Wednesday, May 31, 2023

DAB Español, Jueves 01 de Junio

Día 152, DAB Español, Jueves 01 de Junio


2 Samuel 18:1-19:10; Juan 20:1-31; Salmos 119:153-176; Proverbios 16:14-15 (La Biblia de las Américas (LBLA))








2 Samuel 18:1-19:10

La Biblia de las Américas

Derrota y muerte de Absalón


18 David contó[a] el pueblo que estaba con él, y puso sobre ellos comandantes de mil y comandantes de cien. 2 Y envió David al pueblo: una tercera parte bajo el mando[b] de Joab, una tercera parte bajo el mando[c] de Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y una tercera parte bajo el mando[d] de Itai geteo. Y el rey dijo al pueblo: Ciertamente yo también saldré con vosotros. 3 Pero el pueblo dijo: No debes salir; porque si tenemos que huir, no harán caso de nosotros; aunque muera la mitad de nosotros, no harán caso de nosotros. Pero tú vales por diez mil de[e] nosotros; ahora pues, será mejor que tú estés listo para ayudarnos desde la ciudad. 4 Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que os parezca mejor[f]. Y el rey se puso junto a la puerta, y todo el pueblo salió por centenares y por millares. 5 Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Por amor a mí tratad bien al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando el rey mandó a todos los comandantes acerca de Absalón.


6 El pueblo salió al campo al encuentro de Israel, y se entabló la batalla en el bosque de Efraín. 7 Allí fue derrotado[g] el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y la matanza aquel día allí fue grande: veinte mil hombres. 8 La[h] batalla se extendió por toda aquella región[i], y el bosque devoró más gente aquel día que la que devoró la espada.


9 Y Absalón se encontró con los siervos de David; y Absalón iba montado en su mulo, y pasó el mulo debajo del espeso ramaje de una gran encina, y se le trabó la cabeza a Absalón en la encina, y quedó colgado[j] entre el cielo y la tierra, mientras que el mulo que estaba debajo de él siguió de largo. 10 Cuando uno de los hombres vio esto, avisó a Joab, diciendo: He aquí, vi a Absalón colgado de una encina. 11 Joab dijo al hombre que le había avisado: He aquí, tú lo viste, ¿por qué no lo heriste allí derribándolo a tierra? Yo te hubiera dado diez piezas de plata y un cinturón. 12 Respondió el hombre a Joab: Aunque yo recibiera mil piezas de plata en la mano[k], no extendería la mano contra el hijo del rey; porque ante nuestros oídos el rey te ordenó a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: «Protegedme[l] al joven Absalón». 13 De otro modo, si yo hubiera hecho traición contra su vida (y no hay nada oculto al rey), tú mismo te hubieras mostrado indiferente[m]. 14 Respondió Joab: No malgastaré mi tiempo[n] aquí contigo. Y tomando tres dardos en la mano[o], los clavó en el corazón de Absalón mientras todavía estaba vivo en medio[p] de la encina. 15 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón y lo remataron.


16 Entonces Joab tocó la trompeta, y el pueblo regresó de perseguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo. 17 Y tomaron a Absalón, lo echaron en una fosa profunda[q] en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda. 18 En vida, Absalón había tomado y erigido para sí una columna que está en el Valle del Rey, pues se había dicho: No tengo hijo para perpetuar[r] mi nombre. Y llamó la columna por su propio nombre, y hasta hoy día se llama Monumento de Absalón.


19 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, dijo: Te ruego que me dejes correr y llevar las noticias al rey de que el Señor lo ha liberado[s] de la mano de sus enemigos. 20 Pero Joab le dijo: Tú no eres el hombre para llevar hoy las noticias, las llevarás otro día; no llevarás noticias hoy, porque el hijo del rey ha muerto. 21 Entonces Joab dijo al cusita[t]: Ve, anuncia al rey lo que has visto. Y el cusita[u] se inclinó ante Joab, y corrió. 22 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: Pase lo que pase, te ruego que me dejes correr tras el cusita. Y Joab dijo: ¿Por qué correrás, hijo mío, ya que no tendrás recompensa por ir? 23 Pero él dijo: Pase lo que pase, correré. Entonces le dijo: Corre. Y Ahimaas corrió por el camino de la llanura, y pasó al cusita.


