Thursday, March 28, 2024

DAB Español, Viernes 29 de Marzo

Día 089, DAB Español, Viernes 29 de Marzo


Deuteronomio 11:1-12:32; Lucas 8:22-39; Salmos 70; Proverbios 12:4 (Palabra de Dios para Todos (PDT))








Deuteronomio 11-12

Palabra de Dios para Todos

Tengan presente al Señor


11 Amen pues al SEÑOR su Dios y obedezcan siempre sus órdenes, normas, leyes y mandamientos. 2 Recuerden hoy que no fueron sus hijos, sino ustedes, quienes conocieron y experimentaron la corrección del SEÑOR su Dios, su grandeza, su gran poder y su fuerza, 3 sus señales y las obras que hizo en Egipto contra el faraón y contra toda su tierra. 4 Vieron lo que les hizo al ejército de Egipto, a sus caballos y carros de combate. Ustedes vieron cómo él hizo que el agua del mar Rojo los ahogara hasta acabar completamente con ellos, cuando los estaban persiguiendo a ustedes. El SEÑOR los destruyó y hasta el día de hoy no se han recuperado. 5 Vieron lo que hizo por ustedes en el desierto hasta que llegaron a este lugar, 6 y lo que les hizo a Datán y Abirán, los hijos de Eliab el rubenita. En medio de Israel ustedes vieron cómo la tierra se abrió y se los tragó a ellos, a sus familias, a sus carpas y a todo ser viviente que los seguía. 7 En realidad fueron ustedes mismos los que vieron cada gran acto que el SEÑOR hizo.


8 Obedezcan entonces todos los mandamientos que hoy les doy, para que se fortalezcan y entren a tomar posesión de la tierra que van a ocupar. 9 Así podrán vivir mucho tiempo en la tierra que el SEÑOR prometió darles a sus antepasados y a sus descendientes, una tierra que rebosa de leche y de miel. 10 Porque la tierra que van a tomar en posesión no es como la tierra que dejaron en Egipto. Allí ustedes plantaban su semilla y la regaban con su propio esfuerzo[a] como en un huerto. 11 La tierra a la que vas a cruzar para tomarla en posesión es una tierra de montañas y valles, regada por la lluvia del cielo. 12 Es una tierra que el SEÑOR tu Dios cuida permanentemente. El SEÑOR tu Dios la vigila con sus propios ojos, de principio a fin del año.


13 Si ustedes obedecen cuidadosamente mis mandamientos que hoy les doy, amando al SEÑOR su Dios y sirviéndole de todo corazón y con toda el alma, 14 entonces yo les daré lluvia para su tierra en el momento adecuado, la lluvia de otoño y la lluvia de primavera, y reunirás tu grano, tu vino nuevo y tu aceite. 15 También te daré pasto en tus campos para tu ganado, y tendrás mucho alimento.


16 Sean cuidadosos de no dejar que su corazón sea seducido. No se pongan en contra mía sirviendo a otros dioses y ni se arrodillen ante ellos, 17 porque el SEÑOR se enojará con ustedes y cerrará el cielo y no habrá lluvia; la tierra no dará sus frutos y ustedes pronto morirán en la tierra buena que el SEÑOR les da. 18 Por tanto, tengan siempre presentes mis mandamientos y átenlos en sus manos como recordatorio y llévenlos en sus frentes como una marca. 19 Enséñenselos a sus hijos, háblenles de ellos cuando estén en casa, en el camino, cuando se acuesten y cuando se levanten. 20 Escríbanlos en las puertas de su casa y en las entradas de sus ciudades. 21 Hagan todo esto para que ustedes y sus hijos vivan mucho tiempo en la tierra que el SEÑOR les prometió darles a sus antepasados, mientras estén los cielos sobre la tierra.


