Wednesday, May 31, 2023

DAB Español, Jueves 01 de Junio

Día 152, DAB Español, Jueves 01 de Junio


2 Samuel 18:1-19:10; Juan 20:1-31; Salmos 119:153-176; Proverbios 16:14-15 (La Biblia de las Américas (LBLA))








2 Samuel 18:1-19:10

La Biblia de las Américas

Derrota y muerte de Absalón


18 David contó[a] el pueblo que estaba con él, y puso sobre ellos comandantes de mil y comandantes de cien. 2 Y envió David al pueblo: una tercera parte bajo el mando[b] de Joab, una tercera parte bajo el mando[c] de Abisai, hijo de Sarvia, hermano de Joab, y una tercera parte bajo el mando[d] de Itai geteo. Y el rey dijo al pueblo: Ciertamente yo también saldré con vosotros. 3 Pero el pueblo dijo: No debes salir; porque si tenemos que huir, no harán caso de nosotros; aunque muera la mitad de nosotros, no harán caso de nosotros. Pero tú vales por diez mil de[e] nosotros; ahora pues, será mejor que tú estés listo para ayudarnos desde la ciudad. 4 Entonces el rey les dijo: Yo haré lo que os parezca mejor[f]. Y el rey se puso junto a la puerta, y todo el pueblo salió por centenares y por millares. 5 Y el rey mandó a Joab, a Abisai y a Itai, diciendo: Por amor a mí tratad bien al joven Absalón. Y todo el pueblo oyó cuando el rey mandó a todos los comandantes acerca de Absalón.


6 El pueblo salió al campo al encuentro de Israel, y se entabló la batalla en el bosque de Efraín. 7 Allí fue derrotado[g] el pueblo de Israel delante de los siervos de David, y la matanza aquel día allí fue grande: veinte mil hombres. 8 La[h] batalla se extendió por toda aquella región[i], y el bosque devoró más gente aquel día que la que devoró la espada.


9 Y Absalón se encontró con los siervos de David; y Absalón iba montado en su mulo, y pasó el mulo debajo del espeso ramaje de una gran encina, y se le trabó la cabeza a Absalón en la encina, y quedó colgado[j] entre el cielo y la tierra, mientras que el mulo que estaba debajo de él siguió de largo. 10 Cuando uno de los hombres vio esto, avisó a Joab, diciendo: He aquí, vi a Absalón colgado de una encina. 11 Joab dijo al hombre que le había avisado: He aquí, tú lo viste, ¿por qué no lo heriste allí derribándolo a tierra? Yo te hubiera dado diez piezas de plata y un cinturón. 12 Respondió el hombre a Joab: Aunque yo recibiera mil piezas de plata en la mano[k], no extendería la mano contra el hijo del rey; porque ante nuestros oídos el rey te ordenó a ti, a Abisai y a Itai, diciendo: «Protegedme[l] al joven Absalón». 13 De otro modo, si yo hubiera hecho traición contra su vida (y no hay nada oculto al rey), tú mismo te hubieras mostrado indiferente[m]. 14 Respondió Joab: No malgastaré mi tiempo[n] aquí contigo. Y tomando tres dardos en la mano[o], los clavó en el corazón de Absalón mientras todavía estaba vivo en medio[p] de la encina. 15 Y diez jóvenes escuderos de Joab rodearon e hirieron a Absalón y lo remataron.


16 Entonces Joab tocó la trompeta, y el pueblo regresó de perseguir a Israel, porque Joab detuvo al pueblo. 17 Y tomaron a Absalón, lo echaron en una fosa profunda[q] en el bosque y levantaron sobre él un gran montón de piedras. Y todo Israel huyó, cada uno a su tienda. 18 En vida, Absalón había tomado y erigido para sí una columna que está en el Valle del Rey, pues se había dicho: No tengo hijo para perpetuar[r] mi nombre. Y llamó la columna por su propio nombre, y hasta hoy día se llama Monumento de Absalón.


19 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, dijo: Te ruego que me dejes correr y llevar las noticias al rey de que el Señor lo ha liberado[s] de la mano de sus enemigos. 20 Pero Joab le dijo: Tú no eres el hombre para llevar hoy las noticias, las llevarás otro día; no llevarás noticias hoy, porque el hijo del rey ha muerto. 21 Entonces Joab dijo al cusita[t]: Ve, anuncia al rey lo que has visto. Y el cusita[u] se inclinó ante Joab, y corrió. 22 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: Pase lo que pase, te ruego que me dejes correr tras el cusita. Y Joab dijo: ¿Por qué correrás, hijo mío, ya que no tendrás recompensa por ir? 23 Pero él dijo: Pase lo que pase, correré. Entonces le dijo: Corre. Y Ahimaas corrió por el camino de la llanura, y pasó al cusita.


