Wednesday, March 13, 2024

DAB Español, Jueves 14 de Marzo

Día 074, DAB Español, Jueves 14 de Marzo


Números 21:1-22:20; Lucas 1:26-56; Salmos 57; Proverbios 11:9-11 (Nueva Versión Internacional (NVI))







Números 19-20

Nueva Versión Internacional

Purificación de los impuros


19 El Señor dijo a Moisés y a Aarón: 2 «El siguiente estatuto forma parte de la ley que yo, el Señor, he promulgado: Los israelitas traerán una vaca de piel rojiza, sin defecto, y que nunca haya llevado yugo. 3 La entregarán al sacerdote Eleazar, quien ordenará que la saquen fuera del campamento y que en su presencia la degüellen. 4 Después el sacerdote Eleazar mojará el dedo en la sangre y rociará siete veces en dirección a la Tienda de reunión. 5 Hará también que la vaca sea incinerada en su presencia. Se quemará la piel, la carne y la sangre, junto con el excremento. 6 Luego el sacerdote tomará ramas de cedro y de hisopo, y un paño escarlata, y lo echará al fuego donde se incinere la vaca. 7 Finalmente, el sacerdote lavará sus vestidos y se bañará. Después de eso podrá volver al campamento, pero quedará impuro hasta el anochecer. 8 El que incinere la vaca lavará también sus vestidos y se bañará, y quedará impuro hasta el anochecer.


9 »Un hombre ritualmente puro recogerá las cenizas de la vaca y las llevará a un lugar puro fuera del campamento. Allí se depositarán las cenizas para que la comunidad israelita las use como sacrificio por el perdón, junto con el agua de purificación. 10 El que recoja las cenizas de la vaca lavará también sus vestidos y quedará impuro hasta el anochecer. Este será un estatuto perpetuo para los israelitas y para los extranjeros que vivan entre ellos.

El uso del agua de la purificación


11 »Quien toque el cadáver de alguna persona, quedará impuro durante siete días. 12 Para purificarse, los días tercero y séptimo usará el agua de la purificación y así quedará puro. Pero si no se purifica durante esos días, quedará impuro. 13 Quien toque el cadáver de alguna persona, y no se purifique, contamina el santuario del Señor. Tal persona será eliminada de Israel, pues habrá quedado impura por no haber sido rociada con las aguas de purificación.


14 »Esta es la ley que se aplicará cuando alguien muera en alguna de las tiendas: Todo el que entre en la tienda, y todo el que[a] se encuentre en ella, quedará impuro siete días. 15 Toda vasija que no haya estado bien tapada también quedará impura.


16 »Quien al pasar por un campo toque el cadáver de alguien que haya muerto en batalla o de muerte natural, o toque huesos humanos o un sepulcro, quedará impuro siete días.


17 »Para purificar a la persona que quedó impura, en una vasija se pondrá un poco de la ceniza del sacrificio por el perdón y se le echará agua fresca. 18 Después de eso, alguien ritualmente puro tomará una rama de hisopo, lo mojará en el agua, y rociará la tienda y todos sus utensilios, y a todos los que estén allí. También se rociará al que haya tocado los huesos humanos, el cadáver de alguien que haya sido asesinado o que haya muerto de muerte natural, o el sepulcro. 19 El hombre ritualmente puro rociará a la persona impura los días tercero y séptimo. Al séptimo día, purificará a la persona impura, la cual lavará sus vestidos y se bañará. Así quedará purificada al anochecer. 20 Pero si la persona impura no se purifica, será eliminada de la comunidad por haber contaminado el santuario del Señor. Tal persona habrá quedado impura por no haber sido rociada con las aguas de purificación. 21 Este es un estatuto perpetuo para Israel.


»El que rocía con las aguas de purificación también lavará sus vestidos, y quien toque el agua de purificación quedará impuro hasta el anochecer. 22 Todo lo que el impuro toque quedará impuro y quien lo toque a él también quedará impuro hasta el anochecer».

El agua de la roca


20 Toda la comunidad israelita llegó al desierto de Zin el mes primero y acampó en Cades. Fue allí donde Miriam murió y fue sepultada.


2 Como hubo una gran escasez de agua, los israelitas se amotinaron contra Moisés y Aarón, 3 y le reclamaron a Moisés: «¡Ojalá también hubiéramos muerto cuando nuestros hermanos cayeron muertos en presencia del Señor! 4 ¿No somos acaso la asamblea del Señor? ¿Para qué nos trajiste a este desierto a morir con nuestro ganado? 5 ¿Para qué nos sacaste de Egipto y nos metiste en este horrible lugar? Aquí no hay semillas, ni higueras, ni viñas, ni granados, ¡y ni siquiera hay agua para beber!».


