Thursday, March 14, 2024

DAB Español, Viernes 15 de Marzo

Día 075, DAB Español, Viernes 15 de Marzo


Números 22:21-23:30; Lucas 1:57-80; Salmos 58; Proverbios 11:12-13 (Nueva Versión Internacional (NVI))








Números 22:21-23:30

Nueva Versión Internacional

Balán y su burra


21 Balán se levantó por la mañana, ensilló su burra y partió con los oficiales de Moab. 22 Mientras iba con ellos, la ira de Dios se encendió y en el camino el ángel del Señor se hizo presente, dispuesto a no dejarlo pasar. Balán iba montado en su burra y sus dos criados lo acompañaban. 23 Cuando la burra vio al ángel del Señor en medio del camino con la espada desenvainada, se apartó del camino y se fue por el campo. Pero Balán la golpeó para hacerla volver al camino.


24 El ángel del Señor se detuvo en un sendero estrecho que estaba entre dos viñas, con cercos de piedra en ambos lados. 25 Cuando la burra vio al ángel del Señor, se arrimó contra la pared, apretando el pie de Balán contra ella. Entonces Balán volvió a pegarle.


26 El ángel del Señor se les adelantó y se detuvo en un lugar más estrecho, donde ya no había hacia dónde ir, ni a derecha ni a izquierda. 27 Cuando la burra vio al ángel del Señor, se echó al suelo con Balán encima. Entonces se encendió la ira de Balán y golpeó a la burra con un palo. 28 Pero el Señor hizo hablar a la burra, y esta dijo a Balán:


—¿Se puede saber qué te he hecho, para que me hayas pegado tres veces?


29 Balán respondió:


—¡Te has venido burlando de mí! Si hubiera tenido una espada en la mano, te habría matado de inmediato.


30 La burra contestó a Balán:


—¿Acaso no soy la burra sobre la que siempre has montado hasta el día de hoy? ¿Alguna vez te hice algo así?


—No —respondió Balán.


31 El Señor abrió los ojos de Balán y este pudo ver en el camino al ángel del Señor empuñando la espada. Entonces, Balán se inclinó y se postró rostro en tierra.


32 El ángel del Señor preguntó:


—¿Por qué golpeaste tres veces a tu burra? ¿No te das cuenta de que vengo dispuesto a no dejarte pasar porque he visto que tus caminos son malos?[a] 33 Cuando la burra me vio, se apartó de mí tres veces. De no haber sido por ella, tú estarías ya muerto y ella seguiría con vida.


34 Balán dijo al ángel del Señor:


—He pecado. No me di cuenta de tu presencia en el camino para cerrarme el paso. Ahora bien, como esto te parece mal, voy a regresar.


35 Pero el ángel del Señor dijo a Balán:


—Ve con esos hombres, pero limítate a decir solo lo que yo te mande.


Y Balán se fue con los oficiales que Balac había enviado.

Balac se encuentra con Balán


36 Cuando Balac se enteró de que Balán venía, salió a recibirlo en una ciudad moabita que está en la frontera del río Arnón. 37 Balac dijo a Balán:


—¿Acaso no te mandé llamar? ¿Por qué no viniste a mí? ¿Crees que no soy capaz de recompensarte?


38 —¡Bueno, ya estoy aquí! —contestó Balán—. Solo que no podré decir nada que Dios no ponga en mi boca.


39 De allí se fueron Balán y Balac a Quiriat Jusot. 40 Balac ofreció en sacrificio vacas y ovejas, y las compartió con Balán y los oficiales que estaban con él. 41 A la mañana siguiente, Balac llevó a Balán a Bamot Baal, desde donde Balán pudo ver parte del campamento israelita.

Primer mensaje de Balán


23 Balán dijo a Balac: «Edifícame siete altares en este lugar, y prepárame siete novillos y siete carneros». 2 Balac hizo lo que Balán le pidió, y juntos ofrecieron un novillo y un carnero en cada altar.


3 Entonces Balán dijo a Balac: «Quédate aquí, al lado de tu holocausto, mientras yo voy a ver si el Señor quiere reunirse conmigo. Luego te comunicaré lo que él me revele». Y se fue a una loma desolada.