24 David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y he aquí, un hombre que corría solo. 25 Y el atalaya llamó y avisó al rey. Y el rey dijo: Si viene solo hay buenas noticias en su boca. Mientras se acercaba más y más, 26 el atalaya vio a otro hombre corriendo; y el atalaya dio voces al portero, y dijo: He aquí, otro hombre corriendo solo. Y el rey dijo: Este también trae buenas noticias. 27 Y el atalaya dijo: Creo[v] que el correr del primero es como el correr de Ahimaas, hijo de Sadoc. Y el rey dijo: Este es un buen hombre y viene con buenas noticias.


28 Y Ahimaas dio voces, y dijo al rey: Todo está bien[w]. Se postró rostro en tierra delante del rey, y dijo: Bendito es el Señor tu Dios, que ha entregado a los hombres que levantaron sus manos contra mi señor el rey. 29 Y el rey dijo: ¿Le va bien al joven Absalón? Y Ahimaas respondió: Cuando Joab envió al siervo del rey y a tu siervo, vi un gran tumulto, pero no supe qué era. 30 Entonces el rey dijo: Ponte a un lado y quédate aquí. Y él se puso a un lado, y se quedó allí.


31 Y he aquí, llegó el cusita, y dijo[x]: Reciba mi señor el rey buenas noticias, porque el Señor te ha librado[y] hoy de la mano de todos aquellos que se levantaron contra ti. 32 Dijo el rey al cusita: ¿Le va bien al joven Absalón? Y el cusita respondió: Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal. 33 [z]Y el rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: ¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!

Joab reprende a David


19 Entonces dieron aviso a Joab: He aquí, el rey llora y se lamenta por Absalón. 2 Y la victoria[aa] aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque el pueblo oyó decir aquel día: El rey está entristecido por su hijo. 3 Aquel día el pueblo entró calladamente en la ciudad, como pueblo que humillado, entra a escondidas cuando huye de la batalla. 4 Y el rey con su rostro cubierto, clamaba[ab] en alta voz: ¡Oh hijo mío Absalón, oh Absalón, hijo mío, hijo mío! 5 Joab entró en la casa del rey, y dijo: Hoy has cubierto de vergüenza el rostro de todos tus siervos que han salvado hoy tu vida, la vida de tus hijos e hijas, la vida de tus mujeres y la vida de tus concubinas, 6 al amar a aquellos que te odian y al odiar a aquellos que te aman. Pues hoy has demostrado que príncipes[ac] y siervos no son nada para ti; porque ahora en este día sé que si Absalón estuviera vivo y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, entonces tú estarías complacido[ad]. 7 Ahora pues, levántate, sal y habla bondadosamente a[ae] tus siervos, porque juro por el Señor que si no sales, ciertamente ni un solo hombre pasará la noche contigo, y esto te será peor que todo el mal que ha venido sobre ti desde tu juventud hasta ahora. 8 Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado a la puerta, entonces todo el pueblo vino delante del rey.

David regresa a Jerusalén


Pero los de Israel habían huido, cada uno a su tienda. 9 Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano[af] de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano[ag] de los filisteos, pero ahora ha huido de la tierra, de Absalón. 10 Sin embargo, Absalón, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en combate. Ahora pues, ¿por qué guardáis silencio respecto a restaurar al rey?