24 David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y he aquí, un hombre que corría solo. 25 Y el atalaya llamó y avisó al rey. Y el rey dijo: Si viene solo hay buenas noticias en su boca. Mientras se acercaba más y más, 26 el atalaya vio a otro hombre corriendo; y el atalaya dio voces al portero, y dijo: He aquí, otro hombre corriendo solo. Y el rey dijo: Este también trae buenas noticias. 27 Y el atalaya dijo: Creo[v] que el correr del primero es como el correr de Ahimaas, hijo de Sadoc. Y el rey dijo: Este es un buen hombre y viene con buenas noticias.


28 Y Ahimaas dio voces, y dijo al rey: Todo está bien[w]. Se postró rostro en tierra delante del rey, y dijo: Bendito es el Señor tu Dios, que ha entregado a los hombres que levantaron sus manos contra mi señor el rey. 29 Y el rey dijo: ¿Le va bien al joven Absalón? Y Ahimaas respondió: Cuando Joab envió al siervo del rey y a tu siervo, vi un gran tumulto, pero no supe qué era. 30 Entonces el rey dijo: Ponte a un lado y quédate aquí. Y él se puso a un lado, y se quedó allí.


31 Y he aquí, llegó el cusita, y dijo[x]: Reciba mi señor el rey buenas noticias, porque el Señor te ha librado[y] hoy de la mano de todos aquellos que se levantaron contra ti. 32 Dijo el rey al cusita: ¿Le va bien al joven Absalón? Y el cusita respondió: Sean como ese joven los enemigos de mi señor el rey, y todos los que se levantan contra ti para mal. 33 [z]Y el rey se conmovió profundamente, y subió al aposento que había encima de la puerta y lloró. Y decía así mientras caminaba: ¡Hijo mío Absalón; hijo mío, hijo mío Absalón! ¡Quién me diera haber muerto yo en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!

Joab reprende a David


19 Entonces dieron aviso a Joab: He aquí, el rey llora y se lamenta por Absalón. 2 Y la victoria[aa] aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, porque el pueblo oyó decir aquel día: El rey está entristecido por su hijo. 3 Aquel día el pueblo entró calladamente en la ciudad, como pueblo que humillado, entra a escondidas cuando huye de la batalla. 4 Y el rey con su rostro cubierto, clamaba[ab] en alta voz: ¡Oh hijo mío Absalón, oh Absalón, hijo mío, hijo mío! 5 Joab entró en la casa del rey, y dijo: Hoy has cubierto de vergüenza el rostro de todos tus siervos que han salvado hoy tu vida, la vida de tus hijos e hijas, la vida de tus mujeres y la vida de tus concubinas, 6 al amar a aquellos que te odian y al odiar a aquellos que te aman. Pues hoy has demostrado que príncipes[ac] y siervos no son nada para ti; porque ahora en este día sé que si Absalón estuviera vivo y todos nosotros hoy estuviéramos muertos, entonces tú estarías complacido[ad]. 7 Ahora pues, levántate, sal y habla bondadosamente a[ae] tus siervos, porque juro por el Señor que si no sales, ciertamente ni un solo hombre pasará la noche contigo, y esto te será peor que todo el mal que ha venido sobre ti desde tu juventud hasta ahora. 8 Entonces el rey se levantó y se sentó a la puerta. Y cuando avisaron a todo el pueblo, diciendo: He aquí, el rey está sentado a la puerta, entonces todo el pueblo vino delante del rey.

David regresa a Jerusalén


Pero los de Israel habían huido, cada uno a su tienda. 9 Y todo el pueblo reñía en todas las tribus de Israel, diciendo: El rey nos ha librado de mano[af] de nuestros enemigos y nos ha salvado de mano[ag] de los filisteos, pero ahora ha huido de la tierra, de Absalón. 10 Sin embargo, Absalón, a quien ungimos sobre nosotros, ha muerto en combate. Ahora pues, ¿por qué guardáis silencio respecto a restaurar al rey?

