Tuesday, May 16, 2023

DAB Español, Miércoles 17 de Mayo

Día 137, DAB Español, Miércoles 17 de Mayo


1 Samuel 20:1-21:15; Juan 9:1-41; Salmos 113-114; Proverbios 15:15-17 (Dios Habla Hoy (DHH))








1 Samuel 20-21

Dios Habla Hoy

Jonatán ayuda a David


20 David huyó de Naiot de Ramá, y fue adonde estaba Jonatán, para decirle:


—¿Qué he hecho yo? ¿Cuál es mi culpa? ¿Qué pecado he cometido contra tu padre, para que él busque matarme?


2 Y Jonatán le contestó:


—¡Dios no lo quiera! ¡No te matará! Ten en cuenta que mi padre no hace nada, sea o no importante, sin comunicármelo. ¿Por qué razón iba mi padre a ocultarme este asunto? ¡No puede ser!


3 Pero David insistió:


—Tu padre sabe muy bien que yo cuento con tu estimación, y no querrá que lo sepas para evitarte un disgusto. ¡Pero te juro por el Señor y por ti mismo que estoy a un paso de la muerte!


4 Entonces Jonatán le preguntó:


—¿Qué quieres que haga yo por ti?


5 David respondió:


—Mira, mañana es la fiesta de luna nueva, y debo sentarme a comer con el rey. Pero déjame que me esconda en el campo hasta pasado mañana por la tarde, 6 y si tu padre pregunta por mí, dile que yo te pedí con urgencia permiso para ir a mi pueblo, a Belén, porque toda mi familia celebra allí el sacrificio anual. 7 Si contesta que está bien, quiere decir que puedo estar tranquilo; pero si se enoja, sabrás que ha decidido hacerme daño. 8 Así que hazme este favor, ya que soy tu servidor y nos hemos jurado amistad ante el Señor. Ahora bien, si la culpa es mía, mátame tú mismo. No es necesario que me lleves ante tu padre.


9 Pero Jonatán respondió:


—¡No pienses tal cosa! Si llego a saber que mi padre está resuelto a hacerte mal, te lo comunicaré.


10 Entonces David le preguntó:


—¿Quién me avisará en caso de que tu padre te responda de mal modo?


11 Jonatán respondió:


—Ven conmigo. Salgamos al campo.


Los dos salieron al campo, 12 y allí Jonatán le dijo a David:


—Te juro por el Señor y Dios de Israel que entre mañana y pasado mañana, a esta misma hora, trataré de conocer las intenciones de mi padre. Si su actitud hacia ti es buena, te mandaré aviso; 13 pero si mi padre intenta hacerte mal, que el Señor me castigue duramente si no te aviso y te ayudo a escapar tranquilamente. ¡Y que el Señor te ayude como ayudó a mi padre! 14 Ahora bien, si para entonces vivo todavía, trátame con la misma bondad con que el Señor te ha tratado. Y si muero, 15-16 no dejes de ser bondadoso con mi familia. ¡Que el Señor les pida cuentas a tus enemigos, y los destruya por completo!


De esta manera, Jonatán hizo un pacto con David, 17 y por el cariño que Jonatán le tenía, volvió a hacerle el juramento, pues lo quería tanto como a sí mismo. 18 Luego le dijo:


—Mañana es la fiesta de luna nueva, y como tu asiento va a estar desocupado, te echarán de menos. 19 Pero al tercer día se notará aún más tu ausencia. Por tanto, vete al sitio donde te escondiste la vez pasada, y colócate junto a aquel montón de piedras. 20 Yo lanzaré tres flechas hacia aquel lado, como si estuviera tirando al blanco, 21 y le diré a mi criado: “Ve a buscar las flechas.” Si le digo: “Las flechas están más acá de ti; anda, tómalas”, podrás salir tranquilo, porque nada te va a pasar. Te lo juro por el Señor. 22 Pero si le digo: “Las flechas están más allá”, vete, porque el Señor quiere que te vayas. 23 En cuanto a la promesa que nos hemos hecho, el Señor es nuestro testigo para siempre.


24 David se escondió en el campo, y cuando llegó la fiesta de luna nueva, el rey se sentó a la mesa para comer. 25 Se sentó en el lugar de costumbre, junto a la pared. Jonatán se colocó enfrente, y Abner se sentó al lado de Saúl. El asiento de David quedó vacío. 26 Aquel día Saúl no dijo nada, porque se imaginó que algo impuro le habría ocurrido y no estaría purificado. 27 Pero al día siguiente, que era el segundo día de la fiesta, el asiento de David quedó también vacío. Entonces le preguntó Saúl a su hijo Jonatán:


—¿Por qué no vino ayer el hijo de Jesé a la comida, ni tampoco hoy?


