Monday, April 22, 2024

DAB Español, Martes 23 de Abril

Día 114, DAB Español, Martes 23 de Abril


Jueces 1:1-2:9; Lucas 21:29-22:13; Salmos 90-91; Proverbios 13:24-25 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))








Jueces 1:1-2:9

Reina Valera Actualizada

Establecimiento de Israel en Canaán


1 Aconteció, después de la muerte de Josué, que los hijos de Israel consultaron al SEÑOR preguntando:


—¿Quién subirá primero por nosotros para combatir contra los cananeos?


2 Y el SEÑOR respondió:


—Judá subirá. He aquí que yo he entregado la tierra en su mano.


3 Entonces Judá dijo a Simeón su hermano:


—Sube conmigo a mi territorio y combatamos contra los cananeos, y después yo también iré contigo a tu territorio.


Y Simeón fue con él. 4 Entonces subió Judá, y el SEÑOR entregó en su mano a los cananeos y a los ferezeos; y derrotaron en Bezec a diez mil hombres de ellos. 5 En Bezec hallaron a Adonibezec y combatieron contra él. Y derrotaron a los cananeos y a los ferezeos. 6 Adonibezec huyó pero lo persiguieron, lo capturaron y le cortaron los pulgares de sus manos y de sus pies. 7 Entonces dijo Adonibezec: “Setenta reyes con los pulgares de sus manos y de sus pies cortados recogían las migajas debajo de mi mesa. Tal como yo hice, así me ha pagado Dios”. Y lo llevaron a Jerusalén donde murió.


8 Entonces los hijos de Judá combatieron contra Jerusalén, la tomaron, la hirieron a filo de espada y prendieron fuego a la ciudad. 9 Y después los hijos de Judá descendieron para combatir contra los cananeos que habitaban en la región montañosa, en el Néguev y en la Sefela.


10 Luego marchó Judá contra los cananeos que habitaban en Hebrón y derrotó a Sesai, a Ajimán y a Talmai. (Antes el nombre de Hebrón era Quiriat-arba). 11 De allí marchó contra los habitantes de Debir. (Antes el nombre de Debir era Quiriat-séfer). 12 Entonces Caleb dijo:


—Al que ataque y tome Quiriat-séfer, yo le daré por mujer a mi hija Acsa.


13 Otoniel hijo de Quenaz, hermano menor de Caleb, fue quien la tomó. Y Caleb le dio por mujer a su hija Acsa. 14 Y aconteció que cuando ella llegó, lo persuadió[a] a que pidiera a su padre un campo. Entonces ella hizo señas desde encima del asno, y Caleb le preguntó:


—¿Qué quieres?


15 Ella le respondió:


—Hazme un regalo: Ya que me has dado tierra en el Néguev, dame también fuentes de aguas.


Entonces Caleb le dio las fuentes de arriba y las fuentes de abajo.


16 Los descendientes del queneo, suegro de Moisés, subieron con los hijos de Judá de la Ciudad de las Palmeras al desierto de Judá que está en el Néguev de Arad, y fueron y habitaron con el pueblo[b].


17 Después fue Judá con su hermano Simeón, y derrotaron a los cananeos que habitaban en Sefat y la destruyeron. Y pusieron por nombre a la ciudad Horma.


18 Judá también tomó Gaza con su territorio, Ascalón con su territorio y Ecrón con su territorio. 19 El SEÑOR estaba con Judá, y este tomó posesión de la región montañosa. Pero no pudo echar a los habitantes del valle, porque estos tenían carros de hierro.


20 Después dieron Hebrón a Caleb, como Moisés había dicho. Y él echó de allí a los tres hijos de Anac.


21 Pero los hijos de Benjamín no pudieron echar a los jebuseos que habitaban en Jerusalén. Así que los jebuseos han habitado con los hijos de Benjamín en Jerusalén, hasta el día de hoy.


22 También los de la casa de José subieron contra Betel y el SEÑOR estuvo con ellos. 23 Los de la casa de José hicieron un reconocimiento de Betel. (Antes el nombre de la ciudad era Luz). 24 Los espías vieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: “Por favor, muéstranos la entrada de la ciudad y tendremos misericordia de ti”. 25 Él les mostró la entrada de la ciudad y ellos la hirieron a filo de espada; pero dejaron libre a aquel hombre y a toda su familia. 26 El hombre se fue a la tierra de los heteos y edificó una ciudad a la que llamó Luz; este es su nombre hasta el día de hoy.


27 Pero Manasés no pudo echar a los habitantes de Bet-seán y sus aldeas ni a los de Taanac y sus aldeas ni a los de Dor y sus aldeas ni a los de Ibleam y sus aldeas ni a los de Meguido y sus aldeas. Más bien, los cananeos persistieron en habitar en aquella tierra. 28 Sin embargo, aconteció que cuando Israel llegó a ser fuerte sometió a los cananeos a tributo laboral, pero no los echó del todo.


