera que llevas
puesta y el calzado que tienes en los pies.»
Isaías lo hizo así y
se quedó descalzo y medio desnudo. 3 Entonces dijo el Señor: «Mi siervo Isaías
ha estado descalzo y medio desnudo durante tres años, como señal y anuncio para
Egipto y Etiopía. 4 Así también el rey de Asiria llevará al destierro a los
egipcios y a los etiopes, sean viejos o jóvenes, descalzos y desnudos, con el
trasero al aire para su vergüenza. 5 La gente se llenará de miedo y sentirá
vergüenza de Etiopía, que era su esperanza, y de Egipto, que era su orgullo. 6
En ese tiempo dirán todos los que viven en aquella costa: “Miren en lo que vino
a parar el que era nuestra esperanza, al que acudíamos a pedir auxilio, para
que nos librara del rey de Asiria. ¿Cómo vamos a salvarnos ahora?”»
Profecía sobre la
caída de Babilonia
21 Profecía acerca
del desierto:
Como huracanes que
avanzan por el sur,
vienen del desierto,
lugar espantoso.
2 Terrible es la
visión que Dios me ha mostrado:
el traidor traiciona,
el destructor
destruye.
¡Levántate, Elam!
¡Medos, al asalto!
¡No permito más
quejas!
3 Mi cuerpo se
estremece,
me retuerzo de dolor
como mujer de parto,
la angustia no me
deja oír,
el terror me impide
ver.
4 Tengo la mente
confundida,
me estremezco de
terror.
El fresco del
atardecer, que tanto me gustaba,
se ha vuelto para mí
algo terrible.
5 La mesa ya está
puesta, tendidas las alfombras,
el banquete ha
comenzado.
¡De pie, capitanes:
saquen brillo a los escudos!
6 Porque el Señor me
ha dicho:
«Ve y coloca un
centinela
que dé aviso de todo
cuanto vea.
7 Si ve carros
tirados por parejas de caballos
o gente montada en
asnos o camellos,
que mire con mucha
atención.»
8 Y el que vigilaba
gritó:
«En mi puesto, Señor,
permanezco todo el
día,
y noche tras noche me
mantengo vigilante.
9 Y veo venir un
carro tirado por un par de caballos.»
Alguien dijo
entonces:
«¡Cayó, cayó
Babilonia!
Todas las estatuas de
sus dioses
quedaron por el suelo
hechas pedazos.»
10 Pueblo mío,
pisoteado como el trigo,
yo te anuncio lo que
escuché
del Señor
todopoderoso, el Dios de Israel.
Profecía contra Edom
11 Profecía contra
Edom:
Alguien me grita
desde Seír:
«Centinela, ¿qué
horas de la noche son?
Centinela, ¿qué horas
de la noche son?»
12 Y el centinela
responde:
«Ya viene la mañana,
pero también la
noche.
Si quieren preguntar,
pregunten,
y vuelvan otra vez.»
Profecía en el
desierto
13 Profecía en el
desierto:
Caravanas de Dedán,
que pasan la noche
en los matorrales del
desierto,
14 salgan al
encuentro del que tiene sed
y ofrézcanle agua.
Habitantes del país
de Temá,
salgan al paso del
que huye
y ofrézcanle
alimento.
15 Porque huyen de la
espada,
de la espada afilada,
del arco listo para
disparar
y del furor de la
batalla.
16 El Señor me dijo:
«Dentro de un año,
tal como lo cuenta un
obrero que vive de su salario,
se habrá terminado
toda la grandeza de Quedar.
17 Y pocos serán los
arcos
que les quedarán a
los guerreros de Quedar.»
El Señor, el Dios de
Israel, lo ha dicho.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Gálatas 2:1-16 Dios Habla Hoy (DHH)
2 Catorce años
después fui otra vez a Jerusalén con Bernabé, y llevé a Tito conmigo. 2 Fui
porque Dios me había mostrado que tenía que ir. Y allí expuse ante la comunidad
el evangelio que anuncio a los no judíos. Y lo expliqué también en privado ante
aquellos que eran reconocidos como de mayor autoridad, para dejar en claro que
lo que yo estaba haciendo o había hecho no era trabajo inútil. 3 Pero ni
siquiera Tito, que estaba conmigo y que era griego, fue obligado a someterse al
rito de la circuncisión. 4 Algunos falsos hermanos se habían metido entre
nosotros a escondidas, para espiar la libertad que tenemos en Cristo Jesús y
hacernos otra vez esclavos de la ley. 5 Pero ni por un momento nos dejamos
llevar por ellos, porque queríamos que la verdad del evangelio permaneciera en
ustedes.
