Thursday, August 1, 2019

DAB Español, Viernes 2 de Agosto

Día 214, DAB Español, Viernes 2 de Agosto

2 Crónicas 32:1-33:13; Romanos 15:23-16:7; Salmos 25:12-22; Proverbios 20:16-18 (La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH))






2 Crónicas 32:1-33:13 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
Invasión de Senaquerib (2 Re 18,13.17.19.22.33)
32 Después de estas muestras de fidelidad, Senaquerib, el rey de Asiria, invadió Judá, puso cerco a las ciudades fortificadas y ordenó conquistarlas. 2 Cuando Ezequías advirtió que Senaquerib venía con intención de atacar a Jerusalén, 3 propuso a sus jefes y oficiales cegar las fuentes de agua que había fuera de la ciudad y ellos lo apoyaron. 4 Se reunió mucha gente que cegó todos los manantiales y el arroyo subterráneo, diciendo:

— ¡Cuando lleguen los reyes de Asiria no van a encontrar mucha agua!

5 Ezequías se armó de valor y reconstruyó todas las partes derruidas de la muralla, levantó torres y una segunda muralla exterior, fortificó el terraplén de la ciudad de David y mandó fabricar gran cantidad de lanzas y escudos. 6 Puso también jefes militares al frente del pueblo y luego reunió a todo el mundo en la plaza principal de la ciudad y los arengó con estas palabras:

7 — ¡Valor y coraje! No teman ni se asusten del rey de Asiria y de la multitud que lo acompaña, pues contamos con algo más que él: 8 él cuenta con fuerzas humanas, pero nosotros contamos con el Señor nuestro Dios que está dispuesto a ayudarnos y a combatir con nosotros.

Y la gente quedó reconfortada con las palabras de Ezequías, rey de Judá.

9 Más adelante, Senaquerib, el rey de Asiria, que estaba en Laquis con todas sus tropas, envió una embajada a Jerusalén para decir al rey Ezequías y a todos los judaítas reunidos en Jerusalén:

10 — Esto dice Senaquerib, el rey de Asiria: ¿En qué confían para resistir sitiados en Jerusalén? 11 Ezequías los engaña, para luego hacerlos morir de hambre y sed, prometiéndoles que el Señor su Dios los librará del poder del rey de Asiria. 12 ¿No es ese el Dios al que Ezequías le ha quitado los santuarios y altares locales, ordenando a Judá y a Jerusalén que sólo deben adorarlo y quemarle incienso en un único altar? 13 ¿Es que no saben cómo hemos tratado mis antepasados y yo a todos los pueblos de la tierra? ¿Acaso los dioses de estas naciones han podido librar a sus territorios de mi poder? 14 Y si ninguno de los dioses de las naciones a las que mis antepasados exterminaron pudo salvarlos de mi poder, ¿cómo va a poder librarlos a ustedes su Dios? 15 Así que no se dejen engatusar o engañar por Ezequías. Y no le crean; pues si ningún dios ha podido librar de mi poder o del poder de mis antepasados a ninguna nación o reino, tampoco su Dios podrá salvarlos ahora.

16 Los súbditos de Senaquerib continuaron hablando contra Dios, el Señor, y contra su siervo Ezequías. 17 El rey asirio también había escrito cartas insultando al Dios de Israel y hablando contra él en estos términos: “Lo mismo que los dioses de las naciones de la tierra no han podido librar a sus pueblos de mi poder, tampoco el Dios de Ezequías podrá librar a su pueblo”. 18 Gritaban a plena voz y en hebreo a la gente de Jerusalén que había sobre la muralla, para asustarla e intimidarla y poder conquistar la ciudad. 19 Y hablaban del Dios de Jerusalén como de los dioses de las demás naciones, fabricados por manos humanas.

20 En tal coyuntura el rey Ezequías y el profeta Isaías, hijo de Amón, se pusieron a orar, clamando al cielo. 21 Entonces el Señor envió un ángel que aniquiló a todos los valientes del ejército y a sus jefes y oficiales en el campamento del rey de Asiria, que tuvo que regresar abochornado a su tierra. Y cuando entraba en el templo de sus dioses fue asesinado por sus propios hijos. 22 El Señor salvó a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén del poder del rey de Asiria y de todos los enemigos, concediéndoles la paz con los vecinos de alrededor. 23 Muchos fueron a Jerusalén a llevar ofrendas al Señor y regalos a Ezequías, rey de Judá, que a partir de entonces adquirió un gran prestigio ante las demás naciones.

