Día 97, DAB Español, Sábado 7 de Abril
Deuteronomio 31:1-32:9; Lucas 12:8-34; Salmos 78:26-45; Proverbios 12:21-23 (Traducción en lenguaje actual (TLA))
Deuteronomio
31:1-32:9 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Un nuevo jefe para Israel
31 Moisés habló otra vez con el pueblo y le dijo:
2 «Ya tengo ciento veinte años de edad, y no puedo
seguir siendo el jefe de Israel. Por otra parte, Dios no va a dejarme cruzar el
río Jordán. 3 Pero él mismo los guiará, y destruirá a todos los países que
ustedes encuentren a su paso. Así el territorio será de ustedes. Además, Dios
ha ordenado que Josué sea su nuevo jefe.
4 »A los países que se enfrenten con ustedes, Dios los
destruirá como destruyó a los reyes Og y Sihón, y a sus países. 5 Cuando
ustedes los hayan vencido, harán con ellos todo lo que les he ordenado. 6 Sean
fuertes y valientes, pues Dios peleará por ustedes; no tengan miedo de esos
países, porque Dios no los abandonará».
7 Enseguida, Moisés llamó a Josué y, delante de todo
el pueblo, le dijo:
«Tú, Josué, tienes que ser fuerte y valiente, pues vas
a llevar a este pueblo al territorio que Dios prometió dar a sus antepasados.
Tú los harás conquistar ese territorio. 8 Dios mismo será tu guía, y te ayudará
en todo; él jamás te abandonará. ¡Echa fuera el miedo y la cobardía!»
Lectura de los mandamientos
9 Moisés escribió todas estas enseñanzas, y entregó el
texto escrito a los jefes israelitas y a los sacerdotes, que eran los
encargados de transportar el cofre del pacto. 10-11 Luego les dio esta orden:
«Cada siete años se celebrará el año del perdón de
deudas. Cuando llegue ese año, y todos los israelitas estén reunidos en el
santuario de Dios para celebrar la fiesta de las enramadas, se leerán estas
enseñanzas. 12 Todos, sin falta, deben ir a esa fiesta: hombres, mujeres, niños
y refugiados. Allí escucharán la lectura de estas enseñanzas, y aprenderán a
respetar a Dios y a obedecer sus mandamientos. 13 También los hijos que tengan,
y que aún no conocen estos mandamientos, los oirán y aprenderán a obedecer a
Dios. Esto lo harán mientras vivan en el país al otro lado del río Jordán, que
ahora van a conquistar».
Dios da instrucciones a Moisés y a Josué
14 Después de esto, Dios le dijo a Moisés: «Ya se
acerca el día de tu muerte. Por eso quiero que tú y Josué vengan al santuario,
para que yo les diga lo que deben hacer».
Moisés y Josué fueron al santuario, 15 y en la entrada
misma Dios se hizo presente, en medio de una nube en forma de columna. 16 Y
Dios le dijo a Moisés:
«Muy pronto morirás. Cuando eso suceda, los israelitas
dejarán de obedecerme y adorarán a los dioses falsos de la gente que vive en
este territorio. Me abandonarán y no cumplirán con el pacto que hemos hecho. 17
Entonces yo me enojaré con ellos, y los dejaré solos; en vez de cuidarlos, les enviaré
muchos castigos y sufrimientos. Y tendrán que admitir que los he abandonado. 18
Aunque lo reconozcan, yo me alejaré de ellos más todavía. Así los castigaré por
su maldad de adorar a dioses falsos.
19-20 »Cuando lleve yo a los israelitas al territorio
que juré darles, ellos comerán hasta engordar, pues allí siempre hay abundancia
de alimentos. Entonces se olvidarán de mí, adorarán a otros dioses y no
cumplirán el pacto que hicimos. Por eso quiero que tú y Josué escriban la
canción que les voy a dictar. Quiero que le enseñen al pueblo a cantarla. Así,
cuando ellos la canten, se acordarán de todo lo que les he ordenado y no podrán
decir: “De esto no sabíamos nada”. 21 Cuando sufran todos los castigos que
habré de enviarles, se acordarán de esta canción; y cuando sus hijos la canten,
tendrán que admitir que tengo la razón. Aunque ellos no han entrado todavía en
el territorio que les he prometido, los conozco muy bien y sé cómo van a
actuar».