Footnotes


2 Samuel 18:1 O, alistó

2 Samuel 18:2 Lit., por mano

2 Samuel 18:2 Lit., por mano

2 Samuel 18:2 Lit., por mano

2 Samuel 18:3 Así en dos mss. y algunas versiones antiguas; en el T.M., porque ahora hay diez mil como

2 Samuel 18:4 Lit., lo que sea bueno ante vuestros ojos

2 Samuel 18:7 Lit., herido

2 Samuel 18:8 Lit., Y fue allí que la

2 Samuel 18:8 Lit., tierra

2 Samuel 18:9 Lit., colocado

2 Samuel 18:12 Lit., palma

2 Samuel 18:12 Lit., Así en dos mss. y algunas versiones antiguas; en el T.M., Proteged, quien sea,

2 Samuel 18:13 O, en contra

2 Samuel 18:14 Lit., No me quedaré

2 Samuel 18:14 Lit., palma

2 Samuel 18:14 Lit., el corazón

2 Samuel 18:17 Lit., la gran fosa

2 Samuel 18:18 Lit., por amor al recuerdo de

2 Samuel 18:19 Lit., vindicado

2 Samuel 18:21 O, etíope, y así en el resto del cap.

2 Samuel 18:21 O, etíope, y así en el resto del cap.

2 Samuel 18:27 Lit., Veo

2 Samuel 18:28 Lit., Paz

2 Samuel 18:31 Lit., el cusita dijo

2 Samuel 18:31 Lit., vindicado

2 Samuel 18:33 En el texto heb., cap. 19:1

2 Samuel 19:2 Lit., salvación

2 Samuel 19:4 Lit., y el rey clamó

2 Samuel 19:6 O, jefes

2 Samuel 19:6 Lit., porque entonces estaría bien ante tus ojos

2 Samuel 19:7 Lit., al corazón de

2 Samuel 19:9 Lit., la palma

2 Samuel 19:9 Lit., la palma


Juan 20

La Biblia de las Américas

La resurrección


20 Y el primer día de la semana María Magdalena fue* temprano al sepulcro, cuando todavía estaba* oscuro, y vio* que ya la piedra había sido quitada del sepulcro. 2 Entonces corrió* y fue* a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús amaba, y les dijo*: Se han llevado al Señor del sepulcro, y no sabemos dónde le han puesto. 3 Salieron, pues, Pedro y el otro discípulo, e iban hacia el sepulcro. 4 Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro; 5 e inclinándose para mirar adentro, vio* las envolturas de lino puestas allí, pero no entró. 6 Entonces llegó* también Simón Pedro tras él, entró al sepulcro, y vio* las envolturas de lino puestas allí, 7 y el sudario que había estado sobre la cabeza de Jesús[a], no puesto con las envolturas de lino, sino enrollado en un lugar aparte. 8 Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro, y vio y creyó. 9 Porque todavía no habían entendido la Escritura, que Jesús[b] debía resucitar de entre los muertos. 10 Los discípulos entonces se fueron de nuevo a sus casas[c].

Aparición de Jesús a María Magdalena


11 Pero María estaba fuera, llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó y miró dentro del sepulcro; 12 y vio* dos ángeles vestidos de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13 Y ellos le dijeron*: Mujer, ¿por qué lloras? Ella les dijo*: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. 14 Al decir esto, se volvió y vio* a Jesús que estaba allí, pero no sabía que era Jesús. 15 Jesús le dijo*: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo*: Señor, si tú le has llevado, dime dónde le has puesto, y yo me lo llevaré. 16 Jesús le dijo*: ¡María! Ella, volviéndose, le dijo* en hebreo[d]: ¡Raboní! (que quiere decir, Maestro). 17 Jesús le dijo*: Suéltame[e] porque todavía no he subido al Padre; pero ve a mis hermanos, y diles: «Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios». 18 Fue* María Magdalena y anunció a los discípulos: ¡He visto al Señor!, y que Él le había dicho estas cosas.

Aparición a los discípulos


19 Entonces, al atardecer de aquel día, el primero de la semana, y estando cerradas las puertas del lugar donde los discípulos se encontraban por miedo a los judíos, Jesús vino y se puso en medio de ellos, y les dijo*: Paz a vosotros. 20 Y diciendo esto, les mostró las manos y el costado. Entonces los discípulos se regocijaron al ver al Señor. 21 Jesús entonces les dijo otra vez: Paz a vosotros; como el Padre me ha enviado, así también yo os envío. 22 Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo*: Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, estos les son[f] perdonados; a quienes retengáis los pecados, estos les son[g] retenidos.

