Tuesday, July 20, 2021

DAB Español, Miércoles 21 de Julio

Día 202, DAB Español, Miércoles 21 de Julio

2 Crónicas 4:1-6:13a; Romanos 7:1-14; Salmos 17; Proverbios 19:22-23 (Traducción en lenguaje actual (TLA))









2 Crónicas 4:1-6:13

Traducción en lenguaje actual

Muebles y utensilios del templo (1 R 7.23-51)

 

4 Salomón también mandó hacer un altar de bronce de nueve metros de largo por nueve de ancho, y cuatro y medio de alto. 2 Después fabricó un enorme tanque para el agua. Era redondo, y de un borde al otro medía cuatro metros. Su altura era de dos metros y veinticinco centímetros, y su circunferencia era de trece metros y medio. 3 Decoró todo el borde con figuras de toros. Cada cuarenta y cinco centímetros había diez toros.

 

4 El tanque estaba sobre doce toros de bronce. Tres de estos toros miraban al norte, tres al sur, tres al este y tres al oeste, de modo que sus patas traseras quedaban hacia adentro. 5 Las paredes del tanque eran de ocho centímetros de grueso. Su borde se parecía a una flor de lirio abierta. En el tanque cabían cuarenta y cuatro mil litros de agua.

 

6-10 Salomón también hizo diez recipientes para lavar todo lo que se usaba para las ofrendas quemadas. Cinco recipientes estaban en el lado sur del templo, y cinco en el lado norte.

 

Hizo también diez candelabros de oro, como Dios lo había ordenado, y los puso en el templo; cinco en el lado sur, y cinco en el lado norte.

 

Además hizo diez mesas, que también colocó en el templo; cinco en el lado sur, y cinco en el lado norte.

 

Hizo también cien tazones de oro.

 

Además, Salomón mandó construir el patio de los sacerdotes y el patio principal, cada uno con sus puertas, las cuales recubrió de bronce.

 

11 Hiram también hizo las ollas, las palas y las vasijas. Así terminó todo el trabajo que hizo para el templo de Dios, por encargo del rey Salomón.

 

12 Éstos son todos los trabajos que realizó: las dos columnas, la parte superior de cada columna, las dos decoraciones en la parte superior de las columnas, 13 y las cuatrocientas figuras de esas decoraciones. 14 También hizo las diez bases y los recipientes que iban sobre ellas, 15 el gran tanque para el agua y los doce toros que lo sostenían, 16 y las ollas, palas y vasijas. Todo lo que Hiram hizo para el templo de Dios a pedido del rey Salomón era de bronce pulido. 17 Los utensilios de bronce los hicieron en moldes de arena, en la región del Jordán, entre Sucot y Saretán. 18 Salomón no pidió que pesaran los utensilios de bronce porque eran muchos.

 

19-22 Salomón también mandó hacer todos los utensilios que había en el templo de Dios. Los de oro puro eran:

 

el altar,

 

la mesa de los panes para Dios,

 

los diez candelabros del Lugar Santísimo,

 

las figuras de flores,

 

las lámparas,

 

las tenazas,

 

las copas,

 

las tijeras para cortar mechas,

 

las vasijas,

 

los cucharones,

 

los incensarios,

 

las bisagras de las puertas del Lugar Santísimo, y

 

las bisagras de la puerta de la entrada principal del edificio.

 

5 De este modo se terminaron todos los trabajos que Salomón mandó hacer para el templo de Dios. Después llevó todos los utensilios de oro y de plata que su padre David había dedicado para Dios, y los guardó en el lugar donde estaban los tesoros del templo de Dios.

Salomón lleva el cofre del pacto al templo (1 R 8.1-9)

 

2 El rey Salomón se reunió con los líderes de Israel, los jefes de las tribus y la gente más importante de las familias israelitas. Salomón quería que todos estuvieran presentes cuando se llevara el cofre del pacto de Dios desde la parte antigua de Jerusalén hasta el templo. 3 Esto ocurrió en la fiesta de las enramadas, que se celebra en el mes de Etanim.[a]

 

4-5 Cuando llegaron todos los representantes de Israel, los sacerdotes y sus ayudantes tomaron el cofre y se lo llevaron al templo. También llevaron el santuario y todos los utensilios dedicados al culto.

 

6 El rey Salomón y todos los israelitas allí reunidos se pararon frente al cofre, y le ofrecieron a Dios muchos toros y ovejas.

