Día 106, DAB Español, Lunes 16 de Abril
Josué 13:1-14:15; Lucas18:1-17; Salmos 85; Proverbios 13:7-8 (Reina Valera Contemporánea (RVC))
Josué
13-14 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Tierra sin conquistar
13 Cuando Josué envejeció, el Señor le dijo:
«Tú ya estás muy viejo, y aún queda mucha tierra por
conquistar. 2 Ahí está la tierra que queda en los territorios de los filisteos
y de los gesureos, 3 desde Sijor, al oriente de Egipto, hasta el límite de
Ecrón al norte, que es considerada propiedad de los cananeos y de los cinco
príncipes de los filisteos, es decir, de los gazeos, asdodeos, ascalonitas,
guititas y ecronitas, y también de los aveos. 4 Al sur está toda la tierra de
los cananeos, y Megará, que es de los sidonios, hasta Afec, que limita con los
amorreos; 5 la tierra de los giblitas, y todo el Líbano, hacia donde sale el
sol, desde Baal Gad al pie del monte Hermón, hasta la entrada de Jamat. 6
También están todos los que habitan en las montañas, desde el Líbano hasta
Misrefot Mayin, y los sidonios. A todos ellos los exterminaré cuando se
enfrenten a los hijos de Israel. Pero tú encárgate de repartir la tierra por
sorteo entre los israelitas, porque es su herencia. Hazlo tal y como te lo he
ordenado. 7 Reparte esta tierra entre las nueve tribus y la media tribu de
Manasés, porque es su herencia. 8 Los rubenitas, los gaditas y la otra media
tribu de Manasés ya recibieron su herencia en la ribera oriental del Jordán.
Moisés mismo, el siervo del Señor, se la dio, 9 y abarca desde Aroer, a la
orilla del arroyo de Arnón, hasta Dibón, con la ciudad que está en medio del
valle y toda la llanura de Medeba, 10 y todas las ciudades de Sijón, rey de los
amorreos, que reinó en Jesbón. Su herencia limita con las tierras de los hijos
de Amón, 11 con Galaad y los territorios de los gesureos y de los macatitas, y
todo el monte Hermón y la tierra de Basán, hasta Salca, 12 y con todo el reino
de Og en Basán, que reinó en Astarot y en Edrey, y fue el último de los
refaítas. Pero Moisés lo derrotó y lo arrojó de allí.»
13 Pero los hijos de Israel no expulsaron de sus
tierras a los gesureos ni a los macatitas, por lo que Gesur y Macá habitan
entre los israelitas hasta el día de hoy.
El territorio distribuido por Moisés
14 La tribu de Leví no recibió herencia, porque su
herencia son los sacrificios del Señor Dios de Israel, tal y como él lo
prometió. 15 A la tribu de los hijos de Rubén les dio Moisés tierras según el
número de sus familias. 16 Les dio Aroer, la ciudad que está en medio del valle
y a orillas del arroyo de Arnón, y toda la llanura, hasta Medeba; 17 Jesbón,
con las ciudades que están en la llanura; Dibón, Bamot Baal, Bet Baal Megón, 18
Yahás, Cademot, Mefagat, 19 Quiriatayin, Sibemá, Séret Sajar, en el monte del
valle, 20 Bet Pegor, las laderas del monte Pisga, Bet Yesimot, 21 las ciudades
de la llanura, y el reino de Sijón, rey de los amorreos, que reinó en Jesbón.
Antes Moisés había derrotado a los príncipes de Madián, Evi, Requén, Sur, Jur y
Reba, que eran los príncipes de Sijón que habitaban en aquella tierra. 22 Los
hijos de Israel mataron también a filo de espada a Balaam el adivino, hijo de
Beor. 23 El límite del territorio de los hijos de Rubén era el río Jordán.
Estas ciudades y sus aldeas fueron la herencia de los hijos de Rubén, conforme
al número de sus familias.
