Día 250, DAB Español, Jueves 07 de Septiembre
Cantares 5:1-8:14; 2 Corintios 9:1-15; Salmos 51; Proverbios 22:24-25 (Reina Valera Actualizada (RVA-2015))
Cantares 5-8
Reina Valera Actualizada
El amado
5 He venido a mi huerto,
oh hermana y novia mía.
He recogido mi mirra y mi perfume. He comido mi panal y mi miel;
he bebido mi vino y mi leche.
¡Coman, oh amigos!
¡Beban, oh amados!
¡Beban en abundancia!
La amada
2
Yo dormía, pero mi corazón
estaba despierto,
y oí a mi amado que tocaba
a la puerta y llamaba:
“Ábreme, hermana mía, amada mía, paloma mía, perfecta mía;
porque mi cabeza está llena de rocío
y mis cabellos están mojados con las gotas de la noche”.
3
Ya me había desvestido;
¿cómo me iba a volver a vestir? Había lavado mis pies;
¿cómo iba a volverlos a ensuciar?
4
Mi amado metió su mano
por el agujero de la puerta,
y mi corazón se conmovió
a causa de él.
5
Entonces me levanté
para abrir a mi amado,
y mis manos gotearon
perfume de mirra.
Mis dedos gotearon mirra
sobre la manecilla del cerrojo.
6
Abrí a mi amado,
pero mi amado se había ido; había desaparecido.
Se me salía el alma
cuando él hablaba.
Lo busqué, pero no lo hallé;
lo llamé, pero no me respondió.
7
Me encontraron los guardias
que rondan la ciudad;
me golpearon y me hirieron.
Me despojaron de mi manto
los guardias de las murallas.
8
Júrenme, oh hijas de Jerusalén, que si hallan a mi amado
le dirán que estoy enferma de amor.
El cortejo nupcial
9
¿Qué tiene tu amado
que no tenga cualquier otro amado,
oh la más hermosa
de todas las mujeres?
¿Qué tiene tu amado
más que cualquier otro amado para que nos hagas jurar así?
La amada
10
Mi amado es blanco y sonrosado; sobresale entre diez mil.
11
Su cabeza es oro fino.
Sus cabellos son ondulados, negros como el cuervo.
12
Sus ojos son como palomas
junto a los arroyos de aguas,
bañados en leche y sentados sobre engastes.
13
Sus mejillas son como almácigos
de especias aromáticas que exhalan perfumes.
Sus labios son como lirios
que despiden penetrante aroma.
14
Sus manos son como barras de oro engastadas con crisólitos.
Su vientre es como una plancha
de marfil,
recubierta con zafiros.
15
Sus piernas son como columnas
de mármol cimentadas
sobre bases de oro.
Su figura es como el Líbano,
escogido como los cedros.
16
Su paladar es dulcísimo;
¡todo él es deseable!
Así es mi amado y así es mi amigo,
oh hijas de Jerusalén.
El cortejo nupcial
6 Adónde se ha ido tu amado,
oh la más hermosa de todas
las mujeres?
Dinos en qué dirección se fue,
y lo buscaremos contigo.
La amada
2
Mi amado descendió a su huerto,
al almácigo de las especias,
para apacentar en los jardines
y para recoger los lirios.
3
¡Yo soy de mi amado
y mi amado es mío!
Él apacienta entre los lirios.
El amado
4
¡Qué bella eres, oh amada mía! Eres como Tirsa,
atractiva como Jerusalén
e imponente como ejércitos
abanderados.
5
Aparta de mí tus ojos,
porque ellos me doblegan.
Tu cabello es como manada de cabras que se deslizan por las laderas
de Galaad.
6
Tus dientes son como rebaños de ovejas que suben del lavadero: que todas tienen mellizos, y ninguna hay sin cría.
7
Tus mejillas parecen mitades
de granada, a través de tu velo.
8
Hay sesenta reinas,
ochenta concubinas
y un sinnúmero de jóvenes mujeres.
9
¡Pero una sola es mi paloma,
mi perfecta!
Ella es la única hija de su madre, quien la considera predilecta.
La ven las mujeres y la llaman: “Bienaventurada”.
Las reinas y las concubinas
la alaban diciendo:
10
“¿Quién es aquella que
raya como el alba
y es bella como la luna,
radiante como el sol e imponente como ejércitos abanderados?”.
11
Al huerto de los nogales descendí, para ver los retoños del valle, para ver si las vides ya han florecido;
si han brotado los granados.
