Friday, April 26, 2024

DAB Español, Sábado 27 de Abril

Día 118, DAB Español, Sábado 27 de Abril


Jueces 7:1-8:16; Lucas 23:11-43; Salmos 97-98; Proverbios 14:7-8 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))








Jueces 7:1-8:16

Reina Valera Actualizada

Gedeón escoge trescientos guerreros


7 Jerobaal (es decir, Gedeón) se levantó muy de mañana con todo el pueblo que estaba con él, y acamparon junto al manantial de Harod. El campamento de los madianitas estaba al norte del suyo, cerca de la colina de Moré, en el valle. 2 Y el SEÑOR dijo a Gedeón:


—El pueblo que está contigo es demasiado numeroso para que yo entregue a los madianitas en su mano. No sea que Israel se jacte contra mí diciendo: “Mi propia mano me ha librado”. 3 Ahora pues, pregona a oídos del pueblo y di: “¡Quien tema y tiemble, que se vuelva!”.


Entonces Gedeón los probó[a], y se volvieron veintidós mil de ellos, y se quedaron diez mil. 4 Pero el SEÑOR dijo a Gedeón:


—El pueblo aún es demasiado numeroso. Hazlos descender a las aguas y allí te los probaré. Del que yo te diga: “Este irá contigo”, ese irá contigo; pero de cualquiera que yo te diga: “Este no irá contigo”, el tal no irá.


5 Entonces hizo descender el pueblo a las aguas, y el SEÑOR dijo a Gedeón:


—A todo el que lama el agua con su lengua, como lame el perro, lo pondrás aparte. Asimismo, a cualquiera que se doble sobre sus rodillas para beber.


6 El número de los hombres que lamieron el agua, llevándola a su boca con la mano, fue de trescientos. Todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber agua[b]. 7 Entonces el SEÑOR dijo a Gedeón:


—Con los trescientos hombres que lamieron el agua los libraré y entregaré a los madianitas en tu mano. El resto del pueblo, que se vaya cada uno a su lugar.


8 Tomaron en sus manos las provisiones del pueblo y las cornetas. Y él despidió a todos aquellos hombres de Israel, cada uno a su morada; pero retuvo a los trescientos hombres. El campamento de Madián estaba abajo, en el valle.

Gedeón espía el campamento de Madián


9 Aconteció que aquella noche el SEÑOR le dijo:


—Levántate y desciende contra el campamento, porque yo lo he entregado en tu mano. 10 Y si tienes miedo de descender, desciende al campamento tú con tu criado Fura, 11 y oirás lo que conversan. Luego tus manos se fortalecerán, y descenderás contra el campamento.


Entonces descendió él con su criado Fura hasta uno de los puestos avanzados de la gente armada del campamento. 12 Los madianitas, los amalequitas y todos los hijos del oriente se extendían por el valle, numerosos como langostas. Sus camellos eran incontables, numerosos como la arena que está a la orilla del mar. 13 Y cuando llegó Gedeón, he aquí que un hombre estaba contando un sueño a su compañero y decía:


—He aquí, he tenido un sueño. Veía un pan de cebada que rodaba hasta el campamento de Madián. Llegó hasta la tienda, y la golpeó de tal manera que cayó. Le dio la vuelta de arriba abajo y la tienda cayó.


14 Su compañero respondió y dijo:


—¡Esto no es otra cosa que la espada de Gedeón hijo de Joás, hombre de Israel! ¡Dios ha entregado en su mano a los madianitas con todo el campamento!


15 Y aconteció que cuando Gedeón oyó el relato del sueño y su interpretación, adoró. Después volvió al campamento de Israel y dijo:


—¡Levántate, porque el SEÑOR ha entregado el campamento de Madián en tu mano!

Gedeón derrota a los madianitas


16 Gedeón dividió los trescientos hombres en tres escuadrones, puso en la mano de todos ellos cornetas y cántaros vacíos con teas encendidas dentro de los cántaros, 17 y les dijo:


—Mírenme a mí y hagan lo que yo haga. Y he aquí que cuando yo llegue a las afueras del campamento, lo que yo haga, háganlo también ustedes. 18 Cuando yo toque la corneta con todos los que están conmigo, ustedes que estarán alrededor de todo el campamento también tocarán las cornetas y gritarán: “¡Por el SEÑOR[c] y por Gedeón!”.