Footnotes


2 Samuel 18:1 O, alistó

2 Samuel 18:2 Lit., por mano

2 Samuel 18:2 Lit., por mano

2 Samuel 18:2 Lit., por mano

2 Samuel 18:3 Así en dos mss. y algunas versiones antiguas; en el T.M., porque ahora hay diez mil como

2 Samuel 18:4 Lit., lo que sea bueno ante vuestros ojos

2 Samuel 18:7 Lit., herido

2 Samuel 18:8 Lit., Y fue allí que la

2 Samuel 18:8 Lit., tierra

2 Samuel 18:9 Lit., colocado

2 Samuel 18:12 Lit., palma

2 Samuel 18:12 Lit., Así en dos mss. y algunas versiones antiguas; en el T.M., Proteged, quien sea,

2 Samuel 18:13 O, en contra

2 Samuel 18:14 Lit., No me quedaré

2 Samuel 18:14 Lit., palma

2 Samuel 18:14 Lit., el corazón

2 Samuel 18:17 Lit., la gran fosa

2 Samuel 18:18 Lit., por amor al recuerdo de

2 Samuel 18:19 Lit., vindicado

2 Samuel 18:21 O, etíope, y así en el resto del cap.

2 Samuel 18:21 O, etíope, y así en el resto del cap.

2 Samuel 18:27 Lit., Veo

2 Samuel 18:28 Lit., Paz

2 Samuel 18:31 Lit., el cusita dijo

2 Samuel 18:31 Lit., vindicado

2 Samuel 18:33 En el texto heb., cap. 19:1

2 Samuel 19:2 Lit., salvación

2 Samuel 19:4 Lit., y el rey clamó

2 Samuel 19:6 O, jefes

2 Samuel 19:6 Lit., porque entonces estaría bien ante tus ojos

2 Samuel 19:7 Lit., al corazón de

2 Samuel 19:9 Lit., la palma

2 Samuel 19:9 Lit., la palma


Juan 20

La Biblia de las Américas

La resurrección


20 Y el primer día de la semana María Magdalena fue* temprano al sepulcro, cuando todavía estaba* oscuro, y vio* que ya la piedra había sido quitada del sepulcro. 2 Entonces corrió* y fue* a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo*: Se han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto. 3 Salieron, pues, Pedro y el otro discípulo, e iban hacia el sepulcro. 4 Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro; 5 e inclinándose para mirar adentro, vio* las envolturas de lino puestas allí, pero no entró. 6 Entonces llegó* también Simón Pedro tras él, entró al sepulcro, y vio* las envolturas de lino puestas allí, 7 y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús[a], no puesto con las envolturas de lino, sino enrollado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó. 9 Porque todavía no habían entendido la Escritura, que Jesús[b] debía resucitar de entre los muertos. 10 Los discípulos entonces se fueron de nuevo a sus casas[c].

Aparición de Jesús a María Magdalena


11 Pero María estaba fuera, llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó y miró dentro del sepulcro; 12 y vio* dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13 Y ellos le dijeron*: Mujer, ¿por qué lloras? Ella les dijo*: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. 14 Al decir esto, se volvió y vio* a Jesús que estaba allí, pero no sabía que era Jesús. 15 Jesús le dijo*: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo*: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré. 16 Jesús le dijo*: ¡María! Ella, volviéndose, le dijo* en hebreo[d]: ¡Raboní! (que quiere decir, Maestro). 17 Jesús le dijo*: Suéltame[e] porque todavía no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos, y diles: «Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios». 18 Fue* María Magdalena y anunció a los discípulos: ¡He visto al Señor!, y que Él le había dicho estas cosas.

Aparición a los discípulos


19 Entonces, al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo*: Paz a vosotros. 20 Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor. 21 Jesús entonces les dijo otra vez: Paz a vosotros; como el Padre me ha enviado, así también yo os envío. 22 Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo*: Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, estos les son[f] perdonados; a quienes retengáis los pecados, estos les son[g] retenidos.

Incredulidad de Tomás


24 Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo[h], no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25 Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.


26 Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Y estando las puertas cerradas, Jesús vino* y se puso en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dijo* a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío! 29 Jesús le dijo*: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.

El propósito de este evangelio según Juan


30 Y[i] muchas otras señales[j] hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro; 31 pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo[k], el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.

Footnotes


Juan 20:7 Lit., de Él

Juan 20:9 Lit., El

Juan 20:10 Lit., a los suyos

Juan 20:16 I.e., arameo judaico

Juan 20:17 Lit., No me agarres

Juan 20:23 Lit., han sido

Juan 20:23 Lit., han sido

Juan 20:24 I.e., el gemelo

Juan 20:30 Lit., Por tanto

Juan 20:30 O, muchos otros milagros

Juan 20:31 I.e., el Mesías


Salmos 119:153-176

La Biblia de las Américas

Resh.


