Sunday, March 10, 2024

DAB Español, Lunes 11 de Marzo

Día 071, DAB Español, Lunes 11 de Marzo


Números 15:17-16:40; Marcos 15:1-47; Salmos 54; Proverbios 11:5-6 (Nueva Versión Internacional (NVI))








Números 15:17-16:40

Nueva Versión Internacional

Ofrenda de los primeros frutos


17 El Señor ordenó a Moisés 18 que dijera a los israelitas: «Cuando entren en la tierra adonde los llevo 19 y coman de lo que ella produce, ofrecerán una contribución al Señor. 20 De la primera horneada, presentarán una torta de harina; la ofrecerán como una contribución de su cosecha. 21 Todos sus descendientes ofrecerán perpetuamente al Señor una contribución de la primera horneada.

Ofrendas por pecados inadvertidos


22 »Podría ocurrir que ustedes pecaran involuntariamente, y que no cumplieran con todos los mandamientos que el Señor entregó a Moisés; 23 es decir, con todos los mandamientos que el Señor dio a ustedes por medio de Moisés, desde el día en que los promulgó para todos sus descendientes. 24 Si el pecado de la comunidad pasa inadvertido, esta ofrecerá un ternero como holocausto de aroma grato al Señor, junto con la ofrenda líquida, la ofrenda de cereal y un macho cabrío como sacrificio por el perdón de pecados, tal como está ordenado. 25 El sacerdote pedirá el perdón en favor de toda la comunidad israelita, y serán perdonados porque fue un pecado inadvertido y porque presentaron al Señor una ofrenda puesta al fuego y un sacrificio por el perdón del pecado inadvertido que cometieron. 26 Toda la comunidad israelita será perdonada, junto con los extranjeros, porque todo el pueblo pecó involuntariamente.


27 »Si es una persona la que peca involuntariamente, deberá presentar, como sacrificio por el perdón, una cabra de un año. 28 El sacerdote pedirá el perdón ante el Señor en favor de la persona que haya pecado involuntariamente. El sacerdote pedirá el perdón y la persona que pecó será perdonada. 29 Una sola ley se aplicará para todo el que peque involuntariamente, tanto para el israelita como para el extranjero residente.


30 »Pero el que peque deliberadamente, sea nativo o extranjero, ofende al Señor. Tal persona será eliminada de la comunidad 31 y cargará con su culpa por haber despreciado la palabra del Señor y quebrantado su mandamiento».

Quebrantamiento del día de reposo


32 Un sábado, durante la estadía de los israelitas en el desierto, un hombre fue sorprendido recogiendo leña. 33 Quienes lo sorprendieron lo llevaron ante Moisés, Aarón y ante toda la comunidad. 34 Al principio solo quedó detenido, porque no estaba claro qué se debía hacer con él. 35 Entonces el Señor dijo a Moisés: «Ese hombre debe morir. Que toda la comunidad lo apedree fuera del campamento». 36 Así que la comunidad lo llevó fuera del campamento y lo apedreó hasta matarlo, tal como el Señor se lo ordenó a Moisés.

Flecos recordatorios


37 El Señor ordenó a Moisés 38 que dijera a los israelitas: «Ustedes y todos sus descendientes deberán confeccionarse flecos y coserlos en los bordes de sus vestidos con hilo de color azul. 39 Estos flecos les ayudarán a recordar que deben cumplir con todos los mandamientos del Señor, y que no deben prostituirse ni dejarse llevar por los impulsos de su corazón ni por los deseos de sus ojos. 40 Tendrán presentes todos mis mandamientos y los pondrán por obra. Así serán para su Dios un pueblo consagrado. 41 Yo soy el Señor su Dios, que los sacó de Egipto para ser su Dios. ¡Yo soy el Señor su Dios!».

La rebelión de Coré, Datán y Abirán


16 Coré, que era hijo de Izar, nieto de Coat y bisnieto de Leví, y los rubenitas Datán y Abirán, hijos de Eliab, y On, hijo de Pélet, 2 se atrevieron a sublevarse contra Moisés, con el apoyo de doscientos cincuenta israelitas. Todos ellos eran personas de renombre y líderes de la comunidad que habían sido nombrados miembros del consejo. 3 Se reunieron para oponerse a Moisés y a Aarón, y les dijeron:


—¡Ustedes han ido ya demasiado lejos! Si toda la comunidad es santa, lo mismo que sus miembros, y el Señor está en medio de ellos, ¿por qué se creen ustedes los dueños de la comunidad del Señor?


