Wednesday, July 28, 2021

DAB Español, Jueves 29 de Julio

Día 210, DAB Español, Jueves 29 de Julio

2 Crónicas 24:1-25:28; Romanos 12:1-21; Salmos 22:19-31; Proverbios 20:8-10 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))









2 Crónicas 24-25

Reina Valera Actualizada

 

24 Joás tenía siete años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años en Jerusalén. El nombre de su madre era Sibia, de Beerseba.

Joás restaura el templo

 

2 Joás hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, todo el tiempo del sacerdote Joyada. 3 Joyada tomó para el rey dos mujeres, y este engendró hijos e hijas.

 

4 Aconteció después de esto que Joás decidió reparar la casa del SEÑOR. 5 Entonces reunió a los sacerdotes y a los levitas, y les dijo:

 

—Recorran las ciudades de Judá y reúnan de todo Israel el dinero para reparar de año en año la casa de su Dios. Pongan diligencia en este asunto.

 

Pero los levitas no pusieron diligencia. 6 Entonces el rey llamó a Joyada, el sumo sacerdote, y le dijo:

 

—¿Por qué no has requerido de los levitas que traigan de Judá y de Jerusalén la contribución que Moisés, siervo del SEÑOR, y la congregación de Israel establecieron para el tabernáculo del testimonio?

 

7 Pues los hijos de la malvada Atalía habían arruinado la casa de Dios, y también habían empleado para los Baales todas las cosas sagradas de la casa del SEÑOR.

 

8 Entonces el rey dijo que hicieran un cofre, que pusieron fuera, junto a la puerta de la casa del SEÑOR. 9 Luego hicieron pregonar en Judá y en Jerusalén que trajeran al SEÑOR la contribución que Moisés, siervo de Dios, había establecido para Israel en el desierto. 10 Entonces se regocijaron todos los jefes y todo el pueblo, y traían sus contribuciones y las echaban en el cofre, hasta llenarlo. 11 Y sucedía que cuando llegaba el tiempo para llevar el cofre al oficial del rey por medio de los levitas, y cuando veían que había mucho dinero, el escriba del rey y el oficial del sumo sacerdote iban y vaciaban el cofre, y lo tomaban y lo volvían a poner en su lugar. Así lo hacían a diario, y recogían mucho dinero. 12 Luego el rey y Joyada lo entregaban a los que hacían la obra de reparación de la casa del SEÑOR. Así contrataban canteros y carpinteros para que restauraran la casa del SEÑOR; igualmente trabajadores en hierro y en bronce, para que repararan la casa del SEÑOR.

 

13 Los obreros trabajaban, y la obra de restauración progresó en sus manos. Restauraron la casa de Dios a su primer estado y la reforzaron. 14 Cuando acabaron, llevaron al rey y a Joyada lo que quedó del dinero, y con él hicieron utensilios para la casa del SEÑOR: utensilios para el servicio y para ofrecer holocaustos, cucharas y utensilios de oro y de plata. Continuamente ofrecían holocaustos en la casa del SEÑOR, todos los días de Joyada.

Muerte de Joyada y apostasía de Joás

 

15 Entonces Joyada envejeció y murió lleno de años. Tenía ciento treinta años cuando murió, 16 y lo sepultaron en la Ciudad de David, junto con los reyes, porque había hecho bien en Israel para con Dios y su casa.

 

17 Después de la muerte de Joyada vinieron los jefes de Judá y se postraron ante el rey, y el rey los escuchó. 18 Entonces abandonaron la casa del SEÑOR, Dios de sus padres, y rindieron culto a los árboles rituales de Asera y a los ídolos. Y la ira de Dios vino contra Judá y contra Jerusalén, a causa de esta culpa suya. 19 Sin embargo, les envió profetas para que los hicieran volver al SEÑOR; y estos los amonestaron, pero ellos no escucharon.

Crimen de Joás contra Zacarías

 

20 Entonces el Espíritu de Dios invistió a Zacarías, hijo del sacerdote Joyada, quien se puso de pie donde estaba más alto que el pueblo y les dijo:

 

—Así ha dicho Dios: “¿Por qué quebrantan los mandamientos del SEÑOR? No prosperarán; porque por haber abandonado al SEÑOR, él también los abandonará”.

