Sunday, March 31, 2024

DAB Español, Lunes 01 de Abril

Día 092, DAB Español, Lunes 01 de Abril


Deuteronomio 18:1-20:20; Lucas 9:28-50; Salmos 73; Proverbios 12:10 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))








Deuteronomio 18-20

La Palabra (Hispanoamérica)

Derechos de los sacerdotes levitas


18 Los sacerdotes levitas (es decir, la tribu completa de Leví) no tendrán parte ni heredad como los demás Israelitas. Vivirán de los sacrificios ofrecidos al Señor y de la parte que les pertenece. 2 No recibirán parte de la heredad de sus hermanos; el Señor será su heredad, tal como les prometió.


3 Cuando alguien del pueblo sacrifique como ofrenda un toro o un cordero, el sacerdote tiene derecho a recibir la espaldilla, la quijada y el cuajar. 4 También le darás las primicias de tu trigo, de tu vino y de tu aceite, y la primera lana que esquiles de tus ovejas; 5 porque el Señor tu Dios lo ha escogido a él y a sus hijos, de entre todas tus tribus, para que estén siempre en su presencia, dando culto a su nombre.


6 Si un levita se traslada voluntariamente de la ciudad de Israel donde residía, sea la que sea, al lugar escogido por el Señor, 7 podrá oficiar allí y dar culto al Señor su Dios, igual que todos sus hermanos levitas que ya sirven en aquel lugar, ante el Señor; 8 y comerá una ración igual a la de los demás, sin tener en cuenta cual sea su patrimonio familiar.

Profetas falsos y verdaderos


9 Cuando hayas entrado en el país que el Señor tu Dios te va a dar, no imites las prácticas abominables de aquellas naciones. 10 Que no haya entre ustedes quien inmole en el fuego a su hijo o a su hija, ni quien practique la adivinación, el sortilegio, la brujería o la hechicería; 11 que nadie haga conjuros, consulte a espíritus y espectros, o evoque a los muertos. 12 El Señor detesta a quienes practican estas artes. Precisamente por estas costumbres abominables, el Señor tu Dios expulsa de tu presencia a esas naciones. 13 Sé completamente fiel al Señor tu Dios; 14 es cierto que esas naciones, cuyo territorio vas a poseer, escuchan a hechiceros y adivinos, pero a ti te ha prohibido todo eso el Señor tu Dios.

El profeta que ha de venir


15 El Señor tu Dios suscitará en medio de ti, entre tus hermanos, un profeta como yo; a él deberán escuchar. 16 Eso fue lo que le pediste al Señor tu Dios en Horeb, el día de la asamblea, cuando le dijiste: “No quiero escuchar más la voz del Señor mi Dios ni quiero volver a contemplar aquel terrible fuego, para no morir”. 17 Entonces el Señor me dijo: “Tienen razón”. 18 Por eso yo suscitaré entre sus hermanos un profeta como tú; pondré mis palabras en su boca, y él les comunicará todo lo que yo le mande. 19 Y todo aquel que no preste oído a las cosas que el profeta diga en mi nombre, yo mismo le pediré cuentas. 20 Pero si un profeta se atreve a decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado decir o habla en nombre de otros dioses, ese profeta morirá.


21 Y si te inquieta saber cómo puedes descubrir si un mensaje no viene del Señor, ten esto en cuenta: 22 si lo que el profeta ha dicho en nombre del Señor no sucede ni se cumple, entonces es señal de que ese mensaje no viene del Señor. Ese profeta es un presuntuoso. No tengas respeto por una persona así.

Las ciudades de refugio (Nm 35,9-28; Jos 20,1-9)


19 Cuando el Señor tu Dios haya aniquilado a las naciones cuya tierra va a darte en posesión, cuando tú las hayas derrotado y te encuentres ya instalado en sus ciudades y en sus casas, 2 escoge tres ciudades en medio de la tierra que el Señor tu Dios te dará en posesión. 3 Dividirás en tres regiones el territorio que el Señor tu Dios te dará en heredad, y abrirás caminos que faciliten el acceso a esas ciudades, para que allí pueda encontrar asilo el que haya cometido un homicidio. 4 Pero únicamente podrá refugiarse allí y salvar la vida aquel que haya matado a otro involuntariamente, sin existir enemistad entre ellos. 5 Supongamos que un hombre se va con otro al bosque a cortar leña y al blandir en su mano el hacha para cortar un árbol, se separa el hierro del mango y golpea a su prójimo matándolo; ese hombre podrá buscar refugio en una de esas ciudades y ponerse a salvo. 6 Es conveniente que la distancia a esa ciudad no sea excesiva para evitar que el vengador del delito de sangre persiga encolerizado al homicida, le dé alcance y lo mate, cuando en realidad no merecía la muerte, puesto que no existía enemistad entre ellos. 7 Por eso te ordeno que escojas tres ciudades.


8 Y si el Señor tu Dios ensancha tu territorio, como se lo juró a tus antepasados, y te da toda la tierra que les prometió 9 —con tal que cumplas cuidadosamente todos los mandamientos que yo te prescribo hoy, amando al Señor tu Dios y siguiendo sus caminos toda la vida—, entonces, a esas tres ciudades añadirás otras tres. 10 De este modo no se derramará sangre inocente en la tierra que el Señor tu Dios te va a dar en posesión, y tú no serás responsable de esa muerte.


11 Pero si un hombre que está enemistado con otro le sigue los pasos, lo ataca, lo mata y luego huye buscando refugio en una de estas ciudades, 12 los ancianos de dicha ciudad lo mandarán sacar de allí y lo entregarán en manos del vengador del delito de sangre para que lo mate. 13 No tendrás compasión de él pues, si quieres que te vaya bien, debes evitar que se derrame sangre inocente en Israel.


14 Cuando ocupes la tierra que el Señor tu Dios te va a dar en posesión, no muevas los mojones de tu prójimo que fueron colocados en tiempos pasados.

Leyes sobre los testigos


15 Un solo testigo no será suficiente para probar la culpabilidad de alguien acusado de cometer algún crimen o delito. Hará falta la declaración de dos o tres testigos para fallar una causa.


16 Si un falso testigo acusa a alguien de un crimen, 17 los dos contendientes en la causa se presentarán ante el Señor y ante los sacerdotes y jueces que estén en funciones en esos días. 18 Los jueces estudiarán el caso minuciosamente, y si descubren que el testigo mintió declarando en falso contra su hermano, 19 le aplicarán la pena que él pretendía para su hermano. Así extirparás el mal de en medio de ti. 20 Los demás, cuando se enteren, escarmentarán y no se atreverán a cometer maldad semejante en medio de ti. 21 No tengas compasión del culpable: vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.