22 Ese mismo día, Moisés escribió la canción y se la
enseñó a los israelitas. 23 A Josué, Dios le dijo: «Tú, Josué, tienes que ser
fuerte y valiente. Yo te ayudaré en todo, y tú harás que este pueblo conquiste
el territorio que les he prometido».
24 Cuando Moisés terminó de escribir en el libro todas
las enseñanzas que Dios le dio, 25 les dijo a los sacerdotes encargados de
transportar el cofre del pacto:
26 «Aquí tienen las enseñanzas de nuestro Dios.
Pónganlas junto al cofre del pacto. Estas enseñanzas me servirán de prueba
contra ustedes, 27 pues los conozco muy bien. Yo sé que ustedes son tercos y
rebeldes. Si ahora que estoy con ustedes desobedecen a Dios, ¿qué no harán
cuando ya me haya muerto?
28 »Por eso, reúnan ahora a los jefes del pueblo y a
los líderes de las tribus, para dejar esto bien claro: Yo les he entregado las
enseñanzas de Dios. De esto, el cielo y la tierra son testigos. 29 Yo sé bien
que, después de mi muerte, ustedes dejarán de obedecer a Dios y no seguirán las
enseñanzas que les he dado. Por lo mismo, ustedes van a sufrir mucho, pues
harán enojar a Dios».
La canción
30 En cuanto los israelitas se reunieron con Moisés,
él les enseñó la canción que Dios le dictó:
32 «Cielo y tierra,
¡presten atención a mis palabras!
2 Lo que tengo que decir
es tan bueno como la lluvia,
que hace bien a las plantas
y a la hierba del campo.
3 »Quiero alabar a nuestro Dios;
y ustedes, ¡reconozcan su poder!
4 Él nos protege del mal.
Es un Dios justo y fiel,
que siempre actúa con justicia.
5-6 »Israelitas,
Dios es su creador;
es como un padre para ustedes.
Pero ustedes han sido malos,
y lo han ofendido.
Han sido tercos y tontos,
y no merecen ser sus hijos.
¡Son unos malagradecidos!
7 »Pónganse a pensar
en la historia de su pueblo.
Sus padres y sus jefes
les contarán hechos del pasado.
8 Cuando Dios dividió la humanidad
en diferentes pueblos y naciones,
les dio sus propios territorios;
pero a ustedes, israelitas,
les dio un trato especial:
9 A ustedes Dios los eligió
para que fueran su pueblo.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
Copyright © 2000 by United Bible Societies
Lucas
12:8-34 Traducción en lenguaje actual (TLA)
Hablar de Jesús
8 »Si ustedes les dicen a otros que son mis
seguidores, yo, el Hijo del hombre, les diré a los ángeles de Dios que ustedes
en verdad lo son. 9 Pero si le dicen a la gente que no son mis seguidores, yo
les diré a los ángeles de Dios que ustedes no lo son.
10 »Si ustedes dicen algo contra mí, que soy el Hijo
del hombre, Dios los perdonará. Pero si dicen algo malo en contra del Espíritu
Santo, Dios no los perdonará.
11 »Cuando los lleven a las sinagogas, o ante los
jueces y las autoridades, para ser juzgados, no se preocupen por lo que van a
decir o cómo van a defenderse. 12 Porque en el momento preciso, el Espíritu
Santo les dirá lo que deben decir.»
El rico tonto
13 Uno de los que estaban allí le dijo a Jesús:
—Maestro, ordénale a mi hermano que me dé la parte de
la herencia que me dejó nuestro padre.
14 Jesús le respondió:
—A mí no me corresponde resolver el pleito entre tu
hermano y tú.
15 Luego miró Jesús a los que estaban allí, y les
dijo: «¡No vivan siempre con el deseo de tener más y más! No por ser dueños de
muchas cosas se vive una vida larga y feliz.»
16 Y enseguida Jesús les puso este ejemplo:
«Las tierras de un hombre muy rico habían dado una
gran cosecha. 17 Era tanto lo que se había recogido, que el rico no sabía dónde
guardar los granos. 18 Pero después de pensarlo dijo: “Ya sé lo que haré.
Destruiré mis viejos graneros, y mandaré a construir unos mucho más grandes.
Allí guardaré lo que he cosechado y todo lo que tengo. 19 Después me diré: ¡Ya
tienes suficiente para vivir muchos años! ¡Come, bebe, diviértete y disfruta de
la vida lo más que puedas!”
20 »Pero Dios le dijo: “¡Qué tonto eres! Esta misma
noche vas a morir, y otros disfrutarán de todo esto que has guardado.”