 

21 Pero ellos conspiraron contra él, y por mandato del rey lo apedrearon en el atrio de la casa del SEÑOR. 22 El rey Joás no se acordó de la bondad que Joyada, padre de Zacarías, había mostrado con él. Más bien, mató a su hijo, quien dijo al morir: “¡El SEÑOR lo vea y lo demande!”.

Últimos años y muerte de Joás

 

23 Aconteció que al año siguiente subió contra él el ejército de Siria. Vinieron a Judá y a Jerusalén, destruyeron de entre la población a todos los magistrados del pueblo y enviaron todo su botín al rey en Damasco. 24 Aunque el ejército de Siria había venido con poca gente, el SEÑOR entregó en su mano un ejército muy numeroso, porque habían abandonado al SEÑOR, Dios de sus padres. Así ejecutaron juicio contra Joás.

 

25 Cuando los sirios se alejaron de él, lo dejaron gravemente enfermo. Después conspiraron contra él sus servidores, a causa de la sangre del hijo[a] del sacerdote Joyada. Lo hirieron de muerte en su cama, y murió. Y lo sepultaron en la Ciudad de David, pero no en los sepulcros de los reyes. 26 Los que conspiraron contra él fueron Zabad, hijo de Simeat la amonita, y Jozabad, hijo de Simrit la moabita.

 

27 Lo referente a sus hijos, a las muchas profecías acerca de él y a la restauración de la casa del SEÑOR, he aquí que está escrito en la historia del libro de los reyes. Y su hijo Amasías reinó en su lugar.

Amasías, rey de Judá

 

25 Amasías tenía veinticinco años cuando comenzó a reinar, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre era Joadán, de Jerusalén.

 

2 Él hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, aunque no con un corazón íntegro. 3 Sucedió que cuando el reino se consolidó con él, mató a sus servidores que habían herido de muerte al rey, su padre. 4 Pero no dio muerte a los hijos de ellos, conforme a lo que está escrito en la Ley, en el libro de Moisés, donde el SEÑOR mandó diciendo: Los padres no morirán por culpa de los hijos, ni los hijos morirán por culpa de los padres; sino que cada cual morirá por su propio pecado[b].

Amasías derrota a los edomitas

 

5 Después Amasías reunió a los de Judá y los organizó por todo Judá y Benjamín, de acuerdo con sus casas paternas, bajo jefes de millares y de centenas. Luego contó a los de veinte años para arriba y halló que eran trescientos mil escogidos para ir a la guerra, los cuales portaban lanza y escudo. 6 Además, tomó a sueldo a cien mil hombres valientes de Israel, por tres mil trescientos kilos de plata.

 

7 Entonces un hombre de Dios fue a él y dijo:

 

—Oh rey, que no vaya contigo el ejército de Israel; porque el SEÑOR no está con Israel ni con ninguno de los hijos de Efraín. 8 Aunque tú fueras y te esforzaras en la batalla, Dios te haría fracasar delante del enemigo. Porque en Dios hay poder para ayudar o para hacer fracasar.

 

9 Amasías preguntó al hombre de Dios:

 

—¿Qué será, pues, de los tres mil trescientos kilos de plata que he dado al ejército de Israel?

 

El hombre de Dios respondió:

 

—El SEÑOR puede darte mucho más que eso.

 

10 Entonces Amasías apartó las tropas que habían venido a él de Efraín, para que se fueran a sus casas. Ellos se enojaron muchísimo contra Judá y se volvieron a sus casas enfurecidos. 11 Pero Amasías se esforzó y guió a su pueblo; fue al valle de la Sal y mató a diez mil de los hijos de Seír. 12 Los hijos de Judá tomaron vivos a otros diez mil, que llevaron a la cumbre de un peñasco y de allí los despeñaron, y todos se hicieron pedazos. 13 Pero las tropas que Amasías había despedido para que no fueran con él a la batalla, saquearon las ciudades de Judá desde Samaria hasta Bet-jorón, mataron a tres mil de ellos y se llevaron mucho botín.