6 Pero no me añadieron
nada nuevo los que eran reconocidos como de mayor autoridad (aunque a mí no me
interesa lo que hayan sido ellos, porque Dios no juzga por las apariencias). 7
Al contrario, reconocieron que Dios me había encargado el trabajo de anunciar
el evangelio a los no judíos, así como a Pedro le había encargado el trabajo de
anunciarlo a los judíos. 8 Pues el mismo Dios que envió a Pedro como apóstol a
los judíos, me envió también a mí como apóstol a los no judíos. 9 Santiago,
Cefas y Juan, que eran tenidos por columnas de la iglesia, reconocieron que
Dios me había concedido este privilegio, y para confirmar que nos aceptaban
como compañeros, nos dieron la mano a mí y a Bernabé, y estuvieron de acuerdo
en que nosotros fuéramos a trabajar entre los no judíos, mientras que ellos
trabajarían entre los judíos. 10 Solamente nos pidieron que nos acordáramos de
los pobres, cosa que he procurado hacer con todo cuidado.
11 Pero cuando Cefas
fue a la ciudad de Antioquía, lo reprendí en su propia cara, porque lo que estaba
haciendo era condenable. 12 Pues primero comía con los no judíos, hasta que
llegaron algunas personas de parte de Santiago; entonces comenzó a separarse, y
dejó de comer con ellos, porque tenía miedo de los fanáticos de la
circuncisión. 13 Y los otros creyentes judíos consintieron también con Pedro en
su hipocresía, tanto que hasta Bernabé se dejó llevar por ellos. 14 Por eso,
cuando vi que no se portaban conforme a la verdad del evangelio, le dije a
Cefas delante de toda la comunidad: «Tú, que eres judío, has estado viviendo
como si no lo fueras; ¿por qué, pues, quieres obligar a los no judíos a vivir
como si lo fueran?»
Dios nos hace justos
por la fe en Jesucristo
15 Nosotros somos
judíos de nacimiento, y no pecadores paganos. 16 Sin embargo, sabemos que nadie
es reconocido como justo por cumplir la ley sino gracias a la fe en Jesucristo.
Por esto, también nosotros hemos creído en Jesucristo, para que Dios nos
reconozca como justos, gracias a esa fe y no por cumplir la ley. Porque nadie
será reconocido como justo por cumplir la ley.
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Salmos 59 Dios Habla Hoy (DHH)
El Señor es nuestro
protector
(1) Del maestro de
coro. «No destruyas». Poema de David, cuando Saúl ordenó que vigilaran la casa
de David para darle muerte.
59 (2) Dios mío,
líbrame de mis enemigos;
ponme a salvo de mis
agresores.
2 (3) Líbrame de los
malhechores,
sálvame de los asesinos,
3 (4) porque hay
hombres poderosos
que esperan el
momento de matarme.
Señor, no he sido
rebelde ni he pecado;
4 (5) no he hecho
nada malo,
y, sin embargo, se
apresuran a atacarme.
¡Despierta! ¡Ven a mi
encuentro y mira!
5 (6) Tú, Señor,
Dios todopoderoso,
Dios de Israel,
despierta y castiga a
esos paganos;
no tengas compasión
de esos malvados traidores.
6 (7) Regresan por la
noche, ladrando como perros,
y rondan la ciudad.
7 (8) Echando espuma
por la boca,
dicen con tono
hiriente:
«¡No hay nadie que
nos oiga!»
8 (9) Pero tú, Señor,
te ríes de ellos;
tú te burlas de esos
paganos.
9 (10) En ti estaré
protegido, Dios mío,
pues tú eres mi
fortaleza y protección.
10 (11) El Dios que
me ama vendrá a mi encuentro;
me hará ver la
derrota de mis enemigos.
11 (12) No les tengas
compasión,
para que mi pueblo lo
tenga presente;
dispérsalos con tu
poder, y humíllalos.
¡El Señor es nuestro
protector!
12 (13) Pecan en todo
lo que dicen;
¡pues que sean presa
de su propio orgullo
y de sus falsos
juramentos!
13 (14) ¡Acábalos,
acábalos con tu enojo!
¡Que dejen de
existir!
¡Que se sepa que Dios
es Rey
en Jacob y hasta lo
último de la tierra!
14-15 (15-16) Cuando
vuelvan por la noche ladrando como perros,
y ronden la ciudad en
busca de comida,
aullarán por no
encontrar suficiente.
16 (17) En cuanto a
mí, te cantaré por la mañana;
anunciaré a voz en
cuello tu amor y tu poder.
Pues tú has sido mi
protección,
mi refugio en
momentos de angustia.
17 (18) A ti cantaré
himnos, Dios mío,
pues tú eres mi
fortaleza y protección;
¡tú eres el Dios que
me ama!
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Proverbios 23:13-14 Dios Habla Hoy (DHH)
- 12 -
13 No dejes de
corregir al joven,
que unos cuantos
azotes no lo matarán;
14 por el contrario,
si lo corriges,
lo librarás de la
muerte.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
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