Día 083, DAB Español, Sábado 23 de Marzo
Números 36:1 - Deuteronomio 1:46; Lucas 5:29-6:11; Salmos 66; Proverbios 11:24-26 (La Biblia de las Américas (LBLA))
Números 36 - Deuteronomio 1
La Biblia de las Américas
Ley del matrimonio de una heredera
36 Y los jefes de las casas paternas de la familia de los hijos de Galaad, hijo de Maquir, hijo de Manasés, de las familias de los hijos de José, se acercaron y hablaron ante Moisés y ante los jefes, las cabezas de las casas paternas de los hijos de Israel. 2 Y dijeron: El Señor ordenó a mi señor dar la tierra por sorteo a los hijos de Israel por heredad, y el Señor ordenó a mi señor dar la heredad de Zelofehad, nuestro hermano, a sus hijas. 3 Pero si ellas se casan con[a] alguno de los hijos de las otras tribus de los hijos de Israel, su heredad será quitada de la herencia de nuestros padres, y será añadida a la heredad de la tribu a la que ellos pertenezcan; y así será quitada de nuestra heredad. 4 Y cuando llegue[b] el jubileo de los hijos de Israel, entonces su heredad será añadida a la heredad de la tribu a la que ellos pertenezcan; así su heredad será quitada de la heredad de la tribu de nuestros padres.
5 Entonces Moisés ordenó a los hijos de Israel, conforme a la palabra[c] del Señor, diciendo: La tribu de los hijos de José tiene razón en lo que dice. 6 Esto es lo que el Señor ha ordenado tocante a las hijas de Zelofehad, diciendo: «Cásense con el que bien les parezca[d]; pero deben casarse dentro de la familia de la tribu de su padre». 7 Así, ninguna heredad de los hijos de Israel será traspasada de tribu a tribu, pues los hijos de Israel retendrán cada uno[e] la heredad de la tribu de sus padres. 8 Y toda hija que entre en posesión de una heredad en alguna de las tribus de los hijos de Israel, se casará con alguno de la familia de la tribu de su padre, a fin de que los hijos de Israel posean cada uno la heredad de sus padres. 9 De esta manera, ninguna heredad será traspasada de una tribu a otra tribu, pues las tribus de los hijos de Israel retendrán cada una[f] su propia heredad.
10 Y las hijas de Zelofehad hicieron tal como el Señor había ordenado a Moisés, 11 pues Maala, Tirsa, Hogla, Milca y Noa, las hijas de Zelofehad, se casaron con los hijos de sus tíos. 12 Se casaron con los de las familias de los hijos de Manasés, hijo de José, y su heredad permaneció[g] con la tribu de la familia de su padre.
13 Estos son los mandamientos y las ordenanzas que el Señor dio[h] a los hijos de Israel por medio[i] de Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó.
Dios ordena a Israel que entre a la Tierra Prometida
1 Estas son las palabras que Moisés habló a todo Israel al otro lado del Jordán, en el desierto, en el Arabá, frente a Suf[j], entre Parán, Tofel, Labán, Hazerot y Dizahab. 2 Hay once días de camino desde Horeb, por el camino del monte Seir, hasta Cades-barnea. 3 Y sucedió que en el año cuarenta, el mes undécimo, el primer día del mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todo lo que el Señor le había ordenado que les diera, 4 después de haber derrotado[k] a Sehón, rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, y a Og, rey de Basán, que habitaba en Astarot y[l] en Edrei. 5 Al otro lado del Jordán, en la tierra de Moab, Moisés comenzó a explicar esta ley, diciendo: 6 El Señor nuestro Dios nos habló en Horeb, diciendo: «Bastante habéis permanecido[m] en este monte. 7 Volveos; partid e id a la región montañosa de los amorreos, y a todos sus vecinos, en el Arabá, en la región montañosa, en el valle[n], en el Neguev[o], y por la costa del mar, la tierra de los cananeos y el Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates. 8 Mirad, he puesto la tierra delante de vosotros; entrad y tomad posesión de la tierra que el Señor juró dar a vuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, a ellos y a su descendencia[p] después de ellos».
