Thursday, September 21, 2023

DAB Español, Viernes 22 de Septiembre

Día 265, DAB Español, Viernes 22 de Septiembre


Isaías 39:1-41:16; Efesios 1:1-23; Salmos 66; Proverbios 23:25-28 (Reina-Valera 1960 (RVR1960))








Isaías 39:1-41:16

Reina-Valera 1960

Ezequías recibe a los enviados de Babilonia

(2 R. 20.12-19; 2 Cr. 32.27-31)


39 En aquel tiempo Merodac-baladán hijo de Baladán, rey de Babilonia, envió cartas y presentes a Ezequías; porque supo que había estado enfermo, y que había convalecido. 2 Y se regocijó con ellos Ezequías, y les mostró la casa de su tesoro, plata y oro, especias, ungüentos preciosos, toda su casa de armas, y todo lo que se hallaba en sus tesoros; no hubo cosa en su casa y en todos sus dominios, que Ezequías no les mostrase. 3 Entonces el profeta Isaías vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido a ti? Y Ezequías respondió: De tierra muy lejana han venido a mí, de Babilonia. 4 Dijo entonces: ¿Qué han visto en tu casa? Y dijo Ezequías: Todo lo que hay en mi casa han visto, y ninguna cosa hay en mis tesoros que no les haya mostrado.


5 Entonces dijo Isaías a Ezequías: Oye palabra de Jehová de los ejércitos: 6 He aquí vienen días en que será llevado a Babilonia todo lo que hay en tu casa, y lo que tus padres han atesorado hasta hoy; ninguna cosa quedará, dice Jehová. 7 De tus hijos que saldrán de ti, y que habrás engendrado, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia. 8 Y dijo Ezequías a Isaías: La palabra de Jehová que has hablado es buena. Y añadió: A lo menos, haya paz y seguridad en mis días.

Jehová consuela a Sion


40 Consolaos, consolaos, pueblo mío, dice vuestro Dios. 2 Hablad al corazón de Jerusalén; decidle a voces que su tiempo es ya cumplido, que su pecado es perdonado; que doble ha recibido de la mano de Jehová por todos sus pecados.


3 Voz que clama en el desierto: Preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios. 4 Todo valle sea alzado, y bájese todo monte y collado; y lo torcido se enderece, y lo áspero se allane. 5 Y se manifestará la gloria de Jehová, y toda carne juntamente la verá; porque la boca de Jehová ha hablado.


6 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces? Que toda carne es hierba, y toda su gloria como flor del campo. 7 La hierba se seca, y la flor se marchita, porque el viento de Jehová sopló en ella; ciertamente como hierba es el pueblo. 8 Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.


9 Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sion; levanta fuertemente tu voz, anunciadora de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro! 10 He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su paga delante de su rostro. 11 Como pastor apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.

El incomparable Dios de Israel


12 ¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? 13 ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? 14 ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? 15 He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. 16 Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. 17 Como nada son todas las naciones delante de él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es.


18 ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? 19 El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata. 20 El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva.


21 ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? 22 Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. 23 Él convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. 24 Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca. 25 ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. 26 Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio.


27 ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? 28 ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. 29 Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. 30 Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; 31 pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.

Seguridad de Dios para Israel


41 Escuchadme, costas, y esfuércense los pueblos; acérquense, y entonces hablen; estemos juntamente a juicio. 2 ¿Quién despertó del oriente al justo, lo llamó para que le siguiese, entregó delante de él naciones, y le hizo enseñorear de reyes; los entregó a su espada como polvo, como hojarasca que su arco arrebata? 3 Los siguió, pasó en paz por camino por donde sus pies nunca habían entrado. 4 ¿Quién hizo y realizó esto? ¿Quién llama las generaciones desde el principio? Yo Jehová, el primero, y yo mismo con los postreros. 5 Las costas vieron, y tuvieron temor; los confines de la tierra se espantaron; se congregaron, y vinieron. 6 Cada cual ayudó a su vecino, y a su hermano dijo: Esfuérzate. 7 El carpintero animó al platero, y el que alisaba con martillo al que batía en el yunque, diciendo: Buena está la soldadura; y lo afirmó con clavos, para que no se moviese.