Apostasía de Amasías

 

14 Pero sucedió que después que Amasías vino de la matanza de los edomitas, trajo consigo los dioses de los hijos de Seír y los puso como dioses para sí, y se inclinó ante ellos y les quemó incienso. 15 Entonces el furor del SEÑOR se encendió contra Amasías, y le envió un profeta que le dijo:

 

—¿Por qué has acudido a los dioses de ese pueblo, que no pudieron librar a su pueblo de tu mano?

 

16 Y sucedió que cuando el profeta le habló estas cosas, él le respondió:

 

—¿Te hemos puesto a ti por consejero del rey? ¡Cállate! ¿Por qué te han de matar?

 

Entonces el profeta concluyó diciendo:

 

—Yo sé que Dios ha decidido destruirte, porque has hecho esto y no has escuchado mi consejo.

Joás, rey de Israel, derrota a Amasías

 

17 Después de haber tomado consejo Amasías, rey de Judá, mandó a decir a Joás hijo de Joacaz, hijo de Jehú, rey de Israel: “¡Ven, y enfrentémonos!”.

 

18 Y Joás, rey de Israel, mandó a decir a Amasías, rey de Judá: “El cardo que está en el Líbano mandó a decir al cedro que está en el Líbano: ‘Da tu hija a mi hijo por mujer’. Entonces pasó una fiera salvaje del Líbano y pisoteó el cardo. 19 Tú dices: ‘He aquí, he derrotado a Edom’, y tu corazón se ha envanecido, y te glorías. Ahora pues, quédate en tu casa. ¿Por qué provocas un mal, en que puedas caer tú y Judá contigo?”.

 

20 Pero Amasías no quiso escuchar, porque esto estaba determinado por Dios, quien los quería entregar en mano de sus enemigos, porque habían acudido a los dioses de Edom. 21 Entonces Joás, rey de Israel, subió; y se enfrentaron él y Amasías, rey de Judá, en Bet-semes, que pertenece a Judá. 22 Los de Judá fueron derrotados ante Israel y huyeron, cada uno a su morada.

 

23 Entonces Joás, rey de Israel, prendió en Bet-semes a Amasías, rey de Judá e hijo de Joás, hijo de Ocozías; y lo llevó a Jerusalén. Y abrió una brecha en el muro de Jerusalén, desde la puerta de Efraín hasta la puerta de la Esquina, ciento ochenta metros. 24 Luego tomó todo el oro, la plata y todos los utensilios que se hallaban en la casa de Dios con Obed-edom, y los tesoros de la casa del rey. También tomó rehenes y regresó a Samaria.

Últimos años y muerte de Amasías

 

25 Amasías hijo de Joás, rey de Judá, vivió quince años después de la muerte de Joás hijo de Joacaz, rey de Israel. 26 Los demás hechos de Amasías, los primeros y los últimos, ¿no están escritos en el libro de los reyes de Judá y de Israel? 27 Desde el tiempo en que Amasías se apartó del SEÑOR, hicieron una conspiración contra él en Jerusalén. Él huyó a Laquis, pero enviaron gente tras él a Laquis, y lo mataron allí. 28 Después lo llevaron sobre caballos y lo sepultaron con sus padres, en la Ciudad de David[c].

Footnotes

 

    2 Crónicas 24:25 Según LXX y Vulgata; heb., de los hijos.

    2 Crónicas 25:4 Deut. 24:16; cf. Jer. 31:29, 30; Eze. 18:20.

    2 Crónicas 25:28 Según varios mss. y vers. antiguas; cf. 2 Rey. 14:20; TM, Judá.

 

Romanos 12

Reina Valera Actualizada

El sacrificio agradable a Dios

 

12 Así que, hermanos, les ruego por las misericordias de Dios que presenten sus cuerpos como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es el culto racional de ustedes. 2 No se conformen a este mundo; más bien, transfórmense por la renovación de su entendimiento de modo que comprueben cuál sea la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.