28 Y Jonatán le respondió:


—David me pidió con urgencia permiso para ir a Belén. 29 Me rogó que le diera permiso, pues su familia celebraba un sacrificio en su pueblo y su hermano le ordenaba ir. También me dijo que si yo le hacía ese favor, se daría una escapada para visitar a sus parientes. Por eso no se ha sentado a comer con Su Majestad.


30 Entonces Saúl se enfureció con Jonatán, y le dijo:


—¡Hijo de mala madre! ¿Acaso no sé que tú eres el amigo íntimo del hijo de Jesé, para vergüenza tuya y de tu madre? 31 Mientras él esté vivo en esta tierra, ni tú ni tu reino estarán seguros. ¡Así que manda a buscarlo, y tráemelo, porque merece la muerte!


32 Pero Jonatán le contestó:


—¿Y por qué habría de morir? ¿Qué es lo que ha hecho?


33 Saúl levantó su lanza para herir a Jonatán, con lo que éste comprendió que su padre estaba decidido a matar a David. 34 Entonces, lleno de furia, se levantó Jonatán de la mesa y no participó en la comida del segundo día de la fiesta, porque sentía un gran pesar por David, ya que su padre lo había ofendido. 35 A la mañana siguiente, a la hora de la cita con David, Jonatán salió al campo acompañado de un criado joven, 36 al cual le ordenó:


—Corre a buscar en seguida las flechas que yo dispare.


El criado echó a correr, mientras Jonatán disparaba una flecha de modo que cayera lejos de él. 37 Y cuando el criado llegó al lugar donde había caído la flecha, Jonatán le gritó al criado con todas sus fuerzas:


—¡La flecha está más allá de ti!


38 Y una vez más Jonatán le gritó al criado:


—¡Date prisa, corre, no te detengas!


El criado de Jonatán recogió las flechas y se las trajo a su amo, 39 pero no se dio cuenta de nada, porque sólo Jonatán y David conocían la contraseña. 40 Después Jonatán entregó sus armas a su criado, y le ordenó llevarlas de vuelta a la ciudad.


41 En cuanto el criado se fue, David salió de detrás del montón de piedras, y ya ante Jonatán se inclinó tres veces hasta tocar el suelo con la frente. Luego se besaron y lloraron juntos hasta que David se desahogó. 42a Por último, Jonatán le dijo a David:


—Vete tranquilo, pues el juramento que hemos hecho los dos ha sido en el nombre del Señor, y hemos pedido que para siempre esté él entre nosotros dos y en las relaciones entre tus descendientes y los míos.


42b (21.1) Después David se puso en camino, y Jonatán regresó a la ciudad.

David huye de Saúl


21 (2) David se dirigió a Nob, a ver al sacerdote Ahimélec, que sorprendido salió a su encuentro y le dijo:


—¿Cómo es que vienes solo, sin que nadie te acompañe?


2 (3) David le contestó:


—El rey me ha ordenado atender un asunto, y me ha dicho que nadie debía saber para qué me ha enviado ni cuáles son las órdenes que traigo. En cuanto a los hombres bajo mis órdenes, los he citado en cierto lugar. 3 (4) A propósito, ¿qué provisiones tienes a mano? Dame cinco panes o lo que encuentres.


4 (5) Y el sacerdote le contestó:


—El pan que tengo a mano no es pan común y corriente, sino que está consagrado. Pero te lo daré, si tus hombres se han mantenido alejados de las mujeres.


5 (6) David le respondió con firmeza:


—Como siempre que salimos a campaña, hemos estado alejados de las mujeres. Y aunque éste es un viaje ordinario, ya mis hombres estaban limpios cuando salimos, así que con más razón lo han de estar ahora.


6 (7) Entonces el sacerdote le entregó el pan consagrado, pues allí no había más que los panes que se consagran al Señor y que ese mismo día se habían quitado del altar, para poner en su lugar pan caliente. 7 (8) En aquella ocasión estaba allí uno de los oficiales de Saúl, que había tenido que quedarse en el santuario. Era un edomita llamado Doeg, jefe de los pastores de Saúl.


8 (9) David le dijo a Ahimélec:


—¿Tienes a mano una lanza o una espada? Pues era tan urgente la orden del rey que no tuve tiempo de tomar mi espada ni mis otras armas.