4 Cuando Moisés escuchó lo que le decían, cayó rostro en tierra ante ellos, 5 y respondió a Coré y a todo su grupo:


—Mañana el Señor mostrará quién es suyo y quién es santo. Será él quien declare quién es su escogido, y hará que se le acerque. 6 Coré, esto es lo que tú y tu gente harán: tomarán incensarios 7 y mañana les pondrán fuego e incienso en la presencia del Señor. El escogido del Señor será el que sea santo. ¡Son ustedes, hijos de Leví, los que han ido demasiado lejos!


8 Moisés dijo a Coré:


—¡Escúchenme ahora, levitas! 9 ¿Les parece poco que el Dios de Israel los haya separado del resto de la comunidad para que estén cerca de él, ministren en el santuario del Señor y se distingan como servidores de la comunidad? 10 Dios mismo los ha puesto a su lado, a ti y a todos los levitas, ¿y ahora quieren también el sacerdocio? 11 Tú y tu gente se han reunido para oponerse al Señor, porque ¿quién es Aarón para que murmuren contra él?


12 Moisés mandó llamar a Datán y Abirán, hijos de Eliab, pero ellos contestaron:


—¡No iremos! 13 ¿Te parece poco habernos sacado de la tierra donde abundan la leche y la miel, para que ahora quieras matarnos en este desierto y dártelas de gobernante con nosotros? 14 Lo cierto es que tú no has logrado llevarnos a esa tierra donde abundan la leche y la miel; tampoco nos has dado posesión de campos y viñas. Lo único que quieres es seguir engañando[a] a este pueblo. ¡Pues no iremos!


15 Entonces Moisés, sumamente enojado, dijo al Señor:


—No aceptes la ofrenda que te traigan, que yo de ellos no he tomado ni siquiera un asno ni les he hecho ningún daño.


16 A Coré, Moisés le dijo:


—Tú y tu gente y Aarón se presentarán mañana ante el Señor. 17 Cada uno de ustedes se acercará al Señor con su incensario lleno de incienso, es decir, se acercarán con doscientos cincuenta incensarios. También tú y Aarón llevarán los suyos.


18 Así que cada uno, con su incensario lleno de fuego e incienso, se puso de pie a la entrada de la Tienda de reunión, junto con Moisés y Aarón. 19 Cuando Coré hubo reunido a toda su gente en contra de Moisés y Aarón a la entrada de la Tienda de reunión, la gloria del Señor se apareció ante todos ellos. 20 Entonces el Señor dijo a Moisés y a Aarón:


21 —Apártense de esta gente para que yo la consuma de una vez por todas.


22 Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra y exclamaron:


—Oh Dios, Dios de toda la humanidad:[b] un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos?


23 Entonces el Señor dijo a Moisés:


24 —Ordénales que se alejen de las tiendas de Coré, Datán y Abirán.


25 Moisés y los ancianos jefes de Israel fueron adonde estaban Datán y Abirán. 26 Entonces Moisés advirtió a la gente:


—¡Aléjense de las tiendas de estos impíos! No toquen ninguna de sus pertenencias para que ustedes no perezcan por los pecados de ellos.


27 El pueblo se alejó de las tiendas de Coré, Datán y Abirán. Los dos últimos habían salido a la entrada de sus tiendas y estaban allí, de pie, con sus esposas y todos sus hijos.


28 Moisés siguió diciendo:


—Ahora van a saber si el Señor me ha enviado a hacer todas estas cosas o si estoy actuando por mi cuenta. 29 Si estos hombres mueren de muerte natural, como es el destino de todos los hombres, eso querrá decir que el Señor no me ha enviado. 30 Pero si el Señor crea algo nuevo, hace que la tierra se abra y se los trague con todas sus pertenencias, de tal manera que desciendan vivos a los dominios de la muerte;[c] entonces sabrán que estos hombres menospreciaron al Señor.


31 Tan pronto como Moisés terminó de hablar, la tierra se abrió debajo de ellos; 32 se abrió y se los tragó, a ellos y a sus familias, junto con la gente y las posesiones de Coré. 33 Bajaron vivos a los dominios de la muerte, junto con todo lo que tenían, y la tierra se cerró sobre ellos. De este modo fueron eliminados de la comunidad. 34 Al oírlos gritar, todos los israelitas huyeron de allí exclamando:


—¡Corramos, no sea que la tierra nos trague también a nosotros!


