Wednesday, April 24, 2024

DAB Español, Jueves 25 de Abril

Día 116, DAB Español, Jueves 25 de Abril


Jueces 4:1-5:31; Lucas 22:35-54; Salmos 94; Proverbios 14:3-4 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))








Jueces 4-5

Reina Valera Actualizada

Débora, juez en Israel


4 Después de la muerte de Ehud, los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. 2 Entonces el SEÑOR los abandonó en mano de Jabín, rey de Canaán, el cual reinaba en Hazor. El jefe de su ejército era Sísara, y habitaba en Haroset-goím.


3 Los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, porque aquel tenía novecientos carros de hierro y había oprimido con crueldad a los hijos de Israel durante veinte años.


4 En aquel tiempo gobernaba a Israel Débora, profetisa, esposa de Lapidot. 5 Ella solía sentarse debajo de la palmera de Débora, entre Ramá y Betel, en la región montañosa de Efraín. Y los hijos de Israel acudían a ella para juicio.


6 Entonces ella mandó llamar a Barac hijo de Abinoam, de Quedes de Neftalí, y le dijo:


—¿No te ha mandado el SEÑOR Dios de Israel, diciendo: “Ve, toma contigo a diez mil hombres de los hijos de Neftalí y de los hijos de Zabulón, reúnelos en el monte Tabor, 7 y yo atraeré hacia ti, al arroyo de Quisón, a Sísara, jefe del ejército de Jabín, con sus carros y su multitud, y lo entregaré en tu mano”?


8 Barac le respondió:


—Si tú vas conmigo, yo iré. Pero si no vas conmigo, no iré.


9 Ella le dijo:


—¡Ciertamente iré contigo! Solo que no será tuya la gloria, por la manera en que te comportas; porque en manos de una mujer entregará el SEÑOR a Sísara.


Débora se levantó y fue con Barac a Quedes. 10 Entonces Barac convocó a Zabulón y a Neftalí en Quedes, y lo siguieron diez mil hombres. Y Débora fue con él.


11 Heber el queneo se había apartado de los queneos descendientes de Hobab, suegro de Moisés, y había ido instalando sus tiendas hasta la encina de Zaananim, que está junto a Quedes.

La derrota del ejército de Sísara


12 Cuando comunicaron a Sísara que Barac hijo de Abinoam había subido al monte Tabor, 13 Sísara reunió todos sus carros, novecientos carros de hierro, con todo el pueblo que estaba con él, desde Haroset-goím hasta el arroyo de Quisón.


14 Entonces Débora dijo a Barac:


—¡Levántate, porque este es el día en que el SEÑOR ha entregado a Sísara en tu mano! ¿No ha salido el SEÑOR delante de ti?


Barac descendió del monte Tabor con los diez mil hombres detrás de él. 15 Y el SEÑOR desbarató a filo de espada a Sísara con todos sus carros y todo su ejército, delante de Barac. Sísara mismo se bajó del carro y huyó a pie. 16 Entonces Barac persiguió los carros y al ejército hasta Haroset-goím. Todo el ejército de Sísara cayó a filo de espada hasta no quedar ni uno.

La muerte de Sísara


17 Sísara huyó a pie a la tienda de Jael, mujer de Heber el queneo, porque había paz entre Jabín, rey de Hazor, y la casa de Heber el queneo. 18 Jael salió para recibir a Sísara y le dijo:


—¡Ven, señor mío! Ven a mí; no tengas temor.


Él entró en la tienda con ella, y ella lo cubrió con una manta. 19 Y él le dijo:


—Por favor, dame un poco de agua, porque tengo sed.


Ella abrió un odre de leche y le dio de beber, y lo volvió a cubrir. 20 Entonces él le dijo:


—Quédate a la entrada de la tienda, y si alguien viene y te pregunta diciendo: “¿Hay alguno aquí?”, responderás que no.