Instrucciones para la guerra


20 Cuando salgas a combatir contra tus enemigos y te encuentres un ejército con caballos y carros de combate superior al tuyo, no te amedrentes, porque está contigo el Señor, tu Dios, que te sacó de Egipto. 2 Cuando llegue la hora de combatir, el sacerdote pasará al frente y arengará a la tropa 3 con estas palabras: “¡Escucha, Israel! Hoy van a entrar en batalla contra sus enemigos; no se desanimen ni se amedrenten, no se acobarden ni se atemoricen ante ellos, 4 porque el Señor su Dios va con ustedes; él luchará a su favor para darles la victoria sobre sus enemigos”.


5 Después, los oficiales dirán a la tropa: “El que haya construido una casa nueva y no la haya estrenado todavía, que se marche a casa, no sea que muera en el combate y otro la estrene. 6 El que haya plantado un viñedo y no lo haya vendimiado todavía, que se marche a casa, no sea que muera en el combate y otro lo vendimie. 7 El que esté comprometido con una mujer y aún no se haya casado, que se marche a casa, no sea que muera en el combate y otro se case con ella”.


8 Además, los oficiales dirán a la tropa: “El que tenga miedo o le falte el valor, que se marche a casa, no sea que contagie su cobardía al resto de sus compañeros”. 9 Una vez que los oficiales hayan terminado de hablar al pueblo, se pondrán al frente de él jefes de tropa.


10 Cuando te acerques a una ciudad para atacarla, primero proponle la paz. 11 Si acepta tus términos de paz y abre sus puertas, todos sus habitantes te pagarán tributo y serán sometidos a trabajos forzados. 12 Si rechaza tu propuesta de paz y te declara la guerra, sitia entonces la ciudad; 13 y cuando el Señor tu Dios la entregue en tus manos, pasarás a cuchillo a todos sus hombres. 14 Las mujeres, los niños, el ganado y todos los bienes que haya en la ciudad podrás quedártelos como botín, y también podrás hacer uso de las pertenencias de los enemigos que el Señor tu Dios te haya entregado. 15 De igual modo procederás con todas las ciudades lejanas que no pertenezcan a las naciones vecinas. 16 Pero en las ciudades de esas naciones que el Señor tu Dios te da como heredad, no dejarás a nadie con vida, 17 sino que consagrarás al exterminio a los hititas, amorreos, cananeos, fereceos, jeveos y jebuseos, como te ha ordenado el Señor tu Dios. 18 Así evitarán que se enseñen las prácticas abominables que hacen en honor a sus dioses, y no pecarán contra el Señor su Dios.


19 Si tienes que sitiar una ciudad durante mucho tiempo, no tales sus árboles a golpe de hacha antes de conquistarla. Come de sus frutos, pero no los tales. ¿Acaso los árboles del campo son parte de los enemigos a los que sitias? 20 Solamente debes utilizar y talar los árboles que sabes que no son frutales; con ellos podrás construir instrumentos de asedio contra la ciudad que tengas sitiada, hasta que la sometas.

Saturday, March 30, 2024

DAB Español, Domingo 31 de Marzo

Día 091, DAB Español, Domingo 31 de Marzo


Deuteronomio 16:1-17:20; Lucas 9:7-27; Salmos 72; Proverbios 12:8-9 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))








Deuteronomio 16-17

La Palabra (Hispanoamérica)

Las fiestas anuales (Ex 23,14-17; 34,8-24)


16 No dejes de celebrar la Pascua en honor del Señor, tu Dios, en el mes de Abib, porque en una noche del mes de Abib él te sacó de Egipto. 2 En el lugar que el Señor haya escogido como morada de su nombre inmolarás vacas y ovejas como víctima pascual en honor del Señor tu Dios. 3 No acompañarás la comida con pan fermentado, sino que durante siete días comerás pan sin levadura, pan de aflicción, porque saliste de Egipto apresuradamente. Así recordarás toda tu vida el día en que saliste de Egipto. 4 Durante esos siete días no habrá levadura en todo tu territorio, y de la carne inmolada al atardecer del primer día no ha de quedar nada para la mañana siguiente. 5 No podrás sacrificar la víctima pascual en cualquiera de las ciudades que el Señor tu Dios te haya dado. 6 Solo podrás sacrificarla en el lugar que el Señor tu Dios haya escogido como morada de su nombre. Y lo harás al atardecer, cuando se pone el sol, porque ese fue el momento en que saliste de Egipto. 7 La carne del sacrificio de la Pascua la cocerás y la comerás en el lugar que el Señor tu Dios haya elegido, y a la mañana siguiente emprenderás el regreso a casa. 8 Durante seis días comerás pan ácimo y el séptimo celebrarás una asamblea sagrada en honor del Señor tu Dios. En ese día no realizarás trabajo alguno.

La fiesta de las Semanas


9 Cuenta siete semanas a partir del momento en que comience la siega de los sembrados. 10 Celebrarás entonces en honor del Señor tu Dios la fiesta solemne de las Semanas, en la que presentarás ofrendas voluntarias en proporción a las bendiciones que del Señor tu Dios hayas recibido. 11 Irás al lugar que el Señor tu Dios haya escogido como morada de su nombre; y allí, en presencia del Señor tu Dios, celebrarás la fiesta en su honor con tus hijos e hijas, con tus esclavos y esclavas, con los levitas que viven en tus ciudades, con los inmigrantes, y con los huérfanos y las viudas que vivan en medio de ti. 12 Recuerda que fuiste esclavo en Egipto; por tanto, cumple y pon en práctica estos preceptos.

La fiesta de las Enramadas


13 Una vez acabada la vendimia y la recogida de la cosecha celebrarás durante siete días la fiesta de las Enramadas. 14 La celebrarás con tus hijos e hijas, tus esclavos y esclavas, con los levitas, inmigrantes, huérfanos y viudas que viven en tus ciudades. 15 Durante siete días celebrarás esta fiesta en honor del Señor tu Dios, en el lugar que escoja el Señor, porque él bendecirá todas tus cosechas y todo el trabajo de tus manos, y eso te hará sentir tremendamente dichoso.


