Día 102, DAB Español, Jueves 12 de Abril
Josué 5:1-7:15; Lucas 15:1-32; Salmos 81; Proverbios 13:1 (Palabra de Dios para Todos (PDT))
Josué
5:1-7:15 Palabra de Dios para Todos (PDT)
5 Así fue que el SEÑOR secó las aguas del Jordán para
que los israelitas lo cruzaran. Al enterarse de esto los reyes amorreos que
estaban al occidente del Jordán perdieron toda esperanza. También se atemorizaron
los reyes cananeos que habitaban a lo largo de la costa del mar. Todos ellos
perdieron el ánimo de luchar contra los israelitas.
Circuncisión de los israelitas
2 Entonces el SEÑOR le dijo a Josué: «Haz cuchillos de
piedra, y vuelve a circuncidar a los israelitas». 3 Entonces Josué mandó hacer
cuchillos de piedra y circuncidó a los israelitas en el monte Aralot [a]. 4
Josué tuvo que circuncidarlos porque ya habían muerto en el desierto todos los
hombres en edad militar que habían salido de Egipto. 5 Aunque todos los que
salieron de Egipto estaban circuncidados, ninguno de los que había nacido en el
desierto estaba circuncidado. 6 Puesto que los israelitas anduvieron por el
desierto durante cuarenta años, ya habían muerto todos los hombres israelitas
en edad militar que habían salido de Egipto. Esos hombres no habían obedecido
al SEÑOR y por tal razón el SEÑOR les juró que no los dejaría ver la tierra que
el SEÑOR les había prometido a sus antepasados que nos daría a nosotros, una
tierra que rebosa de leche y miel. 7 Él hizo que los hijos de esos hombres los
reemplazaran a ellos. Josué circuncidó a los hijos de esos hombres porque no
habían sido circuncidados durante el viaje. 8 Cuando todos fueron
circuncidados, se quedaron en el campamento hasta que se recuperaron.
La primera Pascua en Canaán
9 Luego el SEÑOR le dijo a Josué: «Hoy he quitado de
ustedes la vergüenza que tenían en Egipto». Es por eso que ese lugar se llama
Guilgal [b] hasta el día de hoy.
10 Mientras acampaban en Guilgal, en los llanos de Jericó,
los israelitas celebraron la Pascua, en la noche del día catorce del mes. 11 El
día después de la Pascua, empezaron a alimentarse de los productos de la
tierra, pan sin levadura y grano tostado. 12 Desde ese mismo día, el maná dejó
de aparecer y durante todo ese año los israelitas se alimentaron de lo que
producía la tierra de Canaán.
El jefe del ejército del Señor
13 En una ocasión, Josué se acercó a Jericó y vio a un
hombre frente a él, con una espada en la mano. Josué se le acercó y le dijo:
—¿Eres de los nuestros o eres enemigo?
14 Él respondió:
—No soy enemigo, acabo de llegar. Soy el comandante
del ejército del SEÑOR.
Entonces Josué se postró rostro en tierra ante él y lo
adoró. Luego le dijo:
—Yo soy su siervo, Señor, ¿tiene algo que ordenarme?
15 El comandante del ejército del SEÑOR le dijo a
Josué:
—Quítate las sandalias, porque el lugar donde estás es
sagrado.
Y Josué obedeció.
La toma de Jericó
6 Las puertas de Jericó estaban cerradas y
fortificadas a causa de los israelitas. Nadie podía entrar ni salir.
2 El SEÑOR le dijo a Josué: «Voy a entregar en tus
manos a Jericó, a su rey y a sus soldados. 3 Una vez al día, marcha alrededor
de la ciudad con todos los soldados. Haz esto por seis días. 4 Siete sacerdotes
marcharán delante del cofre, cada uno llevando una trompeta hecha de cuernos de
carnero. El séptimo día darán siete vueltas alrededor de la ciudad, mientras
los sacerdotes tocan las trompetas. 5 Cuando se oiga que el cuerno de carnero
da un toque prolongado, todo el pueblo gritará muy fuerte, y la muralla de la
ciudad se derrumbará. Entonces desde la posición donde esté, cada soldado podrá
subir directamente contra la ciudad».
