Thursday, March 21, 2024

DAB Español, Viernes 22 de Marzo

Día 082, DAB Español, Viernes 22 de Marzo


Números 33:40-35:34; Lucas 5:12-28; Salmos 65; Proverbios 11:23 (La Biblia de las Américas (LBLA))








Números 33:40-35:34

La Biblia de las Américas


40 Y el cananeo, el rey de Arad que[a] habitaba en el Neguev[b], en la tierra de Canaán, oyó de la llegada de los hijos de Israel.


41 Entonces partieron del monte Hor y acamparon en Zalmona. 42 Partieron de Zalmona y acamparon en Punón. 43 Partieron de Punón y acamparon en Obot. 44 Partieron de Obot y acamparon en Ije-abarim, en la frontera con Moab. 45 Partieron de Ije-abarim y acamparon en Dibón-gad. 46 Partieron de Dibón-gad y acamparon en Almón-diblataim. 47 Partieron de Almón-diblataim y acamparon en los montes de Abarim, frente a Nebo. 48 Partieron de los montes de Abarim y acamparon en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó. 49 Y acamparon junto al Jordán, desde Bet-jesimot hasta Abel-sitim, en las llanuras de Moab.


50 Entonces habló el Señor a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo: 51 Habla a los hijos de Israel, y diles: «Cuando crucéis el Jordán a la tierra de Canaán, 52 expulsaréis[c] a todos los habitantes de la tierra delante de vosotros, y destruiréis todas sus piedras grabadas, y destruiréis todas sus imágenes fundidas, y demoleréis todos sus lugares altos; 53 y tomaréis posesión de la tierra y habitaréis en ella, porque os he dado la tierra para que la poseáis. 54 Y heredaréis la tierra por sorteo, por vuestras familias; a las más grandes daréis más heredad, y a las más pequeñas daréis menos heredad. Donde la suerte caiga a cada uno, eso será suyo. Heredaréis conforme a las tribus de vuestros padres. 55 Pero si no expulsáis[d] de delante de vosotros a los habitantes de la tierra, entonces sucederá que los que de ellos dejéis serán como aguijones en vuestros ojos y como espinas en vuestros costados, y os hostigarán en la tierra en que habitéis. 56 Y sucederá que como pienso hacerles a ellos, os haré a vosotros».

Instrucciones sobre el reparto de Canaán


34 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 2 Manda a los hijos de Israel y diles: «Cuando entréis en la tierra de Canaán, esta es la tierra que os tocará como herencia, la tierra de Canaán según sus fronteras. 3 Vuestro límite[e] sur será desde el desierto de Zin, por la frontera de Edom, y vuestra frontera sur será desde el extremo del mar Salado hacia el oriente. 4 Luego, vuestra frontera cambiará de dirección, del sur a la subida de Acrabim y continuará a[f] Zin, y su término[g] será al sur de Cades-barnea; y llegará a Hasaradar y continuará hasta[h] Asmón. 5 Y la frontera cambiará de dirección de Asmón al torrente de Egipto, y su término será el mar.


6 »En cuanto a la frontera occidental, tendréis[i] el mar Grande, esto es, su costa[j]; esta será vuestra frontera occidental.


7 »Y esta será vuestra frontera norte: trazaréis la línea fronteriza desde el mar Grande hasta el monte Hor. 8 Trazaréis una línea desde el monte Hor hasta Lebo-hamat[k], y el término de la frontera será Zedad; 9 y la frontera seguirá hacia Zifrón, y su término será Hazar-enán. Esta será vuestra frontera norte.


10 »Para vuestra frontera oriental, trazaréis también una línea desde Hazar-enán hasta Sefam, 11 y la frontera descenderá de Sefam a Ribla, sobre el lado oriental de Aín; y la frontera descenderá y alcanzará la ribera[l] sobre el lado oriental del mar de Cineret. 12 Y la frontera descenderá al Jordán, y su término será el mar Salado. Esta será vuestra tierra, según sus fronteras alrededor».