4 Dios vino a su encuentro y Balán le dijo:


—He preparado siete altares, y en cada altar he ofrecido un novillo y un carnero.


5 Entonces el Señor puso su palabra en boca de Balán y le dijo:


—Vuelve adonde está Balac y repítele lo que te voy a decir.


6 Balán regresó y encontró a Balac de pie, al lado de su holocausto, en compañía de todos los oficiales de Moab. 7 Y Balán pronunció su mensaje:


«De Aram, de las montañas de Oriente,

me trajo Balac, el rey de Moab.

“Ven —me dijo—, maldice por mí a Jacob;

ven, deséale el mal a Israel”.

8

Pero ¿cómo podré maldecir

a quien Dios no ha maldecido?

¿Cómo podré desearle el mal

a quien el Señor no se lo desea?

9

Desde la cima de las peñas lo veo;

desde las colinas lo contemplo:

es un pueblo que vive apartado,

que no se cuenta entre las naciones.

10

¿Quién puede calcular la descendencia de Jacob,

tan numerosa como el polvo,

o contar siquiera la cuarta parte de Israel?

¡Sea mi muerte como la del justo!

¡Sea mi fin semejante al suyo!».


11 Entonces Balac reclamó a Balán:


—¿Qué me has hecho? Te traje para que maldijeras a mis enemigos, ¡y resulta que no has hecho más que bendecirlos!


12 Pero Balán respondió:


—¿Acaso no debo decir lo que el Señor me pide que diga?

Segundo mensaje de Balán


13 Entonces Balac dijo:


—Por favor, ven conmigo a otro lugar. Desde allí podrás ver solo una parte del pueblo, no a todos ellos, y los maldecirás por mí.


14 Así que lo llevó al campo de Zofín en la cumbre del monte Pisgá. Allí edificó siete altares, y en cada uno de ellos ofreció un novillo y un carnero.


15 Allí Balán dijo a Balac: «Quédate aquí, al lado de tu holocausto, mientras yo voy a reunirme con Dios».


16 El Señor se reunió con Balán y puso en boca de este su palabra. Le dijo: «Vuelve adonde está Balac y repite lo que te voy a decir».


17 Balán se fue adonde estaba Balac y lo encontró de pie, al lado de su holocausto, en compañía de los oficiales de Moab. Balac le preguntó:


—¿Qué dijo el Señor?


18 Entonces Balán pronunció su mensaje:


«Levántate, Balac, y escucha;

óyeme, hijo de Zipor.

19

Dios no es un simple mortal

para mentir y cambiar de parecer.

¿Acaso no cumple lo que promete

ni lleva a cabo lo que dice?

20

Se me ha ordenado bendecir

y, si eso es lo que Dios quiere,

yo no puedo hacer otra cosa.


21

»No se ha visto sufrimiento en el pueblo de Jacob

ni calamidad en Israel.

El Señor su Dios está con ellos;

y entre ellos se le aclama como Rey.

22

Dios los sacó de Egipto

con la fuerza de un toro salvaje.

23

Contra Jacob no hay hechicería que valga,

ni valen las adivinaciones contra Israel.

De Jacob y de Israel se dirá:

“¡Miren lo que Dios ha hecho!”.

24

Un pueblo se alza como leona;

se levanta como león.

No descansará hasta haber devorado su presa

y bebido la sangre de sus víctimas».


25 Balac dijo entonces a Balán:


—¡Si no los vas a maldecir, tampoco los bendigas!


26 Balán respondió:


—¿Acaso no te advertí que yo repetiría todo lo que el Señor me ordenara decir?

Tercer mensaje de Balán


27 Balac dijo a Balán:


—Por favor, ven conmigo, que te llevaré a otro lugar. Tal vez a Dios le parezca bien que los maldigas desde allí.


28 Así que llevó a Balán hasta la cumbre del monte Peor, desde donde puede verse el desierto de Jesimón. 29 Allí Balán le dijo:


—Edifícame siete altares en este lugar, y prepárame siete novillos y siete carneros.


30 Balac hizo lo que Balán pidió y en cada altar ofreció un novillo y un carnero.

Footnotes


22:32 son malos (véanse LXX y Vulgata). Texto de difícil traducción.