6 Josué hijo de Nun reunió a los sacerdotes y les
dijo: «Levanten el cofre del pacto, y que siete sacerdotes marchen delante del
cofre del SEÑOR llevando cada uno una trompeta hecha de cuerno de carnero». 7 Y
le dijo al pueblo: «Den una vuelta alrededor de la ciudad, y que el ejército
vaya delante del cofre del SEÑOR».
8 Cuando Josué terminó de hablarle a la gente, los
siete sacerdotes que llevaban ante el SEÑOR las trompetas hechas de cuernos de
carnero salieron tocándolas, adelante del cofre. El cofre del pacto del SEÑOR
iba detrás de ellos. 9 El ejército iba adelante de los siete sacerdotes que
tocaban las trompetas. Los demás hombres de guerra marchaban detrás del cofre.
Mientras todos marchaban sonaban las trompetas continuamente. 10 Josué le
ordenó al pueblo: «No griten ni dejen que se escuche su voz, no dejen salir ni
una sola palabra de su boca, hasta el día que les diga: “¡Griten!”, sólo
entonces deberán gritar».
11 Josué ordenó llevar el cofre del SEÑOR alrededor de
la ciudad una sola vez. Después regresaron al campamento para pasar la noche.
12 Josué se levantó temprano y los sacerdotes
levantaron nuevamente el cofre del SEÑOR. 13 Todos marcharon alrededor de la
ciudad como lo hicieron el día anterior: primero, el ejército, luego los siete
sacerdotes tocando continuamente las trompetas ante el cofre del SEÑOR, después
los sacerdotes que llevaban el cofre del SEÑOR y por último, los demás hombres.
14 Dieron una vuelta alrededor de la ciudad el segundo día, y volvieron al
campamento. Hicieron esto por seis días.
15 El séptimo día ellos se levantaron al amanecer y
marcharon alrededor de la ciudad como habían hecho antes, pero ese día dieron
siete vueltas a la ciudad. 16 La séptima vez, cuando los sacerdotes tocaron las
trompetas, Josué le dijo a la gente: «¡Griten! Porque el SEÑOR les ha dado la
ciudad. 17 La ciudad y todo lo que hay en ella debe ser consagrado a la
destrucción [c] por orden del SEÑOR. Sólo quedarán vivos Rajab, la prostituta,
y todos los que están con ella en la casa, porque ella escondió a los
mensajeros que enviamos. 18 Pero cuídense de no tocar ni llevarse nada de lo
que ha sido consagrado a la destrucción, porque entonces por culpa de ustedes
Dios consagrará a la destrucción al campamento de Israel y lo castigará. 19
También pertenecen únicamente al SEÑOR toda la plata, el oro y objetos de
bronce y de hierro, e irán a la tesorería del SEÑOR.
20 Entonces la gente gritó, y los sacerdotes tocaron
las trompetas. Tan pronto como el pueblo escuchó el toque de trompeta
prolongado, todos dieron un fuerte grito, y la muralla se derrumbó. Entonces,
desde donde se encontraba, cada soldado subió directamente contra la ciudad, y
la capturaron. 21 Mataron con la espada a todos en la ciudad, hombres y
mujeres, jóvenes y viejos, ganado, rebaños y burros.
22 Josué les dijo a los dos hombres que habían espiado
la tierra: «Entren a la casa de la prostituta y saquen a la mujer y a toda su
familia, tal como lo juraron». 23 Así que los dos hombres que habían sido
espías fueron y sacaron a Rajab, al papá, a la mamá, a los hermanos y a todos
los parientes de ella y los pusieron afuera del campamento de Israel. 24 Luego,
los israelitas quemaron la ciudad y todo lo que había en ella. Sólo la plata,
el oro y los objetos de bronce y de hierro los guardaron en la tesorería de la
casa del SEÑOR. 25 Pero Josué les perdonó la vida a Rajab, la prostituta, y a
todos sus parientes. Sus descendientes han vivido en Israel hasta hoy porque
escondió a los mensajeros que Josué había enviado a espiar en Jericó.