13 Entonces Moisés dio órdenes a los hijos de Israel, diciendo: Esta es la tierra que repartiréis por sorteo entre vosotros como posesión, la cual el Señor ha ordenado dar a las nueve tribus y a la media tribu. 14 Pues la tribu de los hijos de Rubén ha recibido lo suyo según sus casas paternas, y la tribu de los hijos de Gad según sus casas paternas y la media tribu de Manasés han recibido su posesión. 15 Las dos tribus y la media tribu han recibido su posesión al otro lado del Jordán, frente a Jericó, al oriente, hacia la salida del sol.


16 Entonces habló el Señor a Moisés, diciendo: 17 Estos son los nombres de los hombres que os repartirán la tierra por heredad: el sacerdote Eleazar y Josué, hijo de Nun. 18 De cada tribu tomarás un jefe para repartir la tierra por heredad. 19 Y estos son los nombres de los hombres: de la tribu de Judá, Caleb, hijo de Jefone. 20 De la tribu de los hijos de Simeón, Semuel, hijo de Amiud. 21 De la tribu de Benjamín, Elidad, hijo de Quislón. 22 De la tribu de los hijos de Dan, un jefe: Buqui, hijo de Jogli. 23 De los hijos de José: de la tribu de los hijos de Manasés, un jefe: Haniel, hijo de Efod. 24 De la tribu de los hijos de Efraín, un jefe: Kemuel, hijo de Siftán. 25 De la tribu de los hijos de Zabulón, un jefe: Elizafán, hijo de Parnac. 26 De la tribu de los hijos de Isacar, un jefe: Paltiel, hijo de Azán. 27 De la tribu de los hijos de Aser, un jefe: Ahiud, hijo de Selomi. 28 Y de la tribu de los hijos de Neftalí, un jefe: Pedael, hijo de Amiud. 29 Estos son los que el Señor mandó que repartieran la heredad a los hijos de Israel en la tierra de Canaán.

Ciudades para los levitas y ciudades de refugio


35 El Señor habló a Moisés en las llanuras de Moab, junto al Jordán, frente a Jericó, diciendo: 2 Manda a los hijos de Israel que de la herencia de su posesión den a los levitas ciudades en que puedan habitar; también daréis a los levitas tierras de pasto alrededor de las ciudades. 3 Y las ciudades serán suyas para habitar; y sus tierras de pasto serán para sus animales, para sus ganados y para todas sus bestias.


4 Las tierras de pasto de las ciudades que daréis a los levitas se extenderán desde la muralla de la ciudad hacia afuera[m] mil codos[n] alrededor. 5 Mediréis también afuera de la ciudad, al lado oriental dos mil codos, al lado sur dos mil codos, al lado occidental dos mil codos, y al lado norte dos mil codos, con la ciudad en el centro. Esto será de ellos como tierras de pasto para las ciudades. 6 Las ciudades que daréis a los levitas serán las seis ciudades de refugio, las que daréis para que el homicida huya a ellas; además de ellas les daréis cuarenta y dos ciudades. 7 Todas las ciudades que daréis a los levitas serán cuarenta y ocho ciudades, junto[o] con sus tierras de pasto. 8 En cuanto a las ciudades que daréis de la posesión de los hijos de Israel, tomaréis más del más grande y tomaréis menos del más pequeño; cada uno dará algunas de sus ciudades a los levitas en proporción a la posesión que herede.


9 Luego el Señor habló a Moisés, diciendo: 10 Habla a los hijos de Israel, y diles: «Cuando crucéis el Jordán a la tierra de Canaán, 11 escogeréis para vosotros ciudades para que sean vuestras ciudades de refugio, a fin de que pueda huir allí el homicida que haya matado[p] a alguna persona sin intención. 12 Las ciudades serán para vosotros como refugio del vengador, para que el homicida no muera hasta que comparezca delante de la congregación para juicio. 13 Las ciudades que daréis serán vuestras seis ciudades de refugio. 14 Daréis tres ciudades al otro lado del Jordán y tres ciudades en[q] la tierra de Canaán; serán ciudades de refugio. 15 Estas seis ciudades serán por refugio para los hijos de Israel, y para el forastero y para el peregrino entre ellos, para que huya allí cualquiera que sin intención mate[r] a una persona.