9 (10) El sacerdote le respondió:


—Sí. Tengo la espada de Goliat, el filisteo que tú venciste en el valle de Elá. Está ahí, detrás del efod, envuelta en una capa. Puedes llevártela, si quieres; más armas no tengo.


David contestó:


—Ninguna otra sería mejor. Dámela.


10 (11) Aquel mismo día David siguió huyendo de Saúl, y fue a presentarse a Aquís, el rey de Gat. 11 (12) Y los oficiales de Aquís le dijeron:


—¡Pero si éste es David, servidor de Saúl, el rey de esta tierra! ¡Él es de quien cantaban en las danzas: “Mil hombres mató Saúl, y diez mil mató David”!


12 (13) David tomó muy en cuenta estos comentarios, y tuvo miedo de Aquís, rey de Gat. 13 (14) Por eso, delante de ellos cambió su conducta normal, y fingiéndose loco escribía garabatos en las puertas y dejaba que la saliva le corriera por la barba. 14 (15) Entonces Aquís dijo a sus oficiales:


—Si ustedes ven que este hombre está loco, ¿para qué me lo trajeron? 15 (16) ¿Acaso me hacen falta locos, que me han traído a éste para que haga sus locuras en mi propia casa?

Juan 9

Dios Habla Hoy

Jesús da la vista a un hombre que nació ciego


9 Al salir, Jesús vio a su paso a un hombre que había nacido ciego. 2 Sus discípulos le preguntaron:


—Maestro, ¿por qué nació ciego este hombre? ¿Por el pecado de sus padres, o por su propio pecado?


3 Jesús les contestó:


—Ni por su propio pecado ni por el de sus padres; fue más bien para que en él se demuestre lo que Dios puede hacer. 4 Mientras es de día, tenemos que hacer el trabajo del que me envió; pues viene la noche, cuando nadie puede trabajar. 5 Mientras estoy en este mundo, soy la luz del mundo.


6 Después de haber dicho esto, Jesús escupió en el suelo, hizo con la saliva un poco de lodo y se lo untó al ciego en los ojos. 7 Luego le dijo:


—Ve a lavarte al estanque de Siloé (que significa: «Enviado»).


El ciego fue y se lavó, y cuando regresó ya podía ver. 8 Los vecinos y los que antes lo habían visto pedir limosna se preguntaban:


—¿No es éste el que se sentaba a pedir limosna?


9 Unos decían:


—Sí, es él.


Otros decían:


—No, no es él, aunque se le parece.


Pero él mismo decía:


—Sí, yo soy.


10 Entonces le preguntaron:


—¿Y cómo es que ahora puedes ver?


11 Él les contestó:


—Ese hombre que se llama Jesús hizo lodo, me lo untó en los ojos, y me dijo: “Ve al estanque de Siloé, y lávate.” Yo fui, y en cuanto me lavé, pude ver.


12 Entonces le preguntaron:


—¿Dónde está ese hombre?


Y él les dijo:


—No lo sé.

Los fariseos interrogan al ciego que fue sanado


13-14 El día en que Jesús hizo el lodo y devolvió la vista al ciego era sábado. Por eso llevaron ante los fariseos al que había sido ciego, 15 y ellos le preguntaron cómo era que ya podía ver. Y él les contestó:


—Me puso lodo en los ojos, me lavé, y ahora veo.


16 Algunos fariseos dijeron:


—El que hizo esto no puede ser de Dios, porque no respeta el sábado.


Pero otros decían:


—¿Cómo puede hacer estas señales milagrosas, si es pecador?


De manera que hubo división entre ellos, 17 y volvieron a preguntarle al que antes era ciego:


—Puesto que te ha dado la vista, ¿qué dices de él?


Él contestó:


—Yo digo que es un profeta.


18 Pero los judíos no quisieron creer que había sido ciego y que ahora podía ver, hasta que llamaron a sus padres 19 y les preguntaron:


—¿Es éste su hijo? ¿Declaran ustedes que nació ciego? ¿Cómo es que ahora puede ver?


20 Sus padres contestaron:


—Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego; 21 pero no sabemos cómo es que ahora puede ver, ni tampoco sabemos quién le dio la vista. Pregúntenselo a él; ya es mayor de edad, y él mismo puede darles razón.


22 Sus padres dijeron esto por miedo, pues los judíos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga a cualquiera que reconociera que Jesús era el Mesías. 23 Por eso dijeron sus padres: «Pregúntenselo a él, que ya es mayor de edad.»


24 Los judíos volvieron a llamar al que había sido ciego, y le dijeron:


—Dinos la verdad delante de Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es pecador.