16 Tres veces al año irán todos los varones a presentarse ante el Señor tu Dios, al lugar que el Señor haya escogido: para la fiesta de los Panes sin levadura, para la fiesta de las Semanas y para la fiesta de las Enramadas. Nadie se presentará ante el Señor con las manos vacías, 17 sino que cada uno llevará ofrendas, conforme a las bendiciones que del Señor tu Dios haya recibido.

Administración de la justicia


18 En todas las ciudades que el Señor tu Dios te da, nombrarás, por tribus, jueces y oficiales que se encargarán de juzgar con justicia al pueblo. 19 No quebrantarás el derecho ni actuarás con parcialidad. No aceptarás soborno, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y falsea la causa del inocente. 20 Actúa siempre con toda justicia, para que vivas y poseas la tierra que el Señor tu Dios te da.

Prácticas cultuales prohibidas


21 Cuando levantes un altar en honor del Señor tu Dios, no plantes a su lado árbol sagrado alguno, 22 ni erijas ninguna piedra votiva, pues el Señor tu Dios las detesta.


17 No inmolarás al Señor tu Dios ningún toro u oveja que tenga algún defecto o falta, porque eso sería una abominación para el Señor tu Dios.


2 Puede suceder que en alguna de las ciudades que el Señor tu Dios te da, un hombre o una mujer hagan lo que desagrada al Señor, quebrantando su alianza 3 y practicando lo que yo prohibí, al dar culto y postrarse ante otros dioses, o ante el sol, la luna o el ejército del cielo; 4 si te denuncian el hecho o te enteras del particular, deberás hacer una investigación minuciosa y, si se confirma que se ha cometido tal abominación en Israel, 5 llevarás a las puertas de la ciudad al hombre o la mujer que cometió tal delito y los apedrearás hasta que mueran.


6 Para que alguien sea condenado a muerte es necesaria la declaración de dos o más testigos; no se le podrá condenar a muerte por el testimonio de un solo testigo. 7 Los primeros en ejecutar el castigo serán los testigos, y luego los seguirá el resto del pueblo. Así extirparás el mal de en medio de ti.

Tribunal del Templo


8 Si en tu ciudad se da un caso que para ti resulta demasiado difícil de juzgar, tal como homicidio, pleito, violencia u otro asunto grave, irás al lugar que el Señor tu Dios haya escogido 9 y expondrás el caso a los sacerdotes levitas y al juez de turno, los cuales te indicarán cómo habrás de resolverlo. 10 Actuarás según la sentencia dictada por los del lugar escogido por el Señor. Sigue al pie de la letra lo que te digan. 11 Procederás de acuerdo a su veredicto y siguiendo sus instrucciones en cada detalle. 12 El que por soberbia desobedezca el veredicto dado por el sacerdote o por el juez que están allí sirviendo al Señor tu Dios, será condenado a muerte. Así extirparás el mal de Israel. 13 Y cuando el pueblo se entere, sentirá temor y nadie volverá a actuar con arrogancia.

Prescripciones sobre el rey


14 Si una vez que hayas entrado en la tierra que el Señor tu Dios te da, la hayas conquistado y ya estés establecido allí, dices: “Quiero tener un rey como lo tienen todas las naciones vecinas”, 15 te nombrarás como rey aquel a quien el Señor tu Dios escoja. El rey deberá pertenecer a tu mismo pueblo; no harás rey a un extranjero, a alguien que no sea de los tuyos. 16 El rey no deberá poseer una caballería numerosa ni hacer que el pueblo vuelva a Egipto para adquirir más caballos, pues el Señor dijo: “No vuelvan más por ese camino”. 17 Tampoco tendrá muchas mujeres para que no se descarríe su corazón, ni acumulará oro y plata en cantidad excesiva. 18 Cuando el rey tome posesión del trono real, mandará que le hagan una copia del Libro de la Ley que está al cuidado de los sacerdotes levitas. 19 La llevará siempre consigo y la leerá todos los días de su vida para que aprenda a respetar al Señor su Dios, observando todos los preceptos de esta ley y poniendo en práctica sus prescripciones, 20 de modo que no se crea superior a sus hermanos ni se aparte lo más mínimo de esta ley. Así, tanto él como sus descendientes tendrán un largo reinado en Israel.

Friday, March 29, 2024

DAB Español, Sábado 30 de Marzo

Día 090, DAB Español, Sábado 30 de Marzo


Deuteronomio 13:1-15:23; Lucas 8:40-9:6; Salmos 71; Proverbios 12:5-7 (Palabra de Dios para Todos (PDT))








Deuteronomio 13-15

Palabra de Dios para Todos

Falsos profetas


13 Puede darse el caso de que un profeta o alguien que predice el futuro mediante sueños, aparece entre ustedes y te anuncia una señal o un milagro. 2 Si la señal o el milagro que te anuncia sucede y te dice: «Sigamos a otros dioses que tú no conoces y adorémoslos», 3 no debes escuchar sus palabras. Es que el SEÑOR tu Dios te está probando para saber si amas al SEÑOR con todo tu ser. 4 Deberás seguir al SEÑOR tu Dios y obedecerlo. Cumplirás sus mandamientos, lo obedecerás, lo adorarás y le serás fiel. 5 Condenarás a muerte a tal profeta o a ese que predice el futuro mediante sueños, pues él te dijo que te rebelaras contra el SEÑOR tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto y te liberó de la esclavitud. Esa persona trató de alejarte de la vida que el SEÑOR tu Dios te mandó vivir. De esa manera, debes eliminar la maldad que haya en medio de ti.


6 Si tu hermano, hijo de tu mamá o de tu papá, tu hijo o hija, la esposa que amas o tu amigo más cercano, te anima secretamente diciendo: «Vayamos y adoremos a otros dioses», dioses que ni tú ni tus antepasados han conocido, 7 no deberás de estar de acuerdo con él, sin importar si son algunos de los dioses de la gente alrededor de ustedes, cercanos o lejanos, desde un límite de la tierra al otro. 8 ¡No lo escuches! No sientas lástima por él, no lo protejas, 9 ni dudes en matarlo. Debes tomar la iniciativa para darle muerte y luego todo el pueblo deberá unírsete para eliminarlo. 10 Deberán tirarle piedras hasta que muera, porque trató de alejarlos del SEÑOR tu Dios, quien los sacó de Egipto, fuera de la esclavitud. 11 Luego, todo el pueblo de Israel se enterará de esto, tendrá temor y nadie se atreverá a hacer de nuevo una maldad semejante.