153

Mira mi aflicción y líbrame,

porque no me olvido de tu ley.

154

Defiende mi causa y redímeme;

vivifícame conforme a tu palabra[a].

155

Lejos está de los impíos la salvación,

porque no buscan tus estatutos.

156

Muchas[b] son, oh Señor, tus misericordias;

vivifícame conforme a tus ordenanzas.

157

Muchos son mis perseguidores y mis adversarios,

pero yo no me aparto de tus testimonios.

158

Veo a los pérfidos y me repugnan,

porque no guardan tu palabra[c].

159

Mira cuánto amo tus preceptos;

vivifícame, Señor, conforme a tu misericordia.

160

La suma de tu palabra es verdad,

y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.

Sin.


161

Príncipes me persiguen sin causa,

pero mi corazón teme tus palabras.

162

Me regocijo en tu palabra[d],

como quien halla un gran botín.

163

Aborrezco y desprecio la mentira,

pero amo tu ley.

164

Siete veces al día te alabo,

a causa de tus justas ordenanzas.

165

Mucha paz tienen los que aman tu ley,

y nada los hace tropezar[e].

166

Espero tu salvación, Señor,

y cumplo tus mandamientos.

167

Mi alma guarda tus testimonios,

y en gran manera los amo.

168

Guardo tus preceptos y tus testimonios,

porque todos mis caminos están delante de ti.

Tau.


169

Llegue mi clamor ante ti, Señor;

conforme a tu palabra dame entendimiento.

170

Llegue mi súplica delante de ti;

líbrame conforme a tu palabra[f].

171

Profieran mis labios alabanzas,

pues tú me enseñas tus estatutos.

172

Que cante mi lengua de tu palabra[g],

porque todos tus mandamientos son justicia.

173

Pronta esté[h] tu mano a socorrerme,

porque tus preceptos he escogido.

174

Anhelo tu salvación, Señor,

y tu ley es mi deleite.

175

Viva mi alma para alabarte,

y que tus ordenanzas me ayuden.

176

Me he descarriado como oveja perdida; busca a tu siervo,

porque no me olvido de tus mandamientos.

Footnotes


Salmos 119:154 O, promesa

Salmos 119:156 O, Grandes

Salmos 119:158 O, promesa

Salmos 119:162 O, promesa

Salmos 119:165 Lit., no tienen piedra de tropiezo

Salmos 119:170 O, promesa

Salmos 119:172 O, promesa

Salmos 119:173 Lit., Esté


Proverbios 16:14-15

La Biblia de las Américas


14

El furor del rey es como mensajero de muerte,

pero el hombre sabio lo aplacará.

15

En el resplandor del rostro del rey hay vida,

y su favor es como nube de lluvia tardía.

La Biblia de las Américas (LBLA)


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Tuesday, May 30, 2023

DAB Español, Miércoles 31 de Mayo

Día 151, DAB Español, Miércoles 31 de Mayo


2 Samuel 17:1-29; Juan 19:23-42; Salmos 119:129-152; Proverbios 16:12-13 (La Biblia de las Américas (LBLA))








2 Samuel 17

La Biblia de las Américas

Consejos de Ahitofel y de Husai


17 Ahitofel dijo a Absalón: Te ruego que me dejes escoger doce mil hombres, y esta noche me levantaré y perseguiré a David; 2 caeré sobre él cuando esté cansado y fatigado[a], le infundiré terror y huirá todo el pueblo que está con él; entonces heriré al rey solamente, 3 y haré volver a ti a todo el pueblo. El regreso de todos depende del hombre a quien buscas[b]; después todo el pueblo estará en paz. 4 Y el plan agradó a[c] Absalón y a todos los ancianos de Israel.