Nombramiento de ayudantes para Moisés
9 Y en aquel tiempo os hablé, diciendo: «Yo solo no puedo llevar la carga de todos vosotros. 10 El Señor vuestro Dios os ha multiplicado y he aquí que hoy sois como las estrellas del cielo en multitud. 11 Que el Señor, el Dios de vuestros padres, os multiplique mil veces más de lo que sois y os bendiga, tal como os ha prometido[q]. 12 ¿Cómo puedo yo solo llevar el peso y la carga de vosotros y vuestros litigios? 13 Escoged[r] de entre vuestras tribus hombres sabios, entendidos y expertos, y yo los nombraré como vuestros jefes». 14 Y vosotros me respondisteis, y dijisteis: «Bueno es que se haga lo que has dicho». 15 Entonces tomé a los principales[s] de vuestras tribus, hombres sabios y expertos, y los nombré[t] como dirigentes[u] vuestros, jefes de mil, de[v] cien, de[w] cincuenta, y de[x] diez, y oficiales para vuestras tribus.
16 Y en aquella ocasión mandé a vuestros jueces, diciendo: «Oíd los pleitos entre vuestros hermanos[y], y juzgad justamente entre un hombre y su hermano[z] o el forastero que está con él. 17 No mostraréis parcialidad en el juicio; lo mismo oiréis al pequeño que al grande. No tendréis temor del[aa] hombre, porque el juicio es de Dios. Y el caso que sea muy difícil para vosotros, me lo traeréis a mí, y yo lo oiré». 18 En aquella misma ocasión os mandé todas las cosas que deberíais hacer.
Misión de los doce espías
19 Partimos de Horeb y pasamos por todo aquel vasto y terrible desierto que visteis, camino de la región montañosa de los amorreos, tal como el Señor nuestro Dios nos había mandado, y llegamos a Cades-barnea. 20 Y os dije: «Habéis llegado a la región montañosa de los amorreos que el Señor nuestro Dios va a darnos. 21 Mira, Israel, el Señor tu Dios ha puesto la tierra delante de ti; sube, toma posesión de ella, como el Señor, el Dios de tus padres, te ha dicho. No temas ni te acobardes». 22 Entonces todos vosotros os acercasteis a mí, y dijisteis: «Enviemos hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra, y nos traigan noticia[ab] del camino por el cual hemos de subir y de las ciudades a las cuales entraremos». 23 Y me agradó el plan[ac], y tomé a doce hombres de entre vosotros, un hombre por cada tribu. 24 Y ellos partieron[ad] y subieron a la región montañosa, y llegaron hasta el valle[ae] de Escol, y reconocieron la tierra[af]. 25 Tomaron en sus manos del fruto de la tierra y nos lo trajeron; y nos dieron[ag] un informe, diciendo[ah]: «Es una tierra buena que el Señor nuestro Dios nos da».
26 Sin embargo, no quisisteis subir, y os rebelasteis contra el mandato[ai] del Señor vuestro Dios. 27 Y murmurasteis en vuestras tiendas, diciendo[aj]: «Porque el Señor nos aborrece, nos ha sacado de la tierra de Egipto para entregarnos en manos de los amorreos y destruirnos. 28 ¿Adónde subiremos? Nuestros hermanos nos han atemorizado[ak], diciendo: “El pueblo es más grande y más alto que nosotros; las ciudades son grandes y fortificadas hasta el cielo. Y además vimos allí a los hijos de Anac”». 29 Entonces yo os dije: «No temáis ni les tengáis miedo. 30 El Señor vuestro Dios, que va delante de vosotros, Él peleará por vosotros, así como lo[al] hizo delante de vuestros ojos en Egipto, 31 y en el desierto, donde has visto cómo el Señor tu Dios te llevó, como un hombre lleva a su hijo, por todo el camino que habéis andado hasta llegar a este lugar». 32 Pero con todo esto[am], no confiasteis en el Señor vuestro Dios, 33 que iba delante de vosotros en el camino para buscaros lugar dónde acampar, con fuego de noche y nube de día, para mostraros el camino por donde debíais andar.