12
Y antes que me diera cuenta,
mi alma me puso sobre los carros
de mi generoso pueblo.
El cortejo nupcial
13
¡Vuelve, vuelve, oh Sulamita! ¡Vuelve, vuelve; queremos mirarte!
La amada
¿Qué han de observar en la Sulamita, cuando danza en medio de los dos campamentos?
El amado
7 ¡Qué bien lucen tus pies con
las sandalias, oh hija de nobles!
Los contornos de tus muslos son como joyas, obra de las manos
de un artista.
2
Tu ombligo es como una copa redonda a la que no le falta el vino aromático. Tu vientre es como un montón de trigo rodeado de lirios.
3
Tus dos pechos son como dos venaditos mellizos de gacela.
4
Tu cuello es como torre de marfil. Tus ojos son como los estanques en Hesbón, en la puerta de Bat-rabim. Tu nariz es como la torre del Líbano que mira hacia Damasco.
5
Tu cabeza es como el Carmelo,
y tu cabellera es como púrpura real aprisionada en trenzas.
6
¡Qué bella y dulce eres,
oh amor deleitoso!
7
Tu talle es como una palmera,
y tus pechos como racimos de dátiles.
8
Pensé: “¡Subiré a la palmera
y me prenderé de sus racimos!”.
¡Sean tus pechos como racimos de uvas, y la fragancia de tu boca
como de manzanas!
9
Tu paladar es como el buen vino que corre suavemente hacia el amado
y fluye por los labios
de los que se duermen.
La amada
10
¡Yo soy de mi amado,
y él me desea con ardor!
11
Ven, oh amado mío, vayamos
al campo.
Alojémonos en las aldeas;
12
madruguemos para ir a las viñas. Veamos si han florecido las vides,
si se han abierto sus botones,
o si han brotado los granados. ¡Allí te daré mi amor!
13
Las mandrágoras ya despiden
su fragancia,
y a nuestras puertas
hay toda clase de frutas selectas: tanto frescas como secas que
he guardado para ti, oh amado mío.
8 ¡Oh, cómo quisiera que fueras
mi hermano,
que mamó los pechos de mi madre!
Así, al encontrarte afuera,
yo te besaría sin que nadie me menospreciara.
2
Yo te llevaría y te metería
en la casa de mi madre,
y tú me enseñarías.
Y yo te haría beber vino aromático
y jugo de granadas.
3
Su brazo izquierdo está debajo
de mi cabeza
y su derecho me abraza.
4
¡Júrenme, oh hijas de Jerusalén, que no despertarán
ni provocarán el amor
hasta que quiera!
El cortejo nupcial
5
¿Quién es esta que sube del desierto
recostada sobre su amado?
La amada
Debajo de un manzano te desperté; allí donde tu madre tuvo dolores, allí donde tuvo dolores
la que te dio a luz.
6
Ponme como sello sobre tu corazón, como sello sobre tu brazo.
Porque fuerte como la muerte
es el amor;
inconmovible como el Seol
es la pasión.
Sus brasas son brasas de fuego;
es como poderosa llama[a].
7
Las poderosas aguas
no pueden apagar el amor
ni lo pueden anegar los ríos.
Si el hombre diera todas las riquezas
de su casa para comprar el amor,
de cierto lo despreciarían.
El cortejo nupcial
8
Tenemos una hermana pequeña que todavía no tiene pechos.
¿Qué haremos de nuestra hermana cuando de ella se empiece a hablar?
9
Si ella es muralla, edificaremos sobre ella torreones de plata.
Si ella es puerta, la recubriremos con paneles de cedro.
La amada
10
Yo soy muralla
y mis pechos son torreones. Entonces llegué a ser a sus ojos como quien encuentra paz.
El amado
11
Salomón tuvo una viña en Baal-hamón, la cual entregó al cuidado de guardias: Cada uno de ellos debía traer mil piezas de plata por su fruto.
12
¡Pero mi viña está delante de mí! Las mil piezas sean para ti,
oh Salomón,
y doscientas para los que guardan
su fruto.
13
¡Oh tú que habitas en los jardines, mis compañeros
desean escuchar tu voz!
¡Déjame oírla!
La amada
14
¡Escápate, oh amado mío!
Sé semejante al venado o al cervatillo sobre los montes de las especias.
Footnotes
Cantares 8:6 Según vers. antiguas; cf. 8:14; heb., Beter.