26 En ese momento Josué hizo este juramento:
«Que el SEÑOR maldiga
al que
intente reconstruir la ciudad de Jericó.
Que a costa de la vida de su hijo mayor
eche los
cimientos,
y a costa de la vida de su hijo menor [d]
restaure sus
puertas».
27 Así el SEÑOR estaba con Josué, y su reputación se
difundió por toda la tierra.
El pecado de Acán
7 Pero los israelitas no obedecieron la orden con
respecto a lo que estaba consagrado a la destrucción. Un hombre de la tribu de
Judá llamado Acán, hijo de Carmí, nieto de Zabdí y bisnieto de Zara, tomó algunas
cosas de lo que estaba consagrado a la destrucción. Eso hizo que el SEÑOR se
enojara mucho con los israelitas.
2 Josué envió unos hombres desde Jericó a la ciudad de
Hai [e], que está cerca de Bet Avén, al oriente de Betel. Les dijo: «Vayan y
espíen la tierra». Los hombres fueron y espiaron a Hai 3 y volvieron a donde
estaba Josué. Le dijeron: «No hagas que todo el pueblo vaya contra Hai. Con
unos dos o tres mil se puede atacar a Hai, así que no los molestes a todos
haciéndolos ir hasta allá, porque ellos son pocos».
4 Entonces unos tres mil hombres atacaron ese pueblo,
pero fueron derrotados por los hombres de Hai. 5 Primero, los israelitas se
dieron a la retirada cuando los hombres de Hai resistieron el ataque a las
puertas de la ciudad. En el contraataque los de Hai mataron a treinta y seis
hombres. Mientras perseguían a los israelitas hasta las canteras, otro grupo de
Hai los atacó matando a más en la bajada. Entonces el pueblo se atemorizó y
perdió el ánimo.
6 Josué rasgó sus vestidos y se postró rostro en
tierra ante el cofre del SEÑOR. Se quedó allí hasta la noche, acompañado por
los ancianos líderes de Israel. Ellos se arrojaron polvo en la cabeza en
demostración de dolor. 7 Josué dijo:
—¡Señor DIOS! ¿Por qué nos hiciste atravesar el Jordán
para luego dejar que los amorreos nos destruyan? ¡Ojalá hubiéramos quedado
satisfechos viviendo al otro lado del río! 8 Señor, ¿qué puedo decir ahora que
Israel ha sido vencido por sus enemigos? 9 Los cananeos y toda la gente que
vive en estas tierras se enterarán, nos rodearán y nos matarán a todos.
Entonces, ¿qué harás para que no se desacredite tu gran nombre?
10 El SEÑOR le dijo a Josué:
—¡Levántate! ¿Por qué te postras así? 11 Israel ha
pecado y ha roto el pacto que les ordené. Han tomado algunas de las cosas que
les ordené destruir, han robado, han mentido, y las han puesto entre sus
pertenencias. 12 Por eso los israelitas no son capaces de enfrentar a sus
enemigos, sino que huyen de ellos porque han actuado mal y han sido condenados
a la destrucción. Yo no voy a ayudarles más, a menos que destruyan todo lo que
les ordené que fuera destruido. 13 Ve y purifica al pueblo. Diles que se
purifiquen para mañana porque yo, el SEÑOR Dios de Israel, digo: “Israel: hay
entre sus pertenencias cosas que les ordené destruir y en tanto no las quiten
de entre ustedes no podrán hacer frente a sus enemigos”. 14 Mañana por la
mañana deberán presentarse por tribus, y la tribu que designe el SEÑOR pasará
adelante por grupos familiares, y el que designe el SEÑOR pasará adelante por
familias, y la que designe el SEÑOR pasará adelante hombre por hombre. 15 El
hombre que sea sorprendido con las cosas que debieron ser destruidas será
quemado con toda su familia y sus pertenencias, porque él rompió el pacto del
SEÑOR, y porque ha cometido un crimen horrible contra Israel.