35 Y los doscientos cincuenta hombres que ofrecían incienso fueron consumidos por el fuego del Señor.

Los incensarios


36 El Señor dijo a Moisés: 37 «Ya que ahora los incensarios están consagrados a mí, ordena a Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, que los retire del rescoldo y que esparza las brasas. 38 Toma los incensarios de aquellos que pecaron a costa de su vida y haz con ellos láminas para recubrir el altar. Ahora están consagrados porque fueron presentados ante el Señor y serán así una señal para los israelitas».


39 Entonces el sacerdote Eleazar recogió esos incensarios de bronce y con ellos mandó hacer láminas para recubrir el altar. 40 Las láminas quedaron allí, como advertencia a los israelitas, para que ninguno que no fuera descendiente de Aarón ni estuviera autorizado se atreviera a ofrecer incienso ante el Señor; de lo contrario, le sucedería lo mismo que a Coré y su gente, tal como el Señor se lo había advertido por medio de Moisés.

Footnotes


16:14 seguir engañando. Lit. sacarle los ojos.

16:22 toda la humanidad. Lit. los espíritus de toda carne.

16:30 a los dominios de la muerte. Lit. al Seol; también en v. 33.



Marcos 15

Nueva Versión Internacional

Jesús ante Pilato


15 Muy de mañana, los jefes de los sacerdotes, con los líderes religiosos, los maestros de la Ley y el Consejo en pleno, llegaron a una decisión. Ataron a Jesús, se lo llevaron y se lo entregaron a Pilato.


2 —¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó Pilato.


—Tú mismo lo dices —respondió.


3 Los jefes de los sacerdotes se pusieron a acusarlo de muchas cosas.


4 —¿No vas a contestar? —preguntó de nuevo Pilato—. Mira de cuántas cosas te están acusando.


5 Pero Jesús ni aun con eso contestó nada, de modo que Pilato se quedó asombrado.


6 Ahora bien, durante la fiesta él acostumbraba a soltar un preso, el que la gente pidiera. 7 Y resulta que un hombre llamado Barrabás estaba encarcelado con los rebeldes condenados por haber cometido homicidio en una rebelión. 8 Subió la multitud y pidió a Pilato que le concediera lo que acostumbraba.


9 —¿Quieren que suelte al rey de los judíos? —respondió Pilato, 10 porque se daba cuenta de que los jefes de los sacerdotes habían entregado a Jesús por envidia.


11 Pero los jefes de los sacerdotes incitaron a la multitud para que Pilato soltara más bien a Barrabás.


12 —¿Y qué voy a hacer con el que ustedes llaman el rey de los judíos? —preguntó Pilato.


13 —¡Crucifícalo! —gritaron.


14 Pilato les preguntó:


—¿Por qué? ¿Qué crimen ha cometido?


Pero ellos gritaban aún más fuerte:


—¡Crucifícalo!


15 Como quería satisfacer a la multitud, Pilato soltó a Barrabás; a Jesús lo mandó azotar y lo entregó para que lo crucificaran.

Los soldados se burlan de Jesús


16 Los soldados llevaron a Jesús al interior del palacio (es decir, al pretorio) y reunieron a toda la tropa. 17 Le pusieron un manto color púrpura; luego trenzaron una corona de espinas y se la colocaron.


18 —¡Viva el rey de los judíos! —lo aclamaban.


19 Lo golpeaban en la cabeza con una vara y lo escupían. Doblando la rodilla, le rendían homenaje. 20 Después de burlarse de él, le quitaron el manto color púrpura, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para crucificarlo.

La crucifixión


21 A uno que pasaba por allí de vuelta del campo, un tal Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, lo obligaron a llevar la cruz. 22 Condujeron a Jesús al lugar llamado Gólgota, que significa «Lugar de la Calavera». 23 Le dieron vino mezclado con mirra, pero no lo tomó. 24 Y lo crucificaron. Repartieron su ropa, echando suertes para ver qué le tocaría a cada uno.


25 Eran las nueve de la mañana[a] cuando lo crucificaron. 26 Un letrero tenía escrita la causa de su condena:


el rey de los judíos.