22 Si ustedes obedecen fielmente todos estos mandamientos que yo les mando cumplir, si aman al SEÑOR, viviendo como él dice y se mantienen leales a él, 23 entonces el SEÑOR echará a todas las naciones delante de ustedes y podrán expulsar a naciones más grandes y poderosas que ustedes. 24 Su territorio se extenderá desde el desierto en el sur hasta el Líbano en el norte; desde el río Éufrates en el oriente hasta el mar occidental. 25 Nadie será capaz de detenerlos. El SEÑOR su Dios hará que la gente les tema en todo lugar por donde vayan, tal como lo prometió.


26 Hoy les estoy dando a escoger entre bendición y maldición. 27 La bendición, si obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios que hoy les ordeno; 28 y la maldición, si no obedecen los mandamientos del SEÑOR su Dios, si dejan de vivir de la manera que hoy les ordeno y si siguen otros dioses que no habían conocido.


29 Cuando el SEÑOR te traiga a la tierra a la que entras para ocuparla, entonces pronunciarás la bendición en el monte Guerizín y la maldición en el monte Ebal. 30 Como sabes, esos montes están al otro lado del río Jordán, hacia el occidente, en la tierra de los cananeos que viven en el valle del Jordán, cerca de la población de Guilgal, al lado de los robles de Moré. 31 Ustedes están por cruzar el río Jordán para entrar y poseer la tierra que el SEÑOR su Dios les da. Cuando entren y vivan allí, 32 deberán obedecer cuidadosamente todas las normas y leyes que hoy les doy.

El lugar de adoración


12 Estas son las normas y leyes que ustedes deben asegurarse de cumplir en la tierra que el SEÑOR, el Dios de sus antepasados, les ha dado para que la posean. Obedézcanlas todos los días de su vida sobre la tierra. 2 Cuando conquisten la tierra, deberán destruir completamente los lugares donde la gente adoraba a sus dioses en las altas montañas y bajo todo árbol perene. 3 Ustedes derrumbarán sus altares, romperán sus piedras memoriales, quemarán sus postes de Aserá y romperán en pedazos sus ídolos, para que sean borrados de ese lugar los nombres de los dioses falsos.


4 Ustedes no adorarán al SEÑOR su Dios de esa manera, 5 sino irán al lugar que el SEÑOR su Dios elija de entre todas sus tribus para establecer ahí su nombre como su casa[b] y puedan ir a adorarle. 6 Deberán llevar a ese lugar sus ofrendas que deben quemarse completamente, sus sacrificios, la décima parte de sus ganancias, sus contribuciones, sus promesas, sus ofrendas voluntarias y las primeras crías de sus animales. 7 Comerán allí en presencia del SEÑOR su Dios y ustedes y sus familiares disfrutarán de todo lo bueno por lo que han trabajado, porque el SEÑOR su Dios los ha bendecido.


8 Cuando llegue ese momento, no deben adorarlo como lo hemos venido haciendo hasta ahora, cada uno haciendo lo que le parece bien. 9 Ustedes todavía no han llegado al sitio de descanso y a la tierra que el SEÑOR su Dios les da, 10 pero pronto cruzarán el río Jordán y vivirán en esa tierra que el SEÑOR su Dios les dará en propiedad. Él les dará descanso de sus enemigos y vivirán seguros. 11 Deben llevar luego todo lo que les ordené al sitio que el SEÑOR elegirá para establecer allí su nombre: sus ofrendas que deben quemarse completamente, sus sacrificios, la décima parte de sus ganancias, animales y cosechas, sus contribuciones y lo mejor de lo que le hayan prometido al SEÑOR. 12 Se regocijarán en presencia del SEÑOR su Dios, ustedes, sus hijos e hijas, sus siervos y los levitas en sus ciudades, porque ellos no tienen territorio entre ustedes. 13 Asegúrense de no ofrecer sus sacrificios que deben quemarse completamente, en cualquier lugar que vean. 14 Ofrézcanlos solamente en el sitio que el SEÑOR elegirá en una de sus tribus y hagan ahí todo esto que les ordeno.