16 »Pero si lo hirió con un objeto de hierro, y murió, es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte. 17 Y si lo hirió con una piedra en la mano, por la cual pueda morir, y muere[s], es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte. 18 O si lo golpeó con un objeto de madera en la mano, por lo cual pueda morir, y muere[t], es un asesino; al asesino ciertamente se le dará muerte. 19 El vengador de sangre, él mismo dará muerte al asesino; le dará muerte cuando se encuentre con él. 20 Y si lo empujó con odio, o le arrojó algo mientras lo acechaba, y murió, 21 o si lo hirió con la mano en enemistad, y murió, al que lo hirió ciertamente se le dará muerte; es un asesino. El vengador de sangre dará muerte al asesino cuando se encuentre con él.


22 »Pero si lo empujó súbitamente sin enemistad, o le arrojó algo sin acecharlo, 23 o tiró cualquier piedra que pudo matarlo, y sin ver que le cayó encima, murió, no siendo su enemigo ni procurando herirlo, 24 entonces la congregación juzgará entre el homicida y el vengador de la sangre conforme a estas ordenanzas. 25 Y la congregación librará al homicida de la mano del vengador de sangre, y la congregación lo restaurará a la ciudad de refugio a la cual huyó; y vivirá en ella hasta la muerte del sumo sacerdote que fue ungido con óleo santo. 26 Pero si el homicida sale en cualquier tiempo de los límites de la ciudad de refugio a la cual pudo huir, 27 y el vengador de sangre lo halla fuera de los límites de la ciudad de refugio, y el vengador de sangre mata al homicida, no será culpable de sangre, 28 porque el homicida debió haber permanecido en la ciudad de refugio hasta la muerte del sumo sacerdote. Pero después de la muerte del sumo sacerdote, el homicida volverá a su tierra[u].


29 »Estas cosas serán por norma de derecho para vosotros por vuestras generaciones en todas vuestras moradas. 30 Si alguno mata a una persona, al asesino se le dará muerte ante la evidencia[v] de testigos, pero a ninguna persona se le dará muerte por el testimonio de un solo testigo. 31 Además, no tomaréis rescate por la vida de un asesino que es culpable de muerte, sino que de cierto se le dará muerte; 32 y no tomaréis rescate por el que ha huido a la ciudad de refugio para que vuelva y habite en la tierra antes de[w] la muerte del sacerdote. 33 Así que no contaminaréis la tierra en que estáis; porque la sangre contamina la tierra, y no se puede hacer expiación por la tierra, por la sangre derramada en ella, excepto mediante la sangre del que la derramó. 34 Y no contaminaréis la tierra en que habitáis, en medio de la cual yo moro, pues yo, el Señor, habito en medio de los hijos de Israel».

Footnotes


Números 33:40 Lit., y él

Números 33:40 I.e., región del sur

Números 33:52 Lit., desposeeréis

Números 33:55 Lit., desposeéis

Números 34:3 Lit., lado

Números 34:4 Lit., pasará por

Números 34:4 Lit., salida, y así en el resto del cap.

Números 34:4 Lit., pasará por

Números 34:6 Lit., será para vosotros

Números 34:6 Lit., frontera

Números 34:8 O, la entrada de Hamat

Números 34:11 Lit., al hombro

Números 35:4 Lit., y hacia

Números 35:4 Un codo equivale aprox. a 45 cm.

Números 35:7 Lit., ellas

Números 35:11 Lit., herido

Números 35:14 Lit., daréis en

Números 35:15 Lit., hiera

Números 35:17 Lit., murió

Números 35:18 Lit., murió

Números 35:28 Lit., la tierra de su posesión

Números 35:30 Lit., boca

Números 35:32 Lit., hasta



Lucas 5:12-28

La Biblia de las Américas

Curación de un leproso


12 Y aconteció que estando Jesús[a] en una de las ciudades, he aquí, había allí un hombre lleno de lepra; y cuando vio a Jesús, cayó sobre su rostro y le rogó, diciendo: Señor, si quieres, puedes limpiarme. 13 Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra lo dejó. 14 Y Él le mandó que no se lo dijera a nadie. Pero anda —le dijo—, muéstrate al sacerdote y da una ofrenda[b] por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio. 15 Y su fama[c] se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades. 16 Pero con frecuencia Él se retiraba a[d] lugares solitarios y oraba.