Footnotes:
Josué 5:3 monte Aralot Significa monte de la
circuncisión.
Josué 5:9 Guilgal En hebreo esta palabra suena como la
palabra quitar.
Josué 6:17 consagrado a la destrucción Textualmente
Anatema. Esta expresión generalmente significa que estas cosas debían guardarse
en la tesorería del templo o que debían destruirse completamente para que no
estuvieran a disposición de la gente. Igual en 7:1,12.
Josué 6:26 Que a costa […] hijo menor Ver 1 R 16:34.
Josué 7:2 Hai Este nombre significa la ruina.
Palabra de Dios para Todos (PDT)
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Lucas
15 Palabra de Dios para Todos (PDT)
Alegría en el cielo
15 Muchos cobradores de impuestos y pecadores se
acercaban a Jesús para escucharlo. 2 Los fariseos y los expertos de la ley
empezaron a quejarse: «Este hombre [a] recibe bien a los pecadores, y hasta
come con ellos».
3 Entonces Jesús les contó esta historia: 4
«Supongamos que uno de ustedes tiene cien ovejas y pierde una de ellas, ¿acaso
no dejará solas a las otras noventa y nueve en el desierto para ir a buscar a
la que se le ha perdido hasta encontrarla? 5 Cuando la encuentra, con gozo la
pone sobre sus hombros, 6 y al llegar a casa, llama a todos sus amigos y
vecinos diciéndoles: “¡Alégrense conmigo porque encontré la oveja que se me
había perdido!” 7 Les digo que de la misma manera, habrá más alegría en el
cielo por un pecador que cambia su vida que por noventa y nueve personas buenas
que no necesitan hacerlo.
8 »Supongan que una mujer tiene diez monedas [b] y
pierde una de ellas. ¿Qué hace entonces? Toma una lámpara, limpia toda la casa
y busca por todas partes hasta encontrarla. 9 Cuando la encuentra, llama a sus
amigos y vecinos, y les dice: “¡Alégrense conmigo porque encontré la moneda que
se me había perdido!” 10 Les digo que así también se alegran los ángeles de
Dios cuando un pecador cambia su vida».
El hijo que se fue de la casa
11 Entonces Jesús dijo: «Había un hombre que tenía dos
hijos. 12 El menor le dijo: “Padre, quiero que me des ahora la parte de tus
posesiones que sería mi herencia”. Entonces dividió entre sus dos hijos todo lo
que tenía. 13 No mucho tiempo después, el hijo menor recogió todo lo suyo y se
fue a un país lejano. Estando en ese país, el hijo menor malgastó todo su
dinero llevando una vida descontrolada. 14 Cuando ya había gastado todo, hubo
una escasez de comida en ese país, y él empezó a pasar necesidad. 15 Buscó
trabajo con un hombre de ese país, quien lo mandó a trabajar en el campo
alimentando a los cerdos. 16 El hijo tenía tanta hambre que hasta quería comer
lo que comían los cerdos, pero nadie le daba nada. 17 Finalmente cayó en cuenta
de que había sido muy tonto y se dijo: “¡Todos los trabajadores de mi padre
tienen suficiente comida, y yo estoy aquí muriéndome de hambre! 18 Iré a la
casa de mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra Dios y contra ti. 19 Ya no
merezco llamarme tu hijo; déjame ser como uno de tus trabajadores”. 20 Entonces
el hijo regresó a la casa de su padre.
»Mientras el hijo todavía estaba muy lejos de casa, su
padre lo vio y tuvo compasión de él. Salió corriendo a su encuentro y le dio la
bienvenida con besos y abrazos. 21 El hijo le dijo: “Padre, he pecado contra
Dios y contra ti. No merezco llamarme tu hijo”. 22 Pero el padre les dijo a sus
siervos: “¡Apresúrense! Vístanlo con la mejor ropa. También pónganle un anillo
y sandalias. 23 Maten el mejor ternero y prepárenlo. ¡Celebremos y comamos! 24
Mi hijo estaba muerto y ha vuelto a vivir; estaba perdido y ha sido
encontrado”. Y empezaron la fiesta.