El castigo de Dios
34 Entonces oyó el Señor la voz de vuestras palabras, y se enojó y juró, diciendo: 35 «Ninguno de estos hombres, esta generación perversa, verá la buena tierra que juré dar a vuestros padres, 36 excepto Caleb, hijo de Jefone; él la verá, y a él y a sus hijos daré la tierra que ha pisado, pues él ha seguido fielmente al Señor». 37 El Señor se enojó también contra mí por causa vuestra, diciendo: «Tampoco tú entrarás allá. 38 Josué, hijo de Nun, que está delante de ti, él entrará allá; anímale, porque él hará que Israel la posea. 39 Y vuestros pequeños, que dijisteis que vendrían a ser presa, y vuestros hijos, que hoy no tienen conocimiento del bien ni del mal, entrarán allá, y a ellos yo la daré, y ellos la poseerán. 40 Pero vosotros, volveos y partid hacia el desierto por el camino del mar Rojo[an]».
41 Entonces respondisteis y me dijisteis: «Hemos pecado contra el Señor; nosotros subiremos y pelearemos tal como el Señor nuestro Dios nos ha mandado». Y cada uno de vosotros se ciñó sus armas de guerra, y pensasteis que era fácil subir a la región montañosa. 42 Pero el Señor me dijo: «Diles: “No subáis, ni peleéis, pues yo no estoy entre vosotros; para que no seáis derrotados por[ao] vuestros enemigos”». 43 Y os hablé, pero no quisisteis escuchar. Al contrario, os rebelasteis contra el mandamiento[ap] del Señor, y obrasteis con presunción, y subisteis a la región montañosa. 44 Y los amorreos que moraban en aquella región montañosa salieron contra vosotros, y os persiguieron como lo hacen las abejas, y os derrotaron[aq] desde Seir hasta Horma. 45 Entonces volvisteis y llorasteis delante del Señor, pero el Señor no escuchó vuestra voz, ni os prestó oído. 46 Por eso permanecisteis en Cades muchos días, los días[ar] que pasasteis allí.
Footnotes
Números 36:3 Lit., vienen a ser mujeres de, y así en el resto del cap.
Números 36:4 Lit., sea
Números 36:5 Lit., boca
Números 36:6 Lit., el que sea bueno a sus ojos
Números 36:7 Lit., se aferrarán cada uno a
Números 36:9 Lit., se aferrarán cada una a
Números 36:12 Lit., fue
Números 36:13 Lit., ordenó
Números 36:13 Lit., mano
Deuteronomio 1:1 Posiblemente, el mar Rojo
Deuteronomio 1:4 Lit., herido
Deuteronomio 1:4 Así en algunas versiones antiguas; el T.M. no incluye, y
Deuteronomio 1:6 Lit., morado
Deuteronomio 1:7 Heb., Sefela
Deuteronomio 1:7 I.e., región del sur
Deuteronomio 1:8 Lit., simiente
Deuteronomio 1:11 Lit., hablado
Deuteronomio 1:13 Lit., Daos
Deuteronomio 1:15 Lit., cabezas
Deuteronomio 1:15 Lit., di
Deuteronomio 1:15 Lit., cabezas
Deuteronomio 1:15 Lit., jefes de
Deuteronomio 1:15 Lit., jefes de
Deuteronomio 1:15 Lit., jefes de
Deuteronomio 1:16 O, conciudadano(s)
Deuteronomio 1:16 O, conciudadano(s)
Deuteronomio 1:17 Lit., a causa del
Deuteronomio 1:22 Lit., palabra
Deuteronomio 1:23 Lit., la palabra
Deuteronomio 1:24 Lit., Y se volvieron
Deuteronomio 1:24 O, torrente
Deuteronomio 1:24 Lit., y la exploraron
Deuteronomio 1:25 Lit., trajeron
Deuteronomio 1:25 Lit., y dijeron
Deuteronomio 1:26 Lit., la boca
Deuteronomio 1:27 Lit., y dijisteis
Deuteronomio 1:28 Lit., han atemorizado nuestro corazón
Deuteronomio 1:30 Lit., conforme a todo lo que
Deuteronomio 1:32 Lit., en este asunto
Deuteronomio 1:40 Lit., mar de Cañas
Deuteronomio 1:42 Lit., heridos delante de
Deuteronomio 1:43 Lit., la boca
Deuteronomio 1:44 Lit., despedazaron
Deuteronomio 1:46 Lit., como los días
Lucas 5:29-6:11
La Biblia de las Américas
29 Y Leví le ofreció un gran banquete en su casa; y había un grupo grande de recaudadores de impuestos y de otros que estaban sentados[a] a la mesa con ellos. 30 Y los fariseos y sus escribas se quejaban a los discípulos de Jesús[b], diciendo: ¿Por qué coméis y bebéis con los recaudadores de impuestos y con los pecadores? 31 Respondiendo Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. 32 No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento.
