Día 255
Isaías 10:1-11:16; 2 Corintios 12:11-21; Salmos 56:1-13; Proverbios 23:6-8 (Dios Habla Hoy)
Isaías 10-11 Dios Habla Hoy (DHH)
10 ¡Ay de ustedes,
que dictan leyes injustas
y publican decretos
intolerables,
2 que no hacen
justicia a los débiles
ni reconocen los
derechos de los pobres de mi pueblo,
que explotan a las
viudas
y roban a los
huérfanos!
3 ¿Qué harán ustedes
cuando tengan que rendir cuentas,
cuando vean venir de
lejos el castigo?
¿A quién acudirán
pidiendo ayuda?
¿En dónde dejarán sus
riquezas?
4 Si no son
humillados y llevados presos,
caerán con los que
mueran asesinados.
Y sin embargo la ira
del Señor no se ha calmado;
él sigue amenazando
todavía.
Dios se vale de
Asiria para el castigo
5 «¡El rey de Asiria!
Él es el palo con que
yo en mi ira castigo,
la vara que uso
cuando me enojo.
6 Lo mando a atacar a
un pueblo impío,
a una nación que me
ofende,
para que la robe y le
quite sus riquezas,
para que la pisotee
como al barro de las calles.
7 Pero el rey de
Asiria no piensa así,
ni es eso lo que él
se propone.
No piensa más que en
destruir
y en acabar con
muchas naciones.
8 Dice: “Todos los
reyes son jefes a mis órdenes.
9 Para mí son iguales
las ciudades de Calnó y de Carquemis,
Hamat igual que
Arpad,
Samaria lo mismo que
Damasco.
10 Me he encontrado
naciones con muchos dioses,
con más ídolos que
los de Jerusalén y Samaria.
11 Pues bien, lo que
hice con Samaria y sus dioses,
¿no seré capaz de
hacerlo con Jerusalén y sus ídolos?”»
12 Cuando el Señor
haya hecho todo lo que tiene que hacer
en el monte Sión y en
Jerusalén,
castigará al rey de
Asiria
por esta obra de su
orgullo,
y por su altanería y
arrogancia.
13 El rey de Asiria
ha dicho:
«Yo lo he hecho con
mi propia fuerza;
yo soy inteligente, y
he hecho los planes.
Yo he cambiado las
fronteras de las naciones,
me he apoderado de
sus riquezas,
y, como un valiente,
he derribado a los reyes.
14 He puesto mi mano
en las riquezas de los pueblos,
me he apoderado de
toda la tierra
como quien toma de un
nido unos huevos abandonados,
y no hubo nadie que
moviera las alas,
nadie que abriera el
pico y chillara.»
15 Pero, ¿acaso puede
el hacha
creerse más
importante que el que la maneja?,
¿la sierra más que el
que la mueve?
¡Como si el bastón,
que no es más que un palo,
fuera el que moviera
al hombre que lo lleva!
16 Por eso, el Señor
todopoderoso
va a dejar sin
fuerzas a esos que son tan robustos,
y hará que les arda
el cuerpo con el fuego de la fiebre.
17 El Dios Santo, luz
de Israel,
se convertirá en
llama de fuego,
y en un día quemará y
destruirá
todos los espinos y
matorrales que hay en el país.
18 Destruirá
completamente
la belleza de sus
bosques y sus huertos.
Los dejará como un
enfermo que ya no tiene fuerzas.
19 Y serán tan pocos
los árboles que queden en el bosque,
que hasta un niño los
podrá contar.
20 En ese tiempo
los pocos que hayan
quedado de Israel,
aquellos del pueblo
de Jacob que se hayan salvado,
no volverán a
apoyarse en el que los destruyó
sino que se apoyarán
firmemente
en el Señor, el Dios
Santo de Israel.
21 Unos cuantos del
pueblo de Jacob
se volverán hacia el
Dios invencible.
22 Aunque tu pueblo,
Israel, sea tan numeroso
como los granos de arena
del mar,
sólo unos cuantos
volverán.
La destrucción está
decidida
y se hará justicia
por completo.
23 Porque el Señor
todopoderoso
ha decidido la
destrucción
y la va a llevar a
cabo en todo el país.
24 El Señor
todopoderoso dice así:
«Pueblo mío, que
vives en Sión,
no tengas miedo a los
asirios,
aunque te golpeen con
su vara
y levanten su bastón
contra ti
como hicieron los
egipcios.