 

7 Después los sacerdotes llevaron el cofre del pacto de Dios hasta el fondo del templo, donde estaba el Lugar Santísimo, y lo pusieron bajo las alas de los dos grandes querubines. 8 Las alas extendidas de los querubines cubrían el cofre y las varas que servían para trasladarlo. 9 Estas varas eran tan largas que sus puntas se veían desde el Lugar Santo, que estaba frente al Lugar Santísimo. Sin embargo, no podían verse desde afuera del templo. Así se quedaron hasta el día en que se escribió este relato. 10 Lo único que había en el cofre eran las dos tablas de piedra con las leyes del pacto. Esas leyes se las había dado Dios a los israelitas cuando salieron de Egipto. Moisés las había puesto en el cofre cuando estuvo en el monte Horeb.

Dios llena el templo con su presencia (1 R 8.10-11)

 

11-13 Todos los sacerdotes allí presentes, sin importar el grupo al que pertenecían, habían cumplido con la ceremonia de preparación para poder presentarse ante Dios.

 

Por su parte, los cantores se ubicaron al lado este del altar. Todos estaban de pie y vestidos de lino fino. Entre ellos estaban Asaf, Hemán y Jedutún, con sus hijos y familiares. Todos ellos tocaban platillos, arpas y otros instrumentos de cuerdas. Junto a ellos había ciento veinte sacerdotes que tocaban las trompetas.

 

Todos juntos alababan y daban gracias a Dios con el canto que dice:

 

«Alaben a Dios, porque él es bueno,

y nunca dejará de amarnos».

 

Cuando los sacerdotes salieron del Lugar Santo, una nube llenó todo el templo. Era la presencia de Dios, 14 y por eso los sacerdotes ya no pudieron quedarse para celebrar el culto.

Salomón ora a Dios (1 R 8.12-53)

 

6 Entonces Salomón dijo:

 

«Dios mío,

tú siempre has vivido en la espesa nube

que acompaña al santuario.

2

Pero ahora,

te he construido una casa,

para que vivas allí para siempre».

 

3 Luego el rey se dio vuelta y miró a todo el pueblo de Israel, que se había reunido y estaba de pie. Entonces los bendijo. 4 Y exclamó:

 

«Bendito sea el Dios de Israel, que ha cumplido lo que le prometió a mi padre, pues le dijo: 5 “Desde que saqué de Egipto a mi pueblo, no he elegido ninguna ciudad de las tribus de Israel para que se construya en ella mi templo. Tampoco elegí a ningún hombre para que fuera el gobernante de Israel, mi pueblo. 6 Sin embargo, ahora he elegido a Jerusalén como mi lugar de residencia, y te elegí a ti, David, para que gobiernes a mi pueblo Israel”.

 

7 »Mi padre deseaba construir un templo para adorar a nuestro Dios. 8 Sin embargo, Dios le dijo: “Haces bien en querer construirme una casa. 9 Pero no serás tú quien la construya, sino uno de tus hijos”.

 

10 »Dios cumplió su promesa. Ahora yo soy el rey de Israel, en lugar de mi padre, y he construido una casa para nuestro Dios. 11 Además, he preparado un lugar para colocar allí el cofre del pacto que Dios hizo con nosotros».

 

12-13 Luego Salomón subió sobre una plataforma de bronce que había construido en medio del patio del templo. Esa plataforma medía dos metros veinticinco centímetros de largo y de ancho, y un metro treinta y cinco centímetros de alto.

 

Entonces, a la vista de todo el pueblo, Salomón se puso de rodillas delante del altar de Dios, y levantando sus manos al cielo

Footnotes

 

    2 Crónicas 5:3 Etanim: Séptimo mes del calendario lunar judío. En nuestro calendario solar corresponde al período que va de mediados de septiembre a mediados de octubre.

 

Romanos 7:1-14

Traducción en lenguaje actual

Ahora pertenecemos a Cristo

 

7 Hermanos en Cristo, ustedes conocen la ley de Moisés, y saben que debemos obedecerla sólo mientras vivamos. 2 Por ejemplo, la ley dice que la mujer casada será esposa de su marido sólo mientras él viva. Pero si su esposo muere, ella quedará libre de la ley que la unía a su esposo. 3 Si ella se va a vivir con otro hombre mientras su esposo vive todavía, se podrá culparla de ser infiel a su esposo. Pero si su esposo muere, ella quedará libre de esa ley, y podrá volver a casarse sin que se le acuse de haber sido infiel.