8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo. 9 Porque te tomé de los confines de la tierra, y de tierras lejanas te llamé, y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí, y no te deseché. 10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. 11 He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos; serán como nada y perecerán los que contienden contigo. 12 Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás; serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. 13 Porque yo Jehová soy tu Dios, quien te sostiene de tu mano derecha, y te dice: No temas, yo te ayudo.


14 No temas, gusano de Jacob, oh vosotros los pocos de Israel; yo soy tu socorro, dice Jehová; el Santo de Israel es tu Redentor. 15 He aquí que yo te he puesto por trillo, trillo nuevo, lleno de dientes; trillarás montes y los molerás, y collados reducirás a tamo. 16 Los aventarás, y los llevará el viento, y los esparcirá el torbellino; pero tú te regocijarás en Jehová, te gloriarás en el Santo de Israel.

Efesios 1

Reina-Valera 1960

Salutación


1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Éfeso: 2 Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

Bendiciones espirituales en Cristo


3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, 4 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, 5 en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, 7 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, 8 que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, 9 dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra.


11 En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, 12 a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. 13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria.

El espíritu de sabiduría y de revelación


15 Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, 16 no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, 17 para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, 18 alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, 19 y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, 20 la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, 21 sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este siglo, sino también en el venidero; 22 y sometió todas las cosas bajo sus pies, y lo dio por cabeza sobre todas las cosas a la iglesia, 23 la cual es su cuerpo, la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.

Salmos 66

Reina-Valera 1960

Alabanza por los hechos poderosos de Dios

Al músico principal. Cántico. Salmo.


66 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.


2

Cantad la gloria de su nombre;


Poned gloria en su alabanza.


3

Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras!


Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.


4

Toda la tierra te adorará,


Y cantará a ti;


Cantarán a tu nombre. Selah


5

Venid, y ved las obras de Dios,


Temible en hechos sobre los hijos de los hombres.


6

Volvió el mar en seco;


Por el río pasaron a pie;


Allí en él nos alegramos.


7

Él señorea con su poder para siempre;


Sus ojos atalayan sobre las naciones;


Los rebeldes no serán enaltecidos. Selah


8

Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,


Y haced oír la voz de su alabanza.


9

Él es quien preservó la vida a nuestra alma,


Y no permitió que nuestros pies resbalasen.


10

Porque tú nos probaste, oh Dios;


Nos ensayaste como se afina la plata.


11

Nos metiste en la red;


Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.


12

Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza;


Pasamos por el fuego y por el agua,


Y nos sacaste a abundancia.


13

Entraré en tu casa con holocaustos;


Te pagaré mis votos,


14

Que pronunciaron mis labios


Y habló mi boca, cuando estaba angustiado.


15

Holocaustos de animales engordados te ofreceré,


Con sahumerio de carneros;


Te ofreceré en sacrificio bueyes y machos cabríos. Selah


16

Venid, oíd todos los que teméis a Dios,


Y contaré lo que ha hecho a mi alma.


17

A él clamé con mi boca,


Y fue exaltado con mi lengua.


18

Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad,


El Señor no me habría escuchado.


19

Mas ciertamente me escuchó Dios;


Atendió a la voz de mi súplica.


20

Bendito sea Dios,


Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.

Proverbios 23:25-28

Reina-Valera 1960


25

Alégrense tu padre y tu madre,


Y gócese la que te dio a luz.


26

Dame, hijo mío, tu corazón,


Y miren tus ojos por mis caminos.


27

Porque abismo profundo es la ramera,


Y pozo angosto la extraña.


28

También ella, como robador, acecha,


Y multiplica entre los hombres los prevaricadores.

Reina-Valera 1960 (RVR1960)


Reina-Valera 1960 ® © Sociedades Bíblicas en América Latina, 1960. Renovado © Sociedades Bíblicas Unidas, 1988. Utilizado con permiso. Si desea más información visite americanbible.org, unitedbiblesocieties.org, vivelabiblia.com, unitedbiblesocieties.org/es/casa/, www.rvr60.bible

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