15 Pero puedes sacrificar y comer carne en cualquier sitio en todas tus ciudades, tanto como el SEÑOR te dé. La gente pura o impura podrá comerla como si fuera gacela o venado, 16 pero no consumas la sangre, riégala en el suelo como si fuera agua.


17 No debes comer en tus ciudades ni el diezmo, ni lo prometido a Dios, ni tus ofrendas voluntarias o contribuciones, ya sean de cereal, vino nuevo, aceite o las primeras crías de tus animales. 18 Debes comer eso solamente en presencia del SEÑOR en el lugar que el SEÑOR tu Dios elegirá; comerán tú, tus hijos e hijas, tus siervos y los levitas que estén en tus ciudades. Disfrutarás en presencia del SEÑOR tu Dios de todas las cosas buenas por las que has trabajado. 19 Cuando celebres estas fiestas, no te olvides de compartir con los levitas lo que les corresponde. Haz esto siempre que vivas en la tierra.


20 Cuando el SEÑOR tu Dios aumente tu territorio como te prometió y digas: «Voy a comer carne», porque quieres comer carne, entonces puedes comer toda la carne que quieras. 21 Si el lugar que el SEÑOR tu Dios elige para poner su nombre está lejos de ti, entonces podrás sacrificar parte del ganado y ovejas que el SEÑOR te ha dado como yo te he mandado y podrás comer todo lo que quieras en tus ciudades. 22 Podrás comerla así como comerías la gacela o el venado. Tanto la gente pura como impura pueden comerla. 23 Pero asegúrate de no comer la sangre, porque la vida está en la sangre, así que no comas la vida con la carne. 24 No debes comerla, sino derramarla en el suelo como si fuera agua. 25 No la comerás para que te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque debes hacer lo que el SEÑOR considera correcto.


26 Sin embargo, deberás llevar tus ofrendas sagradas y tus ofrendas prometidas, e ir al lugar que el SEÑOR elegirá. 27 Ofrecerás tus ofrendas que deben quemarse completamente, tanto la carne como la sangre, en el altar del SEÑOR tu Dios. La sangre de tus otros sacrificios deberá ser rociada sobre el altar del SEÑOR tu Dios, pero podrás comer la carne. 28 Sé cuidadoso en obedecer todos estos mandamientos que hoy te doy, para que siempre te vaya bien en todo a ti y a tus descendientes, porque estarás haciendo lo que el SEÑOR tu Dios considera bueno y correcto.


29 El SEÑOR tu Dios destruirá ante ti a las naciones que vas a ocupar y expulsar. Cuando las hayas expulsado y vivas en su tierra, 30 después de que ellos hayan sido destruidos ante ti, sé cuidadoso y no te dejes llevar por la tendencia a imitarlos. Sé cuidadoso y no sigas a sus dioses, diciendo: «Voy a adorar de la misma manera que estas naciones adoraban a sus dioses». 31 No deberás adorar al SEÑOR tu Dios de la misma manera, porque ellos han hecho por sus dioses todo lo malo, lo que el SEÑOR odia, ya que ellos hasta sacrifican a sus hijos e hijas en el fuego en honor a sus dioses.


32 Asegúrate de obedecer todo lo que te mando sin añadir ni quitar nada.

Footnotes


11:10 propio esfuerzo Textualmente pies. Con los pies operaban máquinas (norias) para sacar agua del río.

12:5 como su casa o para hacer que su nombre viva allí.



Lucas 8:22-39

Palabra de Dios para Todos

Jesús calma una tormenta

(Mt 8:23-27; Mr 4:35-41)


22 Un día, Jesús subió a una barca con sus seguidores y les dijo:


—Crucemos al otro lado del lago.


Así que partieron, 23 y mientras iban en la barca, Jesús se quedó dormido. Se desató una tormenta de viento sobre el lago, y la barca estaba en peligro de hundirse. 24 Entonces despertaron a Jesús y le dijeron:


—¡Maestro, Maestro, vamos a ahogarnos!