19 Llegaron, pues, Gedeón y los cien hombres que llevaba consigo a las afueras del campamento, a media noche[d], cuando acababan de relevar los guardias. Entonces tocaron las cornetas y quebraron los cántaros que llevaban en sus manos. 20 Los tres escuadrones tocaron las cornetas, y quebrando los cántaros tomaron las teas con su mano izquierda mientras que con la derecha tocaban las cornetas y gritaban:


—¡La espada por el SEÑOR y por Gedeón!


21 Cada uno permaneció en su lugar alrededor del campamento. Pero todo el ejército echó a correr gritando y huyendo. 22 Mientras los trescientos hombres tocaban las cornetas, el SEÑOR puso la espada de cada uno contra su compañero en todo el campamento.


El ejército huyó hasta Bet-sita, hacia Zereda[e], y hasta el límite de Abel-mejola junto a Tabat. 23 Y una vez convocados, los israelitas de Neftalí, de Aser y de todo Manasés persiguieron a los madianitas. 24 Entonces Gedeón envió mensajeros por toda la región montañosa de Efraín, diciendo: “Desciendan al encuentro de los madianitas y tomen antes que ellos los vados hasta Bet-bara y el Jordán”.


Y convocados todos los hombres de Efraín, tomaron los vados hasta Bet-bara y el Jordán. 25 Entonces capturaron a dos jefes de los madianitas: a Oreb y a Zeeb. Mataron a Oreb en la peña de Oreb, y a Zeeb lo mataron en el lagar de Zeeb. Siguieron persiguiendo a los madianitas y trajeron a Gedeón las cabezas de Oreb y de Zeeb, al otro lado del Jordán.

Gedeón aplaca a los de Efraín


8 Entonces los hombres de Efraín dijeron a Gedeón:


—¿Qué es esto que has hecho con nosotros de no llamarnos cuando ibas a combatir contra Madián?


Discutieron fuertemente con él. 2 Y les respondió:


—¿Qué he hecho yo ahora comparado con ustedes? ¿No ha sido mejor el rebusco de Efraín que la vendimia de Abiezer? 3 Dios ha entregado en la mano de ustedes a Oreb y a Zeeb, jefes de Madián. ¿Qué pude yo hacer comparado con ustedes?


Después que él dijo estas palabras, se aplacó el enojo de ellos contra él.

Gedeón es afrentado en Sucot y Peniel


4 Gedeón llegó para cruzar el Jordán, él y los trescientos hombres que traía consigo, cansados, pero todavía persiguiendo. 5 Y dijo a los hombres de Sucot:


—Den, por favor, tortas de pan a la gente que me acompaña, porque ellos están cansados. Yo estoy persiguiendo a Zébaj y a Zalmuna, reyes de Madián.


6 Los jefes de Sucot le respondieron:


—¿Están ya las manos de Zébaj y de Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu ejército?


7 Y Gedeón les dijo:


—Pues bien, cuando el SEÑOR haya entregado en mi mano a Zébaj y a Zalmuna, azotaré su carne con espinas y cardos del desierto.


8 De allí subió a Peniel y les dijo las mismas palabras. Pero los de Peniel le respondieron como le habían respondido los de Sucot. 9 Y él habló también a los de Peniel, diciendo:


—Cuando yo regrese en paz, derribaré esta torre.

Gedeón captura a los reyes

de Madián


10 Zébaj y Zalmuna estaban en Carcor, y con ellos su ejército de unos quince mil hombres, todos los que habían quedado de todo el campamento de los hijos del oriente, porque los caídos habían sido ciento veinte mil hombres que sacaban espada. 11 Entonces Gedeón subió por la ruta de los que habitan en tiendas, al este de Nóbaj y Jogbea, y atacó el campamento cuando este no estaba en guardia. 12 Zébaj y Zalmuna huyeron, pero él los persiguió. Luego capturó a Zébaj y a Zalmuna, los dos reyes de Madián, y causó pánico en todo el campamento.