12 Puede darse también el caso de que oigas la noticia de que en una de las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da para vivir, 13 hombres perversos, israelitas, lleven a los habitantes de esa ciudad a abandonar a Dios y les digan: «Vayamos y adoremos a otros dioses», dioses que tú no conoces. 14 Tendrás que investigar el asunto cuidadosamente y si resulta ser verdad que algo tan horrible ha sucedido entre ustedes, 15 matarás con espada a la gente de esa ciudad. Destruye completamente la ciudad y mata con espada a todos, tanto a seres humanos como a animales. 16 Reúne todo lo valioso en la mitad de su plaza pública y quema la ciudad con todo eso como una ofrenda que debe quemarse completamente para el SEÑOR tu Dios. Esa ciudad deberá quedar hecha un montón de ruinas para siempre y no debe ser reconstruida. 17 No te quedes con nada de lo que se ha consagrado a la destrucción, para que el SEÑOR no se enoje más, sino que te tenga compasión, sea bueno contigo y haga que tu nación crezca como se lo prometió a tus antepasados. 18 Todo esto sucederá si obedeces al SEÑOR tu Dios, si cumples todos sus mandamientos que hoy te estoy dando y si haces lo que el SEÑOR tu Dios considera correcto.

Israel, el pueblo santo de Dios


14 Ustedes son hijos del SEÑOR su Dios. No deben hacerse cortaduras en la piel, ni raparse la cabeza para mostrar pesar por los muertos. 2 Eres un pueblo santo que pertenece al SEÑOR tu Dios, y el SEÑOR te eligió de entre todos los pueblos de la tierra para ser su propio pueblo.

Lo que se permite comer

(Lv 11:1-47)


3 No comas nada que sea detestable. 4 Estos son los animales que puedes comer: vacas, ovejas, cabras, 5 venados, gacelas, chivos, cabras salvajes, ovejas salvajes, antílopes y ovejas monteses. 6 Puedes comer todo animal rumiante[a] que tenga la pezuña dividida en dos partes. 7 De los rumiantes no debes comer los siguientes: camellos, conejos y damanes, porque aunque son rumiantes no tienen las pezuñas divididas. Ellos se consideran impuros para ti. 8 No debes comer cerdo, porque aunque tiene las pezuñas divididas, no es rumiante y es impuro para ti. No debes comer de la carne de esos animales ni tocar su cuerpo muerto.


9 De todo lo que hay en el agua puedes comer todo lo que tenga aletas y escamas. 10 Lo que no tenga aletas ni escamas no lo comerás. Son impuros para ti.


11 Puedes comer cualquier ave que sea pura, 12 pero de ninguna de estas aves comerás: el águila, el quebrantahuesos, el milano rojo, 13 el milano negro, ningún tipo de halcón, 14 ningún tipo de cuervo, 15 el avestruz, el chotacabras, la gaviota, ningún tipo de gavilán, 16 la lechuza, ningún tipo de búho, 17 el pelícano, el águila pescadora, el cormorán, 18 la cigüeña, la garza, toda clase de abubilla y el murciélago.


19 Todos los insectos con alas son impuros. No deben comerse. 20 Puedes comer todo animal con alas que sea puro.


21 No comas nada que muera de muerte natural. Puedes dárselo a cualquier inmigrante que viva en tus ciudades, y él podrá comerlo. Pueden vendérselo a un extranjero. Tú eres un pueblo que pertenece sólo al SEÑOR tu Dios.


No cocinarás el cabrito en la leche de la mamá del cabrito.

Dar la décima parte


22 Aparta la décima parte de todas tus cosechas cada año. 23 Comerás esa décima parte de tu grano, vino nuevo, aceite y las primeras crías de tus animales en presencia del SEÑOR tu Dios en el lugar que él elegirá para establecer su nombre, y así aprenderás a tener temor del SEÑOR tu Dios por siempre. 24 Pero si cuando el SEÑOR tu Dios te bendiga la distancia es muy grande para ti, de tal forma que no puedas llevar tu parte al lugar que el SEÑOR haya elegido, 25 podrás cambiarla por dinero. Luego toma el dinero en tus manos y ve al lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá. 26 Gasta el dinero en lo que quieras: ganado, ovejas, vino y cerveza, y tú y tu familia comerán y disfrutarán allí en presencia del SEÑOR tu Dios. 27 No desampares a los levitas que están en tus ciudades, porque ellos no tienen tierra propia.


28 Al final de cada tres años, deberás llevar la décima parte de todas tus cosechas de ese año y la guardarás en tus ciudades. 29 Luego los levitas vendrán porque no tienen tierra propia, y también los inmigrantes, los huérfanos y las viudas que estén en tus ciudades, y comerán y quedarán satisfechos, para que el SEÑOR tu Dios te bendiga en todo lo que hagas.

El año dedicado al perdón de las deudas


15 Al final de cada siete años, perdonarás las deudas que otros tengan contigo. 2 Se hará de esta manera: Cualquiera que le haya prestado dinero a otro israelita, le perdonará la deuda. No intentará que le pague, porque un tiempo de perdón de deudas ha sido anunciado en honor del SEÑOR. 3 Podrás hacer que el extranjero pague su deuda, pero debes perdonar todo lo que tu hermano te deba. 4 De esa manera no habrá gente pobre contigo, porque el SEÑOR te dará muchas bendiciones en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da. 5 Será así solamente si obedeces al SEÑOR tu Dios y si cumples cuidadosamente todos sus mandamientos que hoy te mando. 6 Cuando el SEÑOR tu Dios te haya bendecido como lo prometió, les prestarás a muchas naciones, pero no necesitarás pedirles nada; dominarás a muchas naciones, pero ninguna te dominará a ti.


7 Si hubiera un pobre entre tus hermanos en una de tus ciudades de la tierra que el SEÑOR te da, no serás egoísta y no te negarás a ayudarle. 8 Serás generoso con él y le prestarás lo que necesite.


9 Asegúrate de que ningún pensamiento malvado entre en tu mente diciéndote: «El séptimo año, el año de perdonar las deudas está cerca», y mires a tu vecino pobre de manera hostil y no le des nada, pues él se quejará de tu conducta ante el SEÑOR, y se te encontrará culpable de pecado. 10 Deberás ser generoso con él, y tu actitud deberá ser amistosa cuando lo ayudes, porque por este acto el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo tu trabajo y en lo que hagas. 11 Siempre habrá gente pobre en la tierra, así que te ordeno: Sé generoso con tus hermanos, los pobres y necesitados de tu tierra.