Curación de Ezequías
24 Por aquellos días Ezequías cayó gravemente enfermo. Pero suplicó al Señor, que le habló y le concedió un prodigio. 25 Sin embargo, Ezequías no correspondió al don recibido, pues se llenó de orgullo, y el Señor se enfureció contra él y contra Judá y Jerusalén. 26 Pero se arrepintió de su orgullo, junto con los habitantes de Jerusalén, por lo que la cólera del Señor no llegó a estallar contra ellos en vida de Ezequías.

Sumario final de su reinado (2 Re 20,20-21)
27 Ezequías gozó de grandes riquezas y honores y adquirió tesoros de plata, oro, piedras preciosas, perfumes, escudos y objetos de valor de todo tipo. 28 Hizo también almacenes para las cosechas de cereales, mosto y aceite, establos para toda clase de ganado y rediles para los rebaños. 29 Construyó ciudades y tuvo gran cantidad de ganado mayor y menor, pues Dios le concedió una inmensa riqueza. 30 También fue Ezequías quien cegó la salida de las aguas del Guijón y las condujo por vía subterránea a la parte occidental de la Ciudad de David. Ezequías tuvo éxito en todas sus empresas. 31 Y así, en el asunto de la embajada de los príncipes de Babilonia enviados para indagar sobre el prodigio que había sucedido en el país, Dios lo abandonó sólo para probarlo y conocer todas sus intenciones.

32 El resto de la historia de Ezequías y de sus obras piadosas está escrito en el libro de las visiones del profeta Isaías, hijo de Amós, en el libro de los Reyes de Judá e Israel. 33 Cuando Ezequías murió, fue enterrado en la cuesta donde están las tumbas de los hijos de David, y a su muerte todo Judá y los habitantes de Jerusalén le rindieron honores. Su hijo Manasés le sucedió como rey.

Últimos reyes de Judá (33—36)
Reinado de Manasés (2 Re 21,1-9.18)
33 Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén durante cincuenta y cinco años. 2 Manasés ofendió al Señor imitando las perversiones de los pueblos que el Señor había expulsado ante los israelitas. 3 Reconstruyó los santuarios locales de los altos que su padre Ezequías había derruido, levantó altares a los baales, erigió columnas y adoró y dio culto a todos los astros del cielo. 4 Construyó altares en el Templo del que el Señor había dicho: “En Jerusalén estará siempre mi nombre”. 5 Levantó altares a todos los astros del cielo en los dos patios del Templo. 6 Quemó a sus hijos en sacrificio en el valle de Ben Hinón, practicó el espiritismo, la brujería y la hechicería, instituyó nigromantes y adivinos y ofendió tanto al Señor, que provocó su indignación. 7 Hizo una estatua idolátrica y la colocó en el Templo del que Dios había dicho a David y a su hijo Salomón: “En este Templo y en Jerusalén, mi ciudad elegida entre todas las tribus de Israel, residirá mi nombre por siempre. 8 No volveré a dejar que Israel abandone la tierra que di a sus antepasados, con tal que guarden y cumplan todo lo que les he mandado por medio de Moisés: la ley, los preceptos y las normas”. 9 Pero Manasés indujo a Judá y a los habitantes de Jerusalén a portarse peor que las naciones que el Señor había aniquilado ante los israelitas.