Castigo de Sucot y de Peniel


13 Entonces Gedeón hijo de Joás volvió de la batalla por la cuesta de Heres. 14 Y capturó a un joven de los hombres de Sucot y lo interrogó. Él le dio por escrito los nombres de los jefes de Sucot y de sus ancianos: setenta y siete hombres. 15 Luego fue a los hombres de Sucot y dijo:


—Aquí están Zébaj y Zalmuna, acerca de los cuales me afrentaron diciendo: “¿Están ya las manos de Zébaj y de Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tus hombres cansados?”.


16 Entonces tomó a los ancianos de la ciudad, y azotó[f] con espinas y cardos del desierto a los hombres de Sucot.

Footnotes


Jueces 7:3 Cf. Targum y v. 4.

Jueces 7:6 Otra trad., según prop. Stutt. y un ms. de LXX, El número de los hombres que lamieron el agua con sus lenguas fue de trescientos. Todo el resto del pueblo dobló sus rodillas para beber agua, llevándola a la boca con las manos.

Jueces 7:18 Algunos mss. y vers. antiguas tienen ¡Por la espada, por el SEÑOR y por Gedeón! (cf. v. 20).

Jueces 7:19 Lit., el comienzo de la vigilia intermedia.

Jueces 7:22 Según muchos mss.; cf. 1 Rey. 11:26; TM, Zerera.

Jueces 8:16 Según vers. antiguas; cf. v. 7; heb., de significado oscuro.



Lucas 23:11-43

Reina Valera Actualizada


11 Pero Herodes y su corte, después de menospreciarlo y burlarse de él, lo vistieron con ropa espléndida. Y volvió a enviarlo a Pilato. 12 Aquel mismo día se hicieron amigos Pilato y Herodes porque antes habían estado enemistados.

Jesús de nuevo ante Pilato


13 Entonces Pilato convocó a los principales sacerdotes, a los magistrados y al pueblo, 14 y les dijo:


—Me han presentado a este como persona que desvía al pueblo. He aquí, yo lo he interrogado delante de ustedes y no he hallado ningún delito en este hombre de todo aquello que lo acusan. 15 Tampoco Herodes, porque él nos lo remitió; y he aquí no ha hecho ninguna cosa digna de muerte. 16 Así que lo soltaré después de castigarle.


17 [a], 18 Pero toda la multitud dio voces a una, diciendo:


—¡Fuera con este! ¡Suéltanos a Barrabás!


19 Este había sido echado en la cárcel por sedición en la ciudad y por un homicidio.


20 Entonces Pilato les habló otra vez queriendo soltar a Jesús. 21 Pero ellos volvieron a dar voces, diciendo:


—¡Crucifícalo! ¡Crucifícalo!


22 Él les dijo por tercera vez:


—¿Pues qué mal ha hecho este? Ningún delito de muerte he hallado en él. Lo castigaré entonces, y lo soltaré.


23 Pero ellos insistían a grandes voces pidiendo que fuera crucificado. Y sus voces prevalecieron.

Pilato cede ante el pueblo


24 Entonces Pilato juzgó que se hiciera lo que ellos pedían. 25 Les soltó a aquel que había sido echado en la cárcel por sedición y homicidio, a quien ellos habían pedido, y entregó a Jesús a la voluntad de ellos.

Camino al Calvario


26 Y ellos, al llevarle, tomaron a un tal Simón de Cirene, que venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que la llevase tras Jesús. 27 Lo seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, las cuales lloraban y se lamentaban por él. 28 Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo:


—Hijas de Jerusalén, no lloren por mí sino lloren por ustedes mismas y por sus hijos. 29 Porque he aquí vendrán días en que dirán: “Bienaventuradas las estériles, los vientres que no concibieron y los pechos que no criaron”. 30 Entonces comenzarán a decir a las montañas: “¡Caigan sobre nosotros!” y a los montes: “¡Cúbrannos!”[b]. 31 Porque si con el árbol verde hacen estas cosas, ¿qué se hará con el seco?


32 Llevaban también a otros dos, que eran malhechores, para ser ejecutados con él.

La crucifixión de Jesús


33 Cuando llegaron al lugar que se llama de la Calavera, lo crucificaron allí, y a los malhechores: el uno a la derecha y el otro a la izquierda. 34 Y Jesús decía:


—Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen[c].


Y partiendo sus vestidos, echaron suertes.