29 Tampoco Efraín pudo echar a los cananeos que habitaban en Gezer, sino que los cananeos habitaron en medio de ellos, en Gezer.


30 Tampoco Zabulón pudo echar a los habitantes de Quitrón ni a los habitantes de Nahalal. Los cananeos habitaron en medio de ellos, pero fueron sometidos a tributo laboral.


31 Tampoco Aser pudo echar a los habitantes de Aco ni a los habitantes de Sidón ni de Ajlab ni de Aczib ni de Helba ni de Afec ni de Rejob. 32 Los de Aser vivieron entre los cananeos, habitantes de aquella tierra, porque no los pudieron echar.


33 Tampoco Neftalí pudo echar a los habitantes de Bet-semes ni a los de Bet-anat, sino que habitó entre los cananeos que habitaban en la tierra. Los habitantes de Bet-semes y los de Bet-anat fueron sometidos a tributo laboral.


34 Los amorreos contuvieron a los hijos de Dan en la región montañosa, y no permitieron que bajaran al valle. 35 Los amorreos persistieron en habitar en el monte Heres, en Ajalón y en Saalbín. Pero al llegar a ser fuerte la casa de José, aquellos fueron sometidos a tributo laboral. 36 La frontera de los amorreos se extendía desde la cuesta de Acrabim, desde Sela[c] hacia arriba.

El ángel del SEÑOR en Boquim


2 El ángel del SEÑOR subió de Gilgal a Boquim y dijo:


—Yo los saqué de Egipto y los introduje en la tierra acerca de la cual había jurado a sus padres diciendo: “No invalidaré jamás mi pacto con ustedes, 2 con tal que ustedes no hagan una alianza con los habitantes de esta tierra, cuyos altares habrán de derribar”. Pero ustedes no han obedecido mi voz. ¿Por qué han hecho esto? 3 Por eso yo digo también: No los echaré de delante de ustedes, sino que les serán adversarios[d] y sus dioses les servirán de tropiezo.


4 Aconteció que cuando el ángel del SEÑOR acabó de decir estas palabras a todos los hijos de Israel, el pueblo alzó su voz y lloró. 5 Por eso llamaron a aquel lugar Boquim[e]. Y ofrecieron allí sacrificios al SEÑOR.

Fin de la generación de Josué


6 Cuando Josué ya había despedido al pueblo, los hijos de Israel se fueron cada uno a su heredad para tomar posesión de la tierra. 7 El pueblo sirvió al SEÑOR todo el tiempo de Josué y todo el tiempo de los ancianos que sobrevivieron a Josué, quienes habían visto todas las grandes obras que el SEÑOR había hecho por Israel.


8 Josué hijo de Nun, siervo del SEÑOR, murió cuando tenía ciento diez años. 9 Y lo sepultaron en el terreno de su heredad en Timnat-séraj[f], en la región montañosa de Efraín, al norte del monte Gaas.

Footnotes


Jueces 1:14 Algunos mss. de LXX tienen él la persuadió.

Jueces 1:16 LXX tiene con los amalequitas.

Jueces 1:36 Otra trad., Petra.

Jueces 2:3 Según vers. antiguas; heb., costados.

Jueces 2:5 Significa los que lloran.

Jueces 2:9 Según algunos mss., Peshita y Vulgata; cf. Jos. 19:50; 24:30; TM, Timnat-jéres.



Lucas 21:29-22:13

Reina Valera Actualizada

Parábola de la higuera


29 Y les dijo una parábola:


—Miren la higuera y todos los árboles. 30 Cuando ven que ya brotan, ustedes entienden que el verano ya está cerca. 31 Así también ustedes, cuando vean que suceden estas cosas, sepan que el reino de Dios está cerca. 32 De cierto les digo que no pasará esta generación hasta que todo suceda. 33 El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán.


34 »Miren por ustedes, que sus corazones no estén cargados de glotonería, de embriaguez y de las preocupaciones de esta vida, y que aquel día venga sobre ustedes de repente como una trampa; 35 porque vendrá sobre todos los que habitan sobre la superficie de toda la tierra. 36 Velen, pues, en todo tiempo, orando para que tengan fuerzas[a] para escapar de todas estas cosas que han de suceder, y puedan estar en pie delante del Hijo del Hombre.


37 Pasaba los días enseñando en el templo y saliendo al anochecer permanecía en el monte que se llama de los Olivos. 38 Y todo el pueblo venía a él desde temprano para oírlo en el templo.

Acuerdo para matar a Jesús


22 Estaba próximo el día de la fiesta de los Panes sin levadura que se llama la Pascua.


2 Los principales sacerdotes y los escribas estaban buscando cómo eliminarle, pues temían al pueblo. 3 Entonces Satanás entró en Judas, llamado Iscariote, el cual era uno del número de los doce. 4 Él fue y habló con los principales sacerdotes y con los magistrados acerca de cómo entregarle. 5 Estos se alegraron y acordaron darle dinero. 6 Él estuvo de acuerdo y buscaba la oportunidad para entregarlo sin que la gente lo advirtiera.