24 A la tribu de los hijos de Gad les dio Moisés
también su herencia, conforme al número de sus familias. 25 El territorio que
les dio fue Jazer, con las ciudades de Galaad y la mitad de la tierra de los
hijos de Amón, hasta Aroer, que está frente a Rabá; 26 desde Jesbón hasta Ramat
Mispá y Betonín, y desde Majanayin hasta la frontera con Debir. 27 En el valle
les dio Bet Aram, Bet Nimrá, Sucot y Safón, que era lo que aún quedaba del
reino de Sijón, rey de Jesbón, más los límites del río Jordán hasta donde
termina el lago de Cineret, en la ribera oriental del Jordán. 28 Ésta es la
herencia que Moisés dio a los hijos de Gad, con sus ciudades y aldeas, conforme
al número de sus familias.
29 Moisés también le dio su herencia a la media tribu de
los hijos de Manasés, conforme al número de sus familias. 30 Su territorio se
extendía desde Majanayin, con todo el reino de Og, rey de Basán, y con las
aldeas de Yaír, que están en Basán. En total, sesenta poblaciones, 31 pero la
mitad de Galaad, Astarot y Edrey, que fueron ciudades de Og, rey de Basán. Esto
fue lo que le tocó a la mitad de los hijos de Maquir, hijo de Manasés, conforme
al número de sus familias.
32 Moisés repartió estas tierras en los llanos de
Moab, al otro lado de Jericó, en la ribera oriental del Jordán. 33 A la tribu
de Leví no le dio Moisés ninguna herencia, porque su herencia es el Señor, el
Dios de Israel, tal y como él se lo había dicho.
Reparto de Canaán por suertes
14 Toda esta fue la herencia que recibieron los hijos
de Israel en la tierra de Canaán. El reparto lo hicieron el sacerdote Eleazar,
Josué hijo de Nun, y los jefes de las tribus israelitas. 2 La tierra fue
sorteada entre las nueve tribus y media, tal y como el Señor se lo ordenó a
Moisés. 3 Antes de eso Moisés les había dado su parte de las tierras a las dos
tribus y media, al otro lado del Jordán. 4 Los hijos de José se dividieron en
dos tribus, la de Manasés y la de Efraín, y a los levitas no se les dieron
tierras. No tuvieron parte en la repartición, aunque sí recibieron ciudades en
las cuales vivir, junto con ejidos para sus ganados y rebaños. 5 La tierra se
repartió entre los hijos de Israel, tal y como el Señor se lo había ordenado a
Moisés.
Caleb recibe Hebrón
6 Los hijos de Judá fueron a Gilgal para ver a Josué,
y Caleb hijo de Yefune, el quenizita, le dijo:
«Tú bien sabes lo que el Señor le dijo a Moisés, el
varón de Dios, en Cadés Barnea, en cuanto a nosotros. 7 Cuando Moisés, el
siervo del Señor, me envió a reconocer la tierra, yo tenía cuarenta años; y a
mi regreso le di las noticias, según mi sentir. 8 También sabes que los
hermanos que me acompañaron desanimaron al pueblo, pero yo me mantuve fiel al
Señor mi Dios. 9 Ese día Moisés hizo este juramento: “La tierra donde has
puesto el pie será tuya. Será la herencia perpetua de tus hijos, por cuanto
seguiste con fidelidad al Señor mi Dios.” 10 El Señor me ha dado cuarenta y
cinco años más de vida, tal y como él se lo dijo a Moisés cuando Israel andaba
por el desierto. Así que ahora tengo ochenta y cinco años, 11 pero aún me
siento tan fuerte como el día en que Moisés me envió a reconocer la tierra.
Tengo fuerzas para pelear, y para salir y entrar. 12 Por lo tanto, te pido que
me des este monte, del cual habló el Señor aquel día. Tú eres testigo. Aquí
viven los anaquitas, y tienen grandes ciudades fortificadas; pero con la ayuda
del Señor puedo vencerlos y echarlos de estas tierras.»
13 Entonces Josué bendijo a Caleb hijo de Yefune, el
quenizita, y como herencia le dio Hebrón. 14 Hasta el día de hoy es su
herencia, porque siguió fielmente al Señor, Dios de Israel. 15 Antes, Hebrón se
llamaba Quiriat Arbá,[a] porque Arba fue un hombre importante entre los
anaquitas. Después de eso, hubo paz en la tierra.