10 El Señor habló a Manasés y a su pueblo, pero no le hicieron caso. 11 Entonces el Señor hizo venir contra ellos a los jefes del ejército del rey de Asiria, que apresaron a Manasés con ganchos, lo ataron con cadenas de bronce y lo llevaron a Babilonia. 12 Pero en la adversidad trató de buscar al Señor, su Dios: se humilló profundamente ante el Dios de sus antepasados, 13 le suplicó, y Dios lo atendió, lo escuchó e hizo que regresara a Jerusalén y a su reino. Entonces Manasés reconoció que el Señor era el verdadero Dios.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

Romanos 15:23-16:7 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
23 Pero mi labor ha terminado ya en estos lugares, y como hace ya muchos años que deseo verlos, 24 confío en que, al fin, de paso para España, se logre mi deseo. Así lo espero, como también que me encaminen hacia allá después de haber disfrutado algún tiempo de la compañía de ustedes. 25 En este momento estoy a punto de emprender viaje a Jerusalén para prestar un servicio a aquellos hermanos en la fe. 26 Y es que los de Macedonia y Acaya han tenido a bien organizar una colecta en favor de los creyentes necesitados de Jerusalén. 27 Han tenido a bien, aunque en realidad es una obligación, ya que, si los paganos han participado en los bienes espirituales de los judíos, justo es que ahora los ayuden en lo material. 28 Cumplida esta misión, y una vez que haya entregado el fruto de la colecta, partiré para España pasando por Roma. 29 Estoy seguro de que la visita que pienso hacerles cuenta con la plena bendición de Cristo.

30 Finalmente, hermanos, un favor les pido por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu: apóyenme con sus oraciones ante Dios 31 para que pueda escapar con bien de los que en Judea se oponen a la fe y para que la ayuda que llevo a Jerusalén sea bien acogida por aquellos hermanos. 32 De este modo, cuando, Dios mediante, vaya a visitarlos, será grande mi alegría y podré descansar entre ustedes. 33 Que Dios, fuente de paz, esté con todos ustedes. Amén.

Recomendaciones y saludos personales
16 Les recomiendo a nuestra hermana Febe, que está al servicio de la iglesia de Cencreas. 2 Acójanla en el nombre del Señor, como debe hacerse entre creyentes, y atiéndanla en todo cuanto necesite de ustedes, pues también ella se ha desvelado por ayudar a muchos, entre ellos, a mí mismo.

3 Saludos para Prisca y Áquila que han colaborado conmigo en Cristo Jesús 4 y se jugaron la vida por salvar la mía. Y no sólo yo tengo que agradecérselo, sino todas las iglesias de origen pagano. 5 Saludos igualmente para la iglesia que se reúne en su casa. Saludos para mi querido amigo Epéneto, el primer cristiano de la provincia de Asia.

6 Saluden a María que tanto se ha fatigado por ustedes. 7 Saluden a Andrónico y a Junias, paisanos míos y compañeros de prisión; su labor apostólica es bien conocida, e incluso creyeron en Cristo antes que yo.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

Salmos 25:12-22 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
12 A quien venere al Señor,
él le enseñará qué camino elegir;
13 vivirá con prosperidad
y su descendencia heredará la tierra.
14 El Señor se confía a sus fieles
anunciándoles su alianza.
15 Mis ojos tengo siempre en el Señor,
él libera mis pies de la trampa.
16 Atiéndeme, apiádate de mí
que estoy solo y desvalido.
17 Mis angustias se multiplican,
líbrame tú de mis pesares.
18 Mira mis aflicciones y penas,
perdóname mis pecados;
19 mira cuántos son mis enemigos
y el rencor con que me odian.
20 Protégeme, sálvame,
no me defraudes, pues en ti confío.
21 La integridad y la rectitud me protejan
porque en ti tengo puesta mi esperanza.
22 ¡Señor, libera a Israel
de todas sus angustias!

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

Proverbios 20:16-18 La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
16 Quítale el vestido por ser fiador de extraños,
tómale prenda, pues avaló a un desconocido.
17 Resulta sabroso el pan fraudulento,
mas luego es como arena en la boca.
18 Confirma los proyectos con consejos
y emprende la guerra después de calcular bien.

La Palabra (Hispanoamérica) (BLPH)
La Palabra, (versión hispanoamericana) © 2010 Texto y Edición, Sociedad Bíblica de España

No comments:

Post a Comment

DAB Español, Domingo 12 de Mayo

Día 133, DAB Español, Domingo 12 de Mayo 1 Samuel 12:1-13:23; Juan 7:1-29; Salmos 108; Proverbios 15:4 (Nueva Traducción Viviente (NTV)) ...