 

4 Algo parecido sucede con ustedes, mis hermanos. Por medio de la muerte de Cristo, ustedes ya no están bajo el control de la ley. Ahora ustedes son de Cristo, a quien Dios resucitó. De modo que podemos servir a Dios haciendo el bien. 5 Cuando vivíamos sin poder dominar nuestros malos deseos, la ley sólo servía para que deseáramos hacer más lo malo. Y así, todo lo que hacíamos nos separaba más de Dios. 6 Pero ahora la ley ya no puede controlarnos. Es como si estuviéramos muertos. Somos libres, y podemos servir a Dios de manera distinta. Ya no lo hacemos como antes, cuando obedecíamos la antigua ley, sino que ahora obedecemos al Espíritu Santo.

La lucha contra el pecado

 

7 ¿Quiere decir esto que la ley es pecado? ¡Claro que no! Pero si no hubiera sido por la ley, yo no habría entendido lo que es el pecado. Por ejemplo, si la ley no dijera: «No se dejen dominar por el deseo de tener lo que otros tienen», yo no sabría que eso es malo. 8 Cuando no hay ley, el pecado no tiene ningún poder. Pero el pecado usó ese mandamiento de la ley, y me hizo desear toda clase de mal.

 

9 Cuando yo todavía no conocía la ley, vivía tranquilo; pero cuando conocí la ley, me di cuenta de que era un gran pecador 10 y de que vivía alejado de Dios. Fue así como la ley, que debió haberme dado la vida eterna, más bien me dio la muerte eterna. 11 Porque el pecado usó la ley para engañarme, y con esa misma ley me alejó de Dios.

 

12 Podemos decir, entonces, que la ley viene de Dios, y que cada uno de sus mandatos es bueno y justo. 13 Con esto no estoy diciendo que la ley, que es buena, me llevó a la muerte. ¡De ninguna manera! El que hizo esto fue el pecado, que usó un mandato bueno. Así, por medio de un mandato bueno todos podemos saber lo realmente malo y terrible que es el pecado. 14 Nosotros sabemos que la ley viene de Dios; pero yo no soy más que un simple hombre, y no puedo controlar mis malos deseos. Soy un esclavo del pecado.

Salmos 17

Traducción en lenguaje actual

Escúchame y respóndeme

SALMO 17 (16)

Oración de David.

 

17 Dios mío,

atiende mis ruegos,

declárame inocente,

pues yo no he mentido.

2

Dicta tú mi sentencia,

pues tú sabes lo que es justo.

 

3-5

Tú sabes bien lo que pienso;

has venido por las noches

para ponerme a prueba

y no me encontraste

haciendo planes malvados;

tampoco digo malas palabras,

ni actúo con violencia,

como lo hacen los demás.

Yo sólo a ti te obedezco;

cumplo tus mandatos,

y no me aparto de ellos.

 

6

Dios mío,

yo te llamo porque me respondes.

Te ruego que me escuches

y que atiendas mis ruegos.

7

¡Demuéstrame que me amas!

Yo sé que tienes poder

para salvar de sus enemigos

a quienes buscan refugio en ti.

 

8-9

Cuídame como a tus propios ojos,

pues me atacan los malvados;

escóndeme bajo tus alas,

pues los que quieren matarme

ya me tienen rodeado.

10

No tienen sentimientos,

hablan sólo para ofenderme.

11

Me siguen muy de cerca,

no dejan de vigilarme,

quieren hacerme caer.

12

Parecen leones en su escondite,

en espera de su presa.

 

13-14

¡Vamos, Dios mío!

¡Enfréntate a ellos y derrótalos!

¡Echa mano a la espada

y sálvame de esos malvados!

¡Sálvame con tu poder!

¡Sálvame de esta gente

que todo lo tiene!

Mándales todos los castigos

que les tienes reservados,

pero castiga también

a sus hijos y a sus nietos.

15

Yo, por mi parte,

he de quedar satisfecho

cuando me declares inocente.

¡Despertar y verme en tu presencia

será mi mayor alegría!

Proverbios 19:22-23

Traducción en lenguaje actual

 

22

Todo el mundo quiere tener

a alguien en quien confiar;

todo el mundo prefiere al pobre

más que al mentiroso.

 

23

Obedece a Dios y vivirás;

así dormirás tranquilo

y no tendrás ningún temor.

Traducción en lenguaje actual (TLA)

 

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