Día 269
Isaías 48:12-50:11; Efesios 4:17-32; Salmos 69:1-18; Proverbios 24:5-6 (Traducción en lenguaje actual)
Isaías 48:12-50:11 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Dios salvará a su
pueblo
12 Dios dijo:
«Pueblo de Israel, yo
te he llamado.
Yo soy el único Dios,
el primero y el
último.
13 Con mi poder hice
el cielo y la tierra:
con sólo pronunciar
sus nombres,
comenzaron a existir.
14 Por lo tanto,
israelitas,
reúnanse ahora todos
ustedes,
y escúchenme:
»Yo elegí a Ciro, el
rey de Persia,
y él hará con
Babilonia
todo lo que he
decidido.
Nadie antes anunció
todo esto de
antemano.
15 Fui yo quien lo
dijo;
fui yo quien hizo
venir a Ciro,
y quien siempre le
dará la victoria.
16 »Acérquense a mí y
escuchen:
todo esto lo pensé de
antemano
y nunca lo guardé en
secreto.
Ahora yo, el único
Dios,
he enviado a Ciro
y le he dado mi
poder».
Dios guía a su pueblo
17 Dios, el Salvador
y santo de Israel, continuó diciendo:
«Israel, yo soy tu
Dios,
que te enseña lo
bueno
y te dice lo que
debes hacer.
18 ¡Ojalá me hubieras
hecho caso!
Entonces habrías sido
muy feliz
19 y ahora tus
descendientes
serían tan numerosos
como las arenas del
mar.
Yo nunca los habría
destruido
ni los habría
apartado de mi vista».
Dios da la libertad a
su pueblo
20 Isaías les dijo a
los israelitas:
«¡Salgan ya de
Babilonia,
huyan de ese país!
¡Anuncien su
liberación
con gritos de
alegría!
Griten por todas
partes:
“¡Dios ha puesto en
libertad
a Israel, su fiel
servidor!”
21 »Dios hizo que
ustedes pasaran
por lugares
desiertos,
pero no sufrieron de
sed,
porque él partió la
roca
y brotó agua en
abundancia.
22 En cambio, a los
malvados
nunca les va bien».
La luz de las
naciones
49 Israel dijo:
«¡Ustedes,
pueblos de las costas
más lejanas,
óiganme y presten
atención!
»Yo soy el fiel
servidor de Dios.
Él pronunció mi
nombre
desde antes que yo
existiera como pueblo.
2 Dios hizo que mis
palabras
fueran poderosas como
flechas,
como espadas
afiladas.
Dios me protegió, me
cuidó,
3 y me dijo:
“Tú eres mi fiel
servidor;
gracias a ti daré a
conocer mi poder”.
4 »Sin embargo, yo me
dije:
“He trabajado
inútilmente;
me he quedado sin
fuerzas
y no he logrado
nada”.
En realidad, lo que
hago
es gracias al poder
de Dios,
y ya él ha preparado
mi recompensa.
5 Dios me formó
desde antes que
naciera
para que fuera yo su
fiel servidor,
y siempre
estuviéramos unidos.
Para Dios, yo valgo
mucho;
por eso él me
fortalece».
6 Dios le dijo a su
fiel servidor:
«Yo te he enviado
para que reúnas a las
tribus de Israel
y las hagas volver a
su patria.
Aun esto es muy poco
para ti.
Por eso te pondré
como una luz para las
naciones,
y haré que lleves la
salvación
hasta el último
rincón del mundo».
Una promesa de Dios a
su pueblo
7 Dios, el Salvador y
santo de Israel, le dijo al pueblo:
«Israel,
tú has sido
despreciado
y odiado por otros
pueblos,
y ahora eres esclavo
de esos tiranos.
Pon atención a mis
palabras:
“Yo soy tu único
Dios;
cuando los reyes y
los príncipes
de otras naciones te
vean,
se humillarán ante
ti.
”¡Yo te he elegido
y te cumpliré esta
promesa!”»
Restauración de
Israel
8 Dios les dijo a los
israelitas:
«Cuando llegó el
momento
de mostrarles mi
bondad,
fui bondadoso con
ustedes;
cuando necesitaron
salvación,
yo les di libertad.
Yo los formé para que
fueran
una bendición para
otros pueblos.
Por eso ustedes,
israelitas,
volverán a ocupar las
tierras
que sus enemigos
destruyeron,
y reconstruirán el
país.
9 Ustedes les dirán a
los presos:
“¡Quedan en
libertad!”,
y a los que viven en
la oscuridad:
“¡Salgan a la luz!”
La alegría de los que
vuelven a su patria
»Ustedes encontrarán
buenos pastos
junto a todos los
caminos,
y en cualquier cerro
desierto
tendrán alimento para
el ganado.