Jesús se levantó y regañó al viento y a las olas. Entonces cesaron y todo quedó en gran calma. 25 Entonces Jesús les dijo:


—¿Dónde está su fe?


Pero ellos estaban asombrados y asustados y se decían unos a otros:


—¿Quién es este que hasta el viento y las olas obedecen sus órdenes?

Jesús expulsa unos demonios

(Mt 8:28-34; Mr 5:1-20)


26 Entonces navegaron al otro lado del lago a la región donde vivían los gerasenos, frente a Galilea. 27 Cuando Jesús bajó a tierra, se encontró con un hombre que venía del pueblo. El hombre estaba poseído por unos demonios. Hacía mucho tiempo que andaba desnudo y no vivía en ninguna casa, sino entre las tumbas.


28 Cuando el hombre vio a Jesús, cayó ante él, gritando muy fuerte:


—¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te suplico que no me atormentes.


29 Es que Jesús ordenaba al espíritu maligno que saliera del hombre. Muchas veces se había apoderado de él y a veces terminaba en la cárcel encadenado de pies y manos, pero el hombre siempre rompía las cadenas. El demonio lo hacía vagar por lugares solitarios. 30 Entonces Jesús le preguntó:


—¿Cómo te llamas?


Él contestó:


—Legión[a].


Dijo esto porque muchos demonios habían entrado en él. 31 Y ellos le rogaron a Jesús que no les diera orden de irse a la oscuridad eterna[b]. 32 Había muchos cerdos comiendo en el cerro. Los demonios le rogaron a Jesús que los dejara entrar en los cerdos y él los dejó. 33 Entonces los demonios salieron del hombre y entraron en los cerdos. Todos los cerdos se echaron a correr pendiente abajo por el barranco, cayeron en el lago y se ahogaron.


34 Los encargados de cuidar los cerdos vieron lo que había pasado, y salieron huyendo a contarlo en el pueblo y en el campo. 35 La gente salió a ver lo que había pasado. Se acercaron a Jesús y encontraron al hombre del que habían salido los demonios sentado a sus pies, vestido y en su sano juicio. La gente tuvo miedo. 36 Los que vieron lo ocurrido les contaron a los demás cómo había sido sanado el hombre que tenía demonios. 37 Entonces todos los de la región de Gerasa le pidieron a Jesús que se fuera porque estaban llenos de temor. Así que Jesús subió a la barca para regresar a Galilea. 38 El hombre del que habían salido los demonios le rogaba que lo dejara acompañarlo, pero Jesús le dijo que se fuera:


39 —Regresa a tu casa y cuenta todo lo que Dios ha hecho por ti.


De esa forma, el hombre se fue y le contó a todo el pueblo lo mucho que Jesús había hecho por él.

Footnotes


8:30 Legión Una legión era un grupo de soldados romanos compuesto de alrededor de 6000 hombres.

8:31 oscuridad eterna Textualmente el abismo, como un hoyo impenetrable.



Salmos 70

Palabra de Dios para Todos

No tardes en venir

(Sal 40:13-17)

Al director. Canción de David. Para conmemorar.


1

¡Dios mío, apresúrate a rescatarme!

SEÑOR, ven pronto a ayudarme.

2

Que los que buscan destruirme

terminen sintiéndose avergonzados y humillados.

Que los que me desean el mal

se retiren sin lograr nada.

3

Que los que se burlan de mí

retrocedan avergonzados.

4

Pero que los que buscan tu ayuda

encuentren la felicidad.

Que todos los que te aman puedan decir:

«¡Qué grande es Dios!»


5

Dios mío, ven pronto y ayúdame,

que soy pobre y humilde.

SEÑOR, tú eres quien me salva y me protege.

Por favor no tardes en venir.


Proverbios 12:4

Palabra de Dios para Todos


4

La esposa buena es orgullo de su esposo,

pero la mala acaba con él.

Palabra de Dios para Todos (PDT)


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