6 Moisés y Aarón se apartaron de la asamblea y fueron a la entrada de la Tienda de reunión, donde se postraron rostro en tierra. Entonces la gloria del Señor se manifestó ante ellos, 7 y el Señor dijo a Moisés: 8 «Toma la vara y reúne a la asamblea. En presencia de esta, tú y tu hermano ordenarán a la roca que dé agua. Así harán que de ella brote agua, y darán de beber a la asamblea y a su ganado».


9 Tal como el Señor se lo había ordenado, Moisés tomó la vara que estaba ante el Señor. 10 Luego Moisés y Aarón reunieron a la asamblea frente a la roca, y Moisés dijo: «¡Escuchen, rebeldes! ¿Acaso tenemos que sacarles agua de esta roca?». 11 Dicho esto, levantó la mano y dos veces golpeó la roca con la vara, y brotó agua en abundancia, de la cual bebieron la asamblea y su ganado.


12 El Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Por no haber confiado en mí ni haber reconocido mi santidad en presencia de los israelitas, no serán ustedes los que lleven a esta comunidad a la tierra que les he dado».


13 A estas aguas se les conoce como la fuente de Meribá,[b] porque fue allí donde los israelitas discutieron con el Señor, y donde él manifestó su santidad.

Edom niega el paso a Israel


14 Desde Cades, Moisés envió emisarios al rey de Edom, con este mensaje:


«Así dice tu hermano Israel: Tú conoces bien todas las dificultades que hemos encontrado. 15 Sabes que nuestros antepasados fueron a Egipto, donde durante muchos años vivimos, y que los egipcios nos maltrataron a nosotros y a nuestros antepasados. 16 También sabes que clamamos al Señor, y que él escuchó nuestra súplica y nos envió a un ángel que nos sacó de Egipto.


»Ya estamos en Cades, población que está en las inmediaciones de tu territorio. 17 Solo te pedimos que nos dejes cruzar por tus dominios. Te prometo que no entraremos en ningún campo ni viña; tampoco beberemos agua de ningún pozo. Nos limitaremos a pasar por el camino real, sin apartarnos de él para nada, hasta que salgamos de tu territorio».


18 Pero el rey de Edom mandó a decir:


«No crucen por mis dominios; de lo contrario, saldré con mi ejército y los atacaré».


19 Los israelitas insistieron:


«Solo pasaremos por el camino principal y, si nosotros o nuestro ganado llegamos a beber agua de tus pozos, te lo pagaremos. Lo único que pedimos es que nos permitas pasar por él».


20 Pero el rey fue tajante en su respuesta:


«¡Por aquí no pasarán!».


Y salió contra ellos con un poderoso ejército, 21 resuelto a no dejarlos cruzar por su territorio. Así que los israelitas se vieron obligados a ir por otro camino.

Muerte de Aarón


22 Toda la comunidad israelita partió de Cades y llegó al monte Hor, 23 cerca de la frontera de Edom. Allí el Señor dijo a Moisés y a Aarón: 24 «Pronto Aarón partirá de este mundo, de modo que no entrará en la tierra que he dado a los israelitas porque ustedes dos se rebelaron contra la orden que les di en la fuente de Meribá. 25 Así que lleva a Aarón y a su hijo Eleazar al monte Hor. 26 Allí quitarás a Aarón sus vestiduras sacerdotales y se las pondrás a su hijo Eleazar, pues allí Aarón morirá y se reunirá con sus antepasados».


27 Moisés llevó a cabo lo que el Señor le ordenó. A la vista de todo el pueblo, los tres subieron al monte Hor. 28 Moisés le quitó a Aarón las vestiduras sacerdotales y se las puso a Eleazar. Allí, en la cumbre del monte, murió Aarón. Luego Moisés y Eleazar descendieron del monte. 29 Y cuando todo el pueblo se enteró de que Aarón había muerto, lo lloró durante treinta días.

Footnotes


19:14 el que. Alt. lo que.

20:13 En hebreo, Meribá significa altercado.



Lucas 1:1-25

Nueva Versión Internacional

Prólogo


1 Muchos han intentado hacer un relato de las cosas que se han cumplido[a] entre nosotros, 2 tal y como nos las transmitieron los que desde el principio fueron testigos presenciales y servidores de la palabra. 3 Por lo tanto, yo también, excelentísimo Teófilo, habiendo investigado todo esto con esmero desde su origen, he decidido escribírtelo ordenadamente, 4 para que llegues a tener plena seguridad de lo que te enseñaron.