25 »El hermano mayor estaba en el campo y al acercarse
a la casa, escuchó la música del baile. 26 Entonces llamó a uno de los siervos
y le preguntó: “¿Qué es todo esto?” 27 El siervo le dijo: “Tu hermano ha vuelto
y tu padre mandó preparar el mejor ternero porque lo recuperó sano y salvo”. 28
El hijo mayor se enojó mucho y no quiso entrar. Entonces el padre salió a
pedirle que entrara. 29 Pero él le respondió a su padre: “Yo he trabajado para
ti todos estos años, no he dejado de obedecerte, y nunca me has dado ni un
cabrito para celebrar con mis amigos. 30 En cambio, cuando llega ese hijo tuyo,
que ha malgastado tu dinero con prostitutas, haces matar para él el mejor
ternero”.
31 »El padre le dijo: “Hijo mío, tú siempre estás
conmigo y todo lo que tengo es tuyo. 32 Pero tenemos que celebrar y estar
felices, porque tu hermano estaba muerto y ha vuelto a vivir, estaba perdido y
ha sido encontrado”».
Footnotes:
Lucas 15:2 Este hombre Es decir, Jesús. Sus enemigos
evitaban decir su nombre.
Lucas 15:8 monedas Textualmente dracmas.
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Salmos
81 Palabra de Dios para Todos (PDT)
Canten alegres a Dios
Al director con la gitit. Canción de Asaf.
81 Canten alegres a Dios, nuestra fortaleza.
Den gritos
de alegría al Dios de Jacob.
2 ¡Que suene la música!
Toquen la
pandereta,
el arpa
dulce y la lira.
3 Que toquen la trompeta [a] cuando llegue la Luna
nueva;
y también
cuando llegue la Luna llena [b], el día de nuestra fiesta.
4 Es un mandamiento para Israel,
un decreto
del Dios le dio a Jacob.
5 Fue una ley que Dios estableció a favor de José,
cuando el
Dios de Jacob salió al encuentro de Egipto.
Escuché esto en un idioma que no conocía:
6 «Te quité la carga de los hombros,
tus manos se
libraron de la canasta.
7 Estabas angustiado,
me llamaste
y yo te liberé.
Escondido entre las nubes tormentosas,
yo respondí
a su llamado;
te puse a
prueba en las aguas de Meribá [c]». Selah
8 «Pueblo mío, escucha mi advertencia;
Israel,
ojalá me prestaras atención.
9 No adores a dioses extranjeros,
ni te inclines
ante ningún dios,
de esos que
tienen los demás.
10 Yo soy el SEÑOR tu Dios,
que te sacó
de Egipto.
Abre tu boca
y yo te alimentaré.
11 Pero mi pueblo no me escuchó,
Israel no me
obedeció.
12 Así que dejé que hicieran lo que quisieran,
y vivieron
como les dio la gana.
13 Si mi pueblo me escuchara,
y viviera
como yo quiero,
14 yo derrotaría pronto a sus enemigos,
y castigaría
a sus oponentes».
15 Los que odian al SEÑOR se rendirían
y serían
castigados para siempre.
16 Dios alimentaría a su pueblo con la mejor comida.
La Roca les
daría toda la miel que quisieran.
Footnotes:
Salmos 81:3 trompeta Textualmente sofar, una trompeta
hecha de cuerno de cordero.
Salmos 81:3 Luna llena A mediados del mes en el
calendario hebreo. Muchas de las reuniones y días de fiesta comenzaban con la
luna llena.
Salmos 81:7 Meribá Ver Éx 17:1–7.
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Proverbios
13:1 Palabra de Dios para Todos (PDT)
13 El hijo sabio acepta la corrección del papá,
pero el
rebelde no oye consejos.
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