Pregunta sobre el ayuno
33 Y ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los fariseos también hacen lo mismo, pero los tuyos comen y beben. 34 Entonces Jesús les dijo: ¿Acaso podéis hacer que los acompañantes del novio[c] ayunen mientras el novio está con ellos? 35 Pero vendrán días cuando[d] el novio les será quitado, entonces ayunarán en aquellos días. 36 También les dijo una parábola: Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; porque entonces[e] romperá el nuevo, y el pedazo del nuevo no armonizará con el viejo. 37 Y nadie echa vino nuevo en odres[f] viejos, porque entonces[g] el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán, 38 sino que el vino nuevo debe echarse en odres nuevos[h]. 39 Y nadie, después de beber vino añejo, desea vino nuevo, porque dice: «El añejo es mejor[i]».
Jesús, Señor del día de reposo
6 Y aconteció que un día de reposo[j] Jesús[k] pasaba por unos sembrados, y sus discípulos arrancaban y comían espigas, restregándolas entre las manos. 2 Pero algunos de los fariseos dijeron: ¿Por qué hacéis lo que no es lícito en el día de reposo? 3 Respondiéndoles Jesús, dijo: ¿Ni siquiera habéis leído lo que hizo David cuando tuvo hambre, él y los que con él estaban; 4 cómo entró en la casa de Dios, y tomó y comió los panes consagrados[l], que a nadie es lícito comer sino solo a los sacerdotes, y dio también a sus compañeros? 5 Y les decía: El Hijo del Hombre es Señor del día de reposo.
Jesús sana al hombre de la mano seca
6 Y[m] en otro día de reposo entró en la sinagoga y enseñaba; y había allí un hombre que tenía la[n] mano derecha seca[o]. 7 Y los escribas y los fariseos observaban atentamente a Jesús[p] para ver si sanaba en el día de reposo, a fin de encontrar de qué acusarle. 8 Pero Él sabía lo que ellos estaban pensando[q], y dijo al hombre que tenía la mano seca[r]: Levántate y ven acá[s]. Y él, levantándose, se le acercó[t]. 9 Entonces Jesús les dijo: Yo os pregunto: ¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla? 10 Y después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre[u]: Extiende tu mano. Y él lo hizo así, y su mano quedó sana[v]. 11 Pero ellos se llenaron de ira[w], y discutían entre sí qué podrían hacerle a Jesús.