10 No tendrán hambre
ni sed,
ni los molestará el
sol ni el calor,
porque yo los amo y
los guío,
y los llevaré a
fuentes de agua.
11 Les abriré un
camino
a través de las
montañas
y los haré pasar por
un terreno llano.
12 Ustedes, los
israelitas,
vendrán de muy lejos,
de todos los rincones
del mundo.
13 »¡Cielos, griten
de alegría!
¡Tierra, alégrate
mucho!
¡Montañas, lancen
gritos de felicidad!
Porque yo, el único
Dios,
consuelo a mi pueblo
y tengo compasión de
los pobres».
La reconstrucción de
Jerusalén
14 El pueblo de
Jerusalén decía:
«Dios me abandonó,
mi Dios se olvidó de
mí».
15 Pero Dios
respondió:
«Jerusalén,
¿acaso puede una madre
olvidar
o dejar de amar a su
hijo?
Y aunque ella lo
olvidara,
yo no me olvidaré de
ti.
16 Yo te llevo
grabada
como un tatuaje en
mis manos,
siempre tengo
presentes tus murallas.
17 »Ya se han ido tus
destructores;
si con rapidez te
destruyeron,
con más rapidez serás
reconstruida.
18 Levanta los ojos
y mira a tu
alrededor,
todos los israelitas
se reúnen
y vuelven hacia ti.
Yo soy el único Dios,
y juro por mi vida
que todos tus
habitantes serán
como los adornos de
una novia.
19 »Tú, Jerusalén,
estabas en ruinas,
pero ya se han
alejado
los que te
destruyeron.
Ahora tendrás tantos
habitantes
que el país te
resultará pequeño.
20 Los hijos que
dabas por perdidos
te dirán al oído:
“Este país es
demasiado pequeño
para todos nosotros”.
21 »Tú, Jerusalén,
dirás como una madre:
“¿Quién me dio tantos
hijos?
Yo no tenía hijos ni
podía tenerlos;
me habían dejado
sola,
quedé completamente
abandonada.
¿Quién crió a estos
hijos míos?
¿De dónde vinieron?”
22 »Yo daré una orden
a las naciones
para que traigan en
brazos
a tus hijos y a tus
hijas.
23 Los reyes serán
tus padres adoptivos
y las princesas, tus
niñeras.
Se arrodillarán ante
ti
y reconocerán
que no quedan
avergonzados
los que confían en
mí,
y que yo soy el único
Dios.
24 »A un guerrero no
se le puede quitar
lo que ha ganado en
el combate;
un prisionero de
guerra
no se puede escapar
del tirano.
25 Pero yo, el único
Dios,
declaro que al
guerrero y al tirano
les quitarán lo que
hayan conquistado.
A ustedes los
israelitas les digo
que yo salvaré a sus
hijos y a sus hijas
de manos de sus
enemigos.
26 Haré que sus
opresores
se coman su propia
carne
y se emborrachen con
su sangre.
Así sabrá toda la
humanidad
que yo soy el único
Dios,
soy el Dios
todopoderoso,
y el salvador de
Israel».
50 1-3 Dios dijo:
«Israelitas,
cuando vine a
buscarlos,
no los encontré;
cuando los llamé,
no me respondieron.
Yo no los abandoné,
ni los vendí como
esclavos
para pagar deudas;
lo hice por causa de
sus pecados.
»Pero tengo el poder
para salvarlos y
rescatarlos.
Yo cubro los cielos
de oscuridad
como si se vistieran
de luto.
Basta una simple
orden mía
para que el mar y los
ríos se sequen,
para que por falta de
agua
los peces se mueran y
se pudran».
4 El fiel servidor
dijo:
«Dios me enseñó a
consolar
a los que están
afligidos y cansados.
Me despierta todas
las mañanas,
para que reciba sus
enseñanzas
como todo buen
discípulo.
5 Dios me enseñó a
obedecer,
y no he sido rebelde
ni desobediente.
6 »No quité mi
espalda
a los que me
golpeaban,
ni escondí mis
mejillas
de los que me
arrancaban la barba;
ni me cubrí la cara
cuando me escupían
y se burlaban de mí.
7 »Por eso, no seré
humillado,
pues es Dios quien me
ayuda.
Por eso me mantengo
firme
como si fuera una
roca,
y sé que no seré
avergonzado.
8 »Conmigo está el
que me protege.
Nadie puede acusarme
de un delito.
El que quiera
acusarme,
¡que venga y se me
enfrente!
9 ¡El Dios
todopoderoso
es quien me ayuda!
Nadie podrá
condenarme.
Mis enemigos
desaparecerán
como la ropa comida
por la polilla.
10 »Ninguno de
ustedes teme a Dios
ni obedece la voz de
su fiel servidor.
Caminan en la
oscuridad,
sin un rayo de luz,
no confían en el
único Dios.