25 Él les contestó:


—Si es pecador, no lo sé. Lo que sí sé es que yo era ciego y ahora veo.


26 Volvieron a preguntarle:


—¿Qué te hizo? ¿Qué hizo para darte la vista?


27 Les contestó:


—Ya se lo he dicho, pero no me hacen caso. ¿Por qué quieren que se lo repita? ¿Es que también ustedes quieren seguirlo?


28 Entonces lo insultaron, y le dijeron:


—Tú serás discípulo de ese hombre; nosotros somos discípulos de Moisés. 29 Y sabemos que Dios le habló a Moisés, pero de ése no sabemos ni siquiera de dónde ha salido.


30 El hombre les contestó:


—¡Qué cosa tan rara! Ustedes no saben de dónde ha salido, y en cambio a mí me ha dado la vista. 31 Bien sabemos que Dios no escucha a los pecadores; solamente escucha a los que lo adoran y hacen su voluntad. 32 Nunca se ha oído decir de nadie que diera la vista a una persona que nació ciega. 33 Si este hombre no viniera de Dios, no podría hacer nada.


34 Le dijeron entonces:


—Tú, que naciste lleno de pecado, ¿quieres darnos lecciones a nosotros?


Y lo expulsaron de la sinagoga.

Ciegos espirituales


35 Jesús oyó decir que habían expulsado al ciego; y cuando se encontró con él, le preguntó:


—¿Crees tú en el Hijo del hombre?


36 Él le dijo:


—Señor, dime quién es, para que yo crea en él.


37 Jesús le contestó:


—Ya lo has visto: soy yo, con quien estás hablando.


38 Entonces el hombre se puso de rodillas delante de Jesús, y le dijo:


—Creo, Señor.


39 Luego dijo Jesús:


—Yo he venido a este mundo para hacer juicio, para que los ciegos vean y para que los que ven se vuelvan ciegos.


40 Algunos fariseos que estaban con él, al oír esto, le preguntaron:


—¿Acaso nosotros también somos ciegos?


41 Jesús les contestó:


—Si ustedes fueran ciegos, no tendrían culpa de sus pecados. Pero como dicen que ven, son culpables.

Salmos 113-114

Dios Habla Hoy

Alabanza a la bondad del Señor


113 ¡Aleluya!

Siervos del Señor, ¡alaben su nombre!


2

¡Bendito sea ahora y siempre

el nombre del Señor!

3

¡Alabado sea el nombre del Señor

del oriente al occidente!

4

El Señor está por encima de las naciones;

¡su gloria está por encima del cielo!


5

Nadie es comparable al Señor nuestro Dios,

que reina allá en lo alto;

6

y que, sin embargo, se inclina

para mirar el cielo y la tierra.

7

El Señor levanta del suelo al pobre,

y saca del lugar más bajo al necesitado

8

para sentarlo entre gente importante,

entre la gente importante de su pueblo.

9

A la mujer que no tuvo hijos

le da la alegría de ser madre

y de tener su propio hogar.


¡Aleluya!

Recuerdos de la salida de Egipto


114 Cuando Israel, la casa de Jacob,

salió de Egipto, del país extraño,

2

Judá llegó a ser el santuario del Señor;

Israel llegó a ser su dominio.


3

Cuando el mar vio a Israel, huyó,

y el río Jordán se hizo atrás.

4

¡Los cerros y las montañas

saltaron como carneros y corderitos!


5

¿Qué te pasó, mar, que huiste?

¿Qué te pasó, Jordán, que te hiciste atrás?

6

¿Qué les pasó, cerros y montañas,

que saltaron como carneros y corderitos?


7

¡Tiembla tú, tierra,

delante del Señor, Dios de Jacob!

8

¡Él convirtió las peñas en lagunas!

¡Él convirtió las rocas en manantiales!

Proverbios 15:15-17

Dios Habla Hoy


15

Para quien está afligido, todos los días son malos;

para quien está contento, son una fiesta constante.


16

Más vale ser pobre y honrar al Señor,

que ser rico y vivir angustiado.


17

Más vale comer verduras con amor,

que carne de res con odio.

Dios Habla Hoy (DHH)


Dios habla hoy ®, © Sociedades Bíblicas Unidas, 1966, 1970, 1979, 1983, 1996.

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DAB Español, Sábado 11 de Mayo

Día 132, DAB Español, Sábado 11 de Mayo 1 Samuel 10:1-11:15; Juan 6:43-71; Salmos 107; Proverbios 15:1-3 (Reina Valera Contemporánea (RVC)) ...