21 Pero Jael, mujer de Heber, tomó una estaca de la tienda, y tomando un mazo en su mano fue a él silenciosamente y le metió la estaca por las sienes, clavándola en la tierra, mientras él estaba profundamente dormido y agotado. Así murió.


22 Y he aquí que cuando Barac venía persiguiendo a Sísara, Jael salió a su encuentro y le dijo:


—Ven, y te mostraré al hombre que buscas.


Él entró con ella, y he aquí que Sísara yacía muerto con la estaca clavada en su sien. 23 Así sometió Dios aquel día a Jabín, rey de Canaán, ante los hijos de Israel. 24 Y la mano de los hijos de Israel comenzó a endurecerse más y más contra Jabín, rey de Canaán, hasta que lo destruyeron.

El cántico de Débora


5 Aquel día cantó Débora con Barac hijo de Abinoam, diciendo:


2 “Por haberse puesto al frente los caudillos en Israel,


por haberse ofrecido el pueblo voluntariamente,

¡bendigan al SEÑOR!


3 “Oigan, oh reyes; escuchen,


oh gobernantes:

Yo cantaré al SEÑOR;

cantaré salmos al SEÑOR Dios de Israel.


4 “Oh SEÑOR, cuando saliste de Seír, cuando marchaste desde el campo


de Edom, la tierra tembló;

también los cielos gotearon

y las nubes gotearon agua.


5 Los montes temblaron delante del SEÑOR;


aquel Sinaí, delante del SEÑOR Dios de Israel.


6 “En los días de Samgar hijo de Anat,


en los días de Jael,

cesaron las caravanas

y los caminantes se apartaban

por sendas retorcidas.


7 Quedaron abandonadas las aldeas[a]


en Israel;

quedaron abandonadas hasta que yo, Débora, me levanté.

¡Me levanté como madre en Israel!


8 “Cuando escogían dioses nuevos,


la guerra estaba a las puertas;

y no se veía ni lanza ni escudo

entre cuarenta mil en Israel.


9 ¡Mi corazón está con los jefes de Israel! Los que voluntariamente


se ofrecieron entre el pueblo:

¡Bendigan al SEÑOR!


10 “Los que cabalgan sobre asnas blancas, los que se sientan sobre tapices


y los que van por el camino, consideren


11 la voz de los que cantan junto


a los abrevaderos,

donde recitan los justos hechos del SEÑOR,

los justos hechos de sus aldeanos que moran a campo abierto en Israel. Entonces descendió a las puertas

el pueblo del SEÑOR.


12 “¡Despierta, despierta, oh Débora!


¡Despierta, despierta!

¡Entona un cántico!

¡Levántate, oh Barac!

¡Lleva tus cautivos, oh hijo de Abinoam!


13 Entonces descendió el remanente


de los poderosos,

y el pueblo del SEÑOR vino a mí con los valientes.


14 “De Efraín vinieron algunos cuyas


raíces estaban en Amalec;

detrás viniste tú, oh Benjamín, con tu pueblo;

de Maquir descendieron los jefes;

de Zabulón vinieron los que llevan

la vara de mando.


15 Los jefes de Isacar fueron con Débora. Así como Barac, también fue Isacar.


Fue traído tras él en el valle.


“En las divisiones de Rubén


hubo grandes deliberaciones

del corazón.


16 ¿Por qué te recostaste entre las alforjas para escuchar los balidos de los rebaños? ¡En las divisiones de Rubén


hubo grandes deliberaciones del corazón!


17 “Galaad se quedó al otro lado del Jordán.


Y Dan, ¿por qué se quedó junto

a los navíos?

También Aser se mantuvo

en la costa del mar,

y se quedó habitando en sus bahías.


18 “Zabulón es el pueblo


que expuso su vida hasta la muerte;

Neftalí también, en las alturas del campo.


19 “Vinieron los reyes y combatieron;


entonces combatieron los reyes

de Canaán

en Taanac, junto a las aguas de Meguido, ¡pero no se llevaron botín de plata!