Libertad para los esclavos

(Éx 21:1-11)


12 Si tu hermano se vende a ti, ya sea hombre o mujer hebreo de tu pueblo, entonces te servirá seis años, y en el séptimo deberás dejarlo libre. 13 Cuando lo dejes libre, no deberás enviarlo con las manos vacías, 14 sino que le darás generosamente de tu ganado, granos y vino. Deberás darle de la misma forma que el SEÑOR tu Dios te ha bendecido a ti. 15 No se te olvide que fuiste esclavo en Egipto y que el SEÑOR tu Dios te liberó. Esa es la razón por la que te ordeno esto hoy.


16 Si el esclavo te dice: «No quiero irme», porque te ama a ti y a tu familia, y considera bueno seguir siendo tu esclavo, 17 entonces toma un punzón, y acercando el esclavo a la puerta atraviésale la oreja y él será tu esclavo para siempre. Haz lo mismo con tu esclava.


18 No resientas el dejarlo ir, porque te ha servido durante seis años por la mitad de lo que hubiera costado un trabajador, y el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todo lo que hagas.

Las primeras crías de los animales


19 Debes separar para el SEÑOR tu Dios todas las primeras crías de los machos nacidos entre los animales de tu ganado o rebaño. No trabajes con tu primer ternero ni esquiles a tu primer cordero. 20 Tu familia y tú los comerán en presencia del SEÑOR tu Dios en el lugar que el SEÑOR elegirá.


21 Pero si hay algún defecto en el animal, si es cojo o ciego, o tiene cualquier otro defecto, no lo sacrifiques al SEÑOR tu Dios. 22 Podrás comerlo en tus ciudades, como si fuera gacela o venado; tanto la gente pura como la impura podrán comerlo. 23 Sin embargo, no consumas su sangre, sino derrámala en el suelo como si fuera agua.

Footnotes


14:6 rumiante Animal que come hierba y luego la devuelve del estómago a la boca para volver a masticarla.


Thursday, March 28, 2024

DAB Español, Viernes 29 de Marzo

Día 089, DAB Español, Viernes 29 de Marzo


Deuteronomio 11:1-12:32; Lucas 8:22-39; Salmos 70; Proverbios 12:4 (Palabra de Dios para Todos (PDT))








Deuteronomio 11-12

Palabra de Dios para Todos

Tengan presente al Señor


11 Amen pues al SEÑOR su Dios y obedezcan siempre sus órdenes, normas, leyes y mandamientos. 2 Recuerden hoy que no fueron sus hijos, sino ustedes, quienes conocieron y experimentaron la corrección del SEÑOR su Dios, su grandeza, su gran poder y su fuerza, 3 sus señales y las obras que hizo en Egipto contra el faraón y contra toda su tierra. 4 Vieron lo que les hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y carros de combate. Ustedes vieron cómo él hizo que el agua del mar Rojo los ahogara hasta acabar completamente con ellos, cuando los estaban persiguiendo a ustedes. El SEÑOR los destruyó y hasta el día de hoy no se han recuperado. 5 Vieron lo que hizo por ustedes en el desierto hasta que llegaron a este lugar, 6 y lo que les hizo a Datán y Abirán, los hijos de Eliab el rubenita. En medio de Israel ustedes vieron cómo la tierra se abrió y se los tragó a ellos, a sus familias, a sus carpas y a todo ser viviente que los seguía. 7 En realidad fueron ustedes mismos los que vieron cada gran acto que el SEÑOR hizo.


8 Obedezcan entonces todos los mandamientos que hoy les doy, para que se fortalezcan y entren a tomar posesión de la tierra que van a ocupar. 9 Así podrán vivir mucho tiempo en la tierra que el SEÑOR prometió darles a sus antepasados y a sus descendientes, una tierra que rebosa de leche y de miel. 10 Porque la tierra que van a tomar en posesión no es como la tierra que dejaron en Egipto. Allí ustedes plantaban su semilla y la regaban con su propio esfuerzo[a] como en un huerto. 11 La tierra a la que vas a cruzar para tomarla en posesión es una tierra de montañas y valles, regada por la lluvia del cielo. 12 Es una tierra que el SEÑOR tu Dios cuida permanentemente. El SEÑOR tu Dios la vigila con sus propios ojos, de principio a fin del año.


13 Si ustedes obedecen cuidadosamente mis mandamientos que hoy les doy, amando al SEÑOR su Dios y sirviéndole de todo corazón y con toda el alma, 14 entonces yo les daré lluvia para su tierra en el momento adecuado, la lluvia de otoño y la lluvia de primavera, y reunirás tu grano, tu vino nuevo y tu aceite. 15 También te daré pasto en tus campos para tu ganado, y tendrás mucho alimento.


16 Sean cuidadosos de no dejar que su corazón sea seducido. No se pongan en contra mía sirviendo a otros dioses y ni se arrodillen ante ellos, 17 porque el SEÑOR se enojará con ustedes y cerrará el cielo y no habrá lluvia; la tierra no dará sus frutos y ustedes pronto morirán en la tierra buena que el SEÑOR les da. 18 Por tanto, tengan siempre presentes mis mandamientos y átenlos en sus manos como recordatorio y llévenlos en sus frentes como una marca. 19 Enséñenselos a sus hijos, háblenles de ellos cuando estén en casa, en el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten. 20 Escríbanlos en las puertas de su casa y en las entradas de sus ciudades. 21 Hagan todo esto para que ustedes y sus hijos vivan mucho tiempo en la tierra que el SEÑOR les prometió darles a sus antepasados, mientras estén los cielos sobre la tierra.


22 Si ustedes obedecen fielmente todos estos mandamientos que yo les mando cumplir, si aman al SEÑOR, viviendo como él dice y se mantienen leales a él, 23 entonces el SEÑOR echará a todas las naciones delante de ustedes y podrán expulsar a naciones más grandes y poderosas que ustedes. 24 Su territorio se extenderá desde el desierto en el sur hasta el Líbano en el norte; desde el río Éufrates en el oriente hasta el mar occidental. 25 Nadie será capaz de detenerlos. El SEÑOR su Dios hará que la gente les tema en todo lugar por donde vayan, tal como lo prometió.