Lucas 1:57-80

Nueva Versión Internacional

Nacimiento de Juan el Bautista


57 Cuando se le cumplió el tiempo, Elisabet dio a luz un hijo. 58 Sus vecinos y parientes se enteraron de que el Señor le había mostrado gran misericordia y compartieron su alegría.


59 A los ocho días llevaron a circuncidar al niño. Como querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías, 60 su madre se opuso.


—¡No! —dijo ella—. Tiene que llamarse Juan.


61 —Pero si nadie en tu familia tiene ese nombre —le dijeron.


62 Entonces le hicieron señas a su padre para saber qué nombre quería ponerle al niño. 63 Él pidió una tablilla en la que escribió: «Su nombre es Juan». Y todos quedaron asombrados. 64 Al instante abrió su boca y se desató su lengua, recuperó el habla y comenzó a alabar a Dios. 65 Todos los vecinos se llenaron de temor y por toda la región montañosa de Judea se comentaba lo sucedido. 66 Quienes lo oían se preguntaban: «¿Qué llegará a ser este niño?». Porque el poder del Señor lo acompañaba.

El cántico de Zacarías


67 Entonces su padre Zacarías, lleno del Espíritu Santo, profetizó:


68

«Bendito sea el Señor, Dios de Israel,

porque ha venido a redimir[a] a su pueblo.

69

Nos envió un poderoso Salvador[b]

en la casa de David su siervo

70

(como lo prometió en el pasado por medio de sus santos profetas),

71

para liberarnos de nuestros enemigos

y del poder de todos los que nos aborrecen;

72

para mostrar misericordia a nuestros antepasados

al acordarse de su santo pacto.

73

Así lo juró a Abraham nuestro padre:

74

nos concedió que fuéramos libres del temor

al rescatarnos del poder de nuestros enemigos,

para que le sirviéramos 75 con santidad y justicia,

viviendo en su presencia todos nuestros días.


76

»Y tú, hijito mío, serás llamado profeta del Altísimo,

porque irás delante del Señor para prepararle el camino.

77

Darás a conocer a su pueblo la salvación

mediante el perdón de sus pecados,

78

gracias a la entrañable misericordia de nuestro Dios.

Así nos visitará desde el cielo el sol naciente,

79

para dar luz a los que viven en tinieblas

y en sombra de muerte,

para guiar nuestros pasos por la senda de la paz».


80 El niño crecía y se fortalecía en espíritu; y vivió en el desierto hasta el día en que se presentó públicamente al pueblo de Israel.

Footnotes


1:68 ha venido a redimir. Lit. ha visitado y ha redimido.

1:69 envió un poderoso Salvador. Lit. levantó un cuerno de salvación.



Salmos 58

Nueva Versión Internacional

Al director musical. Sígase la tonada de «No destruyas». Mictam de David.


58 ¿Acaso ustedes, gobernantes, proclaman la justicia

y juzgan con rectitud a los seres humanos?

2

¡No! Ustedes a plena conciencia cometen injusticias,

y la violencia de sus manos se esparce en el país.


3

Los malvados se descarrían desde que nacen;

desde el vientre materno se desvían los mentirosos.

4

Su veneno es como el de las serpientes,

como el de una cobra que cierra su oído

5

para no escuchar la música de los encantadores,

del diestro en hechizos.


6

Rómpeles, oh Dios, los dientes;

¡arráncales, Señor, los colmillos a esos leones!

7

Que desaparezcan, como el agua que se derrama;

que se rompan sus flechas al tensar el arco.

8

Que se disuelvan, como babosa rastrera;

que no vean la luz del sol, cual si fueran abortivos.


9

Que sin darse cuenta, ardan como espinos;

que el vendaval los arrastre, estén verdes o secos.

10

Se alegrará el justo al ver la venganza,

al empapar sus pies en la sangre del malvado.

11

Dirá entonces la gente:

«Ciertamente los justos son recompensados;

ciertamente hay un Dios que juzga en la tierra».


Proverbios 11:12-13

Nueva Versión Internacional


12

El falto de juicio desprecia a su prójimo,

pero el entendido refrena su lengua.


13

La gente chismosa revela los secretos;

la gente confiable es discreta.

Nueva Versión Internacional (NVI)


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