Preparativos para la Pascua


7 Llegó el día de los Panes sin levadura, en el cual era necesario sacrificar la víctima pascual. 8 Jesús envió a Pedro y a Juan, diciendo:


—Vayan, prepárennos la Pascua para que comamos.


9 Ellos le preguntaron:


—¿Dónde quieres que la preparemos?


10 Él les dijo:


—He aquí, cuando entren en la ciudad, les saldrá al encuentro un hombre llevando un cántaro de agua. Síganlo hasta la casa a donde entre. 11 Díganle al dueño de la casa: “El Maestro te dice: ‘¿Dónde está la habitación en la que he de comer la Pascua con mis discípulos?’”. 12 Y él les mostrará un gran aposento alto ya dispuesto. Preparen allí.


13 Fueron, pues, y hallaron como les había dicho; y prepararon la Pascua.

Footnotes


Lucas 21:36 Algunos mss. antiguos tienen sean tenidos por dignos de escapar…



Salmos 90-91

Reina Valera Actualizada

Libro IV: Salmos 90—106

El Dios eterno y el hombre fugaz


90 Oración de Moisés, hombre de Dios.


Señor, tú has sido nuestro refugio[a] de generación en generación.

2

Antes que nacieran los montes

y formaras la tierra y el mundo, desde la eternidad hasta la eternidad,

tú eres Dios.

3

Haces que el hombre vuelva al polvo. Dices: “¡Retornen, oh hijos

del hombre!”.

4

Pues mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó. Son como una de las vigilias

de la noche.

5

Los arrasas; son como un sueño: En la mañana son como la hierba que crece;

6

en la mañana brota y crece,

y al atardecer se marchita y se seca.

7

Porque con tu furor somos

consumidos

y con tu ira somos turbados.

8

Has puesto nuestras maldades delante de ti;

nuestros secretos están ante la luz de tu rostro.

9

Pues todos nuestros días pasan a causa de tu ira;

acabamos nuestros años como un suspiro.

10

Los días de nuestra vida

son setenta años;

y en los más robustos, ochenta años.

La mayor parte de ellos[b] es duro trabajo y vanidad;

pronto pasan, y volamos.

11

¿Quién conoce el poder de tu ira y de tu indignación,

como debes ser temido?

12

Enséñanos a contar nuestros días

de tal manera que traigamos al corazón sabiduría.

13

¡Vuelve, oh SEÑOR! ¿Hasta cuándo? Ten compasión de tus siervos.

14

Por la mañana sácianos de

tu misericordia,

y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

15

Alégranos conforme a los días de nuestra aflicción

y a los años en que hemos visto

el mal.

16

Sea manifestada tu obra a tus siervos

y tu esplendor sobre sus hijos.

17

Sea sobre nosotros la gracia del SEÑOR nuestro Dios.

La obra de nuestras manos confirma entre nosotros;

sí, confirma la obra de nuestras manos.

Viviendo bajo la protección divina


91 El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Todopoderoso.


2

Diré yo al SEÑOR:

“¡Refugio mío y castillo mío,

mi Dios en quien confío!”.

3

Porque él te librará

de la trampa del cazador

y de la peste destructora.

4

Con sus plumas te cubrirá,

y debajo de sus alas te refugiarás;

escudo y defensa es su verdad.

5

No tendrás temor de espanto nocturno

ni de flecha que vuele de día

6

ni de peste que ande en la oscuridad

ni de plaga que en pleno día destruya.

7

Caerán a tu lado mil

y diez mil a tu mano derecha pero a ti no llegará.

8

Ciertamente con tus ojos mirarás

y verás la recompensa de los impíos.

9

Porque al SEÑOR, que es mi refugio,

al Altísimo, has puesto como tu morada,

10

no te sobrevendrá mal

ni la plaga se acercará a tu tienda.

11

Pues a sus ángeles dará órdenes acerca de ti

para que te guarden en todos tus caminos.

12

En sus manos te llevarán

de modo que tu pie no tropiece

en piedra.

13

Sobre el león y la cobra pisarás; hollarás al leoncillo y a la serpiente.

14

“Porque en mí ha puesto su amor,

yo lo libraré;

lo pondré en alto,

por cuanto ha conocido mi nombre.

15

Él me invocará, y yo le responderé; con él estaré en la angustia.

Lo libraré y lo glorificaré;

16

lo saciaré de larga vida

y le mostraré mi salvación”.

Footnotes


Salmos 90:1 Según algunos mss. y LXX; TM, morada.

Salmos 90:10 Según vers. antiguas; otra trad., su amplitud.



Proverbios 13:24-25

Reina Valera Actualizada


24

El que detiene el castigo

aborrece a su hijo,

pero el que lo ama se esmera

en corregirlo.

25

El justo come hasta saciar su alma, pero el estómago de los impíos sufrirá necesidad.

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)


Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

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