11 Al contrario,
encienden fuegos y
prenden antorchas;
caminan a la luz de
su propio fuego.
Pero el Dios
todopoderoso
los castigará y los
hará sufrir».
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by
United Bible Societies
Efesios 4:17-32 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Una nueva vida
17 Ahora les pido, de
parte del Señor Jesús, que ya no vivan como los que no conocen a Dios, pues
ellos viven de acuerdo con sus tontas ideas. 18 Son gente ignorante y terca,
que no entiende nada, y por eso no disfruta de la vida que Dios da. 19 Han
perdido la vergüenza, se han entregado totalmente a los vicios, y hacen toda
clase de indecencias.
20 ¡Pero esto no es
lo que ustedes aprendieron acerca de Cristo! 21 Porque ustedes oyeron el
mensaje acerca de él, y saben vivir como él manda, siguiendo la verdad que él
enseñó. 22 Por eso, ya no vivan ni se conduzcan como antes, cuando los malos
deseos dirigían su manera de vivir. 23-24 Ustedes deben cambiar completamente
su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a
personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.
Cómo vivir ahora
25 Por eso, ya no
deben mentirse los unos a los otros. Todos nosotros somos miembros de un mismo
cuerpo, así que digan siempre la verdad.
26 Si se enojan, no
permitan que eso los haga pecar. El enojo no debe durarles todo el día, 27 ni
deben darle al diablo oportunidad de tentarlos.
28 Quien antes fue
ladrón, debe dejar de robar, y ahora trabajar bien y con sus propias manos. Así
tendrá dinero para ayudar a las personas necesitadas.
29 No digan malas
palabras. Al contrario, digan siempre cosas buenas, que ayuden a los demás a
crecer espiritualmente, pues eso es muy necesario.
30 No hagan que se
ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que
Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre
serán liberados del pecado.
31 Dejen de estar
tristes y enojados. No griten ni insulten a los demás. Dejen de hacer el mal.
32 Por el contrario, sean buenos y compasivos los unos con los otros, y
perdónense, así como Dios los perdonó a ustedes por medio de Cristo.
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by
United Bible Societies
Salmos 69:1-18 Traducción en lenguaje actual (TLA)
¡Sálvame, Dios mío!
SALMO 69 (68)
Himno de David.
Instrucciones para el director del coro: Este salmo deberá cantarse con la
melodía «Los lirios».
69 Dios mío,
¡sálvame, pues siento
que me ahogo!
2 ¡Siento que me
hundo en el barro
y no tengo dónde
apoyarme!
¡Me encuentro en
aguas profundas,
luchando contra la
corriente!
3 Cansado estoy de
pedir ayuda;
tengo reseca la
garganta.
Ya los ojos se me
cierran,
y tú no vienes a
ayudarme.
4 ¡Tengo más enemigos
que pelos en la
cabeza!
Muchos me odian sin
motivo,
y quieren matarme;
¡me exigen que les
devuelva
lo que nunca les
robé!
5-6 Dios de Israel y
Dios del universo,
tú eres mi Dios.
Tú conoces mis
tonterías;
¡no te puedo esconder
mis errores!
¡No dejes que por mi
culpa
queden en vergüenza
los que confían en
ti!
¡No dejes que por mi
culpa
sean puestos en
ridículo
los que buscan
agradarte!
7 Por ti he sido
ofendido;
¡me arde la cara de
vergüenza!
8 ¡Hasta mis propios
hermanos
me ven como a un
extraño!
9 El amor que siento
por tu templo
me quema como un
fuego;
por eso me siento
ofendido
cuando te ofenden a
ti.
10 Si me aflijo y no
como,
tengo que aguantar
sus insultos;
11 y si me visto de
luto,
tengo que soportar
sus ofensas.
12 ¡Toda la gente del
pueblo
y hasta los borrachos
hablan mal de mí!
13 Dios mío,
te ruego que me
respondas
en el mejor momento.
Yo sé que me amas,
así que ven a
salvarme.
14-15 ¡Líbrame de los
que me odian!
¡Sácame del barro en
que me hundo!
¡Sácame de esta
profunda corriente
que me arrastra!
Siento que me traga
un remolino;
¡no me dejes morir!
16 Dios mío,
tú me amas y eres
bueno;
¡respóndeme!
Tú eres un Dios
compasivo;
¡préstame atención!
17 No me des la
espalda,
pues estoy en problemas;
¡date prisa!
18 ¡Acércate a mí,
y sálvame de mis
enemigos!
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
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United Bible Societies
Proverbios 24:5-6 Traducción en lenguaje actual (TLA)
-21-
5 Más vale maña que
fuerza;
más vale el saber que
el poder.
6 Quien quiera
pelear,
primero debe pensar;
quien quiera ganar,
debe saber escuchar.
Traducción en
lenguaje actual (TLA)
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