26 Hoy les estoy dando a escoger entre bendición y maldición. 27 La bendición, si obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios que hoy les ordeno; 28 y la maldición, si no obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios, si dejan de vivir de la manera que hoy les ordeno y si siguen otros dioses que no habían conocido.


29 Cuando el SEÑOR te traiga a la tierra a la que entras para ocuparla, entonces pronunciarás la bendición en el monte Guerizín y la maldición en el monte Ebal. 30 Como sabes, esos montes están al otro lado del río Jordán, hacia el occidente, en la tierra de los cananeos que viven en el valle del Jordán, cerca de la población de Guilgal, al lado de los robles de Moré. 31 Ustedes están por cruzar el río Jordán para entrar y poseer la tierra que el SEÑOR su Dios les da. Cuando entren y vivan allí, 32 deberán obedecer cuidadosamente todas las normas y leyes que hoy les doy.

El lugar de adoración


12 Estas son las normas y leyes que ustedes deben asegurarse de cumplir en la tierra que el SEÑOR, el Dios de sus antepasados, les ha dado para que la posean. Obedézcanlas todos los días de su vida sobre la tierra. 2 Cuando conquisten la tierra, deberán destruir completamente los lugares donde la gente adoraba a sus dioses en las altas montañas y bajo todo árbol perene. 3 Ustedes derrumbarán sus altares, romperán sus piedras memoriales, quemarán sus postes de Aserá y romperán en pedazos sus ídolos, para que sean borrados de ese lugar los nombres de los dioses falsos.


4 Ustedes no adorarán al SEÑOR su Dios de esa manera, 5 sino irán al lugar que el SEÑOR su Dios elija de entre todas sus tribus para establecer ahí su nombre como su casa[b] y puedan ir a adorarle. 6 Deberán llevar a ese lugar sus ofrendas que deben quemarse completamente, sus sacrificios, la décima parte de sus ganancias, sus contribuciones, sus promesas, sus ofrendas voluntarias y las primeras crías de sus animales. 7 Comerán allí en presencia del SEÑOR su Dios y ustedes y sus familiares disfrutarán de todo lo bueno por lo que han trabajado, porque el SEÑOR su Dios los ha bendecido.


8 Cuando llegue ese momento, no deben adorarlo como lo hemos venido haciendo hasta ahora, cada uno haciendo lo que le parece bien. 9 Ustedes todavía no han llegado al sitio de descanso y a la tierra que el SEÑOR su Dios les da, 10 pero pronto cruzarán el río Jordán y vivirán en esa tierra que el SEÑOR su Dios les dará en propiedad. Él les dará descanso de sus enemigos y vivirán seguros. 11 Deben llevar luego todo lo que les ordené al sitio que el SEÑOR elegirá para establecer allí su nombre: sus ofrendas que deben quemarse completamente, sus sacrificios, la décima parte de sus ganancias, animales y cosechas, sus contribuciones y lo mejor de lo que le hayan prometido al SEÑOR. 12 Se regocijarán en presencia del SEÑOR su Dios, ustedes, sus hijos e hijas, sus siervos y los levitas en sus ciudades, porque ellos no tienen territorio entre ustedes. 13 Asegúrense de no ofrecer sus sacrificios que deben quemarse completamente, en cualquier lugar que vean. 14 Ofrézcanlos solamente en el sitio que el SEÑOR elegirá en una de sus tribus y hagan ahí todo esto que les ordeno.


15 Pero puedes sacrificar y comer carne en cualquier sitio en todas tus ciudades, tanto como el SEÑOR te dé. La gente pura o impura podrá comerla como si fuera gacela o venado, 16 pero no consumas la sangre, riégala en el suelo como si fuera agua.


17 No debes comer en tus ciudades ni el diezmo, ni lo prometido a Dios, ni tus ofrendas voluntarias o contribuciones, ya sean de cereal, vino nuevo, aceite o las primeras crías de tus animales. 18 Debes comer eso solamente en presencia del SEÑOR en el lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá; comerán tú, tus hijos e hijas, tus siervos y los levitas que estén en tus ciudades. Disfrutarás en presencia del SEÑOR tu Dios de todas las cosas buenas por las que has trabajado. 19 Cuando celebres estas fiestas, no te olvides de compartir con los levitas lo que les corresponde. Haz esto siempre que vivas en la tierra.


20 Cuando el SEÑOR tu Dios aumente tu territorio como te prometió y digas: «Voy a comer carne», porque quieres comer carne, entonces puedes comer toda la carne que quieras. 21 Si el lugar que el SEÑOR tu Dios elige para poner su nombre está lejos de ti, entonces podrás sacrificar parte del ganado y ovejas que el SEÑOR te ha dado como yo te he mandado y podrás comer todo lo que quieras en tus ciudades. 22 Podrás comerla así como comerías la gacela o el venado. Tanto la gente pura como impura pueden comerla. 23 Pero asegúrate de no comer la sangre, porque la vida está en la sangre, así que no comas la vida con la carne. 24 No debes comerla, sino derramarla en el suelo como si fuera agua. 25 No la comerás para que te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque debes hacer lo que el SEÑOR considera correcto.


26 Sin embargo, deberás llevar tus ofrendas sagradas y tus ofrendas prometidas, e ir al lugar que el SEÑOR elegirá. 27 Ofrecerás tus ofrendas que deben quemarse completamente, tanto la carne como la sangre, en el altar del SEÑOR tu Dios. La sangre de tus otros sacrificios deberá ser rociada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, pero podrás comer la carne. 28 Sé cuidadoso en obedecer todos estos mandamientos que hoy te doy, para que siempre te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque estarás haciendo lo que el SEÑOR tu Dios considera bueno y correcto.


29 El SEÑOR tu Dios destruirá ante ti a las naciones que vas a ocupar y expulsar. Cuando las hayas expulsado y vivas en su tierra, 30 después de que ellos hayan sido destruidos ante ti, sé cuidadoso y no te dejes llevar por la tendencia a imitarlos. Sé cuidadoso y no sigas a sus dioses, diciendo: «Voy a adorar de la misma manera que estas naciones adoraban a sus dioses». 31 No deberás adorar al SEÑOR tu Dios de la misma manera, porque ellos han hecho por sus dioses todo lo malo, lo que el SEÑOR odia, ya que ellos hasta sacrifican a sus hijos e hijas en el fuego en honor a sus dioses.


32 Asegúrate de obedecer todo lo que te mando sin añadir ni quitar nada.

Footnotes


11:10 propio esfuerzo Textualmente pies. Con los pies operaban máquinas (norias) para sacar agua del río.