Curación de un paralítico


17 Y[e] un día[f] que Él estaba enseñando, había allí sentados algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y de Jerusalén; y el poder del Señor estaba con Él para sanar. 18 Y he aquí, unos hombres trajeron en una camilla a un hombre que estaba paralítico; y trataban de meterlo y ponerlo delante de Jesús[g]. 19 Y no hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo[h], poniéndolo en medio, delante de Jesús. 20 Viendo Jesús la fe de ellos, dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados. 21 Entonces los escribas y fariseos comenzaron a discurrir, diciendo: ¿Quién es este que habla blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados, sino solo Dios? 22 Conociendo Jesús sus pensamientos, respondió y les dijo: ¿Por qué discurrís en vuestros corazones? 23 ¿Qué es más fácil, decir: «Tus pecados te son perdonados», o decir: «Levántate y anda»? 24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. 25 Y al instante se levantó delante de ellos, tomó la camilla en que había estado acostado, y se fue a su casa glorificando a Dios. 26 Y el asombro se apoderó de todos y glorificaban a Dios; y se llenaron de temor, diciendo: Hoy hemos visto cosas extraordinarias.

Llamamiento de Leví y la cena en su casa


27 Después de esto, Jesús salió y se fijó en un recaudador de impuestos[i] llamado Leví, sentado en la oficina de los tributos, y le dijo: Sígueme. 28 Y él, dejándolo todo, se levantó y le seguía.

Footnotes


Lucas 5:12 Lit., El

Lucas 5:14 Lit., ofrece

Lucas 5:15 Lit., la palabra acerca de Él

Lucas 5:16 Lit., en

Lucas 5:17 Lit., Y sucedió que

Lucas 5:17 Lit., en uno de los días

Lucas 5:18 Lit., El

Lucas 5:19 Lit., de las tejas

Lucas 5:27 O, publicano; i.e., uno que explotaba la recaudación de los impuestos romanos, y así en los vers. 29 y 30



Salmos 65

La Biblia de las Américas

La abundante generosidad de Dios

Para el director del coro. Salmo de David. Cántico.


65 Silencio habrá delante de[a] ti, y alabanza en Sión, oh Dios;

y a ti se cumplirá el voto[b].

2

¡Oh tú, que escuchas la oración!

Hasta ti viene todo hombre[c].

3

Las[d] iniquidades prevalecen contra mí;

mas nuestras transgresiones tú las perdonas.

4

Cuán bienaventurado es el que tú escoges, y acercas a ti,

para que more en tus atrios.

Seremos saciados con el bien de tu casa,

tu santo templo.


5

Con grandes prodigios nos respondes en justicia,

oh Dios de nuestra salvación,

confianza de todos los términos de la tierra, y del más lejano mar[e];

6

tú, el que afirma los montes con su poder,

ceñido de potencia;

7

el que calma el rugido de los mares,

el estruendo de las olas,

y el tumulto de los pueblos.

8

Por eso los que moran en los confines de la tierra temen tus obras[f],

tú haces cantar de júbilo a la aurora y al ocaso[g].


9

Tú visitas la tierra y la riegas en abundancia,

en gran manera la enriqueces;

el río de Dios rebosa de agua;

tú les preparas su grano, porque así preparas la tierra[h].

10

Riegas sus surcos abundantemente,

allanas sus camellones[i],

la ablandas con lluvias,

bendices sus renuevos.

11

Tú has coronado el año con tus bienes[j],

y tus huellas destilan grosura.

12

Destilan los pastos del desierto,

y los collados se ciñen de alegría.

13

Las praderas se visten de rebaños,

y los valles se cubren de grano;

dan voces de júbilo, sí, cantan.

Footnotes


Salmos 65:1 Lit., a

Salmos 65:1 O, se pagarán los votos

Salmos 65:2 Lit., toda carne

Salmos 65:3 Lit., Las palabras de

Salmos 65:5 O, de los más lejanos mares

Salmos 65:8 Lit., señales

Salmos 65:8 Lit., las salidas de la mañana y de la tarde

Salmos 65:9 Lit., así la preparas

Salmos 65:10 O, glebas

Salmos 65:11 O, tu generosidad



Proverbios 11:23

La Biblia de las Américas


23

El deseo de los justos es solo el bien,

la esperanza de los malvados es la ira.

La Biblia de las Américas (LBLA)


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