Footnotes:
Josué 14:15 Es decir, la ciudad de Arba.
Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Lucas
18:1-17 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Parábola de la viuda y el juez injusto
18 Además, Jesús les contó una parábola en cuanto a la
necesidad de orar siempre y de no desanimarse. 2 Les dijo: «En cierta ciudad
había un juez que no temía a Dios ni respetaba a nadie. 3 En esa misma ciudad
había también una viuda, la cual acudía a ese juez y le pedía: “Hazme justicia
contra mi adversario.” 4 Pasó algún tiempo, y el juez no quiso atenderla, pero
después se puso a pensar: “Aunque no temo a Dios ni respeto a nadie, 5 esta
viuda me molesta tanto que voy a hacerle justicia, no sea que siga viniendo y
me agote la paciencia.”» 6 Dijo entonces el Señor: «Presten atención a lo que
dijo el juez injusto. 7 ¿Acaso Dios no les hará justicia a sus elegidos, que
día y noche claman a él? ¿Se tardará en responderles? 8 Yo les digo que sin
tardanza les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe
en la tierra?»
Parábola del fariseo y el cobrador de impuestos
9 A unos que a sí mismos se consideraban justos y
menospreciaban a los demás, Jesús les dijo esta parábola: 10 «Dos hombres fueron
al templo a orar: uno de ellos era fariseo, y el otro era cobrador de
impuestos. 11 Puesto de pie, el fariseo oraba consigo mismo de esta manera:
“Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás, que son ladrones,
injustos y adúlteros. ¡Ni siquiera soy como este cobrador de impuestos! 12
Ayuno dos veces a la semana, y doy la décima parte de todo lo que gano.” 13
Pero el cobrador de impuestos, desde lejos, no se atrevía siquiera a levantar
los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho y decía: “Dios mío, ten
misericordia de mí, porque soy un pecador.” 14 Yo les digo que éste volvió a su
casa justificado, y no el otro. Porque cualquiera que se enaltece, será
humillado; y el que se humilla será enaltecido.»
Jesús bendice a los niños
15 La gente llevaba los niños a Jesús, para que él los
tocara. Cuando los discípulos vieron esto, los reprendieron; 16 pero Jesús los
llamó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí. No se lo impidan,
porque el reino de los cielos es de los que son como ellos. 17 De cierto les
digo: el que no recibe el reino de Dios como un niño, no entrará en él.»
Reina Valera Contemporánea (RVC)
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Salmos
85 Reina Valera Contemporánea (RVC)
Súplica por la restauración de Israel
Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.
85 Señor, tú has sido propicio a tu tierra:
has hecho volver a Jacob de su cautividad,
2 has perdonado la iniquidad de tu pueblo,
has perdonado todos sus pecados,
3 has reprimido completamente tu enojo,
has alejado de ti el ardor de tu ira.
4 ¡Ahora restáuranos, Dios de nuestra salvación!
¡Deja ya de estar airado contra nosotros!
5 ¿Acaso vas a estar enojado con nosotros siempre?
¿Mantendrás tu ira de una generación a otra?
6 ¿Acaso no volverás a darnos vida,
para que este pueblo tuyo se regocije en ti?
7 Señor, ¡danos muestras de tu misericordia!
¡Concédenos
tu salvación!
8 Escucharé lo que Dios el Señor va a decir;
va a hablar de paz a su pueblo y a sus santos,
para que no caigan en la locura.
9 Su salvación está cerca de quienes le temen,
para que su gloria se asiente en nuestra tierra.
10 Se encontrarán la misericordia y la verdad,
se besarán la justicia y la paz.
11 Desde la tierra brotará la verdad,
y desde los cielos observará la justicia.
12 Además, el Señor nos dará buenas cosas,
y nuestra tierra producirá buenos frutos.
13 Delante de él irá la justicia,
para abrirle paso y señalarle el camino.
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Proverbios
13:7-8 Reina Valera Contemporánea (RVC)
7 Unos pretenden ser ricos, y no tienen nada;
otros simulan ser pobres, y lo tienen todo.
8 Con sus riquezas, el hombre rescata su vida;
el pobre nunca llega a oír amenazas.
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