12:5 como su casa o para hacer que su nombre viva allí.


DAB Español, Jueves 28 de Marzo, Pruebas 02

En esta lección comenzamos a estudiar las 10 pruebas principales que todos enfrentamos:

 1. La prueba de las cosas pequeñas.

 2. La prueba de la motivación.

 3. La prueba de la mayordomía.

 4. La prueba del desierto.








Lección 02                 Las Pruebas de la Vida

 

I. Repaso

  A. Las pruebas de la vida:

    1. Son normales  ¬1 Pedro 4:12

    2. Las pruebas revelan tres verdades de nuestro hombre interior:

      a) Pobreza interna - mi interno no está bien

      b) Estancamiento interno - mi caminar con Dios esta parado

      c) Progreso interno - mi hombre interior va creciendo - la prueba lo revela

  B. Las pruebas son bíblicas

    1. Toda persona usada por Dios es probada

    2. La fe no probada no es fe bíblica

  C. 10 pruebas que demuestran el potencial del cristiano y su madurez.

    1. La prueba de las cosas pequeñas.

        Dios recompensa la fidelidad no la grandeza de tu visión

 

II. 10 Pruebas (a continuación)

  B. La prueba de la motivación (Mateo 6:5-6).

    1. Esta prueba viene a los que están haciendo bien las cosas, para

       examinar  por qué lo están haciendo.

    2. Para Dios la motivación es tan importante que las acciones.

    3. La realidad - ningún ser humano tiene motivación perfecta, sin

       embargo, debemos estar progresando.

      Dios, por su misericordia, nos revela nuestras motivaciones para que

          vayamos purificándolas - no para condenarnos.

    4. ¿Estará Dios purificando mis motivaciones? En cuáles áreas? Cómo?

           _______________________________________________________   

           _______________________________________________________

           _________________________________________________________

 

  C. La prueba de la mayordomía (Mateo 25:21).

    1) Ser mayordomo significa reconocer que estoy administrando los

      bienes de otro (el Señor).

    2) Esta prueba muestra si Dios puede confiar en nosotros a usar sus 

      recursos para el reino en vez de para nosotros mismos.

    3) ¿Cómo me prueba Dios en esta área?

      a) ________________________________________________________   

      b) _________________________________________________________

      c) ________________________________________________________      (diezmo, dispuesto a dar, como gasto dinero, ser canal de bendición, etc.)

 


 D. La prueba del desierto

    1) Esta prueba viene cuando tú estás espiritualmente seco para

       revelar tu potencial para el cambio y crecimiento.

    2) Deuteronomio 8:15-16; Lucas 4:1-2

      a) El desierto es necesario para revelarnos nuestro corazón

      b) Salmos 42:1-4 - En esta prueba, uno no entiende por nada lo que le pasa

      c) Siempre habrá preguntas en el desierto

      d) Errores del desierto:

        1) Compararte con otra persona

        2) Dejar de orar (por frustración)

        3) Números 14:3-4 - Regresar a tu vida anterior

        4) Murmuración, en vez de acción de gracias

        5) Estar enfocado en el problema y no en Dios

        6) Perder la paciencia

      e) ¿Estarás en esta prueba? Es por que Dios te ama y te está formando


Wednesday, March 27, 2024

DAB Español, Jueves 28 de Marzo

Día 088, DAB Español, Jueves 28 de Marzo


Deuteronomio 9:1-10:22; Lucas 8:4-21; Salmos 69:19-36; Proverbios 12:2-3 (Palabra de Dios para Todos (PDT))








Deuteronomio 9-10

Palabra de Dios para Todos

El Señor ayudará a Israel


9 Escucha, Israel, hoy cruzarás el río Jordán para entrar y expulsar a naciones que son más grandes y fuertes que tú y que tienen grandes ciudades con murallas hasta el cielo. 2 Los anaquitas son altos y fuertes. Tú sabes quiénes son y has escuchado el dicho acerca de ellos: «¿Quién puede detener a los anaquitas?» 3 Reconoce entonces que el SEÑOR tu Dios es quien está cruzando el río Jordán delante de ti como un fuego que todo lo consume, y que los destruirá y los vencerá mientras avanzas. Tú los expulsarás y destruirás rápidamente, tal como el SEÑOR te prometió.


4 Cuando el SEÑOR tu Dios los haya expulsado de delante de ti, no te digas a ti mismo: «El SEÑOR nos trajo a tomar posesión de esta tierra porque nosotros somos muy buenos». El SEÑOR está expulsando a estas naciones porque son perversas. 5 Tú vas a ocupar su tierra, no porque seas muy bueno y honesto, sino porque estas naciones son perversas. El SEÑOR tu Dios está por quitarles la tierra a ellos y dársela a ustedes para cumplir la promesa que el SEÑOR les hizo a tus antepasados Abraham, Isaac y Jacob. 6 Debes saber que el SEÑOR tu Dios no te da esta tierra buena para que la poseas porque eres muy bueno, pues tu gente es muy terca.

Recuerda la ira del Señor

(Éx 31:18-32:35)


7 Recuerda bien y no olvides nunca que hiciste enojar al SEÑOR tu Dios en el desierto. Has sido rebelde contra el SEÑOR desde el día que saliste de Egipto hasta que llegaste a este lugar. 8 Ustedes hicieron enojar al SEÑOR en el monte Horeb y el SEÑOR se enojó tanto que estuvo a punto de destruirlos. 9 Cuando subí al monte a recibir las tablas del pacto que el SEÑOR hizo contigo, me quedé en el monte durante 40 días y 40 noches, sin comer ni beber nada. 10 El SEÑOR me dio dos tablas de piedra en la que Dios había escrito con su dedo. Tenían las palabras exactas que el SEÑOR te había dicho en el monte desde el fuego, el día de la reunión.


11 Al final de los 40 días y 40 noches, el SEÑOR me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto. 12 El SEÑOR me dijo: «Levántate y baja rápidamente de aquí, porque tu gente, a la que guiaste para que salieran de Egipto, se ha corrompido. Ellos se han apartado bien pronto de lo que les ordené hacer y han hecho un ídolo de metal para sí mismos».


13 Luego el SEÑOR me dijo: «He observado a esta gente, y efectivamente, son tercos. 14 Hazte a un lado, que voy a exterminarlos, nadie se acordará de ellos y haré de ti una nación más fuerte y más numerosa que la de ellos».