25 Porque dentro de
muy poco tiempo
va a llevarse a cabo
el castigo,
y mi ira los
destruirá.
26 El Señor
todopoderoso los castigará
como cuando derrotó a
Madián
en la roca de Oreb,
y mostrará su poder
contra Asiria
como cuando lo mostró
contra Egipto.
27 En ese día se te
quitará
la carga que han
puesto sobre tus espaldas,
y será quebrado el
yugo que te han puesto en la nuca.»
El avance de los
asirios
El invasor viene por
Rimón,
28 llega a Aiat,
pasa por Migrón,
deja la carga en
Micmás,
29 cruza el paso del
torrente,
acampa en Gueba;
Ramá se llena de
terror,
Guibeá de Saúl sale
huyendo.
30 ¡Da gritos,
Bat-galim!
¡Óyelos, Laisa!
¡Responde, Anatot!
31 Madmená sale
huyendo,
los habitantes de
Guebim se esconden.
32 Hoy mismo se
detiene el invasor en Nob;
da la señal de atacar
el monte Sión,
la colina de
Jerusalén.
33 Miren, el Señor
todopoderoso
derriba los árboles
con fuerza terrible;
los más altos caen
cortados,
los más elevados se
vienen al suelo.
34 Con un hacha
derriba lo más espeso del bosque,
y los árboles más
bellos del Líbano se derrumban.
El descendiente de
Jesé trae un reinado de paz y justicia
11 De ese tronco que
es Jesé, sale un retoño;
un retoño brota de
sus raíces.
2 El espíritu del
Señor estará continuamente sobre él,
y le dará sabiduría,
inteligencia,
prudencia, fuerza,
conocimiento y temor
del Señor.
3 Él no juzgará por
la sola apariencia,
ni dará su sentencia
fundándose en rumores.
4 Juzgará con
justicia a los débiles
y defenderá los
derechos de los pobres del país.
Sus palabras serán
como una vara para castigar al violento,
y con el soplo de su
boca hará morir al malvado.
5 Siempre irá
revestido de justicia y verdad.
6 Entonces el lobo y
el cordero vivirán en paz,
el tigre y el cabrito
descansarán juntos,
el becerro y el león
crecerán uno al lado del otro,
y se dejarán guiar
por un niño pequeño.
7 La vaca y la osa
serán amigas,
y sus crías
descansarán juntas.
El león comerá pasto,
como el buey.
8 El niño podrá jugar
en el hoyo de la cobra,
podrá meter la mano
en el nido de la víbora.
9 En todo mi monte
santo
no habrá quien haga
ningún daño,
porque así como el
agua llena el mar,
así el conocimiento
del Señor llenará todo el país.
10 En ese tiempo
el retoño de esta
raíz que es Jesé
se levantará como una
señal para los pueblos;
las naciones irán en
su busca,
y el sitio en que
esté será glorioso.
Regreso triunfal de
los desterrados
11 En ese tiempo
mostrará otra vez el Señor su poder
reconquistando el
resto de su pueblo,
haciéndolo volver de
Asiria y de Egipto,
de Patros, de
Etiopía, de Elam,
de Sinar, de Hamat y
de los países del mar.
12 Levantará una
señal para las naciones
y reunirá a los
israelitas que estaban desterrados;
juntará desde los
cuatro puntos cardinales
a la gente de Judá
que estaba dispersa.
13 La envidia de
Efraín terminará,
y el rencor de Judá
se calmará;
Efraín no tendrá
envidia de Judá,
y Judá no sentirá
rencor contra Efraín.
14 Los dos se
lanzarán hacia el occidente contra los filisteos
y les caerán por la
espalda;
juntos les quitarán
las riquezas a las tribus de oriente.
Su poder llegará
hasta Edom y Moab,
y dominarán a los amonitas.
15 El Señor les
abrirá un camino por el Mar Rojo,
extenderá su brazo
sobre el río Éufrates,
hará soplar un viento
terrible
que lo dividirá en
siete brazos,
y podrán cruzarlos
sin quitarse las sandalias.