2 Corintios 9
Reina Valera Actualizada
9 En cuanto a esta ayuda para los santos, está de más que les escriba 2 pues conozco su pronta disposición, por la cual me glorié de ustedes entre los de Macedonia: “Acaya está preparada desde el año pasado”. Y el celo de ustedes ha servido de estímulo para muchos. 3 Pero he enviado a estos hermanos para que el orgullo que tenemos de ustedes no sea vano en este respecto, y para que estén preparados, como vengo diciendo. 4 No sea que, si van conmigo algunos macedonios y los hallan no preparados, nos avergoncemos nosotros (por no decir ustedes) por haber tenido esta confianza. 5 Por eso he creído conveniente exhortar a los hermanos a que vayan a ustedes con anticipación y preparen primero la generosidad de ustedes antes prometida, para que esté lista como muestra de generosidad y no como de exigencia.
Exhortación a la generosidad
6 Y digo esto: El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que siembra con generosidad también con generosidad cosechará. 7 Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación porque Dios ama al dador alegre. 8 Y poderoso es Dios para hacer que abunde en ustedes toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo necesario, abunden para toda buena obra; 9 como está escrito:
Esparció; dio a los pobres.
Su justicia permanece para siempre[a].
10 El que da semilla al que siembra y pan para comer, proveerá y multiplicará la semilla de ustedes y aumentará los frutos de la justicia de ustedes. 11 Esto, para que sean enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce acciones de gracias a Dios por medio de nosotros. 12 Porque el ministrar este servicio sagrado no solamente suple lo que falta a los santos, sino que redunda en abundantes acciones de gracias a Dios. 13 Al experimentar esta ayuda, ellos glorificarán a Dios por la obediencia que profesan al evangelio de Cristo, y por su liberalidad en la contribución para con ellos y con todos. 14 Además, por su oración a favor de ustedes, demuestran que los quieren a causa de la sobreabundante gracia de Dios en ustedes. 15 ¡Gracias a Dios por su don inefable!
Footnotes
2 Corintios 9:9 Sal. 9:9; Sal. 112:9.
Salmos 51
Reina Valera Actualizada
Oración de arrepentimiento
51 Al músico principal. Salmo de David, cuando el profeta Natán fue a él después de que David tuvo relaciones con Betsabé.
Ten piedad de mí, oh Dios,
conforme a tu misericordia.
Por tu abundante compasión borra mis rebeliones.
2
Lávame más y más de mi maldad,
y límpiame de mi pecado.
3
Porque yo reconozco mis rebeliones,
y mi pecado está siempre delante
de mí.
4
Contra ti, contra ti solo he pecado
y he hecho lo malo ante tus ojos. Seas tú reconocido justo en tu palabra
y tenido por puro en tu juicio.
5
He aquí, en maldad he nacido,
y en pecado me concibió mi madre.
6
He aquí, tú quieres la verdad en
lo íntimo,
y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
7
Quita mi pecado con hisopo,
y seré limpio;
lávame, y seré más blanco
que la nieve.
8
Hazme oír[a] gozo y alegría,
y se regocijarán estos huesos que has quebrantado.
9
Esconde tu rostro de mis pecados
y borra todas mis maldades.
10
Crea en mí, oh Dios, un corazón puro y renueva un espíritu firme
dentro de mí.
11
No me eches de tu presencia
ni quites de mí tu Santo Espíritu.
12
Devuélveme el gozo de tu salvación,
y un espíritu generoso me sustente.
13
Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
y los pecadores se convertirán a ti.
14
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación,
y con regocijo cantará mi lengua
tu justicia.
15
Señor, abre mis labios,
y proclamará mi boca tu alabanza.
16
Porque no quieres sacrificio;
y si doy holocausto, no lo aceptas.
17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado.
Al corazón contrito y humillado
no desprecias tú, oh Dios.
18
Haz bien a Sion con tu benevolencia; edifica los muros de Jerusalén.
19
Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
el holocausto o la ofrenda del todo quemada.
Entonces se ofrecerán becerros sobre tu altar.
Footnotes
Salmos 51:8 Peshita dice Sáciame de…
Proverbios 22:24-25
Reina Valera Actualizada
—2—
24
No hagas amistad con el iracundo
ni tengas tratos con el violento,
25
no sea que aprendas sus maneras
y pongas una trampa para tu propia vida.
Reina Valera Actualizada (RVA-2015)
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