35 El pueblo estaba de pie mirando, y aun los gobernantes se burlaban de él diciendo:


—A otros salvó. Sálvese a sí mismo, si es el Cristo, el escogido de Dios.


36 También los soldados lo escarnecían, acercándose, ofreciéndole vinagre 37 y diciéndole:


—Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo.


38 Había también sobre él un título escrito[d] que decía: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

Jesús y los malhechores


39 Uno de los malhechores que estaban colgados lo injuriaba diciendo:


—¿No eres tú el Cristo?[e]. ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!


40 Respondiendo el otro, lo reprendió diciendo:


—¿Ni siquiera temes tú a Dios, estando en la misma condenación? 41 Nosotros, a la verdad, padecemos con razón porque estamos recibiendo lo que merecieron nuestros hechos pero este no hizo ningún mal.


42 Y le dijo:


—Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.


43 Entonces Jesús le dijo:


—De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Footnotes


Lucas 23:17 Algunos mss. antiguos incluyen: 17. Pues tenía necesidad de soltarles uno en cada fiesta; texto similar a Mat. 27:15 y Mar. 15:6.

Lucas 23:30 Ose. 10:8; cf. Apoc. 6:16.

Lucas 23:34 Cf. Isa. 53:12; varios mss. antiguos no incluyen esta parte del v. 34.

Lucas 23:38 Algunos mss. antiguos añaden con letras griegas, latinas y hebreas; cf. Juan 19:20.

Lucas 23:39 Algunos mss. antiguos tienen Si tú eres el Cristo,…



Salmos 97-98

Reina Valera Actualizada

Manifestación del Rey de gloria


97 ¡El SEÑOR reina!


¡Regocíjese la tierra!

¡Alégrense las muchas costas!

2

Nube y oscuridad hay alrededor de él;

la justicia y el derecho son el fundamento de su trono.

3

El fuego avanza delante de él

y abrasa a sus enemigos en derredor.

4

Sus relámpagos alumbran el mundo;

la tierra mira y se estremece.

5

Delante del Señor los montes se derriten como cera,

delante del SEÑOR de toda la tierra.

6

Los cielos anuncian su justicia,

y todos los pueblos ven su gloria.

7

Avergüéncense todos los que sirven a imágenes de talla,

los que se glorían en los ídolos.

¡Todos los dioses póstrense ante él!

8

Sion escuchó y se alegró;

las hijas de Judá se regocijarán

a causa de tus juicios, oh SEÑOR.

9

Porque tú, oh SEÑOR,

eres supremo sobre toda la tierra; eres muy enaltecido sobre

todos los dioses.

10

Los que aman al SEÑOR

aborrezcan el mal.

Él guarda la vida de sus fieles; los libra de manos de los impíos.

11

La luz está sembrada para el justo,

la alegría para los rectos de corazón.

12

Alégrense, oh justos, en el SEÑOR; celebren la memoria de su santidad.

Celebración de las victorias de Dios


98 Salmo.


¡Canten al SEÑOR un cántico nuevo porque ha hecho maravillas!

Victoria le ha dado su diestra

y su santo brazo.

2

El SEÑOR ha dado a conocer su victoria;

ante los ojos de las naciones ha manifestado su justicia.

3

Se ha acordado de su misericordia

y de su fidelidad para con la casa

de Israel.

Todos los confines de la tierra

han visto la victoria de nuestro Dios.

4

¡Canten alegres al SEÑOR,

toda la tierra!

Prorrumpan, estallen de gozo

y canten salmos.

5

Canten salmos al SEÑOR con la lira; con lira y melodía de himnos.

6

Aclamen con trompetas y sonido

de corneta

delante del Rey, el SEÑOR.

7

Ruja el mar y su plenitud,

el mundo y los que lo habitan.

8

Aplaudan los ríos;

regocíjense todos los montes

9

delante del SEÑOR

porque viene para juzgar la tierra. Juzgará al mundo con justicia

y a los pueblos con rectitud.


Proverbios 14:7-8

Reina Valera Actualizada


7

Apártate del hombre necio

porque en él no encontrarás

los labios del saber.

8

La sabiduría del sagaz

discierne su camino,

pero la insensatez de los necios

es un engaño.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)


Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

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