El becerro de oro


15 Entonces volví y bajé del monte que estaba ardiendo en fuego. Las dos tablas del pacto estaban en mis manos. 16 Luego miré y vi que ustedes habían pecado contra el SEÑOR su Dios. Se habían hecho un ídolo de metal en forma de becerro; se habían apartado rápidamente de lo que el SEÑOR les había mandado. 17 Entonces tomé las tablas y con mis propias manos las arrojé y las despedacé, como ustedes vieron. 18 Luego, como hice antes, me arrodillé delante del SEÑOR por 40 días y 40 noches, durante los cuales no comí ni bebí nada. Hice esto debido a todo el pecado que ustedes habían cometido al hacer lo que le disgusta al SEÑOR y de esa forma provocaron su enojo. 19 Yo tenía miedo de la ira y enojo del SEÑOR, él estaba tan enojado que iba a destruirlos, pero el SEÑOR también me escuchó esta vez. 20 El SEÑOR estaba tan enojado con Aarón como para acabar con él, pero esa vez también oré por Aarón. 21 Luego tomé ese objeto horrible que ustedes habían hecho, el becerro, y lo quemé en el fuego, lo rompí en pedazos y lo molí hasta que quedó hecho polvo. Luego tiré ese polvo al arroyo que bajaba del monte.


22 También ustedes hicieron enojar al SEÑOR en Taberá, Masá y Quibrot Hatavá. 23 Cuando el SEÑOR los envió desde Cades Barnea y les dijo: «Suban y ocupen la tierra que les estoy dando», ustedes se rebelaron en contra del mandato del SEÑOR su Dios. No creyeron en él y no le obedecieron. 24 Ustedes han sido rebeldes contra el SEÑOR desde el primer día que los conocí.


25 Cuando me arrodillé delante del SEÑOR durante esos 40 días y 40 noches, porque el SEÑOR había dicho que los iba a destruir, 26 oré al SEÑOR y le dije: «Oh Señor DIOS, no destruyas a tu pueblo que liberaste gracias a tu gran poder y sacaste de Egipto gracias a tu fuerza. 27 Acuérdate de tus siervos Abraham, Isaac y Jacob. No pongas atención a la terquedad, la maldad y el pecado de esta gente. 28 Si los destruyes, los egipcios dirán: Puesto que el SEÑOR no tenía poder para llevarlos a la tierra que les había prometido, y como los ha rechazado, los llevó para matarlos en el desierto. 29 Es que ellos son tu pueblo, al que liberaste por tu gran fuerza y poder».

Nuevas tablas de piedra

(Éx 34:1-10)


10 En aquel tiempo el SEÑOR me dijo: «Corta dos tablas de piedra como las primeras y sube al monte para encontrarte conmigo. Haz también una caja de madera. 2 Yo escribiré en las tablas los mandamientos que estaban en las primeras tablas que rompiste y tú las pondrás en la caja».


3 Entonces hice una caja de madera de acacia y corté dos tablas de piedra como las primeras. Luego subí al monte con las dos tablas en mis manos. 4 Entonces el SEÑOR escribió en las tablas las mismas palabras que había escrito antes, los Diez Mandamientos que el SEÑOR les había dado en el monte desde el fuego, el día que se reunieron allí. Luego me dio las tablas. 5 Entonces bajé del monte y puse las tablas en la caja que había hecho, tal como el SEÑOR me ordenó, y allí permanecen todavía.


6 El pueblo de Israel viajó desde los manantiales de los yacanitas hasta Moserá, donde Aarón murió y fue enterrado. Su hijo Eleazar fue su sucesor en el sacerdocio. 7 Desde allí marcharon a Gudgoda y de allí a Jotbata, un lugar con muchos arroyos. 8 En aquel tiempo el SEÑOR separó la tribu de Leví para cargar el cofre del pacto del SEÑOR, para presentarse ante el SEÑOR y servirle, y para bendecir a la gente en el nombre del SEÑOR, como lo han hecho hasta hoy. 9 Debido a esto, la tribu de Leví no tendrá su propia porción de tierra como las otras tribus. El SEÑOR es la herencia de Leví, tal como el SEÑOR su Dios les prometió.


10 Me quedé en el monte por 40 días y 40 noches, como la primera vez, y el SEÑOR me escuchó de nuevo y como no quiso destruirlos a ustedes, 11 el SEÑOR me dijo: «Levántate, ve y ponte al frente del pueblo para que entren y posean la tierra que prometí darles a sus antepasados».

Lo que el Señor pide de ti


12 Y ahora, Israel, ¿qué es lo que te pide el SEÑOR tu Dios? Solamente que respetes al SEÑOR tu Dios, que vivas como él dice, que lo ames y que sirvas al SEÑOR tu Dios de todo corazón y con toda el alma; 13 y que cumplas todos los mandamientos del SEÑOR y las leyes que hoy te doy para tu propio bien.


14 Mira, al SEÑOR tu Dios pertenecen los cielos, incluso los cielos más altos, y la tierra y todo lo que hay en ella. 15 Aun así, el SEÑOR sintió amor por tus antepasados. Tú eres descendiente de ellos y tanto te amó que te eligió a ti en lugar de elegir a cualquier otra nación, tal como puede verse hoy.


16 Circunciden su corazón quitándose sus actitudes paganas y dejen de ser tercos, 17 porque el SEÑOR tu Dios es el Dios de todos los dioses y el Señor de todos los señores. Él es grande, poderoso y terrible. Él no tiene favoritismos ni acepta sobornos. 18 Él se encarga de hacer justicia a las viudas y a los huérfanos. Él ama al inmigrante que habita contigo y le da comida y ropa. 19 Entonces tú también debes amar al inmigrante, porque fuiste inmigrante en la tierra de Egipto.


20 Obedece al SEÑOR tu Dios. Sírvele, sé fiel a él y haz promesas en su nombre. 21 Alábalo sólo a él, él es tu Dios. Él hizo por ti esos milagros grandes y temibles que has visto con tus propios ojos. 22 Tus antepasados eran sólo 70 cuando se fueron a Egipto y ahora el SEÑOR tu Dios los ha hecho tan numerosos como las estrellas del cielo.

DAB Español, Domingo 28 de Abril

Día 119, DAB Español, Domingo 28 de Abril Jueces 8:17-9:21; Lucas 23:44-24:12; Salmos 99; Proverbios 14:9-10 (Traducción en lenguaje actual ...