21 »Así les pasa a todos los que amontonan riquezas
para sí mismos. Se creen muy ricos pero, en realidad, ante Dios son pobres.»
Las preocupaciones
22 Después Jesús les dijo a sus discípulos:
«No se pasen la vida preocupados por lo que van a
comer o beber, o por la ropa que van a ponerse. 23 La vida no consiste sólo en
comer, ni el cuerpo existe sólo para que lo vistan.
24 »Miren a los cuervos: no siembran ni cosechan, ni
tienen graneros para guardar las semillas. Sin embargo, Dios les da de comer.
¡Recuerden que ustedes son más importantes que las aves!
25 »¿Creen ustedes que por preocuparse mucho vivirán
un día más? 26 Si ni siquiera esto pueden conseguir, ¿por qué se preocupan por
lo demás?
27 »Aprendan de las flores del campo: no trabajan para
hacerse sus vestidos y, sin embargo, les aseguro que ni el rey Salomón, con
todas sus riquezas, se vistió tan bien como ellas.
28 »Si Dios hace tan hermosas a las flores, que viven
tan poco tiempo, ¿no hará mucho más por ustedes? ¡Veo que todavía no han
aprendido a confiar en Dios!
29 »No se desesperen preguntándose qué van a comer, o
qué van a beber. 30 Sólo quienes no conocen a Dios se preocupan por eso. Dios,
el Padre de ustedes, sabe que todo eso lo necesitan.
31 »Lo más importante es que reconozcan a Dios como
único rey. Todo lo demás, él se lo dará a su debido tiempo.
La riqueza verdadera
32 »¡No tengan miedo, mi pequeño grupo de discípulos!
Dios, el Padre de ustedes, quiere darles su reino. 33 Vendan lo que tienen, y
repartan ese dinero entre los pobres. Fabríquense bolsas que nunca se rompan, y
guarden en el cielo lo más valioso de su vida. Allí, los ladrones no podrán
robar, ni la polilla podrá destruir. 34 Recuerden que la verdadera riqueza
consiste en obedecerme de todo corazón.
Traducción en lenguaje actual (TLA)
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Salmos
78:26-45 Traducción en lenguaje actual (TLA)
26 Luego, con su poder
Dios hizo que desde el cielo
soplaran vientos encontrados.
27 ¡Dios hizo que les lloviera carne
como si les lloviera polvo!
¡Les mandó nubes de pájaros,
tantos como la arena del mar!
28 Dios dejó caer esos pájaros
dentro y fuera del campamento,
29 y la gente se hartó de comer,
pues Dios les cumplió su capricho.
30 No les duró mucho el gusto:
todavía tenían la comida en la boca
31 cuando Dios se enojó contra ellos.
¡Les quitó la vida
a sus hombres más fuertes!
¡Hirió de muerte
a los mejores israelitas!
32 Pero ellos siguieron pecando;
dudaron del poder de Dios.
33 Por eso Dios les quitó la vida;
¡les envió una desgracia repentina,
y acabó con su existencia!
34 Ellos sólo buscaban a Dios
cuando él los castigaba;
sólo así se arrepentían
y volvían a obedecerlo;
35 sólo entonces se acordaban
del Dios altísimo,
su protector y libertador.
36-37 Nunca le decían la verdad;
nunca le fueron sinceros
ni cumplieron fielmente su pacto.
38 Pero Dios, que es compasivo,
les perdonó su maldad
y no los destruyó.
Más de una vez refrenó su enojo,
39 pues tomó en cuenta
que eran simples seres humanos;
sabía que son como el viento
que se va y no vuelve.
40 Muchas veces, en el desierto,
se rebelaron contra Dios
y lo hicieron ponerse triste.
41 Muchas veces lo pusieron a prueba;
¡hicieron enojar al santo Dios de Israel!
42 No se acordaron del día
cuando Dios, con su poder,
los libró de sus enemigos.
43 Tampoco recordaron
los grandes milagros
que Dios hizo en Egipto,
44 cuando convirtió en sangre
todos los ríos egipcios,
y el agua no se podía beber.
45 Les mandó moscas y ranas,
que todo lo destruían;
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Proverbios
12:21-23 Traducción en lenguaje actual (TLA)
21 El bueno no sufre ningún daño;
al malvado los males le llegan juntos.
22 Dios no soporta a los mentirosos,
pero ama a la gente sincera.
23 Si realmente eres sabio,
no presumas de lo que sabes;
sólo los tontos
se jactan de su estupidez.
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