5 Entonces Absalón dijo: Llama[d] también ahora a Husai arquita y escuchemos lo que él tiene que decir[e]. 6 Cuando Husai vino a Absalón, este le dijo[f]: Ahitofel ha hablado de esta manera[g], ¿Llevaremos a cabo su plan?[h] Si no, habla. 7 Y Husai dijo a Absalón: Esta vez el consejo que Ahitofel ha dado[i] no es bueno. 8 Dijo además Husai: Tú conoces a tu padre y a sus hombres, que son hombres valientes y que están enfurecidos[j] como una osa privada de sus cachorros en el campo. Tu padre es un experto en la guerra[k], y no pasará la noche con el pueblo. 9 He aquí, él ahora se habrá escondido en una de las cuevas[l] o en algún otro lugar; y sucederá que si en el primer asalto caen algunos de los tuyos[m], cualquiera que se entere, dirá: «Ha habido una matanza en el pueblo que sigue a Absalón». 10 Y aun el valiente, cuyo corazón es como el corazón de un león, se desanimará[n] completamente, pues todo Israel sabe que tu padre es un hombre poderoso y que todos los que están con él son valientes. 11 Pero yo aconsejo que todo Israel se reúna contigo, desde Dan hasta Beerseba, abundantes como la arena que está a la orilla del mar, y que tú personalmente vayas[o] al combate. 12 Iremos a él en cualquiera de los lugares donde se encuentre, y descenderemos sobre él como cae el rocío sobre la tierra; y de él y de todos los hombres que están con él no quedará ni uno. 13 Si se refugia en una ciudad, todo Israel traerá sogas a aquella ciudad y la arrastraremos al valle[p] hasta que no se encuentre en ella ni una piedra pequeña. 14 Absalón y todos los hombres de Israel dijeron: El consejo de Husai arquita es mejor que el consejo de Ahitofel. Pues el Señor había ordenado que se frustrara el buen consejo de Ahitofel para que el Señor trajera calamidad sobre Absalón.


15 Dijo después Husai a los sacerdotes Sadoc y Abiatar: Esto[q] es lo que Ahitofel aconsejó a Absalón y a los ancianos de Israel, y esto[r] es lo que yo he aconsejado. 16 Ahora pues, enviad inmediatamente y avisad a David, diciendo: No pases la noche en los vados del desierto sino pasa al otro lado sin falta, no sea que el rey y el pueblo que está con él sean destruidos[s]. 17 Y Jonatán y Ahimaas aguardaban en En-rogel[t]; una criada iría a avisarles y ellos irían a avisar al rey David, porque no debían verse entrando a la ciudad. 18 Pero un muchacho los vio y avisó a Absalón; así que los dos salieron rápidamente y fueron a la casa de un hombre en Bahurim que tenía un pozo en su patio, al cual[u] descendieron. 19 Y tomando la mujer una manta, la extendió[v] sobre la boca del pozo y esparció grano sobre ella, de modo que nada se notaba[w]. 20 Entonces los siervos de Absalón fueron a la casa de la mujer[x] y dijeron: ¿Dónde están Ahimaas y Jonatán? Y la mujer les dijo: Ellos han pasado el arroyo[y]. Buscaron, y al no encontrarlos, regresaron a Jerusalén.

Absalón persigue a David


21 Sucedió que después que se habían ido, salieron del pozo, y fueron y dieron aviso al rey David, diciéndole[z]: Levantaos y pasad aprisa las aguas, porque así Ahitofel ha aconsejado contra vosotros. 22 Entonces David y todo el pueblo que estaba con él se levantaron y pasaron el Jordán; ya al amanecer[aa] no quedaba ninguno que no hubiera pasado el Jordán. 23 Viendo Ahitofel que no habían seguido[ab] su consejo, aparejó[ac] su asno, se levantó y fue a su casa, a su ciudad, puso en orden[ad] su casa y se ahorcó. Así murió, y fue sepultado en la tumba de su padre.


24 Llegando David a Mahanaim, Absalón pasó el Jordán y con él todos los hombres de Israel. 25 Absalón nombró a Amasa jefe del ejército en lugar de Joab. Amasa era hijo de un hombre que se llamaba Itra, israelita[ae], el cual se había llegado a Abigail, hija de Nahas, hermana de Sarvia, madre de Joab. 26 Y acampó Israel con[af] Absalón en la tierra de Galaad.