Anuncio del nacimiento de Juan el Bautista


5 En tiempos de Herodes, rey de Judea, hubo un sacerdote llamado Zacarías, miembro del grupo de Abías. Su esposa Elisabet también era descendiente de Aarón. 6 Ambos eran rectos e intachables delante de Dios; obedecían todos los mandamientos y preceptos del Señor. 7 Pero no tenían hijos, porque Elisabet era estéril y los dos eran de edad avanzada.


8 Un día en que Zacarías, por haber llegado el turno de su grupo, oficiaba como sacerdote delante de Dios, 9 le tocó en suerte, según la costumbre del sacerdocio, entrar en el Templo del Señor para quemar incienso. 10 Cuando llegó la hora de ofrecer el incienso, la multitud reunida afuera estaba orando. 11 En esto un ángel del Señor se apareció a Zacarías a la derecha del altar del incienso. 12 Al verlo, Zacarías se asustó y el temor se apoderó de él. 13 El ángel dijo:


—No tengas miedo, Zacarías, pues ha sido escuchada tu oración. Tu esposa Elisabet te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan. 14 Tendrás gozo y alegría y muchos se regocijarán por su nacimiento, 15 porque él será un gran hombre delante del Señor. Jamás tomará vino ni licor y será lleno del Espíritu Santo aun antes de su nacimiento. 16 Hará que muchos israelitas se vuelvan al Señor su Dios. 17 Él irá primero, delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a[b] los padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos. De este modo preparará para el Señor un pueblo bien dispuesto.


18 —¿Cómo podré estar seguro de esto? —preguntó Zacarías al ángel—. Ya soy anciano y mi esposa también es de edad avanzada.


19 —Yo soy Gabriel y estoy a las órdenes de Dios —contestó el ángel—. He sido enviado para hablar contigo y darte estas buenas noticias. 20 Pero como no creíste en mis palabras, las cuales se cumplirán a su debido tiempo, te vas a quedar mudo. No podrás hablar hasta el día en que todo esto suceda.


21 Mientras tanto, el pueblo estaba esperando a Zacarías y les extrañaba que se demorara tanto en el Templo. 22 Cuando por fin salió, no podía hablarles, así que se dieron cuenta de que allí había tenido una visión. Se podía comunicar solo por señas, pues seguía mudo.


23 Cuando terminaron los días de su servicio, regresó a su casa. 24 Poco después, su esposa Elisabet quedó embarazada y se mantuvo recluida por cinco meses. 25 «Esto —decía ella— es obra del Señor, que ahora ha mostrado su bondad al quitarme la vergüenza que yo tenía ante los demás».

Footnotes


1:1 se han cumplido. Alt. se han recibido con convicción.

1:17 reconciliar a. Lit. hacer volver los corazones de; véase Mal 4:6.



Salmos 56

Nueva Versión Internacional

Al director musical. Sígase la tonada de «La paloma en los robles lejanos». Mictam de David, cuando los filisteos lo apresaron en Gat.


56 Ten piedad de mí, oh Dios,

pues hay gente que me persigue.

Todo el día me atacan mis opresores,

2

todo el día me persiguen mis enemigos;

son muchos los arrogantes que me atacan.


3

Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.

4

Confío en Dios y alabo su palabra;

confío en Dios y no siento miedo.

¿Qué puede hacerme un simple mortal?


5

Todo el día tuercen mis palabras;

solo piensan hacerme daño.

6

Conspiran, se mantienen al acecho.

Vigilan todo lo que hago

a la espera de quitarme la vida.

7

¡En tu enojo, Dios mío,

humilla a esos pueblos por sus maldades!

¡De ningún modo los dejes escapar!


8

Toma en cuenta mis lamentos;

registra mi llanto en tu libro.[a]

¿Acaso no lo tienes anotado?

9

Cuando yo te pida ayuda,

mis enemigos retrocederán.

Una cosa sé: ¡Dios está de mi parte!


10

Confío en Dios y alabo su palabra;

confío en el Señor y alabo su palabra;

11

confío en Dios y no siento miedo.

¿Qué puede hacerme un simple mortal?


12

He hecho promesas delante de ti, oh Dios,

y te presentaré mis ofrendas de gratitud.

13

Tú, oh Dios, me has librado de tropiezos,

me has librado de la muerte,

para que siempre, en tu presencia,

camine en la luz de la vida.

Footnotes


56:8 registra mi llanto en tu libro. Lit. pon mis lágrimas en tu odre.



Proverbios 11:8

Nueva Versión Internacional


8

El justo se salva de la calamidad,

pero la desgracia le sobreviene al malvado.

Nueva Versión Internacional (NVI)


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