20 “Desde los cielos combatieron


las estrellas;

desde sus órbitas combatieron contra Sísara.


21 El torrente de Quisón los arrastró,


el antiguo torrente, el torrente

de Quisón.

¡Marcha, oh alma mía, con poder!


22 Entonces resonaron los cascos


de los caballos,

por el continuo galope de sus corceles.


23 “‘¡Maldigan a Meroz!’,


dijo el ángel del SEÑOR.

‘Maldigan severamente a sus moradores porque no vinieron en ayuda del SEÑOR, en ayuda del SEÑOR con los valientes’.


24 “¡Bendita entre las mujeres sea Jael,


mujer de Heber el queneo.

Sea bendita entre las mujeres que habitan en tiendas.


25 Él pidió agua, y ella le dio leche;


en taza de nobles le sirvió nata.


26 Con su mano tomó la estaca,


y con su derecha el mazo de obrero.

Golpeó a Sísara, machacó su cabeza, perforó y atravesó su sien.


27 A los pies de ella se encorvó y cayó;


quedó tendido.

A los pies de ella se encorvó y cayó.

Donde se encorvó, allí cayó extenuado.


28 “La madre de Sísara se asoma


a la ventana,

y mirando por la celosía dice a gritos: ‘¿Por qué tarda su carro en venir?

¿Por qué se detienen las ruedas

de sus carros?’.


29 Las más sabias de sus damas


le responden,

y ella se repite a sí misma las palabras:


30 ‘¿No habrán capturado botín?


¿No lo estarán repartiendo?

Para cada hombre una joven o dos;

un botín de ropas de colores para Sísara; un botín de bordados de colores,

bordados por ambos lados,

para mi cuello… ¡Qué botín!’.


31 “¡Perezcan así todos tus enemigos,


oh SEÑOR!

Pero los que te aman sean como el sol cuando se levanta en su poderío”.


Y la tierra reposó durante cuarenta años.

Footnotes


Jueces 5:7 Según algunos mss.; TM, los aldeanos.



Lucas 22:35-54

Reina Valera Actualizada

La hora del conflicto espiritual


35 Y les dijo a ellos:


—Cuando los envié sin bolsa, sin alforja y sin calzado, ¿les faltó algo?


Ellos dijeron:


—Nada.


36 Entonces les dijo:


—Pues ahora, el que tiene bolsa, tómela; y también la alforja. Y el que no tiene espada, venda su manto y compre una.


37 Porque les digo que es necesario que se cumpla en mí aquello que está escrito: Y fue contado con los malhechores[a]. Porque lo que está escrito de mí tiene cumplimiento.


38 Entonces ellos dijeron:


—Señor, he aquí dos espadas.


Y él dijo:


—Basta.

Angustia de Jesús en Getsemaní


39 Después de salir, se fue, como solía, al monte de los Olivos; y sus discípulos también lo siguieron. 40 Cuando llegó al lugar, les dijo:


—Oren que no entren en tentación.


41 Y él se apartó de ellos a una distancia considerable[b] y, puesto de rodillas, oraba 42 diciendo:


—Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad sino la tuya.


43 [Entonces le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. 44 Y angustiado, oraba con mayor intensidad, de modo que su sudor era como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra][c].


45 Cuando se levantó de orar y volvió a sus discípulos, los halló dormidos por causa de la tristeza. 46 Y les dijo:


—¿Por qué duermen? Levántense y oren para que no entren en tentación.

Jesús es arrestado


47 Mientras él aún hablaba, he aquí vino una multitud. El que se llamaba Judas, uno de los doce, venía delante de ellos y se acercó a Jesús para besarle. 48 Entonces Jesús le dijo:


—Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?


49 Al ver los que estaban con él lo que había de ocurrir, le dijeron:


—Señor, ¿heriremos a espada?