 

3 Digo, pues, a cada uno de ustedes por la gracia que me ha sido dada, que nadie tenga más alto concepto de sí que el que deba tener; más bien, que piense con sensatez, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno. 4 Porque de la manera que en un solo cuerpo tenemos muchos miembros pero todos los miembros no tienen la misma función, 5 así nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo en Cristo pero todos somos miembros los unos de los otros. 6 De manera que tenemos dones que varían según la gracia que nos ha sido concedida: Si es de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; 7 si es de servicio, en servir; el que enseña, úselo en la enseñanza; 8 el que exhorta, en la exhortación; el que comparte, con liberalidad; el que preside, con diligencia; y el que hace misericordia, con alegría.

Consejos para la vida cristiana

 

9 El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y adhiriéndose a lo bueno: 10 amándose los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndose los unos a los otros; 11 no siendo perezosos en lo que requiere diligencia; siendo ardientes en espíritu, sirviendo al Señor; 12 gozosos en la esperanza, pacientes en la tribulación, constantes en la oración; 13 compartiendo para las necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. 14 Bendigan a los que les persiguen; bendigan y no maldigan. 15 Gócense con los que se gozan. Lloren con los que lloran. 16 Tengan un mismo sentir los unos por los otros, no siendo altivos sino acomodándose a los humildes. No sean sabios en su propia opinión. 17 No paguen a nadie mal por mal. Procuren lo bueno delante de todos los hombres. 18 Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, tengan paz con todos los hombres. 19 Amados, no se venguen ustedes mismos sino dejen lugar a la ira de Dios[a], porque está escrito: Mía es la venganza; yo pagaré[b], dice el Señor. 20 Más bien, si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; pues haciendo esto, carbones encendidos amontonarás sobre su cabeza[c]. 21 No seas vencido por el mal sino vence el mal con el bien.

Footnotes

 

    Romanos 12:19 En el texto griego no está de Dios, pero se sobrentiende de la cita.

    Romanos 12:19 Deut. 32:35.

    Romanos 12:20 Prov. 25:21, 22 (LXX).

 

Salmos 22:19-31

Reina Valera Actualizada

 

19

Pero tú, oh SEÑOR, no te alejes. Fortaleza mía, apresúrate para ayudarme.

20

Libra mi alma de la espada;

libra mi única vida de las garras

de los perros.

21

Sálvame de la boca del león

y de los cuernos de los toros salvajes.

¡Me has respondido!

22

Anunciaré tu nombre a mis hermanos;

en medio de la congregación te alabaré.

23

Los que temen al SEÑOR, alábenle; glorifíquenle todos los descendientes de Jacob.

Teman ustedes, todos los descendientes de Israel.

24

Porque no despreció ni desdeñó la aflicción del afligido

ni de él escondió el rostro.

Más bien, le oyó cuando clamó a él.

25

Tuya es mi alabanza en la gran congregación.

Mis votos pagaré delante de los que le temen.

26

Los pobres comerán y serán saciados. Alabarán al SEÑOR los que le buscan. ¡Que viva su corazón para siempre!

27

Ellos se acordarán y volverán al SEÑOR de todos los confines de la tierra. Delante de ti se postrarán

todas las familias de las naciones.

28

Porque del SEÑOR es el reino,

y él se enseñoreará de las naciones.

29

Ciertamente ante él[a] se postrarán

todos los ricos de la tierra.

Se doblegarán ante él todos los que descienden al polvo,

los que no pueden conservar la vida a su propia alma.

30

La posteridad le servirá;

esto le será referido al SEÑOR por generaciones.

31

Vendrán y anunciarán su justicia

a un pueblo que ha de nacer: “¡Él hizo esto!”.

Footnotes

 

    Salmos 22:29 Según prop. Stutt.; TM, Comerán y.

 

Proverbios 20:8-10

Reina Valera Actualizada

 

8

El rey se sienta en el trono del juicio; con su mirada disipa todo mal.

9

¿Quién podrá decir: “Yo he limpiado mi corazón;

limpio estoy de mi pecado”?

10

Pesas falsas y medidas falsas[a]: Ambas cosas son una abominación

al SEÑOR.

Footnotes

 

    Proverbios 20:10 Lit., Una piedra (pesa) y una piedra; veinte kilos y veinte kilos.

 

Reina Valera Actualizada (RVA-2015)

 

Version Reina Valera Actualizada, Copyright © 2015 by Editorial Mundo Hispano

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