27 Cuando David llegó a Mahanaim, Sobi, hijo de Nahas de Rabá, de los hijos de Amnón, Maquir, hijo de Amiel de Lodebar, y Barzilai galaadita de Rogelim, 28 trajeron camas, copas, vasijas de barro, trigo, cebada, harina, grano tostado, habas, lentejas, semillas tostadas, 29 miel, cuajada, ovejas, y queso de vaca, para que comieran David y el pueblo que estaba con él, pues decían: El pueblo está hambriento, cansado y sediento en el desierto.

Footnotes


2 Samuel 17:2 Lit., débil de manos

2 Samuel 17:3 Lit., Como el regreso de la totalidad es el hombre a quien buscas

2 Samuel 17:4 Lit., la palabra fue agradable a los ojos de

2 Samuel 17:5 Algunas versiones antiguas dicen: Llamad

2 Samuel 17:5 Lit., tiene en su boca; también él

2 Samuel 17:6 Lit., y Absalón le dijo, diciendo

2 Samuel 17:6 Lit., según esta palabra

2 Samuel 17:6 Lit., ¿Haremos su palabra?

2 Samuel 17:7 Lit., aconsejado

2 Samuel 17:8 Lit., amargados de alma

2 Samuel 17:8 Lit., hombre de guerra

2 Samuel 17:9 Lit., los fosos

2 Samuel 17:9 Lit., según la caída entre ellos

2 Samuel 17:10 Lit., derretirá

2 Samuel 17:11 Lit., tu cara vaya

2 Samuel 17:13 O, torrente

2 Samuel 17:15 Lit., Así y así

2 Samuel 17:15 Lit., Así y así

2 Samuel 17:16 Lit., tragados

2 Samuel 17:17 O, la fuente de Rogel

2 Samuel 17:18 Lit., y allí

2 Samuel 17:19 Lit., tomó y extendió la manta

2 Samuel 17:19 Lit., sabía

2 Samuel 17:20 Lit., a la mujer, a la casa

2 Samuel 17:20 Lit., arroyo de aguas

2 Samuel 17:21 Lit., y dijeron a David

2 Samuel 17:22 Lit., a la luz de la mañana

2 Samuel 17:23 Lit., hecho

2 Samuel 17:23 Lit., ató

2 Samuel 17:23 Lit., dio órdenes a

2 Samuel 17:25 En 1 Crón. 2:17, Jeter ismaelita

2 Samuel 17:26 Lit., y


Juan 19:23-42

La Biblia de las Américas


23 Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y tomaron también la túnica[a]; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza[b]. 24 Por tanto, se dijeron unos a otros: No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, para ver de quién será; para que se cumpliera la Escritura: Repartieron entre si mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes[c]. 25 Por eso los soldados hicieron esto. Y junto a la cruz de Jesús estaban su madre, y la hermana de su madre, María, la mujer de Cleofas, y María Magdalena. 26 Y[d] cuando Jesús vio a su madre, y al discípulo a quien Él amaba que estaba allí cerca, dijo* a su madre: ¡Mujer, he ahí tu hijo! 27 Después dijo* al discípulo: ¡He ahí tu madre! Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su propia casa.


28 Después de esto, sabiendo Jesús que todo se había ya consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo*: Tengo sed. 29 Había allí una vasija llena de vinagre; colocaron, pues, una esponja empapada del vinagre en una rama de hisopo, y se la acercaron a la boca. 30 Entonces Jesús, cuando hubo tomado el vinagre, dijo: ¡Consumado es![e] E inclinando la cabeza, entregó el espíritu.


31 Los judíos entonces, como era el día de preparación para la Pascua, a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne[f]), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran. 32 Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y también las del otro que había sido crucificado con Jesús[g]; 33 pero cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; 34 pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. 35 Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis. 36 Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: No será quebrado[h] hueso suyo. 37 Y también otra Escritura dice: Miraran al que traspasaron.