27 Con él crucificaron a dos bandidos,[b] uno a su derecha y otro a su izquierda. 28 [c] 29 Los que pasaban meneaban la cabeza y blasfemaban contra él:


—¡Eh! Tú que destruyes el Templo y en tres días lo reconstruyes, 30 ¡baja de la cruz y sálvate a ti mismo!


31 De la misma manera se burlaban de él los jefes de los sacerdotes, junto con los maestros de la Ley.


—Salvó a otros —decían—, ¡pero no puede salvarse a sí mismo! 32 Que baje ahora de la cruz ese Cristo, el rey de Israel, para que veamos y creamos.


También lo insultaban los que estaban crucificados con él.

Muerte de Jesús


33 Desde el mediodía y hasta las tres de la tarde toda la tierra quedó en oscuridad. 34 A las tres de la tarde,[d] Jesús gritó con fuerza:


—Eloi, Eloi, ¿lema sabactani? —que significa “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”.[e]


35 Cuando lo oyeron, algunos de los que estaban cerca dijeron:


—Escuchen, está llamando a Elías.


36 Un hombre corrió, empapó una esponja en vinagre, la puso en una vara y se la ofreció a Jesús para que bebiera.


—Déjenlo, a ver si viene Elías a bajarlo —dijo.


37 Entonces Jesús, lanzando un fuerte grito, expiró.


38 La cortina del santuario del Templo se rasgó en dos, de arriba a abajo. 39 Y el centurión, que estaba frente a Jesús, al ver cómo murió, dijo:


—¡Verdaderamente este hombre era el Hijo de Dios!


40 Algunas mujeres miraban desde lejos. Entre ellas estaban María Magdalena, María la madre de Santiago, el menor, y de José y Salomé. 41 Estas mujeres lo habían seguido y atendido cuando estaba en Galilea. Además, había allí muchas otras que habían subido con él a Jerusalén.

Sepultura de Jesús


42 Era el día de preparación, es decir, la víspera del sábado. Así que al atardecer, 43 José de Arimatea, miembro distinguido del Consejo, que también esperaba el reino de Dios, se atrevió a presentarse ante Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. 44 Pilato, sorprendido de que ya hubiera muerto, llamó al centurión y le preguntó si hacía mucho que[f] había muerto. 45 Una vez informado por el centurión, entregó el cuerpo a José. 46 Entonces José bajó el cuerpo, lo envolvió en una sábana de tela de lino que había comprado y lo puso en un sepulcro cavado en la roca. Luego hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. 47 María Magdalena y María la madre de José vieron dónde lo pusieron.

Footnotes


15:25 Eran … mañana. Lit. Era la hora tercera.

15:27 bandidos. Alt. insurgentes.

15:28 Algunos manuscritos agregan lo siguiente: Así se cumplió la Escritura que dice: «Fue contado entre los malhechores» (Is 53:12; Lc 22:37).

15:33-34 Desde … tarde. Lit. Y llegando la hora sexta vino oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora novena. 34 Y en la hora novena.

15:34 Sal 22:1.

15:44 hacía mucho que. Var. ya.



Salmos 54

Nueva Versión Internacional

Al director musical. Acompáñese con instrumentos de cuerda. Masquil de David, cuando gente de Zif fue a decirle a Saúl: «¿No está David escondido entre nosotros?».


54 ¡Sálvame, oh Dios, por tu nombre!

¡Defiéndeme con tu poder!

2

¡Escucha, oh Dios, mi oración!

¡Presta oído a las palabras de mi boca!


3

Pues gente extraña se levanta contra mí;

gente violenta procura matarme,

sin tener en cuenta a Dios. Selah


4

Pero Dios es mi socorro;

el Señor es quien me sostiene.


5

Hará recaer el mal sobre mis enemigos.

Por tu fidelidad, Señor, ¡destrúyelos!


6

Te presentaré una ofrenda voluntaria

y alabaré tu nombre, Señor, porque es bueno;

7

pues me has librado de todas mis angustias

y mis ojos han visto la derrota de mis enemigos.


Proverbios 11:5-6

Nueva Versión Internacional


5

La justicia endereza el camino de los íntegros,

pero la maldad hace caer a los malvados.


6

La justicia de los íntegros los libra,

pero la codicia atrapa a los traidores.

Nueva Versión Internacional (NVI)


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