16 Cuando ese resto
del pueblo del Señor vuelva de Asiria,
encontrará un amplio
camino,
como Israel cuando
salió de Egipto.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
2 Corintios 12:11-21 Dios Habla Hoy (DHH)
11 Me he portado como
un loco, pero ustedes me obligaron a hacerlo. Porque ustedes son quienes debían
hablar bien de mí, pues en nada valgo menos que esos superapóstoles. ¡Y eso que
yo no valgo nada! 12 Los sufrimientos que soporté con paciencia, los milagros,
maravillas y prodigios de que ustedes fueron testigos, son la prueba de que soy
un verdadero apóstol. 13 Perdónenme si los ofendí, pero sólo en una cosa han
sido ustedes menos que las otras iglesias: ¡en que yo no fui una carga para
ustedes!
Pablo habla de su
próxima visita
14 Ya estoy preparado
para hacerles mi tercera visita, y tampoco ahora les seré una carga. Yo no
busco lo que ustedes tienen, sino a ustedes mismos; porque son los padres
quienes deben juntar dinero para los hijos, y no los hijos para los padres. 15
Y yo de buena gana gastaré todo lo que tengo, y aun a mí mismo me gastaré en
bien de ustedes. Si yo los quiero más y más, ¿me amarán ustedes cada vez menos?
16 Sin duda estarán
de acuerdo en que yo no fui una carga para ustedes. Sin embargo, algunos dicen
que los hice caer astutamente en una trampa. 17 ¿Acaso los exploté por medio de
alguna de las personas que les he enviado? 18 A Tito le pedí que fuera a
visitarlos, y con él mandé al otro hermano. ¿Acaso los explotó Tito? ¿No es
verdad que los dos nos hemos portado de la misma manera y con el mismo
espíritu?
19 Tal vez ustedes
piensen que nos estamos disculpando ante ustedes, pero no es así. Al contrario,
estamos hablando en presencia de Dios y como quienes pertenecen a Cristo. Y
todo esto, queridos hermanos, es para edificación de la comunidad. 20 Porque
temo que cuando vaya a verlos, quizá no los encuentre como quisiera, y que
tampoco ustedes me encuentren a mí como ustedes quisieran. Temo que haya
discordias, envidias, enojos, egoísmos, chismes, críticas, orgullos y
desórdenes. 21 Temo también que, en mi próxima visita, mi Dios me haga sentir
vergüenza de ustedes, y que me haga llorar por muchos de ustedes que desde hace
tiempo vienen pecando y no han dejado la impureza, la inmoralidad sexual y los
vicios que practicaban.
Dios Habla Hoy (DHH)
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Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
Salmos 56 Dios Habla Hoy (DHH)
Confío en Dios y
alabo su palabra
(1) Del maestro de
coro, según la melodía de «La paloma de los dioses lejanos». Poema de David,
cuando los filisteos lo capturaron en Gat.
56 (2) Ten compasión
de mí, Dios mío,
pues hay gente que me
persigue;
a todas horas me
atacan y me oprimen.
2 (3) A todas horas
me persiguen mis enemigos;
son muchos los que me
atacan con altanería.
3 (4) Cuando tengo miedo, confío en ti.
4 (5) Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en Dios y no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
5 (6) A todas horas
me hieren con palabras;
sólo piensan en
hacerme daño.
6 (7) Andan
escondiéndose aquí y allá,
siguiéndome los
pasos,
esperando el momento
de matarme.
7 (8) ¿Acaso
escaparán de su propia maldad?
Oh, Dios, humilla a
los pueblos con tu enojo.
8 (9) Tú llevas la
cuenta de mis huidas;
tú recoges cada una
de mis lágrimas.
¿Acaso no las tienes
anotadas en tu libro?
9 (10) Mis enemigos
se pondrán en retirada
cuando yo te pida
ayuda.
Yo sé muy bien que
Dios está de mi parte.
10 (11) Confío en Dios y alabo su palabra;
confío en el Señor y alabo su palabra;
11 (12) confío en Dios y no tengo miedo.
¿Qué me puede hacer el hombre?
12 (13) Las promesas
que te hice, oh Dios,
te las cumpliré con
alabanzas,
13 (14) porque me has
salvado de la muerte,
porque me has librado
de caer,
a fin de que yo ande
en la luz de la vida,
en la presencia de
Dios.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
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Proverbios 23:6-8 Dios Habla Hoy (DHH)
- 8 -
6 No te sientes a la
mesa de un tacaño,
ni codicies sus
deliciosos manjares,
7 que son como un
pelo en la garganta:
él te invita a comer
y beber,
pero no lo dice en
serio;
8 vomitarás después
lo que comiste
y de nada te habrán
servido tus palabras amables.
Dios Habla Hoy (DHH)
Dios habla hoy ®, ©
Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.
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