Footnotes
Lucas 5:29 Lit., recostados
Lucas 5:30 Lit., El
Lucas 5:34 Lit., hijos del tálamo
Lucas 5:35 Lit., y cuando
Lucas 5:36 Lit., ya que si no
Lucas 5:37 I.e., cueros usados como recipientes
Lucas 5:37 Lit., ya que si no
Lucas 5:38 Algunos mss. agregan: y ambos se conservan
Lucas 5:39 Lit., bueno o agradable
Lucas 6:1 Muchos mss. dicen: El segundo primer día de reposo
Lucas 6:1 Lit., El
Lucas 6:4 Lit., los panes de la proposición
Lucas 6:6 Lit., Y sucedió que
Lucas 6:6 Lit., y estaba su
Lucas 6:6 O, enjuta, o, paralizada
Lucas 6:7 Lit., El
Lucas 6:8 Lit., sus pensamientos
Lucas 6:8 O, enjuta, o, paralizada
Lucas 6:8 Lit., ponte en medio
Lucas 6:8 Lit., se puso en pie
Lucas 6:10 Lit., le dijo
Lucas 6:10 Lit., restaurada
Lucas 6:11 Lit., insensatez
Salmos 66
La Biblia de las Américas
Himno a Dios por su poderosa liberación
Para el director del coro. Cántico. Salmo.
66 Aclamad con júbilo a Dios, toda la tierra;
2
cantad la gloria de su nombre;
haced gloriosa su alabanza.
3
Decid a Dios: ¡Cuán portentosas son tus obras!
Por la grandeza de tu poder, tus enemigos fingirán obedecerte[a].
4
Toda la tierra te adorará,
y cantará alabanzas a ti,
cantará alabanzas a tu nombre. (Selah[b])
5
Venid y ved las obras de Dios,
admirable[c] en sus hechos a favor de los hijos de los hombres.
6
Convirtió el mar en tierra seca;
cruzaron el río a pie;
regocijémonos allí en Él.
7
Él domina con su poder para siempre;
sus ojos velan sobre las naciones;
no se enaltezcan los rebeldes. (Selah)
8
Bendecid, oh pueblos, a nuestro Dios,
y haced oír la voz de su alabanza.
9
Él es quien nos guarda con vida[d],
y no permite que nuestros pies resbalen[e].
10
Porque tú nos has probado, oh Dios;
nos has refinado como se refina la plata.
11
Nos metiste en la red;
carga pesada pusiste sobre nuestros lomos.
12
Hiciste cabalgar hombres sobre nuestras cabezas;
pasamos por el fuego y por el agua,
pero tú nos sacaste a un lugar de abundancia.
13
Entraré en tu casa con holocaustos;
a ti cumpliré mis votos,
14
los que pronunciaron mis labios
y habló mi boca cuando yo estaba en angustia.
15
Te ofreceré holocaustos de animales engordados,
con sahumerio[f] de carneros;
haré una ofrenda de toros[g] y machos cabríos. (Selah)
16
Venid y oíd, todos los que a Dios teméis[h],
y contaré lo que Él ha hecho por mi alma.
17
Con mi boca clamé a Él,
y ensalzado fue con[i] mi lengua.
18
Si observo iniquidad en mi corazón,
el Señor no me escuchará[j].
19
Pero ciertamente Dios me ha oído;
Él atendió a la voz de mi oración.
20
Bendito sea Dios,
que no ha desechado mi oración,
ni apartado de mí su misericordia.
Footnotes
Salmos 66:3 Lit., te engañarán
Salmos 66:4 Posiblemente, Pausa, Crescendo, o Interludio
Salmos 66:5 O, asombroso
Salmos 66:9 Lit., El que pone nuestra alma en vida
Salmos 66:9 O, tropiecen
Salmos 66:15 I.e., el humo de la ofrenda
Salmos 66:15 O, ganado
Salmos 66:16 O, reverenciáis
Salmos 66:17 O, y la alabanza estaba debajo de
Salmos 66:18 O, Si hubiera observado...no me habría escuchado
Proverbios 11:24-26
La Biblia de las Américas
24
Hay quien reparte, y le es añadido más,
y hay quien retiene lo que es justo, solo para venir a menos.
25
El alma generosa[a] será prosperada[b],
y el que riega será también regado.
26
Al que retiene el grano, el pueblo lo maldecirá,
pero habrá bendición sobre la cabeza del que lo vende.
Footnotes
Proverbios 11:25 Lit., de bendición
Proverbios 11:25 Lit., engordada
La Biblia de las Américas (LBLA)
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