Incredulidad de Tomás


24 Tomás, uno de los doce, llamado el Dídimo[h], no estaba con ellos cuando Jesús vino. 25 Entonces los otros discípulos le decían: ¡Hemos visto al Señor! Pero él les dijo: Si no veo en sus manos la señal de los clavos, y meto el dedo en el lugar de los clavos, y pongo la mano en su costado, no creeré.


26 Ocho días después, sus discípulos estaban otra vez dentro, y Tomás con ellos. Y estando las puertas cerradas, Jesús vino* y se puso en medio de ellos, y dijo: Paz a vosotros. 27 Luego dijo* a Tomás: Acerca aquí tu dedo, y mira mis manos; extiende aquí tu mano y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. 28 Respondió Tomás y le dijo: ¡Señor mío y Dios mío! 29 Jesús le dijo*: ¿Porque me has visto has creído? Dichosos los que no vieron, y sin embargo creyeron.

El propósito de este evangelio según Juan


30 Y[i] muchas otras señales[j] hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro; 31 pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo[k], el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.

Footnotes


Juan 20:7 Lit., de Él

Juan 20:9 Lit., El

Juan 20:10 Lit., a los suyos

Juan 20:16 I.e., arameo judaico

Juan 20:17 Lit., No me agarres

Juan 20:23 Lit., han sido

Juan 20:23 Lit., han sido

Juan 20:24 I.e., el gemelo

Juan 20:30 Lit., Por tanto

Juan 20:30 O, muchos otros milagros

Juan 20:31 I.e., el Mesías


Salmos 119:153-176

La Biblia de las Américas

Resh.


153

Mira mi aflicción y líbrame,

porque no me olvido de tu ley.

154

Defiende mi causa y redímeme;

vivifícame conforme a tu palabra[a].

155

Lejos está de los impíos la salvación,

porque no buscan tus estatutos.

156

Muchas[b] son, oh Señor, tus misericordias;

vivifícame conforme a tus ordenanzas.

157

Muchos son mis perseguidores y mis adversarios,

pero yo no me aparto de tus testimonios.

158

Veo a los pérfidos y me repugnan,

porque no guardan tu palabra[c].

159

Mira cuánto amo tus preceptos;

vivifícame, Señor, conforme a tu misericordia.

160

La suma de tu palabra es verdad,

y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.

Sin.


161

Príncipes me persiguen sin causa,

pero mi corazón teme tus palabras.

162

Me regocijo en tu palabra[d],

como quien halla un gran botín.

163

Aborrezco y desprecio la mentira,

pero amo tu ley.

164

Siete veces al día te alabo,

a causa de tus justas ordenanzas.

165

Mucha paz tienen los que aman tu ley,

y nada los hace tropezar[e].

166

Espero tu salvación, Señor,

y cumplo tus mandamientos.

167

Mi alma guarda tus testimonios,

y en gran manera los amo.

168

Guardo tus preceptos y tus testimonios,

porque todos mis caminos están delante de ti.

Tau.


169

Llegue mi clamor ante ti, Señor;

conforme a tu palabra dame entendimiento.

170

Llegue mi súplica delante de ti;

líbrame conforme a tu palabra[f].

171

Profieran mis labios alabanzas,

pues tú me enseñas tus estatutos.

172

Que cante mi lengua de tu palabra[g],

porque todos tus mandamientos son justicia.

173

Pronta esté[h] tu mano a socorrerme,

porque tus preceptos he escogido.

174

Anhelo tu salvación, Señor,

y tu ley es mi deleite.

175

Viva mi alma para alabarte,

y que tus ordenanzas me ayuden.

176

Me he descarriado como oveja perdida; busca a tu siervo,

porque no me olvido de tus mandamientos.

Footnotes


Salmos 119:154 O, promesa

Salmos 119:156 O, Grandes

Salmos 119:158 O, promesa

Salmos 119:162 O, promesa

Salmos 119:165 Lit., no tienen piedra de tropiezo

Salmos 119:170 O, promesa

Salmos 119:172 O, promesa

Salmos 119:173 Lit., Esté


Proverbios 16:14-15

La Biblia de las Américas


14

El furor del rey es como mensajero de muerte,

pero el hombre sabio lo aplacará.

15

En el resplandor del rostro del rey hay vida,

y su favor es como nube de lluvia tardía.

La Biblia de las Américas (LBLA)


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