50 Y uno de ellos hirió a un siervo del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. 51 Entonces respondiendo Jesús, dijo:


—¡Basta de esto!


Y tocando su oreja, lo sanó. 52 Entonces Jesús dijo a los principales sacerdotes, a los magistrados del templo y a los ancianos que habían venido contra él:


—¿Como contra un asaltante han salido con espadas y palos? 53 Habiendo estado con ustedes cada día en el templo, no extendieron la mano contra mí. Pero esta es la hora de ustedes y la del poder de las tinieblas.

Pedro niega a Jesús


54 Lo prendieron, lo llevaron y le hicieron entrar en la casa del sumo sacerdote. Y Pedro lo seguía de lejos.

Footnotes


Lucas 22:37 Isa. 53:12; cf. Luc. 12:50.

Lucas 22:41 Lit., una distancia como de un tiro de piedra.

Lucas 22:44 Muchos mss. antiguos omiten los vv. 43 y 44; en otros aparecen después de Mat. 26:39.



Salmos 94

Reina Valera Actualizada

El SEÑOR, Dios de justicia


94 Oh SEÑOR, Dios de las venganzas; oh Dios de las venganzas, ¡manifiéstate!


2

¡Exáltate, oh Juez de la tierra! Da su recompensa a los soberbios.

3

¿Hasta cuándo los impíos,

hasta cuándo, oh SEÑOR,

se regocijarán los impíos?

4

Vocean, hablan insolencias

y se confabulan los que hacen

iniquidad.

5

A tu pueblo, oh SEÑOR, quebrantan;

a tu heredad afligen.

6

A la viuda y al forastero matan;

a los huérfanos asesinan.

7

Han dicho: “No lo verá el SEÑOR[a],

ni entenderá el Dios de Jacob”.

8

Entiendan, torpes del pueblo; ustedes, necios, ¿cuándo serán entendidos?

9

El que puso el oído, ¿no oirá?

El que formó el ojo, ¿no verá?

10

El que disciplina a las naciones,

¿no reprenderá?

¿No sabrá el que enseña al hombre

el saber?

11

El SEÑOR conoce los pensamientos de los hombres, que son vanidad.

12

Bienaventurado el hombre a quien tú, oh SEÑOR[b], disciplinas

y lo instruyes sobre la base de tu ley

13

para darle tranquilidad en los días

de la desgracia;

en tanto que para los impíos se cava una fosa.

14

Porque el SEÑOR no abandonará

a su pueblo

ni desamparará a su heredad.

15

Más bien, el derecho volverá a la justicia,

y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

16

¿Quién se levantará por mí contra los malhechores?

¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad?

17

Si el SEÑOR no me ayudara

pronto mi alma moraría en el silencio.

18

Cuando yo decía: “Mi pie resbala”,

tu misericordia, oh SEÑOR, me sustentaba.

19

En la multitud de mis pensamientos dentro de mí

tus consolaciones alegraban mi alma.

20

¿Se aliará contigo el trono de maldad,

el que por decreto instituye el abuso?

21

Conspiran contra la vida del justo

y condenan la sangre inocente.

22

Pero el SEÑOR ha sido mi refugio;

mi Dios ha sido la roca

de mi confianza.

23

Él hará volver sobre ellos

su iniquidad,

y los destruirá a causa de su maldad.

El SEÑOR, nuestro Dios,

los destruirá.

Footnotes


Salmos 94:7 Lit., YH forma corta y poética de YHWH.

Salmos 94:12 Lit., YH forma corta y poética de YHWH.



Proverbios 14:3-4

Reina Valera Actualizada


3

En la boca del insensato hay

una vara para su espalda[a],

pero a los sabios los protegen sus labios.

4

Donde no hay bueyes el granero está vacío,

pero por la fuerza del buey

hay producción.

Footnotes


Proverbios 14:3 Cf. 10:13; Stutt. propone orgullo.


Reina Valera Actualizada (RVA-2015)


Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

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