Sepultura de Jesús


38 Después de estas cosas, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió permiso a Pilato para llevarse el cuerpo de Jesús. Y Pilato concedió el permiso. Entonces él vino, y se llevó el cuerpo de Jesús[i]. 39 Y Nicodemo, el que antes había venido a Jesús[j] de noche, vino también, trayendo una mezcla[k] de mirra y áloe como de cien libras[l]. 40 Entonces tomaron el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en telas de lino con las especias aromáticas, como es costumbre sepultar entre los judíos. 41 En el lugar donde fue crucificado había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual todavía no habían sepultado a nadie. 42 Por tanto, por causa del día de la preparación de los judíos, como el sepulcro estaba cerca, pusieron allí a Jesús.

Footnotes


Juan 19:23 I.e., ropa interior

Juan 19:23 O, tejida desde arriba a través de toda la pieza

Juan 19:24 Lit., una suerte

Juan 19:26 Lit., Entonces

Juan 19:30 O, ¡Cumplido está!

Juan 19:31 Lit., porque el día de ese día de reposo era grande

Juan 19:32 Lit., El

Juan 19:36 O, machacado, o, molido

Juan 19:38 Lit., de Él

Juan 19:39 Lit., El

Juan 19:39 Dos mss. antiguos dicen: un paquete

Juan 19:39 I.e., 100 libras de 12 onzas. Aprox. 30 kilos


Salmos 119:129-152

La Biblia de las Américas

Pe.


129

Maravillosos son tus testimonios,

por lo que los guarda mi alma.

130

La exposición de tus palabras imparte luz;

da entendimiento a los sencillos.

131

Abrí mi boca y suspiré[a],

porque anhelaba tus mandamientos.

132

Vuélvete a mí y tenme piedad,

como acostumbras con los que aman tu nombre.

133

Afirma mis pasos en tu palabra[b],

y que ninguna iniquidad me domine.

134

Rescátame de la opresión del hombre,

para que yo guarde tus preceptos.

135

Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo,

y enséñame tus estatutos.

136

Ríos de lágrimas[c] vierten mis ojos,

porque ellos no guardan tu ley.

Tsade.


137

Justo eres tú, Señor,

y rectos tus juicios.

138

Has ordenado tus testimonios con justicia,

y con suma fidelidad.

139

Mi celo me ha consumido[d],

porque mis adversarios han olvidado tus palabras.

140

Es muy pura[e] tu palabra[f],

y tu siervo la ama.

141

Pequeño soy, y despreciado,

mas no me olvido de tus preceptos.

142

Tu justicia es justicia eterna,

y tu ley verdad.

143

Angustia y aflicción han venido sobre mí[g],

mas tus mandamientos son mi deleite.

144

Tus testimonios son justos para siempre;

dame entendimiento para que yo viva.

Cof.


145

He clamado con todo mi corazón; ¡respóndeme, Señor!

Guardaré tus estatutos.

146

A ti clamé; sálvame,

y guardaré tus testimonios.

147

Me anticipo al alba y clamo;

en tus palabras espero[h].

148

Mis ojos se anticipan a las vigilias de la noche,

para meditar en tu palabra[i].

149

Oye mi voz conforme a tu misericordia;

vivifícame, oh Señor, conforme a tus ordenanzas.

150

Se me acercan los que siguen la maldad;

lejos están de tu ley.

151

Tú estás cerca, Señor,

y todos tus mandamientos son verdad.

152

Desde hace tiempo he sabido de tus testimonios,

que para siempre los has fundado.

Footnotes


Salmos 119:131 O, jadeé

Salmos 119:133 O, promesa

Salmos 119:136 Lit., agua

Salmos 119:139 Lit., destruido

Salmos 119:140 Lit., refinada

Salmos 119:140 O, promesa

Salmos 119:143 Lit., me han hallado

Salmos 119:147 O, espero tus palabras

Salmos 119:148 O, promesa


Proverbios 16:12-13

La Biblia de las Américas


12

Es abominación para los reyes cometer iniquidad,

porque el trono se afianza en la justicia.

13

El agrado de los reyes son los labios justos,

y amado será el que hable lo recto.

La Biblia de las Américas (LBLA)


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DAB Español, Domingo 28 de Abril

Día 119, DAB Español, Domingo 28 de Abril Jueces 8:17-9:21; Lucas 23:44-24:12; Salmos 99; Proverbios 14:9-10 (Traducción en lenguaje actual ...